Un camping se construyó en el cono de deyección del barranco de Arás a pesar de las advertencias de expertos sobre los riesgos de inundación. En 1996, fuertes lluvias provocaron una riada de 500 metros cúbicos por segundo que arrasó el camping. La reforestación del área redujo la erosión y escorrentía, pero no fue suficiente para proteger el camping ubicado en una zona de alto riesgo de inundación.