Este documento presenta dos diálogos platónicos: Critón y Fedón. En el diálogo Critón, Sócrates rechaza la sugerencia de su amigo Critón de escapar de la prisión para evitar su condena a muerte, argumentando que solo debe prestar atención a la razón y no a la opinión de la mayoría. En el diálogo Fedón, Sócrates discute con sus discípulos sobre la inmortalidad del alma el día de su ejecución.