Las plantas responden a estímulos ambientales como la luz, el agua y la gravedad mediante movimientos dirigidos llamados tropismos. Los tropismos son respuestas lentas mediadas por hormonas vegetales y consisten en el crecimiento diferencial de las partes de la planta, lo que causa que se muevan hacia o lejos del estímulo. Algunos ejemplos de tropismos son el fototropismo, hidrotropismo y gravitropismo. Las plantas también pueden responder rápidamente a estímulos tactiles mediante movimientos