Manual práctico
para el diseño de sistemas
de minirriego
Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA)
Julián Carrazón Alocén
Ingeniero Agrónomo
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
Viale delle Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia
SERIE: Tecnologías
Tecnologías y metodologías validadas para mejorar la seguridad alimentaria
en las zonas de actuación del Programa PESA en Honduras
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Todos los derechos reservados. Se autoriza la reproducción y difusión de material
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Se prohíbe la reproducción del material contenido en este producto informativo
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titulares de los derechos de autor. Las peticiones para obtener tal autorización
deberán dirigirse al Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) en
Centroamérica, Col. Rubén Darío, Calle Venecia No. 2216, Tegucigalpa Honduras,
C.A. o por correo electrónico a registro@fao.org.hn.
© FAO 2007
Autor:
Julián Carrazón Alocén–Ingeniero Agrónomo
Profesional Asociado PESA-Honduras
Revisión técnica:
German Flores
Apoyo en revisión y edición final:
Andrés Conrado Gómez
Fotografía: PESA Honduras
Diseño gráfico: Comunica
Edición: octubre de 2007
Impresión: Impresiones Industriales
Tiraje: 500 ejemplares
Impreso y editado en Honduras
Mayor información: Teléfonos 232-3180 / 235-3331
www.pesacentroamerica.org
Contenido
Presentación....................................... 9
Introducción .......................................11
Módulo 1. Particularidades
de los sistemas de minirriego............. 15
1.1 Apropiamiento por parte
de los productores............................... 15
1.2 Tamaño ........................................ 15
1.3 Tecnología y costo ......................... 16
1.4 Diseño participativo........................ 16
1.5 Localización .................................. 16
Módulo 2. Factores de éxito
de los proyectos de minirriego............ 19
2.1 Visión integral y sistémica............... 19
2.2 Disponibilidad y propiedad
de la tierra .......................................... 20
2.3 Disponibilidad y propiedad
del agua ............................................. 20
2.4 La participación de los productores
es esencial.......................................... 21
2.5 Disponibilidad de mano de obra ...... 22
2.6 Disponibilidad de insumos agrícolas
aparte de los del riego.......................... 22
2.7 Acceso a los mercados
y planificación de la producción............. 22
2.8 Acceso al capital ........................... 23
2.9 Servicio de extensión agrícola ......... 24
2.10 Manejo integrado de suelo,
agua y cultivo ...................................... 24
2.11 Panorámica general de la
estrategia a seguir ............................... 25
2.12 Espiral descendente en el
funcionamiento de los sistemas
de riego.............................................. 26
Módulo 3. Recurso agua .....................29
3.1 Concepto de caudal ....................... 29
3.2 Tipos de fuentes............................ 30
3.3 Aforos........................................... 31
3.4 Calidad del agua............................ 39
Módulo 4. Propiedades físicas
del suelo............................................51
4.1 Composición del suelo.................... 51
4.2 Textura ......................................... 52
4.3 Densidad aparente.........................54
4.4 Contenido de agua en el suelo ........ 54
4.5 Infiltración.....................................60
Módulo 5. Clima ................................ 65
5.1 Fuentes potenciales de datos.......... 65
5.2 Precipitación .................................66
5.3 Evapotranspiración......................... 70
Módulo 6. Estudio topográfico.............79
6.1 Procedimiento ............................... 79
6.2 Cálculos........................................ 80
6.3 Dibujo de planos............................83
Módulo 7. Predimensionamiento ........ 89
7.1 Estimación de área regable ............. 89
7.2 Caudal continuo mínimo
que necesitamos para regar una
determinada área ................................ 90
Módulo 8. Elección del sistema
de riego ............................................ 93
Módulo 9. Proceso general
de diseño...........................................97
Módulo 10. Diseño agronómico.........101
10.1 Cálculo de las necesidades
netas de riego máximas ..................... 101
10.2 Cálculo de los parámetros
de riego ............................................ 104
Módulo 11. Conceptos básicos
de hidráulica ....................................119
11.1 Ecuación de continuidad............. 119
11.2 Hidrostática............................... 119
11.3 Hidrodinámica ........................... 122
11.4 Estimación de las pérdidas
de carga ........................................... 125
11.5 Golpe de ariete.......................... 129
Módulo 12. Diseño hidráulico............141
12.1 Unidades de medida .................. 141
12.2 Procedimiento ........................... 141
Referencias y bibliografía..................161
Índice de anexos
Anexo A. Nomenclatura...................... 165
Anexo B. Conversión de unidades ...... 168
Anexo C. Materiales de PVC y PE......... 169
Anexo D. Utilización del nivel Abney ..... 173
Anexo E. Ensayo de aspersores........... 179
Anexo F. Cálculo de la precipitación
confiable........................................... 181
Anexo G. Tolerancia relativa
de los cultivos agrícolas a la salinidad..183
Anexo H. Ensayos de suelo ................. 186
Anexo I. Código Visual Basic®
para el cálculo de las pérdidas de carga
mediante la ecuación universal
de Darcy-Weisbach ............................ 195
Anexo J. Lista de estaciones climáticas
con datos disponibles en Hargreaves
(1980) y en la base de datos
FAO/CLIMWAT.................................... 196
Anexo K. Fases y coeficientes
de cultivo ......................................... 200
Anexo L. Pérdidas de carga singulares... 207
Anexo M. Reguladores de presión........ 211
Anexo N. Herramientas para el cálculo
hidráulico.......................................... 215
Anexo O. Mapas de precipitación
y temperatura media anual
de Honduras ..................................... 217
Índice de tablas
Tabla 1. Coeficientes de descarga para
vertederos triangulares......................... 34
Tabla 2. Ejemplo de cálculo de caudal
mediante molinete...............................38
Tabla 3. Iones más comunes en el agua
para riego y pesos equivalentes............. 39
Tabla 4. Grado de restricción para la
utilización del agua en función de la
salinidad. ............................................ 41
Tabla 5. Toxicidad por iones
específicos..........................................43
Tabla 6. Riesgo de obstrucciones
en riego localizado. ..............................43
Tabla 7. Problemas varios con la calidad
del agua. ............................................44
Tabla 8. Parámetros normalmente
requeridos en análisis de agua
para riego. ..........................................45
Tabla 9. Ejemplo de resultados de
laboratorio. .........................................46
Tabla 10. Resumen de las propiedades
físicas de los suelos.............................58
Tabla 11. Profundidad radicular
efectiva de los cultivos más comunes. ... 59
Tabla 12. Ejemplo de serie de datos
de precipitación...................................68
Tabla 13. Estimación de valores del índice
de precipitación (Ip) para diferentes
probabilidades..................................... 69
Tabla 14. Valores de KC para fines
de diseño............................................ 74
Tabla 15. Formato de toma de datos
topográficos ........................................80
Tabla 16. Procesamiento manual
de datos topográficos........................... 81
Tabla 17. Equivalencias entre distancias
reales y en el plano a diferentes
escalas...............................................84
Tabla 18. Valores de ET0 calculados
de acuerdo a cada zona climática.......... 89
Tabla 19. Ventajas e inconvenientes
de los principales sistemas de riego....... 93
Tabla 20. Datos climáticos
de la estación de Santa Bárbara. ........ 101
Tabla 21. Datos de los cultivos
del proyecto. ..................................... 102
Tabla 22. Cálculo de necesidades
netas para cultivos anuales................. 104
Tabla 23. Eficiencia de aplicación. ....... 106
Tabla 24. Valores del factor
de reducción por la pendiente............. 106
Tabla 25. Cálculo de déficits
de caudal en los aspersores. .............. 112
Tabla 26. Relación entre SDR
y timbraje.......................................... 121
Tabla 27. Valores del coeficiente
de rugosidad k................................... 127
Tabla 28. Valores del factor C
de la ecuación de Hazen-Williams........ 128
Tabla 29. Rangos de velocidad
en tuberías y mangueras. ................... 150
Tabla 30. Tabla de selección
de diámetros válidos. ......................... 151
Índice de figuras
Figura 1. Variables que interaccionan
para determinar el potencial productivo
de un cultivo ....................................... 19
Figura 2. Estrategia de manejo de agua
en zonas de ladera .............................. 25
Figura 3. Causas y efectos de la espiral
descendente de funcionamiento de los
sistemas de riego ................................ 26
Figura 4. Caudal por una tubería
circular ............................................... 29
Figura 5. Cálculo del volumen
aproximado de un estanque.................. 31
Figura 6. Cálculo del volumen
de un balde......................................... 32
Figura 7. Vertedero de pared delgada..... 32
Figura 8. Colocación de la regla
graduada ............................................33
Figura 9. Vertedero triangular................ 34
Figura 10. Vertederos rectangulares ...... 35
Figura 11. Vertedero de Cipolletti .......... 35
Figura 12. Medición de caudal
con flotador......................................... 36
Figura 13. Lugares donde tirar el
flotador y medición de profundidades..... 36
Figura 14. Medición con molinete.......... 37
Figura 15. Cálculo del caudal de una
corriente a partir de las medidas
de un molinete ....................................38
Figura 16. Efectos combinados
de la salinidad y la RAS en la infiltración
del agua ............................................. 42
Figura 17. Composición del suelo .......... 51
Figura 18. Diagrama esquemático
del suelo............................................. 52
Figura 19. Diámetro de las partículas
del suelo según la clasificación USDA .... 52
Figura 20. Triángulo de texturas
según clasificación USDA......................53
Figura 21. Contenido de agua
del suelo expresado en altura de lámina
de agua..............................................55
Figura 22. Estados de humedad
del suelo.............................................56
Figura 23. Símil entre el suelo
y un barril de agua............................... 57
Figura 24. Relación general entre textura
y características de agua en el suelo ..... 58
Figura 25. Déficit permisible
de manejo ..........................................60
Figura 26. Curvas de infiltración ............ 61
Figura 27. Equivalencia entre volumen
de precipitación y altura de lámina
de agua..............................................66
Figura 28. Cambio en los coeficientes
de cultivo (KC) a lo largo de las
diferentes fases................................... 73
Figura 29. Cambio en los coeficientes
de cultivo (KC) de un pasto.................... 75
Figura 30: Nivel de mano Abney,
brújula de espejo y cinta métrica........... 79
Figura 31. Distancias en topografía ....... 82
Figura 32. Planos altimétrico
y planimétrico......................................85
Figura 33. Proceso general de diseño
del sistema de riego.............................98
Figura 50. Necesidades de ajuste
de las CRP........................................ 147
Figura 51. Reajuste de las CRP ........... 148
Figura 52. Resolución del problema
de puntos en U mediante el cambio
de timbraje de las tuberías.................. 148
Figura 53. Línea piezométrica
mínima............................................. 150
Figura 54. Dibujo de las líneas
de gradiente hidráulico en la plantilla... 153
Figura 55. Inicio del trazado de la línea
piezométrica...................................... 154
Figura 56. Acomodo de la línea
piezométrica a la necesidad de presión
dinámica de la toma .......................... 155
Figura 57. Trazado definitivo de la línea
piezométrica...................................... 155
Figura 58. Determinación analítica
del punto de cambio de diámetro........ 156
Figura 59. Exceso de presión
dinámica........................................... 157
Figura 60. Ejemplo de plano
altimétrico final.................................. 159
Figura 34. Ejemplo de cálculo
de necesidades netas de riego............ 103
Figura 35. Datos técnicos de tres tipos
de aspersor de una conocida marca.... 114
Figura 36. Ecuación de continuidad..... 119
Figura 37. Sistema en equilibrio
estático ............................................ 120
Figura 38. Niveles estáticos
en una red a presión.......................... 121
Figura 39. Sistema en equilibrio
dinámico........................................... 122
Figura 40. Casos particulares
de la línea piezométrica...................... 123
Figura 41. Rugosidad interna de las
tuberías y mangueras......................... 124
Figura 42. Conceptos de hidrostática
e hidrodinámica................................. 125
Figura 43. Sobrepresión por golpe
de ariete con cierre lento.................... 131
Figura 44. Sobrepresión por golpe
de ariete con cierre rápido.................. 132
Figura 45. Determinación gráfica
de presiones máxima y mínima ........... 133
Figura 46. Ejemplo de cálculo de la
sobrepresión por golpe de ariete ......... 137
Figura 47. Situación de necesidades
de presión dinámica en el perfil
altimétrico......................................... 144
Figura 48. Colocación preliminar
de CRP............................................. 145
Figura 49. Colocación de CRP
en sistemas con ramales.................... 146
Revisar buenazo
Compton L. Paul
Representante de la FAO
Honduras
German Flores
Coordinador Técnico Nacional
PESA Honduras
9
Presentación
Las comunidades asistidas por el Programa Es-
pecial para la Seguridad Alimentaria (PESA) se
caracterizan por encontrarse en zonas secas de
ladera con precipitaciones muy erráticas, razón
por la cual sus sistemas de cultivos están ex-
puestos a sufrir pérdidas en la producción debido
a factores como los largos periodos de escasez
de lluvias durante el invierno. Ante esta proble-
mática, se buscan opciones tecnológicas que
ayuden a los productores a enfrentar estas
condiciones climáticas; así, una de las respues-
tas al problema es el minirriego, el cual se
puede emplear como recurso complementario
o para producciones bajo regadío en la época
de verano.
En tal sentido, el PESA, consciente de la impor-
tancia de abordar el minirriego con un enfoque
integral —ya que se debe visualizar como un
factor de producción más dentro del conjunto de
factores que interaccionan para definir un mayor
potencial productivo para el cultivo—, ha venido
ocupándose del fortalecimiento de los recursos
humanos y del desarrollo de las capacidades
productivas de las familias y de las organizacio-
nes que les prestan servicios de asistencia téc-
nica, con el propósito fundamental de que mejo-
ren sus estrategias en el manejo integral de los
recursos naturales y en la infraestructura de pro-
ducción que les permitirán la disponibilidad pre-
sente y futura del agua y, por ende, de la trans-
formación de sus sistemas de producción.
Así, PESA tiene la aspiración de que este
Manual práctico para el diseño de sistemas de
minirriego se constituya en una herramienta
que contribuya a la implementación de siste-
mas de minirriego como una alternativa que
favorezca y oriente la utilización eficiente y res-
ponsable del recurso agua. De este modo,
este Manual está dirigido a extensionistas, insti-
tuciones aliadas y organizaciones no guberna-
mentales facilitadoras de servicios de asistencia
técnica y asesoría que puedan usarlo como re-
ferencia o material de consulta en sus activi-
dades de capacitación a grupos organizados de
productores rurales, o bien, a otros potenciales
usuarios para que mejoren sus sistemas de pro-
ducción recurriendo al minirriego.
Para lograr este objetivo pedagógico del Ma-
nual, el contenido está desarrollado en 12
módulos secuenciales con criterios didácticos
que faciliten las consultas y la comprensión de
los procedimientos metodológicos aplicados en
cada etapa del proyecto o sistema de mini-
rriego. Además, este documento se acompaña
de un CD que contiene algunos instrumentos
de cálculo para el diseño de los sistemas, así
como las principales referencias bibliográficas
que amplían la información esbozada en los
diferentes módulos y que favorecerán la toma
de decisiones con mayores criterios técnicos
prácticos que guíen el manejo eficiente del re-
curso hídrico.
Finalmente, PESA desea dejar plasmado su
interés por seguir fortaleciendo los conocimien-
tos y experiencias contenidas en esta publi-
cación, con la certeza de que coadyuvan a la re-
ducción de la inseguridad alimentaria en las co-
munidades rurales y así estas pueden avanzar
hacia su desarrollo productivo sostenible.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Revisar buenazo
11
Introducción
El módulo 7 detalla brevemente el proceso
de predimensionamiento que puede llevar-
se a cabo en el momento de identificar una
oportunidad de construcción de un sistema
de riego, con el fin de estimar los caudales
necesarios para regar una determinada su-
perficie, o la superficie susceptible de ser
regada con un caudal dado.
En el módulo 8 se presenta una panorámica
muy breve sobre los principales sistemas de
riego y los factores que deben considerarse
a la hora de decidirse por alguno de ellos.
Quien desee información ampliada sobre
este asunto puede consultar Burt (2000).
En el módulo 9 se presenta el esquema de
diseño de sistemas de riego, el cual se de-
sarrolla posteriormente en los módulos 10
(diseño agronómico) y 12 (diseño hidráuli-
co). A este último antecede un módulo de
introducción sobre conceptos básicos de
hidráulica que todo técnico debe manejar
adecuadamente si quiere afrontar con éxito
el diseño de sistemas de minirriego.
Por último, acompaña a este manual un CD
que contiene la mayoría de referencias men-
cionadas en el documento, así como algunas
herramientas informáticas para automatizar
varios de los procedimientos explicados en
el texto.
Este manual tiene como objetivo proporcionar
las herramientas básicas para que técnicos
de nivel medio puedan encarar con éxito el
diseño de sistemas de minirriego. No preten-
de ser un manual teórico sobre agronomía
e hidráulica, sino un documento eminente-
mente práctico sobre diseño agronómico e
hidráulico de minirriegos, enfocado principal-
mente al riego por gravedad y aspersión en
parcelas de pequeña superficie. El diseño de
riego localizado, especialmente en parcelas
con pendiente, es hidráulicamente mucho
más complicado y no será cubierto en este
manual. Tampoco se contemplan aspectos
de optimización económica e hidráulica dado
que estos son más necesarios en riegos para
grandes superficies.
Los módulos 1 y 2 están dedicados respec-
tivamente a las particularidades de los mi-
nirriegos y a los factores de éxito de este
tipo de proyectos. Para aquellos que deseen
profundizar en estos últimos aspectos se re-
comienda consultar alguna de la bibliografía
recomendada, en particular Cornish (2001),
Vieira (2004), Chancellor (1997), y Field
(1998).
En los módulos 3, 4, 5 y 6 se desarrolla una
introducción teórica a los datos de partida
necesarios para el diseño de sistemas de
riego, en concreto el agua, el suelo, el clima
y los estudios topográficos necesarios.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Revisar buenazo
Particularidades
de los sistemas
de minirriego
1
14 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
15
1. Particularidades de los
sistemas de minirriego1
1 Adaptado de Chancellor (1997) y Vieira (2004).
de las cuales suponen clarísimas ventajas
(apropiación, participación), y otras que son
evidentemente obstáculos para su éxito (con-
flictos, aislamiento).
Existe la tendencia a utilizar el tamaño del
regadío como único criterio para definir un
sistema de minirriego. No obstante, conside-
ramos que existen otra serie de caracterís-
ticas que definen a estos sistemas, algunas
1.1 Apropiamiento por parte
de los productores
El riego es una actividad cooperativa que
implica a diferentes personas y que por tanto
es fuente potencial de conflictos.
Los sistemas pequeños de riego o minirrie-
gos provocan potencialmente un apropia-
miento del mismo más fácil por parte de
sus miembros, dado que en una mayoría de
casos son estos sistemas demandas de las
propias comunidades y no ideas propias del
técnico de desarrollo de turno. Bajo tales
circunstancias, la cooperación entre los pro-
ductores tenderá a ser la adecuada.
No obstante, las disputas entre productores
pueden llegar a afectar de manera impor-
tante la correcta operación del sistema dado
que, al contrario que en el caso de grandes
sistemas de riego, no existe una institución o
instancia encargada de la gestión del sistema
y capaz de mediar para reducir los conflictos.
Si los grupos de regantes son débiles, el fun-
cionamiento del sistema se verá seriamente
afectado.
1.2 Tamaño
Pese a que el tamaño no sea el único criterio
a considerar para definir un minirriego, sí es
cierto que estos sistemas suelen atender a
agricultores individuales o pequeños grupos
de regantes, con áreas de riego por productor
raramente superiores a la media hectárea.
Estas áreas de riego suelen estar situadas
en pequeñas vegas a las orillas de ríos o
quebradas, o en las zonas menos inclinadas
de las laderas.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
16 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
1.3 Tecnología y costo
La energía utilizada para el riego suele ser la
gravedad, y los equipos y materiales utiliza-
dos son, por lo general, materiales adapta-
dos como tubos de polietileno (poliductos),
mangueras perforadas artesanalmente para
goteo, aspersores de jardinería, etc.
Se suponen de bajo costo o, por lo menos,
de menor costo que el mismo tipo de sistema
diseñado y montado con equipos y materiales
técnicamente más sofisticados.
1.4 Diseño participativo
En el caso de los minirriegos, su pequeño
tamaño y el corto número de productores
participantes brinda a los diseñadores del
sistema una excelente oportunidad para al-
canzar un óptimo conocimiento del conjunto
del proyecto, así como para llegar a acuerdos
de manera participativa sobre aspectos de
diseño y operación.
No obstante, las personas encargadas de
diseñar los minirriegos suelen carecer de la
necesaria experiencia dado que aquellos más
expertos son atraídos por la mayor remunera-
ción económica y el mayor prestigio profesio-
nal que brindan los sistemas “grandes”.
1.5 Localización
Los minirriegos habitualmente se localizan
en zonas remotas y lejos de los centros de
población importantes. Por un lado esto pue-
de ayudar a conseguir ese apropiamiento del
que hablábamos más arriba, y a que el siste-
ma sea más sostenible. Pero frecuentemen-
te esto también supone un gran número de
desventajas:
Los bienes y servicios, en especial los in-
sumos agrícolas, serán más difíciles de
conseguir y más caros.
1.
La lejanía y la inexistencia de medios ade-
cuados de transporte limitará las oportu-
nidades de mercado y la calidad del pro-
ducto comercializado.
La capacitación y asistencia técnica por
parte de instituciones acompañantes para
todo lo relacionado con la producción agrí-
cola y la operación y mantenimiento (OyM)
del sistema será menos frecuente.
2.
3.
17Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
Factores de éxito
de los proyectos
de minirriego
2
18 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
19
2. Factores de éxito de los
proyectos de minirriego2
2 Adaptado de Perry (1997), Cornish (2001) y Vieira (2004).
ciones para que el desarrollo de los proyectos
de minirriego tenga éxito.
Aparte de la transferencia de tecnología de
riego adecuada y de que el diseño sea el co-
rrecto, deben cumplirse una serie de condi-
2.1 Visión integral y sistémica
Es fundamental que el riego sea tomado
como un medio o herramienta para lograr
potenciar la capacidad productiva del sis-
tema de producción y no como un fin en sí
mismo. Tal y como muestra la Figura 1, el
Proceso productivo
Pr ácticas
de manejo
Asistencia técnica
Decisión
¿Qué producir?
Semilla
Agua
Nu trición
Transporte
Cosecha
Control
de plagas
Mercado
Variables
agroecológicas
Ri ego
Figura 1 Variables que interaccionan para determinar el potencial productivo de un cultivo.
Fuente:Vieira(2004).
riego debe ser enfocado como un factor de
producción más dentro del conjunto, donde
otros factores también importantes se in-
teraccionan para definir un mayor potencial
productivo para el cultivo bajo riego.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
20 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Así comprendido, el riego debe estar asocia-
do a otros factores de producción, tales como
semillas de buena calidad, sanidad, nutrición,
técnicas de manejo del cultivo, cosecha, co-
mercialización, etc., para formar un conjunto
indivisible que puede llevar un sistema de
producción a tener mayor sostenibilidad, lo
que implica mayor productividad y mayor ren-
tabilidad, más estabilidad y elasticidad, más
seguridad alimentaria y equidad.
Si esta visión integral no se considera, otros
factores pasan a ser el “cuello de botella”
para el potencial productivo y las ventajas
del riego quedan por debajo de lo esperado
o ni siquiera se manifiestan. Como el riego
representa un aumento en los costos de pro-
ducción, no alcanzar la productividad poten-
cial del sistema bajo riego puede significar
la diferencia entre éxito y fracaso financiero
del proyecto.
¿Quién pagará la reposición de equipos y
materiales, combustible para bombeo, fer-
tilizantes adicionales, mano de obra u otros
costos, si el riego no proporciona un aumento
real de rendimientos debido a que han sido
mal controladas las malezas o plagas?
2.2 Disponibilidad y propiedad de la tierra
Un proyecto de minirriego sólo se justifica
si existe un fuerte potencial para incremen-
tar la producción y/o los ingresos. La tie-
rra debe existir en la suficiente cantidad y
con las adecuadas propiedades físicas. En
cuanto a este último aspecto, debe prestar-
se especial atención en el caso de suelos
arenosos o arcillosos.
Asimismo, y antes de realizar la topografía,
debe aclararse convenientemente el dere-
cho de los productores sobre la tierra, su
explotación, y sobre los derechos de paso
para la conducción y los diferentes ramales.
Son múltiples los ejemplos de sistemas de
minirriego fracasados por no aclarar conve-
nientemente este aspecto, o por promesas
de compartir el sistema por parte de los pro-
pietarios del terreno, las cuales se olvidan del
compromiso tomado tan pronto el sistema
empieza a operar.
2.3 Disponibilidad y propiedad del agua
Obviamente el agua es un factor de capital
importancia a la hora de lograr el éxito en la
implementación de minirriegos. Varios son
los aspectos que deben considerarse y que
explicaremos de manera más detallada a lo
largo del documento:
Tipo de fuente de agua: pozo, naciente,
río, etc.
•
Cantidad de agua, en concreto la canti-
dad confiable con la que se puede contar
durante el ciclo de producción. En la zona
de trópico seco este dato será el caudal
existente en abril; en otras zonas del país,
deberá determinarse con la ayuda de los
pobladores el mes del año donde los cau-
dales de las fuentes son mínimos.
•
21
Calidad del agua, la cual está determinada
por la cantidad y el tipo de sales disueltas
en la misma. Este factor influye particular-
mente en la elección de la tecnología de
riego y en la selección de los cultivos. De-
beremos por lo tanto realizar previamente
los análisis correspondientes en la FHIA
o laboratorios semejantes cercanos a la
zona del proyecto.
• De manera semejante a lo que comentába-
mos en el caso del factor tierra, la propie-
dad de la fuente, pozo o rebalse de sistema
de agua potable, o la legislación existente
a la hora de extraer agua de un río o que-
brada (licencias emitidas por la Dirección
General de Recursos Hídricos), son aspec-
tos a aclarar desde el mismo principio del
proceso de diseño del proyecto.
•
2.4 La participación de los productores
es esencial
Tan importante como el agua y la tierra es la
participación activa del productor o produc-
tores en la planificación y establecimiento del
diseño del riego, y su disposición a tomar la
responsabilidad para su OyM.
Si se establece un sistema de riego sin la
participación de los productores, estos lo
verán como perteneciente a la institución
y esperarán que esta se haga responsa-
ble en el futuro de su mantenimiento y
reparaciones.
Es necesario averiguar si desean y son capa-
ces de implicarse activamente en el sistema
de riego propuesto. Las siguientes preguntas
pueden servir como guía:
¿Quieren y necesitan realmente los pro-
ductores el sistema de riego? ¿O es idea
de un técnico como consecuencia de la
existencia de un recurso (la disponibilidad
de agua) desaprovechado?
•
¿Entienden los beneficios reales (no utópi-
cos) que ofrece? ¿Saben de todo el traba-
jo adicional, de todos los inconvenientes,
y de todos los costos extra que el sistema
va a suponer?
¿Están dispuestos los productores a traba-
jar como grupo en la operación (no siem-
pre es posible el riego a la demanda y
puedan ser necesarios los turnos) y man-
tenimiento del sistema?
¿Están dispuestos y son capaces de con-
tribuir al costo de operación, mantenimien-
to y amortización?
La participación de los productores es parti-
cularmente esencial en:
La selección de las parcelas donde se va
a desarrollar el riego.
El tipo de tecnología de riego que mejor se
adapta a las necesidades y capacidades
de los futuros regantes.
•
•
•
•
•
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
22 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
2.5 Disponibilidad de mano de obra
La agricultura bajo riego, especialmente en
el caso de cultivos hortícolas, incrementa
notablemente las necesidades de mano de
obra, tanto por la complicación añadida de
estos cultivos como por la operación del sis-
tema de riego en sí.
Debe ponerse especial atención a la inter-
acción entre la operación del sistema, los
patrones migratorios temporales de la pobla-
ción, y las cargas adicionales de trabajo que
pueden suponer para las mujeres.
Por último, los proyectos que requieren de
labor humana para el bombeo de agua, con
la finalidad exclusiva de riego, deben ser eva-
luados muy cuidadosamente antes de ser
implementados. Estos proyectos suelen tener
una vida muy corta y no ser exitosos.
2.6 Disponibilidad de insumos agrícolas
aparte de los del riego
Como decíamos arriba, la ejecución de un
sistema de riego sólo se justifica si se van
a dar mejoras importantes en la producción
y en los ingresos. Pero especialmente en
el caso de cultivos hortícolas, tales incre-
mentos sólo serán posibles si una serie de
insumos tales como fertilizantes y pesticidas
(¡orgánicos o no!) se encuentran disponibles.
Esta disponibilidad estará determinada fun-
damentalmente por la cercanía de las co-
munidades a los centros urbanos donde se
adquieren dichos insumos.
2.7 Acceso a los mercados y planificación
de la producción
Excepto en el caso de sistemas de riego
pensados como protección contra la sequía
(riegos complementarios de canícula), en
los cuales se intenta asegurar la producción
de granos básicos para el autoconsumo, o
aquellos destinados a la venta de pasto en el
ámbito local, tanto la existencia de mercados
como de adecuadas vías de comunicación
es fundamental para asegurar la viabilidad
de los riegos a largo plazo.
Frecuentemente se dan casos de sistemas
de minirriego diseñados sin elaborar ni si-
quiera un simple presupuesto de finca, ni
qué decir de un detallado estudio financiero.
La lejanía a los mercados influirá decidida-
mente en los costos de transporte y produc-
ción, y en la calidad del producto a ofertar.
El tamaño y estacionalidad de los mercados
hará necesario en algunos casos planificar
cuidadosamente la producción con el fin de
concentrar la oferta en determinados meses,
o de distribuirla con el fin de no saturar el
mercado. Lamentablemente, la falta de in-
formación de mercados tan habitual en las
zonas rurales de Honduras, no es de ningún
auxilio.
23
Una buena estrategia para zonas de produc-
ción alejadas del mercado o con acceso di-
fícil, incluye:
Productos con buen mercado, pero poco
perecederos y resistentes al transporte
o que pueden ser fácilmente transfor-
mados en la comunidad, antes de ser
comercializados;
Productos poco voluminosos;
Productos con gran valor por unidad de
peso o volumen transportado;
Productos que puedan ser producidos y
comercializados en cantidades que justi-
fique el costo de transacción;
Productos cuya producción presenta ven-
tajas comparativas, por cuestiones climá-
ticas, edafológicas, hábitat, aislamiento
de plagas, etc.
Por último, cabe destacar que los proyectos
de minirriego cuyo objetivo es el autoconsu-
mo exclusivo dejan muchas dudas en cuanto
a sus posibilidades de sostenibilidad o cre-
cimiento. Si el agua se destina solamente
al riego del huerto familiar o de los cultivos
tradicionales de autoconsumo, como estos
no generan ingresos, difícilmente se darán las
condiciones financieras internas para man-
tenimiento y reposición del sistema, cuando
a)
b)
c)
d)
e)
los equipos y materiales de riego alcancen
el final de su vida útil. Los grupos serán de-
pendientes de un ente externo que los apoye
financieramente.
Los proyectos de riego orientados al auto-
consumo parecen tener más perspectivas
de éxito cuando se dan algunas de las con-
diciones descritas a continuación:
Están asociados a otros objetivos en la
finca u hogar, tales como suministro de
agua para el hogar, crianza de animales,
lavado de café, etc.;
Cuando se destina una parcela mínima de
la producción al mercado, para generar un
volumen de ingreso capaz de garantizar
la operación, mantenimiento, renovación,
modernización o aumento del sistema;
Cuando el riego permite reducir áreas de
siembra de maíz o frijol para que la familia
se dedique a una actividad más rentable,
ya sea agrícola o no agrícola;
Cuando los equipos y materiales son muy
sencillos y baratos y los cultivos seleccio-
nados permiten el reaprovechamiento de
semillas, son rústicos en cuanto a plagas y
enfermedades, presentan producción du-
rante largos períodos, y no necesitan de
resiembra, entre otros aspectos.
a)
b)
c)
d)
2.8 Acceso al capital
Dependiendo de los cultivos que se esta-
blezcan y de las superficies bajo riego, así
serán las cantidades necesarias de capital
circulante para encarar la producción. Estas
necesidades, si son altas, harán imprescin-
dible la existencia de instancias financieras,
formales o informales, en las comunidades
donde se encuentren los sistemas.
Debemos tener en cuenta que el crédito es
una necesidad de todo tipo de agricultores,
es más, normalmente a mayor nivel de inver-
sión mayor será la necesidad de crédito.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
24 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
2.9 Servicio de extensión agrícola
La experiencia previa de los productores tan-
to en la operación de los sistemas de riego
como en el trabajo con cultivos bajo riego de-
terminará enormemente las necesidades de
capacitación. Nuevamente son numerosos
los casos donde se han construido peque-
ños sistemas de riego para productores que
durante toda su vida sólo habían cultivado
granos básicos bajo lluvia, a los cuales no se
les ha dotado de un acompañamiento ade-
cuado, y que ha traído como consecuencia
el abandono de los sistemas o la operación
de estos muy por debajo de su potencial. En
concreto el servicio de extensión agrícola de
la institución que está apoyando la instala-
ción del minirriego deberá asegurar la capa-
citación en tres aspectos fundamentales:
Cultivos bajo riego.
Comercialización y agroprocesamiento.
Operación y mantenimiento del sistema
de riego.
•
•
•
2.10 Manejo integrado de suelo, agua y cultivo
Tan importante como aportar agua de riego
a los cultivos es prestar atención al manejo
de la humedad y a la conservación del agua
en el suelo. Nunca debe instalarse minirrie-
gos a productores que no estén previamente
desarrollando técnicas adecuadas de con-
servación de suelo y agua, tales como las
validadas y detalladas en FAO (2005). Aparte
de la ineficiencia del riego por el mayor volu-
men de agua que será necesario aportar, la
sostenibilidad del sistema se verá compro-
metida si la deforestación y la quema provo-
can una gradual disminución de los caudales
de las fuentes.
Además, todo proyecto de minirriego debe
estar insertado dentro de un plan de mane-
jo integral de la microcuenca o subcuenca,
como forma de:
Asegurar a largo plazo la cantidad y calidad
de agua necesaria para su continuidad.
•
Garantizar mayor equidad en la distribu-
ción del agua entre los diferentes usos y
evitar conflictos.
Permitir establecer estrategias y metas de
crecimiento de uso, sin que se agote el
recurso hídrico.
Como hemos visto, entre los factores comen-
tados no se ha hecho ninguna referencia ni a
la topografía, ni al diseño hidráulico, ni a nin-
gún aspecto tecnológico. Podríamos utilizar
este símil de computación como resumen:
el riego es más cuestión de software (gente,
costumbres, experiencia previa de los pro-
ductores, mercado, etc.), que de hardware
(la topografía, los tubos, los aspersores, el
sistema en sí).
•
•
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 25
2.11 Panorámica general
de la estrategia a seguir
En definitiva, debemos ir de lo difícil a lo fácil,
y en lo que se refiere a proyectos de riego, la
topografía y el diseño hidráulico y agronómico
es lo fácil y lo que debe dejarse para el final.
Se trata en último caso no de desarrollar sis-
temas de riego porque sí, sino de desarrollar
sistemas sostenibles de riego.
Figura 2 Estrategia de manejo de agua
en zonas de ladera.
Construcción
Levantamiento
topográfico
Estudio
y diseño
Organización
comunal
O y M de
los sistemas
de riego
Almacenar
humedad en
el suelo
Manejo de la
microcuenca
Fuente:Flores(1999).
26 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
2.12 Espiral descendente en el funcionamiento
de los sistemas de riego
Como colofón a esta sección de factores de
éxito, mostramos en la Figura 3 un diagrama
que muestra la típica evolución de un siste-
Figura 3 Causas y efectos de la espiral descendente de funcionamiento de los sistemas
de riego.
Pobre
funcionamiento
del sistema
Descontento
de los productores
Se reduce
la cooperación,
pobre O y M
Se reduce el área
bajo riego – se reduce
el rendimiento
del sistema
Causas primarias
Fuente: Chancellor (1997)
• Pobre suministro de agua
• Errores o limitaciones de diseño
• Limitaciones agrícolas o
socioeconómicas
• Deterioro de la infraestructura
• Degradación del suelo
• Disminución de rendimientos
• Bajos ingresos
• La infraestructura no opera
correctamente
• Los productores abandonan el
riego
• Disputas por el reparto del agua
y los turnos de riego
• Conflictos entre productores
e instituciones
• Daños a la infraestructura
de riego
ma de minirriego en el cual no se ha consi-
derado convenientemente alguno o algunos
de los factores detallados más arriba.
27Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
3
Recurso agua
28 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
29
3.1 Concepto de caudal
Se define el caudal Q como el volumen de
agua (V, medido en litros o m3) que pasa
por una sección transversal conocida de un
río, corriente o tubería en un tiempo deter-
minado t:
(3.1)
El caudal se expresará por lo tanto en litros
por segundo (L/s) o metros cúbicos por se-
gundo (m3/s).
Existe otra expresión para el caudal. Supon-
gamos que estamos midiendo el caudal que
pasa por una tubería. El volumen de agua que
pasará en un determinado tiempo tendrá la
forma de un cilindro, de sección igual a la de
la tubería (S, medida en m2), y de longitud d
(medida en m):
Sustituyendo esta ecuación en la anterior,
nos quedará:
Pero aun podemos hacer una sustitución
más. Esta ecuación contiene la distancia
recorrida por el agua en un tiempo determi-
nado, lo cual no es otra cosa que la veloci-
dad a la cual circula el agua, de modo que
podemos escribir:
Q = S × U (3.2)
donde U es la velocidad media del agua3
expresada en m/s.
Esta introducción teórica que para algunos
puede parecer superflua es necesaria con
el fin de eliminar uno de los errores más
comunes que se dan en el campo como el
de medir los caudales en pulgadas. Es muy
común escuchar expresiones como “el na-
ciente es de dos pulgadas” que, pudiendo
ser disculpables en el caso de productores
sin conocimientos básicos de hidráulica, son
inadmisibles en el caso de técnicos e inge-
nieros. En efecto, como vemos en la últi-
ma ecuación, el caudal es el producto de
la sección de la tubería por la velocidad a
la que circula el agua, de modo que hablar
“un caudal de dos pulgadas” será inexacto
dado que no sabemos a qué velocidad cir-
cula el agua:
3 En hidráulica se suele representar a la velocidad con la letra U con el fin de no confundirla con el volumen.
3. Recurso agua
t
V
Q
El volumen de agua será por lo tanto equiva-
lente al volumen del cilindro:
V = S × d
t
dS
t
V
Q
Figura 4 Caudal por una tubería circular.
d
Q
S
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
30 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
3.2 Tipos de fuentes
a) Quebradas
Con el fin de evaluar la validez de la quebrada
con fines de riego, es necesario asegurarse
de que fluye todo el año (es una quebrada
permanente), y de cuánto es el flujo aproxi-
mado al final del verano. La primera pregunta
podrá ser contestada por la gente del lugar,
mientras que para contestar la segunda será
necesario efectuar un aforo.
No puede extraerse todo el flujo de una que-
brada para riego, dado que es necesario per-
mitir un cauce mínimo biológico (el que per-
mite la existencia de la fauna y flora aguas
abajo), y la cantidad de agua que se esté
extrayendo aguas abajo para riego o agua
domiciliar.
Con fines de predimensionamiento puede
estimarse que una bomba de cinco caballos
(5 hp = 3.7 kW) extrae un mínimo de 30 L/s,
mientras que una de 50 hp (37 kW) extraerá
300 L/s.
La manera de estimar cuánta superficie puede
regarse con un determinado caudal, o el cau-
dal que es necesario extraer para regar una
superficie dada se explica en el módulo 7.
b) Nacientes, manantiales, ojos de agua
o chagüites
Al igual que con las quebradas o ríos, será
necesario aforarlos al final del verano con el
fin de conocer el flujo mínimo confiable.
c) Pozos
• Superficiales
Ejemplo:
Supongamos un naciente que arroja “un caudal de dos pulgadas”. Una tubería con un
diámetro de dos pulgadas tendrá una sección que estará dada por la fórmula:
S = × D² (3.3)
4
donde es el número Pi (equivalente a 3.1416) y D es el diámetro interior de la tubería
en m2
. Expresando el diámetro de la tubería en m (2” × 25.4 = 50.8 mm = 0.0508
m), y sustituyendo en la fórmula:
S = 3.1416 × 0.0508² = 0.0020 m2
4
Si pudiéramos medir la velocidad a la que sale el agua del naciente y esta fuera 1 m/s,
el caudal que tendríamos sería:
Q = S × U = 0.0020 m2
× 1 m/s = 0.0020 m3
/s = 2 L/s
Si por el contrario la velocidad fuera de 5 m/s, el caudal resultante sería:
Q = S × U = 0.0020 m2
× 5 m/s = 0.01 m3
/s = 10 L/s
Vemos así como un mismo naciente “de dos pulgadas” arroja caudales muy diferentes
según la velocidad a la que esté saliendo el agua, y concluimos por tanto la necesidad
de expresar el caudal en unidades adecuadas.
31
Un buen pozo superficial debería ser relati-
vamente profundo (dos metros al menos a
la base del pozo), con al menos 1.5 metros
de altura de agua. Debemos informarnos
con la gente del lugar de la variabilidad del
pozo a lo largo del año.
• Profundos
Debemos tener en cuenta que no es posi-
ble utilizar bombas centrífugas por debajo
de siete metros.
d) Reservorios o estanques naturales
Es importante tener en cuenta siempre las
pérdidas debidas a la evaporación que se dan
en el caso de los estanques.
Puede estimarse de manera aproximada el
agua almacenada en pequeños estanques
con la siguiente fórmula (conocida como la
fórmula del sexto):
(3.4)
Donde V es el volumen de agua almacenada
en metros cúbicos, L la longitud de la línea
de agua a lo largo del dique en metros, D la
profundidad del agua justo detrás del dique
en metros, y T la distancia entre el dique y la
cola del estanque también en metros.
6
DTL
V
3.3 Aforos
3.3.1 Para nacientes y
pequeñas quebradas
Método volumétrico
Se reúne todo el caudal del naciente o que-
brada y con la ayuda de un trozo de tubo de
PVC y un cronómetro se mide el tiempo ne-
cesario para llenar un balde de volumen co-
nocido (ya esté calibrado en galones o litros).
Para evitar errores es conveniente repetir la
medida cinco veces y calcular el promedio de
Figura 5 Cálculo del volumen aproximado de un estanque.
Fuente:Cornish(2001).
L
T
D
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
32 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
los tiempo medidos. Posteriormente se cal-
cula el caudal con la fórmula ya conocida:
donde Q es el caudal medido en L/s, V el
volumen del balde medido en litros, y t el
tiempo transcurrido en segundos.
En caso de que no conozcamos el volumen
del balde, este puede calcularse a partir de
la siguiente fórmula:
t
V
Q
donde V es el volumen en litros, es el nú-
mero Pi, D y d son los diámetros de cada
extremo del balde, en cm, y h es la altura
del balde, también en cm.
Vertederos de pared delgada
El vertedero es un dispositivo hidráulico cons-
truido de metal o madera, de espesor e (ver
Figura 7), que colocado transversalmente a la
dirección de la quebrada o canal, da lugar a
una obstrucción o estancamiento del líquido
detrás de él para seguidamente verterse por
la escotadura o vértice del vertedero. En el
momento en que el líquido se vierte sobre la
cresta del vertedero, se produce una curva-
tura en las líneas de corriente de tal manera
que la altura h que traía el líquido sobre la
cresta antes de llegar al vertedero (la cual se
conoce como carga del vertedero o carga de
agua), se reduce a una altura hC (conocida
como carga sobre la cresta o manto) en el
mismo momento de pasar sobre este.
Figura 6 Cálculo del volumen de un balde.
D
h
d
V =
x h
( D² + d² )
8000
Figura 7 Vertedero de pared delgada.
Regla
graduada
h
e 0.5 × h
z > 2 hc
hc
> 5 cmCresta
5 × h
33
Para poder considerar el vertedero como de
pared delgada, el espesor del mismo debe
ser menor que la mitad de la carga de agua (e
< 0.5 × h). En caso contrario no podremos
utilizar las ecuaciones de cálculo de caudal
que se detallan en la página anterior.
El procedimiento que se sigue para calcular el
caudal es medir con una regla la profundidad
de la corriente a una cierta distancia antes
del vertedero, es decir, averiguar Z + h. En
el lugar del vertedero mediremos Z, es decir,
la distancia comprendida entre la cresta y el
fondo del canal o quebrada. Una vez cono-
cida Z, averiguaremos la carga del vertedero,
h, por diferencia.
A la hora de colocar y emplear un vertedero
en la corriente de agua deberemos considerar
las siguientes normas (ver Figuras 7 y 8):
El vertedero debe estar ubicado en un
tramo bastante recto de al menos una
longitud equivalente a 20 veces h (20 ×
h), evitando la presencia de turbulencias
aguas arriba.
•
La cresta del vertedero debe ser bien lisa y
estar nivelada. El vertedero debe colocarse
perpendicular a la corriente de agua y ver-
tical, sin ninguna inclinación hacia aguas
arriba o aguas abajo.
La regla graduada que colocaremos para
medir h debe estar a una distancia aguas
arriba del vertedero equivalente a cinco
veces h (5 × h).
La distancia de los bordes de la escota-
dura a la orilla y al fondo de la quebrada
o canal debe ser al menos el doble que la
carga de agua sobre la cresta (2 × hC).
La longitud de la escotadura en vertedero
trapeciales y rectangulares debe ser al me-
nos tres veces mayor que la carga sobre
la cresta (L > 3 × hC).
La carga sobre la cresta debe ser mayor
de 5 cm (hC > 5 cm).
•
•
•
•
•
Figura 8 Colocación de la regla graduada.
Fuente:adaptadodeCasanova(2003).
Regla graduada
Vertedero
Flujo
2 × hc L>3 × hc
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
34 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Vertedero triangular o en V:
Estos vertederos son los más precisos para
caudales inferiores a 20 L/s. Para el cálculo
del caudal se utiliza la fórmula:
(3.5)
donde la carga de agua h está expresada en
metros, es el ángulo que forma la esco-
tadura, Q en m3/s y Cd es un coeficiente de
descarga que toma los siguientes valores en
función de h y :
Vertedero rectangular:
Existen dos tipos de vertederos rectangula-
res según ocupen sólo una parte del cau-
ce (vertedero rectangular con contracción,
ver Figura 10a), o el total del mismo (verte-
dero rectangular sin contracción, ver Figura
10b). Las ecuaciones para la estimación de
caudales en este tipo de vertederos son las
siguientes:
Vertedero rectangular con contracción:
Q = 1.83 × L × h1.5 (3.7)
Vertedero rectangular sin contracción:
Q = 3.3 × L × h1.5 (3.8)
Donde todas las dimensiones son ya
conocidas.
Coeficientes de descarga para
vertederos triangulares.
Tabla 1
h Cd
Entre 20º y 90º
Entre 0.15
y 0.30 m
0.586
> 90º > 0.30 m 0.581
En el caso particular en que h sea menor
de 0.30 m y igual a 90º, la fórmula toma
la forma:
Q = 1.38 × h2.5 (3.6)
Estando igualmente expresados Q en m3/s
y h en m.
Vertedero trapecial de Cipolletti:
El vertedero de Cipolletti es el más habitual
de entre los trapeciales dado que su particu-
lar diseño (la inclinación de sus lados es 1:4)
permite simplificar enormemente la fórmula
de cálculo del caudal:
Q = 1.86 × L × h1.5 (3.9)
donde Q está expresado en m3/s y L y h en
metros.
Figura 9 Vertedero triangular
h
Fuente:Hudson(1997).
Q = 2.36 × Cd × tg × h2.5
2
35
fuera muy inferior al caudal de la corriente de
agua, medir con exactitud este último dato
estaría de más.
Una vez dicho esto, detallamos los dos méto-
dos más habituales para medir caudales de
corrientes de agua de un tamaño tal que el
uso del método volumétrico o de cualquier
tipo de vertedero es imposible.
Con flotador
Este es un método muy inexacto, pero es
simple y nos proporciona al menos un orden
de magnitud del caudal. Consiste en medir
el tiempo que tarda un flotador (un corcho,
un trozo de madera, o cualquier otro mate-
rial que flote) en recorrer una determinada
distancia L.
En su forma más sencilla, el procedimiento
que debe seguirse es el siguiente:
Se selecciona un tramo de la quebrada
o río que sea recta y de sección más o
menos uniforme.
Se sitúan dos marcas a una distancia L
de entre 20 y 50 metros en función del
tamaño del río (a mayor tamaño, mayor
distancia).
•
•
3.3.2 Para quebradas de mayor
tamaño y ríos
Antes de acometer la medida del caudal de
una quebrada o río de tamaño apreciable,
debemos considerar si efectivamente ne-
cesitamos el dato. Como se explicará en el
módulo 7, muchas veces el limitante de un
sistema de riego será el área regable y no el
caudal. En otras palabras, tendremos un área
regable a la par de una corriente de agua y
lo que realmente necesitaremos saber es el
caudal mínimo que tendrá que llevarse a la
parcela para regarla. Si este caudal mínimo
Figura 10 Vertederos rectangulares
h
L
h
L
a) b)
Figura 11 Vertederos Cipolletti
h
1
4
L
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
36 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Se tira el flotador a una distancia antes de
la primera marca igual a la mitad de L (es
decir, si las marcas están separadas por
ejemplo 50 m, tiraremos el flotador 25 m
antes de la primera marca).
Con la ayuda de un cronómetro, medimos
el tiempo (en s) que transcurre en recorrer
la distancia entre ambas marcas.
Repetimos la medición tirando el flotador
otras cuatro veces en diferentes lugares a
lo ancho del río (ver Figura 13).
•
•
•
Calculamos el promedio de los tiempos
medidos:
(3.10)
Entonces, la velocidad superficial se cal-
culará mediante la ecuación:
(3.11)
•
•
Figura 13 Lugar donde tirar el flotador y medición de profundidades.
P1 P2 P3 P4 Pn
a
5
ttttt
t 54321 ++++
=
t
L
(m/s)Us =
Figura 12 Medición de caudal con flotador.
Fuente:adaptadodeCasanova(2003).
L
Señaladores
de distancia
Flujo
Flotador
Quebrada
Lecho
37
Normalmente la velocidad promedio consi-
derando toda la sección de una quebrada
o canal es inferior a la superficial. Debe-
remos, por lo tanto, aplicar un factor de
corrección para estimar aquella a partir
de esta:
U (m/s) = 0.80 × US (3.12)
Medimos la profundidad (en m) de la que-
brada en diferentes puntos separados pre-
feriblemente un metro entre ellos (medi-
ciones p1, p2,… pn). Igualmente mediremos
la anchura total de la quebrada (a, también
en m).
Calculamos la profundidad promedio de la
quebrada, y a partir de esta la sección de
la misma mediante las fórmulas:
(3.13)
•
•
•
Por último calcularemos el caudal de
la quebrada mediante la fórmula ya
conocida:
Q (m³/s) = S × U
Con molinete
Este método de medición es el más exacto
para quebradas y ríos donde el uso de ver-
tederos no sea posible. No obstante, dare-
mos una explicación muy breve dada la poca
probabilidad de que vayamos a disponer de
dichos dispositivos.
Un molinete es un aparato que mide la velo-
cidad de la corriente. Consta de una turbina
que combina su movimiento giratorio con un
indicador-registrador. La velocidad de rota-
ción es proporcional a la velocidad de la co-
rriente. Se cuenta el número de revoluciones
en un tiempo dado, ya sea con un contador
digital o como golpes oídos en los auriculares
que lleva el operador.
•
pa)(mS
n
p...pp
p 2n21
×=
+++
=
Figura 14 Medición con molinete.
Fuente:Hudson(1997).
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
38 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Un molinete mide la velocidad en un úni-
co punto y para calcular la corriente total
hacen falta varias mediciones. El procedi-
miento consiste en medir y en trazar sobre
papel cuadriculado la sección transversal de
la corriente e imaginar que se divide en fran-
jas de igual ancho como se muestra en la
Figura 15.
Si la profundidad media de la franja es menor
o igual a 0.75 m, la velocidad media se cal-
cula a partir de la media de las velocidades
medidas a 0.2 y 0.8 de la profundidad en esa
franja. Para aguas poco profundas (profundi-
dad inferior a 0.75 m) se efectúa una única
lectura a 0.6 de la profundidad. Esta veloci-
dad de cada franja, multiplicada por la super-
ficie de la franja, da el caudal de la franja y el
caudal total es la suma de las franjas.
La Tabla 2 muestra cómo se efectuarían
los cálculos con respecto a los datos indi-
cados en la Figura 15.
Sección
Velocidad media con el molinete
(m/s) Profundidad
(m)
Ancho
(m)
Área
(m2
)
Caudal
(m³/s)
0,2D 0,8D Media
1 - - 0,5 1,3 2,0 2,6 1,30
2 0,8 0,6 0,7 1,7 1,0 1,7 1,19
3 0,9 0,6 0,75 2,0 1,0 2,0 1,50
4 1,1 0,7 0,9 2,2 1,0 2,2 1,98
5 1,0 0,6 0,8 1,8 1,0 1,8 1,44
6 0,9 0,6 0,75 1,4 1,0 1,4 1,05
7 - - 0,55 0,7 2,0 1,4 0,77
TOTAL 9,23
Ejemplo de cálculo de caudal mediante molinete.Tabla 2
Figura 15 Cálculo del caudal de una corriente a partir de las medidas de un molinete.
Profundidad(m)
0 1
1
+0.5 +0.55+0.8
+0.5
+0.9
+0.6
+1.1
+0.7
+1.0
+0.6
+0.9
+0.6
Sección
Escala horizontal (m)
2 3 4 5 6 7
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
2 3 4 5 6 7 8 9
Fuente:Hudson(1997).
39
3.4 Calidad del agua
El conocimiento de la calidad del agua de
riego es fundamental para la elección del
método de riego, su manejo y el cultivo a im-
plantar. Vendrá determinada por las sales que
se encuentran en ella, y dependerá de la na-
turaleza de éstas y de sus concentraciones.
Los principales problemas relacionados con
el uso de aguas salinas para riego son:
Salinización del suelo: las sales en el
agua o en el suelo reducen la disponibili-
dad de agua para el cultivo, provocan un
estado de marchitamiento, y afectan por
tanto a los rendimientos.
Problemas de infiltración del agua en
el suelo: un contenido relativamente alto
de sodio o relativamente bajo de calcio
en el agua o el suelo reduce la tasa a la
cual el agua de riego se infiltra, hasta el
extremo de no poder abastecer al cultivo
de manera adecuada.
Toxicidad: algunas sales cuando se acu-
mulan en cantidad suficiente resultan tóxi-
cas para los cultivos, u ocasionan desequi-
librios en la absorción de los nutrientes.
Otros problemas: particularmente obs-
trucciones en los emisores de riego y co-
rrosión de las conducciones, pero tam-
bién exceso de nutrientes que reducen el
rendimiento o la calidad, y depósitos de
sales en frutas u hojas que afectan al va-
lor comercial.
Mediante un análisis fiable del agua de riego
se pueden determinar las estrategias de riego
que deben llevarse a cabo, según la salinidad
del agua y la tolerancia de los cultivos a esta
salinidad.
1.
2.
3.
4.
3.4.1 Introducción teórica sobre
sales y unidades
El agua de riego contiene determinadas sales
que se añaden a las ya existentes en el sue-
lo. Las sales que nos interesan son aquellas
que, además de ser solubles, se descompo-
nen en iones. Los iones son átomos o grupos
de átomos con una carga eléctrica. Existen
dos tipos de iones, los cationes (con carga
eléctrica positiva) y los aniones (con carga
negativa). Los iones más comunes que se
encuentran en el agua para riego son:
Iones más comunes en el agua
para riego y pesos equivalentes.
Tabla 3
Cationes Aniones
Nombre y
símbolo
Peq
Nombre y
símbolo
Peq
Calcio (Ca2+
) 20.0 Cloruro (Cl–
) 35.5
Sodio (Na+
) 23.0 Sulfato (SO4
2–) 48.0
Magnesio
(Mg2+
)
12.2
Bicarbonato
(CO3H–
)
61.0
Potasio (K+
) 39.1
Carbonato
(CO3
2–)
30.0
Boro (B3+
) 3.5 Nitrato (NO3
–) 62.0
Hierro (Fe2+
) 27.9
Los análisis de aguas proporcionan el con-
tenido o concentración de cada ión en las
muestras de agua que llevamos a analizar.
Pero un obstáculo para la correcta interpre-
tación de los análisis de agua es que los la-
boratorios frecuentemente proporcionan las
medidas en diferentes unidades.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
40 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
La concentración de iones puede reportarse
,)mpp(nóllimropsetrapnesisilánasolne
gramos por litro (g/L), miligramos por litro
(mg/L), o miliequivalentes por litro (meq/L).
La relación entre las tres primeras es sencilla
dado que:
1 ppm = 1 mg/L = 0.001 g/L
No obstante, con los meq/L la cosa se com-
plica. Los meq/L se determinan dividiendo las
ppm (o mg/L) entre el peso equivalente (Peq)
del ión correspondiente (ver Tabla 3):
(3.14)
nato sódico y el cloruro magnésico, depen-
diendo, claro está, de su concentración
en el agua.
La clase de suelo: los suelos arenosos
presentan menos peligros que los arci-
llosos, dado que el agua lava mejor las
sales acumuladas. Los suelos que contie-
nen yeso (sulfato cálcico) aguantan más
la salinidad, ya que el yeso hace pasar a
formas solubles al sodio.
El clima: un clima húmedo, con frecuentes
lluvias, ayuda a lavar las sales, mientras
que uno seco hace que estas suban a la
superficie por capilaridad, creando la típica
costra salina e impermeabilizando la capa
de suelo que está debajo de ella.
Los cultivos: la tolerancia a la salinidad
varía de un cultivo a otro, y varía también
según el estado del cultivo, siendo gene-
ralmente menor durante la germinación y
el estado de plántula, y mayor conforme
la planta crece y madura.
La salinidad del agua de riego se puede de-
terminar por dos procedimientos, ambos en
laboratorio:
Medida del contenido en sales (SD, só-
lidos disueltos): Se evapora en una estufa
una muestra de agua y se pesa el residuo
sólido. Se suele expresar en mg/L o en
meq/L.
Medida de la conductividad eléctrica
m(CE) a una temperatura del agua de
25 ºC.
Cuando la CE está comprendida entre 1 y 5
dS/m, ambos parámetros, SD y CE, están
aproximadamente relacionados mediante la
fórmula:
SD (mg/L) 640 × CE (dS/m) (3.15)
•
•
•
a)
b)
Ejemplo:
¿Cuántos meq/L son 120 ppm de Ca2+
?
meq/L6
20
ppm120
Una manera alternativa de medir el conte-
nido de sales en una muestra de agua es
mediante la conductividad eléctrica (CE).
