La corrosión galvánica ocurre cuando dos metales de diferentes potenciales eléctricos entran en contacto en presencia de un electrolito. Esto causa que uno de los metales se oxide más rápidamente que el otro. Factores como el tamaño relativo de los electrodos, el grado de contacto eléctrico y la resistividad del electrolito afectan la velocidad de corrosión. Se pueden tomar medidas como aislar los metales entre sí o recubrirlos para prevenir la corrosión galvánica.