La viola blanca doble representa la virginidad y la maternidad. Es virgen porque no tiene semilla, pero produce otras flores de forma continua sin perder su pureza, al igual que María, quien concibió a Jesús de forma virgen y dio a luz sin perder su pureza. El autor ruega a María, la madre más pura, que cuide su corazón y lo mantenga casto dentro de las reglas de la templanza.