Este documento discute cómo abordar la agresividad en la educación preescolar. Plantea que a menudo justificamos la agresión entre niños pequeños como juego, cuando en realidad puede fomentar más agresividad. Sugiere canalizar la energía de los niños a través de actividades lúdicas que promuevan valores ciudadanos. También enfatiza la importancia del aprendizaje socioemocional, pues los niños que no se sienten bien emocionalmente tendrán dificultades para relacionarse en la sociedad. Final