A mayor cantidad de sales en el agua, me-
jor conducirá esta la electricidad. La CE se
expresa en milimhos por centímetro (mmho/
cm), micromhos por centímetro ( mho/cm) o
en deciSiemens por metro (dS/m). La relación
entre estas unidades es:
1 mmho/cm = 1,000 mho/cm = 1 dS/m
3.4.2 Salinidad
El problema de salinidad en el agua tendre-
mos que considerarlo en función de cuatro
factores:
El tipo de sal: las sales más peligrosas
en los suelos son el sulfato magnésico, el
sulfato sódico, el cloruro sódico, el carbo-
•
eqP
ppm
meq/L
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 41
Existen varios criterios que establecen si
el agua puede usarse para el riego según
la cantidad de sales disueltas en ella. Ayers
y Westcot (1985) indica el riesgo de producir-
se problemas de salinidad según los siguien-
tes límites en contenido de sales:
con una infiltración baja suelen producirse
cuando el sodio se incorpora al suelo y de-
teriora su estructura; los agregados del suelo
se dispersan en partículas pequeñas que ta-
pan o sellan los poros y evitan que el agua
pueda circular e infiltrarse con facilidad. El
efecto contrario lo producen el calcio y el
magnesio, por lo que para evaluar realmente
el problema que puede generar un exceso de
sodio hay que saber también la cantidad de
calcio y magnesio que hay en el suelo.
Por eso, para evaluar los problemas de in-
filtración se ha establecido el índice RAS
(relación de absorción de sodio), que viene
definido por la siguiente fórmula:
(3.16)
donde Na+
, Ca2+
y Mg2+
representan res-
pectivamente las concentraciones de los io-
nes de sodio, calcio y magnesio medidos en
meq/L. A partir de la RAS y la CE, podemos
estimar con la ayuda de la Figura 164 la po-
tencial reducción de la infiltración.
A menudo, la adición de yeso al suelo mejora
la infiltración del mismo.
Es importante notar que aquí el problema de
la salinidad puede ser el contrario. Si nos fi-
jamos en la figura, vemos como el agua muy
poco salina (con CE inferior a 0.5 dS/m y es-
pecialmente con valores inferiores a 0.2 dS/m)
es corrosiva y tiende a lavar el suelo superficial
de minerales y sales solubles, especialmente
calcio, perjudicando la estructura del suelo.
Sin sales y sin calcio, el suelo se disgrega y las
partículas resultantes rellenan los pequeños
poros del suelo y sellan la superficie, con lo
que la tasa de infiltración se ve afectada.
4 Actualmente no se recomienda la utilización de las Normas Riverside que tanta popularidad tuvieron en el
pasado.
2
MgCa
Na
RAS
22 ++
+
+
=
Grado de restricción para la
utilización del agua en función
de la salinidad.
Tabla 4
Parámetro Ninguna
De ligera a
moderada
Severa
CE (dS/m)
ó
SD (mg/L)
< 0.7
< 450
0.7 – 3.0
450 – 2,000
> 3.0
> 2,000
Fuente: Ayers y Westcot (1985).
Como puede observarse, si los SD son ma-
yores de 2 g/L, o la CE mayor de 3 dS/m, los
problemas de salinidad pueden ser muy gra-
ves a menos que se establezcan una serie de
tratamientos tales como frecuentes lavados
de sales, o que se cambie a cultivos que re-
sistan mejor las condiciones de salinidad. No
obstante, y dados los niveles de precipitación
que existen en Honduras, la acumulación de
sales en el suelo raramente constituirá un
problema. Solamente en el caso de riego en
invernadero, se deberá obligatoriamente con-
siderar una fracción de lavado para disminuir
la salinidad de sales. En el Anexo G se indican
las tolerancias a la salinidad de los cultivos
más habituales.
3.4.3 Problemas de infiltración
Cuando la velocidad de infiltración es muy
baja, puede ocurrir que el agua infiltrada no
baste para cubrir las necesidades del cultivo.
Los problemas más frecuentes relacionados
42 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Valores muy bajos de salinidad (CE < 0.2
dS/m) provocan casi invariablemente proble-
mas de infiltración, independientemente de
la RAS.
3.4.4 Toxicidad
La presencia de determinadas sales en el
suelo, incluso a bajas concentraciones, pue-
de provocar efectos tóxicos en las plantas. La
toxicidad ocurre normalmente cuando ciertos
iones son absorbidos por la planta junto con
el agua del suelo, se mueven por la misma
mediante el proceso de transpiración, y se
acumulan en las hojas en concentraciones
que causan los daños en las plantas.
El sodio, el boro y el cloruro son los que, en
general, ocasionan más problemas para los
cultivos, aunque no todos los cultivos son
sensibles a estos iones:
Un exceso de sodio produce sequedad o
quemaduras en los bordes exteriores de
las hojas.
•
El exceso de cloruro suele manifestarse
con quemaduras en la punta de las hojas
y avanzar por los bordes.
El boro es un elemento esencial para las
plantas. No obstante, cuando se encuen-
tra presente en cantidades excesivas es
extremadamente tóxico, incluso a con-
centraciones tan bajas como 0.6 mg/L.
Los síntomas de toxicidad por boro suelen
manifestarse por un amarillamiento de la
aveuqsaugitnasámsajohsaledatnup
desplazándose hasta el centro de las hojas
entre los nervios y sequedad en algunas
otras zonas de la planta. En regiones ári-
das, se considera al boro como el elemen-
to más dañino en el agua de riego.
En la Tabla 5 aparecen las restricciones gene-
rales para el uso del agua de riego en función
de la concentración de estos tres iones y del
sistema de riego utilizado. No obstante, es
necesario hacer algunos puntualizaciones:
Para riego por superficie o goteo:
– La absorción de los iones se realiza a
través de las raíces, de modo que sólo
deberemos atender a los valores de ab-
sorción radicular de la Tabla 5.
– La mayoría de frutales y árboles son
sensibles al sodio y el cloruro, de modo
que deben utilizarse los valores de la Ta-
bla 5. En Ayers y Westcot (1985) apa-
recen valores más específicos de tole-
rancia al cloruro en ciertos frutales.
– La mayoría de cultivos anuales no son
sensibles a estos dos iones, de modo
que es suficiente con utilizar los valores
de salinidad de la Tabla 4.
•
•
•
Figura 16 Efectos combinados de la
salinidad y la infiltración del agua.
Salinidad del agua de riego (dS / m)
1
Sin reducción
Reducción
severa
RAS
Reducción
de ligera
a moderada
0
5
10
15
20
25
30
2 3 5 6 7
Fuente:AyersyWestcot(1985).
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 43
– En cuanto a la tolerancia al boro, en
Ayers y Westcot (1985) se pueden con-
sultar valores más específicos para
cultivos agrícolas.
Cuando el riego es por aspersión, y a ba-
jas humedades relativas (< 30%), los cul-
tivos sensibles pueden absorber también
el sodio y el cloruro a través de las hojas,
y deberemos prestar atención a todos los
valores contenidos en la Tabla 5, tanto los
de absorción radicular como los de absor-
•
Ión Parámetro
Grado de restricción
Ninguno De ligero a moderado Severo
Sodio (Na+
):
Absorción radicular
Absorción foliar
RAS
meq/L
< 3
< 3
3 – 9
> 3
> 9
–
Cloruro (Cl–
)
Absorción radicular
Absorción foliar
meq/L
meq/L
< 4
< 3
4 – 10
> 3
> 10
–
Boro (B–
)
Absorción radicular meq/L < 0.7 0.7 – 3.0 > 3.0
Fuente: Ayers y Westcot (1985).
Toxicidad por iones específicos.Tabla 5
ción foliar. También en Ayers y Westco t
(1985) existe una tabla donde se detalla-
más específicamente la sensibilidad de
ciertos cultivos a los daños foliares.
Para solventar los problemas de toxicidad
se recurre a tratamientos similares a los in-
dicados para la salinidad: lavado de sales,
enmiendas de calcio si la toxicidad es debida
al sodio, o utilizar cultivos más tolerantes. La
explicación detallada de estas medidas que-
da fuera del ámbito de este manual.
Riesgo de obstrucciones en riego localizado.Tabla 6
Problema potencial
Riesgo de obstrucciones
Ninguno Moderado Grave
Físicos:
Sólidos en suspensión (mg/L) < 50 50 – 100 > 100
Químicos:
Sólidos disueltos (mg/L)
pH
Manganeso (mg/L)
Hierro (mg/L)
Acido sulfhídrico (mg/L)
< 500
< 7
< 0.1
< 0.1
< 0.5
500 – 2000
7 – 8
0.1 – 1.5
0.1 – 1.5
0.5 – 2
> 2000
> 8
> 1.5
> 1.5
> 2
Biológicos:
Poblaciones bacterianas (max nº/mL) < 10,000 10,000 – 50,000 > 50,000
Fuente: Ayers y Westcot (1985).
44 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
3.4.5 Otros problemas
Riesgos de obstrucciones en riego
localizado
Los sólidos en suspensión, las sustancias
disueltas o los microorganismos contenidos
en el agua de riego pueden producir obstruc-
ciones en los emisores de riego localizado. En
la Tabla 6 se recoge el riesgo de obstrucción
en función de diversas concentraciones.
Exceso de nitrógeno
Ciertos cultivos como la remolacha azucare-
ra y gran parte de los frutales son afectados
por un exceso de nitrógeno, afectando los
rendimientos y un retraso en la madurez de
la fruta.
Existen varias maneras de reportar el nitróge-
no ya que este se combina en varios comple-
jos orgánicos e inorgánicos, pero lo habitual
es reportarlo en forma de nitrato (NO3
–). Los
valores guía aparecen en la Tabla 7.
Soluciones a este problema pueden ser el
utilizar suministros alternativos de agua con
menor contenido en nitrógeno en los últimos
estadíos del cultivo (cuando el exceso de ni-
trógeno es más perjudicial), plantar cultivos
menos sensibles, y reducir el aporte de fer-
tilizantes nitrogenados.
pH anormal
El pH es un indicador de la acidez o basicidad
del agua, pero es raramente un problema
en sí mismo. El principal uso del pH en un
análisis de agua de riego es detectar un agua
anormal. Un valor anormal nos indica la nece-
sidad de llevar a cabo un análisis completo.
Reducción de la calidad comercial
Cuando se utiliza el riego por aspersión, la pre-
sencia de calcio (Ca2
+), bicarbonato (CO3H–) y
sulfato (SO4
2–) constituye un continuo proble-
ma de formación de depósitos blancos sobre
frutas y hojas que reducen el valor comercial
de la producción. Cuando la humedad relativa
es inferior al 30%, la tasa de evaporación es
muy elevada y las gotas que quedan sobre
hojas y frutas después de regar se evaporan
rápidamente. Los iones mencionados se com-
binan entonces formando precipitados de cal
(CaCO3) y yeso (CaSO4).
Problemas varios con la calidad del agua.Tabla 7
Problema potencial Parámetro
Grado de restricción
Ninguno
De ligero a
moderado
Severo
Nitratos (NO3
–) mg/L < 5 5 – 30 > 30
Bicarbonatos (CO3H–
): meq/L < 1.5 1.5 – 8.5 > 8.5
Acidez / basicidad pH Rango normal: 6.5 – 8.4
Fuente: Ayers y Westcot (1985).
Las soluciones disponibles son variadas, des-
de la adición de ácidos al agua (lo cual es
complejo y peligroso), hasta la variación de la
operación del sistema de riego, como puede
ser el regar en la noche, reducir el intervalo
entre riegos, o cambiar la aspersión por otro
método de riego.
45
3.4.6 Análisis de agua
La evaluación de la calidad del agua inicia
con un análisis de agua en el que debe de-
terminarse como mínimo los parámetros que
aparecen en la Tabla 8. También en esta tabla
aparece para cada parámetro el rango de
valores más habituales.
Los análisis requieren tomar una muestra
representativa del agua a analizar, para ello
se seguirán las siguientes normas:
El recipiente debe ser de vidrio o plástico
de aproximadamente un litro de capaci-
dad, se debe lavar varias veces el envase
con la propia agua de riego.
La muestra debe ser tomada momentos
antes de ser llevada al laboratorio, ya que
los resultados serán tanto mejores cuanto
menor sea el intervalo de tiempo transcu-
rrido entre la recogida de la muestra y el
análisis.
En pozos, debe tomarse la muestra des-
pués de algún tiempo de su puesta en
marcha, normalmente media hora es
suficiente.
En ríos y embalses se recogen varias to-
mas en diferentes puntos representati-
vos y se mezclan en una sola muestra.
No deben tomarse en zonas estancadas,
sino en lugares donde el agua esté en
movimiento.
La muestra debe tomarse a una profundi-
dad intermedia entre la superficie del agua
y el fondo.
Deben mantenerse en una nevera a una
temperatura de unos 5 ºC
•
•
•
•
•
•
Hay que cerrar el envase y etiquetarlo.
Junto a la muestra debe acompañarse un
informe indicando dónde ha sido tomada,
para qué tipo de cultivo va a ser utilizada,
características del suelo y cualquier otra
información que pueda ser importante
para determinar la calidad del agua.
•
Parámetros normalmente
requeridos en análisis de agua
para riego.
Tabla 8
Determinación
Unidad de
medida
Valores
normales
Contenido en sales:
CE
ó
SD
dS/m
mg/L
0 – 3
0 – 2000
Sodicidad:
RAS – 0 – 15
Cationes y aniones:
Ca2+
Mg2+
Na+
CO3H–
SO4
2–
Cl–
meq/L
meq/L
meq/L
meq/L
meq/L
meq/L
0 – 20
0 – 5
0 – 40
0 – 10
0 – 20
0 - 30
Varios:
Boro
pH
mg/L
–
0 – 2
6.0 – 8.5
Fuente: USDA (1997).
Realicemos para terminar y como ejemplo
la interpretación de un análisis de agua fic-
ticio, con el fin de obtener una panorámica
global de todo el proceso. Supongamos que
hemos recibido los resultados de laboratorio
contenidos en la Tabla 9.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
46 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Para evaluar estos resultados llevaremos a
cabo los siguientes pasos:
Aunque en este caso no es necesario, de
habernos suministrado las concentracio-
nes de los iones sólo en mg/L, deberíamos
pasar todos los datos a meq/L utilizando
los pesos equivalentes de la Tabla 3. Esto
no será necesario con el boro por ser este
un elemento y no un ión.
Siempre es necesario ver primeramente
si el análisis es correcto. Para ello deben
cumplirse dos sencillas relaciones:
Suma de cationes (meq/L)
Suma de aniones (meq/L)
10 × CE (dS/m) (3.17)
En el ejemplo la suma de cationes es:
20.8 + 0.5 + 8.0 + 5.0 = 34.3
Mientras que la de aniones es:
12.1 + 11.5 +7.9 +2.9= 34.4
1.
2.
Efectivamente, la igualdad se cumple. Por
otra parte, la CE es 3.6 dS/m, que multi-
plicada por 10, da un valor de 36 aproxi-
madamente igual a 34.3. Como ambas
relaciones se cumplen, podemos concluir
que el análisis se ha realizado satisfacto-
riamente por parte del laboratorio, y pode-
mos continuar con su interpretación.
Remitido por: Agencia San Lucas
Localidad: Mandasta
Análisis requerido: iones y boro
Comentarios: cultivos planificados: hortalizas y árboles frutales
sistema de riego previsto: aspersión
Fecha: 11-9-05
Fuente de agua: pozo
RESULTADOS DE LABORATOR IO Fecha: 19-9-05
CE: 3.6 dS/m pH: 7.1
Aniones mg/L meq/L Cationes mg/L meq/L
Cloruro
Sulfato
Carbonato
Bicarbonato
Nitrato
–
552
429
480
180
12.1
11.5
–
7.9
2.9
Sodio
Potasio
Calcio
Magnesio
Boro (B)
480
19
160
60
1.5
20.8
0.5
8.0
5.0
–
Ejemplo de resultados de laboratorio (tomado de Phocaides, 2000).Tabla 9
Pasamos ahora a estudiar la salinidad. Ve-
mos como el valor de la CE corresponde,
según la Tabla 4, a una restricción severa
para la utilización de esta agua, lo cual
hace necesario una fracción de lavado.
Pero como decíamos anteriormente, esta
no suele ser necesaria en climas tropicales
como el de Honduras dada las altas pre-
cipitaciones que se dan en invierno y que
lavan las sales que pudieran haberse acu-
mulado durante la temporada de riegos.
3.
47
En cuanto a los problemas de infiltración,
debemos inicialmente calcular la RAS:
Con este valor que hemos calculado, y con
el de la CE, nos situamos en la Figura 16,
donde podemos comprobar que no existe
ningún riesgo de disminución de la tasa
de infiltración.
En cuanto a la toxicidad por sodio, cloru-
ros o boro, deberemos prestar atención
a todos los valores de la Tabla 5 por ser
riego por aspersión el que se va a instalar.
Podemos ver como el peligro de toxicidad
por sodio es muy severo pues la concen-
tración existente en el agua (20.8 meq/L)
es muy superior a los valores contenidos
en la Tabla 5 para riesgo severo. Debere-
mos tomar medidas como las apuntadas
al final de la sección 3.4.4.
4.
5.
Vemos como también la concentración en
boro constituye un problema moderado
a partir de los valores contenidos en la
Tabla 5.
Por último deberemos estudiar aquellos
otros problemas potenciales que se expli-
caban en la sección 3.4.5:
Por ser riego por aspersión, no tiene obje-
to evaluar el riesgo de obstrucciones.
El nivel de nitratos está por debajo de
los contenidos en la Tabla 7.
Por último, vemos como la concentra-
ción de bicarbonatos es muy alta, lo
cual va a suponer un problema para la
calidad comercial de la producción al
ser el riego por aspersión.
6.
•
•
•
8.16
2
5.08.0
20.8
RAS =
+
=
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Revisar buenazo
49Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
4
Propiedades
físicas del suelo
50 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 51
4. Propiedades físicas del suelo
4.1 Composición del suelo
Si desmenuzamos un trozo de suelo seco
con la mano, veremos que está compuesto
de partículas de diferentes tamaños. La ma-
yoría de estas partículas tienen su origen en
la degradación de las rocas, y se llaman par-
tículas minerales. Algunas partículas se origi-
nan a partir de restos de plantas y animales
(hojas podridas, trozos de hueso, etc.), son
las llamadas partículas orgánicas o materia
orgánica. Aunque tanto las partículas mine-
rales como las orgánicas parecen tocarse
entre sí, en realidad dejan espacios entre
ellas. Estos espacios son llamados poros.
Cuando el suelo está seco, los poros están
principalmente ocupados por aire o vapor
de agua. Por el contrario, tras una lluvia o
un riego intenso, estos poros se llenarán de
agua.
Los componentes del suelo se pueden re-
presentar también esquemáticamente, tal y
como muestra la Figura 18, donde:
Vg y Pg son respectivamente el volumen y el
peso de gas (aire y vapor de agua).
Va y Pa son el volumen y el peso de agua.
Vs y Ps son el volumen y el peso de las partí-
culas sólidas (minerales y orgánicas).
Vp y Pp son el volumen y el peso ocupados
por los poros. A su vez, Vp = Vg + Va, y
Pp = Pg + Pa.
Vt y Pt son el volumen y el peso total, consi-
derando las fases sólida, líquida y gaseosa.
Agua
Raíz
Aire o vapor de agua
Partícula de suelo
(mineral u orgánica)
Figura 17 Composición del suelo.
Fuente:Brouweretal.(1985).
52 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
4.2 Textura
Las partículas minerales del suelo pueden
clasificarse de acuerdo a su tamaño según
la tabla de la Figura 195:
5 En este documento se sigue la clasificación USDA por ser la más utilizada en Honduras.
La proporción en que las partículas de are-
na, limo y arcilla se encuentran en el suelo
definen la textura del mismo, la cual se de-
Figura 18 Diagrama esquemático del suelo.
Vg Pg
Pa
Ps
Va
Vp
Vs
Vt Pt
Agua
Ga s (aire y vapor)
Su elo
Figura 19 Diámetro de las partículas del suelo según la clasificación USDA.
Partículas de suelo
Gr avas y piedras
Arena
Limo
Arcilla
Diámetro (mm)
> 2.0
0.05 - 2.0
0.002 - 0.05
< 0.002
Arcilla
0.1 mm
Arena
Limo
Fuente:Hillel(1980).
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 53
termina según el triángulo textural (Figura
20). Las partículas mayores de 2 mm no son
tomadas en cuenta para la determinación de
la textura.
En función de su textura, los suelos se divi-
den en los siguientes tipos básicos:
Los suelos arenosos (también llamados
ligeros o de textura gruesa) carecen de
propiedades coloidales y de reservas de
nutrientes, presentan mala estructura,
•
buena aireación, muy alta permeabilidad
y nula retención de agua.
Los suelos arcillosos (también llamados
pesados o de textura fina) son muy acti-
vos desde el punto de vista químico, ad-
sorben iones y moléculas, son muy ricos
en nutrientes, retienen mucha agua, bien
estructurados, pero son impermeables.
Los suelos limosos no tienen estructura,
sin propiedades coloidales, son impermea-
bles y con mala aireación.
•
•
Figura 20 Triángulo de texturas según clasificación USDA.
Arcilla
100%
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
Limo
100%
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
0102030405060708090Arena
100%
Arena en porcentaje
Limoenporcentaje
Arcillaenporcentaje
Arcillosa
Franca
Limosa
Franco−arcillo−
arenosa
Franco–
arcillo-limosa
Franco–arcillosa
Franco–limosaFranco–arenosa
Arcillo–
arenosa
Arcillo–
limosa
Arenosa
Arenoso
–franca
54 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Los suelos francos (suelos medios) con-
tienen una mezcla de arena, limo y arcilla
en tales proporciones que exhiben las pro-
piedades de las tres fracciones de modo
equilibrado (son las propiedades las que
están equilibradas, no las proporciones,
ya que de hecho los suelos francos suelen
tener en torno a un 20% de arcilla, un 40%
de arena, y un 40% de limo).
• La determinación de la textura de un suelo se
realiza mediante un análisis de granulometría
en laboratorio. No obstante, puede obtener-
se una aproximación satisfactoria mediante
cualquiera de los dos métodos que se deta-
llan en el Anexo H.
4.3 Densidad aparente
La densidad aparente (también llamada peso
específico aparente) es una medida de la po-
rosidad de un suelo. Se determina dividiendo
el peso de suelo seco entre el volumen total,
de modo que un mayor valor de densidad
aparente significará menor porosidad. Se re-
presenta como da y se mide en gramos por
centímetro cúbico (g/cm3) o en toneladas por
metro cúbico (t/m3)6. Utilizando la nomencla-
tura de la Figura 18:
(4.1)
La densidad aparente es importante porque
determina la compactación y la facilidad de
circulación de agua y aire. A efectos de rie-
go conocer su valor es esencial porque
6 1 t/m3
= 1 g/cm3
.
t
s
a
V
P
d
caracteriza la capacidad de almacenaje de
agua en el suelo.
Es necesario saber que su valor no es inmu-
table sino que varía según los cambios que
se produzcan en el suelo respecto al volu-
men de poros. Por ejemplo, la compactación
por la labranza, o la disminución de materia
orgánica disminuyen el volumen de poros e
incrementan la densidad aparente.
En la Tabla 10 se muestran valores medios y
rangos de variación para diferentes texturas
del suelo, los cuales constituyen una aproxi-
mación suficiente a efectos de diseño. No
obstante, si se deseara calcular el valor real,
en USDA (1999) se detallan dos procedi-
mientos simplificados para hacerlo.
4.4 Contenido de agua en el suelo
El contenido de agua en el suelo puede ex-
presarse de tres maneras diferentes:
a) En altura de lámina de agua
El agua contenida en un volumen de sue-
lo (el volumen total, el de las partículas del
suelo más el de los poros) también puede
expresarse en altura de lámina de agua. Su-
pongamos una porción de suelo de 1 m2 de
superficie y 1 m de profundidad (un volumen
de 1 m3). Si sacásemos el agua contenida
en ese metro cúbico de suelo y lo acumulá-
semos sobre la misma superficie, alcanzaría
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 55
una altura h, como muestra la Figura 21. Si
esta altura h fuera de por ejemplo 150 mm,
podríamos expresar el contenido en hume-
dad de este suelo como 150 mm en 1 m de
profundidad de suelo, o más abreviadamente
150 mm/m.
c) Humedad gravimétrica ( g)
Por último, podemos expresar la humedad
del suelo como el peso de agua en relación
con el peso de las partículas sólidas:
(4.3)
Siguiendo con el ejemplo, el peso de agua
contenida en el suelo sería:
Pa = Va × dagua = 0.150 m3 × 1 kg/L
= 150 L × 1 kg/L = 150 kg
donde dagua es la densidad del agua que como
sabemos es 1 kg/L = 1 g/cm3.
Por otra parte, de la expresión de la da pode-
mos conocer el peso de las partículas sólidas
a partir del volumen total del suelo. Supo-
niendo que el suelo del ejemplo tuviera una
da igual a 1.5 t/m3:
Ps = da × Vt = 1.5 t/m3 × 1 m3
= 1.5 t = 1,500 kg
Por tanto, la humedad gravimétrica será:
La humedad gravimétrica es la manera más
estandarizada de expresar el contenido de
agua en el suelo, ya que su valor es indepen-
diente de la estructura de este. No obstante,
consideramos necesario conocer las tres ma-
neras de expresar el contenido en humedad
dado que todas aparecen habitualmente en
la literatura existente.
Las relaciones entre las tres medidas son:
v (%) = g (%) × da (g/cm3) (4.4)
mm/m = 10 × v (%) (4.5)
mm/m = 10 × g (%) × da (g/cm3) (4.6)
b) Humedad volumétrica ( v)
Podemos expresar el contenido de agua en el
suelo relacionando el volumen de agua con
el volumen total de suelo:
(4.2)
En el ejemplo de arriba, 1 m3
de suelo (1 m2
de superficie por 1 m de profundidad), con-
tiene 0.150 m3
de agua (150 mm de altura
de lámina de agua = 0.150 m por 1 m2
de
superficie). Podemos entonces expresar la
humedad volumétrica como:
Figura 21 Contenido de agua del suelo
expresado en altura de lámina
de agua.
agua
suelo
h=150
mm
1 m2
1 m
Fuente:Brouweretal.(1985).
v =
Va
× 100
Vt
v = 0.150 m³ de agua × 100 = 15%
1 m3 de suelo
g =
Pa
× 100
Ps
g = 150 kg de agua × 100 = 10%
1,500 kg de partículas
56 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Podemos comprobar con los datos del ejem-
plo como en efecto:
15% ( v) = 10% ( g) × 1.5 g/cm3
150 mm/m = 10 × 15% ( v)
150 mm/m = 10 × 10% ( v) × 1.5 g/cm3
4.4.1 Niveles de humedad
del suelo
En función de la proporción de agua en los
poros del suelo, y su disponibilidad para las
plantas, se definen los siguientes niveles de
humedad:
Saturación: tras una lluvia o un riego to-
dos los poros se llenan de agua (ver Figu-
ra 22a). El contenido de humedad es el
máximo posible en ese suelo. La mayo-
ría de cultivos no pueden sobrevivir más
de entre dos y cinco días en condiciones
de saturación, siendo el arroz la principal
excepción.
Una vez que la lluvia o el riego han ter-
minado, parte del agua presente en los
poros se empezará a mover hacia abajo
por gravedad. Este proceso se denomina
drenaje o percolación, y suele durar entre
•
unas pocas horas en el caso de los suelos
arenosos, y dos o tres días en el caso de
los arcillosos.
Capacidad de campo (CC): es el máximo
nivel de humedad que el suelo puede rete-
ner, es decir, el contenido de humedad del
suelo una vez que el drenaje ha termina-
do. En este estado de humedad los poros
grandes contienen tanto aire como agua,
mientras que los más pequeños están aun
repletos de agua (ver Figura 22b). A capaci-
dad de campo, se considera que el conte-
nido de humedad del suelo es el ideal para
el crecimiento de los cultivos. Se expresa
en porcentaje de volumen de agua.
Punto de marchitez permanente (PMP): si
el suelo no recibe nuevos aportes de agua,
la evaporación desde el suelo y la extrac-
ción por parte de las raíces hacen que el
agua almacenada disminuya poco a poco.
Cuanto más se seca el suelo, más firme-
mente es retenida el agua por el suelo, y
más difícil resulta para las plantas extraer-
la. Llegará un momento en que la extrac-
ción del agua por parte de las plantas no
es suficiente para cubrir sus necesidades y
empiezan a marchitarse y finalmente mue-
ren. El suelo aun contiene cierto nivel de
•
•
Figura 22 Estados de humedad del suelo.
Saturación
(a)
Capacidad de campo
(b)
Punto de marchitez
permanente
(c)
Agua
Aire
Partícula
de suelo
Fuente:Brouweretal.(1985).
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 57
humedad, pero resulta imposible para las
raíces de las plantas succionar el agua que
queda (ver Figura 22c).
La cantidad de agua almacenada en el suelo
puede compararse con la cantidad de agua
que puede extraerse de la llave de un barril
lleno de agua y que consta también de un
drenaje (similar a los rebalses de los tanques
de agua):
Cuando el suelo está saturado, el barril
está lleno, pero parte del agua drena rápi-
damente antes de que las plantas puedan
utilizarla (Figura 23a).
Cuando el exceso de agua ha terminado
de drenar (“se ha ido por el rebalse”), el
suelo está a capacidad de campo. Las raí-
ces de los cultivos extraerán agua de lo
que queda en el “barril” (Figura 23b).
Cuando se alcanza el punto de marchitez
permanente, aunque el “barril” contiene
aun cierta cantidad de agua, esta no está
ya disponible para el cultivo (Figura 23c).
•
•
•
Los niveles de humedad correspondiente a
la CC y el PMP dependerán de la textura del
suelo, pues dependen de la porosidad y esta
a su vez es función del tipo de suelo. En la
Tabla 10 aparecen los valores de CC y PMP
expresados como g para las diferentes tex-
turas de suelo.
Podemos definir el agua utilizable por los
cultivos (AU) o intervalo de humedad dis-
ponible (IHD) como la diferencia entre la ca-
pacidad de campo y el punto de marchitez
permanente:
AU = CC – PMP (4.7)
donde AU estará expresado en las mismas
unidades que lo estén la CC y el PMP, ya sea
v, g, o mm/m. Dado que la CC y el PMP de-
penden de la textura del suelo, también de-
penderá de ella el agua utilizable tal y como
muestra la Figura 24.
Recordemos que para el estudio de estas
tres maneras de expresar el contenido de
agua del suelo tomamos 1 m de profundidad
del mismo. Normalmente la profundidad de
Figura 23 Símil entre el suelo y un barril de agua.
Saturación
(a)
Agua que drena por debajo
del alcance de las raíces
Agua almacenada
en el suelo
Capacidad de campo
(b)
Hacia la
planta
Agua almacenada
en el suelo
Punto de marchitez
permanente
(c)
Agua no disponible
para la planta
PMP
Fuente:Brouweretal.(1985).
58 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
suelo que se toma es la de profundidad ra-
dicular efectiva (pr) del cultivo considerado.
Así, la expresión anterior queda como:
AU = (CC – PMP) × pr (m) (4.8)
Figura 24 Relación general entre textura y características de agua en el suelo.
Unidadgravimétricadelsuelo(%)
Contenidodeaguaenelsuelo(cm/m)
Fuente:Mihajlovich(1979)
0
6
12
18
24
30 40
30
20
10
Capacidad
de campo
Capacidad
de campo
Agua no disponible
para el cultivo
Arena Franco
arenoso
Franco
limoso
Franco
arcilloso
ArcillosoFranco
Agua utilizable
Resumen de las propiedades físicas de los suelos.Tabla 10
Textura
del suelo
Densidad aparente
(g/cm3
)
Capacidad de
campo (% g)
Punto de marchitez
permanente (% g)
Infiltración
básica (mm/h)
Arenoso
1.65
(1.55 – 1.90)
9
(6 – 12)
4
(2 – 6)
50
(25 – 250)
Franco
arenoso
1.50
(1.40 – 1.60)
14
(10 – 18)
6
(4 – 8)
25
(13 – 75)
Franco
1.40
(1.35 – 1.50)
22
(18 – 26)
10
(8 – 12)
13
(8 – 20)
Franco
arcilloso
1.35
(1.30 – 1.40)
27
(23 – 31)
13
(11 – 15)
8
(2.5 – 15)
Arcilloso
1.25
(1.20 – 1.30)
35
(31 – 39)
17
(15 – 19)
5
(1.3 – 10)
Fuente: Mihajlovich (1979).
En la Tabla 11 se muestran los valores de la
profundidad efectiva radicular de los cultivos
más comunes.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 59
Cultivo
Profundidad efectiva
(cm)
Cultivo
Profundidad efectiva
(cm)
Banana 50 – 90 Repollo 40 – 50
Melón 100 - 150 Pepino 70 – 120
Cítricos 120 - 150 Otras hortalizas 30 - 60
Olivo 100 - 150 Frijol 50 - 90
Vid 75 - 180 Otras leguminosas 50 - 125
Otros frutales 100 - 200 Maíz 75 - 160
Fresa 20 - 30 Cereales 60 - 150
Cebolla 30 – 75 Alfalfa 90 - 180
Pimiento, tomate 40 - 100 Otros pastos 60 - 100
Piña 30 - 60 Palma 70 – 110
Chile 50 – 100 Papa 40 - 60
Sorgo 100 – 200 Camote 100 - 150
Ejemplo:
Calcular el agua utilizable por un cultivo de maíz que es cultivado en un suelo franco–
arcilloso:
Suponiendo un cultivo de maíz que alcanza una profundidad efectiva radicular de 0.9m,
y tomando los datos de CC, PMP y da de la Tabla 10:
AU = 10 × (27 – 13) × 1.35 × 0.9 = 170.1 mm
Profundidad radicular efectiva de los cultivos más comunes.Tabla 11
Habitualmente, los datos de CC y PMP se
expresan como g, y la AU en altura de lámi-
na de agua (mm). Así, la expresión quedará
finalmente como:
AU (mm) = 10 × [CC (% g)– PMP (% g)] ×
× da(g/cm3) × pr(m) (4.9)
Teóricamente, las plantas podrían extraer
agua del suelo hasta el PMP, de modo que
podríamos regar una vez que el contenido
en agua del suelo llegara a este nivel, y con
el agua aportada llevar el agua nuevamente
a CC, tal y como muestra la Figura 25a. No
obstante, existe un nivel de humedad a partir
del cual las raíces tienen muchas dificultades
para extraer agua del suelo, por el mayor es-
fuerzo de succión que deben desarrollar. A
este nivel se le denomina déficit permisible
de manejo (DPM) y normalmente se repre-
senta como una fracción del AU disponible
(ver Figura 25b). El producto del DPM por
el AU es lo que se denomina dosis neta de
riego (Dn), y este es un concepto sobre el
que volveremos cuando hablemos del diseño
agronómico (Módulo 10):
Dn (mm) = DPM (%) × AU (mm) / 100
(4.10)
60 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
El déficit permisible de manejo se establece
teniendo en cuenta no sólo factores físicos
como el suelo y el cultivo, sino también fac-
tores de gestión del sistema de riego y facto-
res económicos. Aunque existen tablas muy
completas con valores del DPM para un gran
número de cultivos, en nuestras condiciones
de trabajo sólo consideraremos un valor del
50% para cultivos tolerantes a la sequía, y un
30% para los menos tolerantes o de mayor
valor económico.
4.5 Infiltración
Se denomina infiltración al proceso median-
te el cual el agua penetra en el suelo, y tasa
o velocidad de infiltración7 (I) a la rapidez a
la cual el agua se infiltra. La tasa de infiltra-
ción es una de las características del suelo
más importantes para el diseño, operación y
evaluación de sistemas de riego, de ahí que
sea absolutamente necesario obtener infor-
mación confiable sobre esta propiedad.
La tasa de infiltración depende básicamente
de los siguientes factores:
El contenido en humedad del suelo: el
agua se infiltra más rápido (la tasa de in-
7 También aparece denominada en la literatura a veces como infiltración instantánea.
a)
filtración es más alta) cuanto más seco
está el suelo. Cuando se riega un suelo
que esté seco, el agua al principio se in-
filtrará muy rápidamente, pero según se
vaya humedeciendo el suelo, la tasa de
infiltración disminuye (ver Figura 26).
Textura del suelo: los suelos de textura
gruesa (arenosos) tienen también mayor
tamaño de poros que los de textura fina
(arcillosos) por lo que le será más fácil
al agua moverse por ellos, y mayor será
entonces la tasa de infiltración (ver Figura
26).
b)
Figura 25 Déficit permisible de manejo.
Tiempo (meses)
Riego
1
Riego
2
Riego
3
Riego
4
R1 R2 R3 R4 R5 R6 R7
Tiempo (meses)
(a) (b)
CC
AU
DPM×AU
PMP
10
0
20
30
10
0
20
30
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 61
La estructura del suelo: en general, el
suelo se infiltra más rápidamente en sue-
los bien estructurados que en los com-
pactos. Dado que la estructura del suelo
está influenciada en gran medida por el
laboreo, este será un factor fundamental
para influir en la infiltración.
Aparte de la tasa de infiltración, es necesario
conocer otros dos conceptos (ver Figura 26):
Infiltración acumulada (Z): es la canti-
dad total de agua (medida en altura de
lámina de agua – ver la sección 4.4) que
se ha infiltrado en el suelo en un tiempo
determinado.
c)
•
Figura 26 Curvas de infiltración.
Tiempo (min)
Tasadeinfiltración(mm/h)
Infiltraciónacumulada(mm)
Suelo arcilloso
Suelo arenoso
Z
I
Ib
Infiltración básica (Ib): es el valor más o
menos constante que adquiere la tasa de
infiltración después de haber transcurrido
ya algún tiempo de lluvia o riego. Su valor
determina el tiempo máximo de riego tal y
como veremos en el Módulo 10. Los valo-
res más comunes en función de la textura
del suelo pueden encontrarse en la Tabla
10. No obstante, la utilización de estos va-
lores deberá ser un último recurso, siendo
preferible determinarla mediante el proce-
dimiento explicado en el Anexo H.
•
Revisar buenazo
63Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
5
Clima
64 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
65
5. Clima
en Honduras cuenta con datos climáti-
cos de casi cien localidades de Honduras
(ver igualmente la lista en el Anexo J).
No obstante, esta fuente de datos debe
utilizarse siempre como último recurso
dado que en muchas de las estaciones
consideradas la serie de datos es dema-
siado corta8
.
Existirá por último la posibilidad de que
contemos con datos climáticos de primera
mano porque algún proyecto de la zona o
algún productor aficionado a la climatolo-
gía los haya estado recopilando durante
años.
Siempre deben escogerse los datos más cer-
canos a la localización del proyecto, dado
que en un país tan montañoso como Hondu-
ras y con alta variabilidad microclimática, es
muy arriesgado el suponer que una estación
que se encuentre a más de 30 ó 50 km del
lugar del proyecto pueda ser representativa
de este. No obstante, esto no siempre será
posible, y tendremos que realizar las aproxi-
maciones que se detallan a lo largo de este
módulo.
8 Suelen considerarse necesarios al menos 30 años de datos de precipitación, y al menos 15 para temperatura.
Algunas de las estaciones de la publicación de Hargreaves apenas tienen 5 años de datos.
d)
5.1 Fuentes potenciales de datos
Existen cuatro instituciones en Honduras
que cuentan con una red de estaciones
climáticas:
Empresa Nacional d e Energía Eléctrica
(ENEE )
Servicio Autónomo Nacion al de Acue-
ductos y Alcantarillados (SANAA )
Dirección General de Recursos
Hídricos
Servicio Meteorológico Nacional ( SMN )
Los datos promedio de unas pocas esta-
ciones del SMN los tiene disponibles FAO
en una base de datos llamada CLIMWAT
que puede consultarse en Internet. Tanto
los nombres de las estaciones disponibles
como los de la página web se detallan en
el Anexo J.
Una fuente de datos alternativa es el es-
tudio realizado por el climatólogo estado-
unidense George H. Hargreaves, cuya pu-
blicación Probabilidades de precipitación
mensual para humedad aprovechable
a)
•
•
•
•
b)
Sólo los datos de la última institución pa-
recen estar disponibles al público libres
de costo, el resto de instituciones cobran
por el suministro de la información.
c)
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
66 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
5.2 Precipitación
5.2.1 Introducción sobre
unidades
Al igual que con el contenido de agua en el
suelo, es muy común expresar la precipita-
ción en forma de altura de lámina de agua.
Por ejemplo, supongamos que durante una
lluvia colocamos una caja con unas dimensio-
nes de 1 m por 1 m (esto es, una superficie
de 1m2
), y que tras finalizar la lluvia hemos
recogido 10 litros. Pues bien, esos 10 litros
alcanzarán en la caja una altura de 10 mm,
como vemos en la Figura 27, y como pode-
mos comprobar calculando el volumen de
agua almacenada en la caja:
V (m3
) = l (m) × w (m) × h (m)
= 1 m × 1 m × 0.01 m
= 0.01 m3
= 10 L
Esto explica por qué la precipitación se suele
expresar indistintamente en mm o en litros
por metro cuadrado, ya que, como hemos
visto en el ejemplo, 1 L/m2 = 1 mm.
5.2.2 Precipitación confiable
Las plantas tienen unas necesidades varia-
bles de agua a lo largo de su ciclo de cultivo
que en principio deben ser cubiertas con la
precipitación. Cuando la precipitación no es
suficiente debemos recurrir al riego, y habrá
que aportar aquella cantidad de agua que
necesita la planta y que no cubre la preci-
pitación. Conceptualmente esto se expresa
como:
NR = ETC – Ppt (5.1)
donde ETC es la evapotranspiración del cultivo
(las necesidades), Ppt la precipitación, y NR
las necesidades de riego.
Con frecuencia encontramos en la literatura
cómo se consideran las precipitaciones pro-
medio para el cálculo de las necesidades de
riego. No obstante, en climas de alta variabi-
lidad interanual como es el caso de Centro-
Figura 27 Equivalencia entre volumen de precipitación y altura de lámina de agua.
l = 1 m
h = 10 mm
w =1 m
Agua de lluvia
Fuente:Brouweretal.(1985).
67
américa, es recomendable trabajar con datos
de precipitación confiable y no promedio, ya
que un valor igual o superior a esta última
puede que sólo se dé uno de cada muchos
años. El ejemplo al final de la página nos
ayudará a entender mejor el concepto de
precipitación confiable.
Ejemplo:
La serie de datos 1985 – 1994 de valores de precipitación mensual para el mes de junio
en la estación climática de San Lucas (El Paraíso) es la siguiente:
Si calculamos el promedio de estos datos,
el resultado es 213.3 mm. Pero podemos
ver como en seis de los diez años (años
85, 86, 89, 90, 91 y 94) no se alcanzó
el valor de la precipitación promedio en el
mes de junio.
Si calculáramos las necesidades de rie-
go para el mes de junio utilizando el valor
promedio de la precipitación, nos quedaríamos cortos en esos seis años donde la preci-
pitación promedio no se alcanza.
En cambio un valor de precipitación mensual en junio de 90 mm o más vemos como
ocurre en ocho de los diez años, en otras palabras, 90 mm será la precipitación confiable
en junio al 80% de probabilidad.
Año mm. Año mm.
1985 72.8 1990 179.1
1986 144.3 1991 181.9
1987 275.6 1992 394.8
1988 297.1 1993 364.6
1989 153.4 1994 69.6
En el caso de cultivos de alto valor econó-
mico, suele trabajarse con precipitaciones
al 90% de probabilidad, es decir, lluvias que
estamos seguros que van a darse en un va-
lor igual o superior en nueve de cada diez
años. Para cultivos de poco valor económico
como pueden ser los granos básicos suele
recomendarse una probabilidad del 60%. En
el contexto en que trabajamos, y dado que
muchos de los sistemas van a tener un doble
propósito (granos básicos para autoconsumo
y cultivos de renta para el mercado), se re-
comienda considerar en el diseño el valor de
precipitaciones confiables al 75%.
Existen varias posibilidades para la obtención
de los valores de precipitación confiable:
Podemos disponer de una serie completa
de datos de precipitación de una estación
climática cercana a nuestro proyecto, bien
de las fuentes de datos (a) o (d) del punto
5.1. Llamamos serie completa al hecho de
disponer de los datos mensuales de varios
años, como por ejemplo los que aparecen
en la Tabla 12.
Teniendo la serie, podemos fácilmente
calcular el total de precipitación anual (la
última columna) y los promedios de preci-
pitación mensual y anual (la última fila).
Esta es la mejor de las situaciones. Para el
cálculo de la precipitación confiable men-
sual recurriremos al procedimiento expli-
cado en el Anexo F.
1.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
68 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Si contamos sólo con datos promedio de
precipitación mensual y anual (es decir,
sólo contamos con los datos de la última
fila de la Tabla 12) de una estación cerca-
na al lugar del proyecto, podemos estimar
el índice de precipitación (Ip, ver el Anexo
J para la explicación del concepto) a partir
de los datos de la Tabla 13.
2.
Ejemplo:
Si los datos con los que contáramos fueran sólo la última fila de la Tabla 12 y quisié-
ramos calcular la precipitación confiable al 75% para el mes de febrero, seguiríamos el
siguiente procedimiento:
Buscamos en la primera columna de la Tabla 13 el valor más cercano al de la preci-
pitación promedio anual (1,544 mm), que en este caso es 1,500 mm.
En la columna del 75%, qué es la probabilidad de precipitación que deseamos calcular,
buscamos el índice Ip correspondiente a 1,500 mm: 0.89.
La precipitación confiable será el producto de multiplicar la precipitación promedio del
mes (22 mm) por el Ip:
Ppt (75%) = Ip × Ppt promedio = 0.89 × 22 mm = 19.6 mm
•
•
•
Ejemplo de serie de datos de precipitación.Tabla 12
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Total
1993 23 4 225 249 355 250 258 11 281 117 103 86 1,962
1994 20 57 135 138 32 184 307 98 12 20 33 20 1,056
1995 39 14 123 97 651 172 326 36 62 9 96 16 1,641
1996 26 39 58 168 245 62 313 115 189 12 15 0 1,242
1997 29 3 239 348 253 153 171 90 12 22 45 5 1,370
1998 16 15 7 101 373 130 90 525 0 56 25 34 1,372
1999 38 2 193 145 412 282 269 459 62 94 141 38 2,135
2000 50 38 103 58 206 220 577 151 63 75 36 0 1,577
Promedios 30 22 135 163 316 182 289 186 85 51 62 25 1,544
Si alguna de las estaciones climáticas con-
tenidas en Hargreaves (1980) es cercana
a nuestro proyecto, o bien no contamos
con datos de ninguna estación cercana,
recurriremos a los datos proporcionados
por esta publicación.
3.
69
5.2.3 Precipitación efectiva
(Pe)
No toda la precipitación que cae al suelo
penetra de manera efectiva en este y es
aprovechable por los cultivos. En una lluvia
determinada, sólo un porcentaje de la mis-
ma cumple esta función pues se producen
pérdidas por escorrentía, evaporación y por
percolación profunda.
Para el cálculo de la precipitación efectiva
se proponen las ecuaciones utilizadas por
el Servicio de Conservación de Suelos de
los Estados Unidos (USSCS). Estas ecuacio-
nes se calculan a partir de la precipitación
mensual (la probable, no la promedio) y
son las siguientes:
Para una precipitación mensual (Pm)
menor de 250 mm:
Pe = (125 − 0.2 × Pm) × Pm / 125
(5.2)
Para una precipitación mensual mayor
o igual a 250 mm:
Pe = 0.1 × Pm + 125 (5.3)
•
•
Ppt.
anual
(mm)
%
50 60 70 75 80 90
75 0.80 0.68 0.56 0.51 0.45 0.33
100 0.84 0.72 0.61 0.56 0.50 0.38
125 0.87 0.76 0.65 0.60 0.54 0.42
150 0.88 0.78 0.68 0.63 0.57 0.45
175 0.89 0.79 0.69 0.65 0.60 0.48
200 0.90 0.81 0.71 0.67 0.62 0.51
225 0.91 0.82 0.73 0.68 0.63 0.53
250 0.92 0.83 0.75 0.70 0.65 0.55
300 0.93 0.85 0.78 0.74 0.69 0.58
350 0.94 0.86 0.79 0.75 0.71 0.61
400 0.95 0.88 0.81 0.77 0.73 0.63
450 0.95 0.89 0.82 0.78 0.74 0.65
500 0.96 0.90 0.83 0.79 0.75 0.67
550 0.96 0.90 0.84 0.81 0.77 0.69
600 0.97 0.91 0.84 0.81 0.78 0.70
650 0.97 0.92 0.85 0.82 0.79 0.71
700 0.97 0.92 0.86 0.83 0.80 0.72
750 0.97 0.93 0.87 0.84 0.81 0.73
900 0.98 0.93 0.88 0.85 0.82 0.75
1000 0.98 0.94 0.89 0.86 0.83 0.77
1150 0.98 0.94 0.90 0.87 0.84 0.78
1250 0.98 0.95 0.91 0.88 0.85 0.79
1400 0.99 0.95 0.91 0.89 0.86 0.80
1500 0.99 0.95 0.91 0.89 0.87 0.81
1800 0.99 0.95 0.92 0.90 0.88 0.83
2000 0.99 0.95 0.92 0.91 0.89 0.85
2500 0.99 0.96 0.93 0.92 0.90 0.86
Fuente: USDA (1997).
Estimación de valores
del índice de precipitación (Ip )
para diferentes probabilidades.
Tabla 13
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
70 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Ejemplo:
Supongamos que queremos calcular la precipitación efectiva en los meses de junio y
julio de la estación climática de la Tabla 12. Comenzaríamos por calcular la precipitación
confiable al 75%. Como en el anterior ejemplo ya vimos que el Ip para esta estación es
0.89, sólo resta calcular:
Ppt 75% junio = 0.89 × 182 mm = 162.0 mm
Ppt 75% julio = 0.89 × 289 mm = 257.2 mm
Seguidamente aplicamos las fórmulas del USSCS:
Junio: como la precipitación es inferior a 250 mm, aplicamos la primera fórmula:
Pe = (125 – 0.2 × 162) × 162 / 125 = 120.0 mm
Julio: como la precipitación es superior a los 250 mm, aplicamos la segunda fórmula:
Pe = 0.1 × 257.2 + 125 = 150.7
La evapotranspiración se expresa en mm
(es decir, altura de lámina de agua, como
la precipitación y el contenido de agua en el
suelo) por unidad de tiempo. La unidad de
tiempo puede ser un día (mm/d), una déca-
da9 (mm/dec.), un mes (mm/mes), o un año
(mm/año).
Son varios los factores que influyen en la
evapotranspiración, siendo los principales:
El clima: la evapotranspiración aumen-
ta con tiempo cálido, seco, existencia de
viento, y cielos despejados.
El propio cultivo: la evapotranspiración es
mayor a mayor densidad de cultivo, y en
las fases media y de maduración.
El suelo: la evapotranspiración será mayor
a mayor humedad del suelo.
9 Nos referimos a un período de diez días, no de diez años.
•
•
•
5.3 Evapotranspiración
Las plantas extraen agua desde el suelo para
vivir y crecer. La mayor parte de este agua
no permanece en la planta sino que escapa
hacia la atmósfera en forma de vapor a través
de las hojas y tallos. Este proceso, que tiene
lugar predominantemente durante el día, es
llamado transpiración.
La evapotranspiración (ET) de un cultivo será
la suma del agua del suelo que es utilizada
por las plantas en el proceso de transpira-
ción, y la evaporación del agua del suelo que
rodea a la planta. En otras palabras, y como
ya apuntábamos en la sección 5.2.2, la eva-
potranspiración de un cultivo representa la
cantidad de agua utilizada por la planta y su
entorno. Dado que la mayor parte del agua
evapotranspirada escapa hacia la atmósfera
mediante ambos procesos, podemos decir en
gran medida que no regamos para las plantas
sino para la atmósfera.
71
5.3.1 Determinación de la
evapotranspiración de cultivo
Se denomina evapotranspiración máxima de
cultivo (ETC) a la evapotranspiración que tie-
ne lugar cuando no existe ninguna restricción
de agua en el suelo.
Para su determinación utilizaremos el método
detallado en Doorenbos y Pruitt (1977), en el
que la ETC se calcula mediante la fórmula:
ETC (mm/d)=ET0 × KC (5.4)
donde:
ET0 = Evapotranspiración de referencia
en mm/d
KC = Coeficiente de cultivo
(adimensional)
Evapotranspiración de referencia10
La ET0, se define como la evapotranspiración
de un cultivo de gramíneas (un pasto) de 8
– 10 cm de altura, suficientemente regado,
bien abonado y en buen estado sanitario. No
es necesario prestar demasiada atención a
esto. Lo que importa realmente es entender
que en el proceso de cálculo de la ETC se
parte de una ET0 que es la que se calcula
mediante fórmulas o se consulta en bases
de datos, y que luego se particulariza para
un determinado cultivo utilizando los coefi-
cientes de cultivo KC.
La determinación de ET0 se realiza a par-
tir de datos climáticos, empleando fórmulas
empíricas (Penman-FAO, Penman-Montei-
th, Hargreaves, Blaney-Criddle, método de
radiación, etc) calibradas localmente. Otro
método de estimación, corrientemente uti-
lizado es el del «evaporímetro de cubeta de
clase A».
10 El concepto de evapotranspiración de referencia (ET0
) ha sustituido al de evapotranspiración potencial
(ETP), que era el más corriente en el pasado y aún encontramos mencionado en la literatura más antigua.
–
–
Dada la escasez de estaciones climáticas en
Honduras, va a ser muy difícil que podamos
contar con los datos climáticos necesarios
para calcular la ET0 por cualquiera de las
fórmulas. Deberemos, pues, trabajar con da-
tos de ET0 ya calculados de la estación más
cercana al lugar del proyecto que disponga-
mos. En principio, las tres fuentes posibles
de información serán:
Las estaciones contenidas en la base de
datos de FAO. La manera de acceder a
estos datos se detalla en el Anexo J.
Los datos contenidos en Hargreaves
(1980), donde se habla de ETP y no de
ET0.
El Servicio Meteorológico Nacional.
Coeficientes de cultivo
Como apuntábamos antes, el factor KC se
utiliza para diferenciar la evapotranspiración
de un cultivo dado de la evapotranspiración
del pasto de referencia. Estas diferencias es-
tarán debidas principalmente a:
La diferente cobertura del suelo.
La diferente superficie foliar.
El diferente albedo (la reflexión de la
radiación solar por la cobertura planta
– suelo).
La diferente altura del cultivo.
No sólo existen diferencias en los KC de dife-
rentes cultivos. En un cultivo dado, el factor
KC también variará según lo hace la cantidad
de agua que extrae del suelo a medida que
se va desarrollando, desde la siembra hasta
la recolección. En los cultivos se diferencian
cuatro estados vegetativos o fases del cultivo
(ver Figura 28):
•
•
•
•
•
•
•
Manual práctico el para diseño de sistemas de minirriego
72 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Fase inicial: desde la siembra hasta que
existe un 10% de cobertura del suelo.
Fase de desarrollo: desde el 10% de co-
bertura hasta la cobertura máxima, lo cual
sucede habitualmente en el momento de
la floración.
Fase media: entre la floración y el inicio de
la madurez, cuando las hojas comienzan a
amarillear y caer, y los frutos a madurar.
Fase de maduración: desde la madurez
hasta la recolección.
El valor de KC irá variando a lo largo de las
fases tal y como muestra la línea a trazos de
la Figura 28. No obstante, se suele utilizar
una curva aproximada de trazos rectos similar
a la línea continua de la misma figura. Para
construir la curva de un cultivo anual dado
seguiremos el siguiente procedimiento:
Dividimos el ciclo de cultivo en las cua-
tro fases anteriores, para lo que podemos
consultar la tabla del Anexo K. Como ve-
mos en la tabla, para algunos cultivos (za-
•
•
•
•
1.
nahoria o maíz, por ejemplo) existen ciclos
de muy diferente longitud, luego debemos
en lo posible elegir el más cercano a las
condiciones locales del proyecto. A veces
no será posible encontrar uno idéntico al
de la variedad local, luego será necesa-
rio ajustar el más cercano de los de la
tabla.
Ejemplo:
Supongamos que queremos estimar la longitud de las cuatro fases de cultivo de la variedad
Bajío de maíz. Si miramos los diferentes ciclos de maíz que contiene la tabla del Anexo
K, podemos ver como hay maíces de 125, 140, 150, 170 y 180 días. Pero el maíz Bajío
es conocido por su gran precocidad, en torno a los 90 – 95 días de ciclo de cultivo. Lo
que podemos hacer es disminuir proporcionalmente las fases del ciclo más corto de los
de la tabla (125 días) para ajustar más o menos a los 90 – 95 días. Para ello:
Vemos cuánto más pequeño es 95 respecto 125:
95 / 125 = 0.76
Multiplicamos este factor por las fases de la tabla:
Inicial: 20 × 0.76 = 15 Desarrollo: 35 × 0.76 = 27
Media: 40 × 0.76 = 30 Final: 30 × 0.76 = 23
Comprobamos como 15 + 27 + 30 + 23 = 95
•
•
•
Una vez que contamos con la longitud en
días de las diferentes fases del cultivo, ne-
cesitamos los tres valores de KC que nos
sirven para dibujar la curva aproximada, es
decir, los valores KC ini, KC med y KC final que
vemos en la Figura 28.
A efectos de diseño podremos utilizar los
valores de KC de la Tabla 14, aunque en la
tabla del Anexo K se encuentran valores
particulares para cada cultivo.
Una vez que contamos con la duración
de las fases del cultivo y los valores de
KC podremos dibujar la curva. Durante las
fases inicial y media se dibujan líneas ho-
rizontales con los valores de KC ini y KC med
2.
3.
73
respectivamente. Durante la fase de de-
sarrollo se dibuja una diagonal ascendente
desde KC ini hasta KC med, y durante la fase
final se dibuja una diagonal descendente
desde KC med hasta KC final.
Los pastos y los frutales (excepto el banano)
constituyen casos especiales. En el caso de
los primeros, y en particular en el caso de
los de corte para heno, el cultivo pasa por
diferentes fases inicial, de desarrollo, media
y final entre cortes sucesivos, de tal manera
que el valor de KC sufre las fluctuaciones que
muestra el trazo continuo de la Figura 29.
No obstante, a efectos de diseño se sue-
le simplificar la curva a una similar a la de
trazo discontinuo, con un valor promedio de
KC. Para su construcción se procede de la
siguiente manera:
Se determinan los valores de KC ini y KC med
a partir de la Tabla 14, considerando el
pasto más similar al del proyecto, y la cli-
matología general de la zona.
Se considerarán sólo dos fases de cultivo,
una (Fase 1) que irá desde la siembra o pri-
mer rebrote hasta el primer corte o primer
pastoreo del año, y una segunda (Fase 2)
desde este momento hasta el último corte
o pastoreo.
Para dibujar la curva se traza una diago-
nal ascendente que irá desde el inicio del
cultivo (con un valor igual a KC ini) hasta
la mitad de la primera fase (con un valor
igual a KC med). Seguidamente se traza una
horizontal con un valor igual a KC med hasta
el final del cultivo.
1.
2.
3.
