La normalización es el proceso de transformar datos complejos en estructuras más simples y estables, con el objetivo de minimizar problemas de lógica y redundancia en bases de datos. Se basa en una serie de reglas, conocidas como formas normales, que aseguran la integridad y gestión eficiente de los datos, comenzando con la eliminación de columnas repetidas y finalizando en la eliminación de dependencias multivaluadas. Las primeras tres formas normales son fundamentales para la mayoría de las bases de datos, permitiendo un esquema limpio y fácil de manejar.