Los diagramas de actividades son útiles para describir procesos con gran cantidad de paralelismo. Permiten seleccionar el orden de las actividades y mostrar las reglas de secuenciación. Se diferencian de los diagramas de flujo en que pueden manejar procesos paralelos, lo que los hace útiles para programas concurrentes. Muestran el flujo de trabajo desde el inicio hasta el fin, incluyendo rutas alternativas.