Figura 28 Cambios en los coeficientes de cultivo (KC
) a lo largo de diferentes fases.
inicial desarrollo media final
Curva real
Curva aproximada
Tiempo (días)
0.2
0.4
0.6
0.8
1.4
1.2
0
1
KC
KC final
KC med
KC ini
Fuente:Allenetal.(1998).
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
74 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Grupo de cultivos KC ini KC med KC fin
Hortalizas pequeñas (crucíferas,
apio, lechuga, zanahoria, espinaca,
cebolla, rábano, etc.)
0.70 1.05 0.95
Solanáceas (tomate, chile, pimiento,
berenjena)
0.60 1.15 0.80
Cucurbitáceas (pepino, ayote,
zapallo, pipián, melón, sandía)
0.50 1.00 0.80
Raíces y tubérculos (remolacha,
yuca, papa, camote)
0.50 1.10 0.95
Leguminosas (frijol, habichuela,
cacahuate, haba, arveja, soya)
0.40 1.15 0.55
Hortalizas perennes (alcachofa,
espárrago, fresa)
0.50 1.00 0.80
Cultivos oleaginosos (ricino, colza,
cártamo, ajonjolí, girasol)
0.35 1.15 0.35
Cereales (maíz, trigo, sorgo, arroz) 0.30 1.15 0.40
Pastos:
- Alfalfa
- Leguminosas
- Pasto para heno
- Pasto bajo pastoreo
H*
0.50
0.55
0.60
0.55
S*
0.40
0.55
0.55
0.50
H
0.85
1.00
0.80
0.95
S
0.95
1.05
0.90
1.00
Caña de azúcar 0.40 1.25 0.75
Banano 0.50 1.10 1.00
Piña 0.50 0.30 0.30
Cítricos
H
0.65
S
0.75
Frutales de hoja caduca
H
0.60
S
0.70
Aguacate
H
0.50
S
0.55
(*) H = clima húmedo; S = clima seco
Fuente: adaptado de Allen et al. (1998).
Valores de KC para fines de diseño.Tabla 14
75
En el caso de los frutales, el procedimiento
será muy sencillo ya que tomaremos un único
valor de KC para todo el año, de modo que
la curva será en la práctica una única línea
horizontal.
Figura 29 Cambios en los coeficientes de cultivo (KC
) en un pasto.
75
0.0
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
1.2
1.4
100 125
2do. corte
Fase 1 Fase 2
Día del año
3er. corte
fin
1er.
ciclo
ini
des med
150 175 200 225 250 275 300 325
KC med
KC ini
Fuente:Allenetal.(1998).
En el CD que acompaña al manual se pro-
porciona una archivo de Microsoft Excel®
que automatiza el cálculo de las máximas
necesidades netas según el procedimiento
explicado.
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
Revisar buenazo
77Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
6
Estudio
topográfico
78 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
79
6.1 PrPP orr cedidd mieii ntnn ott
Para la realización del estudio topográfico se
recomienda la utilización del nivel de mano
de tipo Abney, dado que a nuestro juicio ofre-
ce el equilibrio justo entre faff cilidad de uso,
precisión requerida y rapidez de trabaja o. En
el Anexo D se explica la utilización de dicho
instrumento.
6. Estudio topográfico
demás del nivel Abney será imprescindi-
ble una cinta métrica de al menos 30 m,
y recomendable contar con una brújú ula de
espeje o. Los datos tomados con este último
instrumento no son imprescindibles para el
levantamiento topográfico de la conducción
del sistema de riegogg , pero sí pueden ser útiles
Figura 30 Nivel de mano Abney, brújula de espejo y cinta métrica.
Manual práctico pararr diseño de sistemas de minirriego
80 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
en la topografía de las parcelas (imprescindi-
ble en parcelas en pendiente si se va a regar
por superficie o goteo) y en el replanteo del
sistema.
Para la realización del levantamiento se utiliza
el siguiente formato, en el que se anotan las
lecturas de los tres instrumentos así como
cualquier anotación que consideremos conve-
niente sobre el recorrido de la conducción:
Fecha: Hoja: / Comunidad:
Pto Lectura
horizontal
Lectura
vertical (*)
Distancia
(D)
Esquema
e0e1
e2
e3
Quebrada
e0
126º -3º 50’ 36 m
e1
135º -10º 40’ 25 m
e2
110º -5º 20’ 45 m
e3
(*) Ángulos hacia abajo negativos
Formato de toma de datos topográficos.Tabla 15
6.2 Cálculos
Una vez que, en el trabajo de campo, se han
recogido el ángulo horizontal, el vertical, y
la distancia, es hora de llevar a cabo el tra-
bajo de gabinete que nos va a proporcionar
las coordenadas geográficas (X, Y, Z) de los
puntos levantados.
Aunque, obviamente, este trabajo de gabi-
nete puede abreviarse enormemente con el
auxilio de calculadoras u hojas electrónicas
de cálculo (como Microsoft Excel©), es ne-
cesario conocer adecuadamente las fórmulas
trigonométricas que fundamentan este tra-
bajo. Con el fin de ilustrar apropiadamente el
proceso de cálculo, utilizaremos el formato
de la siguiente página.
La manera en la cual desarrollaremos el cál-
culo es la siguiente:
Comenzaremos asignando unas coorde-
nadas imaginarias a la primera estación
(e0), es decir, a la fuente o toma de donde
obtendremos el agua. En el ejemplo se
han asignado las coordenadas:
X = 10,000 m Y = 10,000 m
Z = 1,000 m
El valor de estas coordenadas es indiferen-
te ya que lo que estamos buscando son
coordenadas relativas entre las diferentes
estaciones. Si conociéramos la altitud real
de la fuente o toma, porque contamos con
un altímetro de precisión, podemos asig-
nar a la coordenada Z este valor.
1.
81
Calculamos la distancia geométrica acumula-
da para cada uno de los puntos. Por ejemplo,
del punto e0 al e1 hay 36 m, y del e1 al e2
25 m. Por lo tanto la distancia acumulada en
el punto e2 será de 36 + 25 = 61 m.
Con el fin de poder utilizar la calculadora
científica11
, necesitamos convertir los ángu-
los verticales que están en grados y minutos,
a grados no enteros (con decimales). Para
ello, dividiremos los minutos entre 60, y el
número obtenido se los sumaremos a los
grados si el ángulo es positivo, o se lo resta-
remos si es negativo. Por ejemplo:
El ángulo vertical entre e0 y e1 es -3º 50’.
Dividimos los 50 minutos entre 60:
50 / 60 = 0.83
Como el ángulo es negativo, restamos el
valor obtenido a los grados del ángulo:
–3º – 0.83 = –3.83 grados
El ángulo vertical entre e4 y e5 es +2º 3’.
Dividimos los 3 minutos entre 60:
3 / 60 = 0.05
Como el ángulo es positivo, sumamos el
valor obtenido a los grados del ángulo:
2º + 0.05 = 2.05 grados
Calculamos la diferencia de altitud ( Z) entre
la estaciones e0 y e1. La fórmula para hallar
dicha diferencia es:
Z = D × sen
Siguiendo con el ejemplo, entre las estacio-
nes e0 y e1 la diferencia de altitud será:
Z = 36 × sen (–3.83)
= 36 × (–0.0668) = –2.40
11 Debemos estar seguros que la calculadora está en
modo “DEG”.
2.
3.
•
•
4.
Pto
Lectura
vertical
()
Lectura
horizontal
()
Distancia
(grad)
Z
(Dsen)
|D·cos|
X
(|Dcos|
·sen)
Y
(|Dcos|
·cos)
X
(X+X)
Y
(Y+Y)
Z
(Z+Z)
(D)Acum.
e010000.0010000.001000.00
-3º50’126º36m36m-3.83-2.4035.9229.06-21.11
e110029.069978.89997.60
-10º40’135º25m61m-10.67-4.6324.5717.37-17.37
e210046.439961.51992.97
-5º20’110º45m106m-5.33-4.1844.8142.10-15.32
e310088.539946.19988.78
+2º3’200º15m121m2.050.5414.99-5.13-14.09
e410083.419932.10989.32
ProcesamientomanualdedatostopográficosTabla16
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
82 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
En la siguiente columna calcularemos el
valor de la distancia reducida a partir de la
distancia geométrica (la que hemos medi-
do en el campo, ver Figura 31) mediante
la fórmula12
:
|D cos |
En el ejemplo:
|36 × cos (–3.83)| = |36 × 0.9978|
= |35.92| = 35.92
La diferencia entre las coordenadas X
y las coordenadas Y está dado por la
fórmulas:
X = |D cos | × sen
= 35.92 × sen 126º
= 35.92 × 0.8090 = 29.06
Y = |D cos | × cos
= 35.92 × cos 126º
= 35.92 × (–0.5878) = –21.11
12 En lenguaje matemático, cualquier expresión comprendida entre dos barras verticales significa valor absoluto
de dicha expresión, es decir, el valor, desprendido de su signo. Por ejemplo,|73|=73,y|–73|=73.
5.
6.
Por ultimo, calcularemos las coordenadas
de e1 a partir de las de e0 mediante las
fórmulas:
X1 = X0 + X
= 10000 + 29.06 = 10029.06
Y1 = Y0 + Y
= 10000 – 21.11 = 9978.89
Z1 = Z0 + Z
= 1000 – 2.40 = 997.60
Procederemos de la misma manera con los
otros puntos.
Al final del Anexo D figuran los dos formatos
mencionados en este módulo, y el CD que
se proporciona con este manual incluye una
hoja de cálculo de Microsoft Excel®que
permite realizar todos los cálculos descritos
de manera automática.
7.
Figura 31 Distancias en topografía.
Distancia natural
Distancia geométrica
Distancia reducida
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 83
6.3 Dibujo de planos
Una vez que contemos con las coordenadas
geográficas de los puntos del levantamiento,
procederemos a dibujar el plano altimétrico
y el planimétrico.
El plano altimétrico (también llamado perfil
de la conducción o perfil longitudinal) será
el que utilizaremos posteriormente para el
cálculo hidráulico del sistema, de modo que
deberá ser dibujado con toda la precisión
posible. Utilizaremos para ello papel milime-
trado de escala métrica, es decir, el papel
milimetrado normal y corriente.
Para la construcción del plano se llevan las
distancias geométricas acumuladas y las co-
ordenadas Z de cada punto al plano. La Figu-
ra 32 muestra un ejemplo de plano altimétri-
co realizado con los puntos que se utilizaron
para elaborar la Tabla 16.
Las escalas del plano altimétrico son diferen-
tes para el eje vertical y el horizontal. Dentro
de lo posible elegiremos una escala vertical
1/100 para el eje vertical, aunque si el perfil
tuviera grandes desniveles y eso hiciera el
tamaño del plano poco manejable, podremos
optar por una escala 1/200 o 1/500. La es-
cala horizontal la elegiremos en función de la
vertical, entre 10 y 20 veces más pequeña.
Ejemplo:
Tenemos un levantamiento topográfico donde, una vez procesados los datos, ha resultado
un desnivel máximo de 130 metros y una distancia acumulada de 1.6 km. Para elegir las
escalas más adecuadas para el plano, procederemos de la siguiente manera:
Fijaremos primeramente la escala vertical. A escala 1/100, los 130 m de desnivel
máximo suponen 130 cm ya que:
130 m / 100 = 1.30 m = 130 cm
(alternativamente, podemos ayudarnos de la Tabla 17: 100 m a escala 1/100 son
100 cm, y 10 m son 100 mm = 10 cm; entonces 130 m serán 100 + 3 × 10 =
130 cm)
130 cm (1.3 m) puede ser un plano demasiado grande y poco manejable, de modo
que podemos optar por dibujar la escala vertical a 1/200. En este caso, los 130 m de
desnivel máximo ocuparían justamente la mitad, es decir 65 cm, que es ya un tamaño
más adecuado.
Para elegir la escala horizontal, dividiremos la vertical por 10 y por 20:
(1/200) / 10 = 1/2000 y (1/200) / 20 = 1/4000
Entre estas dos escalas posible elegiremos nuevamente la más manejable:
1600 m (1.6 km) a escala 1/2000 son: 1600/2000 = 0.8 m = 80 cm
1600 m a escala 1/4000 son: 1600/4000 = 0.4 m = 40 cm
Como 80 cm de largo es un tamaño de plano perfectamente manejable, nos quedamos
con esta escala horizontal por ser las más grande de las dos posibles.
•
•
•
•
•
84 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Distancia
real
Distancias en el plano a la escala correspondiente
1/100 1/200 1/500 1/1000 1/2000 1/4000 1/5000 1/10000
1 m 10 mm 5 mm 2 mm 1 mm – – – –
10 m 100 mm 50 mm 20 mm 10 mm 5 mm 2.5 mm 2 mm 1 mm
100 m 100 cm 50 cm 20 cm 10 cm 5 cm 2.5 cm 2 cm 1 cm
1000 m 1000 cm 500 cm 200 cm 100 cm 50 cm 25 cm 20 cm 10 cm
Equivalencias entre distancias reales y en el plano a diferentes escalas.Tabla 17
El plano planimétrico se elabora con el fin
de determinar la mejor situación de los ra-
males una vez que se sabe dónde deben ir
colocadas las tomas de agua de las parcelas.
También sirve para calcular el área de estas
si no fueran conocidas.
Para su construcción se llevan sobre pa-
pel milimetrado las coordenadas X y Y de
los puntos, eligiendo una escala de dibujo
para ambos ejes idéntica a la que hayamos
escogido para el eje horizontal del plano
altimétrico.
85
Planos altimétrico y planimétrico.Figura 32
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
Revisar buenazo
87Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
7
Predimensionamiento
88 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
89
El predimensionamiento tiene por objeto ob-
tener una estimación rápida en el campo de,
o bien el área que puede ser regada con un
caudal existente, o bien el caudal que nece-
sitaremos para regar una superficie dada.
7. Predimensionamiento
Debemos tener claro que los datos obteni-
dos en el predimensionamiento son tan solo
estimaciones, y por lo tanto en ningún caso
pueden sustituir los resultados obtenidos
en el diseño agronómico que veremos más
adelante.
7.1 Estimación de área regable
Se calcula a partir de la estimación del défi-
cit diario máximo o necesidad neta máxi-
ma. La necesidad neta máxima es la máxima
diferencia que se da durante el año prome-
dio entre precipitación y evapotranspiración
de las plantas. Dado que en Centroamérica
existe un período de verano muy marcado
donde prácticamente no llueve nada, la ne-
cesidad neta puede considerarse igual (es-
tamos predimensionando, no diseñando) a
la evapotranspiración máxima. La manera
de proceder es la siguiente:
Fuente: FRAG (1999).
Como dato de partida contamos con el
caudal aforado: por ejemplo, 4 L/s
a)
Máximo valor de la evapotranspiración
de referencia (ET0), que estimo a partir
de la Tabla 1813:
Supongamos que estamos en una región
con precipitación anual superior a los
1,200 mm, y con una temperatura media
diaria a lo largo del año comprendida entre
15 y 25ºC. El valor que deberemos esco-
ger, por tanto, para la ET0 estará compren-
dido entre 3 y 4 mm/día. Elegimos el valor
de 4 mm/día = 4 L/m2/día.
13 Los valores de precipitación anual y temperatura media diaria anual pueden estimarse si se desconocen a
partir de los mapas del Anexo O.
b)
Valores de ET0 calculados de acuerdo a cada zona climática.Tabla 18
Zona climática
Precipitación anual
(mm)
Temperatura media diaria
< 15 ºC 15 – 25 ºC > 25 ºC
Árida 100 – 400 4 – 6 7 – 8 9 – 10
Semiárida 400 – 600 4 – 5 6 – 7 8 – 9
Subhúmeda 600 – 1200 3 – 4 5 – 6 7 – 8
Húmeda > 1200 1 – 2 3 – 4 5 – 6
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
90 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
La superficie máxima se calcula según
la fórmula:
(7.3)
Siendo Q el caudal de la fuente o toma de
río. Esta fórmula también puede expresar-
se en manzanas:
(7.4)
Que aplicándola para los datos del
ejemplo:
También puede simplificarse la fórmula a
partir de los datos iniciales:
(7.5)
f)Estimación de necesidades netas máxi-
mas, a partir de la fórmula:
Nn = 0.9 × ET0
= 0.9 × 4 = 3.6 mm/d (7.1)
Estimamos la eficiencia de aplicación de
riego (Ea) en función del sistema de riego
que prevemos utilizar:
Goteo: 90%
Aspersión: 75%
Superficie: 50%
Supongamos que, por las pendientes exis-
tentes en el lugar del proyecto, el sistema
de distribución va a ser mediante asper-
sión, de modo que Ea tomará el valor de
0.75.
Estimamos las necesidades brutas:
(7.2)
c)
d)
e)
b
2
N
243600Q(L/s)
)(mS
bN
Q(L/s)12.3
(Mz)S
Mz10.25
mm/d4.8
L/s412.3
S
7.2 Caudal continuo14 mínimo que necesitamos
para regar una determinada área
En este caso, simplemente despejaríamos el
caudal de la última ecuación de la sección
anterior:
(7.6)
Si por ejemplo contásemos con un terreno
de siete manzanas que quisiéramos regar por
aspersión, y estuviéramos situados en una
14 Caudal continuo es aquel que rinde un nacimiento o una toma de un río, es decir, los tipos de cau-
dales que habitualmente aforamos. Se contrapone al concepto de caudal instantáneo que es el que
rinde por ejemplo un tanque de almacenamiento que se llena durante la noche.
a
0
E13.7
ET(Mz)S
Q(L/s)
zona climática húmeda con un déficit diario
máximo de 4 mm/d:
L/s2.7
0.7513.7
mm/d4Mz7
Q
Nb =
Nn
=
3.6
Ea 0.75
= 4.8 mm/día = 4.8 L/m²/día
S (Mz) =
Q(L/s) × 3600 × 24 × Ea (%)
ET0 (mm/d) × 10000 × 0.7
=
13.7 × Q(L/s) × Ea
ET0
91Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
8
Elección del
sistema de riego
92 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 93
Conviene aclarar un concepto con el que
habitualmente existe mucha confusión. Un
sistema de riego está constituido de manera
simplificada por una línea de conducción del
agua, y una red de distribución. La línea de
conducción es la que lleva el agua desde la
fuente, pozo o toma de río hasta el inicio de
cada parcela. En función del procedimiento
de impulsión del agua en la línea de con-
ducción, existen principalmente sistemas de
riego por bombeo (ya sea la bomba eléctri-
ca, de combustión o solar) o sistemas por
gravedad.
Por otra parte, la red de distribución es la que
se encarga de repartir el agua en las propias
parcelas desde la toma de estas. Así, exis-
ten principalmente tres variantes que son el
riego por superficie, el riego por aspersión, y
el riego localizado (siendo el riego por goteo
el principal riego de este tipo), con todas sus
variantes conocidas.
Existen así, pues, todas las combinaciones
posibles: riego por goteo por gravedad, riego
por aspersión por bombeo, etc.
8. Elección del sistema de riego
Riego por
superficie
Riego por as-
persión a alta
presión
Riego por as-
persión a baja
presión
Riego por goteo
Costo de inversión Bajo en terreno
plano
Elevado Elevado Elevado
Necesidades energéticas
(para bombeo)
Bajo o nulo Elevado Mediano Bajo
Nivel técnico necesa-
rio para la operación y
mantenimiento
Bajo Mediano Mediano Elevado
Carga de trabajo para la
operación
Elevado Bajo Mediano Bajo
Eficiencia del riego Baja (50
– 70%)
Elevada
De mediana
a elevada
Elevada
Costo del riego (por hora
de trabajo)
De bajo a
mediano
Elevado
De mediano
a elevado
Elevado
Comentarios No conviene
en terrenos
arenosos o
accidentados
Utilización muy
flexible
Posibles
problemas
fitosanitarios
Posibles
problemas
fitosanitarios
Conveniente
para cultivos
de alto valor
agregado o con
aguas salinas
Fuente: CIRAD (2002).
Ventajas e inconvenientes de los principales sistemas de riego.Tabla 19
94 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
En condiciones óptimas, y considerando las
condiciones socioeconómicas donde suelen
instalarse minirriegos, será siempre prefe-
rible el riego por aspersión debido a sus
menores costos de inversión (menos de US$
2,500/ha para aspersión contra no menos
de US$ 3,500/ha en el caso del goteo) y
mantenimiento. No obstante, deberá insta-
larse riego por superficie en las siguientes
circunstancias:
La existencia de fuerte vientos en ve-
rano (superiores a 18 km/h o 5 m/s)
que obligan a grandes traslapes de los
aspersores y por lo tanto a mayores inver-
siones.
Pensando en sistemas por gravedad, el
que exista poca carga dinámica total15
,
ya que sólo las presiones de trabajos de
la mayoría de los aspersores exigen entre
25 y 70 PSI (20 - 80 m).
15 Diferencia de altura entre la toma de las parcelas y la última superficie libre de agua, normalmente una caja
rompepresión, una caja reunidora, o la captación misma.
a)
b)
El riego por goteo, pese a sus inherentes limi-
taciones en cuanto a sostenibilidad y facilidad
de operación y mantenimiento, será la única
opción disponible en los siguientes casos:
Que la cantidad de agua sea una limi-
tante, ya que de manera general el riego
por goteo utiliza un 20% menos de caudal
para regar una superficie dada que el riego
por aspersión, y hasta el 50% menos que
el riego por superficie. No obstante, menos
riego pero mejor manejado (es más fácil la
operación y mantenimiento del riego por
aspersión) puede ser preferible en el caso
de productores con poca experiencia.
Suelos con muy baja permeabilidad, por
debajo de 5 mm/h.
Agua disponible para riego con alta
salinidad.
a)
b)
c)
95Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
9
Proceso general
de diseño
96 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
97
En la Figura 33 se representa esquemática-
mente el proceso a seguir para el diseño de
una instalación de minirriego.
Ya se ha comentado anteriormente la impor-
tancia capital que los factores socioeconómi-
cos (oportunidades de mercado, experiencia
previa de los productores, organización, par-
9. Proceso general de diseño
ticipación, etc.) tienen en el éxito y sostenibi-
lidad de los sistemas de riego. No obstante,
el análisis detallado de estos factores queda
fuera de los objetivos de este manual, de
modo que limitaremos el estudio de los datos
de partida a los condicionantes físicos: agua,
suelo, cultivo, clima, y topografía.
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
98 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Fuente:elaboraciónpropia.
Selección
delsistema
deriego
Oportunidades
demercado
Diseño
agronómico
Diseño
hidráulico
Viento
Evapotrans-
piración
Precipita-
ciónProfundidad
Datosdepartida
Resultadosdeldiseño
agronómico
Leyenda
Texturay
estructura
Experienciade
losproductores
Selecciónde
cultivo(s)
Necesidades
brutasototales
Características
físicasdelsuelo
Diseñodela
conducción
Diseñodela
distribución
Instalación
InfiltraciónCcyPMP
Caudal
disponible
Superficie
bajoriego
Topografía
delterreno
Parámetros
deriego
Caudal
delagua
Necesidadesde
lavadodesales
Necesidades
netasderiego
Clima
Figura33Variablesqueinteraccionanparadeterminarelpotencialproductivodeuncultivo.
•Tiempodeaplicación
•Intervaloentreriesgos
•Dósisderiego
•Pluviometría
99Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
10
Diseño
agronómico
100 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 101
10.1 Cálculo de las necesidades
netas de riego máximas
En este primer proceso determinaremos las
necesidades netas de riego máximas, para
las cuales diseñaremos el sistema. El pro-
cedimiento a seguir consta de los siguientes
pasos:
Paso 1 Cálculo de la precipitación
confiable al 75%
Tal y como se detallaba en la sección 5.2.2,
dado que los datos han sido obtenidos de
10. Diseño agronómico
Para ilustrar adecuadamente el pro-
ceso de diseño agronómico llevare-
mos a cabo los cálculos sobre datos
reales de un proyecto de riego en la
comunidad de Nueva Zona, muni-
cipio de Zacapa, departamento de
Santa Bárbara.
Los datos climáticos más cercanos
son los de la estación de Santa Bár-
bara que pueden encontrarse en la
publicación de Hargreaves (colum-
nas b, c y d de la Tabla 20).
Unos últimos datos para el diseño:
Los cultivos que se pretenden de-
sarrollar en la zona son maíz para
elote y pasto Camerún.
Son seis productores los cuales
tienen pensado regar media man-
zana cada uno.
El caudal de la fuente ha sido afo-
rado y rinde 2 L/s.
•
•
•
(a) (b) (c) (d) (e)
Mes
Ppt.
(mm/mes)
ET0
(mm/mes)
Ppt. 75%
(mm/mes)
Pe
(mm/mes)
Enero 28 128 3 3.0
Febrero 16 133 0 0.0
Marzo 9 173 1 1.0
Abril 32 177 1 1.0
Mayo 80 180 4 4.0
Junio 185 156 88 75.6
Julio 208 154 111 91.3
Agosto 210 153 144 110.8
Sep-
tiembre
226 131 107 88.7
Octubre 117 129 64 57.4
Noviem-
bre
70 120 41 38.3
Diciem-
bre
51 117 36 33.9
Datos climáticos de la estación
de Santa Bárbara.
Tabla 20
Hargreaves, esta publicación nos proporcio-
na directamente los datos de precipitación
confiable al 75%, los cuales se muestran en
la columna (d) de la Tabla 20.
Paso 2 Cálculo de la precipitación
efectiva
Aplicando las fórmulas de la USSCS (Sección
5.2.3), resultan los valores de la columna (e)
de la Tabla 20.
102 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Paso 3 Obtención de los datos de
cultivo necesarios para dibujar las curvas
del factor KC
Necesitamos para cada uno de los cultivos
la siguiente información:
Fechas de siembra. Las aproximamos al
día 1, el 11 ó el 21 del mes, para los fines
que veremos en el paso 4.
Ciclo total de cultivo.
Días para cada estado vegetativo.
Factores Kc para cada estado vegetativo.
•
•
•
•
Datos de los cultivos del
proyecto.
Tabla 21
Maíz Camerún
Fechas de siembra
1 – nov
11 – feb
–
Ciclo total de cultivo 100 días 365 días
Fases de cultivo:
– inicial
– desarrollo
– media
– final
22
33
33
12
–
Valores de KC:
– KC ini
– KC med
– KC fin
0.30
1.15
1.05
–
0.80
–
Debemos hacer dos consideraciones por lo
particular de los cultivos del ejemplo:
Como el maíz es para elote, no sería lógico
utilizar los valores promedio de la Tabla 14
ya que estos están pensados para reco-
lección de grano. Por tanto, recurrimos a
la tabla general del Anexo K, y utilizamos
los valores correspondientes al maíz dul-
ce. Como ninguno de los ciclos se ajustan
exactamente a los 100 días, utilizamos el
de 90 y lo aumentamos proporcionalmen-
te de manera que el total de días de cada
fase sumen los 100 días buscados.
•
En el caso del pasto Camerún, este es
un pasto sin período de dormancia y que
por lo tanto no va a tener una fase de re-
brote. Le suponemos ya establecido, de
modo que sólo será necesario considerar
el factor KC med de la Tabla 14.
Paso 4 Cálculo de la ETC y de las
necesidades netas de riego máximas
Para el cálculo de la ETC, deberemos tener en
cuenta los dos posibles ciclos del maíz (para
el sembrado en noviembre y para el sembra-
do en febrero) y el ciclo del pasto. Para cada
uno de ellos, y comenzando como ejemplo
con el primer ciclo del maíz, seguimos el pro-
cedimiento de la Figura 34.
Dibujaremos la curva de KC tal y como
se explicó en la sección 5.3. El resulta-
do será el mostrado en la gráfica de la
Figura 34.
Procederemos seguidamente a rellenar
una tabla como la de la Figura 34,donde
en las columnas se llevan los meses du-
rante los cuales transcurre el cultivo (de
1 de noviembre a 10 de febrero en este
caso), dividiéndolos en décadas (períodos
de diez días).
En la fila (a) llevamos los datos de la ET0
en mm/mes (los de la Tabla 20).
En la fila (b), para las tres décadas de cada
mes, calculamos el valor de la ET0
en
mm/día, para lo que dividiremos los mm/mes
entre el número de días del mes en cues-
tión. Así, por ejemplo, para el mes de
diciembre, el valor de la ET0
diaria será:
117.0 / 31 = 3.8 mm/día.
Para cada década, calcularemos ahora a
partir del gráfico el valor aproximado del
factor KC
en el punto medio de la década.
Por ejemplo, cuando comienza la primera
década de diciembre el cultivo lleva 30 días
•
i.
ii.
iii.
iv.
v.
103
desde que se sembró, y cuando termine
esta primera década llevará 40 días. El
punto medio de la década serán, por tan-
to, 35 días de cultivo. Con este valor en
abscisas, el factor de cultivo que corres-
ponde (ver las líneas a trazos) será 0.66,
el cual se coloca en la fila (c).
En la fila (d) se calculará para cada déca-
da el valor de la ETC, multiplicando el valor
de la ET0 por el factor de cultivo. Así, en
la primera década de diciembre:
ETC = KC × ET0 = 0.66 × 3.8
= 2.5 mm/d
vi.
En la fila (e) se colocan los valores de pre-
cipitación efectiva mensual (Tabla 20), y
en la (f) se pasan a precipitación efectiva
diaria dividiendo entre el número de días
del mes. Por ejemplo, para el mes de di-
ciembre la Pe diaria será:
33.9 / 31 = 1.1 mm/día
Se calculan ahora las necesidades netas
diarias de riego como:
Nn = ETC – Pe (10.1)
vii.
viii.
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
Figura 34 Ejemplo de cálculo de necesidades netas de riego.
Días de cultivo
Kc
0.00
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
0.20
0.40
0.60
0.80
1.00
1.20
1.40
Mes
Década
a) ETo (mm/mes)
b) ETo (mm/d)
c) Kc
d) ETc
e) P75%eft. (mm/mes)
f) P75%ef. (mm/d)
g) Nn (mm/d)
Noviembre
I II III
120.0 – –
4.0 4.0 4.0
0.30 0.30 0.40
1.2 1.2 1.6
38.3 – –
1.3 1.3 1.3
0.0 0.0 0.3
117.0 – –
3.8 3.8 3.8
0.66 0.92 1.15
2.5 3.5 4.4
33.9 – –
1.1 1.1 1.1
1.4 2.4 3.3
128.0 – –
4.1 4.1 4.1
1.15 1.15 1.15
4.7 4.7 4.7
3.0 – –
0.1 0.1 0.1
4.6 4.6 4.6
133.0 – –
4.8 4.8 4.8
1.09 0 0
5.2 0 4.4
0 – –
0 0 0
5.2 0 0
Diciembre
I II III
Enero
I II III
Febrero
I II III
104 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
que en el caso de la primera década de
diciembre serán 2.5 – 1.1 = 1.4 mm/día.
Una observación, las necesidades netas
no pueden ser, obviamente, menores que
cero. Por ejemplo, en la primera década de
noviembre la Pe es mayor que la ETC, luego
obviamente el riego es innecesario.
Por último, las necesidades netas dia-
rias máximas serán el máximo valor de
la fila (g). En el ejemplo podemos ver
cómo son justamente las de la última
década de cultivo, 5.2 mm/día, lo cual es
absolutamente coherente con el hecho de
que la ETC sea aun elevada, y las precipi-
taciones en ese mes inexistentes.
El paso 4 se repetirá de manera similar para
el ciclo del maíz con siembra en febrero. La
curva será idéntica por ser el mismo ciclo,
pero variarán los valores de ET0 y Pe, por lo
tanto las necesidades netas serán diferen-
tes. El valor de Nn máxima para este ciclo de
cultivo es de 7.0 mm/d, el cuál tiene lugar en
la primera década del mes de mayo.
En el caso del pasto, la curva del factor de
cultivo será en realidad una recta con un
valor constante igual a 0.80. En estos ca-
sos (pastos sin período de dormancia, o
frutales), no será necesario realizar todo el
proceso por décadas y bastará con elaborar
una tabla como la 22, donde, como ya sa-
bemos:
Los valores diarios de la ET0 y Pe se cal-
culan a partir de los de la Tabla 20 divi-
ix.
•
Cálculo de necesidades netas
para cultivos anuales.
Tabla 22
Mes
ET0
(mm/d)
ETC
(mm/d)
Pe
(mm/d)
Nn
(mm/d)
Enero 4.1 3.3 0.1 3.2
Febrero 4.8 3.8 0.0 3.8
Marzo 5.6 4.5 0.0 4.5
Abril 5.9 4.7 0.0 4.7
Mayo 5.8 4.6 0.1 4.5
Junio 5.2 4.2 2.5 1.7
Julio 5.0 4.0 2.9 1.1
Agosto 4.9 3.9 3.6 0.3
Septiembre 4.4 3.5 3.0 0.5
Octubre 4.2 3.4 1.9 1.5
Noviembre 4.0 3.2 1.3 1.9
Diciembre 3.8 3.0 1.1 1.9
Como vemos en la tabla, las máximas nece-
sidades netas para el pasto corresponden al
mes de abril y son de 4.7 mm/d.
Por consiguiente, habiendo realizado el cál-
culo de máximas Nn para las posibles alterna-
tivas de cultivo, se escogerá como máxima Nn
de diseño la máxima de todas. En el ejemplo
serán los 7.0 mm/d del maíz para elote sem-
brado en febrero.
diéndolos entre el número de días del mes
respectivo.
ETC = KC × ET0 = 0.8 × ET0
(en este ejemplo)
Nn = ETC – Pe
•
•
10.2 Cálculo de los parámetros de riego
Paso 1 Datos de suelo
Se determinó mediante un ensayo al tacto
(ver Anexo H) que la textura de las parcelas
de riego es franco – arcillosa. Como no se
disponía de infiltrómetro de doble anillo, se
recurrió a los datos de la Tabla 10:
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 105
Infiltración básica (Ib): 8 mm/h
Densidad aparente (da): 1.35 g/cm3
Capacidad de campo (CC): 27% ( g)
Punto de marchitez permanente (PMP):
13% ( g)
Paso 2 Profundidad efectiva de raíces
(Pr).
Considerando los dos cultivos de la alterna-
tiva planteada, podemos estimar un valor
promedio para Pr a partir de los datos de la
Tabla 11 de 0.7 m.
Paso 3 Cálculo del agua utilizable
La calcularemos mediante la ecuación 4.9:
AU = 10 × (CC – PMP) × da × Pr
= 10 × (27 – 13) × 1.35 × 0.7
= 132 mm
Paso 4 Dosis neta de riego (Dn)
Dada la alternativa de cultivos de la zona
del proyecto, al no ser ninguno un cultivo
en extremo delicado, podemos considerar
un déficit permisible de manejo (DPM) del
50%. Por tanto, y tal y como se explicaba
al final de la sección 4.4.1, la dosis neta de
riego será:
Dn = DPM × AU / 100
= 50 × 132 / 100 = 66 mm
Paso 5 Máximo intervalo entre riegos
El máximo intervalo entre riegos será el máxi-
mo tiempo que puedo dejar entre dos riegos
consecutivos de tal manera que el déficit de
humedad no sea inferior al DPM. Gráficamen-
te, se puede observar la separación entre rie-
gos en la Figura 25b como la distancia entre
las barras verticales que representan cada
riego. Se calcula mediante la fórmula:
IM (días) = Dn (mm) / Nn (mm/día) (10.2)
•
•
•
•
y se ajusta a un número entero. Con los da-
tos del ejemplo:
IM = 66 / 7.0 = 9.4 días ‡ IM = 9 días
Debe quedar claro que este es un intervalo
máximo por razones agronómicas, el cual
podrá ser menor si así lo estimamos conve-
niente. Por ejemplo, en el proyecto de ejem-
plo, son seis regantes los que se pretende
dotar de riego, de modo que parece lógico
que el intervalo entre riegos sea de 6 días con
el fin de ajustar mejor los turnos. Así:
I = 6 días
Paso 6 Dosis neta ajustada (Dn aj)
Como hemos variado el intervalo entre riegos
respecto al máximo de 9.4 días (por el ajuste
a número entero y por el ajuste al número
de regantes), es necesario recalcular la do-
sis neta de agua que se deberá aplicar en
cada riego:
Dn aj = I × Nn = 6 × 7.0 = 42 mm
No olvidemos que esta dosis no es más que
una medida de volumen, hablamos de aplicar
42 litros de agua por cada metro cuadrado
de suelo.
Paso 7 Dosis bruta de riego (Db)
En los sistemas de riego siempre se producen
una serie de pérdidas tanto en la conduc-
ción del agua hasta la parcela (roturas, fugas,
etc.) como en la aplicación del agua al cultivo
(percolación, viento, escorrentía, etc.). Con
el fin de asegurarnos de que la cantidad de
agua que se necesita llega efectivamente al
cultivo, se suele aplicar una cantidad ligera-
mente superior a la estrictamente necesaria
(la Dn aj) que dependerá en gran medida del
sistema de riego utilizado. El cálculo de la Db
se realizará con la siguiente fórmula:
Db (mm) = 100 × Dn aj (mm) / Ea (%)
(10.3)
106 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
donde Ea es la denominada eficiencia de
aplicación del sistema de riego. A efectos
de diseño, este factor tomará los siguientes
valores:
donde recordemos que Ib es la tasa de infil-
tración básica del suelo, y fp es un factor de
reducción por la pendiente que está dado
por la Tabla 24.
Eficiencia de aplicación.Tabla 23
Sistema de riego Ea
Aspersión 75%
Goteo 90%
Superficie 50%
Dado que el sistema que se pretende insta-
lar en el proyecto es por aspersión, la dosis
bruta de riego será:
Db = 100 × 42 / 75 = 56 mm
Paso 8 Tiempo de aplicación (ta)
El tiempo de aplicación no es más que el
tiempo que deberá estar regando cada as-
persor para poder aplicar la dosis bruta cal-
culada en el paso anterior. Este tiempo de
aplicación dependerá de dos factores:
La tasa de infiltración básica del suelo. La
dosis bruta de riego (el volumen de agua)
deberá aplicarse en un tiempo lo suficien-
temente largo como para que no se pro-
duzca encharcamiento.
La pendiente del terreno. En aspersión
(sólo sucede en este método de riego), si
la pendiente del terreno es muy pronun-
ciada, puede producirse escorrentía si el
caudal que lanzan los aspersores es de-
masiado alto, aun cuando ese caudal sea
menor a la tasa de infiltración básica.
El tiempo mínimo de aplicación se calcula
mediante la fórmula:
(10.4)
•
•
(%)f(mm/h)I
(mm)D100
(h)t
pb
b
mina
Valores del factor de
reducción por la pendiente.
Tabla 24
Pendiente fp
0 – 8% 100%
9 – 20% 80%
> 20% 60%
La pendiente media de las parcelas podemos
averiguarla con el mismo nivel Abney que
hayamos utilizado para la topografía, o con
un simple nivel A.
En el ejemplo que estamos desarrollando va-
mos a suponer una pendiente media de las
parcelas del 10%. Por tanto, sustituyendo
además con el resto de los datos, el tiempo
mínimo de aplicación será:
horas8.75
808
56100
t mina =
×
×
=
Paso 9 Necesidades brutas (Nb)
Antes de explicar el cálculo de estas, de-
bemos insistir nuevamente en la diferencia
entre necesidad y dosis de riego. La necesi-
dad es el volumen diario que necesitamos
aportar a la planta por día. Como no regamos
todos los días sino que utilizamos el suelo
como “almacén” de agua, el día que regue-
mos deberemos aportar el agua de ese día
más el de todos los días que hemos pasado
sin regar. Es decir, si por ejemplo dejamos
entre riego y riego (el intervalo entre riegos)
cinco días, el día que reguemos deberemos
aportar las necesidades de los cinco días, las
cuales quedarán “almacenadas” en el suelo y
serán absorbidas poco a poco por la planta.
Estas necesidades para el total de cinco días
107
es lo que denominamos la dosis. En términos
técnicos tendremos que:
D = N × I (10.5)
donde D es la dosis, N las necesidades dia-
rias, e I el intervalo entre riegos.
Una vez repasados estos conceptos, calcula-
mos ahora las necesidades brutas de riego,
las cuales necesitamos para el paso siguiente
y están dadas por la fórmula:
Nb (mm) = 100 × Nn (mm) / Ea (%) (10.6)
que en el ejemplo que nos ocupa toman el
valor de:
Nb = 100 × 7.0 / 75 = 9.3 mm
Paso 10 Área regable o caudal
necesario
Antes de explicar el procedimiento en este
paso, es necesario desterrar un error que fre-
cuentemente se escucha en boca de produc-
tores y algunos técnicos. En riego, el hecho
de construir un tanque de almacenamiento
no nos va a permitir regar más área, sino
que nos hace posible regar el mismo área en
menos tiempo, y por tanto, con más como-
didad. Debemos considerar el hecho de que
en riego, al contrario que pasa con los sis-
temas de agua potable, es posible establecer
turnos de tal manera que el caudal que esté
saliendo por el conjunto de aspersores en
un solo turno sea igual al proporcionado
por la fuente, por el pozo, o por la toma del
río. Estableciendo turnos lo suficientemente
largos que permitan dejar los aspersores re-
gando por la noche, el sistema está operando
durante prácticamente todo el día y nos aho-
rramos la necesidad (y el costo) de construir
un tanque de almacenamiento.
Como en el caso del predimensionamiento
(ver módulo 7), podemos tener dos situa-
ciones:
Paso 10a. Caudal mínimo necesario para
regar una superficie dada.
Lo calcularemos mediante la fórmula:
(10.7)
donde:
Qm = caudal mínimo
S = superficie regable.
tos = tiempo de operación del
sistema.
Paso 10b. Superficie máxima regable con
una caudal dado.
Con la fórmula anterior pero despejando
la superficie:
(10.8)
donde SM es la superficie máxima.
La clave principal de estas dos ecuaciones
es determinar previamente el tiempo de
operación del sistema. El valor que se sue-
le tomar es el de 21 horas, de tal manera
que siempre existen tres horas disponibles
durante el día para cambios de turno, repa-
raciones, etc. Esto suele implicar caudales
ligeramente superiores (14%) o superficies
de riego ligeramente inferiores (12.5%) a los
potenciales16
.
Considerando el ejemplo con el que venimos
trabajando, tenemos que ver la superficie
máxima regable considerando el caudal de
16 En el caso de ríos y quebradas con caudal suficiente, siempre podremos tomar algo más de agua con el fin
de compensar la pérdida en superficie que se produce al tomar un tos de 21 horas.
•
–
–
–
•
(h)t3600
)(mS(mm/d)N
(L/s)Q
os
2
b
m
(mm/d)N
(L/s)Q(h)t3600
)(mS
b
os2
M
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
108 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
2 L/s y un tos de 21 horas. Aplicando la ecua-
ción del paso 10b:
2
M m16,258
9.3
2213600
S
Como vemos esta superficie es inferior a la
deseada por los productores (0.5 Mz por pro-
ductor = 21,000 m2
), o en otras palabras, el
caudal es insuficiente para regar la superficie
deseada.
No obstante, podremos utilizar un tos de 24
horas en los dos casos siguientes:
Que la utilización del valor de 21 horas
provoque disminuciones apreciables en
la superficie de riego por productor. Si el
presupuesto del que disponemos nos lo
permite, podemos construir un pequeño
tanque que almacene el caudal suminis-
trado por la fuente o toma en cinco horas
como máximo.
1.
Ejemplo:
¿Qué superficie podrán regar un productor que es propietario de una fuente que rinde
0.15 L/s si las Nb son de 9.4 mm/d?
Aplicando la ecuación con un tos de 21 horas:
La superficie que podría regar con el volumen total de agua, utilizando por tanto un tos
de 24 horas, sería de 1,378 m², una ganancia de 172 m² que no es nada despreciable
considerando que es un solo productor.
En este caso puede justificarse la construcción de un pequeño tanque de tal manera
que aprovechemos realmente el volumen total de agua disponible. Si almacenáramos en
ese tanque el volumen de agua proporcionado por la fuente en tres horas, su volumen
debería ser de:
0.15 L/s × 3600 s/h × 3 h = 2,160 L = 2.1 m³
El tamaño del tanque es muy reducido y perfectamente factible, pudiéndose incluso
aprovechar la construcción de la caja reunidora de la fuente como tanque al efecto.
2
M m1,206
9.4
0.15213600
S =
××
=
Que exista un tanque ya construido. En
este caso procederemos de la siguiente
manera:
ß Primeramente, con el fin de optimizar el
tamaño del tanque y aprovechar toda su
capacidad, calcularemos el tos máximo
mediante la ecuación:
(10.9)
donde Vt es el volumen del tanque y las
demás variables ya son conocidas.
ß Seguidamente calcularemos el caudal
instantáneo(Qi
). El caudal que propor-
ciona un pozo, un naciente o una toma
de río se denomina también caudal con-
tinuo, pues es el caudal que la fuente de
agua, sea del tipo que sea, proporciona
de manera continua. El caudal instantá-
neo es en cambio el proporcionado por
2.
(L/s)Q3.6
)(mV
24(h)t
3
t
os
×
−
109
un tanque de almacenamiento que ha
estado llenándose durante un número
determinado de horas. Obviamente, el
caudal continuo de un tanque siempre
será mayor que el continuo de la fuen-
te con la que se llena el tanque, pues
al abrir la llave del mismo saldrá tan-
ta agua como la que está entrando (el
caudal continuo), más parte del agua
almacenada.
La fórmula para calcular el caudal ins-
tantáneo de un tanque es la siguiente:
(10.10)
siendo Qi el caudal instantáneo y Q el
caudal de la fuente, pozo o toma (el
caudal continuo).
ß Por último, calcularemos la superficie
máxima regable con la misma ecuación
que se mostró arriba, pero sustituyendo
el caudal continuo por el instantáneo:
(10.11)
(h)t3.6
)(mV
(L/s)Q(L/s)Q
os
3
t
i
(mm/d)N
(L/s)Q(h)t3600
)(mS
b
ios2
M
Ejemplo:
Supongamos que en el lugar del proyecto de ejemplo con el que venimos trabajando,
existiera un tanque abandonado de un antiguo sistema de agua potable de 40 m³ de
capacidad.
Inicialmente calcularíamos el tos máximo:
Como el tos máximo es de 18.4 horas, podemos suponer un tos de 18 horas. Calculare-
mos ahora el caudal instantáneo:
Por último calculamos la superficie máxima regable:
Como podemos observar, la superficie de riego es efectivamente algo mayor a la que
calculamos sin tanque (16,258 m²). Pero esto no es consecuencia del tanque en sí, sino
de que estamos utilizando prácticamente las 24 horas de caudal (las 18 de operación
más las aproximadamente 5 horas y media que toma el tanque para llenarse).
Un aumento en el área regable de apenas un quinto de hectárea (algo más de cuatro
tareas) nunca compensará la construcción de un tanque de 40 m³ de capacidad. Pero si
ya existiera, podremos aprovecharlo para no sólo aumentar ligeramente el área de riego
(ese 12.5% que perdemos utilizando 21 horas de tos), sino también para que la opera-
ción sea más cómoda, reduciendo la duración de las jornadas de riego (de 21 horas a
18 en este ejemplo).
horas18.45.624
23.6
40
24tos =−=
×
−
L/s2.6
183.6
40
2(L/s)Q i =
×
+=
2
m18,116
9.3
2.6183,600
SM =
××
=
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
110 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Paso 11 Selección del aspersor
A la hora de seleccionar el tipo de aspersor
con el que regaremos, debemos hacer las
siguientes consideraciones:
No es válido cualquier aspersor para el
sistema de riego que estemos diseñando.
Cada aspersor tiene su rango de funcio-
namiento óptimo según la presión dispo-
nible. Un aspersor pequeño funcionará
mejor con presiones entre 15 y 30 mca
(metros de columna de agua), mientras
que un aspersor de mayor tamaño se-
guramente esté diseñado para funcionar
óptimamente entre 25 y 70 mca de pre-
sión. Además, un mismo aspersor rendirá
un caudal diferente y tendrá un alcance17
distinto según la presión a la que esté
funcionando. Y para complicar aun más
17 Este se mide con el denominado diámetro húmedo, Dh, el cual no es exactamente el alcance máximo sino
una distancia donde llega aun una cantidad apreciable de agua. Para una explicación más detallada, consultar
el Anexo E.
•
la cuestión, los aspersores fabricados por
las firmas más prestigiosas permiten cam-
biar las boquillas, con lo que un mismo
aspersor a una misma presión rendirá cau-
dales diferentes y tendrá alcances distintos
según la boquilla.
Esto hace necesario que debamos contar
con los datos técnicos de los aspersores
que potencialmente podemos utilizar en el
proyecto. Todas las firmas prestigiosas de
aspersores proporcionan estos datos téc-
nicos en sus catálogos comerciales, dispo-
nibles bien con sus agentes comerciales o
bien en Internet (ver el ejemplo más abajo).
De no contar con las tablas del fabricante
del aspersor, deberemos determinar estos
datos técnicos mediante el ensayo descri-
to en el Anexo E.
•
Ejemplo:
En la Figura 35 se muestran los datos técnicos de tres modelos de aspersor (el 2023,
el 3023, y el 4023) obtenidos del catálogo de un conocido fabricante de equipamiento
para riego. En estas tablas podemos observar lo siguiente:
Para cada aspersor existen dos tablas, una en unidades de EEUU (también llamado
sistema de unidades estándar o inglesas) y otra en unidades del sistema internacio-
nal de medidas (abreviadamente SI, y también llamado sistema métrico decimal). Las
unidades que deberemos usar siempre son estas últimas (recuadros sombreados),
donde la presión se expresa en bares o mca, el caudal en L/s ó m³/s, y la altura del
aspersor y su diámetro húmedo en m. En caso de que el catálogo al que tengamos
acceso se encuentre sólo en unidades de EE.UU., en el Anexo B se proporcionan las
equivalencias entre estas y las del SI.
Cada aspersor tiene un rango de funcionamiento y un rango ideal de funcionamiento.
Así, el aspersor 3023 está diseñado para funcionar entre 2.0 y 4.0 bares (20 y 40
mca), e idealmente entre 2.0 y 3.0.
Para cada aspersor existen diferentes boquillas. El aspersor 2023 puede comprarse
con las boquillas (nozzle en inglés) #6, #7, #8 y #9.
•
•
•
111
Los aspersores no duran para siempre,
y cada cierto número de años deberán
reemplazarse. Con el fin de garantizar la
sostenibilidad del sistema en términos de
un adecuado funcionamiento del mismo,
a la hora de seleccionar el aspersor, de-
beremos tener en cuenta los aspersores
disponibles en los agroservicios locales, o
en aquellos dónde sea factible que acudan
los productores a renovar el equipamiento.
Por desgracia, habitualmente la gama de
aspersores disponibles será limitada, y la
posibilidad de seleccionar diferentes bo-
quillas prácticamente inexistente.
No obstante lo anterior, debemos des-
aconsejar la utilización de aspersores de
jardinería baratos y de calidad dudosa. El
ahorro que consigamos en la compra de
un aspersor de este tipo se verá muy su-
perado por las pérdidas en el rendimiento
de los cultivos provocadas por la falta de
uniformidad del riego.
Una vez que hemos presentado cómo inter-
pretar los datos técnicos de los aspersores,
pasamos a detallar el procedimiento de se-
lección en sí. Este consistirá básicamente
en ir aplicando una serie de condiciones o
filtros con el fin de ir reduciendo la gama de
aspersores utilizables:
El primer filtro lo constituirá, obviamente,
las marcas y boquillas disponibles en los
agroservicios locales. Como simulación
para el ejemplo, supondremos que sólo
•
•
i.
estuvieran disponibles los aspersores de
la Figura 35, pero sólo con la boquilla #8
en el caso del 2023, la #9 para el 3023,
y la #13 para el 4023.
El segundo filtro lo constituirá la presión
disponible en el sistema. Aunque se aco-
mete antes el diseño agronómico que el
hidráulico (tal y como se muestra en la
Figura 33), a esta altura del proceso se
debe disponer ya del estudio topográfico
y tener una idea de la presión de la que se
va a disponer. Para el sistema que esta-
mos utilizando como ejemplo, la diferencia
de alturas entre la fuente de agua y las
tomas de las parcelas supera los 150 m,
de modo que los aspersores de la Figura
35 seguramente podrán ser utilizados en
todo su rango ideal de funcionamiento (20
– 30 m para los modelos 2023 y 3023, y
25 – 35 m para el modelo 4023).
La tercera condición que deberá cumplirse
es que el número de aspersores que va-
yan a funcionar simultáneamente debe-
rán sumar en conjunto un caudal aproxi-
madamente igual al caudal disponible
en el sistema (el caudal continuo para
sistemas sin tanque de almacenamiento,
y el instantáneo en sistemas con tanque).
Por tanto, la expresión para calcular este
número (nasp), será:
(10.12)
ii.
iii.
Para cada presión y boquilla, el aspersor tendrá un diferente caudal y alcance (diá-
metro húmedo). Normalmente este último se mide a alturas estandarizadas de 0.5 y
2.0 m. Por ejemplo, el aspersor 3023, a 2.5 bares de presión, y con la boquilla #9,
rendirá un caudal de 0.21 L/s, y tendrá un diámetro húmedo de 26.6 m colocado a
0.5 m sobre el suelo, y de 27.2 m si se coloca a 2.0 m (en la tabla, datos dentro del
óvalo de línea continua).
•
asp
asp
q
Q
n
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
112 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
El resultado deberemos, obviamente, ajus-
tarlo al número entero inferior.
Posteriormente, deberemos calcular el dé-
ficit de caudal, el cual no deberá ser menor
de un 5%. Para calcular esté déficit se
utiliza la expresión:
(10.13)
Procediendo de igual manera con todas
las combinaciones posibles de aspersor
y presión de funcionamiento, podremos
rellenar la Tabla 25.
Podemos observar como de las 14 com-
binaciones de presión y aspersor, sólo la
mitad cumplen la condición buscada.
100
Q
Qqn
(%)
aspasp
Ejemplo:
En el caso del aspersor 4023 funcionando a 2.5 bares, su caudal de funcionamiento es
de 0.45 L/s. El número de aspersores funcionando simultáneamente será:
Los cuatro aspersores funcionando simultáneamente rinden un caudal de
0.45 × 4 = 1.8 L/s. El déficit de caudal será:
Este déficit no es admisible, de modo que el aspersor 4023 funcionando a 2.5 bares no
será una opción para el diseño del sistema que estamos desarrollando.
aspersores4n4.4
L/s0.45
L/s2
n aspasp
10%100
2
21.8
100
2
20.454
Presión de funcionamiento del aspersor (bar)
2.0 2.5 3.0 3.5 4.0
2023
qasp 0.15 L/s 0.17 L/s 0.18 L/s 0.20 L/s
nasp 13 11 11 10 −
déficit -2.5% -6.5% -1.0% 0.0% −
3023
qasp 0.19 L/s 0.21 L/s 0.23 L/s 0.25 L/s 0.27 L/s
nasp 10 9 8 8 7
déficit -5.0% -5.5% -8.0% 0.0% -5.5%
4023
qasp 0.40 L/s 0.45 L/s 0.49 L/s 0.53 L/s 0.57 L/s
nasp 5 4 4 3 3
déficit 0.0% -10.0% -2.0% -20.5% -14.5%
Cálculo de déficits de caudal en los aspersores.Tabla 25
113
La precipitación provocada por un asper-
sor es menor, cuanto menor es la distan-
cia al mismo. Por tanto, con el fin de que
la cantidad de agua con la que se riega
una determinada parcela sea uniforme,
deben traslaparse los aspersores. La dis-
tancia a la que suelen traslaparse los as-
persores está dada por la fórmula:
s (m) 0.6 × Dh (m) (10.14)
donde s y Dh son respectivamente la se-
paración entre aspersores y el diámetro
húmedo de los mismos, expresados am-
bos en metros18
.
Calcularemos la separación entre asper-
sores comenzando por aquella combina-
ción con mayor caudal de aspersor. Con-
tinuando con el ejemplo, el mayor caudal
es proporcionado por el aspersor 4023
funcionando a 3.0 bares (0.49 L/s). To-
maremos de las tablas de datos técnicos
el diámetro húmedo, aunque deberemos
sopesar cuidadosamente en función de
los cultivos que van a regarse si se toma
el Dh correspondiente a 0.5 ó 2.0 m. Con-
siderando que los cultivos que piensan
regarse son maíz y pasto, es lógico pensar
que los aspersores deberán colocarse a
una altura más cercana a la segunda que
a la primera. El Dh para este aspersor y
esta presión, leído de las tablas de datos
técnicos, es 32.9 m. Por tanto, la sepa-
ración será (ajustando posteriormente a
un múltiplo de tres):
s 0.6 × 32.9 = 19.74 m s = 18 m
18 Es una práctica habitual (aunque desde luego no grabada en piedra) situar los aspersores separados entre sí
por distancias que son múltiplos de tres.
iv. Se denomina pluviometría de un aspersor
a la precipitación artificial que este crea y
que se mide, igual que la natural, en mm/
h. Para su cálculo se utiliza la expresión:
(10.15)
Con el fin de que no se produzca ni en-
charcamiento ni escorrentía, esta pluvio-
metría deberá ser inferior a una infiltra-
ción máxima que estará determinada por
el producto de la infiltración básica del
suelo (Ib) y el factor de reducción por la
pendiente (fp):
(10.16)
Para los valores de Ib y fp que utilizamos
en el paso 8 (8 mm/ h y 80% respectiva-
mente), la pluviometría máxima permisible
es:
Deberemos pues comprobar que el pri-
mer aspersor de los siete (el de caudal
máximo), con la separación calculada en
el paso iv, cumple esta condición.
Como vemos el primer aspersor cumple
la condición y no es necesario probar con
los demás. No obstante, si esto no hubiera
sucedido, habríamos ido probando con los
otros seis aspersores en orden decreciente
de caudal hasta que alguno cumpliera esta
quinta condición.
v.
)(ms
3600(L/h)q
(mm/h)Pluv 22
asp
asp
100
(%)f
(mm/h)I(mm/h)Pluv
p
bM
mm/h6.4
100
80
8Pluv M
mm/h5.4
18
36000.49
Pluv 2asp
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
114 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Figura 34 Datos técnicos de tres tipos de aspersor.
