El documento describe la importancia de la escuela en la conformación de la personalidad del niño, destacando la influencia de los educadores como figuras de confianza y modelos a seguir. Se enfatiza la creación de ambientes de aprendizaje favorables mediante el conocimiento del entorno y las capacidades del niño, lo que permite promover el aprendizaje autónomo y colaborativo. También se señala la necesidad de comprender teorías del desarrollo infantil y metodologías adecuadas para facilitar un aprendizaje significativo y fomentar la interacción social entre los alumnos.