El documento propone un modelo pedagógico adaptado a la sociedad del conocimiento, enfatizando la importancia de formar estudiantes críticos y autónomos capaces de evaluar y procesar información en un contexto tecnológico. Se critica el modelo educativo tradicional por su enfoque en la enseñanza pasiva y se sugieren estrategias que promueven la autonomía, el pensamiento crítico y el uso responsable de la tecnología. La implementación del nuevo modelo requiere un compromiso activo tanto de docentes como de alumnos para fomentar una educación innovadora y ética.