La práctica basada en evidencia tiene sus orígenes en la medicina basada en evidencia. Reconoce las cuatro bases de la práctica clínica: investigación, experiencia del profesional, preferencias del paciente y recursos disponibles. Se define como la búsqueda sistemática de respuestas basadas en investigaciones pertinentes para la práctica de enfermería. Sus fases incluyen formular preguntas clínicas, buscar información, lectura crítica, implementación y evaluación. Ofrece beneficios como mejor atención al paciente