Los plásticos termofijos o termoestables son materiales rígidos cuya estructura molecular compleja se forma durante el proceso de moldeo e impide que se puedan volver a moldear o reciclar. A diferencia de los termoplásticos, los termofijos no toleran ciclos repetidos de calentamiento y enfriamiento y se degradan en lugar de ablandarse con el calor. Se caracterizan por tener cadenas poliméricas entrecruzadas que forman una estructura tridimensional rígida e irreversible