Este documento presenta las ideas del filósofo Philippe Meirieu sobre la enseñanza. Sostiene que los profesores deben ser utópicos por vocación y enseñar con pasión. También argumenta que la escuela debe ser una institución para el encuentro con la alteridad, la búsqueda de la verdad y la formación de una sociedad democrática. Finalmente, enfatiza que los profesores deben centrarse en los alumnos y en el saber.