U.S. - Diameter (feet) METRIC - Diameter (meters)
SPRINKLER (psi) 25 30 35 40 45 50 (bar) 2.0 2.5 3.0 3.5
BASE PRESSURE (psi) 29.00 36.25 43.50 50.75
#6 Nozzle - Gold (3/32") #6 Nozzle - Gold (2.38 mm)
Flow (gpm) 1.22 1.34 1.45 1.55 1.64 – (L/s) 0.08 0.09 0.10 –
Diam. at 1.5' height (feet) 73 74 75 76 77 – 0.5 m (m) 22.5 22.9 23.4 –
#7 Nozzle - Lime (7/64") #7 Nozzle - Lime (2.78 mm)
Flow (gpm) 1.68 1.84 1.99 2.12 2.25 2.37 (L/s) 0.11 0.13 0.14 0.15
Diam. at 1.5' height (feet) 75 76 77 78 79 80 0.5 m (m) 23.1 23.5 24.0 24.4
#8 Nozzle - Lavender (1/8") #8 Nozzle - Lavender (3.18 mm)
Flow (gpm) 2.21 2.42 2.62 2.79 2.97 3.12 (L/s) 0.15 0.17 0.18 0.20
Diam. at 1.5' height (feet) 77 78 79 80 81 82 0.5 m (m) 23.7 24.2 24.6 25.0
#9 Nozzle - Grey (9/64") #9 Nozzle - Grey (3.57 mm)
Flow (gpm) 2.81 3.08 3.33 3.56 3.78 3.98 (L/s) 0.19 0.21 0.23 0.25
Diam. at 1.5' height (feet) 78 79 80 81 82 83 0.5 m (m) 24.0 24.5 24.9 25.3
2023-1-½"M
3023-1-¾"M
4023-1-¾"M
SPRINKLER (psi) 25 30 35 40 45 50 (bar) 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0
BASE PRESSURE (psi) 29.00 36.25 43.50 50.75 58.00
#7 Nozzle - Lime (7/64") #7 Nozzle - Lime (2.78 mm)
Flow (gpm) 1.68 1.84 1.99 2.12 2.25 2.37 (L/s) 0.11 0.13 0.14 0.15 –
Diam. at 1.5' height (feet) 77 80 82 84 86 87 0.5 m (m) 24.2 25.1 26.0 26.6 –
Diam. at 6.0' height (feet) 82 83 84 85 86 88 2.0 m (m) 25.2 25.7 26.1 26.6 –
#8 Nozzle - Lavender (1/8") #8 Nozzle - Lavender (3.18 mm)
Flow (gpm) 2.21 2.42 2.62 2.79 2.97 3.12 (L/s) 0.15 0.17 0.18 0.20 0.21
Diam. at 1.5' height (feet) 80 83 85 86 87 88 0.5 m (m) 25.1 26.0 26.4 27.0 27.9
Diam. at 6.0' height (feet) 84 86 87 88 89 90 2.0 m (m) 26.1 26.6 27.0 27.5 27.9
#9 Nozzle - Grey (9/64") #9 Nozzle - Grey (3.57 mm)
Flow (gpm) 2.81 3.08 3.33 3.56 3.78 3.98 (L/s) 0.19 0.21 0.23 0.25 0.27
Diam. at 1.5' height (feet) 83 85 87 88 90 91 0.5 m (m) 25.8 26.6 27.2 27.8 28.2
Diam. at 6.0' height (feet) 85 87 89 90 91 92 2.0 m (m) 26.4 27.2 27.6 28.1 28.5
#10 Nozzle - Turquoise (5/32") #10 Nozzle - Turquoise (3.97 mm)
Flow (gpm) 3.49 3.82 4.13 4.41 4.68 4.93 (L/s) 0.24 0.26 0.29 0.31 0.33
Diam. at 1.5' height (feet) 85 87 89 90 91 92 0.5 m (m) 26.4 27.2 27.6 28.1 28.5
Diam. at 6.0' height (feet) 86 88 90 92 93 94 2.0 m (m) 26.7 27.6 28.3 28.7 29.1
METRIC - Diameter (meters)U.S. - Diameter (feet)
U.S. - Diameter (feet)U.S. - Diameter (feet) METRIC - Diameter (meters)
SPRINKLER (psi) 30 35 40 45 50 55 60 (bar) 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0
BASE PRESSURE (psi) 29.00 36.25 43.50 50.75 58.00
#10 Nozzle - Turquoise (5/32") #10 Nozzle - Turquoise (3.97 mm)
Flow (gpm) 3.82 4.13 4.41 4.68 4.93 5.17 5.40 (L/s) 0.24 0.26 0.29 0.31 0.33
Diam. at 1.5' height (feet) 86 89 91 93 95 96 97 0.5 m (m) 26.0 27.3 28.2 29.0 29.4
Diam. at 6.0' height (feet) 92 94 96 97 98 99 100 2.0 m (m) 27.9 28.8 29.5 29.9 30.4
#11 Nozzle - Yellow (11/64") #11 Nozzle - Yellow (4.37 mm)
Flow (gpm) 4.63 5.00 5.34 5.67 5.98 6.27 6.55 (L/s) 0.29 0.32 0.35 0.38 0.41
Diam. at 1.5' height (feet) 89 92 94 96 98 99 100 0.5 m (m) 26.9 28.2 29.1 29.9 30.4
Diam. at 6.0' height (feet) 94 96 98 100 102 103 104 2.0 m (m) 28.5 29.4 30.3 31.1 31.6
#12 Nozzle - Red (3/16") #12 Nozzle - Red (4.76 mm)
Flow (gpm) 5.52 5.97 6.37 6.76 7.13 7.48 7.81 (L/s) 0.34 0.38 0.42 0.45 0.48
Diam. at 1.5' height (feet) 92 95 97 99 101 102 103 0.5 m (m) 27.9 29.1 30.0 30.8 31.3
Diam. at 6.0' height (feet) 97 99 101 103 105 107 108 2.0 m (m) 29.4 30.3 31.2 32.1 32.8
#13 Nozzle - White (13/64") #13 Nozzle - White (5.16 mm)
Flow (gpm) 6.50 7.02 7.49 7.95 8.38 8.80 9.19 (L/s) 0.40 0.45 0.49 0.53 0.57
Diam. at 1.5' height (feet) 94 97 99 101 103 104 105 0.5 m (m) 28.5 29.7 30.6 31.4 31.9
Diam. at 6.0' height (feet) 100 103 106 109 112 115 117 2.0 m (m) 30.2 31.6 32.9 34.3 35.4
#14 Nozzle - Blue (7/32") #14 Nozzle - Blue (5.56 mm)
Flow (gpm) 7.49 8.09 8.63 9.17 9.66 10.1 10.6 (L/s) 0.46 0.52 0.57 0.61 0.66
Diam. at 1.5' height (feet) 96 99 101 103 105 106 107 0.5 m (m) 29.1 30.3 31.2 32.0 32.5
Diam. at 6.0' height (feet) 102 106 110 114 118 122 125 2.0 m (m) 30.8 32.6 34.4 36.1 37.7
Fuente:CatálogoSenninger.
115
Paso 12 Cálculo del tiempo de
aplicación (ta)
El tiempo de aplicación que resultará dada
la pluviometría del aspersor elegido estará
dada por la expresión:
(10.17)
Sustituyendo con los valores calculados en
los pasos 7 y 11:
ta = 56 / 5.4 = 10.4 h
Si resultara un ta superior al tos, deberíamos
regresar al paso 5 y reducir el intervalo de
aplicación.
Paso 13 Superficie por postura (Spost)
Una postura de riego es la superficie que se
riega de manera simultánea. No debemos
confundirlo con turno, ya que este último
concepto tiene que ver con el número de
regantes19
. Esta superficie estará determi-
nada por la expresión:
Spost (m2) = nasp × s2 (m2) (10.18)
Sustituyendo con los datos del ejemplo (re-
cordemos del punto 11 que el número de
aspersores es cuatro, y la separación entre
los mismos 18 m):
Spost = 4 × 182 = 1,296 m2
Como podemos calcular fácilmente, la su-
perficie total bajo riego necesitará 16 ó 17
posturas para ser regada en su totalidad, es
decir, un número muy diferente del de turnos,
uno por productor.
Paso 14 Número de posturas por día
(npost)
Se calculará con la expresión
(10.19)
y se ajustará posteriormente a un número
entero. En el ejemplo:
npost = 21 / 10.4 = 2.02 npost = 2
posturas
Paso 15 Superficie regada por día (Sd)
Calculada con la expresión:
Sd (m2
) = Spost (m2
) × npost (10.20)
que para el ejemplo toma un valor de:
Sd = 1,296 × 2 2,600 m2
Paso 16 Comprobación
Con el fin de comprobar la bondad de los
cálculos efectuados, comprobaremos que la
superficie regada por día multiplicada por el
intervalo entre riegos es aproximadamente
igual a la superficie total bajo riego:
Sd × I = 2,600 m2
/día × 6 días
= 15,600 m2
16,258 m2
(error = 4%)
Luego los cálculos son correctos.
(mm/h)Pluv
(mm)D
(h)t
asp
b
a
a
os
post
t
t
n
19 Por ejemplo, un agricultor puede necesitar varias posturas durante su turno para regar el total de su superficie.
Y viceversa, en una misma postura puede regarse la tierra de dos productores, cuyo turno coincide.
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
Revisar buenazo
117Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
11
Conceptos básicos
de hidráulica
118 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
119
La ecuación de continuidad establece que
en una tubería donde varíe la sección de la
misma pero el caudal se mantenga constante
se cumplirá que (ver Figura 36):
Q = S1 × U1 = S2 × U2 = constante
(11.1)
En otras palabras, dado que el caudal es
constante, también será constante el produc-
to de la sección por la velocidad del fluido.
La utilidad de la ecuación de continuidad para
nuestros fines es que, conociendo el caudal
que circula por una tubería y los diferentes
diámetros de esta en sus distintos tramos,
podremos siempre conocer la velocidad del
fluido.
11. Conceptos básicos
de hidráulica
11.2 Hidrostática
Hidrostática es el estudio de los fluidos cuan-
do estos están en reposo. En otras palabras,
en esta sección vamos a estudiar cómo se
comporta el agua en un sistema de riego
cuando no está circulando.
Llamamos presión a la fuerza que ejerce un
fluido (como el agua) sobre cualquier objeto
que esté en contacto con ese fluido. En el
caso de los sistemas de minirriego, nos va a
interesar particularmente la presión que ejer-
za el agua sobre las paredes de las tuberías
que la conducen.
Cualquier persona que bucee hasta el fon-
do de un lago o piscina, o se sumerja unos
cuantos metros por debajo del nivel del mar,
rápidamente aprende que la presión del agua
se incrementa conforme se desciende, pero
no varía si se nada horizontalmente. Con-
cretamente, la presión en cualquier punto
del agua es directamente proporcional a la
longitud de la columna de agua que existe
entre ese punto y la superficie del agua. Es
por ello que frecuentemente se expresa la
presión en metros de columna de agua (mca)
Figura 36 Ecuación de continuidad.
S1
S2
U2
U1
11.1 Ecuación de continuidad
Como vimos en la sección 3.1, el caudal que
pasa a través de una sección transversal de
área S, en la que la velocidad media es U,
viene dado por la expresión:
Q = S × U
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
120 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
o abreviadamente en metros. A la presión
medida en estas unidades se le denomina
altura de presión.
Observemos un sistema de minirriego donde
el agua no esté fluyendo desde el tanque por-
que la llave del final está cerrada, es decir,
está en equilibrio estático (ver Figura 37).
Si introdujéramos unos pequeños tubos ver-
ticales de suficiente longitud en la tubería
principal, veríamos como el nivel del agua en
cada tubo alcanzaría exactamente el nivel del
agua en el tanque.
A partir de la figura, podemos definir los
siguientes conceptos aplicables a sistemas
en equilibrio estático:
A la prolongación imaginaria del nivel de
la superficie del agua en el tanque, la cual
coincide con el nivel donde llega el agua en
los tubos, se le denomina nivel estático.
•
La altura de estas columnas de agua será
precisamente el valor de la presión en la
tubería en los puntos donde se hayan in-
sertado los tubos, la cual se denomina
presión estática. Esta presión se mide
como altura de presión, por ejemplo, la
presión estática del punto A de la figura
es de 10 mca, la altura de la columna
de agua. Como vemos en la figura, esta
presión estática puede calcularse también
como la diferencia de elevación o altitud
entre el terreno y la superficie del agua
en el tanque. Así, podemos saber sin ne-
cesidad de tubo que la presión estática
en el punto B de la figura será de 20 m
(insistimos en que se usa indistintamente
mca o m).
•
Figura 37 Sistema en equilibrio estático.
Presión
estática
en el
punto A
TUBERÍA
35
30
25
20
15
10
5
0
A
Nivel estático
ELEVACIÓNRELATIVA(M)
Tanque
Llave cerrada
B
C
121
La importancia de la presión estática se de-
riva de que:
En función de la presión estática existente
en un punto dado, la tubería o manguera
en ese punto deberá ser de mayor o menor
espesor de pared, lo cual le dará, respec-
tivamente, mayor o menor resistencia a
la presión.
Como se explica en detalle en el Anexo
C, las tuberías o mangueras normalizadas
(es decir, fabricadas conforme a normas
o estándares internacionales) suelen ca-
racterizarse por un número llamado SDR.
La Tabla 26 muestra, para el caso del PVC,
la equivalencia entre el SDR y el timbraje,
es decir, la máxima presión que son capa-
ces de soportar los tubos, expresado en
PSI (los números impresos habitualmente
en los mismos) o en mca.
•
Relación entre SDR y timbraje.Tabla 26
SDR
Timbraje
(PSI)
Timbraje
(mca)
41 100 70
32.5 125 88
26 160 112
21 200 140
17 250 176
13.5 315 221
Para mangueras de poliducto no normali-
zado tomaremos un SDR igual a 26, y un
timbraje de 25 mca.
Representa la energía máxima disponible
en el sistema para llevar el agua hacia un
determinado punto. Por ejemplo, la pre-
sión estática existente en el punto C de la
Figura 37 es la máxima energía disponible
para llevar el agua hasta ese punto.
•
Figura 38 Niveles estáticos en una red a presión.
Nivel estático 1
Nivel estático 2
Nivel estático 3
Llave cerrada
Tanque
Captación
CRP
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
122 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Es importante explicar que el nivel estático
en red a presión se mantendrá constante
mientras el agua no entre en contacto con la
atmósfera. Tan pronto el agua encuentra una
superficie libre (como un tanque, una caja re-
unidora, o una caja rompepresión), la presión
estática pasa a ser cero y a partir de esta
nueva superficie libre existirá un nuevo nivel
estático. En la Figura 38 se aprecia mejor:
en ella podemos ver como el nivel estático
con el que se parte en la captación pasa
a cero al llegar al tanque. De aquí nace un
nuevo nivel estático que se mantiene hasta la
caja rompepresión (CRP), donde nuevamente
pasa a cero e inicia un nuevo nivel estático
que ya se mantiene hasta la llave al final del
sistema.
11.3 Hidrodinámica
Supongamos que abriésemos parcialmente
la llave del sistema de la Figura 37, y que el
nivel del agua en el tanque se mantiene ya
que se llena tan rápido como se vacía. Ob-
servaríamos en los tubos que están insertos
en la tubería que el nivel del agua decrecería,
como muestra la Figura 39.
La línea a trazos de la figura es una línea ima-
ginaria que une los puntos donde llegarían
las columnas de agua y se denomina línea
piezométrica o línea de gradiente hidráu-
lico (LGH). Esta línea piezométrica cambiará
según cambie el diámetro de la tubería, la
velocidad del agua, o el caudal que circula
por la misma. La altura de las columnas de
agua en este caso en que el agua está en
movimiento representan la llamada presión
dinámica o presión residual (ver punto C en
la Figura 39), y al igual que en el caso de la
presión estática se mide en forma de altura
de columna de agua, es decir, en mca o m.
Figura 39 Sistema en equilibrio dinámico.
Presión
dinámica
en el
punto C
Pérdida de carga (hf
)
Longitud de la tubería=175 m
Línea piezométrica
TUBERÍA
35
30
25
20
15
10
5
0
A
Nivel est ático
Elevaciónrelativa(m)
Tanque
Llave abierta
C
123
Es muy importante tener claro el concepto de
presión dinámica porque esta es la que va a
proporcionar la energía necesaria para hacer
posible el flujo del agua por la tubería. Un
valor negativo de la presión dinámica siem-
pre será inadmisible, bien porque provocará
que el flujo de agua se detenga (como en la
Figura 40a, donde el agua jamás llegará al
punto A), o bien porque existirán fenómenos
de succión totalmente desaconsejables (en
el caso b) el agua llegará al punto D porque
la presión dinámica es positiva, pero existi-
rá succión entre los puntos B y C, donde la
presión dinámica es negativa).
11.3.1 Fricción y turbulencia
¿Por qué disminuye la presión cuando se
pasa de una situación estática a una dinámi-
ca? Según se mueve el agua por las tuberías
se pierde energía por fricción, es decir, por
el rozamiento del agua contra la superficie
de las tuberías. Por muy lisas que puedan
parecer las paredes de cualquier tubo o man-
guera, siempre existe una rugosidad que va
provocar esa fricción y por tanto esas pérdi-
das de energía (ver Figura 41).
Estas pérdidas por fricción dependerán bá-
sicamente de:
La velocidad media del agua: cuanto ma-
yor sea esta, mayor será la fricción.
La longitud de la tubería: en una tubería
más larga se acumularán lógicamente más
pérdidas por rozamiento.
El diámetro de la tubería: a menor diáme-
tro el rozamiento será mayor.
El material de la tubería, pues diferen-
tes materiales tendrán también diferentes
rugosidades.
A lo largo de una conducción hidráulica es ne-
cesario con gran frecuencia instalar no solo
la tubería o manguera sino también una serie
de dispositivos y piezas especiales tales como
uniones, ensanchamientos, reducciones, de-
rivaciones, filtros, llaves, etc. Estos dispositi-
vos y piezas (denominados singularidades en
su conjunto) ocasionan cambios bruscos en
la velocidad y la dirección del agua, y originan
a su vez unas turbulencias en las cercanías
de las piezas singulares que provocan unas
pérdidas de energía adicionales a las causa-
das por el rozamiento.
•
•
•
•
Figura 40 Casos particulares de la línea piezométricas.
Línea de la
conducción
Línea
piezométrica
Presión
dinámica
negativa
Presión
dinámica
negativa
Presión
dinámica
positivva
A
B
C
D
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
124 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
En hidráulica, estas pérdidas de energía por
fricción y turbulencia se denominan pérdidas
de carga, y representan justamente (ver Figu-
ra 39) la diferencia entre la presión estática
y la presión dinámica, o en otras palabras,
la presión estática equivale a la suma de la
presión dinámica más las pérdidas de carga.
Como decíamos anteriormente, la presión es-
tática es la energía máxima disponible para
el flujo del agua. En función de cómo de gran-
des sean las pérdidas de carga, existirá una
mayor o menor presión dinámica, es decir,
una mayor o menor energía realmente dispo-
nible para el movimiento del agua, y siempre
inferior a la máxima.
Existen dos maneras de expresar las pérdi-
das de carga:
Al igual que la presión estática y dinámica,
pueden expresarse como altura de colum-
•
na de agua. En este caso, se denominan hf,
y se miden, naturalmente, en mca o m.
Otra manera de expresar las pérdidas se-
ría en forma de porcentaje, como mca de
pérdidas de carga por cada 100 metros de
longitud de tubería. Las pérdidas de carga
así medidas se denominan J.
La relación entre ambas formas de me-
dir las pérdidas de carga está dada por la
expresión:
(11.2)
donde L es la longitud de la tubería en me-
tros. Es relativamente frecuente encontrar
en la literatura que no se utilice el símbolo
% para J sino m/100 m.
•
100
(m)L
(mca)h
(%)J f
Ejemplo:
En el punto C de la Figura 39, y con el auxilio de la escala del eje vertical, podemos
estimar una hf de aproximadamente 10 mca. Como podemos ver, esta es la diferencia
entre la presión estática (aproximadamente 26 mca) y la dinámica (unos 16 mca).
Igualmente podemos expresar las pérdidas de carga en forma de porcentaje. Así,
suponiendo que entre la salida del tanque y el punto C haya 175 m de tubería, ten-
dremos que:
•
•
mm/1005.75.7%100
m175
mca10
J
Figura 41 Rugosidad interna de las tuberías y mangueras.
125
Con la ayuda de la Figura 42, terminamos
de explicar y resumimos los conceptos que
necesitaremos tener claros para encarar con
éxito el diseño hidráulico de un sistema de
minirriego:
Como podemos ver, en el punto A la presión
estática es igual a la suma de la presión
dinámica más las pérdidas de carga.
•
La cota geométrica no es otra cosa que
la coordenada Z calculada en el estudio
topográfico (ver módulo 6).
Se denomina cota piezométrica a la suma
de la cota geométrica más la presión diná-
mica. La línea piezométrica une las cotas
piezométricas de todos los puntos de la
tubería.
•
•
11.4 Estimación de las pérdidas de carga
En la sección anterior hemos explicado lo
fundamental que es conocer la presión di-
námica disponible en cualquier punto de una
tubería, dado que la existencia de presio-
nes dinámicas negativas implicarán que se
detenga el flujo del agua o la aparición de
fenómenos indeseables de succión. Las pre-
siones dinámicas se calcularán de manera
indirecta de la siguiente manera:
Primeramente calcularemos para cada
punto de la tubería la presión estática
disponible. Esta se calculará (ver Figura
42) como diferencia entre la cota geomé-
trica del tanque, caja o fuente (es decir,
el nivel estático) y la cota geométrica en
cada punto.
•
Figura 42 Conceptos de hidrostática e hidrodinámica.
Tubería
Línea piezométrica
Cota
piezométrica
Cota
geométrica
A
Cota
dinámica
Pérdida
de carga
Presión
estática
Nivel estático
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
126 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Seguidamente estimaremos las pérdidas
de carga.
Finalmente, calcularemos la presión di-
námica como diferencia entre la presión
estática y las pérdidas de carga.
El primer y tercer paso son, pues, puramente
aritméticos y no presentan ninguna dificultad.
El desafío fundamental será la estimación de
las pérdidas de carga, y a ello dedicamos la
presente sección.
A la hora de calcular estas pérdidas de carga,
distinguiremos:
Pérdidas de carga continuas (hf): son las
que existen como consecuencia de la fric-
ción con tuberías y mangueras.
Pérdidas de carga accidentales, singu-
lares o localizadas (hS): las provocadas
por el paso del agua a través de puntos
singulares. Cuantitativamente suelen ser
muy inferiores a las primeras, y sólo las
comentamos brevemente más adelante.
Las pérdidas de carga totales (hT) serán igua-
les a la suma de las continuas más las sin-
gulares, y dado lo reducido de estas últimas
en las condiciones más habituales, práctica-
mente iguales a las continuas:
hT = hf + hs hf (11.3)
11.4.1 Número de Reynolds
El número de Reynolds (Re) es un parámetro
adimensional relacionado con las caracte-
rísticas del flujo. En concreto, representa la
relación entre las fuerzas de inercia del fluido
(derivadas de su movimiento) y las fuerzas
de fricción (consecuencia del rozamiento del
fluido con las paredes de las tuberías).
•
•
1.
2.
Para lo que nos va a ser de utilidad este
número es para calcular la pérdida de car-
ga por fricción. Su valor está dado por la
expresión:
(11.4)
donde:
Q = caudal (m3
/s)
= número Pi = 3.1416
D = diámetro interior (m)
= viscosidad cinemática del agua
= 1.01 × 10-6
m2
/s (a 20ºC)
11.4.2 Fórmula universal o
ecuación de Darcy-Weisbach
La pérdida de carga por fricción está dada
por la fórmula de Darcy-Weisbach:
(11.5)
donde:
hf = pérdida de carga por fricción (mca)
f = factor de fricción (adimensional)
L = longitud de la tubería (m)
Q = caudal (m3/s)
D = diámetro interior de la tubería (m)
Para el cálculo de f se sigue el siguiente
procedimiento:
Para Re 2000 se dice que existe un
régimen laminar en el flujo de agua, y la
ecuación para el cálculo de f es20:
(11.6)
20 En la literatura se denomina a veces a esta ecuación como la de la recta de Poiseuille.
–
–
–
–
–
–
–
–
–
•
5
2
f
D12.1
QLf
h
Re
64
f =
Re =
4 × Q
=
1260633 × Q
× D × D
127
Como vemos esta ecuación no presenta
ninguna dificultad, aunque para los diá-
metros y caudales más habituales en los
sistemas de minirriego no se dará este
régimen.
Para Re > 2000, el flujo del agua se dice
que está en los regímenes crítico o turbu-
lento, y la expresión de f es:
(11.7)
que es la llamada ecuación de Colebrook,
donde:
– k = coeficiente de rugosidad de la tu-
bería (mm). Depende del material y el
estado de la misma. Ver la Tabla 27
para averiguar los valores.
– D = diámetro interior de la tubería
(mm) – ¡ATENCIÓN!, esta ecuación y las
11.9 y 11.10 son las únicas ecuacio-
nes donde D va en milímetros y no en
metros.
•
Material y estado de la tubería k (mm)
Tuberías de plástico:
Polietileno (PE)
PVC
•
•
0.002
0.02
Tuberías metálicas:
Acero o hierro galvanizado:
Nuevas, buena
galvanización
Galvanización ordinaria
Fundición:
Nuevas
Nuevas con revestimien-
to bituminoso
Asfaltadas
Después de varios años
en servicio
•
•
•
•
•
•
0.07 – 0.10
0.10 – 0.15
0.25 – 1.0
0.10 – 0.15
0.12 – 0.30
1.0 – 4.0
Hormigón y fibrocemento:
Hormigón:
Superficie muy lisa
Condiciones medias
Superficie rugosa
Hormigón armado
Fibrocemento:
Nuevas
Después de varios años
de uso
•
•
•
•
•
•
0.3 – 0.8
2.5
3 – 9
2.5
0.05 – 0.10
0.60
D3,71
k
fR
2,51
log2
f
1
e
Valores del coeficiente de
rugosidad k.
Tabla 27
Como se puede observar, existe una gran
dificultad para hallar f, ya que aparece en
ambos lados de la fórmula (en otras palabras,
no se puede despejar f). Esto es lo que en
matemáticas se denomina una ecuación im-
plícita, y la única manera de resolverla es me-
diante aproximaciones sucesivas, con ayuda
de mucha paciencia, calculadoras científicas
programables o computadoras.
Dada esta dificultad, en el pasado se han de-
sarrollado diversas fórmulas para calcular de
manera aproximada o bien el factor f, o bien
directamente hf. Revisamos estas fórmulas
en la sección siguiente.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
128 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Aunque similar a la de Colebrook, presenta
la gran ventaja de que permite calcular f di-
rectamente, puesto que puede despejarse,
y arroja errores siempre inferiores al 1.5%
para los caudales y diámetros más habitua-
les en los minirriegos. Obviamente es pre-
ferible usar esta ecuación en vez de la de
Hazen-Williams pese a que haga el cálculo
un poco más complicado.
El valor de f, una vez despejado, es:
(11.10)
En definitiva, el procedimiento que se pro-
pone desde este manual para el cálculo
de las pérdidas de carga en tuberías es el
siguiente:
Calcular Re según la ecuación 11.4.
Cálculo de f:
Si Re 2,000 calcular f mediante la
ecuación 11.6 (insistimos en que
este caso no se dará prácticamente
nunca).
Si Re > 2,000:
i. Si se cuenta con suficiente destreza
en el uso de calculadoras científicas
programables u hojas electrónicas de
cálculo (se proporciona una en el CD
que acompaña al manual), programar
la calculadora o la hoja de cálculo21
para que halle f mediante aproxima-
ciones sucesivas a partir de la ecua-
ción 11.7.
ii. Si no se cuenta con esa destreza, cal-
cular f mediante la ecuación 11.10.
21 En el Anexo I se detalla el código necesario para crear una función en Microsoft Excel® que calcula hf me-
diante la ecuación universal de pérdidas de carga de Darcy-Weisbach.
1.
2.
a)
b)
11.4.3 Fórmulas empíricas para
el cálculo de hf
Para el cálculo de las hf, la fórmula empíri-
ca más utilizada en Centroamérica es la de
Hazen-Williams:
(11.8)
donde:
C es un factor que depende del material
y el desgaste de la tubería, y que no tiene
unidades. Los valores que toma C para los
materiales más utilizados en los sistemas
de minirriego son:
•
1,85
4,871,85f QL
DC
10,67
h
Valores del factor C de la
ecuación de Hazen-Williams.
Tabla 28
Material C
PVC 150
PE (poliducto) 140
HG 100
L = longitud de la tubería en m.
Q = caudal en m³/s
D = diámetro interior en m.
Esta fórmula se diseñó para su utilización
con diámetros de tubería superiores a los
50 mm y velocidades del agua inferiores a
los 3 m/s. Dado que estas condiciones no
siempre se dan en los minirriegos, puede
llegar a arrojar errores superiores al 15%,
lo que es inadmisible.
En 1976 dos científicos, Swamee y Jain, pu-
blicaron un trabajo en el que propusieron la
siguiente expresión:
(11.9)
•
•
•
0.9
eR
5.74
D3.7
k
log2
f
1
2
0.9
eR
5.74
D3.7
k
log2f
129
Finalmente, calcular las hf mediante la
ecuación 11.5.
En caso de que se necesiten las hf en forma
porcentual (J), aplicar la ecuación 11.2.
11.4.4 Pérdidas de carga
singulares
Como decíamos más arriba, estas pérdidas
de carga son cuantitativamente mucho me-
nores que las continuas. Suele adoptarse el
criterio de despreciarlas para aquellos casos
3.
4.
donde el tramo de tubería entre puntos sin-
gulares tenga una longitud de más de 1,000
veces su diámetro. Por ejemplo, para una
tubería de 50 mm de diámetro interior, des-
preciaremos las pérdidas de carga singulares
si los tramos de tubería entre singularidades
son mayores de 50 m (50 mm × 1,000 =
50,000 mm = 50 m).
Para aquellos casos donde se haga necesario
el cálculo de las pérdidas de carga singulares,
se remite al lector al Anexo L.
11.5 Golpe de ariete
El fenómeno conocido como golpe de ariete
tiene lugar cuando en una tubería o man-
guera se abre o cierra con rapidez una llave
de paso o una bomba. Aparece entonces
el característico martilleo que todos hemos
observado alguna vez en redes de riego o
agua potable, y que pueden llegar a producir
la rotura de la conducción.
Consideremos por ejemplo un sistema de
gravedad como el de la Figura 39. El agua
se mueve por la tubería con una velocidad
determinada y mediante la llave del final se le
corta el paso totalmente. El agua más próxi-
ma a la llave se detendrá bruscamente y será
empujada por la que viene detrás. Como el
agua es algo compresible (es decir, que se
puede comprimir), empezará a comprimirse
en las proximidades de la válvula, y el resto
del líquido comprimirá al que le precede has-
ta que se anule su velocidad. Paralelamente,
también se provoca una dilatación de las pa-
redes de la tubería o manguera.
Esta compresión se va trasladando hacia el
origen conforme el agua va comprimiendo al
límite la que le precede, de manera que al
cabo de un cierto tiempo toda el agua de la
tubería está en estas condiciones, compri-
mida, concluyendo la primera etapa del gol-
pe de ariete. Una vez que la compresión ha
alcanzado el origen de la tubería (el extremo
opuesto al de la llave), el agua empieza a
descomprimirse (depresión) igualmente des-
de un extremo a otro, constituyendo así una
segunda etapa del golpe de ariete.
El agua contenida en la tubería o manguera
se comporta durante el golpe de ariete de
manera semejante a un muelle que sea com-
primido desde su estado de equilibrio hasta
su límite. Si soltamos el muelle después de
haberlo comprimido, este pasará por diversos
estados de mayor y menor estiramiento hasta
que alcance de nuevo su estado de equili-
brio. Igualmente el agua pasará por diversas
fases de compresión y descompresión hasta
alcanzar nuevamente el equilibrio, durante
las cuales sufrirá un movimiento oscilatorio
similar al de una onda, de ahí que hablemos
de onda de presión.
Estas sobrepresiones (las sucesivas compre-
siones y descompresiones) en las paredes
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
130 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
de la tubería o manguera son las causantes
del martilleo que mencionábamos, y pueden
llegar a producir la rotura de la conducción.
Su efecto deberá sumarse al de la presión
estática, de modo que el timbraje de la tu-
bería deberá seleccionarse de acuerdo a la
suma de ambos valores.
En principio, la magnitud del golpe de ariete
depende de los siguientes factores:
La velocidad del agua. A más velocidad,
mayor sobrepresión, de ahí que se suelan
establecer valores máximos de la veloci-
dad del agua en los sistemas de conduc-
ción de agua, ya sean para riego o agua
potable. Estos límites serán de 3 m/s para
sistemas construidos en PVC, HG y PE nor-
malizado, y de 0.7 m/s para sistemas de
PE no normalizado o poliducto.
La longitud de la tubería. El golpe de arie-
te será mayor entre mayor sea la longitud
de la tubería.
El material de la tubería. La elasticidad
del material de la tubería o manguera per-
mite en cierta medida disminuir o absorber
el valor de las sobrepresiones. El golpe de
ariete será, por tanto, mayor en conduc-
ciones de HG (por ser más rígido y menos
capaz de absorber las sobrepresiones), y
menor para las de PE, alcanzando para las
de PVC valores intermedios.
El llamado tiempo de maniobra (tm), que
es el tiempo que se ocupa en abrir o cerrar
una llave o bomba. Claramente, podre-
mos intervenir en este tiempo en el caso
de llaves manuales, pero será inviable
hacerlo en el caso de válvulas de flote o
bombas.
•
•
•
•
El procedimiento que se sigue para evaluar
la magnitud del golpe de ariete en sistemas
por gravedad (en el caso de sistemas por
bombeo el procedimiento es ligeramente di-
ferente y no va a detallarse en este manual)
es el siguiente:
Primeramente calcularemos la celeridad
de la onda de presión, es decir, la velo-
cidad a la cual la onda se desplaza por
el interior de la tubería. Está dada por la
fórmula de Allievi:
(11.11)
Se presentan dos expresiones equivalen-
tes de la misma. En ellas:
– a es la celeridad de la onda
– Di, e y SDR son, respectivamente, el
diámetro interior, el espesor y el SDR
de la tubería o manguera. En el caso de
utilizar la primera expresión, Di y e de-
berán estar expresados en las mismas
unidades, es decir, o ambos en metros
o ambos en milímetros. En el caso del
poliducto no normalizado, podemos to-
mar un valor para el SDR de 26.
– K es un factor adimensional que depen-
de del material de la tubería y que toma
los siguientes valores:
Material K
PVC 33.3
PE o poliducto 500
HG 0.5
En caso de que el tramo que estemos ana-
lizando esté formado por subtramos con
diferentes diámetros, calcularemos un va-
1.
2)(SDRK48.3
9900
e
D
K48.3
9900
(m/s)a
i
131
lor medio de la celeridad que estará dado
por la expresión:
(11.12)
donde L es la longitud total del tramo, y
Li y ai son la longitud y celeridad de cada
subtramo de diferente diámetro calculado
según la ecuación 11.11.
Seguidamente determinaremos el deno-
minado tiempo crítico, el cual representa
el tiempo que tarda la onda en recorrer
un ciclo entero, es decir, una ida y vuelta
completa por la tubería o manguera. Está
dado por la expresión:
(11.13)
donde tc es el tiempo crítico expresado en
segundos, L es la longitud del tramo en
metros y a la celeridad de la onda en m/s.
La comparación del tiempo de maniobra
2.
(tm) que antes mencionábamos con este
tiempo crítico nos va a permitir diferenciar
un cierre lento de un cierre rápido. Así, si tm
> tc consideraremos el cierre como lento,
y en caso contrario como rápido.
Determinaremos a continuación el valor
máximo de la sobrepresión. Para cie-
rres lentos, estará dada por la expresión
de Michaud:
(11.14)
donde:
– Hmax = valor máximo de la sobrepre-
sión por golpe de ariete en mca.
– L = longitud de la tubería o manguera
en m.
– U = velocidad media del agua en m/s
(no confundir con la celeridad).
– g = 9.81 m/s2
– tm = tiempo de maniobra en segundos.
3.
n
n
2
2
1
1
a
L
...
a
L
a
L
L
a
a
L2
(s)tc
Hmax =
2 × L × U
g × tm
Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
Figura 43 Sobrepresión por golpe de ariete con cierre lento.
Sobrepresión
Nivel estático
Hmax
Conducción
Llave cerrada
Captación
132 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Como muestra la Figura 43, la sobrepre-
sión se representa gráficamente a partir
del nivel estático de la conducción. Al-
canzará el valor máximo justo en el punto
donde está situada la llave que se cierra,
a partir de la cual se reduce de manera
lineal hasta que toma un valor cero en la
superficie libre (captación, tanque o CRP)
que da inicio al tramo.
Por el contrario, para cierres rápidos, la
sobrepresión máxima estará dada por la
expresión de Allievi:
(11.15)
siendo a, como ya sabemos, la celeridad
de la onda de presión.
tra la Figura 44 (línea gruesa continua),
esta se mantiene en una longitud de tu-
bería igual a la total menos la denominada
crítica, lugar a partir del cual disminuye
hasta reducirse a cero en la superficie li-
bre de origen.
El valor de la longitud crítica está dado por
la expresión:
(11.16)
Finalmente deberemos considerar los va-
lores de presión máxima y mínima sopor-
tadas por la tubería. La máxima presión
soportada por la tubería será la máxima
suma de la sobrepresión por golpe de arie-
te y la presión estática, y deberá ser infe-
rior al timbraje de la tubería o manguera:
P máxima = máx (Pe + H) < timbraje
(11.17)
4.
2
ta
(m)L m
c
Hmax =
a × U
g
En el caso de cierres rápidos, la sobrepre-
sión alcanza igualmente su valor máximo
en la llave que se cierra, pero como mues-
Figura 44 Sobrepresión por golpe de ariete con cierre rápido.
Sobrepresión
Nivel estático
LC
Conducción
Llave cerrada
Captación
L - LC
Hmax
133
Gráficamente, la suma de la presión está-
tica y la sobrepresión por golpe de ariete
será la altura del polígono comprendido
entre la línea de sobrepresión y la línea de
la conducción (ver área en blanco de la
Figura 45a). Es importante tener en cuen-
ta que es el valor máximo de esta suma la
que debemos comparar con el timbraje, y
que ese valor máximo de la suma no se
da necesariamente en el punto de máxi-
ma sobrepresión por golpe de ariete. En la
Figura 45a podemos ver como la presión
máxima se da en el punto B, donde la al-
tura del polígono es máxima.
Por otra parte, la presión mínima estará
dada por la diferencia de la presión está-
tica y la sobrepresión (descompresión),
cuyo valor mínimo deberá ser mayor a la
presión de vapor del agua menos la at-
mosférica con el fin de evitar la cavita-
ción22
: Para temperaturas del agua infe-
riores a 80 ºC, es suficiente con que se
cumpla la expresión:
P mínima = min (Pe – H) > –5 mca
(11.18)
Si existieran problemas de presión mínima,
deberá aumentarse el diámetro de la con-
ducción con el fin de reducir la velocidad.
22 Un líquido puede pasar a vapor de dos maneras, o bien aumentando su temperatura, o bien disminuyendo su
presión. El valor de presión absoluta (la suma de la que existe en la manguera o tubería más la atmosférica
que como sabemos es de 10.33 mca) al cual un líquido pasa a vapor se denomina presión de vapor del líquido
correspondiente, y en el caso del agua varía aproximadamente entre 0 y 10 mca según su temperatura. Si el
agua pasa a vapor, se forman unas burbujas (las cuales se llaman cavidades, de ahí el nombre del fenómeno)
que al ganar presión nuevamente revientan violentamente (implotan), fenómeno llamado cavitación y que
provoca daños importantes y erosión de tuberías, piezas y bombas.
Figura 45 Determinación gráfica de presiones máximas y mínimas
Línea de conducción
Línea de sobrepresión
Captación
Nivel estático Nivel estático
Nivel estático
Hmax
Hmax Hmax
Pe+ H
max (Pe+ H)
min (Pe - H) min (Pe - H)
Llave cerrada
A
a)
b) c)
C D
B
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
134 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Para representar la línea de descompresión
simplemente “giramos” la línea de sobre-
presión utilizando el nivel estático como “bi-
sagra”, de modo que tendremos una línea
como la de la Figura 45b. La determinación
gráfica de la presión mínima puede, no obs-
tante, ser objeto de confusión ya que pueden
darse dos casos:
Si la línea de descompresión está entera-
mente por encima de la de conducción, la
presión mínima será la mínima altura del
polígono comprendido entre ambas líneas
(punto C de la Figura 45b).
Por el contrario, si en algún tramo la línea
de descompresión corta a la de conduc-
ción y pasa “por debajo” de esta, la pre-
sión mínima será la máxima altura de los
pequeños polígonos que forman en esos
tramos ambas líneas (triángulos en blanco
de la Figura 45c, punto D).
Insistimos en el hecho de que en todos los
tramos de la conducción se deberán dar am-
bas condiciones, la de presión máxima y la
de presión mínima, dadas respectivamen-
te por las ecuaciones (11.17) y (11.18). En
caso de que no se cumpla alguna de estas
condiciones deberá procederse a tomar una
o varias de las siguientes medidas23:
Aumentar el timbraje de las tuberías, con
el fin de que sean capaces de aguantar la
presión máxima. Esta no es una solución
factible en el caso del PE no normalizado
dado que estamos diseñando sin consi-
derar la existencia de diferentes timbrajes
para ese material.
23 Se detallan solamente las medidas más simples de entre las posibles. En sistemas más complejos, existen otro
tipo de medidas como chimeneas de equilibrio, calderones, válvulas automáticas de alivio y de retención,
etc.
•
•
•
Reducir los valores de presión estática me-
diante la colocación de CRP, con lo que por
otra parte también estamos reduciendo la
longitud de los tramos.
Disminuir la velocidad media del agua me-
diante la adecuada selección de diáme-
tros. Como veremos más adelante en el
diseño hidráulico, con el fin de reducir el
fenómeno de golpe de ariete se conside-
ran como velocidades máximas admisible
del agua en las conducciones:
– Para HG, PVC y PE normalizado: 3 m/s
– Para PE no normalizado: 0.7 m/s
Aumentar el tiempo de maniobra de aper-
tura y cierre de las llaves. Esta solución
será inviable en el caso de válvulas de flo-
te de las presentes en tanques y CRP. En
el caso de válvulas manuales deberemos
calcular tiempos de maniobra realistas, ya
que será muy difícil convencer a un pro-
ductor para que cierre una válvula de 2”
en, por ejemplo, 45 segundos.
•
•
•
135
Ejemplo:
Sea un sistema de riego de 1,900 m de longitud y 50 m de desnivel, con el perfil topo-
gráfico de la Figura 46, construido con tubería de PVC, y que conduce un caudal de 2
L/s desde la captación hasta una toma situada al final. En su primer tramo, de 1,500
m, la tubería es de 2”–100 PSI, y en los 400 m restantes es de 1½”–125 PSI. Calcular
la sobrepresión causada por el golpe de ariete considerando un tiempo de maniobra de
cierre de la toma de 5 s.
Solución:
Del Anexo C sabemos que la tubería de 2”–100 PSI tiene un diámetro interior Di de 57.4
mm y un espesor e de 1.5 mm. La celeridad de la onda en este tramo será (considerando
un valor de K de 33.3 por ser PVC el material):
La tubería de 1½”–125 PSI tiene un Di de 45.2 mm y un espesor de 1.5 mm, luego su
celeridad es:
Según la ecuación 11.12 la celeridad media será:
El tiempo crítico será:
La velocidad media del agua en la toma la obtendremos a partir de la ecuación de con-
tinuidad. En la toma el diámetro de la tubería es de 45.2 mm, luego la sección de la
misma es:
Con lo que la velocidad del agua, una vez conocida la sección y el caudal, es:
m/s272
1.5
57.4
33.348.3
9900
a
m/s305
1.5
45.2
33.348.3
9900
a
m/s278
305
400
272
1500
1900
a
s14
278
19002
tc
S =
× D²
=
3.1416 × 0.0452 m²
= 0.0016 m²
4 4
U =
Q
=
0.002 m³/s
= 1.25 m/s
S 0.0016 m²
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
136 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Como tm < tc, el cierre se considera rápido y la sobrepresión alcanzará un valor máximo,
según la expresión de Allievi, de:
Calculamos ahora la longitud crítica con el fin de conocer a partir de donde la sobrepre-
sión comienza a decrecer:
Una vez conocidos estos dos valores podemos representar gráficamente la sobrepresión
sobre el perfil altimétrico del sistema. En el ejemplo que nos ocupa, la sobrepresión es-
tará representada por la línea gruesa continua, y la línea de descompresión por la
línea gruesa a trazos. La presión máxima se da justo en el punto en U, y su valor puede
determinarse midiendo directamente sobre el perfil altimétrico si este se ha trazado so-
bre papel milimetrado:
Pmax = 70 + 35.4 = 105.4 mca
En cuanto a la presión mínima, su valor será:
Pmin = 32.4 – 35.4 = –3.0 mca
El valor de la presión mínima es superior a –5 mca, por lo que no es de esperar que
se produzcan problemas por cavitación en la tubería. El valor de presión máxima, sin
embargo, es superior tanto al timbraje de la tubería de 2” (100 PSI = 70 mca), como a
la de 1½” (125 PSI = 88 mca), de modo que deberemos optar por una o varias de las
opciones siguientes:
Utilizar tubería de SDR 26, cuyo timbraje es de 112 mca y será por tanto capaz de
soportar el valor de presión máxima.
Construir una CRP que reduzca el valor de la presión estática y como consecuencia el
de la presión máxima por debajo del timbraje de las tuberías. No obstante, deberemos
cuidar que esta CRP, si finalmente se construye, no disminuye el valor de la presión
dinámica necesaria en la toma. Asimismo, deberemos comparar el costo de construc-
ción de esta CRP con el de aumento del timbraje que supone la solución anterior.
Podríamos pensar en reducir igualmente la velocidad media del agua, pero esta solución
parece poco factible dado que su valor (1.25 m/s) es ya suficientemente bajo.
Calcular un tiempo de maniobra tal que el cierre sea lento, se reduzca el valor de la
sobrepresión máxima, y por tanto disminuya también la presión máxima.
•
•
•
•
m695
2
s5m/s278
L c
Hmax =
278 m/s × 1.25 m/s
= 35.4 mca
9.81 m/s²
137
Ejemplo:
Sea un minirriego construido con poliducto no normalizado de 1¼“. En uno de los tra-
mos, comprendido entre la captación y una toma de una parcela, el sistema conduce un
caudal de 0.8 L/s. El tramo tiene una longitud 250 m y salva un desnivel de 20 m, con
un perfil topográfico semejante al de la Figura 44. Comprobar si existe el fenómeno de
golpe de ariete, y en este caso proponer las medidas necesarias.
Solución:
La celeridad de la onda, recordando que tomábamos un SDR de 26 para el poliducto no
normalizado, será:
El tiempo crítico será:
Con un cronómetro se ha medido el tiempo que se tarda en cerrar completamente una
llave de 1¼“, siendo este de 5 s. Como este tiempo de maniobra es inferior al tc, el cie-
rre se considera rápido. Para el caudal y el diámetro mencionados resulta una velocidad
media del agua de 1.01 m/s, luego la sobrepresión alcanzará un valor máximo de:
m/s90
2)(2650048.3
9900
a
Figura 46 Ejemplo de cálculo de la sobrepresión por golpe de ariete.
1040
1020
1000
980
960
940
920
Nivel estático
max (Pe+ H)
Hmax
min (Pe – H)
Línea de conducción
Línea de descompresión
1,500m - 2” - 100 PSI 400m - 1½” - 125 PSI
Línea de sobrepresión
L - Lc
Lc
s5.6
90
2502
tc
Hmax =
90 m/s × 1.01 m/s
= 9.3 mca
9.81 m/s²
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
138 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
En este caso, la máxima presión se dará justo en la llave y tendrá un valor de:
Pmáx = 20 + 9.3 = 29.3 mca
Mientras que la presión mínima será:
Pmín = 20 – 9.3 = 10.7 mca
Vemos como el valor de la presión máxima supera el timbraje del poliducto no normali-
zado (25 mca). No existirán sin embargo problemas de presión mínima por ser su valor
muy superior al límite de –5 mca establecido por la ecuación (11.18).
Al considerar las medidas propuestas en la página 134:
Como ya se ha comentado, el aumento en el timbraje de la tubería no es una opción
ya que para poliducto no normalizado sólo existe uno.
Podríamos pensar en colocar una CRP entre la captación y la toma de la parcela, pero
dado el desnivel tan bajo existente y lo pequeño del sistema, la medida puede parecer
exagerada en un primer momento.
Podemos intentar reducir la velocidad media del agua aumentando un diámetro de
entre los comerciales. Así, si consideramos el diámetro de 1½”, la velocidad media del
agua será de 0.7 m/s, con lo que la sobrepresión máxima alcanzará un valor de 6.4
mca, y la presión máxima 26.4 mca.
Este valor es aun superior a los 25 mca de timbraje. Podríamos aumentar a 2” de
tubería, pero antes de recurrir a esto probemos a aumentar ligeramente el tiempo de
maniobra. Deberemos intentar un tiempo de maniobra superior al crítico (5.6 s), de
modo que el cierre se considere lento y podamos calcular la sobrepresión según la
ecuación (11.14). además, deberá tener un valor que provoque una sobrepresión igual
o inferior a 5 mca, que es el margen que tenemos entre el valor de presión estática
(20 mca) y el timbraje de una tubería. Con un tm de 8 s, la sobrepresión será:
Por lo tanto, las medidas que tomaremos para atenuar los efectos del golpe de ariete
serán aumentar el diámetro de la conducción a 1½“ y aumentar el tiempo de maniobra
de cierre desde los cinco a los ocho segundos.
•
•
•
•
•
Hmax =
2 × 250 m × 0.7 m/s
= 4.5 mca
8 s × 9.81 m/s²
139Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
12
Diseño hidráulico
140 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
141
12.1 Unidades de medida
El sistema de unidades que se utiliza en
Honduras y el cual se usará por tanto en
todo el diseño hidráulico es el internacional
(SI). En este sistema, las magnitudes físicas
más habituales se expresan en las siguientes
unidades:
Caudal (Q): litros por segundo (L/s) ó me-
tros cúbicos por segundo (m3/s).
Velocidad media del agua (U) y celeridad
(a): metros por segundo (m/s).
Sección o área transversal de conductos
(S): metros cuadrados (m2).
•
•
•
Diámetro de tuberías circulares (D): metros
(m) o milímetros (mm).
Presión: metros de columna de agua (mca),
o abreviadamente metros (m); aunque no
es una medida del SI, es muy frecuente
utilizar también el bar (no tiene abrevia-
tura), el cual equivale aproximadamente
a 10 mca.
No obstante, como es relativamente fre-
cuente el uso de unidades del sistema de
unidades de EE.UU., se han incluido en el
Anexo B factores de conversión entre ambos
sistemas.
•
•
12. Diseño hidráulico
12.2 Procedimiento
Con fines didácticos, se ha preferido explicar
el proceso de diseño hidráulico mediante mé-
todos gráficos, mucho más simples e intuiti-
vos para personas que se estén iniciando en
el diseño de redes de agua. Se considera que
la comprensión de los principios de diseño hi-
dráulico es mucho mejor por estos métodos,
lo cual redundará en un futuro en una mejor
comprensión de los procedimientos analíti-
cos de cálculo que se encuentran en otros
manuales, y en una más racional utilización
del software especializado que existe para
el diseño de redes y al que se puede tener
acceso en el futuro.
Al igual que en el diseño agronómico, se pre-
senta una metodología por pasos con el fin
de proporcionar más claridad a la explicación.
Debe mencionarse, no obstante, que igual
también que en el diseño agronómico, el pro-
ceso de diseño hidráulico es iterativo, siendo
a veces necesario regresar a un paso anterior
para reiniciar el cálculo desde allí.
Paso 1 Selección del material de la
tubería o manguera
Seis serán los criterios fundamentales que
nos guiarán en el material que seleccionare-
mos para la tubería del sistema:
La diferencia de alturas entre la fuen-
te de agua y las tomas de las parcelas.
En principio, desniveles totales superiores
a los 60 u 80 metros no aconsejarán la
utilización de poliducto, puesto que sería
necesaria la construcción de demasiadas
cajas rompepresión que encarecerían sen-
siblemente el sistema.
a)
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
142 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Los derechos de paso. Normalmente la
conducción de un sistema de riego atra-
vesará terrenos que no pertenecen a nin-
guno de los regantes, sino que deberán
ir por tierras de otros productores o por
tierras públicas (como una carretera o el
cauce de un río). Por ejemplo, un dueño
de otra tierra puede dar permiso para que
pase una manguera de poliducto que deja-
mos sobre el terreno, pero no para enterrar
una tubería de PVC. Y si la manguera tiene
que pasar por algún lugar muy transitado
(como un camino o carretera), no conven-
drá utilizar poliducto sin enterrar para evi-
tar cortes accidentales o intencionados
de la manguera, y será mejor enterrar la
tubería o manguera, o ponerla de HG.
El terreno en sí por donde va a ir la con-
ducción. En una tierra muy pedregosa, o en
el cauce de un río, será imposible enterrar
la tubería, con lo que no podrá utilizarse
PVC, ya que este se degrada rápidamen-
te por acción del sol y debe ser enterra-
do. Por otra parte, en pasos aéreos para
atravesar quebradas y barrancos, suele
utilizarse HG, aunque podemos igualmente
utilizar PE o PVC con una cubierta de PE
para protegerlo del sol.
La disponibilidad de mano de obra. Al con-
trario que en sistemas de agua potable,
donde suele contarse con toda la mano
de obra disponible en una comunidad para
el zanjeo e instalación de la conducción,
en pequeños sistemas de minirriego para
uno pocos regantes se cuenta con poca
gente para el zanjeo. Si la conducción es
relativamente larga, el zanjeo será imprac-
ticable para tan poca gente, y sólo el PE o
el HG serán una opción.
La topografía del terreno. La existencia
de numerosos puntos en U con profundi-
b)
c)
d)
e)
dades mayores de 20 m, impedirá el uso
del PE o al menos obligará a combinar en
el sistema tramos en PE con tramos en
PVC o HG (ver paso 4 más adelante).
Por último, el presupuesto disponible. En
principio el HG es el material más caro por
metro lineal, de modo que se utilizará lo
menos posible. Normalmente sólo se uti-
liza en pasos aéreos o en lugares donde
no se puede zanjear y se desaconseja la
utilización de PE para evitar roturas. Por
otra parte, el PE es el más barato y para
sistemas pequeños y donde no exista pe-
ligro de roturas será el aconsejable. Pero
en sistemas con mucha diferencia de al-
tura, habrá que considerar cuidadosamen-
te si económicamente sale más rentable
usar PE (más barato) a costa de tener que
construir más CRP, o usar PVC, más caro
por metro lineal pero más resistente a la
presión y por tanto con menos necesidad
de construir CRP.
En el sistema de Nueva Zona que utilizamos
como ejemplo para el diseño agronómico,
las diferencias de altitud entre la fuente de
agua y las tomas de las parcelas superan en
algunos casos los 200 m, con lo que desde
el punto de vista hidráulico lo recomendable
sería construir el sistema en PVC, que como
ya hemos mencionado debe ser siempre en-
terrado para que no se arruine por acción
del sol. Pero por otro lado, la longitud de la
conducción y por tanto la distancia a zanjear
supera el kilómetro y medio, y como recorda-
mos, sólo son seis productores. Por lo tanto,
desde el punto de vista de la disponibilidad
de mano de obra, y dado que la conducción
va por parcelas de familiares de ellos y no
es de esperar que nadie pretenda arruinar la
conducción, sería mejor construir el sistema
en PE y dejar las mangueras sobre el suelo.
Esto desde luego provocará que debamos
f)
143
construir más CRP, y que debamos conside-
rar muy bien la diferencia en costos (consi-
derando dentro de los mismos la mano de
obra invertida en un hipotético zanjeo) entre
las dos alterativas.
Paso 2 Necesidades de presión
dinámica
En este paso empezaremos a utilizar el pla-
no altimétrico que se elaboró tras el estudio
topográfico. Situaremos sobre el mismo las
necesidades de presión dinámica en todo el
sistema, las cuales son:
En los puntos altos y cóncavos del sistema,
un mínimo deseable de 10 m, y un mínimo
absoluto de 5 m.
En la entrada a tanques, CRP, cajas reuni-
doras o repartidoras, 10 m.
•
•
En las tomas de las parcelas, necesita-
remos contar con una presión dinámica
de:
Ptoma = Pasp + hsoporte + hf manguera (12.1)
donde:
– Pasp = presión deseada de funciona-
miento del aspersor tal y como se cal-
culó en el diseño agronómico (mca).
– hsoporte = altura del soporte del aspersor
(m).
– hf manguera = pérdidas de carga que se
producen en las mangueras que conec-
tan la toma de la parcela con los asper-
sores (mca).
•
Ejemplo:
Partiremos de las necesidades de presión del aspersor que seleccionamos en el di-
seño agronómico. En el ejemplo que utilizamos, esta necesidad era de 3.0 bares, es
decir, 30 mca.
Los aspersores se encuentran además sobre soportes de una determinada altura. En
el ejemplo del diseño agronómico, estos soportes eran de 2 m ya que se va a regar
maíz y pasto.
Normalmente las tomas de las parcelas estarán en un borde de estas y se necesitará
una manguera que conecte la toma con los aspersores. Deberemos calcular las pér-
didas de carga que se producen en esta manguera, y para ello seguiremos el proce-
dimiento explicado en la sección 11.4. Como recordamos del diseño agronómico, el
caudal era de 2 L/s. Suponiendo que utilizáramos una manguera de 1½”, y que esta
tuviera una longitud de 120 m:
Como Re > 2,000, y suponiendo que no contamos con calculadoras programables,
calculamos f mediante la fórmula de Swamee-Jain:
•
•
•
•
66,175
m0.0381
/sm0.0021260633
R
3
e =
×
=
0.022
66,175
5.74
0.03813.7
0.00002
log2f
2
0.9
=+
×
×−=
−
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
144 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Y por último, según la ecuación de Darcy-Weisbach:
La presión mínima en las tomas será por tanto:
Pmin = 30 mca + 2 m + 10.9 m = 42.9 mca 43 mca
•
•
Apoyándonos en el perfil altimétrico del sis-
tema, seguiremos el siguiente procedimiento
gráfico:
Consideraremos cada tramo con diferente
nivel estático de manera independiente, de
modo que deberemos repetir este procedi-
miento en cada uno de ellos. Por ejemplo,
en la Figura 47 existen dos diferentes ni-
veles estáticos, de modo que repetiremos
este procedimiento dos veces.
En cada tramo, y como primer tanteo, co-
menzaremos trazando líneas paralelas al
nivel estático, desde arriba hacia abajo.
La distancia vertical que deberemos dejar
entre el nivel estático y la primera línea, y
entre líneas sucesivas, será:
1.
2.
m10.9
0.038112.1
0.0021200.022
h 5
2
f
Su pongamos como ejemplo un perfil altimé-
trico como el de la Figura 47, que dispone
de una captación, un tanque de almacena-
miento, y dos tomas con una necesidad de
presión dinámica igual a la del ejemplo ante-
rior. Como vemos, en el perfil se han situado,
en forma de flecha, los valores mínimos de
presión dinámica que serán necesarios a la
entrada del tanque (10 m), en los puntos
altos y cóncavos del sistema (igualmente 10
m), y en las dos tomas (43 m).
Paso 3 Colocación preliminar de las
cajas rompepresión (CRP)
Como vimos al estudiar los principios de hi-
dráulica del Módulo 11, a menudo la presión
estática será tan alta que deberemos colocar
CRP para disminuirla y no sobrepasar así el
timbraje de las tuberías o mangueras.
Figura 47 Situación de necesidades de presión dinámica en el perfil altimétrico.
