El documento examina los límites e impactos ambientales de la acumulación en Centroamérica, destacando el cambio en el uso de la tierra, la urbanización y las dinámicas migratorias influenciadas por conflictos y economías agro-exportadoras. También se abordan las vulnerabilidades en las zonas rurales, donde la pobreza extrema es prevalente, y los retos para una gestión sostenible del territorio, enfatizando la necesidad de colaboración entre sectores público y privado. Se proponen estrategias para mejorar la resiliencia y la seguridad alimentaria, así como la integración de nuevos actores en la planificación y gestión de recursos naturales.