El método Dalcroze se basa en el ritmo, el movimiento y la danza para reconciliar la mente y el cuerpo. A través de la práctica rítmica, se favorece la coordinación de los movimientos físicos con la capacidad de adaptación y la expresión corporal y emocional. Dalcroze buscó mejorar la educación musical de su época desarrollando el oído, la interpretación y corrigiendo la "arritmia musical" a través de la gimnasia rítmica.