850
900
950
1,000
10 m
10 m
10 m
10 m 43 m
43 m
145
Para sistemas de PE no normalizado
(poliducto):
Si en el tramo no existe ningún tipo
de llaves24
: 25 m, es decir, la máxima
presión estática soportada por este
material tal y como se explica en el
módulo anterior y en el Anexo C.
En tramos con llaves dejaremos 20
m, con el fin de permitir cierta tole-
rancia a la sobrepresión por golpe de
ariete.
Para sistemas de PVC, HG o PE
normalizado:
En tramos donde no existen llaves,
dejaremos una distancia vertical igual al
menor de los timbrajes disponibles para
el diámetro que esperamos colocar en
ese tramo, con el fin de ahorrar costos
(para un mismo diámetro, el precio de
24 No sólo se consideran llaves a las de las tomas de las parcelas. Un tramo que acabe en un tanque o caja con
una válvula de flote a su entrada es igualmente un tramo con llaves. Pero al evaluar si un tramo es con o
sin llaves, no se tienen en cuenta obviamente las llaves situadas a la salida de tanques, captaciones o cajas
situadas al inicio de los tramos.
•
i.
ii.
•
i.
la tubería siempre es mayor a mayor
timbraje).
Por ejemplo, si el caudal que conduce
un tramo fuera de 2 L/s, el diámetro que
seguramente escojamos será de 1½”
ó 2”. Para ambos diámetros el menor
timbraje disponible es de 70 mca (SDR
41), según vemos en la Tabla 26 o en
el Anexo C.
En tramos donde existen llaves, 50 m.
Las CRP se colocarán en los puntos donde
los extremos izquierdos de las horizontales
corten a la línea de la conducción. Por ejem-
plo, en un sistema simple como el de la Figu-
ra 48, con una sola llave de toma al final de
la conducción (insistimos, la llave de salida
desde la captación no cuenta), construido en
PE no normalizado, se colocarían de manera
preliminar las dos CRP que se observan.
ii.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Figura 48 Colocación preliminar de CRP.
20 m
20 m
N.E. 2
N.E. 1 Nivel estático sin CRP
N.E. 3
960 m
980 m
1,000 m
CRP
CRP
146 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Tanto para este paso como para todos los
demás, deberemos considerar los diferen-
tes ramales de un sistema como diferentes
tramos y repetir el procedimiento. Así, un sis-
tema que tenga un perfil planimétrico como
el de la Figura 49a, donde la conducción de
PVC va desde una captación situada en el
punto e1 a un punto e2, y aquí se bifurca
en dos ramales que conducen a las llaves A
y B, se representan en el plano altimétrico
como en la Figura 49b. Como podemos ver
en esta última figura, la diferencia de alturas
del sistema hace necesaria la colocación de
tres CRP, dos en el ramal principal (el que va
de la captación a la toma A), y una tercera
en el ramal que conduce a la toma B.
La colocación de las CRP traerá consigo la
variación del nivel estático del sistema, de
manera que este cambiará con cada nueva
CRP que se coloque. Así, en el ejemplo de
la Figura 48, tendremos tres diferentes nive-
les estáticos, el primero (NE 1) dado por la
captación, y los otros dos (NE 2 y NE 3) por
cada una de las CRP.
Paso 4 Ajuste de las CRP
Habitualmente se darán situaciones que nos
obligarán a ajustar la situación de las CRP.
Para ilustrarlas, supongamos un sistema
construido en PVC como el de la Figura 50,
con las necesidades de presión dinámica de-
terminadas tal y como se explicó en el paso
2, y representadas por las flechas verticales
Como vemos en la figura, las CRP se han
situado siguiendo el procedimiento explicado
en el paso 3, dejando una distancia entre
niveles estáticos de 50 m por ser un tramo
con llaves y construido en PVC.
La señal que este método gráfico de diseño
hidráulico que estamos utilizando nos propor-
ciona para determinar la necesidad de ajustar
la situación de las CRP es la existencia de
niveles estáticos por debajo de las puntas de
flecha que indican las necesidades de presión
dinámica. Vemos en el ejemplo cómo el nivel
estático establecido por la CRP1 pasa por
debajo de la necesidad dinámica del punto
B, y cómo también el nivel estático estable-
Figura 49 Colocación de CRP en sistemas con ramales.
CRP
CRP CRP
50 m
50 m
A
A
a) b)
B
B
e1
e2
e1
e2
147
cido por la CRP2 deja por encima a la punta
de la flecha que representa la necesidad de
presión dinámica de la toma.
La primera situación es la que habitualmen-
te se denomina puntos en U, y es relativa-
mente frecuente en sistemas construidos en
laderas. La consecuencia negativa de estos
puntos en U es que, si dejáramos la CRP1
donde está, el agua nunca pasará del punto
A indicado en la figura, que es justamente
donde el nivel estático corta por su extremo
derecho a la línea de la conducción.
En la segunda de las situaciones del ejemplo
no habrá obstáculo para la circulación del
agua, puesto que el nivel estático en ningún
momento “corta” a la línea de la conducción.
Pero el agua saldrá por la toma con una pre-
sión dinámica inferior a la necesaria, con lo
que el aspersor que hayamos determinado en
el diseño agronómico rendirá un caudal infe-
rior al deseado, no pudiendo cubrir por tanto
las necesidades de agua de los cultivos.
La solución que parece obvia consiste en su-
bir las CRP, de modo que los niveles estáti-
cos que estas establezcan pasen por encima
de las puntas de las flechas. Pero tampoco
debemos subir los niveles estáticos justo has-
ta las puntas de las flechas, pues de esta
manera no dejaremos la holgura suficiente
para las pérdidas de carga.
El criterio que podemos utilizar es el de subir
las CRP de tal manera que entre los nuevos
niveles estáticos que se establezcan y las
puntas de las flechas exista un 20 – 25% del
valor de presión dinámica que se necesita
en cada uno de los puntos. Por ejemplo, la
necesidad de presión dinámica del punto B
es de 10 m, luego podemos subir la CRP1
de tal manera que el nivel estático pase dos
metros (un 20% de 10 m) por encima (ver
Figura 51, el mismo perfil de la Figura 50
donde las líneas continuas representan los
nuevos niveles estáticos). La CRP2 la subimos
Figura 50 Necesidades de ajuste de las CRP.
1,000 m
950 m
900 m
850 m
43 m
50 m
50 m
10 m
A
B
CRP 1
CRP 2
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
148 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Figura 51 Reajuste de las CRP.
1,000 m
950 m
900 m
850 m
108 m
10 m
A
B
CRP 1
CRP 2
CRP 1
CRP 2
Figura 52 Resolución del problema de puntos en U mediante el cambio del timbraje
de las tuberías.
1,000 m
950 m
900 m
850 m SDR 32.5
SDR 41 SDR 41
SDR 32.5
SDR 26
A B
112m
88m
70m
149
hasta que pase 9 m por encima (un 21%
de 43 m) por encima de la necesidad de
presión dinámica de la toma.
No debemos olvidar que una vez establecida
la posición definitiva de las CRP, debemos
situar en el plano altimétrico las necesidades
de presión dinámica de las mismas (10 mca),
de la misma manera que se hizo con los
tanques en el paso 2.
Pero, particularmente en los puntos en U, la
resolución del problema de presión dinámi-
ca causará la reaparición del problema de
exceso de presión estática que habíamos
pretendido resolver con las CRP. Por ejemplo,
podemos observar como en la Figura 51, en
el punto en U, una vez reajustadas las CRP,
el máximo valor de presión estática alcanza
los 108 m. Si el sistema de la figura estuvie-
ra construido con PVC de SDR 41, veríamos
como este valor de presión estática máxima
supera con mucho el timbraje de la tubería
(70 mca). Es aquí donde entra en juego la
existencia de los diferentes timbrajes, y la
resolución del problema será, una vez más,
gráfica.
Suponiendo que el diámetro de la tubería
del tramo entre ambas CRP fuera de 1½“
o mayor, los SDR disponibles son 41, 32.5,
26 y 17. Las máximas presiones soportadas
por estas tuberías son, respectivamente (ver
Tabla 26), 70, 88, 112 y 176 mca.
Procedemos entonces a trazar paralelas al
nivel estático tal y como se indica en la Figu-
ra 52, a una distancia igual a estos valores.
Así, vemos que la primera paralela que se
traza está situada 70 m por debajo del nivel
estático. Esta línea cortará a la línea de la
conducción en dos puntos (A y B de la figura).
Igualmente se procederá con la siguiente pa-
ralela, trazada a 88 m, y que también cortará
a la línea de la conducción en dos puntos. La
siguiente paralela, dibujada a 112 m, ya no
corta a la conducción. Los puntos de corte,
como muestra la figura, determinan los luga-
res donde se va a cambiar el timbraje de la
tubería. Así, entre la primera CRP y el punto
A, y entre el punto B y el final del tramo (la
segunda CRP), la tubería será de SDR 41.
Este procedimiento no es claramente posible
con polietileno no normalizado dada que no
existe la posibilidad de cambiar de timbraje.
Deberemos, por tanto, cambiar el material de
la tubería, si no en todo el sistema, al menos
en los puntos en U.
Mencionar ya para terminar este paso que en
ocasiones no será posible situar las CRP de
manera satisfactoria dada la topografía del
terreno y las necesidades de presión diná-
mica. Deberemos pues, como último recur-
so, disminuir estas necesidades cambiando
el aspersor seleccionado y reiniciar todo el
proceso desde el paso 11 del cálculo de pa-
rámetros de riego en el diseño agronómico
(ver paso 11, sección 10.2).
Paso 5 Línea piezométrica mínima
Supongamos un perfil altimétrico como el de
la Figura 53, que dispone de una captación,
una CRP, y dos tomas. Como vemos, en el
perfil se han situado los valores mínimos de
presión dinámica que serán necesarios a la
entrada de la CRP (10 m), en los puntos altos
y cóncavos del sistema (10 m), y en las dos
tomas (43 m).
Uniremos mediante rectas estos puntos de
presión mínima partiendo del inicio del ni-
vel estático. Como podemos ver en la figura
(líneas punteadas), existen dos tramos con
diferente nivel estático (entre la captación
y la CRP, y entre esta y la última toma), de
modo que existirán igualmente dos diferentes
líneas, una por tramo.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
150 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Estas líneas representan la línea piezométri-
ca mínima del sistema. La línea piezométrica
real del sistema (por ejemplo, una como la lí-
nea a trazos de la figura), deberá, una vez que
seleccionemos los diámetros de tubería:
“Tocar”, dentro de lo posible, los puntos
de presión dinámica necesaria de las to-
mas y en las entradas a tanques y cajas.
En otras palabras, la línea piezométrica
deberá pasar por las puntas de las flechas
tal y como hace la de la figura.
En el resto del sistema, deberá estar com-
prendida entre la línea piezométrica míni-
ma, y los niveles estáticos.
Paso 6 Selección de diámetros válidos
Como paso previo a la construcción de la
línea piezométrica que mencionábamos en
el paso anterior, elaboraremos una tabla de
•
•
diámetros capaces de llevar el caudal que
debe fluir por cada tramo. Para determinar
qué diámetros son válidos, estableceremos
unas velocidades máxima (Umax) y mínima
(Umin) del agua en la tubería o manguera. La
velocidad máxima pretende contribuir a evitar
los fenómenos de golpe de ariete y cavitación
que explicábamos en la sección 11.5, mien-
tras la velocidad mínima se establece para
impedir la deposición en la tubería o mangue-
ra de cualquier tipo de partícula o impureza
que pudiera ser acarreada por el agua.
Consideraremos para cada tipo de material
un rango deseable de velocidad, y otro apli-
cable sólo en casos extremos al que podre-
mos recurrir con el fin de hacer posible la
utilización de algún otro diámetro que sea
imprescindible usar (ver Tabla 29):
Material de la tubería o manguera Rango deseable (m/s) Rango en casos extremos (m/s)
Polietileno no normalizado 0.5 – 0.7 0.3 – 0.7
PVC, HG o PE normalizado 0.5 – 3.0 0.5 – 5.0
Rangos de velocidad en tuberías y mangueras.Tabla 29
Figura 53 Línea piezométrica mínima.
10 m
10 m
43 m43 m
1,000 m
900 m
800 m
700 m
600 m
10 m 10 m
151
Considerando estos rangos, procederemos
a rellenar una tabla como la siguiente, en la
que para cada diámetro nominal (columna 1)
se procede de la siguiente manera:
Finalmente, calcularemos el factor de
fricción mediante la ecuación 11.6 ó la
11.10; las pérdidas de carga mediante
la ecuación de Darcy-Weisbach 11.5, y
las pérdidas de carga porcentuales (J)
mediante la ecuación (11.2), las cuales
colocaremos en la columna 6.
Con el fin de reducir el número de cálcu-
los que deben realizarse, en el Anexo N
se proporciona una planilla donde apare-
cen ya calculados las secciones para todos
los diámetros disponibles en PVC y PE no
normalizado.
Paso 7 Construcción de la plantilla
gráfica
Sobre papel milimetrado transparente (puede
adquirirse en papelerías técnicas o imprimirse
en papel vegetal a partir del que se encuentra
al final del Anexo N) se llevarán las pérdi-
das de carga porcentuales de los diámetros
seleccionadas en el paso anterior. Para ello
procederemos de la siguiente forma:
Deberemos averiguar primero las escalas
verticales y horizontales del plano altimétri-
co. Como explicábamos en la sección 6.3,
la escala vertical suele ser menor que la
horizontal con el fin de exagerar en cierta
manera el relieve del terreno y que nos
sea más fácil desarrollar el procedimiento
gráfico del diseño hidráulico.
De haber desarrollado nosotros el cálculo
topográfico y el dibujo de los perfiles (tal
y como se explicaba en el Módulo 6), ob-
viamente sabremos las escalas. En caso
contrario, simplemente escogeremos una
distancia conocida (por ejemplo la que se-
para dos puntos del levantamiento topo-
gráfico), y la dividiremos entre la distancia
que tienen en el plano, estando ambas
medidas en iguales unidades.
•
•
Tabla de selección de
diámetros válidos.
Tabla 30
(1) (2) (3) (4) (5) (6)
Diámetro
nominal
SDR
Di
(mm)
S
(m2
)
U
(m/s)
J
(%)
½“ 13.5 18.2 0.00026 7.7
¾“ 17 23.5 0.00043 4.6
1” 26 30.4 0.00072 2.8 27.49
1¼“ 32.5 39.1 0.00120 1.7 7.83
1½“ 41 45.9 0.00166 1.2 3.56
2“ 41 57.4 0.00259 0.8 1.20
2½“ 41 69.5 0.00379 0.5 0.48
3” 41 84.6 0.00562 0.4
En la columna 2 se coloca el SDR utilizable
en el sistema, el cual hemos determinado
en el paso 4 (este ejemplo se ha elabo-
rado con PVC).
En la columna 3, el diámetro interior para
ese diámetro nominal y SDR (ver Anexo C).
En la columna 4, la sección, calculada a
partir del dato del diámetro interior.
En la columna 5, la velocidad media del
agua, calculada a partir de la ecuación de
continuidad (ver sección 11.1). Los datos
de la tabla están calculados, por ejemplo,
para un caudal de 2 L/s.
Se seleccionan como diámetros válidos
solamente aquellos cuya velocidad media
está dentro del rango establecido por la
Tabla 29. Como este ejemplo está rea-
lizado con PVC, las velocidades deberán
estar comprendidas entre 0.5 y 3 m/s, y
los diámetros seleccionados son los que
aparecen sombreados en la tabla.
•
•
•
•
•
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
152 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Ejemplo:
Supongamos que los puntos e0 y e83 del levantamiento topográfico, una vez realizados
los cálculos de la sección 6.2 tienen las siguientes coordenadas:
Punto e1: X = 10,000.00 Y = 10,000.00 Z = 1,000.00
Punto e83: X = 9,439.67 Y = 9,122.75 Z = 924.04
La distancia horizontal real del terreno estará dada por la fórmula:
Mientras que la distancia vertical real será simplemente el desnivel entre ambos
puntos:
Dv = Z1 – Z83 = 75.96 m
Supongamos que medimos ahora sobre el plano altimétrico las distancias horizontal y
vertical (medidas sobre los ejes), y resultan unas distancias de, respectivamente, 101
cm y 61 cm. Las escalas horizontal y vertical del plano altimétrico serán:
determinar cualquier longitud en el papel
milimetrado.
Finalmente colocaremos en la plantilla las
líneas representativas de las pérdidas de
carga (las líneas de gradiente hidráulico)
que están dadas por los valores de J que
hemos calculado en el paso 6. Para ello:
– Trazamos una línea vertical a los 100
m de distancia horizontal. Estos 100 m,
considerando la escala horizontal, serán
(ver Figura 54):
•
Las escalas horizontal y vertical de la
plantilla que vamos a elaborar deben ser
exactamente las mismas que las del pla-
no altimétrico. Por tanto, y utilizando las
escalas del ejemplo que acabamos de
desarrollar, cada milímetro del papel mi-
limetrado representará las siguientes dis-
tancias reales:
Eje horizontal: 1 mm en el plano = 1,031
mm en el terreno = 1.03 m
Eje vertical: 1 mm en el plano = 125 mm
en el terreno = 0.125 m
El origen de los dos ejes de la planilla es-
tará en la esquina superior izquierda, de
modo que, o bien con una regla y utili-
zando las escalas del plano, o bien con
la ayuda de un escalímetro, podremos
•
m1,040.93877.25560.33)Y(Y)X(XD 222
831
2
831h
1,031/1E1,030.6
m1.01
m1,040.93
cm101
m1,040.93
h
125/1E124.5
m0.61
m75.96
cm61
m75.96
v
100 m × Eh = 100,000 mm × Eh
= 100,000 ×
1
1,031
= 97 mm
153
– Seguidamente calcularemos los puntos
de corte de las líneas de pérdida de
carga con la línea de 100 m horizonta-
les. Por ejemplo, la tubería de 1½“ de
la Tabla 30 tiene una pérdida de carga
de un 3.56%, es decir, 3.56 m vertica-
les por cada 100 m horizontales. Estos
3.56 m verticales, considerando la es-
cala vertical serán:
Luego la línea de pérdida de carga de la
tubería de 1½“ irá desde el origen hasta
28 mm de la línea vertical de los 100 m
contados desde arriba (ver Figura 54).
De igual manera procederemos con el
resto de diámetros válidos.
Paso 8 Trazado de la línea piezométrica
Llegamos al paso fundamental del cálculo
hidráulico, el trazado de la línea piezomé-
trica, una vez consideradas las necesida-
des de presión dinámica, situadas las cajas
rompepresión de ser necesarias, trazada la
línea piezométrica mínima, y seleccionados
los diámetros válidos para conducir el caudal
de diseño.
El trazado de la línea piezométrica se reali-
zará de manera independientemente para
cada tramo de igual nivel estático. Para ilus-
trar el procedimiento gráfico que usaremos,
supondremos un tramo como el de la Figura
55, donde existe una CRP al principio de la
misma y dos tomas con una necesidad de
altura de presión dinámica de 25 mca cada
una. Su pongamos también que el sistema va
3.56 m × Ev = 3,560 mm × Ev
= 3,560 ×
1
125
= 28 mm
Figura 54 Dibujo de las líneas de gradiente hidráulico en la plantilla.
28 mm
97m m
0
100 m
2”
2½”
1½”
1¼”
1”
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
154 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
a ser construido en PVC, y que conduce un
caudal de 2 L/s, de tal manera que pueden
utilizarse justamente los diámetros de la Ta-
bla 30, y por tanto la plantilla de la Figura 54.
El procedimiento será el siguiente:
Como ya apuntábamos en el paso 5, la
línea piezométrica deberá dejar siempre
por debajo a la línea piezométrica míni-
ma, intentando “tocar” las necesidades de
presión dinámica en las tomas y cajas, y
“pasando por encima” de los puntos cón-
cavos y altos del sistema.
Comenzaremos situando la planilla con
sus ejes paralelos a los del plano altimé-
trico, y con el origen de la planilla sobre
el punto de inicio del nivel estático, justo
al lado de la CRP. Podemos ver cómo las
líneas de 1” y 1¼“ cortan a la línea de la
conducción luego no pueden utilizarse en
el sistema. La línea de 1½“ no corta a la
línea de la conducción pero sí a la línea
piezométrica mínima, luego tampoco puede
usarse. La siguiente línea (2”), sí que cum-
ple tanto el dejar a la línea piezométrica
mínima por debajo como a la estática por
arriba, luego el diámetro de 2” será el que
se utilice a la salida de la CRP. Trazaremos
•
•
en el perfil una línea que prolongue por la
derecha a la de 2” de la planilla.
Como vemos en la figura, la línea piezomé-
trica resultante de utilizar la tubería de 2”
no consigue “tocar” la necesidad de pre-
sión dinámica de la primera toma, y pasa
unos 10 m más arriba. En algún momento,
deberemos cambiar de diámetro, a uno in-
ferior, de manera que la línea piezométrica
descienda hasta “tocar” la necesidad de
presión dinámica de la toma. Para hallar
el punto exacto donde realizar el cambio
de diámetro, situamos la planilla de tal
manera que la línea de gradiente de la tu-
bería de 1½“ “toque” la toma, prolongando
igualmente la línea que nos da la planilla,
pero esta vez por la izquierda hasta cortar
la línea trazada anteriormente (ver Figura
56).
Podemos ver como no podemos seguir
entre las dos tomas, con la tubería de 1½”
ya que corta a la línea piezométrica mínima.
Por lo tanto repetiremos todo el procedi-
miento anterior, pero en el tramo compren-
dido entre ambas tomas. El resultado final
será el de la Figura 57.
•
•
Figura 55 Inicio del trazado de la línea piezométrica.
475 m
500 m
450 m
425 m
400 m
155
Tres comentarios para terminar con este
paso:
Insistimos en el hecho de que todo el pro-
cedimiento de cálculo hidráulico debe re-
petirse para cada unos de los ramales de
la red.
En tramos con considerables pérdidas de
carga singulares (recordemos que las des-
preciamos si la longitud del tramo es más
de 1,000 veces su diámetro), deberemos
no sólo trazar las piezométricas dadas por
los diámetros seleccionados sino aja ustar-rr
las tal y como se explica en el Anexo L.
•
•
Por último, si el plano del perfil altimétrico
tiene escalas de dibujo muy pequeñas,
el procedimiento gráfico que hemos ex-
plicado será adecuado para determinar
qué diámetros deben usarse en un tramo
dado, pero no para determinar con exac-
titud el punto donde cambia el diámetro.
Existe un procedimiento bastante simple
para averiguarlo de manera analítíí ica, apli-
cando la fóff rmula:
(1(( 2.2)2
•
gp
greqf
JJ
LJh100
d
Figura 57 Trazado definitivo de la línea piezométrica.
475 m
500 m
2”-100 PSI 1½”-100 1½”-1002”-100
450 m
425 m
400 m
Manual práctico pararr el diseño de sistemas de minirriego
Figura 56 Acomodo de la línea piezométrica a la necesidad de presión dinámica de la toma.
475 m
500 m
Punto de cambio de diámetro
450 m
425 m
400 m
156 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
donde (ver Figura 58):
d = distancia desde el punto donde
cambia el diámetro al final del tramo
(m).
hf req = pérdida de carga que deseamos
perder (mca), la cual, como ya sabe-
mos, es equivalente a la diferencia entre
la presión estática existente y la presión
dinámica deseada.
Jg y Jp = pérdidas de carga del diámetro
grande y el pequeño respectivamente
(%).
L = longitud total del tramo (m).
–
–
–
–
Ejemplo:
Supongamos un tramo de 433 m de longitud de un sistema donde, mediante el proce-
dimiento gráfico, se han determinado que los diámetros adecuados para garantizar la
pérdida de carga deseada de 11 mca son 2” – 100 PSI y 1½“ – 100 PSI, cuyas pérdidas
de carga porcentuales son, respectivamente, 1.20% (Jg) y 3.56% (Jp).
La distancia d, aplicando la ecuación (12.2), será:
m246
1.20-3.56
4331.2011100
d
Paso 9 Colocación de reguladores
de presión
Supongamos una situación como la mos-
trada en la Figura 59. Como podemos, ver,
existe una toma en el fondo del punto en U
con una necesidad de presión dinámica de
43 m. La línea piezométrica no puede en
este caso “tocar la punta de la flecha”, dado
que de hacerlo no podría después remontar
para pasar encima del punto alto. Se da por
lo tanto en esa toma un exceso de presión
dinámica, y tampoco existe la posibilidad de
seleccionar un aspersor especial dado que
ningún aspersor va a funcionar a una presión
dinámica de 73.5 + 43 = 116.5 mca.
Figura 58 Determinación analítica del punto de cambio de diámetro.
d
L
Jp hf req
Jg
157
Este tipo de situaciones, que no sólo se da
en puntos en U, se resuelve utilizando lo que
se denominan reguladores de presión. Estos
reguladores son unos dispositivos que pro-
vocan altas pérdidas por fricción, es decir,
altas pérdidas de carga singular, de modo
que se ajuste la presión dinámica existente
a la deseada.
Remitimos al lector al Anexo M para una
completa explicación sobre la selección o
fabricación del regulador adecuado.
Paso 10 Comprobación ante el golpe
de ariete y la sobrepresión
Esta comprobación se limitará a seguir el
procedimiento suficientemente explicado en
la sección 11.5 del módulo anterior.
Paso 11 Válvulas de aire y de limpieza
Cuando una tubería o manguera se llena o
rellena al abrir una llave, el aire que contie-
ne queda atrapado en los puntos altos del
sistema. Según estas bolsas de aire se com-
primen conforme entra más agua a la tubería
se empieza a absorber la presión estática del
sistema, pudiéndose llegar a un punto en el
cual el flujo de agua se detiene totalmente.
Para evitarlo, se deben colocar válvulas de
aire en todos los puntos altos del sistema.
Por otra parte, las partículas e impurezas di-
sueltas en el agua tienden a depositarse en
los puntos bajos del sistema (los puntos en
U). Pese a que el establecer una velocidad
mínima del agua (ver Tabla 29) reduce en
gran medida el problema, es conveniente co-
locar una válvula de limpieza en todos y cada
uno de los puntos en U.
Paso 12 Plano final
Como colofón al diseño hidráulico se debe-
rá elaborar una copia del plano altimétrico
con toda la información necesaria para la
correcta instalación del sistema diseñado.
Dicho plano deberá contener la siguiente
información:
Niveles estáticos y línea piezométri-
ca del sistema, considerando todos los
ramales.
•
Figura 59 Exceso de presión dinámica.
73.5 m
43 m
850 m
900 m
950 m
1,000 m
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
158 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Situación de captaciones, tanques, CRP
y otro tipo de cajas, reguladores de pre-
sión, válvulas de aire, válvulas de limpieza
y tomas.
Escalas de dibujo, vertical y horizontal.
En la parte inferior del perfil se situará la si-
guiente información:
Puntos topográficos, puntos de situación
de tanques, de cajas, de válvulas de aire
y limpieza, de pérdidas de carga singular,
de salida de ramales, y de cambio de diá-
metro o timbraje.
•
•
•
Para cada uno de estos puntos:
– Distancias acumuladas de tubería o
manguera (m)
– Elevación (m)
– Presión estática (mca)
– Caudal de diseño (L/s)
– Tubería o manguera utilizada, diámetro
(nominal) y timbraje.
– Presión dinámica (mca).
•
159
Figura60Ejemplodeplanoaltimétricofinal.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Revisar buenazo
161
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(*) Documentos contenidos en el CD que se proporciona junto con el manual.
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163Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
Anexos
164 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
165
Anexo A. Nomenclatura
Símbolo Magnitud Unidades más habituales
A Sección de tubería o manguera mm2
, m2
AU Agua utilizable por los cultivos mm
CC Capacidad de campo %
CE Conductividad eléctrica del agua mmho/cm, µmho/cm, dS/m
da Densidad aparente del suelo t/m3
, g/cm3
Db Dosis bruta de riego mm
De Diámetro exterior de la tubería o manguera mm, pulgadas
Dh Diámetro húmedo de un aspersor m
Di Diámetro interior de la tubería o manguera mm, pulgadas
Dn Dosis neta de riego mm
Dn aj Dosis neta ajustada mm
Do Diámetro de orificio mm
DPM Déficit permisible de manejo %
e Espesor de la tubería o manguera mm, pulgadas
Ea Eficiencia de aplicación de un sistema de riego %
ET Evapotranspiración mm/d, mm/mes
ET0 Evapotranspiración de referencia mm/d, mm/mes
ETP Evapotranspiración potencial (término en desuso) mm/d, mm/mes
f Factor de fricción de la ecuación de Darcy-Weisbach adimensional
h
f
Pérdida de carga por fricción mca, m
h
S
Pérdida de carga singular mca, m
hsoporte Altura del soporte del aspersor m
hT Pérdida de carga total mca, m
I Tasa o velocidad de infiltración cm/h, mm/h
I Intervalo entre riegos días
Ib Infiltración básica cm/h, mm/h
IM Intervalo máximo entre riegos días
IHD Intervalo de humedad disponible mm
Ip Índice de precipitación adimensional
NomenclaturaTabla A-1
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
166 Anexos
Símbolo Magnitud Unidades más habituales
L, l Longitud de tubería m, km
J Pérdida de carga %, m/100 m
mca Metros de columna de agua
Nb Necesidades brutas de un cultivo mm/d
Nn Necesidades netas de un cultivo mm/d
Pa Peso del agua contenido en el suelo g, kg
Pasp Presión necesaria para el aspersor mca
Pe Precipitación efectiva mm, mm/mes, mm/año
Pg Peso de la fase gaseosa del suelo g, kg
Pp Peso de las fases líquida y gaseosa del suelo g, kg
pr Profundidad radicular efectiva del cultivo cm, m
Pt Peso total del suelo g, kg
Ptoma Presión necesaria en la toma de una parcela mca
PMP Punto de marchitez permanente %
Q, q Caudal m³/s, L/s, GPM
qasp Caudal de un aspersor L/s, GPM
Qi Caudal instantáneo m³/s, L/s, GPM
Re Número de Reynolds adimensional
RAS Relación de adsorción de sodio
S Superficie regable m , ha
s Separación entre aspersores m
SD Sólidos disueltos en el agua meq/L, mg/L, g/L
ta Tiempo de aplicación del riego horas
ta min Tiempo de aplicación mínimo horas
tos Tiempo de operación del sistema de riego horas
U, u Velocidad m/s
Us Velocidad superficial m/s
V Volumen m³, L
Va Volumen del agua contenido en el suelo m³, L
Vg Volumen de la fase gaseosa del suelo m³, L
Vp Volumen de las fases líquida y gaseosa del suelo m³, L
Vt Volumen total del suelo m³, L
167
Símbolo Magnitud Unidades más habituales
Y Coordenada geográfica de un punto topográfico m
X Coordenada geográfica de un punto topográfico m
Z Coordenada geográfica de un punto topográfico m
Z Infiltración acumulada mm
z Cota geométrica m
g Humedad gravimétrica del suelo %
v Humedad volumétrica del suelo %
Viscosidad cinemática del agua m²/s
Símbolos
matemáticos
Significado
Letra griega Alfa – se utiliza para denominar ángulos
Letra griega Beta – se utiliza para denominar ángulos
Letra griega Delta – significa “incremento” o “variación”; por ejemplo, x se lee
como “incremento de x” o “variación en el valor de x”
Letra griega Sigma – se lee como “sumatorio” o “suma de “
Letra griega Theta – se utiliza para denominar ángulos
Número Pi = 3.1416
Letra griega Fi – se utiliza para denominar ángulos
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
168 Anexos
Anexo B. Conversión de unidades
Longitud Volumen
1 pie = 1’ = 0.3048 m 1 m³ = 1,000 L
1 pulgada = 1” = 25.4 mm 1 galón = 3.785 L
Caudal Precipitación
1 GPM (galón por minuto) = 0.063 L/s 1 L/m²/h = 1 mm/h
1 m3
/s = 1,000 L/s 1 pulgada/h = 25.4 mm/h
1 L/s = 15.85 GPM
Presión
1 PSI (libra por pulgada cuadrada) = 0.703 mca (metros de columna de agua)
1 mca = 1.422 PSI
1 atm (atmósfera) = 1.033 kg/cm²
= 760 mmHg (milímetros de mercurio)
= 10.33 mca
= 1,013 mb (milibar)
= 1.013 bar
= 1.013 × 105 Pa
1 bar = 1.020 kg/cm²
= 10.2 mca
= 750 mmHg
= 0.987 atm
= 105 Pa
= 100 J/kg
En la práctica:
1 kg/cm2 = 10 mca = 1 atm = 1 bar = 105 Pa = 100 kPa = 14.3 PSI
1 PSI = 0.7 mca
1 Mpa = 10 bar
1 J/kg = 1 cbar
169
Anexo C. Materiales de PVC y PE
De
SDR=
De
e
e
Figura C-1 Relación entre diámetro
exterior y grosor de paredes
Tuberías de cloruro de polivinilo
(PVC)
El PVC es un excelente material para las con-
ducciones y distribuciones, desde las tube-
rías primarias hasta incluso las terciarias.
Siempre deben enterrarse, de modo que
queden protegidas de la luz solar y de tem-
peraturas extremas (se estima que un tubo
de PVC enterrado puede durar hasta 50
años sin ningún problema). En aquellos
lugares donde el terreno no permita el zan-
jeo, deberá recurrirse al PE o al HG, nunca
dejar la tubería sobre el terreno porque se
terminará arruinando.
Se aconseja enterrar al menos 45 cm los
tubos de hasta 2”, 60 cm los de 3” y 4”,
y 70 cm los de más de 4”. En pasos bajo
caminos transitados por vehículos deben
enterrarse al menos 1 m. Finalmente, en
pasos aéreos deben sustituirse por PE o
HG, o al menos protegerlos del sol con una
manguera de PE de superior diámetro que
haga de cubierta.
•
•
•
Los tubos (también llamados lances) se
fabrican en una longitud estándar de 6
metros.
En Centroamérica la fabricación de tube-
rías de PVC está perfectamente normaliza-
da siguiendo las normas estadounidenses
(normas ASTM). Las tuberías se clasifican
de acuerdo a su SDR (Standard Dimension
Ratio – Relación de dimensiones en espa-
ñol), es decir, la relación existente entre su
diámetro exterior y el grosor de sus pare-
des. Los valores de SDR son fijos y cada
tubería se encuentra disponible en varios
valores de SDR, o en otras palabras, varios
timbrajes (ver Figura C-1).
A mayor valor de SDR corresponde una
menor resistencia a la presión como con-
secuencia del menor espesor de pared (un
menor timbraje). Los máximos valores de
presión estática que pueden resistir las tu-
berías para cada valor de SDR se muestran
en la Tabla C-1:
•
•
•
SDR
Timbraje
(PSI)
Timbraje
(mca)
41 100 70
32.5 125 88
26 160 112
21 200 140
17 250 176
13.5 315 221
El diámetro comercial con el que se deno-
mina a las tuberías de PVC es el diámetro
nominal, y no coincide en absoluto ni con
el diámetro exterior ni con el diámetro in-
terior. Por ejemplo, la tubería de ½” tiene
•
Valores de presión estáticaTabla C-1
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
170 Anexos
un diámetro exterior (De) de 0.84” y un
diámetro interior (Di) de 0.716”, es decir
valores superiores ambos a la media pul-
gada de diámetro nominal.
Aunque las casas comerciales fabrican to-
dos los diámetros que detallamos en la Ta-
bla C-2, raramente se encuentran todos en
ferreterías que no sean las más grandes de
•
Diámetro
nominal
(pulg.)
SDR
Presión
(PSI)
Presión
(mca)
Espesor
(pulg.)
Espesor
(mm)
D exterior
(pulg.)
D interior
(pulg.)
D interior
(mm)
½” 13.5 315 221 0.062 1.6 0.84 0.716 18.2
¾” 17 250 176 0.062 1.6 1.05 0.926 23.5
1” 17 250 176 0.077 2.0 1.315 1.161 29.5
1” 26 160 112 0.06 1.5 1.315 1.195 30.4
1¼” 17 250 176 0.098 2.5 1.66 1.464 37.2
1¼” 26 160 112 0.064 1.6 1.66 1.532 38.9
1¼” 32.5 125 88 0.06 1.5 1.66 1.540 39.1
1½” 17 250 176 0.112 2.8 1.9 1.676 42.6
1½” 26 160 112 0.073 1.9 1.9 1.754 44.6
1½” 32.5 125 88 0.06 1.5 1.9 1.780 45.2
1½” 41 100 70 0.046 1.2 1.9 1.808 45.9
2” 17 250 176 0.14 3.6 2.375 2.095 53.2
2” 26 160 112 0.091 2.3 2.375 2.193 55.7
2” 32.5 125 88 0.073 1.9 2.375 2.229 56.6
2” 41 100 70 0.058 1.5 2.375 2.259 57.4
2½” 17 250 176 0.169 4.3 2.875 2.537 64.4
2½” 26 160 112 0.11 2.8 2.875 2.655 67.4
2½” 32.5 125 88 0.088 2.2 2.875 2.699 68.6
2½” 41 100 70 0.07 1.8 2.875 2.735 69.5
3” 17 250 176 0.206 5.2 3.5 3.088 78.4
3” 26 160 112 0.135 3.4 3.5 3.230 82.0
3” 32.5 125 88 0.108 2.7 3.5 3.284 83.4
3” 41 100 70 0.085 2.2 3.5 3.330 84.6
las principales ciudades. Debemos com-
probar antes de diseñar el sistema qué
diámetros se encuentran en las ferreterías
locales si es en estas donde pensamos
hacer las compras. En último caso siem-
pre podremos encargar un determinado
diámetro, aunque ello provocará un apre-
ciable retraso en las compras.
Diámetros de tubería disponiblesTabla C-2
sólo el poliducto disponible en los agroservi-
cios locales. Con este poliducto que vamos a
denominar como no normalizado, haremos
las siguientes consideraciones:
Con fines de diseño, supondremos una re-
sistencia máxima a la presión (el timbraje)
de 25 mca.
Con el fin de evitar en lo posible roturas
como consecuencia del golpe de ariete,
limitaremos la velocidad media del agua
a 0.7 m/s.
Esta velocidad máxima permisible, dados
los diámetros existentes, limitar el caudal
máximo que podemos conducir con po-
liducto a 2 L/s. Siempre podremos, no
obstante, utilizar varias mangueras para
conducir caudales mayores, aunque ello
repercutirá obviamente en el costo.
Dada la ausencia de normas, los diáme-
tros son muy variables por mucho que
se hable de poliducto de 1” o ¾”. Pero
con fines de diseño consideraremos un
diámetro interior idéntico al nominal (ver
Tabla C-3).
•
•
•
•
171
Mangueras de polietileno
(PE, también conocido como
poliducto)
En el caso del PE la cuestión es más com-
plicada. Existen desde luego normas inter-
nacionales que regulan la fabricación de las
mangueras tal y como sucede con el PVC,
considerando diferentes diámetros y resisten-
cias a la presión estática, y por tanto distintos
SDR. Existen también casas comerciales en
Honduras que fabrican mangueras y conecto-
res de PE de alta calidad siguiendo las normas
mencionadas. Lamentablemente, en el 95%
de los casos el PE que encontramos en las
ferreterías y agroservicios no es de ninguna de
estas casas comerciales, y por lo tanto no ha
sido fabricado según las normas. Es más, con
frecuencia estas mangueras son fabricadas a
partir de material reciclado y su resistencia a
la presión estática es muy reducida.
Podríamos pensar que la solución reside sim-
plemente en adquirir manguera de PE de pro-
veedores y fabricantes de confianza, garanti-
zando así la correcta calidad y resistencia de
la manguera. No obstante, existiría el riesgo
de que a la hora de reparar posibles roturas
de la manguera, o simplemente al sustituir la
manguera al cabo de los años (consideran-
do que la duración del PE es inferior a la del
PVC), los productores utilizaran el poliducto
de mala calidad dados su menor precio y su
mayor facilidad de adquisición. Podría darse
una situación en la que un sistema diseñado
para soportar presiones estáticas de 40, 60
ó 100 mca, estuviera constituido por man-
guera que no soportara más de 25 mca, con
lo que el sistema acabaría reventando y sería
ya imposible de operar en el futuro.
Como frecuentemente se hace en ingeniería,
la solución será ponernos en el peor de los
casos posibles. Consideraremos por tanto
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Diámetro nominal y presión
(mca)
Tabla C-3
Diámetro nominal
(pulg.)
Presión
(mca)
D interior
(mm)
½” 25 12.7
¾” 25 19.1
1” 25 25.4
1¼” 25 31.8
1½“ 25 38.1
2” 25 50.8
3” 25 76.2
172 Anexos
Un caso aparte lo constituyen las mangueras
de PE que se utilizan para riego localizado
(goteo o microaspersión), las cuales, por ser
habitualmente importadas, si están fabrica-
das según las normas internacionales. Nor-
malmente se encuentran mangueras de 10,
12, 16 y 20 mm de diámetro nóminal (que
en el caso de las normalizadas coincide con
el diámetro exterior), las cuales están dise-
ñadas para trabajar igualmente a presiones
inferiores a 25 mca.
173
Anexo D. Utilización del nivel Abney1
Descripción
El nivel Abney es básicamente un tubo cua-
drado con un lente ocular (D) en el extremo
del observador y un pelo horizontal que cruza
el extremo del objetivo. Casi en el centro del
tubo hay un espejo de 45º, que refleja la mi-
tad de la línea de mira hacia arriba, a través
de una abertura en el tubo. Montado sobre la
abertura hay un nivel de burbuja (A) con una
marca de referencia grabada en el centro.
El nivel de burbuja está fijado a una palanca
móvil de marca (B, nonio o vernier), que se
ajusta contra graduaciones de escala sobre
un arco de níquel-plata (C). Algunos tipos de
niveles Abney tienen arcos intercambiables,
mostrando tipos diferentes de escalas (tales
como grados, porcentaje, etc.). Para efectos
de este manual, se usará el arco en grados
sexagesimales.
Lectura
Para su utilización, el nivel Abney se pega
al ojo y se mira el objetivo, centrado el pelo
transversal en dirección del mismo. Luego
se ajusta la palanca de marca hasta que la
burbuja (visible en la mitad derecha del cam-
po de mira) se centre en dirección del obje-
tivo, y del pelo transversal. Cuando el ajuste
es correcto, el objetivo, el pelo transversal y
la burbuja están alineados horizontalmente,
como se muestra en la Figura D-1. El ángulo
de visión (conocido técnicamente como án-
gulo vertical) luego se lee en grados sobre el
arco con la ayuda del nonio.
La lectura del ángulo requiere especial cui-
dado. Como podemos observar en la Figura
D-2a, el arco está dividido en grados sexa-
gesimales, con numeración cada diez grados.
Figura D-1 Componentes y lectura del nivel Abney.
D
B
C
A
Burbuja
(centrada en el
pelo transversal)
Pelo
transversal
(centrado
en objetivo)
1 El contenido de este capítulo ha sido adaptado de Jordan (1988).
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Fuente:Jordan(1998).
174 Anexos
Las lecturas hacia la izquierda del cero del
arco serán negativas o cuesta abaja o, mien-
tras que hacia la derecha serán positivas o
cuesta arriba. Para leer el ángulo, se determi-
na dónde intersecciona el cero del nonio (re-
presentado en la Figura D-2 por una flecha).
En el eje emplo, en la Figura D-2b, el cero cae
entre –5º y –6º. Aunque podríamos aproximar
a simple vista los minutos, conseguiremos
mayor precisión en la lectura de los minutos
con la ayuda del nonio.
Para lecturas cuesta abaja o (como las de la
Figura D-2c) utilizaremos las líneas del nonio
a la izquierda del cero del mismo, y usaremos
las de la derecha para lecturas cuesta arriba.
Las líneas del nonio tienen un intervalo de
diez minutos entre ellas, estando sólo la de
30 y 60 numeradas. Para precisar los minutos
de la lectura, determinaremos cuál de las
líneas del nonio está más en línea recta con
alguna de las líneas del arco. En el caso del
ejee mplo podemos observar como la línea del
nonio correspondiente a 30’ casi se alinea
exactamente con la línea del arco de abaja o,
de modo que la lectura completa del ángulo
será –5º 30’.
Levee avv ntamiento
Para efecff tuar un levantamiento con el nivel
Abney se requieren mínimo dos personas y si
son mas, tanto meje or pues los terrenos con
mucha maleza hay que limpiarlos exhausti-
vamente para tener líneas de mira claras.
Se necesitan un nivel Abney, una cinta de
medida de 30 m. y un cuaderno de campo.
Podrá utilizarse una brújú ula si se requieren
azimuts (ángulos horizontales). El estudio se
inicia en algún punto fijfi o de refeff rencia (como,
por eje emplo, la fuente o algún pico sobresa-
liente a lo largo de la ruta de la conducción)
y se continúa aguas arriba o aguas abajo a
partir de ese punto, a lo largo de la ruta de
la línea de conducción propuesta.
Figura D-2 Dirección de las lecturas en el nivel Abney.
a) Escala de grados
b) Leyendo grados
y minutos
c) Comprobando
los minutos con
el nonio
Fuente: Cambers, G.; Ghina, F. (2005) Introduction to SANDWATCH. An educational tool for sustainable development,
UNESCO, París, 91 p.
175
La técnica de levantamiento es sencilla: el
topógrafo mira a través del Abney hacia un
objetivo que sostiene su asistente y se mide
la distancia de terreno que media entre ellos.
Esta distancia, y el ángulo vertical (ángulo
medido por el nivel Abney) se registran en
el cuaderno de campo. Es importante que
el objetivo hacia el cual mira el topógrafo
se encuentre a la misma distancia del suelo
que el nivel Abney, que será la misma que
la altura desde el suelo hasta los ojos del
topógrafo. Si el asistente no es de la misma
altura que el topógrafo, entonces deberá por-
tar un palo objetivo cortado exactamente a la
misma altura que la de la altura de los ojos
del topógrafo. Se puede amarrar un pedazo
de tela roja en la parte superior del palo, o el
asistente puede colocar su mano en la parte
superior del mismo para que el objetivo sea
claro. También resulta útil que el topógrafo
utilice un palo en forma de horqueta sobre el
cual se asiente el nivel Abney, a fin de que
la lectura sea más uniforme (en este caso, el
palo-objetivo deberá ser del mismo tamaño
que la horqueta).
La Figura D-3 muestra la disposición básica
y el cálculo utilizado en la nivelación trigo-
nométrica con el nivel Abney: el topógrafo
Figura D-3 Nivelación trigonométrica con el nivel Abney
Distancia vertical
entre estaciones
Distancia de terreno
Ángulo medido por el Abney
-16°
Horizontal
Horizontal
Asistente
sosteniendo el
palo-objetivo
Topógrafo
Línea de mira
Distancia de terreno
28 m
Ejemplo ilustrado a continuación
= –16º (el signo negativo indica visualización cuesta abajo)
sen = 0.276 (obtenido con la calculadora)
Distancia de terreno = 28 metros
Distancia vertical = 28 × 0.276 = 7.7 metros
Distancia vertical=Distancia de terreno x sen
Fuente:Jordan(1988)
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
176 Anexos
y su asistente se ubican entre sí a una dis-
tancia de 28 metros (distancia geométrica),
y el ángulo vertical es de −16º (el ángulo
negativo indica que el topógrafo está visua-
lizando cuesta abajo). Con la ayuda de una
calculadora científica y unos conocimientos
básicos de trigonometría, se puede calcular
que la distancia vertical entre ambos es de
7.7 m.
El topógrafo, a la vez que efectúa e! estu-
dio, debe observar el terreno que recorre.
Conforme efectúa su trabajo, debe tener en
mente que posteriormente él u otra persona
tendrán que excavar una línea de canal a
lo largo de esa ruta. Por tanto, deberá to-
mar nota del terreno que se esta trazando,
como tramos de selva, campos cultivados,
senderos, hondonadas, condiciones del te-
rreno (grava, barro blando, roca viva, etc.). El
topógrafo debe utilizar la mayor cantidad de
puntos de referencia, de manera que si en el
futuro hay que volver a estudiar algún tramo
de la conducción, puede ubicarse un punto
de inicio conveniente. Los puntos de referen-
cia deben ser permanentes o semiperma-
nentes. Ejemplos adecuados serian los árbo-
les grandes, salientes de rocas, etc.
177
Formato de toma de datos topográficos
Fecha: Hoja: / Comunidad:
Pto Lectura
vertical (*)
Lectura
horizontal
Distancia
(D)
Esquema
(*) Ángulos hacia abajo negativos
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
178 Anexos
Formatodeprocesamientomanualdedatostopográficos
Pto
Lectura
vertical
()
Lectura
horizontal
()
Distancia
(grad)
Z
(D·sen)
|D·cos|
X
(|D·cos|·sen)
Y
(|D·cos|·cos)
X
(X+X)
Y
(Y+Y)
Z
(Z+Z)
(D)Acum.
179
El objetivo de este ensayo es conocer la cur-
va Q – P del aspersor, y el diámetro húmedo
para una altura dada cuando no tenemos el
catálogo del fabricante. Para cualquier emisor
(ya sea aspersor, difusor o emisor de goteo),
las ecuaciones de dicha curva son del tipo:
q = Kd × hx
donde:
q es el caudal del emisor en L/h.
Kd es el coeficiente de descarga del
emisor.
h es la altura de presión dinámica a la
entrada del emisor.
x es el exponente de descarga del emisor.
Para los aspersores este exponente toma
habitualmente un valor en torno a 0.5.
Material necesario:
Una toma de agua, ya sea por gravedad o
por bombeo que pueda ser regulada me-
diante una llave con el fin de conseguir dife-
rentes presiones de trabajo del aspersor.
Un manómetro que situaremos a la salida
de la toma para conocer la presión.
Un número variable de pluviómetros que
dependerá del alcance del aspersor. El nú-
mero necesario puede estimarse a partir
de la Tabla E-1:
–
–
–
–
1.
2.
3.
Anexo E. Ensayo de aspersores
Como pluviómetros deberán utilizarse re-
cipientes exactamente iguales. Serán ci-
líndricos, con el borde superior afilado,
de modo que el agua recogida no pueda
salpicar. El diámetro en la abertura debe-
rá estar comprendido entre 8 y 30 cm,
teniendo en cuenta que la precisión de la
medida aumenta con el diámetro.
Una regla o preferiblemente un pie de rey
para medir el diámetro de los recipientes
utilizados como pluviómetros y obtener así
su sección.
Una probeta o instrumento de medida de
líquidos con una precisión de 1 ml.
Un reloj
Procedimiento a seguir:
En campo:
Se elige una zona plana para realizar el
ensayo
Situamos el aspersor a 0.5 m de altura.
Realizamos un ensayo previo con el as-
persor para conocer el alcance del agua.
En función de este alcance situaré los plu-
viómetros en una cuadrícula, con distan-
cia entre ellos dada por la Tabla E-1. De-
remos numerar los pluviómetros y situar-
los preferiblemente un poco enterrados
con el fin de que no se vuelquen.
Se abre la llave hasta que el manómetro
alcance un valor de 20 metros (2.0 bar) y
se mantiene abierta una hora.
Con la ayuda de la probeta, se mide la
cantidad de agua recogida por cada plu-
viómetro, anotando igualmente el número
de pluviómetro.
4.
5.
6.
1.
2.
3.
4.
5.
Número de pluviómetros
necesarios para el ensayo
Tabla E-1
Alcance
(m)
Nº de
pluviómetros
Separación entre
pluviómetros (m)
10 25 2
15 36 2.5
20 36 3
25 49 3.5
30 49 4
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
180 Anexos
El caudal del aspersor estará dado por la
fórmula:
q (L/h) = Pluv. Promedio (mm/h) ×
× nº de pluviómetros × s²
donde s es la separación entre pluvió-
metros. Tendremos, pues, dos datos de
caudal para cada una de las presiones
de trabajo:
Ensayo 1 Ensayo 2
h1 = 20 m h2 = 30 m
q1 q2
Puede ya calcularse la ecuación de la cur-
va a partir de los datos obtenidos:
5.
6.
# Pluviom.
Lectura
(ml.)
Pluviometría
(mm/h)
# Pluviom.
Lectura
(ml.)
Pluviometría
(mm/h)
1 83 51 75
2 76 52 65
3 68 53 34
… …
Se vuelven a realizar los pasos 3, 4 y 5 con
una presión de trabajo de 30 m.
En gabinete:
Para cada una de las dos tablas se cal-
cula la pluviometría de cada pluviómetro
con la fórmula:
Donde es 3.1416 y D es el diámetro in-
terno de los pluviómetros que se habrá
medido previamente con la regla o pie de
rey.
Para cada una de las tablas, se calcula el
promedio de pluviometría.
Para cada uno de los ensayos (el de 20 y
el de 30 m), se descartan todos aquellos
pluviómetros cuya pluviometría es inferior
al 10% del promedio.
El diámetro húmedo (Dh) para cada pre-
sión de funcionamiento será la distancia
máxima entre los pluviómetros que que-
den después de haber descartado los del
paso 3.
6.
1.
2.
3.
4.
=
2
1
2
1
h
h
log
q
q
log
x
x
1
1
d
h
q
K =
Pluviometría (mm/h) =
(Lectura (ml) / 1000)
× (D/1000)²
4
Registro de datos de precipitación.Tabla E-2
181
Anexo F. Cálculo de la precipitación confiable
Supongamos que contamos con los siguien-
tes datos de precipitación de una zona o es-
tación cercana al lugar donde se pretende
instalar el sistema de riego:
Promedios mensuales
de precipitación (mm)
Precipitación total
anual (mm)
Enero 7.7 1970 961.3
Febrero 5.1 1971 884.2
Marzo 7.3 1972 1176.8
Abril 63.8 1973 822.5
Mayo 112.2 1974 865.9
Junio 178.4 1975 972.9
Julio 99.9 1976 904.5
Agosto 116.1 1977 865.1
Septiembre 137.1 1978 878.7
Octubre 107.7 1979 879.4
Noviembre 35.8 1980 901.1
Diciembre 12.5 Promedio 919.3
El procedimiento de cálculo es el siguiente:
Se comienza ordenando los datos de pre-
cipitación anual de mayor a menor (ver
columnas 1 y 2 de la Tabla F-1).
Se calcula el índice de precipitación
de cada dato (Ip), que está dado por la
fórmula:
donde P es el dato de precipitación de
cada año (columna 2) y P el promedio
de precipitación anual (en este ejemplo
919.3 mm). Por ejemplo, para el valor de
1.
2.
precipitación de 884.2 mm, el índice de
precipitación será:
Se calcula la probabilidad de ocurrencia
(Pr) de cada valor de precipitación anual
mediante la llamada fórmula de Hazen:
donde m es el número de orden de cada
valor de precipitación anual, y N es el nú-
mero de años de la serie de datos (en este
caso 11). Siguiendo con el ejemplo:
3.
P
P
Ip =
0.962
919.3
884.2
Ip ==
100
N2
1m2
Pr ×
×
−×
=
50.0%100
112
162
Pr =×
×
−×
=
Cálculo de la Pr.Tabla F-1
(1) (2) (3) (4)
Nº de
orden
Precipitación
anual (mm)
Índice de
precipitación
(Ip )
Probabilidad
de
ocurrencia
(Pr ) (%)
1 1176.8 1.280 4.5
2 972.9 1.058 13.6
3 961.3 1.046 22.7
4 904.5 0.984 31.8
5 901.1 0.980 40.9
6 884.2 0.962 50.0
7 879.4 0.957 59.1
8 878.7 0.956 68.2
9 865.9 0.942 77.3
10 865.1 0.941 86.4
11 822.5 0.895 95.5
Promedio: 919.3 mm
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
182 Anexos
Una vez que tenemos el valor de Ip para
la Pr deseada, lo multiplicaremos por los
valores de la precipitación mensual, de
modo que tendremos las precipitaciones
mensuales confiables al Pr deseado. En
nuestro ejemplo, las precipitaciones men-
suales confiables al 75% de probabilidad
serán las dadas por la Tabla F-2:
5.
lp buscado = lp mayor –
Pr buscado – Pr menor
×
Pr mayor – Pr menor
× (lp mayor – lp menor)
Lo que nos proporciona la cuarta colum-
na de la Tabla F-1 son las precipitaciones
confiables y los Ip al 4.5%, al 13.6%, al
22.7%, etc., de ocurrencia. Pero lo que
necesitamos son valores de Ip para proba-
bilidades más redondas como el 75 ó el
90%. Para averiguar el Ip para una Pr dada
buscaremos los valores de Ip para la Pr
inmediatamente mayor y para la inmedia-
tamente menor a las buscada, y seguida-
mente aplicaremos la siguiente fórmula:
Por ejemplo, queremos saber el Ip para una
Pr del 75%. En la Tabla F-1 podemos ver
que para una Pr del 68.2% el Ip es 0.956,
y para una Pr de 77.3% el Ip es 0.942.
Aplicando la fórmula:
4.
lp (75%) = 0.956 –
75 – 68.2
× (0.956 – 0.942)
77.3 – 68.2
= 0.956 –
6.8
× 0.014
9.1
= 0.956 – 0.010 = 0.946
Valores de precipitación
confiable
Tabla F-2
Promedios mensua-
les
de precipitación
(mm)
Ip (75%)
Ppt.
75%
Enero 7.7
× 0.946 =
7.3
Febrero 5.1 4.8
Marzo 7.3 6.9
Abril 63.8 60.4
Mayo 112.2 106.1
Junio 178.4 168.8
Julio 99.9 94.5
Agosto 116.1 109.8
Septiembre 137.1 129.7
Octubre 107.7 101.9
Noviembre 35.8 33.9
Diciembre 12.5 11.8
183
Anexo G. Tolerancia relativa de los cultivos
agrícolas a la salinidad2
CULTIVOS EXTENSIVOS
Tolerantes Moderadamente sensibles
Cebada
Algodón
Remolacha azucarera
Habichuela
Maíz
Lino
Cacahuate
Arroz
Caña de azúcar
Girasol
Moderadamente tolerantes Sensibles
Frijol alacín, caupí
Avena
Centeno
Sorgo
Soya
Trigo
Trigo duro
Frijol
Ajonjolí
PASTOS Y CULTIVOS FORRAJEROS
Tolerantes Moderadamente sensibles
Pasto bermuda Alfalfa
Trébol
Maíz forrajero
Caupí forrajero
Pasto llorón
Avena forrajera
Grama de jopillos
Centeno forrajero
Freo de los prados
Moderadamente tolerantes Sensibles
Cebada forrajera
Alpiste
Trébol
Festuca
Raygrass
Pasto sudán
Trigo forrajero
Fuente: elaboración propia a partir de USDA (1992, 1997).
2 Estos datos sirven sólo de guía a la tolerancia relativa entre cultivos. Las tolerancias absolutas dependerán
del clima, las condiciones del suelo y las prácticas agrícolas. Para una lista más exhaustiva de especies y sus
nombres científicos, consúltese Ayers y Westcot (1985) o USDA (1997:Table 13-3).
