La enfermedad arterial periférica afecta principalmente la circulación arterial de las extremidades inferiores. A menudo es asintomática e infradiagnosticada, especialmente en personas mayores de 65 años. Se diagnostica mediante el índice tobillo-brazo, que mide la presión sanguínea en los tobillos en comparación con los brazos y puede sugerir EAP leve, moderada o grave. Los factores de riesgo incluyen la edad, el tabaquismo y las enfermedades como la diabetes.