El documento habla sobre el embarazo prolongado, definido como más de 42 semanas de gestación. Se presenta en el 2-10% de los embarazos y conlleva mayores riesgos para la salud de la madre y el feto, incluyendo mayor mortalidad fetal y neonatal, disminución de funciones de la placenta, y macrosomía fetal. Se recomienda el parto inducido después de la semana 41 para reducir estos riesgos.