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
184 Anexos
VEGETALES
Tolerantes Moderadamente sensibles
Espárrago Brócoli
Repollo
Coliflor
Apio
Maíz dulce
Pepino
Berenjena
Lechuga
Sandía
Chile
Patata
Rábano
Espinaca
Melón
Calabaza
Camote
Tomate
Moderadamente tolerantes Sensibles
Alcachofa
Remolacha
Zucchini, pipián, zapallo
Frijol
Zanahoria
Cebolla
Quingombó
FRUTALES
Tolerantes Moderadamente sensibles
Uva
Moderadamente tolerantes Sensibles
Higuera
Jinjolero
Papaya
Piña
Granada
Almendra
Manzana
Albaricoque
Aguacate
Zarzamora
Chirimoya
Lima
Limón
Mandarina
Níspero
Mango
Naranja
Fruta de la pasión
Melocotón
Pera
Toronja
Zapote
Fresa
La clasificación de tolerancias relativas está
definida por las líneas de la Figura G-1. En
esta figura vemos como, en general, los cul-
tivos tolerantes alcanzan el 100% de su ren-
dimiento con valores de CE inferiores a 0.8
dS/m. O cómo los cultivos moderadamente
tolerantes sufren reducciones del 50% del
rendimiento con valores de CE superiores a
unos 7 dS/m. Un par de ejemplos concretos
nos ayudarán a explicar mejor la gráfica.
La línea de trazos representa la relación entre
CE del agua de riego y el rendimiento po-
tencial para el maíz. Vemos cómo para que
el maíz alcance el 100% de su rendimiento
potencial, el valor de la CE debe ser inferior
a 1.1 dS/m. También podemos ver cómo si
185
el agua de riego que aportáramos tuviera una
CE de 5 dS/m, podrían esperarse rendimien-
tos inferiores al 40% del potencial.
En el caso del frijol (línea de puntos), que
es un cultivo sensible, estos mismos valores
de conductividad arrojan pérdidas de ren-
dimiento aun mayores que en el caso del
maíz. Así, con una CE de 1.1 dS/m, el frijol
sufre una pérdida del 20% del rendimiento
(o lo que es lo mismo, alcanza un 80% de
su rendimiento potencial). Con una CE de 5
dS/m, el frijol no será capaz de producir ab-
solutamente nada.
En general, puede observarse también como
los cultivos sensibles necesitan una CE infe-
rior a 0.7 dS/m para no sufrir mermas en el
rendimiento. En el caso de los cultivos mo-
deradamente sensibles, el umbral estará en
2 dS/m. Para los cultivos moderadamente
tolerantes, no sufrirán pérdidas con CE in-
feriores a 4 dS/m. Y por último, los cultivos
tolerantes, no sufrirán ninguna bajada en sus
rendimientos con valores de CE inferiores a
6.5 dS/m.
Figura G-1 Clasificación de la tolerancia relativa por tipo de cultivo.
0
0 5
Conductividad eléctrica del agua (dS/m)
Rendimientorelativo(%)
Sensibles Moderadamente
tolerantes
Tolerantes
Inadecuado para la
mayoría de cultivos
10 15 20
0 5 10 15 20
20
40
60
80
100
Moderadamente
sensibles
Fuente:AyersyWestcot(1985).
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
186 Anexos
Anexo H. Ensayos de suelo
Se pone aproximadamente una cucharada
de suelo en la palma de la mano y se le
echa unas gotas de agua. Se escurre y se
amasa hasta que se adhiera a la mano. La
medida en que se pueda moldear, como en
la figura, dará una idea aproximada de su
clase de textura.
Arenoso. Es imposible formar una bola de
suelo redondeándola con las palmas de
la mano. El suelo permanece suelto y en
granos simples y puede ser amontonado
pero no moldeado.
Franco arenoso. Puede ser moldeado en
forma esférica pero se desgrana fácilmen-
te con solo aplastar la bola entre los dedos
pulgar e índice.
A)
B)
Limo. Podemos formar un cilindro a partir
de la bola, pero nunca mayor de 15 cm
de largo.
Franco. Podemos amasar la bola hasta
formar un cilindro de 15 cm de largo y
0.5 cm de diámetro. Al intentar doblar el
cilindro en forma de U se rompe.
Franco arcilloso. El suelo puede ser ama-
sado como en (D) pero puede ser cuidado-
samente doblado en U sin romperse.
Arcillo arenoso. El suelo es de tacto suave
y al seguir doblando el cilindro para formar
un círculo se agrieta un poco.
Arcilla. Se maneja como plastilina y puede
ser doblado en un círculo sin agrietarse.
C)
D)
E)
F)
G)
187Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
Figura H-2 Procedimiento para la determinación de la textura al tacto según USDA (1999).
Arcillosa
Es muy
suave
¿Es muy
suave?
¿Es muy
áspero?
Arcillo-
limosa
Arcillo-
arenosa
¿Es muy
áspero?
Sí
Sí
Franco-
arcillo-
limosa
Es muy
suave
Franco-
arcillo-
arenosa
Franco-
arcillosa
Ni áspero
ni suave
Ni áspero
ni suave
Ni áspero
ni suave
Franca
Franco-
arenosa
Franco-
limosa
Sí
SíSíSí
Sí
Sí
SíSí
Haciendo una cinta
Ponga 25 grs de suelo en la palma de
la mano y amase. El suelo está plástico
y moldeable, como plástilina húmeda. Agregue suelo seco
para absorber agua
¿Forma una pelota
cuando se aprieta? ¿Está muy seco? Arenosa
Arenoso-
franca
¿Esta muy
húmedo?
¿El suelo, forma
una cinta?
Tome el suelo entre pulgar e índice, empuje con el pulgar, apriete para arriba
y forme una cinta, de espesor y ancho uniforme. Permita que emerja la cinta
hasta que se quiebre.
Humedezca excesivamente en la mano una pequeña cantidad de suelo y frótela con el dedo índice
¿Forma una cinta débil
de < de 1” antes de
quebrarse?
¿Forma una cinta de 1”
antes de quebrarse?
¿Forma una cinta fuerte
2” antes de quebrarse?
¿Es muy
áspero?
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
No
No
No No
No No
188 Anexos
Determinación de la infiltración
básica mediante el infiltrómetro
de doble anillo
El infiltrómetro consta de dos cilindros de
lámina de espesor 3 mm, uno de 15 cm de
diámetro y el otro de 30 cm, y ambos de 30
cm de altura (ver Figura H-3a). Utilizamos
dos cilindros con el fin de que el agua que
vertamos entre los dos cilindros fuerce la in-
filtración vertical del agua que vertamos en
el cilindro pequeño. En otras palabras, si uti-
lizáramos un solo cilindro, el agua adoptaría
una forma de bulbo ya que existiría infiltración
tanto vertical como horizontal, mientras que
el hecho de que se esté ya infiltrando agua
alrededor del cilindro pequeño fuerza al agua
contenida en este último a infiltrarse sólo ha-
cia abajo y no hacia a los lados, adoptando
forma de columna (Figura H-3b).
Para realizar el ensayo necesitaremos
además:
Un depósito con agua.
Una regla o cinta métrica metálica.
Un cronómetro.
Un trozo de plástico, como una bolsa de
supermercado.
El procedimiento que se sigue es el
siguiente:
Se entierran ambos cilindros con cuidado
en el suelo de manera concéntrica y unos
10 cm.
Llenamos el espacio entre los dos cilindros
con agua hasta unos 10 ó 15 cm sobre el
nivel del suelo.
Situamos el trozo de plástico en el inte-
rior del cilindro pequeño de modo que cu-
bra todo el suelo, vertemos agua sobre
•
•
•
•
1.
2.
3.
a)
Fuente: Gregory, J. H.; Dukes, M. D.; Miller, G. L.;
Jones, P. H. (2005) Analysis of double-ring infil-
tration techniques and development of a simple
automatic water delivery system, Internet, Applied
Turfgrass Science.
b)
Fuente: Miller, I. (s/f) Falling-head Double Ring Infil-
trometer, Internet, The University of Sydney.
Funcionamiento del infiltrómetro de anillos.Figura H-3
189
él hasta llegar igualmente a los 10 ó 15
cm sobre el suelo, y retiramos el plástico.
La razón de utilizar el plástico es proteger
la superficie del suelo contra el impacto
del agua.
Con la ayuda de la regla o cinta métrica
y tomando lecturas tanto de la medida
como del tiempo transcurrido, iremos re-
llenando las columnas (a) y (d) de la Tabla
H-1 (existe un formato en blanco al final
de este anexo).
Como se explicaba en la sección 4.5, la
tasa de infiltración será mucho mayor al
4.
principio que al final, donde tenderá a ser
constante. Por lo tanto, las lecturas ten-
drán que ser mucho más frecuentes al
principio que al final.
Empezaremos dejando sólo un minuto
entre las lecturas, de ahí pasaremos a
tomarlas cada dos minutos, cada cinco,
cada 10, cada 20 y cada 30. Para saber
en qué momento cambiamos el intervalo
entre lecturas podemos tomar el criterio
de cambiar cuando la bajada de la lámina
se acerque o baje de los 10 mm. En el
ejemplo, cuando tomamos la segunda
(a) (b) (c) (d) (e) (f)
Tiempo Lámina de agua (mm) Tasa de
infiltraciónHora Diferencia Acumulado Lectura
Diferencia
9.07
(min) (min)
136
(mm/h)
1 1 12 720
9.08 124
2 3 11 330
9:10 113
2 5 7 210
9:12 106
5 10 11 132
9:17 95
5 15 7 84
9:22 88
5 20 6 72
9:27 82
10 30 10 60
9:37 72
10 40 9 54
9:47 63
− − − −
Rellenado 142
10 50 10 60
9:57 132
10 60 8 48
10:07 124
20 80 15 45
10:27 109
20 100 11 33
10:47 98
20 120 11 33
11:07 87
Procedimiento de cálculo de la infiltración.Tabla H-1
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
190 Anexos
lectura la bajada de la lámina es de 12
mm (136 – 124 = 12 mm), de ahí que
pasemos a tomar lecturas cada 2 minutos.
En la cuarta lectura, la bajada es de 11
mm (113 – 106 = 11 mm), luego cambia-
mos al intervalo a cinco minutos. Y en la
lectura que tomamos a las 9:27, la bajada
de la lámina ha sido de 88 – 82 = 6 mm,
luego pasamos a tomar lecturas cada 10
minutos.
Llegará un momento que la lámina de
agua del cilindro pequeño habrá bajado
tanto que sea necesario rellenar. Esto lo
haremos inmediatamente después de una
lectura, y anotaremos la nueva lectura de
lámina de agua. En la Tabla H-1, por ejem-
plo, se ha rellenado inmediatamente des-
pués de la lectura efectuada a las 9:47,
tras lo cual la lámina ha pasado de 63 a
142 mm.
Durante todo el ensayo deberemos man-
tener la lámina de agua en el espacio en-
tre los dos cilindros a aproximadamente
el mismo nivel que en el cilindro pequeño.
Esto nos obligará seguramente a rellenarlo
más frecuentemente que el cilindro pe-
queño porque existirá mayor infiltración.
No obstante, no es necesario apuntar los
momentos en que rellenamos el espacio
entre ambos cilindros.
El ensayo lo terminaremos cuando, o bien
llevemos ya dos horas de ensayo (como es
el caso en el ejemplo) o bien las lecturas
a intervalos de 30 minutos sean prácti-
camente constantes (no llegamos a este
punto en ensayo de ejemplo).
Repetiremos el ensayo al menos cuatro
veces en diferentes lugares de la parcela
con el fin de calcular el promedio. Para no
tener que pasar ocho horas realizando el
ensayo, es conveniente disponer de dos
5.
6.
7.
8.
juegos de cilindros, de tal manera que se
puedan traslapar ensayos y ocupar menos
tiempo (iniciamos el segundo ensayo a la
hora de comenzar el primero, el tercero a
la hora del segundo, y el cuarto una vez
transcurrida una hora del tercero).
Procesamiento de datos:
Comenzaremos calculando la columna (b),
que no es más que la diferencia en mi-
nutos entre lecturas sucesivas. Debemos
prestar atención al llegar al rellenado (ci-
fras en negritas) pues esa fila no se toma
en cuenta para el cálculo. En el ejemplo
vemos como se ha calculado el tiempo
transcurrido entre las 9:47 horas (lectura
tras la cual se rellenó el cilindro pequeño)
y las 9:57 horas.
Calculamos seguidamente la columna (c),
que como vemos en el ejemplo es la suma
acumulada de los valores de la columna
(b). Obviamente ignoraremos la fila del re-
lleno porque no hemos calculado ahí nin-
gún valor.
La columna (e) es la diferencia en mm
entre las lecturas de lámina de agua. Aten-
ción nuevamente al llegar al relleno, pues
la diferencia entre lecturas deberá tener
en cuenta la nueva altura de lámina de
agua alcanzada después del relleno (142
– 132 = 10 mm en el ejemplo).
En la columna (f) calculamos la tasa de
infiltración. Para ello se dividen los valo-
res de la (e) entre la (b) y se multiplican
después por 60 (para pasarlos a mm/h).
Por ejemplo entre la cuarta y la quinta
lectura pasaron 5 minutos y la lámina de
agua bajó 11 mm. Luego el valor de la
columna (f) será:
1.
2.
3.
4.
mm/h13260
5
11
191
Seguidamente pasaremos a dibujar una
gráfica en un papel especial que se de-
nomina “doble logarítmico” que podemos
observar en la Figura H-4.
Podemos ver cómo tiene la particularidad
de que las primeras 10 unidades de am-
bos ejes ocupan el mismo espacio que las
siguientes 90, y estas que las siguiente
900, y así sucesivamente. Otra particu-
laridad es que en el segmento entre 1 y 10
cada raya es una unidad. Entre 10 y 100
cada raya son 20 unidades. Y entre 100 y
1000, cada raya son 100 unidades.
5. En dicho papel logarítmico, situaremos
unos puntos cuyas coordenadas serán
los valores de la columna (c) (el tiempo
acumulado) en abscisas (el eje X), y los de
la columna (f) (la tasa de infiltración) en
ordenadas (el eje Y). Podemos ver como
cada uno de los triángulos del gráfico se
corresponde con una pareja de valores de
la tabla. Así, el primer punto por la izquier-
da está dibujado en las coordenadas (1,
720), mientras que el último lo está en las
coordenadas (120, 33).
Figura H-4 Interpretación gráfica de las lecturas de la infiltración.
Tiempo (min)
1
1
10
100
K=600
1000
10 100 1000
Tasadeinfiltración(mm/h)
6.4 cm
3.7 cm
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
192 Anexos
El papel doble logarítmico se puede encon-
trar en cualquier papelería especializada,
aunque al final del Anexo existe una hoja
que se puede imprimir separadamente.
Una vez llevados todos los puntos a la grá-
fica en papel doble logarítmico, se traza
una recta de tal manera que pase aproxi-
madamente por en medio de la nube de
puntos.
Llamaremos K al valor de la tasa de infil-
tración donde la recta que hemos trazado
corta al eje vertical (recordemos al hacer
la lectura que la escala es logarítmica).
Podemos observar como en la Figura H-4
K = 600.
Seguidamente calcularemos la pendiente
de la recta, a la cual llamaremos n. Para
ello escogeremos dos puntos bastante se-
parados de la recta y mediremos con una
regla en cm la distancias horizontal y verti-
cal entre ellos. Calcularemos la pendiente
mediante la fórmula:
n =
y
=
3.7
= –0.58
x 6.4
6.
7.
8.
Por último, calcularemos la infiltración bá-
sica mediante la fórmula3
:
lb (mm/h) = K × (–600 × n)n
donde sustituyendo con los valores del
ejemplo tendremos:
lb = 600 × (–600 × (–0.58))–0.58
= 20.1 mm/h
En el CD que acompaña al manual se pro-
porciona una hoja de cálculo Microsoft
Excel® que automatiza todo el proceso
de cálculo de la infiltración básica.
3 Es pura casualidad que el valor de K en el ejemplo sea igual al factor de la fórmula.
9.
193
Análisis de infiltración
Ensayo nº:
Lugar:
Fecha:
Textura*:
Tiempo Lámina de agua (mm) Tasa de
infiltraciónHora Diferencia
(min)
Acumulado
(min)
Hora
Diferencia
(mm/h)
(*) Determinada al tacto.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
194 Anexos
Tazadeinfiltración(mm/h)
2
3
4
5
6
7
8
9
100
1 10 100 100032 4 5 6 7 8 9 32 4 5 6 7 8 9 2 3 4 5 6 7 8 9
Tiempo acumulado (min)
2
3
4
5
6
7
8
9
2
3
4
5
6
7
8
9
10
1000
10000
2
3
4
5
6
7
8
9
1
1
195
Anexo I. Código Visual Basic® para el cálculo
de las pérdidas de carga mediante la ecuación
universal de Darcy-Weisbach
El siguiente código crea una nueva fó rmula en Excel (hfdw) que calcula las pérdidas de carga
según Darcy-Weisbach a partir de los argumentos que se detallan en el código.
====== == ================ ==== === ==== ==== ===== ==== ==
Function hfdw(k, d, u, v, l) As Single
k = coe ciente de rugosidad de la tubería en mm
d = diámetro interior de la tubería en mm
u = velocidad del agua en m/s
v = viscosidad cinemática del agua en m2/s
l = longitud de la tubería en m
Dim re As Single Nº de Reynolds
re = (d / 1000) * u / v
If re <= 2000 Then
f = 64 / re
Else
e = 0.0001 Error admitido
Valor inicial de f según fórmula de Swamee-Jain
f0 = (-2 * Log(k / 3.7 / d + 5.74 / re ^ 0.9) / Log(10)) ^ (-2)
En Visual Basic el log10(n) se calcula como log(n)/log(10)
Do
b = -2 * Log(2.51 / re / Sqr(f0) + k / 3.71 / d) / Log(10)
f = b ^ (-2)
If Abs(f - f0) / f < e Then
Exit Do
End If
f0 = f
Loop
End If
hfdw = f * l * u ^ 2 / (d / 1000) / (2 * 9.81)
End Function
====== == ================ ==== === ==== ==== ===== ==== ==
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
196 Anexos
Anexo J. Lista de estaciones climáticas
con datos disponibles en Hargreaves (1980)
y en la base de datos FAO/CLIMWAT
Para las localidades nombradas en este anexo,
Hargreaves (1980) proporciona entre otros
los siguientes datos:
Valores promedio de precipitación men-
sual y anual
Probabilidad de ocurrencia de precipita-
ción mensual y anual
•
•
Valores de evapotranspiración
de referencia
Temperatura media mensual en ºC
Humedad relativa media en porcentaje
•
•
•
Localidad Departamento Localidad Departamento
Agua Azul Cortés El Sauce Fco. Morazán
Agua Caliente Fco. Morazán El Taladro Comayagua
Amapala Valle El Zamorano Fco. Morazán
Campamento
Las Moras
La Paz Finca América Choluteca
Campana Cortés Flores Comayagua
Cañaveral Cortés Gracias Lempira
Catacamas Olancho Guanacaste Atlántida
Cayetano Olancho Guanaja Islas de la Bahía
Cayo Yoro Guayabillas Olancho
Choluteca Choluteca Güinope El Paraíso
Comalí Choluteca Hacienda Archaga Fco. Morazán
Comayagua Comayagua Hacienda El Jaral Copán
Comayagüela Fco. Morazán Hacienda El Sauce Sta. Bárbara
Coyolar Comayagua Hacienda Las Cañadas Fco. Morazán
Coyoles Yoro Hacienda San Isidro El Paraíso
Chumbagua Santa Bárbara Hacienda Sta. Clara Fco. Morazán
Danlí El Paraíso Isletas Colón
Dulce Nombre de
Copán
Copán Juticalpa Olancho
El Cajón Cortés La Ceiba Atlántida
El Jaral Cortes La Esperanza Intibucá
El Mochito Sta. Bárbara La Gloria Intibucá
197
Localidad Departamento Localidad Departamento
El Olvido Atlántida La Labor Ocotepeque
EI Picacho Fco. Morazán Lamaní Comayagua
La Paz Atlántida La Mesa Cortés
La Venta Fco. Morazán La Paz La Paz
Las Limas Olancho Río Blanco Sta. Bárbara
Limones Atlántida Rosario A. Atlántida
Los Encuentros Choluteca Rosario B. Atlántida
Maraita Fco. Morazán Ruinas de Copán Copán
Marcala La Paz Sabana Grande Fco. Morazán
Marcovia Choluteca San Antonio de
Flores
El Paraíso
Morazán Yoro
Morocelí El Paraíso San Juan (Siguat.) Comayagua
Nacaome Valle San Lorenzo Valle
Naranjo Yoro San Lucas El Paraíso
Nerone Atlántida San Marcos Ocotepeque
Nueva Armenia Fco. Morazán
San Marcos
de Colón
Choluteca
Nueva Ocotepeque Ocotepeque San Pedro Sula Cortés
Nuevo Rosario Fco. Morazán Santa Bárbara Santa Bárbara
Ojojona Fco. Morazán
Santa Rosa
de Copán
Copán
Olanchito Yoro Sico Colón
Oropolí El Paraíso Talanga Fco. Morazán
Palo Verde Yoro Tegucigalpa Fco. Morazán
Paso Real Fco. Morazán Tela Atlántida
Pedernales Sta. Bárbara Telica Olancho
Peña Blanca Sta. Bárbara Texiguat El Paraíso
Pespire Choluteca Trojas A. Atlántida
Pito Solo Comayagua Trojas B. Atlántida
Planes Colón Trujillo Colón
Potrerillos El Paraíso Vally Atlántida
Presa Guacerique Fco. Morazán Veracruz Copán
Puente Pimienta Cortés Victoria Yoro
Puentes de Cedeño Choluteca Yoro Yoro
Puerto Cortés Cortés Yuscarán El Paraíso
Puerto Lempira Gracias a Dios Zacapa Santa Bárbara
Zambrano Fco. Morazán
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
198 Anexos
Estación Departamento Altitud (m) Longitud (ºO) Latitud (ºN)
Catacamas Olancho 442 85.56 14.54
Choluteca Choluteca 48 87.12 13.18
Guanaja Islas de la Bahía 2 85.55 16.28
Isla del Cisne 9 83.56 17.24
La Ceiba Atlántida 26 86.52 15.44
La Mesa Cortés 31 87.56 15.26
Nacaome Valle 35 87.30 13.32
Olanchito Yoro 150 86.34 15.31
Playitas Francisco Morazán 595 87.42 14.26
Puerto Lempira Gracias a Dios 13 83.37 15.13
Quimistán Santa Bárbara 190 88.24 15.21
Santa Rosa de Copán Copán 1079 88.47 14.47
Tegucigalpa Fco. Morazán 1000 87.13 14.03
Tela Atlántida 3 87.29 15.43
Victoria Yoro 360 87.23 14.56
Villa Ahumada, Danlí El Paraíso 700 86.34 14.02
Por otra parte, en la base de da-
tos CLIMWAT/FAO (http: www.fao.
org/nr/water/infores_databases_
climwat.html) puede bajarse el
archivo CARIBEAN.ZIP, dentro del
del cual existe a su vez otro ar-
chivo HONDURAS.ZIP que contie-
ne información detallada para
las estaciones climáticas del
cuadro.
Para cada una de las estacio-
nes existen en ese archivo ZIP
dos ficheros. Por ejemplo, para
Catacamas existe el fichero CA-
TACAMA.CLI, y el fichero CATACA-
MA.PEN4.
4 Ambos ficheros están diseñados para ser utilizados en un software de cálculo de requerimientos de riego
denominado CROPWAT, cuyo uso está fuera del ámbito de este manual.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
199
En concreto nos interesan los ficheros CLI, los
cuales podemos abrir con un simple editor de
texto como el “Bloc de notas” de Windows®.
Una vez abierto el fichero, nos aparecerá una
ventana como la de la página anterior.
En la primera fila aparece el nombre de la
estación climática, el resto de cifras no nos
interesan. De los restantes dígitos:
La primera columna (del 3.5 al 3.1 en el
ejemplo) son los valores de ET0 para los
12 meses del año en mm/día.
•
La segunda columna son los valores
de precipitación promedio mensual en
mm/mes.
La tercera columna son los valores de pre-
cipitación efectiva mensual, igualmente
en mm/mes.
•
•
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
200 Anexos
Anexo K. Fases y coeficientes de cultivo
Cultivo
Fases de cultivo Coeficientes de cultivo
Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin
a) Hortalizas pequeñas 0.70 1.05 0.95
Brócoli 35 45 40 15 135 1.05 0.95
Repollo 40 60 50 15 165 1.05 0.95
Zanahoria
20 30 30 20 100
1.05 0.9530 40 60 20 150
30 50 90 30 200
Coliflor 35 50 40 15 140 1.05 0.95
Apio
25 40 95 20 180
1.05 1.0025 40 45 15 125
30 55 105 20 210
Lechuga
20 30 15 10 75
1.00 0.95
30 40 25 10 105
25 35 30 10 100
35 50 45 10 140
Cebolla (seca)
15 25 70 40 150
1.05 0.75
20 35 110 45 210
Cebolla (verde)
25 30 10 5 70
1.00 1.0020 45 20 10 95
30 55 55 40 180
Ceb. (semilla) 20 45 165 45 275 1.05 0.80
Espinaca
20 20 20 5 65
1.00 0.95
20 30 40 10 100
Rábano
5 10 15 5 35
0.90 0.85
10 10 15 5 40
b) Hortalizas - Solanáceas 0.60 1.15 0.80
Berenjena
30 40 40 20 130
1.05 0.90
30 45 40 25 140
Chile
30 35 40 20 125
1.05 0.90
30 40 110 30 210
201Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
Cultivo
Fases de cultivo Coeficientes de cultivo
Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin
Tomate
30 40 40 25 135
1.15 0.80
35 40 50 30 155
25 40 60 30 155
35 45 70 30 180
30 40 45 30 145
c) Hortalizas - Cucurbitáceas 0.50 1.00 0.80
Pepino
20 30 40 15 105
0.60 1.00 0.75
25 35 50 20 130
Ayote
20 30 30 20 100
1.00 0.80
25 35 35 25 120
Zapallo, zuc-
chini, pipián
25 35 25 15 100
0.95 0.75
20 30 25 15 90
Melón
25 35 40 20 120
1.05 0.75
30 30 50 30 140
15 40 65 15 135
30 45 65 20 160
Sandía
20 30 30 30 110
0.40 1.00 0.75
10 20 20 30 80
d) Raíces y tubérculos 0.50 1.10 0.95
Remolacha de
mesa
15 25 20 10 70
1.05 0.95
25 30 25 10 90
Yuca: año 1 20 40 90 60 210 0.30 0.80 0.30
año 2 150 40 110 60 360 0.30 1.10 0.50
Papa
25 30 40 30 125
1.15 0.75
25 30 45 30 130
30 35 50 30 145
45 30 70 20 165
30 35 50 25 140
Camote
20 30 60 40 150
1.15 0.65
15 30 50 30 125
202 Anexos
Cultivo
Fases de cultivo Coeficientes de cultivo
Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin
Remolacha
azucarera
30 45 90 15 180
0.35 1.20 0.70
25 30 90 10 155
25 65 100 65 255
50 40 50 40 180
25 35 50 50 160
45 75 80 30 230
35 60 70 40 205
e) Leguminosas 0.40 1.15 0.55
Habichuela, ju-
día verde, frijol
verde
20 30 30 10 90
0.50 1.05 0.90
15 25 25 10 75
Frijol (seco)
20 30 40 20 110
0.40 1.15 0.3515 25 35 20 95
25 25 30 20 100
Haba (Vicia
faba)
15 25 35 15 90
0.50 1.15
Verde:
1.10
Seco:
0.30
20 30 35 15 100
90 45 40 60 235
90 45 40 0 175
Cacahuate,
maní
25 35 45 25 130
1.15 0.6035 35 35 35 140
35 45 35 25 140
Caupí 20 30 30 20 110 1.05
Verde:
0.60
Seco:
0.35
Lenteja
20 30 60 40 150
1.10 0.30
25 35 70 40 170
Guisante,
arveja
15 25 35 15 90
0.50 1.15
Verde:
1.10
Seco:
0.30
20 30 35 15 100
35 25 30 20 110
Soya
15 15 40 15 85
1.15 0.5020 30/35 60 25 140
20 25 75 30 150
f) Hortalizas perennes 0.50 1.00 0.80
Alcachofa
40 40 250 30 360
0.50 1.00 0.95
20 25 250 30 325
203Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
Cultivo
Fases de cultivo Coeficientes de cultivo
Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin
Espárrago
50 30 100 50 230
0.50 0.95 0.30
90 30 200 45 365
Fresa 0.40 0.85 0.75
g) Cultivos textiles 0.35
Algodón
30 50 60 55 195
1.15 0.70
45 90 45 45 225
30 50 60 55 195
30 50 55 45 180
Lino
25 35 50 40 150
1.10 0.25
30 40 100 50 220
h) Cultivos oleaginosos 0.35 1.15 0.35
Ricino, higuera
del diablo
25 40 65 50 180
1.15 0.55
20 40 50 25 135
Colza 1.10 0.35
Cártamo
20 35 45 25 125
1.10 0.2525 35 55 30 145
35 55 60 40 190
Ajonjolí 20 30 40 20 100 0.10 0.25
Girasol 25 35 45 25 130 0.10 0.35
i) Cereales 0.30 1.15 0.40
Cebada/ave-
na/ trigo de
primavera
15 25 50 30 120
1.15 0.25
20 25 60 30 135
15 30 65 40 150
40 30 40 20 130
40 60 60 40 200
20 50 60 30 160
Trigo de
invierno
202 602 70 30 180
0.70 1.15 0.2530 140 40 30 240
160 75 75 25 335
Granos
(pequeños)
20 30 60 40 150
25 35 65 40 165
204 Anexos
Cultivo
Fases de cultivo Coeficientes de cultivo
Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin
Maíz (grano)
30 50 60 40 180
1.20 0.35
25 40 45 30 140
20 35 40 30 125
30 40 50 30 150
30 40 50 50 170
Maíz (dulce)
20 20 30 10 80
1.15 1.05
20 25 25 10 80
20 30 30 10 90
30 30 30 103 110
20 40 70 10 140
Mijo
15 25 40 25 105
1.00 0.30
20 30 55 35 140
Sorgo
20 35 40 30 130
1.05 0.55
20 35 45 30 140
Arroz
30 30 60 30 150
1.05 1.20 0.75
30 30. 80 40 180
j) Pastos
Alfalfa, ciclo
total
10 30 var. var. var. 0.40 0.95 0.90
Alfalfa, primer
ciclo de corte
10 20 20 10 60
0.40 1.20 1.15
10 30 25 10 75
Alfalfa, otros
ciclos de corte
5 10 10 5 30
5 20 10 10 45
Cynodon dacti-
lon: heno
10 25 35 35 105
0.55 1.00 0.85
varios cortes 10 15 75 35 135
Lolium sp. 10 20 var. var. var. 0.95 1.05 1.00
Pasto:
- con rotación
0.40 0.95 0.85
- extensivo 0.30 0.75 0.75
Sorghum sp.:
- 1er ciclo
25 25 15 10 75
0.50 1.15 1.10
- otros ciclos 3 15 12 7 37
Pennisetum
purpureum
205Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
Cultivo
Fases de cultivo Coeficientes de cultivo
Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin
k) Caña de azúcar 0.40 1.25 0.75
Cañá de azú-
car (plantación
vírgen)
35 60 190 120 405
0.40 1.25 0.75
50 70 220 140 480
75 105 330 210 720
Caña de azú-
car (retoño)
25 70 135 50 280
30 50 180 60 320
35 105 210 70 420
l) Cultivos tropicales
Banana,
1er año
120 90 120 60 390 0.50 1.10 1.00
Banana,
2do año
120 60 180 5 365 1.00 1.20 1.10
Cacao 1.00 1.05 1.05
Café:
suelo desnudo
0.90 0.95 0.95
con cobertura 1.05 1.10 1.10
Palmeras 0.95 1.00 1.00
Árbol del hule 0.95 1.00 1.00
Té:
sin sombra
0.95 1.00 1.00
con sombra 1.10 1.15 1.15
Piña:
suelo desnudo 60 120 600 10 790
0.50 0.30 0.30
con cobertura 0.50 0.50 0.50
m) Bayas
Vid
20 40 120 60 240
0.30
mesa:
0.85
vino:
0.70
0.45
20 50 75 60 205
20 50 90 20 180
30 60 40 80 210
Lúpulo 25 40 80 10 155 0.30 1.05 0.85
n) Frutales
Cítricos:
suelo desnudo 60 90 120 95 365
0.65 0.60 0.65
con cobertura 0.80 0.80 0.80
Aguacate 0.60 0.85 0.75
206 Anexos
Cultivo
Fases de cultivo Coeficientes de cultivo
Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin
Árboles de
hoja caduca
(melocotón,
durazno, man-
zano, peral,
etc.)
20 70 90 30 210
0.55 0.90 0.65
20 70 120 60 270
30 50 130 30 240
Olivo 30 90 60 90 270 0.65 0.7 0.7
Pistacho 20 60 30 40 150 0.4 1.1 0.45
Fuente: Adaptado de Allen et al (1998)
207
Anexo L. Pérdidas de carga singulares
Como se comenta en el Módulo 11, las pér-
didas de carga singulares se producen como
consecuencia de las turbulencias creadas
cuando el flujo de agua en una conducción
sufre cambios bruscos en su dirección o ve-
locidad, tal y como sucede al atravesar en-
sanchamientos, reducciones, derivaciones,
filtros, llaves, etc. (ver Figura L-1).
También se indica en ese módulo que las
pérdidas de carga singulares suelen despre-
ciarse cuando la distancia entre puntos sin-
gulares en un tramo es 1,000 veces mayor
que el diámetro de la tubería del tramo. En
caso contrario, la pérdida de carga singu-
lar en una determinada pieza en tuberías o
mangueras circulares se determina mediante
la fórmula:
donde:
K = factor que depende del tipo de pieza
singular (adimensional)
Q = caudal (m³/s)
D = diámetro interior de la tubería (m)
Ensanchamientos de sección
–
–
–
4
2
S
D
QK0.0826
h
Ensanchamiento brusco (cambio de
diámetro)
Ensanchamiento gradual (conector
troncocónico)
donde C es un coeficiente función del
ángulo del conector troncocónico que
acopla las secciones y toma los valores
siguientes:
Ángulo ( ) C Ángulo ( ) C
6 0.14 30 0.70
10 0.20 40 0.90
15 0.30 50 1.00
20 0.40 60 1.10
Salida a depósito
K = 1
En todos los casos de ensanchamiento lla-
mamos D al diámetro interior de la tubería
más estrecha, y este será el diámetro que
deberemos utilizar en la fórmula de hS.
a)
b)
c)
2
2
1
2
D
D
1K
2
2
1
2
D
D
1CK
Figura L-1 Tipos de ensanchamiento de sección.
Gradual
D D1D
Brusco
D1
Salida a depósito
D
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
208 Anexos
a) Reducción brusca
siendo CC un coeficiente que depende de
la relación (D/D1)² y cuyos valores figuran a
continuación:
(D/D1)2
CC K (D/D1)2
CC K
0.10 0.624 0.363 0.60 0.712 0.164
0.20 0.632 0.339 0.70 0.755 0.105
0.30 0.643 0.308 0.80 0.813 0.053
0.40 0.659 0.268 0.90 0.892 0.015
0.50 0.681 0.219 1.00 1.000 0.000
b) Reducción gradual
Reducción de sección
c) Salida desde un tanque
Acoplamiento recto (a ras de la pared
del tanque) K = 0.50
Acoplamiento con tubería entrante
K = 1.00
Al igual que con los ensanchamientos, D es
el diámetro interior de la tubería más estre-
cha y este valor será el que utilizaremos en
la fórmula de hS.
Tes
Sea una te como la de la Figura L-3, donde
llega un caudal Q con una velocidad U el cual
se divide en un caudal QR que se desplaza
a una velocidad UR por el tramo recto, y un
caudal QL que se desplaza a una velocidad
UL por el tramo lateral, de igual o diferente
diámetro que el recto.
K =
1
– 1
²
× sen , para 90°
C( )
K =
1
– 1
²
, para 90°
C( )
( )C = 0.63 + 0.37 ×
D
6
D1
( )K =
1
– 1
²
CC
Figura L-2 Tipos de reducciones de sección.
Brusco Gradual Salida desde depósito
D1 D1D D
D
Figura L-3 Pérdidas de carga en una T.
Q
D
U UR
QR
DL
ULQL
DR
209
Habrá dos pérdidas de carga singulares, una
en el tramo recto y otra en el tramo lateral,
para cada una de las cuales existirán los fac-
tores KR y KL respectivamente. El primero de
ellos se calcula según la expresión:
mientras que el segundo está dado por la
siguiente tabla:
UL / U KL UL / U KL
0.00 1.00 1.00 2.00
0.20 1.04 1.20 2.44
0.40 1.16 1.40 2.96
0.60 1.35 1.60 3.54
0.80 1.64 2.00 4.60
Los valores de U, UR y UL los obtendremos
aplicando la ecuación de continuidad. A la
hora de aplicar la fórmula de hS, deberemos
utilizar QL y DL para el lateral, y QR y DR para
el tramo recto.
Otras pérdidas singulares
Pieza singular K
Codo a 90º 0.90
Codo a 45º 0.45
Válvula de compuerta
abierta
0.19
Válvula de mariposa abierta 0.40
Filtros, venturímetros,
aforadores, etc.
Proporcio-
nados por el
fabricante
Ejemplo de cálculo
Supongamos una conducción entre dos tan-
ques como la de la Figura L-4, con dos cam-
bios de diámetro y una llave de compuerta.
Para calcular las pérdidas de carga totales hT
de esta conducción daremos los siguientes
pasos:
Primeramente deberemos ver si es ne-
cesario considerar las pérdidas de carga
singulares hS:
1.
( )KR = 0.40 × 1 –
UR
²
U
Figura L-4 Ejemplo de cálculo de pérdidas de carga simgulares.
Nivel estático
hs2
hs1
hs3
hs4
hs5
Q=5L/s
30m - 3” 100 PSI 45m - 2” 100 PSI 30m - 3” 100 PSI
20m - 3”
100 PSI
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
210 Anexos
Para la tubería de 3” – 100 PSI, el diá-
metro interior es 84.6 mm, y 1000 ve-
ces esta cantidad serán 84.6 m. Como
podemos ver en la Figura L-4, las distan-
cias entre la salida del primer tanque y
la reducción, entre el ensanchamiento
y la llave, y entre la llave y la entrada al
segundo tanque son todas inferiores a
84.6 m, luego deberemos considerar
todas estas pérdidas singulares.
Igualmente para la tubería de 2½” –
100 PSI, dado que su diámetro interior
es 69.5 mm, la distancia entre la reduc-
ción y el ensanchamiento es inferior a
1,000 veces su diámetro (69.5 m).
Para la entrada a la tubería desde el pri-
mer tanque, dado que el acoplamiento es
recto, el coeficiente K tomará un valor de
0.50. La pérdida de carga singular en ese
punto será pues:
Para la reducción, considerándola como
brusca, deberemos primeramente calcu-
lar la relación (D/D1)², la cual es igual a
(69.5/84.6)2
= 0.67. Interpolando en los
valores de la tabla, resulta un valor de K =
0.123. La pérdida de carga singular será
entonces:
Para el ensanchamiento, considerándo-
lo igualmente como brusco, el valor de
K será:
•
•
2.
3.
4.
mca0.02
0.0846
0.0050.500.0826
h 4
2
S1
mca0.01
0.0695
0.0050.1230.0826
h 4
2
S2
0.106
84.6
69.5
1K
2
2
2
Y el de la pérdida de carga singular:
Para la llave de compuerta, K será igual
a 0.19, y hS:
mca0.01
0.0846
0.0050.190.0826
h 4
2
S4
Por último, para la entrada al tanque, K
será igual a 1, y la hS:
mca0.04
0.0846
0.00510.0826
h 4
2
S5
El total de pérdidas de carga singulares de
la conducción será:
hS = 0.02 + 0.01 + 0.01 + 0.01 + 0.04
= 0.09 mca
La pérdida de carga continua de la con-
ducción será igual a la suma de cada uno
de los tramos de igual diámetro. Conside-
rando unos valores de J de 0.96% para la
tubería de 3”, y de 2.52% para la de 2”,
el total de pérdidas de carga por fricción
será:
La pérdida de carga total será por tanto:
hT = hf + hS = 1.90 + 0.09 = 1.99 mca
5.
6.
7.
8.
9.
mca1.90
100
500.96
100
452.52
100
300.96
hf
mca0.01
0.0695
0.0050.1060.0826
h 4
2
S3
211
LoLL s rerr gugg ladorerr s de prerr sión son dispositivovv s que
provoo ovv can altas pérdidas por fricción y que se
utilizan en las tott mas cuando es necesario ajus-
tar la prerr sión dinámica a un detee ett rminado vavv lor y
es imposible lograrr rlo con el cambio de diámetree orr
de la tuberíaíí o manguera (ve(( r Figura 59).
Sólo pueden utilizarse en las tomas de las
parcelas después de las llaves que dan salida
al agua hacia la parcela. Nunca podrán ins-
talarse con una válvula de cierre aguas aba-
jo de ellos, de modo que no son en ningún
caso una alternativa al cambio de diámetros
como estrategia para el ajuste de la línea
piezométrica que veíamos en el paso 8 del
cálculo hidráulico.
Existen dos tipos de reguladores de presión,
los comerciales que son faff bricados por las
principales casas especializadas en riego, y
los artesanales. Cada uno tiene su propio mé-
todo de selección del regulador correcto.
Reguladores comerciales
En las fotos se muestran dos modelos de
reguladores de presión de los más habituales
en las instalaciones de riego.
Anenn xee oxx M. ReRR gugg lall daa odd rerr s dedd prerr sióii n
Un regulador de presión se caracteriza por las
presiones de entrada y caudales que admite,
y por la presión de salida que proporciona, y
en función de estas características debere-
mos elegir el regulador adecuado dentro del
catálogo del faff bricante. Existen reguladores
donde puede variarse la presión de salida
que proporciona (como el de la izquierda), y
otros donde esta presión ya viene estableci-
da desde la fáff brica (como el de la derecha).
Obviamente, necesitaremos las característi-
cas técnicas de cada regulador para poder
seleccionar el correcto, tal y como sucedía
con la selección del aspersor.
En los catálogogg s de los faff bricantes se propor-rr
ciona la infoff rmación técnica de sus modelos
de regulador bien en foff rma gráfica, o bien en
foff rma de tabla.
Por eje emplo, supongamos un regulador cuyo
fabricante proporciona la infoff rmación que
aparece en la Figura M-1.
Fuentes: Catálogo en línea de Senninger y página web del Distrito de Aguas Otay.
Manual práctico pararr el diseño de sistemas de minirriego
212 Anexos
FiguraM-1Tiposdereduccionesdesección.
PMR-60MF
PMR-50MF
PMR-40MF
PMR-30MF
PMR-35MF
PMR-25MF
PMR-20MF
PMR-15MF
PMR-10MF
PMR-6MF
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm10gpm16gpm20gpm
2.0gpm10gpm16gpm20gpm
2.0gpm10gpm16gpm
2.0gpm10gpm16gpm
PMR-60MF
PMR-50MF
PMR-40MF
PMR-30MF
PMR-35MF
PMR-25MF
PMR-20MF
PMR-15MF
PMR-10MF
PMR-6MF
2.0gpm
10gpm
16gpm20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm
10gpm
16gpm
20gpm
2.0gpm10gpm16gpm20gpm
2.0gpm10gpm16gpm20gpm
2.0gpm10gpm16gpm
2.0gpm10gpm16gpm
102030405060708090100
60
50
40
30
20
10
psi
4.14
3.45
2.76
2.07
1.38
0.69
bar
0.691.382.072.763.454.144.835.526.216.90
psi
bar
PR-10HF
10gpm20gpm
32gpm
10gpm20gpm
32gpm
10gpm
20gpm32gpm
10gpm
20gpm
32gpm
10gpm20gpm
32gpm
10gpm
20gpm
32gpm
10gpm
20gpm
32gpm
PR-15HF
PR-20HF
PR-25HF
PR-30HF
PR-40HF
PR-50HF
60
50
40
30
20
10
psi
4.14
3.45
2.76
2.07
1.38
0.69
bar
102030405060708090100psi
0.691.382.072.763.454.144.835.526.216.90bar
Presión
desalidaModeloRangodecaudal
(psi)(bar)(gpm)(L/s)
PMR-6MF60.414-160.25-1.01
PMR-10MF100.694-160.25-1.01
PMR-12MF120.832-200.13-1.26
PMR-15MF151.042-200.13-1.26
PMR-20MF201.382-200.13-1.26
PMR-25MF251.732-200.13-1.26
PMR-30MF302.072-200.13-1.26
PMR-35MF352.412-200.13-1.26
PMR-40MF402.762-200.13-1.26
PMR-50MF503.452-200.13-1.26
PMR-60MF604.142-200.13-1.26
Presióndeentrada
Presióndeentrada
Presióndesalida Presióndesalida
Presión
desalidaModeloRangodecaudal
(psi)(bar)(gpm)(L/s)
PR-10HF100.6910-320.63-2.02
PR-15HF151.0410-320.63-2.02
PR-20HF201.3810-320.63-2.02
PR-25HF251.7310-320.63-2.02
PR-30HF302.0710-320.63-2.02
PR-40HF402.7610-320.63-2.02
PR-50HF503.4510-320.63-2.02
Fuente:CatálogoSenninger.
213
Supongamos además que nos encontramos
en un caso semejante al de la Figura 59, con
una presión dinámica en la entrada a la toma
de 40 mca, una presión deseada de salida
de 25 mca (la necesidad de presión dinámica
de los aspersores que conectaremos en la
toma), y un caudal en la toma de 3 L/s.
El primer paso será seleccionar el regulador
según el rango de caudales. Como podemos
ver, el problema que encontramos es que el
caudal de trabajo del minirriego no está den-
tro del rango de ninguno de los modelos de
regulador, ya que la primera familia de mo-
delos admite un caudal máximo de 1.26 L/s
y la segunda de 2.02 L/s. La solución es tan
simple como colocar varios reguladores en
paralelo, tal y como muestra la Figura M-2:
Como el caudal del ejemplo es de 3 L/s, se
pueden poner dos reguladores de los ma-
yores, cada uno de los cuales conducirá un
caudal de 1.5 L/s que ahora sí está en el
rango de caudales del aspersor.
Seguidamente trazaremos en la gráfica dos
líneas representativas de las presiones de
entrada y salida. Como el papel milimetra-
do de la gráfica está en PSI, conseguiremos
mayor precisión si pasamos los mca a PSI.
Dividiendo entre 0.7 (ver Anexo B), la pre-
sión de entrada es 57 PSI y la de salida 36
PSI. Trazando estas dos líneas en la Figura
M-1, podemos ver como en el punto donde
se cortan no existe ningún regulador. Lo que
haremos será escoger el que rinde la presión
de salida inmediatamente superior, por lo que
el regulador seleccionado será el modelo PR
40 HF que proporciona una presión de salida
de 40 PSI, equivalentes a 27.6 mca.
Si no dispusiéramos de las gráficas y sólo
de las tablas, simplemente comprobaremos
que la presión de salida se encuentra den-
tro del rango admisible del regulador (este
dato no aparece en las tablas del ejemplo),
e igualmente seleccionaríamos el regulador
con presión de salida inmediatamente supe-
rior a la deseada.
Reguladores artesanales
Siempre que existan reguladores comerciales
disponibles se utilizarán estos dado su costo
Figura M-2 Reguladores en paralelo.
Flujo
Válvula
Figura M-3 Regulador artesanal.
D0
Disco de latón con orificio
Unión de PVC
Tubo de PVC
Fuente:CatálogoSenninger.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
214 Anexos
relativamente bajo, y el hecho de que estén
diseñados para no obturarse y resistir, hasta
cierto punto, golpes de ariete.
Cuando no existan, se podrá construir un re-
gulador como el de la Figura M-3. Como se
puede ver, consta de dos trozos de tubo de
PVC y una unión del mismo material. Pero
en el interior de la unión, en uno de los dos
extremos, se coloca un disco de latón o de
cualquier otro metal con un orifico circular.
El agua, al pasar por el orificio, sufre una
gran pérdida de carga que está dada por la
expresión:
)(mD
/s)(mQ4.5
(mca)h 24
o
32
f
(mca)h
(L/s)Q
21.7(mm)D 0.25
f
0.5
o
Podemos pues, despejando Do de la expre-
sión anterior, calcular el diámetro del orificio
que habrá que taladrar en el disco de latón
para que cause la pérdida de carga que ne-
cesitamos. Convirtiendo además el diámetro
del orificio a mm, y el caudal a L/s, queda
la expresión:
Utilizando el mismo ejemplo que con el regu-
lador comercial, es decir, un caudal de 3 L/s
y una pérdida de carga que deseamos lograr
de 15 mca (la diferencia entre la presión di-
námica disponible, 40 mca, y la deseada, 25
mca), el diámetro de orificio que deberemos
perforar en el disco de latón será:
mm19
15
3
21.7D 0.25
0.5
o
donde Q es el caudal de la tubería y Do el
diámetro del orificio. Esta expresión sólo es
válida si el diámetro del orificio es mayor que
el grosor de la pieza de latón.
215
Anexo N. Herramientas para el cálculo hidráulico
Planilla para el cálculo de los diámetros
válidos y la elaboración de la plantilla
gráfica.
Papel milimetrado para su impresión en
papel vegetal y posterior construcción de
la plantilla gráfica.
Contenido del CD:
Trece de los documentos mencionados
en la bibliografía de referencia.
•
•
•
–
Las siguientes hojas de cálculo:
1) Necesidades netas
2) Pérdidas de carga
3) Cálculo de infiltración
4) Cálculo topografía
Se recomienda leer atentamente el docu-
mento contenido en el CD sobre las macros
de Excel® con el fin de que el funcionamiento
de las hojas de cálculo sea el correcto.
–
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
216 Anexos
Mangueras de PE no normalizado
Diám. nominal SDR Di (mm) S (m2
) U (m/s) J (%)
½” 26 12.7 0.00013
¾” 26 19.1 0.00029
1” 26 25.4 0.00051
1¼“ 26 31.8 0.00079
1½” 26 38.1 0.00114
2” 26 50.8 0.00203
3” 26 76.2 0.00456
Tuberías de PVC
Diám. nominal SDR Di (mm) S (m2
) U (m/s) J (%)
½” 13.5 18.2 0.00026
¾” 17.0 23.5 0.00043
1” 17.0 29.5 0.00068
1” 26.0 30.4 0.00072
1¼” 17.0 37.2 0.00109
1¼” 26.0 38.9 0.00119
1¼” 32.5 39.1 0.00120
1½” 17.0 42.6 0.00142
1½” 26.0 44.6 0.00156
1½” 32.5 45.2 0.00161
1½” 41.0 45.9 0.00166
2” 17.0 53.2 0.00222
2” 26.0 55.7 0.00244
2” 32.5 56.6 0.00252
2” 41.0 57.4 0.00259
2½” 17.0 64.4 0.00326
2½” 26.0 67.4 0.00357
2½” 32.5 68.6 0.00369
2½” 41.0 69.5 0.00379
3” 17.0 78.4 0.00483
3” 26.0 82.0 0.00529
3” 32.5 83.4 0.00546
3” 41.0 84.6 0.00562
217
Anexo O. Mapas de precipitación y temperatura
media anual de Honduras
Fuente:SistemaNacional
deInformaciónAmbiental,
Sinia/SERNA.
MapaO1:valoresdeprecipitación.
Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
218 Anexos
Fuente:SistemaNacional
deInformaciónAmbiental,
Sinia/SERNA.
MapaO1:Temperaturamedioambiente.

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  • 1. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) Julián Carrazón Alocén Ingeniero Agrónomo
  • 2. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) Viale delle Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia SERIE: Tecnologías Tecnologías y metodologías validadas para mejorar la seguridad alimentaria en las zonas de actuación del Programa PESA en Honduras Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Todos los derechos reservados. Se autoriza la reproducción y difusión de material contenido en este producto para fines educativos u otros fines no comerciales sin previa autorización escrita de los titulares de los derechos de autor, siempre que se especifique claramente la fuente. Se prohíbe la reproducción del material contenido en este producto informativo para venta u otros fines comerciales sin previa autorización escrita de los titulares de los derechos de autor. Las peticiones para obtener tal autorización deberán dirigirse al Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) en Centroamérica, Col. Rubén Darío, Calle Venecia No. 2216, Tegucigalpa Honduras, C.A. o por correo electrónico a registro@fao.org.hn. © FAO 2007 Autor: Julián Carrazón Alocén–Ingeniero Agrónomo Profesional Asociado PESA-Honduras Revisión técnica: German Flores Apoyo en revisión y edición final: Andrés Conrado Gómez Fotografía: PESA Honduras Diseño gráfico: Comunica Edición: octubre de 2007 Impresión: Impresiones Industriales Tiraje: 500 ejemplares Impreso y editado en Honduras Mayor información: Teléfonos 232-3180 / 235-3331 www.pesacentroamerica.org
  • 3. Contenido Presentación....................................... 9 Introducción .......................................11 Módulo 1. Particularidades de los sistemas de minirriego............. 15 1.1 Apropiamiento por parte de los productores............................... 15 1.2 Tamaño ........................................ 15 1.3 Tecnología y costo ......................... 16 1.4 Diseño participativo........................ 16 1.5 Localización .................................. 16 Módulo 2. Factores de éxito de los proyectos de minirriego............ 19 2.1 Visión integral y sistémica............... 19 2.2 Disponibilidad y propiedad de la tierra .......................................... 20 2.3 Disponibilidad y propiedad del agua ............................................. 20 2.4 La participación de los productores es esencial.......................................... 21 2.5 Disponibilidad de mano de obra ...... 22 2.6 Disponibilidad de insumos agrícolas aparte de los del riego.......................... 22 2.7 Acceso a los mercados y planificación de la producción............. 22 2.8 Acceso al capital ........................... 23 2.9 Servicio de extensión agrícola ......... 24 2.10 Manejo integrado de suelo, agua y cultivo ...................................... 24 2.11 Panorámica general de la estrategia a seguir ............................... 25 2.12 Espiral descendente en el funcionamiento de los sistemas de riego.............................................. 26 Módulo 3. Recurso agua .....................29 3.1 Concepto de caudal ....................... 29 3.2 Tipos de fuentes............................ 30 3.3 Aforos........................................... 31 3.4 Calidad del agua............................ 39 Módulo 4. Propiedades físicas del suelo............................................51 4.1 Composición del suelo.................... 51 4.2 Textura ......................................... 52 4.3 Densidad aparente.........................54 4.4 Contenido de agua en el suelo ........ 54 4.5 Infiltración.....................................60 Módulo 5. Clima ................................ 65 5.1 Fuentes potenciales de datos.......... 65 5.2 Precipitación .................................66 5.3 Evapotranspiración......................... 70
  • 4. Módulo 6. Estudio topográfico.............79 6.1 Procedimiento ............................... 79 6.2 Cálculos........................................ 80 6.3 Dibujo de planos............................83 Módulo 7. Predimensionamiento ........ 89 7.1 Estimación de área regable ............. 89 7.2 Caudal continuo mínimo que necesitamos para regar una determinada área ................................ 90 Módulo 8. Elección del sistema de riego ............................................ 93 Módulo 9. Proceso general de diseño...........................................97 Módulo 10. Diseño agronómico.........101 10.1 Cálculo de las necesidades netas de riego máximas ..................... 101 10.2 Cálculo de los parámetros de riego ............................................ 104 Módulo 11. Conceptos básicos de hidráulica ....................................119 11.1 Ecuación de continuidad............. 119 11.2 Hidrostática............................... 119 11.3 Hidrodinámica ........................... 122 11.4 Estimación de las pérdidas de carga ........................................... 125 11.5 Golpe de ariete.......................... 129 Módulo 12. Diseño hidráulico............141 12.1 Unidades de medida .................. 141 12.2 Procedimiento ........................... 141 Referencias y bibliografía..................161 Índice de anexos Anexo A. Nomenclatura...................... 165 Anexo B. Conversión de unidades ...... 168 Anexo C. Materiales de PVC y PE......... 169 Anexo D. Utilización del nivel Abney ..... 173 Anexo E. Ensayo de aspersores........... 179 Anexo F. Cálculo de la precipitación confiable........................................... 181 Anexo G. Tolerancia relativa de los cultivos agrícolas a la salinidad..183 Anexo H. Ensayos de suelo ................. 186 Anexo I. Código Visual Basic® para el cálculo de las pérdidas de carga mediante la ecuación universal de Darcy-Weisbach ............................ 195 Anexo J. Lista de estaciones climáticas con datos disponibles en Hargreaves (1980) y en la base de datos FAO/CLIMWAT.................................... 196 Anexo K. Fases y coeficientes de cultivo ......................................... 200 Anexo L. Pérdidas de carga singulares... 207 Anexo M. Reguladores de presión........ 211 Anexo N. Herramientas para el cálculo hidráulico.......................................... 215 Anexo O. Mapas de precipitación y temperatura media anual de Honduras ..................................... 217
  • 5. Índice de tablas Tabla 1. Coeficientes de descarga para vertederos triangulares......................... 34 Tabla 2. Ejemplo de cálculo de caudal mediante molinete...............................38 Tabla 3. Iones más comunes en el agua para riego y pesos equivalentes............. 39 Tabla 4. Grado de restricción para la utilización del agua en función de la salinidad. ............................................ 41 Tabla 5. Toxicidad por iones específicos..........................................43 Tabla 6. Riesgo de obstrucciones en riego localizado. ..............................43 Tabla 7. Problemas varios con la calidad del agua. ............................................44 Tabla 8. Parámetros normalmente requeridos en análisis de agua para riego. ..........................................45 Tabla 9. Ejemplo de resultados de laboratorio. .........................................46 Tabla 10. Resumen de las propiedades físicas de los suelos.............................58 Tabla 11. Profundidad radicular efectiva de los cultivos más comunes. ... 59 Tabla 12. Ejemplo de serie de datos de precipitación...................................68 Tabla 13. Estimación de valores del índice de precipitación (Ip) para diferentes probabilidades..................................... 69 Tabla 14. Valores de KC para fines de diseño............................................ 74 Tabla 15. Formato de toma de datos topográficos ........................................80 Tabla 16. Procesamiento manual de datos topográficos........................... 81 Tabla 17. Equivalencias entre distancias reales y en el plano a diferentes escalas...............................................84 Tabla 18. Valores de ET0 calculados de acuerdo a cada zona climática.......... 89 Tabla 19. Ventajas e inconvenientes de los principales sistemas de riego....... 93 Tabla 20. Datos climáticos de la estación de Santa Bárbara. ........ 101 Tabla 21. Datos de los cultivos del proyecto. ..................................... 102 Tabla 22. Cálculo de necesidades netas para cultivos anuales................. 104 Tabla 23. Eficiencia de aplicación. ....... 106 Tabla 24. Valores del factor de reducción por la pendiente............. 106 Tabla 25. Cálculo de déficits de caudal en los aspersores. .............. 112 Tabla 26. Relación entre SDR y timbraje.......................................... 121 Tabla 27. Valores del coeficiente de rugosidad k................................... 127 Tabla 28. Valores del factor C de la ecuación de Hazen-Williams........ 128 Tabla 29. Rangos de velocidad en tuberías y mangueras. ................... 150 Tabla 30. Tabla de selección de diámetros válidos. ......................... 151
  • 6. Índice de figuras Figura 1. Variables que interaccionan para determinar el potencial productivo de un cultivo ....................................... 19 Figura 2. Estrategia de manejo de agua en zonas de ladera .............................. 25 Figura 3. Causas y efectos de la espiral descendente de funcionamiento de los sistemas de riego ................................ 26 Figura 4. Caudal por una tubería circular ............................................... 29 Figura 5. Cálculo del volumen aproximado de un estanque.................. 31 Figura 6. Cálculo del volumen de un balde......................................... 32 Figura 7. Vertedero de pared delgada..... 32 Figura 8. Colocación de la regla graduada ............................................33 Figura 9. Vertedero triangular................ 34 Figura 10. Vertederos rectangulares ...... 35 Figura 11. Vertedero de Cipolletti .......... 35 Figura 12. Medición de caudal con flotador......................................... 36 Figura 13. Lugares donde tirar el flotador y medición de profundidades..... 36 Figura 14. Medición con molinete.......... 37 Figura 15. Cálculo del caudal de una corriente a partir de las medidas de un molinete ....................................38 Figura 16. Efectos combinados de la salinidad y la RAS en la infiltración del agua ............................................. 42 Figura 17. Composición del suelo .......... 51 Figura 18. Diagrama esquemático del suelo............................................. 52 Figura 19. Diámetro de las partículas del suelo según la clasificación USDA .... 52 Figura 20. Triángulo de texturas según clasificación USDA......................53 Figura 21. Contenido de agua del suelo expresado en altura de lámina de agua..............................................55 Figura 22. Estados de humedad del suelo.............................................56 Figura 23. Símil entre el suelo y un barril de agua............................... 57 Figura 24. Relación general entre textura y características de agua en el suelo ..... 58 Figura 25. Déficit permisible de manejo ..........................................60 Figura 26. Curvas de infiltración ............ 61 Figura 27. Equivalencia entre volumen de precipitación y altura de lámina de agua..............................................66 Figura 28. Cambio en los coeficientes de cultivo (KC) a lo largo de las diferentes fases................................... 73 Figura 29. Cambio en los coeficientes de cultivo (KC) de un pasto.................... 75 Figura 30: Nivel de mano Abney, brújula de espejo y cinta métrica........... 79 Figura 31. Distancias en topografía ....... 82 Figura 32. Planos altimétrico y planimétrico......................................85 Figura 33. Proceso general de diseño del sistema de riego.............................98
  • 7. Figura 50. Necesidades de ajuste de las CRP........................................ 147 Figura 51. Reajuste de las CRP ........... 148 Figura 52. Resolución del problema de puntos en U mediante el cambio de timbraje de las tuberías.................. 148 Figura 53. Línea piezométrica mínima............................................. 150 Figura 54. Dibujo de las líneas de gradiente hidráulico en la plantilla... 153 Figura 55. Inicio del trazado de la línea piezométrica...................................... 154 Figura 56. Acomodo de la línea piezométrica a la necesidad de presión dinámica de la toma .......................... 155 Figura 57. Trazado definitivo de la línea piezométrica...................................... 155 Figura 58. Determinación analítica del punto de cambio de diámetro........ 156 Figura 59. Exceso de presión dinámica........................................... 157 Figura 60. Ejemplo de plano altimétrico final.................................. 159 Figura 34. Ejemplo de cálculo de necesidades netas de riego............ 103 Figura 35. Datos técnicos de tres tipos de aspersor de una conocida marca.... 114 Figura 36. Ecuación de continuidad..... 119 Figura 37. Sistema en equilibrio estático ............................................ 120 Figura 38. Niveles estáticos en una red a presión.......................... 121 Figura 39. Sistema en equilibrio dinámico........................................... 122 Figura 40. Casos particulares de la línea piezométrica...................... 123 Figura 41. Rugosidad interna de las tuberías y mangueras......................... 124 Figura 42. Conceptos de hidrostática e hidrodinámica................................. 125 Figura 43. Sobrepresión por golpe de ariete con cierre lento.................... 131 Figura 44. Sobrepresión por golpe de ariete con cierre rápido.................. 132 Figura 45. Determinación gráfica de presiones máxima y mínima ........... 133 Figura 46. Ejemplo de cálculo de la sobrepresión por golpe de ariete ......... 137 Figura 47. Situación de necesidades de presión dinámica en el perfil altimétrico......................................... 144 Figura 48. Colocación preliminar de CRP............................................. 145 Figura 49. Colocación de CRP en sistemas con ramales.................... 146
  • 9. Compton L. Paul Representante de la FAO Honduras German Flores Coordinador Técnico Nacional PESA Honduras 9 Presentación Las comunidades asistidas por el Programa Es- pecial para la Seguridad Alimentaria (PESA) se caracterizan por encontrarse en zonas secas de ladera con precipitaciones muy erráticas, razón por la cual sus sistemas de cultivos están ex- puestos a sufrir pérdidas en la producción debido a factores como los largos periodos de escasez de lluvias durante el invierno. Ante esta proble- mática, se buscan opciones tecnológicas que ayuden a los productores a enfrentar estas condiciones climáticas; así, una de las respues- tas al problema es el minirriego, el cual se puede emplear como recurso complementario o para producciones bajo regadío en la época de verano. En tal sentido, el PESA, consciente de la impor- tancia de abordar el minirriego con un enfoque integral —ya que se debe visualizar como un factor de producción más dentro del conjunto de factores que interaccionan para definir un mayor potencial productivo para el cultivo—, ha venido ocupándose del fortalecimiento de los recursos humanos y del desarrollo de las capacidades productivas de las familias y de las organizacio- nes que les prestan servicios de asistencia téc- nica, con el propósito fundamental de que mejo- ren sus estrategias en el manejo integral de los recursos naturales y en la infraestructura de pro- ducción que les permitirán la disponibilidad pre- sente y futura del agua y, por ende, de la trans- formación de sus sistemas de producción. Así, PESA tiene la aspiración de que este Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego se constituya en una herramienta que contribuya a la implementación de siste- mas de minirriego como una alternativa que favorezca y oriente la utilización eficiente y res- ponsable del recurso agua. De este modo, este Manual está dirigido a extensionistas, insti- tuciones aliadas y organizaciones no guberna- mentales facilitadoras de servicios de asistencia técnica y asesoría que puedan usarlo como re- ferencia o material de consulta en sus activi- dades de capacitación a grupos organizados de productores rurales, o bien, a otros potenciales usuarios para que mejoren sus sistemas de pro- ducción recurriendo al minirriego. Para lograr este objetivo pedagógico del Ma- nual, el contenido está desarrollado en 12 módulos secuenciales con criterios didácticos que faciliten las consultas y la comprensión de los procedimientos metodológicos aplicados en cada etapa del proyecto o sistema de mini- rriego. Además, este documento se acompaña de un CD que contiene algunos instrumentos de cálculo para el diseño de los sistemas, así como las principales referencias bibliográficas que amplían la información esbozada en los diferentes módulos y que favorecerán la toma de decisiones con mayores criterios técnicos prácticos que guíen el manejo eficiente del re- curso hídrico. Finalmente, PESA desea dejar plasmado su interés por seguir fortaleciendo los conocimien- tos y experiencias contenidas en esta publi- cación, con la certeza de que coadyuvan a la re- ducción de la inseguridad alimentaria en las co- munidades rurales y así estas pueden avanzar hacia su desarrollo productivo sostenible. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 11. 11 Introducción El módulo 7 detalla brevemente el proceso de predimensionamiento que puede llevar- se a cabo en el momento de identificar una oportunidad de construcción de un sistema de riego, con el fin de estimar los caudales necesarios para regar una determinada su- perficie, o la superficie susceptible de ser regada con un caudal dado. En el módulo 8 se presenta una panorámica muy breve sobre los principales sistemas de riego y los factores que deben considerarse a la hora de decidirse por alguno de ellos. Quien desee información ampliada sobre este asunto puede consultar Burt (2000). En el módulo 9 se presenta el esquema de diseño de sistemas de riego, el cual se de- sarrolla posteriormente en los módulos 10 (diseño agronómico) y 12 (diseño hidráuli- co). A este último antecede un módulo de introducción sobre conceptos básicos de hidráulica que todo técnico debe manejar adecuadamente si quiere afrontar con éxito el diseño de sistemas de minirriego. Por último, acompaña a este manual un CD que contiene la mayoría de referencias men- cionadas en el documento, así como algunas herramientas informáticas para automatizar varios de los procedimientos explicados en el texto. Este manual tiene como objetivo proporcionar las herramientas básicas para que técnicos de nivel medio puedan encarar con éxito el diseño de sistemas de minirriego. No preten- de ser un manual teórico sobre agronomía e hidráulica, sino un documento eminente- mente práctico sobre diseño agronómico e hidráulico de minirriegos, enfocado principal- mente al riego por gravedad y aspersión en parcelas de pequeña superficie. El diseño de riego localizado, especialmente en parcelas con pendiente, es hidráulicamente mucho más complicado y no será cubierto en este manual. Tampoco se contemplan aspectos de optimización económica e hidráulica dado que estos son más necesarios en riegos para grandes superficies. Los módulos 1 y 2 están dedicados respec- tivamente a las particularidades de los mi- nirriegos y a los factores de éxito de este tipo de proyectos. Para aquellos que deseen profundizar en estos últimos aspectos se re- comienda consultar alguna de la bibliografía recomendada, en particular Cornish (2001), Vieira (2004), Chancellor (1997), y Field (1998). En los módulos 3, 4, 5 y 6 se desarrolla una introducción teórica a los datos de partida necesarios para el diseño de sistemas de riego, en concreto el agua, el suelo, el clima y los estudios topográficos necesarios. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 14. 14 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 15. 15 1. Particularidades de los sistemas de minirriego1 1 Adaptado de Chancellor (1997) y Vieira (2004). de las cuales suponen clarísimas ventajas (apropiación, participación), y otras que son evidentemente obstáculos para su éxito (con- flictos, aislamiento). Existe la tendencia a utilizar el tamaño del regadío como único criterio para definir un sistema de minirriego. No obstante, conside- ramos que existen otra serie de caracterís- ticas que definen a estos sistemas, algunas 1.1 Apropiamiento por parte de los productores El riego es una actividad cooperativa que implica a diferentes personas y que por tanto es fuente potencial de conflictos. Los sistemas pequeños de riego o minirrie- gos provocan potencialmente un apropia- miento del mismo más fácil por parte de sus miembros, dado que en una mayoría de casos son estos sistemas demandas de las propias comunidades y no ideas propias del técnico de desarrollo de turno. Bajo tales circunstancias, la cooperación entre los pro- ductores tenderá a ser la adecuada. No obstante, las disputas entre productores pueden llegar a afectar de manera impor- tante la correcta operación del sistema dado que, al contrario que en el caso de grandes sistemas de riego, no existe una institución o instancia encargada de la gestión del sistema y capaz de mediar para reducir los conflictos. Si los grupos de regantes son débiles, el fun- cionamiento del sistema se verá seriamente afectado. 1.2 Tamaño Pese a que el tamaño no sea el único criterio a considerar para definir un minirriego, sí es cierto que estos sistemas suelen atender a agricultores individuales o pequeños grupos de regantes, con áreas de riego por productor raramente superiores a la media hectárea. Estas áreas de riego suelen estar situadas en pequeñas vegas a las orillas de ríos o quebradas, o en las zonas menos inclinadas de las laderas. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 16. 16 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 1.3 Tecnología y costo La energía utilizada para el riego suele ser la gravedad, y los equipos y materiales utiliza- dos son, por lo general, materiales adapta- dos como tubos de polietileno (poliductos), mangueras perforadas artesanalmente para goteo, aspersores de jardinería, etc. Se suponen de bajo costo o, por lo menos, de menor costo que el mismo tipo de sistema diseñado y montado con equipos y materiales técnicamente más sofisticados. 1.4 Diseño participativo En el caso de los minirriegos, su pequeño tamaño y el corto número de productores participantes brinda a los diseñadores del sistema una excelente oportunidad para al- canzar un óptimo conocimiento del conjunto del proyecto, así como para llegar a acuerdos de manera participativa sobre aspectos de diseño y operación. No obstante, las personas encargadas de diseñar los minirriegos suelen carecer de la necesaria experiencia dado que aquellos más expertos son atraídos por la mayor remunera- ción económica y el mayor prestigio profesio- nal que brindan los sistemas “grandes”. 1.5 Localización Los minirriegos habitualmente se localizan en zonas remotas y lejos de los centros de población importantes. Por un lado esto pue- de ayudar a conseguir ese apropiamiento del que hablábamos más arriba, y a que el siste- ma sea más sostenible. Pero frecuentemen- te esto también supone un gran número de desventajas: Los bienes y servicios, en especial los in- sumos agrícolas, serán más difíciles de conseguir y más caros. 1. La lejanía y la inexistencia de medios ade- cuados de transporte limitará las oportu- nidades de mercado y la calidad del pro- ducto comercializado. La capacitación y asistencia técnica por parte de instituciones acompañantes para todo lo relacionado con la producción agrí- cola y la operación y mantenimiento (OyM) del sistema será menos frecuente. 2. 3.
  • 17. 17Manual básico de diseño de sistemas de minirriego Factores de éxito de los proyectos de minirriego 2
  • 18. 18 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 19. 19 2. Factores de éxito de los proyectos de minirriego2 2 Adaptado de Perry (1997), Cornish (2001) y Vieira (2004). ciones para que el desarrollo de los proyectos de minirriego tenga éxito. Aparte de la transferencia de tecnología de riego adecuada y de que el diseño sea el co- rrecto, deben cumplirse una serie de condi- 2.1 Visión integral y sistémica Es fundamental que el riego sea tomado como un medio o herramienta para lograr potenciar la capacidad productiva del sis- tema de producción y no como un fin en sí mismo. Tal y como muestra la Figura 1, el Proceso productivo Pr ácticas de manejo Asistencia técnica Decisión ¿Qué producir? Semilla Agua Nu trición Transporte Cosecha Control de plagas Mercado Variables agroecológicas Ri ego Figura 1 Variables que interaccionan para determinar el potencial productivo de un cultivo. Fuente:Vieira(2004). riego debe ser enfocado como un factor de producción más dentro del conjunto, donde otros factores también importantes se in- teraccionan para definir un mayor potencial productivo para el cultivo bajo riego. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 20. 20 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Así comprendido, el riego debe estar asocia- do a otros factores de producción, tales como semillas de buena calidad, sanidad, nutrición, técnicas de manejo del cultivo, cosecha, co- mercialización, etc., para formar un conjunto indivisible que puede llevar un sistema de producción a tener mayor sostenibilidad, lo que implica mayor productividad y mayor ren- tabilidad, más estabilidad y elasticidad, más seguridad alimentaria y equidad. Si esta visión integral no se considera, otros factores pasan a ser el “cuello de botella” para el potencial productivo y las ventajas del riego quedan por debajo de lo esperado o ni siquiera se manifiestan. Como el riego representa un aumento en los costos de pro- ducción, no alcanzar la productividad poten- cial del sistema bajo riego puede significar la diferencia entre éxito y fracaso financiero del proyecto. ¿Quién pagará la reposición de equipos y materiales, combustible para bombeo, fer- tilizantes adicionales, mano de obra u otros costos, si el riego no proporciona un aumento real de rendimientos debido a que han sido mal controladas las malezas o plagas? 2.2 Disponibilidad y propiedad de la tierra Un proyecto de minirriego sólo se justifica si existe un fuerte potencial para incremen- tar la producción y/o los ingresos. La tie- rra debe existir en la suficiente cantidad y con las adecuadas propiedades físicas. En cuanto a este último aspecto, debe prestar- se especial atención en el caso de suelos arenosos o arcillosos. Asimismo, y antes de realizar la topografía, debe aclararse convenientemente el dere- cho de los productores sobre la tierra, su explotación, y sobre los derechos de paso para la conducción y los diferentes ramales. Son múltiples los ejemplos de sistemas de minirriego fracasados por no aclarar conve- nientemente este aspecto, o por promesas de compartir el sistema por parte de los pro- pietarios del terreno, las cuales se olvidan del compromiso tomado tan pronto el sistema empieza a operar. 2.3 Disponibilidad y propiedad del agua Obviamente el agua es un factor de capital importancia a la hora de lograr el éxito en la implementación de minirriegos. Varios son los aspectos que deben considerarse y que explicaremos de manera más detallada a lo largo del documento: Tipo de fuente de agua: pozo, naciente, río, etc. • Cantidad de agua, en concreto la canti- dad confiable con la que se puede contar durante el ciclo de producción. En la zona de trópico seco este dato será el caudal existente en abril; en otras zonas del país, deberá determinarse con la ayuda de los pobladores el mes del año donde los cau- dales de las fuentes son mínimos. •
  • 21. 21 Calidad del agua, la cual está determinada por la cantidad y el tipo de sales disueltas en la misma. Este factor influye particular- mente en la elección de la tecnología de riego y en la selección de los cultivos. De- beremos por lo tanto realizar previamente los análisis correspondientes en la FHIA o laboratorios semejantes cercanos a la zona del proyecto. • De manera semejante a lo que comentába- mos en el caso del factor tierra, la propie- dad de la fuente, pozo o rebalse de sistema de agua potable, o la legislación existente a la hora de extraer agua de un río o que- brada (licencias emitidas por la Dirección General de Recursos Hídricos), son aspec- tos a aclarar desde el mismo principio del proceso de diseño del proyecto. • 2.4 La participación de los productores es esencial Tan importante como el agua y la tierra es la participación activa del productor o produc- tores en la planificación y establecimiento del diseño del riego, y su disposición a tomar la responsabilidad para su OyM. Si se establece un sistema de riego sin la participación de los productores, estos lo verán como perteneciente a la institución y esperarán que esta se haga responsa- ble en el futuro de su mantenimiento y reparaciones. Es necesario averiguar si desean y son capa- ces de implicarse activamente en el sistema de riego propuesto. Las siguientes preguntas pueden servir como guía: ¿Quieren y necesitan realmente los pro- ductores el sistema de riego? ¿O es idea de un técnico como consecuencia de la existencia de un recurso (la disponibilidad de agua) desaprovechado? • ¿Entienden los beneficios reales (no utópi- cos) que ofrece? ¿Saben de todo el traba- jo adicional, de todos los inconvenientes, y de todos los costos extra que el sistema va a suponer? ¿Están dispuestos los productores a traba- jar como grupo en la operación (no siem- pre es posible el riego a la demanda y puedan ser necesarios los turnos) y man- tenimiento del sistema? ¿Están dispuestos y son capaces de con- tribuir al costo de operación, mantenimien- to y amortización? La participación de los productores es parti- cularmente esencial en: La selección de las parcelas donde se va a desarrollar el riego. El tipo de tecnología de riego que mejor se adapta a las necesidades y capacidades de los futuros regantes. • • • • • Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 22. 22 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 2.5 Disponibilidad de mano de obra La agricultura bajo riego, especialmente en el caso de cultivos hortícolas, incrementa notablemente las necesidades de mano de obra, tanto por la complicación añadida de estos cultivos como por la operación del sis- tema de riego en sí. Debe ponerse especial atención a la inter- acción entre la operación del sistema, los patrones migratorios temporales de la pobla- ción, y las cargas adicionales de trabajo que pueden suponer para las mujeres. Por último, los proyectos que requieren de labor humana para el bombeo de agua, con la finalidad exclusiva de riego, deben ser eva- luados muy cuidadosamente antes de ser implementados. Estos proyectos suelen tener una vida muy corta y no ser exitosos. 2.6 Disponibilidad de insumos agrícolas aparte de los del riego Como decíamos arriba, la ejecución de un sistema de riego sólo se justifica si se van a dar mejoras importantes en la producción y en los ingresos. Pero especialmente en el caso de cultivos hortícolas, tales incre- mentos sólo serán posibles si una serie de insumos tales como fertilizantes y pesticidas (¡orgánicos o no!) se encuentran disponibles. Esta disponibilidad estará determinada fun- damentalmente por la cercanía de las co- munidades a los centros urbanos donde se adquieren dichos insumos. 2.7 Acceso a los mercados y planificación de la producción Excepto en el caso de sistemas de riego pensados como protección contra la sequía (riegos complementarios de canícula), en los cuales se intenta asegurar la producción de granos básicos para el autoconsumo, o aquellos destinados a la venta de pasto en el ámbito local, tanto la existencia de mercados como de adecuadas vías de comunicación es fundamental para asegurar la viabilidad de los riegos a largo plazo. Frecuentemente se dan casos de sistemas de minirriego diseñados sin elaborar ni si- quiera un simple presupuesto de finca, ni qué decir de un detallado estudio financiero. La lejanía a los mercados influirá decidida- mente en los costos de transporte y produc- ción, y en la calidad del producto a ofertar. El tamaño y estacionalidad de los mercados hará necesario en algunos casos planificar cuidadosamente la producción con el fin de concentrar la oferta en determinados meses, o de distribuirla con el fin de no saturar el mercado. Lamentablemente, la falta de in- formación de mercados tan habitual en las zonas rurales de Honduras, no es de ningún auxilio.
  • 23. 23 Una buena estrategia para zonas de produc- ción alejadas del mercado o con acceso di- fícil, incluye: Productos con buen mercado, pero poco perecederos y resistentes al transporte o que pueden ser fácilmente transfor- mados en la comunidad, antes de ser comercializados; Productos poco voluminosos; Productos con gran valor por unidad de peso o volumen transportado; Productos que puedan ser producidos y comercializados en cantidades que justi- fique el costo de transacción; Productos cuya producción presenta ven- tajas comparativas, por cuestiones climá- ticas, edafológicas, hábitat, aislamiento de plagas, etc. Por último, cabe destacar que los proyectos de minirriego cuyo objetivo es el autoconsu- mo exclusivo dejan muchas dudas en cuanto a sus posibilidades de sostenibilidad o cre- cimiento. Si el agua se destina solamente al riego del huerto familiar o de los cultivos tradicionales de autoconsumo, como estos no generan ingresos, difícilmente se darán las condiciones financieras internas para man- tenimiento y reposición del sistema, cuando a) b) c) d) e) los equipos y materiales de riego alcancen el final de su vida útil. Los grupos serán de- pendientes de un ente externo que los apoye financieramente. Los proyectos de riego orientados al auto- consumo parecen tener más perspectivas de éxito cuando se dan algunas de las con- diciones descritas a continuación: Están asociados a otros objetivos en la finca u hogar, tales como suministro de agua para el hogar, crianza de animales, lavado de café, etc.; Cuando se destina una parcela mínima de la producción al mercado, para generar un volumen de ingreso capaz de garantizar la operación, mantenimiento, renovación, modernización o aumento del sistema; Cuando el riego permite reducir áreas de siembra de maíz o frijol para que la familia se dedique a una actividad más rentable, ya sea agrícola o no agrícola; Cuando los equipos y materiales son muy sencillos y baratos y los cultivos seleccio- nados permiten el reaprovechamiento de semillas, son rústicos en cuanto a plagas y enfermedades, presentan producción du- rante largos períodos, y no necesitan de resiembra, entre otros aspectos. a) b) c) d) 2.8 Acceso al capital Dependiendo de los cultivos que se esta- blezcan y de las superficies bajo riego, así serán las cantidades necesarias de capital circulante para encarar la producción. Estas necesidades, si son altas, harán imprescin- dible la existencia de instancias financieras, formales o informales, en las comunidades donde se encuentren los sistemas. Debemos tener en cuenta que el crédito es una necesidad de todo tipo de agricultores, es más, normalmente a mayor nivel de inver- sión mayor será la necesidad de crédito. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 24. 24 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 2.9 Servicio de extensión agrícola La experiencia previa de los productores tan- to en la operación de los sistemas de riego como en el trabajo con cultivos bajo riego de- terminará enormemente las necesidades de capacitación. Nuevamente son numerosos los casos donde se han construido peque- ños sistemas de riego para productores que durante toda su vida sólo habían cultivado granos básicos bajo lluvia, a los cuales no se les ha dotado de un acompañamiento ade- cuado, y que ha traído como consecuencia el abandono de los sistemas o la operación de estos muy por debajo de su potencial. En concreto el servicio de extensión agrícola de la institución que está apoyando la instala- ción del minirriego deberá asegurar la capa- citación en tres aspectos fundamentales: Cultivos bajo riego. Comercialización y agroprocesamiento. Operación y mantenimiento del sistema de riego. • • • 2.10 Manejo integrado de suelo, agua y cultivo Tan importante como aportar agua de riego a los cultivos es prestar atención al manejo de la humedad y a la conservación del agua en el suelo. Nunca debe instalarse minirrie- gos a productores que no estén previamente desarrollando técnicas adecuadas de con- servación de suelo y agua, tales como las validadas y detalladas en FAO (2005). Aparte de la ineficiencia del riego por el mayor volu- men de agua que será necesario aportar, la sostenibilidad del sistema se verá compro- metida si la deforestación y la quema provo- can una gradual disminución de los caudales de las fuentes. Además, todo proyecto de minirriego debe estar insertado dentro de un plan de mane- jo integral de la microcuenca o subcuenca, como forma de: Asegurar a largo plazo la cantidad y calidad de agua necesaria para su continuidad. • Garantizar mayor equidad en la distribu- ción del agua entre los diferentes usos y evitar conflictos. Permitir establecer estrategias y metas de crecimiento de uso, sin que se agote el recurso hídrico. Como hemos visto, entre los factores comen- tados no se ha hecho ninguna referencia ni a la topografía, ni al diseño hidráulico, ni a nin- gún aspecto tecnológico. Podríamos utilizar este símil de computación como resumen: el riego es más cuestión de software (gente, costumbres, experiencia previa de los pro- ductores, mercado, etc.), que de hardware (la topografía, los tubos, los aspersores, el sistema en sí). • •
  • 25. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 25 2.11 Panorámica general de la estrategia a seguir En definitiva, debemos ir de lo difícil a lo fácil, y en lo que se refiere a proyectos de riego, la topografía y el diseño hidráulico y agronómico es lo fácil y lo que debe dejarse para el final. Se trata en último caso no de desarrollar sis- temas de riego porque sí, sino de desarrollar sistemas sostenibles de riego. Figura 2 Estrategia de manejo de agua en zonas de ladera. Construcción Levantamiento topográfico Estudio y diseño Organización comunal O y M de los sistemas de riego Almacenar humedad en el suelo Manejo de la microcuenca Fuente:Flores(1999).
  • 26. 26 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 2.12 Espiral descendente en el funcionamiento de los sistemas de riego Como colofón a esta sección de factores de éxito, mostramos en la Figura 3 un diagrama que muestra la típica evolución de un siste- Figura 3 Causas y efectos de la espiral descendente de funcionamiento de los sistemas de riego. Pobre funcionamiento del sistema Descontento de los productores Se reduce la cooperación, pobre O y M Se reduce el área bajo riego – se reduce el rendimiento del sistema Causas primarias Fuente: Chancellor (1997) • Pobre suministro de agua • Errores o limitaciones de diseño • Limitaciones agrícolas o socioeconómicas • Deterioro de la infraestructura • Degradación del suelo • Disminución de rendimientos • Bajos ingresos • La infraestructura no opera correctamente • Los productores abandonan el riego • Disputas por el reparto del agua y los turnos de riego • Conflictos entre productores e instituciones • Daños a la infraestructura de riego ma de minirriego en el cual no se ha consi- derado convenientemente alguno o algunos de los factores detallados más arriba.
  • 27. 27Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 3 Recurso agua
  • 28. 28 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 29. 29 3.1 Concepto de caudal Se define el caudal Q como el volumen de agua (V, medido en litros o m3) que pasa por una sección transversal conocida de un río, corriente o tubería en un tiempo deter- minado t: (3.1) El caudal se expresará por lo tanto en litros por segundo (L/s) o metros cúbicos por se- gundo (m3/s). Existe otra expresión para el caudal. Supon- gamos que estamos midiendo el caudal que pasa por una tubería. El volumen de agua que pasará en un determinado tiempo tendrá la forma de un cilindro, de sección igual a la de la tubería (S, medida en m2), y de longitud d (medida en m): Sustituyendo esta ecuación en la anterior, nos quedará: Pero aun podemos hacer una sustitución más. Esta ecuación contiene la distancia recorrida por el agua en un tiempo determi- nado, lo cual no es otra cosa que la veloci- dad a la cual circula el agua, de modo que podemos escribir: Q = S × U (3.2) donde U es la velocidad media del agua3 expresada en m/s. Esta introducción teórica que para algunos puede parecer superflua es necesaria con el fin de eliminar uno de los errores más comunes que se dan en el campo como el de medir los caudales en pulgadas. Es muy común escuchar expresiones como “el na- ciente es de dos pulgadas” que, pudiendo ser disculpables en el caso de productores sin conocimientos básicos de hidráulica, son inadmisibles en el caso de técnicos e inge- nieros. En efecto, como vemos en la últi- ma ecuación, el caudal es el producto de la sección de la tubería por la velocidad a la que circula el agua, de modo que hablar “un caudal de dos pulgadas” será inexacto dado que no sabemos a qué velocidad cir- cula el agua: 3 En hidráulica se suele representar a la velocidad con la letra U con el fin de no confundirla con el volumen. 3. Recurso agua t V Q El volumen de agua será por lo tanto equiva- lente al volumen del cilindro: V = S × d t dS t V Q Figura 4 Caudal por una tubería circular. d Q S Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 30. 30 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 3.2 Tipos de fuentes a) Quebradas Con el fin de evaluar la validez de la quebrada con fines de riego, es necesario asegurarse de que fluye todo el año (es una quebrada permanente), y de cuánto es el flujo aproxi- mado al final del verano. La primera pregunta podrá ser contestada por la gente del lugar, mientras que para contestar la segunda será necesario efectuar un aforo. No puede extraerse todo el flujo de una que- brada para riego, dado que es necesario per- mitir un cauce mínimo biológico (el que per- mite la existencia de la fauna y flora aguas abajo), y la cantidad de agua que se esté extrayendo aguas abajo para riego o agua domiciliar. Con fines de predimensionamiento puede estimarse que una bomba de cinco caballos (5 hp = 3.7 kW) extrae un mínimo de 30 L/s, mientras que una de 50 hp (37 kW) extraerá 300 L/s. La manera de estimar cuánta superficie puede regarse con un determinado caudal, o el cau- dal que es necesario extraer para regar una superficie dada se explica en el módulo 7. b) Nacientes, manantiales, ojos de agua o chagüites Al igual que con las quebradas o ríos, será necesario aforarlos al final del verano con el fin de conocer el flujo mínimo confiable. c) Pozos • Superficiales Ejemplo: Supongamos un naciente que arroja “un caudal de dos pulgadas”. Una tubería con un diámetro de dos pulgadas tendrá una sección que estará dada por la fórmula: S = × D² (3.3) 4 donde es el número Pi (equivalente a 3.1416) y D es el diámetro interior de la tubería en m2 . Expresando el diámetro de la tubería en m (2” × 25.4 = 50.8 mm = 0.0508 m), y sustituyendo en la fórmula: S = 3.1416 × 0.0508² = 0.0020 m2 4 Si pudiéramos medir la velocidad a la que sale el agua del naciente y esta fuera 1 m/s, el caudal que tendríamos sería: Q = S × U = 0.0020 m2 × 1 m/s = 0.0020 m3 /s = 2 L/s Si por el contrario la velocidad fuera de 5 m/s, el caudal resultante sería: Q = S × U = 0.0020 m2 × 5 m/s = 0.01 m3 /s = 10 L/s Vemos así como un mismo naciente “de dos pulgadas” arroja caudales muy diferentes según la velocidad a la que esté saliendo el agua, y concluimos por tanto la necesidad de expresar el caudal en unidades adecuadas.
  • 31. 31 Un buen pozo superficial debería ser relati- vamente profundo (dos metros al menos a la base del pozo), con al menos 1.5 metros de altura de agua. Debemos informarnos con la gente del lugar de la variabilidad del pozo a lo largo del año. • Profundos Debemos tener en cuenta que no es posi- ble utilizar bombas centrífugas por debajo de siete metros. d) Reservorios o estanques naturales Es importante tener en cuenta siempre las pérdidas debidas a la evaporación que se dan en el caso de los estanques. Puede estimarse de manera aproximada el agua almacenada en pequeños estanques con la siguiente fórmula (conocida como la fórmula del sexto): (3.4) Donde V es el volumen de agua almacenada en metros cúbicos, L la longitud de la línea de agua a lo largo del dique en metros, D la profundidad del agua justo detrás del dique en metros, y T la distancia entre el dique y la cola del estanque también en metros. 6 DTL V 3.3 Aforos 3.3.1 Para nacientes y pequeñas quebradas Método volumétrico Se reúne todo el caudal del naciente o que- brada y con la ayuda de un trozo de tubo de PVC y un cronómetro se mide el tiempo ne- cesario para llenar un balde de volumen co- nocido (ya esté calibrado en galones o litros). Para evitar errores es conveniente repetir la medida cinco veces y calcular el promedio de Figura 5 Cálculo del volumen aproximado de un estanque. Fuente:Cornish(2001). L T D Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 32. 32 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego los tiempo medidos. Posteriormente se cal- cula el caudal con la fórmula ya conocida: donde Q es el caudal medido en L/s, V el volumen del balde medido en litros, y t el tiempo transcurrido en segundos. En caso de que no conozcamos el volumen del balde, este puede calcularse a partir de la siguiente fórmula: t V Q donde V es el volumen en litros, es el nú- mero Pi, D y d son los diámetros de cada extremo del balde, en cm, y h es la altura del balde, también en cm. Vertederos de pared delgada El vertedero es un dispositivo hidráulico cons- truido de metal o madera, de espesor e (ver Figura 7), que colocado transversalmente a la dirección de la quebrada o canal, da lugar a una obstrucción o estancamiento del líquido detrás de él para seguidamente verterse por la escotadura o vértice del vertedero. En el momento en que el líquido se vierte sobre la cresta del vertedero, se produce una curva- tura en las líneas de corriente de tal manera que la altura h que traía el líquido sobre la cresta antes de llegar al vertedero (la cual se conoce como carga del vertedero o carga de agua), se reduce a una altura hC (conocida como carga sobre la cresta o manto) en el mismo momento de pasar sobre este. Figura 6 Cálculo del volumen de un balde. D h d V = x h ( D² + d² ) 8000 Figura 7 Vertedero de pared delgada. Regla graduada h e 0.5 × h z > 2 hc hc > 5 cmCresta 5 × h
  • 33. 33 Para poder considerar el vertedero como de pared delgada, el espesor del mismo debe ser menor que la mitad de la carga de agua (e < 0.5 × h). En caso contrario no podremos utilizar las ecuaciones de cálculo de caudal que se detallan en la página anterior. El procedimiento que se sigue para calcular el caudal es medir con una regla la profundidad de la corriente a una cierta distancia antes del vertedero, es decir, averiguar Z + h. En el lugar del vertedero mediremos Z, es decir, la distancia comprendida entre la cresta y el fondo del canal o quebrada. Una vez cono- cida Z, averiguaremos la carga del vertedero, h, por diferencia. A la hora de colocar y emplear un vertedero en la corriente de agua deberemos considerar las siguientes normas (ver Figuras 7 y 8): El vertedero debe estar ubicado en un tramo bastante recto de al menos una longitud equivalente a 20 veces h (20 × h), evitando la presencia de turbulencias aguas arriba. • La cresta del vertedero debe ser bien lisa y estar nivelada. El vertedero debe colocarse perpendicular a la corriente de agua y ver- tical, sin ninguna inclinación hacia aguas arriba o aguas abajo. La regla graduada que colocaremos para medir h debe estar a una distancia aguas arriba del vertedero equivalente a cinco veces h (5 × h). La distancia de los bordes de la escota- dura a la orilla y al fondo de la quebrada o canal debe ser al menos el doble que la carga de agua sobre la cresta (2 × hC). La longitud de la escotadura en vertedero trapeciales y rectangulares debe ser al me- nos tres veces mayor que la carga sobre la cresta (L > 3 × hC). La carga sobre la cresta debe ser mayor de 5 cm (hC > 5 cm). • • • • • Figura 8 Colocación de la regla graduada. Fuente:adaptadodeCasanova(2003). Regla graduada Vertedero Flujo 2 × hc L>3 × hc Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 34. 34 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Vertedero triangular o en V: Estos vertederos son los más precisos para caudales inferiores a 20 L/s. Para el cálculo del caudal se utiliza la fórmula: (3.5) donde la carga de agua h está expresada en metros, es el ángulo que forma la esco- tadura, Q en m3/s y Cd es un coeficiente de descarga que toma los siguientes valores en función de h y : Vertedero rectangular: Existen dos tipos de vertederos rectangula- res según ocupen sólo una parte del cau- ce (vertedero rectangular con contracción, ver Figura 10a), o el total del mismo (verte- dero rectangular sin contracción, ver Figura 10b). Las ecuaciones para la estimación de caudales en este tipo de vertederos son las siguientes: Vertedero rectangular con contracción: Q = 1.83 × L × h1.5 (3.7) Vertedero rectangular sin contracción: Q = 3.3 × L × h1.5 (3.8) Donde todas las dimensiones son ya conocidas. Coeficientes de descarga para vertederos triangulares. Tabla 1 h Cd Entre 20º y 90º Entre 0.15 y 0.30 m 0.586 > 90º > 0.30 m 0.581 En el caso particular en que h sea menor de 0.30 m y igual a 90º, la fórmula toma la forma: Q = 1.38 × h2.5 (3.6) Estando igualmente expresados Q en m3/s y h en m. Vertedero trapecial de Cipolletti: El vertedero de Cipolletti es el más habitual de entre los trapeciales dado que su particu- lar diseño (la inclinación de sus lados es 1:4) permite simplificar enormemente la fórmula de cálculo del caudal: Q = 1.86 × L × h1.5 (3.9) donde Q está expresado en m3/s y L y h en metros. Figura 9 Vertedero triangular h Fuente:Hudson(1997). Q = 2.36 × Cd × tg × h2.5 2
  • 35. 35 fuera muy inferior al caudal de la corriente de agua, medir con exactitud este último dato estaría de más. Una vez dicho esto, detallamos los dos méto- dos más habituales para medir caudales de corrientes de agua de un tamaño tal que el uso del método volumétrico o de cualquier tipo de vertedero es imposible. Con flotador Este es un método muy inexacto, pero es simple y nos proporciona al menos un orden de magnitud del caudal. Consiste en medir el tiempo que tarda un flotador (un corcho, un trozo de madera, o cualquier otro mate- rial que flote) en recorrer una determinada distancia L. En su forma más sencilla, el procedimiento que debe seguirse es el siguiente: Se selecciona un tramo de la quebrada o río que sea recta y de sección más o menos uniforme. Se sitúan dos marcas a una distancia L de entre 20 y 50 metros en función del tamaño del río (a mayor tamaño, mayor distancia). • • 3.3.2 Para quebradas de mayor tamaño y ríos Antes de acometer la medida del caudal de una quebrada o río de tamaño apreciable, debemos considerar si efectivamente ne- cesitamos el dato. Como se explicará en el módulo 7, muchas veces el limitante de un sistema de riego será el área regable y no el caudal. En otras palabras, tendremos un área regable a la par de una corriente de agua y lo que realmente necesitaremos saber es el caudal mínimo que tendrá que llevarse a la parcela para regarla. Si este caudal mínimo Figura 10 Vertederos rectangulares h L h L a) b) Figura 11 Vertederos Cipolletti h 1 4 L Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 36. 36 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Se tira el flotador a una distancia antes de la primera marca igual a la mitad de L (es decir, si las marcas están separadas por ejemplo 50 m, tiraremos el flotador 25 m antes de la primera marca). Con la ayuda de un cronómetro, medimos el tiempo (en s) que transcurre en recorrer la distancia entre ambas marcas. Repetimos la medición tirando el flotador otras cuatro veces en diferentes lugares a lo ancho del río (ver Figura 13). • • • Calculamos el promedio de los tiempos medidos: (3.10) Entonces, la velocidad superficial se cal- culará mediante la ecuación: (3.11) • • Figura 13 Lugar donde tirar el flotador y medición de profundidades. P1 P2 P3 P4 Pn a 5 ttttt t 54321 ++++ = t L (m/s)Us = Figura 12 Medición de caudal con flotador. Fuente:adaptadodeCasanova(2003). L Señaladores de distancia Flujo Flotador Quebrada Lecho
  • 37. 37 Normalmente la velocidad promedio consi- derando toda la sección de una quebrada o canal es inferior a la superficial. Debe- remos, por lo tanto, aplicar un factor de corrección para estimar aquella a partir de esta: U (m/s) = 0.80 × US (3.12) Medimos la profundidad (en m) de la que- brada en diferentes puntos separados pre- feriblemente un metro entre ellos (medi- ciones p1, p2,… pn). Igualmente mediremos la anchura total de la quebrada (a, también en m). Calculamos la profundidad promedio de la quebrada, y a partir de esta la sección de la misma mediante las fórmulas: (3.13) • • • Por último calcularemos el caudal de la quebrada mediante la fórmula ya conocida: Q (m³/s) = S × U Con molinete Este método de medición es el más exacto para quebradas y ríos donde el uso de ver- tederos no sea posible. No obstante, dare- mos una explicación muy breve dada la poca probabilidad de que vayamos a disponer de dichos dispositivos. Un molinete es un aparato que mide la velo- cidad de la corriente. Consta de una turbina que combina su movimiento giratorio con un indicador-registrador. La velocidad de rota- ción es proporcional a la velocidad de la co- rriente. Se cuenta el número de revoluciones en un tiempo dado, ya sea con un contador digital o como golpes oídos en los auriculares que lleva el operador. • pa)(mS n p...pp p 2n21 ×= +++ = Figura 14 Medición con molinete. Fuente:Hudson(1997). Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 38. 38 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Un molinete mide la velocidad en un úni- co punto y para calcular la corriente total hacen falta varias mediciones. El procedi- miento consiste en medir y en trazar sobre papel cuadriculado la sección transversal de la corriente e imaginar que se divide en fran- jas de igual ancho como se muestra en la Figura 15. Si la profundidad media de la franja es menor o igual a 0.75 m, la velocidad media se cal- cula a partir de la media de las velocidades medidas a 0.2 y 0.8 de la profundidad en esa franja. Para aguas poco profundas (profundi- dad inferior a 0.75 m) se efectúa una única lectura a 0.6 de la profundidad. Esta veloci- dad de cada franja, multiplicada por la super- ficie de la franja, da el caudal de la franja y el caudal total es la suma de las franjas. La Tabla 2 muestra cómo se efectuarían los cálculos con respecto a los datos indi- cados en la Figura 15. Sección Velocidad media con el molinete (m/s) Profundidad (m) Ancho (m) Área (m2 ) Caudal (m³/s) 0,2D 0,8D Media 1 - - 0,5 1,3 2,0 2,6 1,30 2 0,8 0,6 0,7 1,7 1,0 1,7 1,19 3 0,9 0,6 0,75 2,0 1,0 2,0 1,50 4 1,1 0,7 0,9 2,2 1,0 2,2 1,98 5 1,0 0,6 0,8 1,8 1,0 1,8 1,44 6 0,9 0,6 0,75 1,4 1,0 1,4 1,05 7 - - 0,55 0,7 2,0 1,4 0,77 TOTAL 9,23 Ejemplo de cálculo de caudal mediante molinete.Tabla 2 Figura 15 Cálculo del caudal de una corriente a partir de las medidas de un molinete. Profundidad(m) 0 1 1 +0.5 +0.55+0.8 +0.5 +0.9 +0.6 +1.1 +0.7 +1.0 +0.6 +0.9 +0.6 Sección Escala horizontal (m) 2 3 4 5 6 7 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 2 3 4 5 6 7 8 9 Fuente:Hudson(1997).
  • 39. 39 3.4 Calidad del agua El conocimiento de la calidad del agua de riego es fundamental para la elección del método de riego, su manejo y el cultivo a im- plantar. Vendrá determinada por las sales que se encuentran en ella, y dependerá de la na- turaleza de éstas y de sus concentraciones. Los principales problemas relacionados con el uso de aguas salinas para riego son: Salinización del suelo: las sales en el agua o en el suelo reducen la disponibili- dad de agua para el cultivo, provocan un estado de marchitamiento, y afectan por tanto a los rendimientos. Problemas de infiltración del agua en el suelo: un contenido relativamente alto de sodio o relativamente bajo de calcio en el agua o el suelo reduce la tasa a la cual el agua de riego se infiltra, hasta el extremo de no poder abastecer al cultivo de manera adecuada. Toxicidad: algunas sales cuando se acu- mulan en cantidad suficiente resultan tóxi- cas para los cultivos, u ocasionan desequi- librios en la absorción de los nutrientes. Otros problemas: particularmente obs- trucciones en los emisores de riego y co- rrosión de las conducciones, pero tam- bién exceso de nutrientes que reducen el rendimiento o la calidad, y depósitos de sales en frutas u hojas que afectan al va- lor comercial. Mediante un análisis fiable del agua de riego se pueden determinar las estrategias de riego que deben llevarse a cabo, según la salinidad del agua y la tolerancia de los cultivos a esta salinidad. 1. 2. 3. 4. 3.4.1 Introducción teórica sobre sales y unidades El agua de riego contiene determinadas sales que se añaden a las ya existentes en el sue- lo. Las sales que nos interesan son aquellas que, además de ser solubles, se descompo- nen en iones. Los iones son átomos o grupos de átomos con una carga eléctrica. Existen dos tipos de iones, los cationes (con carga eléctrica positiva) y los aniones (con carga negativa). Los iones más comunes que se encuentran en el agua para riego son: Iones más comunes en el agua para riego y pesos equivalentes. Tabla 3 Cationes Aniones Nombre y símbolo Peq Nombre y símbolo Peq Calcio (Ca2+ ) 20.0 Cloruro (Cl– ) 35.5 Sodio (Na+ ) 23.0 Sulfato (SO4 2–) 48.0 Magnesio (Mg2+ ) 12.2 Bicarbonato (CO3H– ) 61.0 Potasio (K+ ) 39.1 Carbonato (CO3 2–) 30.0 Boro (B3+ ) 3.5 Nitrato (NO3 –) 62.0 Hierro (Fe2+ ) 27.9 Los análisis de aguas proporcionan el con- tenido o concentración de cada ión en las muestras de agua que llevamos a analizar. Pero un obstáculo para la correcta interpre- tación de los análisis de agua es que los la- boratorios frecuentemente proporcionan las medidas en diferentes unidades. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 40. 40 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego La concentración de iones puede reportarse ,)mpp(nóllimropsetrapnesisilánasolne gramos por litro (g/L), miligramos por litro (mg/L), o miliequivalentes por litro (meq/L). La relación entre las tres primeras es sencilla dado que: 1 ppm = 1 mg/L = 0.001 g/L No obstante, con los meq/L la cosa se com- plica. Los meq/L se determinan dividiendo las ppm (o mg/L) entre el peso equivalente (Peq) del ión correspondiente (ver Tabla 3): (3.14) nato sódico y el cloruro magnésico, depen- diendo, claro está, de su concentración en el agua. La clase de suelo: los suelos arenosos presentan menos peligros que los arci- llosos, dado que el agua lava mejor las sales acumuladas. Los suelos que contie- nen yeso (sulfato cálcico) aguantan más la salinidad, ya que el yeso hace pasar a formas solubles al sodio. El clima: un clima húmedo, con frecuentes lluvias, ayuda a lavar las sales, mientras que uno seco hace que estas suban a la superficie por capilaridad, creando la típica costra salina e impermeabilizando la capa de suelo que está debajo de ella. Los cultivos: la tolerancia a la salinidad varía de un cultivo a otro, y varía también según el estado del cultivo, siendo gene- ralmente menor durante la germinación y el estado de plántula, y mayor conforme la planta crece y madura. La salinidad del agua de riego se puede de- terminar por dos procedimientos, ambos en laboratorio: Medida del contenido en sales (SD, só- lidos disueltos): Se evapora en una estufa una muestra de agua y se pesa el residuo sólido. Se suele expresar en mg/L o en meq/L. Medida de la conductividad eléctrica m(CE) a una temperatura del agua de 25 ºC. Cuando la CE está comprendida entre 1 y 5 dS/m, ambos parámetros, SD y CE, están aproximadamente relacionados mediante la fórmula: SD (mg/L) 640 × CE (dS/m) (3.15) • • • a) b) Ejemplo: ¿Cuántos meq/L son 120 ppm de Ca2+ ? meq/L6 20 ppm120 Una manera alternativa de medir el conte- nido de sales en una muestra de agua es mediante la conductividad eléctrica (CE). A mayor cantidad de sales en el agua, me- jor conducirá esta la electricidad. La CE se expresa en milimhos por centímetro (mmho/ cm), micromhos por centímetro ( mho/cm) o en deciSiemens por metro (dS/m). La relación entre estas unidades es: 1 mmho/cm = 1,000 mho/cm = 1 dS/m 3.4.2 Salinidad El problema de salinidad en el agua tendre- mos que considerarlo en función de cuatro factores: El tipo de sal: las sales más peligrosas en los suelos son el sulfato magnésico, el sulfato sódico, el cloruro sódico, el carbo- • eqP ppm meq/L
  • 41. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 41 Existen varios criterios que establecen si el agua puede usarse para el riego según la cantidad de sales disueltas en ella. Ayers y Westcot (1985) indica el riesgo de producir- se problemas de salinidad según los siguien- tes límites en contenido de sales: con una infiltración baja suelen producirse cuando el sodio se incorpora al suelo y de- teriora su estructura; los agregados del suelo se dispersan en partículas pequeñas que ta- pan o sellan los poros y evitan que el agua pueda circular e infiltrarse con facilidad. El efecto contrario lo producen el calcio y el magnesio, por lo que para evaluar realmente el problema que puede generar un exceso de sodio hay que saber también la cantidad de calcio y magnesio que hay en el suelo. Por eso, para evaluar los problemas de in- filtración se ha establecido el índice RAS (relación de absorción de sodio), que viene definido por la siguiente fórmula: (3.16) donde Na+ , Ca2+ y Mg2+ representan res- pectivamente las concentraciones de los io- nes de sodio, calcio y magnesio medidos en meq/L. A partir de la RAS y la CE, podemos estimar con la ayuda de la Figura 164 la po- tencial reducción de la infiltración. A menudo, la adición de yeso al suelo mejora la infiltración del mismo. Es importante notar que aquí el problema de la salinidad puede ser el contrario. Si nos fi- jamos en la figura, vemos como el agua muy poco salina (con CE inferior a 0.5 dS/m y es- pecialmente con valores inferiores a 0.2 dS/m) es corrosiva y tiende a lavar el suelo superficial de minerales y sales solubles, especialmente calcio, perjudicando la estructura del suelo. Sin sales y sin calcio, el suelo se disgrega y las partículas resultantes rellenan los pequeños poros del suelo y sellan la superficie, con lo que la tasa de infiltración se ve afectada. 4 Actualmente no se recomienda la utilización de las Normas Riverside que tanta popularidad tuvieron en el pasado. 2 MgCa Na RAS 22 ++ + + = Grado de restricción para la utilización del agua en función de la salinidad. Tabla 4 Parámetro Ninguna De ligera a moderada Severa CE (dS/m) ó SD (mg/L) < 0.7 < 450 0.7 – 3.0 450 – 2,000 > 3.0 > 2,000 Fuente: Ayers y Westcot (1985). Como puede observarse, si los SD son ma- yores de 2 g/L, o la CE mayor de 3 dS/m, los problemas de salinidad pueden ser muy gra- ves a menos que se establezcan una serie de tratamientos tales como frecuentes lavados de sales, o que se cambie a cultivos que re- sistan mejor las condiciones de salinidad. No obstante, y dados los niveles de precipitación que existen en Honduras, la acumulación de sales en el suelo raramente constituirá un problema. Solamente en el caso de riego en invernadero, se deberá obligatoriamente con- siderar una fracción de lavado para disminuir la salinidad de sales. En el Anexo G se indican las tolerancias a la salinidad de los cultivos más habituales. 3.4.3 Problemas de infiltración Cuando la velocidad de infiltración es muy baja, puede ocurrir que el agua infiltrada no baste para cubrir las necesidades del cultivo. Los problemas más frecuentes relacionados
  • 42. 42 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Valores muy bajos de salinidad (CE < 0.2 dS/m) provocan casi invariablemente proble- mas de infiltración, independientemente de la RAS. 3.4.4 Toxicidad La presencia de determinadas sales en el suelo, incluso a bajas concentraciones, pue- de provocar efectos tóxicos en las plantas. La toxicidad ocurre normalmente cuando ciertos iones son absorbidos por la planta junto con el agua del suelo, se mueven por la misma mediante el proceso de transpiración, y se acumulan en las hojas en concentraciones que causan los daños en las plantas. El sodio, el boro y el cloruro son los que, en general, ocasionan más problemas para los cultivos, aunque no todos los cultivos son sensibles a estos iones: Un exceso de sodio produce sequedad o quemaduras en los bordes exteriores de las hojas. • El exceso de cloruro suele manifestarse con quemaduras en la punta de las hojas y avanzar por los bordes. El boro es un elemento esencial para las plantas. No obstante, cuando se encuen- tra presente en cantidades excesivas es extremadamente tóxico, incluso a con- centraciones tan bajas como 0.6 mg/L. Los síntomas de toxicidad por boro suelen manifestarse por un amarillamiento de la aveuqsaugitnasámsajohsaledatnup desplazándose hasta el centro de las hojas entre los nervios y sequedad en algunas otras zonas de la planta. En regiones ári- das, se considera al boro como el elemen- to más dañino en el agua de riego. En la Tabla 5 aparecen las restricciones gene- rales para el uso del agua de riego en función de la concentración de estos tres iones y del sistema de riego utilizado. No obstante, es necesario hacer algunos puntualizaciones: Para riego por superficie o goteo: – La absorción de los iones se realiza a través de las raíces, de modo que sólo deberemos atender a los valores de ab- sorción radicular de la Tabla 5. – La mayoría de frutales y árboles son sensibles al sodio y el cloruro, de modo que deben utilizarse los valores de la Ta- bla 5. En Ayers y Westcot (1985) apa- recen valores más específicos de tole- rancia al cloruro en ciertos frutales. – La mayoría de cultivos anuales no son sensibles a estos dos iones, de modo que es suficiente con utilizar los valores de salinidad de la Tabla 4. • • • Figura 16 Efectos combinados de la salinidad y la infiltración del agua. Salinidad del agua de riego (dS / m) 1 Sin reducción Reducción severa RAS Reducción de ligera a moderada 0 5 10 15 20 25 30 2 3 5 6 7 Fuente:AyersyWestcot(1985).
  • 43. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 43 – En cuanto a la tolerancia al boro, en Ayers y Westcot (1985) se pueden con- sultar valores más específicos para cultivos agrícolas. Cuando el riego es por aspersión, y a ba- jas humedades relativas (< 30%), los cul- tivos sensibles pueden absorber también el sodio y el cloruro a través de las hojas, y deberemos prestar atención a todos los valores contenidos en la Tabla 5, tanto los de absorción radicular como los de absor- • Ión Parámetro Grado de restricción Ninguno De ligero a moderado Severo Sodio (Na+ ): Absorción radicular Absorción foliar RAS meq/L < 3 < 3 3 – 9 > 3 > 9 – Cloruro (Cl– ) Absorción radicular Absorción foliar meq/L meq/L < 4 < 3 4 – 10 > 3 > 10 – Boro (B– ) Absorción radicular meq/L < 0.7 0.7 – 3.0 > 3.0 Fuente: Ayers y Westcot (1985). Toxicidad por iones específicos.Tabla 5 ción foliar. También en Ayers y Westco t (1985) existe una tabla donde se detalla- más específicamente la sensibilidad de ciertos cultivos a los daños foliares. Para solventar los problemas de toxicidad se recurre a tratamientos similares a los in- dicados para la salinidad: lavado de sales, enmiendas de calcio si la toxicidad es debida al sodio, o utilizar cultivos más tolerantes. La explicación detallada de estas medidas que- da fuera del ámbito de este manual. Riesgo de obstrucciones en riego localizado.Tabla 6 Problema potencial Riesgo de obstrucciones Ninguno Moderado Grave Físicos: Sólidos en suspensión (mg/L) < 50 50 – 100 > 100 Químicos: Sólidos disueltos (mg/L) pH Manganeso (mg/L) Hierro (mg/L) Acido sulfhídrico (mg/L) < 500 < 7 < 0.1 < 0.1 < 0.5 500 – 2000 7 – 8 0.1 – 1.5 0.1 – 1.5 0.5 – 2 > 2000 > 8 > 1.5 > 1.5 > 2 Biológicos: Poblaciones bacterianas (max nº/mL) < 10,000 10,000 – 50,000 > 50,000 Fuente: Ayers y Westcot (1985).
  • 44. 44 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 3.4.5 Otros problemas Riesgos de obstrucciones en riego localizado Los sólidos en suspensión, las sustancias disueltas o los microorganismos contenidos en el agua de riego pueden producir obstruc- ciones en los emisores de riego localizado. En la Tabla 6 se recoge el riesgo de obstrucción en función de diversas concentraciones. Exceso de nitrógeno Ciertos cultivos como la remolacha azucare- ra y gran parte de los frutales son afectados por un exceso de nitrógeno, afectando los rendimientos y un retraso en la madurez de la fruta. Existen varias maneras de reportar el nitróge- no ya que este se combina en varios comple- jos orgánicos e inorgánicos, pero lo habitual es reportarlo en forma de nitrato (NO3 –). Los valores guía aparecen en la Tabla 7. Soluciones a este problema pueden ser el utilizar suministros alternativos de agua con menor contenido en nitrógeno en los últimos estadíos del cultivo (cuando el exceso de ni- trógeno es más perjudicial), plantar cultivos menos sensibles, y reducir el aporte de fer- tilizantes nitrogenados. pH anormal El pH es un indicador de la acidez o basicidad del agua, pero es raramente un problema en sí mismo. El principal uso del pH en un análisis de agua de riego es detectar un agua anormal. Un valor anormal nos indica la nece- sidad de llevar a cabo un análisis completo. Reducción de la calidad comercial Cuando se utiliza el riego por aspersión, la pre- sencia de calcio (Ca2 +), bicarbonato (CO3H–) y sulfato (SO4 2–) constituye un continuo proble- ma de formación de depósitos blancos sobre frutas y hojas que reducen el valor comercial de la producción. Cuando la humedad relativa es inferior al 30%, la tasa de evaporación es muy elevada y las gotas que quedan sobre hojas y frutas después de regar se evaporan rápidamente. Los iones mencionados se com- binan entonces formando precipitados de cal (CaCO3) y yeso (CaSO4). Problemas varios con la calidad del agua.Tabla 7 Problema potencial Parámetro Grado de restricción Ninguno De ligero a moderado Severo Nitratos (NO3 –) mg/L < 5 5 – 30 > 30 Bicarbonatos (CO3H– ): meq/L < 1.5 1.5 – 8.5 > 8.5 Acidez / basicidad pH Rango normal: 6.5 – 8.4 Fuente: Ayers y Westcot (1985). Las soluciones disponibles son variadas, des- de la adición de ácidos al agua (lo cual es complejo y peligroso), hasta la variación de la operación del sistema de riego, como puede ser el regar en la noche, reducir el intervalo entre riegos, o cambiar la aspersión por otro método de riego.
  • 45. 45 3.4.6 Análisis de agua La evaluación de la calidad del agua inicia con un análisis de agua en el que debe de- terminarse como mínimo los parámetros que aparecen en la Tabla 8. También en esta tabla aparece para cada parámetro el rango de valores más habituales. Los análisis requieren tomar una muestra representativa del agua a analizar, para ello se seguirán las siguientes normas: El recipiente debe ser de vidrio o plástico de aproximadamente un litro de capaci- dad, se debe lavar varias veces el envase con la propia agua de riego. La muestra debe ser tomada momentos antes de ser llevada al laboratorio, ya que los resultados serán tanto mejores cuanto menor sea el intervalo de tiempo transcu- rrido entre la recogida de la muestra y el análisis. En pozos, debe tomarse la muestra des- pués de algún tiempo de su puesta en marcha, normalmente media hora es suficiente. En ríos y embalses se recogen varias to- mas en diferentes puntos representati- vos y se mezclan en una sola muestra. No deben tomarse en zonas estancadas, sino en lugares donde el agua esté en movimiento. La muestra debe tomarse a una profundi- dad intermedia entre la superficie del agua y el fondo. Deben mantenerse en una nevera a una temperatura de unos 5 ºC • • • • • • Hay que cerrar el envase y etiquetarlo. Junto a la muestra debe acompañarse un informe indicando dónde ha sido tomada, para qué tipo de cultivo va a ser utilizada, características del suelo y cualquier otra información que pueda ser importante para determinar la calidad del agua. • Parámetros normalmente requeridos en análisis de agua para riego. Tabla 8 Determinación Unidad de medida Valores normales Contenido en sales: CE ó SD dS/m mg/L 0 – 3 0 – 2000 Sodicidad: RAS – 0 – 15 Cationes y aniones: Ca2+ Mg2+ Na+ CO3H– SO4 2– Cl– meq/L meq/L meq/L meq/L meq/L meq/L 0 – 20 0 – 5 0 – 40 0 – 10 0 – 20 0 - 30 Varios: Boro pH mg/L – 0 – 2 6.0 – 8.5 Fuente: USDA (1997). Realicemos para terminar y como ejemplo la interpretación de un análisis de agua fic- ticio, con el fin de obtener una panorámica global de todo el proceso. Supongamos que hemos recibido los resultados de laboratorio contenidos en la Tabla 9. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 46. 46 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Para evaluar estos resultados llevaremos a cabo los siguientes pasos: Aunque en este caso no es necesario, de habernos suministrado las concentracio- nes de los iones sólo en mg/L, deberíamos pasar todos los datos a meq/L utilizando los pesos equivalentes de la Tabla 3. Esto no será necesario con el boro por ser este un elemento y no un ión. Siempre es necesario ver primeramente si el análisis es correcto. Para ello deben cumplirse dos sencillas relaciones: Suma de cationes (meq/L) Suma de aniones (meq/L) 10 × CE (dS/m) (3.17) En el ejemplo la suma de cationes es: 20.8 + 0.5 + 8.0 + 5.0 = 34.3 Mientras que la de aniones es: 12.1 + 11.5 +7.9 +2.9= 34.4 1. 2. Efectivamente, la igualdad se cumple. Por otra parte, la CE es 3.6 dS/m, que multi- plicada por 10, da un valor de 36 aproxi- madamente igual a 34.3. Como ambas relaciones se cumplen, podemos concluir que el análisis se ha realizado satisfacto- riamente por parte del laboratorio, y pode- mos continuar con su interpretación. Remitido por: Agencia San Lucas Localidad: Mandasta Análisis requerido: iones y boro Comentarios: cultivos planificados: hortalizas y árboles frutales sistema de riego previsto: aspersión Fecha: 11-9-05 Fuente de agua: pozo RESULTADOS DE LABORATOR IO Fecha: 19-9-05 CE: 3.6 dS/m pH: 7.1 Aniones mg/L meq/L Cationes mg/L meq/L Cloruro Sulfato Carbonato Bicarbonato Nitrato – 552 429 480 180 12.1 11.5 – 7.9 2.9 Sodio Potasio Calcio Magnesio Boro (B) 480 19 160 60 1.5 20.8 0.5 8.0 5.0 – Ejemplo de resultados de laboratorio (tomado de Phocaides, 2000).Tabla 9 Pasamos ahora a estudiar la salinidad. Ve- mos como el valor de la CE corresponde, según la Tabla 4, a una restricción severa para la utilización de esta agua, lo cual hace necesario una fracción de lavado. Pero como decíamos anteriormente, esta no suele ser necesaria en climas tropicales como el de Honduras dada las altas pre- cipitaciones que se dan en invierno y que lavan las sales que pudieran haberse acu- mulado durante la temporada de riegos. 3.
  • 47. 47 En cuanto a los problemas de infiltración, debemos inicialmente calcular la RAS: Con este valor que hemos calculado, y con el de la CE, nos situamos en la Figura 16, donde podemos comprobar que no existe ningún riesgo de disminución de la tasa de infiltración. En cuanto a la toxicidad por sodio, cloru- ros o boro, deberemos prestar atención a todos los valores de la Tabla 5 por ser riego por aspersión el que se va a instalar. Podemos ver como el peligro de toxicidad por sodio es muy severo pues la concen- tración existente en el agua (20.8 meq/L) es muy superior a los valores contenidos en la Tabla 5 para riesgo severo. Debere- mos tomar medidas como las apuntadas al final de la sección 3.4.4. 4. 5. Vemos como también la concentración en boro constituye un problema moderado a partir de los valores contenidos en la Tabla 5. Por último deberemos estudiar aquellos otros problemas potenciales que se expli- caban en la sección 3.4.5: Por ser riego por aspersión, no tiene obje- to evaluar el riesgo de obstrucciones. El nivel de nitratos está por debajo de los contenidos en la Tabla 7. Por último, vemos como la concentra- ción de bicarbonatos es muy alta, lo cual va a suponer un problema para la calidad comercial de la producción al ser el riego por aspersión. 6. • • • 8.16 2 5.08.0 20.8 RAS = + = Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 49. 49Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 4 Propiedades físicas del suelo
  • 50. 50 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 51. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 51 4. Propiedades físicas del suelo 4.1 Composición del suelo Si desmenuzamos un trozo de suelo seco con la mano, veremos que está compuesto de partículas de diferentes tamaños. La ma- yoría de estas partículas tienen su origen en la degradación de las rocas, y se llaman par- tículas minerales. Algunas partículas se origi- nan a partir de restos de plantas y animales (hojas podridas, trozos de hueso, etc.), son las llamadas partículas orgánicas o materia orgánica. Aunque tanto las partículas mine- rales como las orgánicas parecen tocarse entre sí, en realidad dejan espacios entre ellas. Estos espacios son llamados poros. Cuando el suelo está seco, los poros están principalmente ocupados por aire o vapor de agua. Por el contrario, tras una lluvia o un riego intenso, estos poros se llenarán de agua. Los componentes del suelo se pueden re- presentar también esquemáticamente, tal y como muestra la Figura 18, donde: Vg y Pg son respectivamente el volumen y el peso de gas (aire y vapor de agua). Va y Pa son el volumen y el peso de agua. Vs y Ps son el volumen y el peso de las partí- culas sólidas (minerales y orgánicas). Vp y Pp son el volumen y el peso ocupados por los poros. A su vez, Vp = Vg + Va, y Pp = Pg + Pa. Vt y Pt son el volumen y el peso total, consi- derando las fases sólida, líquida y gaseosa. Agua Raíz Aire o vapor de agua Partícula de suelo (mineral u orgánica) Figura 17 Composición del suelo. Fuente:Brouweretal.(1985).
  • 52. 52 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 4.2 Textura Las partículas minerales del suelo pueden clasificarse de acuerdo a su tamaño según la tabla de la Figura 195: 5 En este documento se sigue la clasificación USDA por ser la más utilizada en Honduras. La proporción en que las partículas de are- na, limo y arcilla se encuentran en el suelo definen la textura del mismo, la cual se de- Figura 18 Diagrama esquemático del suelo. Vg Pg Pa Ps Va Vp Vs Vt Pt Agua Ga s (aire y vapor) Su elo Figura 19 Diámetro de las partículas del suelo según la clasificación USDA. Partículas de suelo Gr avas y piedras Arena Limo Arcilla Diámetro (mm) > 2.0 0.05 - 2.0 0.002 - 0.05 < 0.002 Arcilla 0.1 mm Arena Limo Fuente:Hillel(1980).
  • 53. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 53 termina según el triángulo textural (Figura 20). Las partículas mayores de 2 mm no son tomadas en cuenta para la determinación de la textura. En función de su textura, los suelos se divi- den en los siguientes tipos básicos: Los suelos arenosos (también llamados ligeros o de textura gruesa) carecen de propiedades coloidales y de reservas de nutrientes, presentan mala estructura, • buena aireación, muy alta permeabilidad y nula retención de agua. Los suelos arcillosos (también llamados pesados o de textura fina) son muy acti- vos desde el punto de vista químico, ad- sorben iones y moléculas, son muy ricos en nutrientes, retienen mucha agua, bien estructurados, pero son impermeables. Los suelos limosos no tienen estructura, sin propiedades coloidales, son impermea- bles y con mala aireación. • • Figura 20 Triángulo de texturas según clasificación USDA. Arcilla 100% 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 Limo 100% 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 0102030405060708090Arena 100% Arena en porcentaje Limoenporcentaje Arcillaenporcentaje Arcillosa Franca Limosa Franco−arcillo− arenosa Franco– arcillo-limosa Franco–arcillosa Franco–limosaFranco–arenosa Arcillo– arenosa Arcillo– limosa Arenosa Arenoso –franca
  • 54. 54 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Los suelos francos (suelos medios) con- tienen una mezcla de arena, limo y arcilla en tales proporciones que exhiben las pro- piedades de las tres fracciones de modo equilibrado (son las propiedades las que están equilibradas, no las proporciones, ya que de hecho los suelos francos suelen tener en torno a un 20% de arcilla, un 40% de arena, y un 40% de limo). • La determinación de la textura de un suelo se realiza mediante un análisis de granulometría en laboratorio. No obstante, puede obtener- se una aproximación satisfactoria mediante cualquiera de los dos métodos que se deta- llan en el Anexo H. 4.3 Densidad aparente La densidad aparente (también llamada peso específico aparente) es una medida de la po- rosidad de un suelo. Se determina dividiendo el peso de suelo seco entre el volumen total, de modo que un mayor valor de densidad aparente significará menor porosidad. Se re- presenta como da y se mide en gramos por centímetro cúbico (g/cm3) o en toneladas por metro cúbico (t/m3)6. Utilizando la nomencla- tura de la Figura 18: (4.1) La densidad aparente es importante porque determina la compactación y la facilidad de circulación de agua y aire. A efectos de rie- go conocer su valor es esencial porque 6 1 t/m3 = 1 g/cm3 . t s a V P d caracteriza la capacidad de almacenaje de agua en el suelo. Es necesario saber que su valor no es inmu- table sino que varía según los cambios que se produzcan en el suelo respecto al volu- men de poros. Por ejemplo, la compactación por la labranza, o la disminución de materia orgánica disminuyen el volumen de poros e incrementan la densidad aparente. En la Tabla 10 se muestran valores medios y rangos de variación para diferentes texturas del suelo, los cuales constituyen una aproxi- mación suficiente a efectos de diseño. No obstante, si se deseara calcular el valor real, en USDA (1999) se detallan dos procedi- mientos simplificados para hacerlo. 4.4 Contenido de agua en el suelo El contenido de agua en el suelo puede ex- presarse de tres maneras diferentes: a) En altura de lámina de agua El agua contenida en un volumen de sue- lo (el volumen total, el de las partículas del suelo más el de los poros) también puede expresarse en altura de lámina de agua. Su- pongamos una porción de suelo de 1 m2 de superficie y 1 m de profundidad (un volumen de 1 m3). Si sacásemos el agua contenida en ese metro cúbico de suelo y lo acumulá- semos sobre la misma superficie, alcanzaría
  • 55. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 55 una altura h, como muestra la Figura 21. Si esta altura h fuera de por ejemplo 150 mm, podríamos expresar el contenido en hume- dad de este suelo como 150 mm en 1 m de profundidad de suelo, o más abreviadamente 150 mm/m. c) Humedad gravimétrica ( g) Por último, podemos expresar la humedad del suelo como el peso de agua en relación con el peso de las partículas sólidas: (4.3) Siguiendo con el ejemplo, el peso de agua contenida en el suelo sería: Pa = Va × dagua = 0.150 m3 × 1 kg/L = 150 L × 1 kg/L = 150 kg donde dagua es la densidad del agua que como sabemos es 1 kg/L = 1 g/cm3. Por otra parte, de la expresión de la da pode- mos conocer el peso de las partículas sólidas a partir del volumen total del suelo. Supo- niendo que el suelo del ejemplo tuviera una da igual a 1.5 t/m3: Ps = da × Vt = 1.5 t/m3 × 1 m3 = 1.5 t = 1,500 kg Por tanto, la humedad gravimétrica será: La humedad gravimétrica es la manera más estandarizada de expresar el contenido de agua en el suelo, ya que su valor es indepen- diente de la estructura de este. No obstante, consideramos necesario conocer las tres ma- neras de expresar el contenido en humedad dado que todas aparecen habitualmente en la literatura existente. Las relaciones entre las tres medidas son: v (%) = g (%) × da (g/cm3) (4.4) mm/m = 10 × v (%) (4.5) mm/m = 10 × g (%) × da (g/cm3) (4.6) b) Humedad volumétrica ( v) Podemos expresar el contenido de agua en el suelo relacionando el volumen de agua con el volumen total de suelo: (4.2) En el ejemplo de arriba, 1 m3 de suelo (1 m2 de superficie por 1 m de profundidad), con- tiene 0.150 m3 de agua (150 mm de altura de lámina de agua = 0.150 m por 1 m2 de superficie). Podemos entonces expresar la humedad volumétrica como: Figura 21 Contenido de agua del suelo expresado en altura de lámina de agua. agua suelo h=150 mm 1 m2 1 m Fuente:Brouweretal.(1985). v = Va × 100 Vt v = 0.150 m³ de agua × 100 = 15% 1 m3 de suelo g = Pa × 100 Ps g = 150 kg de agua × 100 = 10% 1,500 kg de partículas
  • 56. 56 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Podemos comprobar con los datos del ejem- plo como en efecto: 15% ( v) = 10% ( g) × 1.5 g/cm3 150 mm/m = 10 × 15% ( v) 150 mm/m = 10 × 10% ( v) × 1.5 g/cm3 4.4.1 Niveles de humedad del suelo En función de la proporción de agua en los poros del suelo, y su disponibilidad para las plantas, se definen los siguientes niveles de humedad: Saturación: tras una lluvia o un riego to- dos los poros se llenan de agua (ver Figu- ra 22a). El contenido de humedad es el máximo posible en ese suelo. La mayo- ría de cultivos no pueden sobrevivir más de entre dos y cinco días en condiciones de saturación, siendo el arroz la principal excepción. Una vez que la lluvia o el riego han ter- minado, parte del agua presente en los poros se empezará a mover hacia abajo por gravedad. Este proceso se denomina drenaje o percolación, y suele durar entre • unas pocas horas en el caso de los suelos arenosos, y dos o tres días en el caso de los arcillosos. Capacidad de campo (CC): es el máximo nivel de humedad que el suelo puede rete- ner, es decir, el contenido de humedad del suelo una vez que el drenaje ha termina- do. En este estado de humedad los poros grandes contienen tanto aire como agua, mientras que los más pequeños están aun repletos de agua (ver Figura 22b). A capaci- dad de campo, se considera que el conte- nido de humedad del suelo es el ideal para el crecimiento de los cultivos. Se expresa en porcentaje de volumen de agua. Punto de marchitez permanente (PMP): si el suelo no recibe nuevos aportes de agua, la evaporación desde el suelo y la extrac- ción por parte de las raíces hacen que el agua almacenada disminuya poco a poco. Cuanto más se seca el suelo, más firme- mente es retenida el agua por el suelo, y más difícil resulta para las plantas extraer- la. Llegará un momento en que la extrac- ción del agua por parte de las plantas no es suficiente para cubrir sus necesidades y empiezan a marchitarse y finalmente mue- ren. El suelo aun contiene cierto nivel de • • Figura 22 Estados de humedad del suelo. Saturación (a) Capacidad de campo (b) Punto de marchitez permanente (c) Agua Aire Partícula de suelo Fuente:Brouweretal.(1985).
  • 57. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 57 humedad, pero resulta imposible para las raíces de las plantas succionar el agua que queda (ver Figura 22c). La cantidad de agua almacenada en el suelo puede compararse con la cantidad de agua que puede extraerse de la llave de un barril lleno de agua y que consta también de un drenaje (similar a los rebalses de los tanques de agua): Cuando el suelo está saturado, el barril está lleno, pero parte del agua drena rápi- damente antes de que las plantas puedan utilizarla (Figura 23a). Cuando el exceso de agua ha terminado de drenar (“se ha ido por el rebalse”), el suelo está a capacidad de campo. Las raí- ces de los cultivos extraerán agua de lo que queda en el “barril” (Figura 23b). Cuando se alcanza el punto de marchitez permanente, aunque el “barril” contiene aun cierta cantidad de agua, esta no está ya disponible para el cultivo (Figura 23c). • • • Los niveles de humedad correspondiente a la CC y el PMP dependerán de la textura del suelo, pues dependen de la porosidad y esta a su vez es función del tipo de suelo. En la Tabla 10 aparecen los valores de CC y PMP expresados como g para las diferentes tex- turas de suelo. Podemos definir el agua utilizable por los cultivos (AU) o intervalo de humedad dis- ponible (IHD) como la diferencia entre la ca- pacidad de campo y el punto de marchitez permanente: AU = CC – PMP (4.7) donde AU estará expresado en las mismas unidades que lo estén la CC y el PMP, ya sea v, g, o mm/m. Dado que la CC y el PMP de- penden de la textura del suelo, también de- penderá de ella el agua utilizable tal y como muestra la Figura 24. Recordemos que para el estudio de estas tres maneras de expresar el contenido de agua del suelo tomamos 1 m de profundidad del mismo. Normalmente la profundidad de Figura 23 Símil entre el suelo y un barril de agua. Saturación (a) Agua que drena por debajo del alcance de las raíces Agua almacenada en el suelo Capacidad de campo (b) Hacia la planta Agua almacenada en el suelo Punto de marchitez permanente (c) Agua no disponible para la planta PMP Fuente:Brouweretal.(1985).
  • 58. 58 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego suelo que se toma es la de profundidad ra- dicular efectiva (pr) del cultivo considerado. Así, la expresión anterior queda como: AU = (CC – PMP) × pr (m) (4.8) Figura 24 Relación general entre textura y características de agua en el suelo. Unidadgravimétricadelsuelo(%) Contenidodeaguaenelsuelo(cm/m) Fuente:Mihajlovich(1979) 0 6 12 18 24 30 40 30 20 10 Capacidad de campo Capacidad de campo Agua no disponible para el cultivo Arena Franco arenoso Franco limoso Franco arcilloso ArcillosoFranco Agua utilizable Resumen de las propiedades físicas de los suelos.Tabla 10 Textura del suelo Densidad aparente (g/cm3 ) Capacidad de campo (% g) Punto de marchitez permanente (% g) Infiltración básica (mm/h) Arenoso 1.65 (1.55 – 1.90) 9 (6 – 12) 4 (2 – 6) 50 (25 – 250) Franco arenoso 1.50 (1.40 – 1.60) 14 (10 – 18) 6 (4 – 8) 25 (13 – 75) Franco 1.40 (1.35 – 1.50) 22 (18 – 26) 10 (8 – 12) 13 (8 – 20) Franco arcilloso 1.35 (1.30 – 1.40) 27 (23 – 31) 13 (11 – 15) 8 (2.5 – 15) Arcilloso 1.25 (1.20 – 1.30) 35 (31 – 39) 17 (15 – 19) 5 (1.3 – 10) Fuente: Mihajlovich (1979). En la Tabla 11 se muestran los valores de la profundidad efectiva radicular de los cultivos más comunes.
  • 59. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 59 Cultivo Profundidad efectiva (cm) Cultivo Profundidad efectiva (cm) Banana 50 – 90 Repollo 40 – 50 Melón 100 - 150 Pepino 70 – 120 Cítricos 120 - 150 Otras hortalizas 30 - 60 Olivo 100 - 150 Frijol 50 - 90 Vid 75 - 180 Otras leguminosas 50 - 125 Otros frutales 100 - 200 Maíz 75 - 160 Fresa 20 - 30 Cereales 60 - 150 Cebolla 30 – 75 Alfalfa 90 - 180 Pimiento, tomate 40 - 100 Otros pastos 60 - 100 Piña 30 - 60 Palma 70 – 110 Chile 50 – 100 Papa 40 - 60 Sorgo 100 – 200 Camote 100 - 150 Ejemplo: Calcular el agua utilizable por un cultivo de maíz que es cultivado en un suelo franco– arcilloso: Suponiendo un cultivo de maíz que alcanza una profundidad efectiva radicular de 0.9m, y tomando los datos de CC, PMP y da de la Tabla 10: AU = 10 × (27 – 13) × 1.35 × 0.9 = 170.1 mm Profundidad radicular efectiva de los cultivos más comunes.Tabla 11 Habitualmente, los datos de CC y PMP se expresan como g, y la AU en altura de lámi- na de agua (mm). Así, la expresión quedará finalmente como: AU (mm) = 10 × [CC (% g)– PMP (% g)] × × da(g/cm3) × pr(m) (4.9) Teóricamente, las plantas podrían extraer agua del suelo hasta el PMP, de modo que podríamos regar una vez que el contenido en agua del suelo llegara a este nivel, y con el agua aportada llevar el agua nuevamente a CC, tal y como muestra la Figura 25a. No obstante, existe un nivel de humedad a partir del cual las raíces tienen muchas dificultades para extraer agua del suelo, por el mayor es- fuerzo de succión que deben desarrollar. A este nivel se le denomina déficit permisible de manejo (DPM) y normalmente se repre- senta como una fracción del AU disponible (ver Figura 25b). El producto del DPM por el AU es lo que se denomina dosis neta de riego (Dn), y este es un concepto sobre el que volveremos cuando hablemos del diseño agronómico (Módulo 10): Dn (mm) = DPM (%) × AU (mm) / 100 (4.10)
  • 60. 60 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego El déficit permisible de manejo se establece teniendo en cuenta no sólo factores físicos como el suelo y el cultivo, sino también fac- tores de gestión del sistema de riego y facto- res económicos. Aunque existen tablas muy completas con valores del DPM para un gran número de cultivos, en nuestras condiciones de trabajo sólo consideraremos un valor del 50% para cultivos tolerantes a la sequía, y un 30% para los menos tolerantes o de mayor valor económico. 4.5 Infiltración Se denomina infiltración al proceso median- te el cual el agua penetra en el suelo, y tasa o velocidad de infiltración7 (I) a la rapidez a la cual el agua se infiltra. La tasa de infiltra- ción es una de las características del suelo más importantes para el diseño, operación y evaluación de sistemas de riego, de ahí que sea absolutamente necesario obtener infor- mación confiable sobre esta propiedad. La tasa de infiltración depende básicamente de los siguientes factores: El contenido en humedad del suelo: el agua se infiltra más rápido (la tasa de in- 7 También aparece denominada en la literatura a veces como infiltración instantánea. a) filtración es más alta) cuanto más seco está el suelo. Cuando se riega un suelo que esté seco, el agua al principio se in- filtrará muy rápidamente, pero según se vaya humedeciendo el suelo, la tasa de infiltración disminuye (ver Figura 26). Textura del suelo: los suelos de textura gruesa (arenosos) tienen también mayor tamaño de poros que los de textura fina (arcillosos) por lo que le será más fácil al agua moverse por ellos, y mayor será entonces la tasa de infiltración (ver Figura 26). b) Figura 25 Déficit permisible de manejo. Tiempo (meses) Riego 1 Riego 2 Riego 3 Riego 4 R1 R2 R3 R4 R5 R6 R7 Tiempo (meses) (a) (b) CC AU DPM×AU PMP 10 0 20 30 10 0 20 30
  • 61. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 61 La estructura del suelo: en general, el suelo se infiltra más rápidamente en sue- los bien estructurados que en los com- pactos. Dado que la estructura del suelo está influenciada en gran medida por el laboreo, este será un factor fundamental para influir en la infiltración. Aparte de la tasa de infiltración, es necesario conocer otros dos conceptos (ver Figura 26): Infiltración acumulada (Z): es la canti- dad total de agua (medida en altura de lámina de agua – ver la sección 4.4) que se ha infiltrado en el suelo en un tiempo determinado. c) • Figura 26 Curvas de infiltración. Tiempo (min) Tasadeinfiltración(mm/h) Infiltraciónacumulada(mm) Suelo arcilloso Suelo arenoso Z I Ib Infiltración básica (Ib): es el valor más o menos constante que adquiere la tasa de infiltración después de haber transcurrido ya algún tiempo de lluvia o riego. Su valor determina el tiempo máximo de riego tal y como veremos en el Módulo 10. Los valo- res más comunes en función de la textura del suelo pueden encontrarse en la Tabla 10. No obstante, la utilización de estos va- lores deberá ser un último recurso, siendo preferible determinarla mediante el proce- dimiento explicado en el Anexo H. •
  • 63. 63Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 5 Clima
  • 64. 64 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 65. 65 5. Clima en Honduras cuenta con datos climáti- cos de casi cien localidades de Honduras (ver igualmente la lista en el Anexo J). No obstante, esta fuente de datos debe utilizarse siempre como último recurso dado que en muchas de las estaciones consideradas la serie de datos es dema- siado corta8 . Existirá por último la posibilidad de que contemos con datos climáticos de primera mano porque algún proyecto de la zona o algún productor aficionado a la climatolo- gía los haya estado recopilando durante años. Siempre deben escogerse los datos más cer- canos a la localización del proyecto, dado que en un país tan montañoso como Hondu- ras y con alta variabilidad microclimática, es muy arriesgado el suponer que una estación que se encuentre a más de 30 ó 50 km del lugar del proyecto pueda ser representativa de este. No obstante, esto no siempre será posible, y tendremos que realizar las aproxi- maciones que se detallan a lo largo de este módulo. 8 Suelen considerarse necesarios al menos 30 años de datos de precipitación, y al menos 15 para temperatura. Algunas de las estaciones de la publicación de Hargreaves apenas tienen 5 años de datos. d) 5.1 Fuentes potenciales de datos Existen cuatro instituciones en Honduras que cuentan con una red de estaciones climáticas: Empresa Nacional d e Energía Eléctrica (ENEE ) Servicio Autónomo Nacion al de Acue- ductos y Alcantarillados (SANAA ) Dirección General de Recursos Hídricos Servicio Meteorológico Nacional ( SMN ) Los datos promedio de unas pocas esta- ciones del SMN los tiene disponibles FAO en una base de datos llamada CLIMWAT que puede consultarse en Internet. Tanto los nombres de las estaciones disponibles como los de la página web se detallan en el Anexo J. Una fuente de datos alternativa es el es- tudio realizado por el climatólogo estado- unidense George H. Hargreaves, cuya pu- blicación Probabilidades de precipitación mensual para humedad aprovechable a) • • • • b) Sólo los datos de la última institución pa- recen estar disponibles al público libres de costo, el resto de instituciones cobran por el suministro de la información. c) Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 66. 66 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 5.2 Precipitación 5.2.1 Introducción sobre unidades Al igual que con el contenido de agua en el suelo, es muy común expresar la precipita- ción en forma de altura de lámina de agua. Por ejemplo, supongamos que durante una lluvia colocamos una caja con unas dimensio- nes de 1 m por 1 m (esto es, una superficie de 1m2 ), y que tras finalizar la lluvia hemos recogido 10 litros. Pues bien, esos 10 litros alcanzarán en la caja una altura de 10 mm, como vemos en la Figura 27, y como pode- mos comprobar calculando el volumen de agua almacenada en la caja: V (m3 ) = l (m) × w (m) × h (m) = 1 m × 1 m × 0.01 m = 0.01 m3 = 10 L Esto explica por qué la precipitación se suele expresar indistintamente en mm o en litros por metro cuadrado, ya que, como hemos visto en el ejemplo, 1 L/m2 = 1 mm. 5.2.2 Precipitación confiable Las plantas tienen unas necesidades varia- bles de agua a lo largo de su ciclo de cultivo que en principio deben ser cubiertas con la precipitación. Cuando la precipitación no es suficiente debemos recurrir al riego, y habrá que aportar aquella cantidad de agua que necesita la planta y que no cubre la preci- pitación. Conceptualmente esto se expresa como: NR = ETC – Ppt (5.1) donde ETC es la evapotranspiración del cultivo (las necesidades), Ppt la precipitación, y NR las necesidades de riego. Con frecuencia encontramos en la literatura cómo se consideran las precipitaciones pro- medio para el cálculo de las necesidades de riego. No obstante, en climas de alta variabi- lidad interanual como es el caso de Centro- Figura 27 Equivalencia entre volumen de precipitación y altura de lámina de agua. l = 1 m h = 10 mm w =1 m Agua de lluvia Fuente:Brouweretal.(1985).
  • 67. 67 américa, es recomendable trabajar con datos de precipitación confiable y no promedio, ya que un valor igual o superior a esta última puede que sólo se dé uno de cada muchos años. El ejemplo al final de la página nos ayudará a entender mejor el concepto de precipitación confiable. Ejemplo: La serie de datos 1985 – 1994 de valores de precipitación mensual para el mes de junio en la estación climática de San Lucas (El Paraíso) es la siguiente: Si calculamos el promedio de estos datos, el resultado es 213.3 mm. Pero podemos ver como en seis de los diez años (años 85, 86, 89, 90, 91 y 94) no se alcanzó el valor de la precipitación promedio en el mes de junio. Si calculáramos las necesidades de rie- go para el mes de junio utilizando el valor promedio de la precipitación, nos quedaríamos cortos en esos seis años donde la preci- pitación promedio no se alcanza. En cambio un valor de precipitación mensual en junio de 90 mm o más vemos como ocurre en ocho de los diez años, en otras palabras, 90 mm será la precipitación confiable en junio al 80% de probabilidad. Año mm. Año mm. 1985 72.8 1990 179.1 1986 144.3 1991 181.9 1987 275.6 1992 394.8 1988 297.1 1993 364.6 1989 153.4 1994 69.6 En el caso de cultivos de alto valor econó- mico, suele trabajarse con precipitaciones al 90% de probabilidad, es decir, lluvias que estamos seguros que van a darse en un va- lor igual o superior en nueve de cada diez años. Para cultivos de poco valor económico como pueden ser los granos básicos suele recomendarse una probabilidad del 60%. En el contexto en que trabajamos, y dado que muchos de los sistemas van a tener un doble propósito (granos básicos para autoconsumo y cultivos de renta para el mercado), se re- comienda considerar en el diseño el valor de precipitaciones confiables al 75%. Existen varias posibilidades para la obtención de los valores de precipitación confiable: Podemos disponer de una serie completa de datos de precipitación de una estación climática cercana a nuestro proyecto, bien de las fuentes de datos (a) o (d) del punto 5.1. Llamamos serie completa al hecho de disponer de los datos mensuales de varios años, como por ejemplo los que aparecen en la Tabla 12. Teniendo la serie, podemos fácilmente calcular el total de precipitación anual (la última columna) y los promedios de preci- pitación mensual y anual (la última fila). Esta es la mejor de las situaciones. Para el cálculo de la precipitación confiable men- sual recurriremos al procedimiento expli- cado en el Anexo F. 1. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 68. 68 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Si contamos sólo con datos promedio de precipitación mensual y anual (es decir, sólo contamos con los datos de la última fila de la Tabla 12) de una estación cerca- na al lugar del proyecto, podemos estimar el índice de precipitación (Ip, ver el Anexo J para la explicación del concepto) a partir de los datos de la Tabla 13. 2. Ejemplo: Si los datos con los que contáramos fueran sólo la última fila de la Tabla 12 y quisié- ramos calcular la precipitación confiable al 75% para el mes de febrero, seguiríamos el siguiente procedimiento: Buscamos en la primera columna de la Tabla 13 el valor más cercano al de la preci- pitación promedio anual (1,544 mm), que en este caso es 1,500 mm. En la columna del 75%, qué es la probabilidad de precipitación que deseamos calcular, buscamos el índice Ip correspondiente a 1,500 mm: 0.89. La precipitación confiable será el producto de multiplicar la precipitación promedio del mes (22 mm) por el Ip: Ppt (75%) = Ip × Ppt promedio = 0.89 × 22 mm = 19.6 mm • • • Ejemplo de serie de datos de precipitación.Tabla 12 Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Total 1993 23 4 225 249 355 250 258 11 281 117 103 86 1,962 1994 20 57 135 138 32 184 307 98 12 20 33 20 1,056 1995 39 14 123 97 651 172 326 36 62 9 96 16 1,641 1996 26 39 58 168 245 62 313 115 189 12 15 0 1,242 1997 29 3 239 348 253 153 171 90 12 22 45 5 1,370 1998 16 15 7 101 373 130 90 525 0 56 25 34 1,372 1999 38 2 193 145 412 282 269 459 62 94 141 38 2,135 2000 50 38 103 58 206 220 577 151 63 75 36 0 1,577 Promedios 30 22 135 163 316 182 289 186 85 51 62 25 1,544 Si alguna de las estaciones climáticas con- tenidas en Hargreaves (1980) es cercana a nuestro proyecto, o bien no contamos con datos de ninguna estación cercana, recurriremos a los datos proporcionados por esta publicación. 3.
  • 69. 69 5.2.3 Precipitación efectiva (Pe) No toda la precipitación que cae al suelo penetra de manera efectiva en este y es aprovechable por los cultivos. En una lluvia determinada, sólo un porcentaje de la mis- ma cumple esta función pues se producen pérdidas por escorrentía, evaporación y por percolación profunda. Para el cálculo de la precipitación efectiva se proponen las ecuaciones utilizadas por el Servicio de Conservación de Suelos de los Estados Unidos (USSCS). Estas ecuacio- nes se calculan a partir de la precipitación mensual (la probable, no la promedio) y son las siguientes: Para una precipitación mensual (Pm) menor de 250 mm: Pe = (125 − 0.2 × Pm) × Pm / 125 (5.2) Para una precipitación mensual mayor o igual a 250 mm: Pe = 0.1 × Pm + 125 (5.3) • • Ppt. anual (mm) % 50 60 70 75 80 90 75 0.80 0.68 0.56 0.51 0.45 0.33 100 0.84 0.72 0.61 0.56 0.50 0.38 125 0.87 0.76 0.65 0.60 0.54 0.42 150 0.88 0.78 0.68 0.63 0.57 0.45 175 0.89 0.79 0.69 0.65 0.60 0.48 200 0.90 0.81 0.71 0.67 0.62 0.51 225 0.91 0.82 0.73 0.68 0.63 0.53 250 0.92 0.83 0.75 0.70 0.65 0.55 300 0.93 0.85 0.78 0.74 0.69 0.58 350 0.94 0.86 0.79 0.75 0.71 0.61 400 0.95 0.88 0.81 0.77 0.73 0.63 450 0.95 0.89 0.82 0.78 0.74 0.65 500 0.96 0.90 0.83 0.79 0.75 0.67 550 0.96 0.90 0.84 0.81 0.77 0.69 600 0.97 0.91 0.84 0.81 0.78 0.70 650 0.97 0.92 0.85 0.82 0.79 0.71 700 0.97 0.92 0.86 0.83 0.80 0.72 750 0.97 0.93 0.87 0.84 0.81 0.73 900 0.98 0.93 0.88 0.85 0.82 0.75 1000 0.98 0.94 0.89 0.86 0.83 0.77 1150 0.98 0.94 0.90 0.87 0.84 0.78 1250 0.98 0.95 0.91 0.88 0.85 0.79 1400 0.99 0.95 0.91 0.89 0.86 0.80 1500 0.99 0.95 0.91 0.89 0.87 0.81 1800 0.99 0.95 0.92 0.90 0.88 0.83 2000 0.99 0.95 0.92 0.91 0.89 0.85 2500 0.99 0.96 0.93 0.92 0.90 0.86 Fuente: USDA (1997). Estimación de valores del índice de precipitación (Ip ) para diferentes probabilidades. Tabla 13 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 70. 70 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Ejemplo: Supongamos que queremos calcular la precipitación efectiva en los meses de junio y julio de la estación climática de la Tabla 12. Comenzaríamos por calcular la precipitación confiable al 75%. Como en el anterior ejemplo ya vimos que el Ip para esta estación es 0.89, sólo resta calcular: Ppt 75% junio = 0.89 × 182 mm = 162.0 mm Ppt 75% julio = 0.89 × 289 mm = 257.2 mm Seguidamente aplicamos las fórmulas del USSCS: Junio: como la precipitación es inferior a 250 mm, aplicamos la primera fórmula: Pe = (125 – 0.2 × 162) × 162 / 125 = 120.0 mm Julio: como la precipitación es superior a los 250 mm, aplicamos la segunda fórmula: Pe = 0.1 × 257.2 + 125 = 150.7 La evapotranspiración se expresa en mm (es decir, altura de lámina de agua, como la precipitación y el contenido de agua en el suelo) por unidad de tiempo. La unidad de tiempo puede ser un día (mm/d), una déca- da9 (mm/dec.), un mes (mm/mes), o un año (mm/año). Son varios los factores que influyen en la evapotranspiración, siendo los principales: El clima: la evapotranspiración aumen- ta con tiempo cálido, seco, existencia de viento, y cielos despejados. El propio cultivo: la evapotranspiración es mayor a mayor densidad de cultivo, y en las fases media y de maduración. El suelo: la evapotranspiración será mayor a mayor humedad del suelo. 9 Nos referimos a un período de diez días, no de diez años. • • • 5.3 Evapotranspiración Las plantas extraen agua desde el suelo para vivir y crecer. La mayor parte de este agua no permanece en la planta sino que escapa hacia la atmósfera en forma de vapor a través de las hojas y tallos. Este proceso, que tiene lugar predominantemente durante el día, es llamado transpiración. La evapotranspiración (ET) de un cultivo será la suma del agua del suelo que es utilizada por las plantas en el proceso de transpira- ción, y la evaporación del agua del suelo que rodea a la planta. En otras palabras, y como ya apuntábamos en la sección 5.2.2, la eva- potranspiración de un cultivo representa la cantidad de agua utilizada por la planta y su entorno. Dado que la mayor parte del agua evapotranspirada escapa hacia la atmósfera mediante ambos procesos, podemos decir en gran medida que no regamos para las plantas sino para la atmósfera.
  • 71. 71 5.3.1 Determinación de la evapotranspiración de cultivo Se denomina evapotranspiración máxima de cultivo (ETC) a la evapotranspiración que tie- ne lugar cuando no existe ninguna restricción de agua en el suelo. Para su determinación utilizaremos el método detallado en Doorenbos y Pruitt (1977), en el que la ETC se calcula mediante la fórmula: ETC (mm/d)=ET0 × KC (5.4) donde: ET0 = Evapotranspiración de referencia en mm/d KC = Coeficiente de cultivo (adimensional) Evapotranspiración de referencia10 La ET0, se define como la evapotranspiración de un cultivo de gramíneas (un pasto) de 8 – 10 cm de altura, suficientemente regado, bien abonado y en buen estado sanitario. No es necesario prestar demasiada atención a esto. Lo que importa realmente es entender que en el proceso de cálculo de la ETC se parte de una ET0 que es la que se calcula mediante fórmulas o se consulta en bases de datos, y que luego se particulariza para un determinado cultivo utilizando los coefi- cientes de cultivo KC. La determinación de ET0 se realiza a par- tir de datos climáticos, empleando fórmulas empíricas (Penman-FAO, Penman-Montei- th, Hargreaves, Blaney-Criddle, método de radiación, etc) calibradas localmente. Otro método de estimación, corrientemente uti- lizado es el del «evaporímetro de cubeta de clase A». 10 El concepto de evapotranspiración de referencia (ET0 ) ha sustituido al de evapotranspiración potencial (ETP), que era el más corriente en el pasado y aún encontramos mencionado en la literatura más antigua. – – Dada la escasez de estaciones climáticas en Honduras, va a ser muy difícil que podamos contar con los datos climáticos necesarios para calcular la ET0 por cualquiera de las fórmulas. Deberemos, pues, trabajar con da- tos de ET0 ya calculados de la estación más cercana al lugar del proyecto que disponga- mos. En principio, las tres fuentes posibles de información serán: Las estaciones contenidas en la base de datos de FAO. La manera de acceder a estos datos se detalla en el Anexo J. Los datos contenidos en Hargreaves (1980), donde se habla de ETP y no de ET0. El Servicio Meteorológico Nacional. Coeficientes de cultivo Como apuntábamos antes, el factor KC se utiliza para diferenciar la evapotranspiración de un cultivo dado de la evapotranspiración del pasto de referencia. Estas diferencias es- tarán debidas principalmente a: La diferente cobertura del suelo. La diferente superficie foliar. El diferente albedo (la reflexión de la radiación solar por la cobertura planta – suelo). La diferente altura del cultivo. No sólo existen diferencias en los KC de dife- rentes cultivos. En un cultivo dado, el factor KC también variará según lo hace la cantidad de agua que extrae del suelo a medida que se va desarrollando, desde la siembra hasta la recolección. En los cultivos se diferencian cuatro estados vegetativos o fases del cultivo (ver Figura 28): • • • • • • • Manual práctico el para diseño de sistemas de minirriego
  • 72. 72 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Fase inicial: desde la siembra hasta que existe un 10% de cobertura del suelo. Fase de desarrollo: desde el 10% de co- bertura hasta la cobertura máxima, lo cual sucede habitualmente en el momento de la floración. Fase media: entre la floración y el inicio de la madurez, cuando las hojas comienzan a amarillear y caer, y los frutos a madurar. Fase de maduración: desde la madurez hasta la recolección. El valor de KC irá variando a lo largo de las fases tal y como muestra la línea a trazos de la Figura 28. No obstante, se suele utilizar una curva aproximada de trazos rectos similar a la línea continua de la misma figura. Para construir la curva de un cultivo anual dado seguiremos el siguiente procedimiento: Dividimos el ciclo de cultivo en las cua- tro fases anteriores, para lo que podemos consultar la tabla del Anexo K. Como ve- mos en la tabla, para algunos cultivos (za- • • • • 1. nahoria o maíz, por ejemplo) existen ciclos de muy diferente longitud, luego debemos en lo posible elegir el más cercano a las condiciones locales del proyecto. A veces no será posible encontrar uno idéntico al de la variedad local, luego será necesa- rio ajustar el más cercano de los de la tabla. Ejemplo: Supongamos que queremos estimar la longitud de las cuatro fases de cultivo de la variedad Bajío de maíz. Si miramos los diferentes ciclos de maíz que contiene la tabla del Anexo K, podemos ver como hay maíces de 125, 140, 150, 170 y 180 días. Pero el maíz Bajío es conocido por su gran precocidad, en torno a los 90 – 95 días de ciclo de cultivo. Lo que podemos hacer es disminuir proporcionalmente las fases del ciclo más corto de los de la tabla (125 días) para ajustar más o menos a los 90 – 95 días. Para ello: Vemos cuánto más pequeño es 95 respecto 125: 95 / 125 = 0.76 Multiplicamos este factor por las fases de la tabla: Inicial: 20 × 0.76 = 15 Desarrollo: 35 × 0.76 = 27 Media: 40 × 0.76 = 30 Final: 30 × 0.76 = 23 Comprobamos como 15 + 27 + 30 + 23 = 95 • • • Una vez que contamos con la longitud en días de las diferentes fases del cultivo, ne- cesitamos los tres valores de KC que nos sirven para dibujar la curva aproximada, es decir, los valores KC ini, KC med y KC final que vemos en la Figura 28. A efectos de diseño podremos utilizar los valores de KC de la Tabla 14, aunque en la tabla del Anexo K se encuentran valores particulares para cada cultivo. Una vez que contamos con la duración de las fases del cultivo y los valores de KC podremos dibujar la curva. Durante las fases inicial y media se dibujan líneas ho- rizontales con los valores de KC ini y KC med 2. 3.
  • 73. 73 respectivamente. Durante la fase de de- sarrollo se dibuja una diagonal ascendente desde KC ini hasta KC med, y durante la fase final se dibuja una diagonal descendente desde KC med hasta KC final. Los pastos y los frutales (excepto el banano) constituyen casos especiales. En el caso de los primeros, y en particular en el caso de los de corte para heno, el cultivo pasa por diferentes fases inicial, de desarrollo, media y final entre cortes sucesivos, de tal manera que el valor de KC sufre las fluctuaciones que muestra el trazo continuo de la Figura 29. No obstante, a efectos de diseño se sue- le simplificar la curva a una similar a la de trazo discontinuo, con un valor promedio de KC. Para su construcción se procede de la siguiente manera: Se determinan los valores de KC ini y KC med a partir de la Tabla 14, considerando el pasto más similar al del proyecto, y la cli- matología general de la zona. Se considerarán sólo dos fases de cultivo, una (Fase 1) que irá desde la siembra o pri- mer rebrote hasta el primer corte o primer pastoreo del año, y una segunda (Fase 2) desde este momento hasta el último corte o pastoreo. Para dibujar la curva se traza una diago- nal ascendente que irá desde el inicio del cultivo (con un valor igual a KC ini) hasta la mitad de la primera fase (con un valor igual a KC med). Seguidamente se traza una horizontal con un valor igual a KC med hasta el final del cultivo. 1. 2. 3. Figura 28 Cambios en los coeficientes de cultivo (KC ) a lo largo de diferentes fases. inicial desarrollo media final Curva real Curva aproximada Tiempo (días) 0.2 0.4 0.6 0.8 1.4 1.2 0 1 KC KC final KC med KC ini Fuente:Allenetal.(1998). Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 74. 74 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Grupo de cultivos KC ini KC med KC fin Hortalizas pequeñas (crucíferas, apio, lechuga, zanahoria, espinaca, cebolla, rábano, etc.) 0.70 1.05 0.95 Solanáceas (tomate, chile, pimiento, berenjena) 0.60 1.15 0.80 Cucurbitáceas (pepino, ayote, zapallo, pipián, melón, sandía) 0.50 1.00 0.80 Raíces y tubérculos (remolacha, yuca, papa, camote) 0.50 1.10 0.95 Leguminosas (frijol, habichuela, cacahuate, haba, arveja, soya) 0.40 1.15 0.55 Hortalizas perennes (alcachofa, espárrago, fresa) 0.50 1.00 0.80 Cultivos oleaginosos (ricino, colza, cártamo, ajonjolí, girasol) 0.35 1.15 0.35 Cereales (maíz, trigo, sorgo, arroz) 0.30 1.15 0.40 Pastos: - Alfalfa - Leguminosas - Pasto para heno - Pasto bajo pastoreo H* 0.50 0.55 0.60 0.55 S* 0.40 0.55 0.55 0.50 H 0.85 1.00 0.80 0.95 S 0.95 1.05 0.90 1.00 Caña de azúcar 0.40 1.25 0.75 Banano 0.50 1.10 1.00 Piña 0.50 0.30 0.30 Cítricos H 0.65 S 0.75 Frutales de hoja caduca H 0.60 S 0.70 Aguacate H 0.50 S 0.55 (*) H = clima húmedo; S = clima seco Fuente: adaptado de Allen et al. (1998). Valores de KC para fines de diseño.Tabla 14
  • 75. 75 En el caso de los frutales, el procedimiento será muy sencillo ya que tomaremos un único valor de KC para todo el año, de modo que la curva será en la práctica una única línea horizontal. Figura 29 Cambios en los coeficientes de cultivo (KC ) en un pasto. 75 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 100 125 2do. corte Fase 1 Fase 2 Día del año 3er. corte fin 1er. ciclo ini des med 150 175 200 225 250 275 300 325 KC med KC ini Fuente:Allenetal.(1998). En el CD que acompaña al manual se pro- porciona una archivo de Microsoft Excel® que automatiza el cálculo de las máximas necesidades netas según el procedimiento explicado. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 77. 77Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 6 Estudio topográfico
  • 78. 78 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 79. 79 6.1 PrPP orr cedidd mieii ntnn ott Para la realización del estudio topográfico se recomienda la utilización del nivel de mano de tipo Abney, dado que a nuestro juicio ofre- ce el equilibrio justo entre faff cilidad de uso, precisión requerida y rapidez de trabaja o. En el Anexo D se explica la utilización de dicho instrumento. 6. Estudio topográfico demás del nivel Abney será imprescindi- ble una cinta métrica de al menos 30 m, y recomendable contar con una brújú ula de espeje o. Los datos tomados con este último instrumento no son imprescindibles para el levantamiento topográfico de la conducción del sistema de riegogg , pero sí pueden ser útiles Figura 30 Nivel de mano Abney, brújula de espejo y cinta métrica. Manual práctico pararr diseño de sistemas de minirriego
  • 80. 80 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego en la topografía de las parcelas (imprescindi- ble en parcelas en pendiente si se va a regar por superficie o goteo) y en el replanteo del sistema. Para la realización del levantamiento se utiliza el siguiente formato, en el que se anotan las lecturas de los tres instrumentos así como cualquier anotación que consideremos conve- niente sobre el recorrido de la conducción: Fecha: Hoja: / Comunidad: Pto Lectura horizontal Lectura vertical (*) Distancia (D) Esquema e0e1 e2 e3 Quebrada e0 126º -3º 50’ 36 m e1 135º -10º 40’ 25 m e2 110º -5º 20’ 45 m e3 (*) Ángulos hacia abajo negativos Formato de toma de datos topográficos.Tabla 15 6.2 Cálculos Una vez que, en el trabajo de campo, se han recogido el ángulo horizontal, el vertical, y la distancia, es hora de llevar a cabo el tra- bajo de gabinete que nos va a proporcionar las coordenadas geográficas (X, Y, Z) de los puntos levantados. Aunque, obviamente, este trabajo de gabi- nete puede abreviarse enormemente con el auxilio de calculadoras u hojas electrónicas de cálculo (como Microsoft Excel©), es ne- cesario conocer adecuadamente las fórmulas trigonométricas que fundamentan este tra- bajo. Con el fin de ilustrar apropiadamente el proceso de cálculo, utilizaremos el formato de la siguiente página. La manera en la cual desarrollaremos el cál- culo es la siguiente: Comenzaremos asignando unas coorde- nadas imaginarias a la primera estación (e0), es decir, a la fuente o toma de donde obtendremos el agua. En el ejemplo se han asignado las coordenadas: X = 10,000 m Y = 10,000 m Z = 1,000 m El valor de estas coordenadas es indiferen- te ya que lo que estamos buscando son coordenadas relativas entre las diferentes estaciones. Si conociéramos la altitud real de la fuente o toma, porque contamos con un altímetro de precisión, podemos asig- nar a la coordenada Z este valor. 1.
  • 81. 81 Calculamos la distancia geométrica acumula- da para cada uno de los puntos. Por ejemplo, del punto e0 al e1 hay 36 m, y del e1 al e2 25 m. Por lo tanto la distancia acumulada en el punto e2 será de 36 + 25 = 61 m. Con el fin de poder utilizar la calculadora científica11 , necesitamos convertir los ángu- los verticales que están en grados y minutos, a grados no enteros (con decimales). Para ello, dividiremos los minutos entre 60, y el número obtenido se los sumaremos a los grados si el ángulo es positivo, o se lo resta- remos si es negativo. Por ejemplo: El ángulo vertical entre e0 y e1 es -3º 50’. Dividimos los 50 minutos entre 60: 50 / 60 = 0.83 Como el ángulo es negativo, restamos el valor obtenido a los grados del ángulo: –3º – 0.83 = –3.83 grados El ángulo vertical entre e4 y e5 es +2º 3’. Dividimos los 3 minutos entre 60: 3 / 60 = 0.05 Como el ángulo es positivo, sumamos el valor obtenido a los grados del ángulo: 2º + 0.05 = 2.05 grados Calculamos la diferencia de altitud ( Z) entre la estaciones e0 y e1. La fórmula para hallar dicha diferencia es: Z = D × sen Siguiendo con el ejemplo, entre las estacio- nes e0 y e1 la diferencia de altitud será: Z = 36 × sen (–3.83) = 36 × (–0.0668) = –2.40 11 Debemos estar seguros que la calculadora está en modo “DEG”. 2. 3. • • 4. Pto Lectura vertical () Lectura horizontal () Distancia (grad) Z (Dsen) |D·cos| X (|Dcos| ·sen) Y (|Dcos| ·cos) X (X+X) Y (Y+Y) Z (Z+Z) (D)Acum. e010000.0010000.001000.00 -3º50’126º36m36m-3.83-2.4035.9229.06-21.11 e110029.069978.89997.60 -10º40’135º25m61m-10.67-4.6324.5717.37-17.37 e210046.439961.51992.97 -5º20’110º45m106m-5.33-4.1844.8142.10-15.32 e310088.539946.19988.78 +2º3’200º15m121m2.050.5414.99-5.13-14.09 e410083.419932.10989.32 ProcesamientomanualdedatostopográficosTabla16 Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 82. 82 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego En la siguiente columna calcularemos el valor de la distancia reducida a partir de la distancia geométrica (la que hemos medi- do en el campo, ver Figura 31) mediante la fórmula12 : |D cos | En el ejemplo: |36 × cos (–3.83)| = |36 × 0.9978| = |35.92| = 35.92 La diferencia entre las coordenadas X y las coordenadas Y está dado por la fórmulas: X = |D cos | × sen = 35.92 × sen 126º = 35.92 × 0.8090 = 29.06 Y = |D cos | × cos = 35.92 × cos 126º = 35.92 × (–0.5878) = –21.11 12 En lenguaje matemático, cualquier expresión comprendida entre dos barras verticales significa valor absoluto de dicha expresión, es decir, el valor, desprendido de su signo. Por ejemplo,|73|=73,y|–73|=73. 5. 6. Por ultimo, calcularemos las coordenadas de e1 a partir de las de e0 mediante las fórmulas: X1 = X0 + X = 10000 + 29.06 = 10029.06 Y1 = Y0 + Y = 10000 – 21.11 = 9978.89 Z1 = Z0 + Z = 1000 – 2.40 = 997.60 Procederemos de la misma manera con los otros puntos. Al final del Anexo D figuran los dos formatos mencionados en este módulo, y el CD que se proporciona con este manual incluye una hoja de cálculo de Microsoft Excel®que permite realizar todos los cálculos descritos de manera automática. 7. Figura 31 Distancias en topografía. Distancia natural Distancia geométrica Distancia reducida
  • 83. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 83 6.3 Dibujo de planos Una vez que contemos con las coordenadas geográficas de los puntos del levantamiento, procederemos a dibujar el plano altimétrico y el planimétrico. El plano altimétrico (también llamado perfil de la conducción o perfil longitudinal) será el que utilizaremos posteriormente para el cálculo hidráulico del sistema, de modo que deberá ser dibujado con toda la precisión posible. Utilizaremos para ello papel milime- trado de escala métrica, es decir, el papel milimetrado normal y corriente. Para la construcción del plano se llevan las distancias geométricas acumuladas y las co- ordenadas Z de cada punto al plano. La Figu- ra 32 muestra un ejemplo de plano altimétri- co realizado con los puntos que se utilizaron para elaborar la Tabla 16. Las escalas del plano altimétrico son diferen- tes para el eje vertical y el horizontal. Dentro de lo posible elegiremos una escala vertical 1/100 para el eje vertical, aunque si el perfil tuviera grandes desniveles y eso hiciera el tamaño del plano poco manejable, podremos optar por una escala 1/200 o 1/500. La es- cala horizontal la elegiremos en función de la vertical, entre 10 y 20 veces más pequeña. Ejemplo: Tenemos un levantamiento topográfico donde, una vez procesados los datos, ha resultado un desnivel máximo de 130 metros y una distancia acumulada de 1.6 km. Para elegir las escalas más adecuadas para el plano, procederemos de la siguiente manera: Fijaremos primeramente la escala vertical. A escala 1/100, los 130 m de desnivel máximo suponen 130 cm ya que: 130 m / 100 = 1.30 m = 130 cm (alternativamente, podemos ayudarnos de la Tabla 17: 100 m a escala 1/100 son 100 cm, y 10 m son 100 mm = 10 cm; entonces 130 m serán 100 + 3 × 10 = 130 cm) 130 cm (1.3 m) puede ser un plano demasiado grande y poco manejable, de modo que podemos optar por dibujar la escala vertical a 1/200. En este caso, los 130 m de desnivel máximo ocuparían justamente la mitad, es decir 65 cm, que es ya un tamaño más adecuado. Para elegir la escala horizontal, dividiremos la vertical por 10 y por 20: (1/200) / 10 = 1/2000 y (1/200) / 20 = 1/4000 Entre estas dos escalas posible elegiremos nuevamente la más manejable: 1600 m (1.6 km) a escala 1/2000 son: 1600/2000 = 0.8 m = 80 cm 1600 m a escala 1/4000 son: 1600/4000 = 0.4 m = 40 cm Como 80 cm de largo es un tamaño de plano perfectamente manejable, nos quedamos con esta escala horizontal por ser las más grande de las dos posibles. • • • • •
  • 84. 84 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Distancia real Distancias en el plano a la escala correspondiente 1/100 1/200 1/500 1/1000 1/2000 1/4000 1/5000 1/10000 1 m 10 mm 5 mm 2 mm 1 mm – – – – 10 m 100 mm 50 mm 20 mm 10 mm 5 mm 2.5 mm 2 mm 1 mm 100 m 100 cm 50 cm 20 cm 10 cm 5 cm 2.5 cm 2 cm 1 cm 1000 m 1000 cm 500 cm 200 cm 100 cm 50 cm 25 cm 20 cm 10 cm Equivalencias entre distancias reales y en el plano a diferentes escalas.Tabla 17 El plano planimétrico se elabora con el fin de determinar la mejor situación de los ra- males una vez que se sabe dónde deben ir colocadas las tomas de agua de las parcelas. También sirve para calcular el área de estas si no fueran conocidas. Para su construcción se llevan sobre pa- pel milimetrado las coordenadas X y Y de los puntos, eligiendo una escala de dibujo para ambos ejes idéntica a la que hayamos escogido para el eje horizontal del plano altimétrico.
  • 85. 85 Planos altimétrico y planimétrico.Figura 32 Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 87. 87Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 7 Predimensionamiento
  • 88. 88 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 89. 89 El predimensionamiento tiene por objeto ob- tener una estimación rápida en el campo de, o bien el área que puede ser regada con un caudal existente, o bien el caudal que nece- sitaremos para regar una superficie dada. 7. Predimensionamiento Debemos tener claro que los datos obteni- dos en el predimensionamiento son tan solo estimaciones, y por lo tanto en ningún caso pueden sustituir los resultados obtenidos en el diseño agronómico que veremos más adelante. 7.1 Estimación de área regable Se calcula a partir de la estimación del défi- cit diario máximo o necesidad neta máxi- ma. La necesidad neta máxima es la máxima diferencia que se da durante el año prome- dio entre precipitación y evapotranspiración de las plantas. Dado que en Centroamérica existe un período de verano muy marcado donde prácticamente no llueve nada, la ne- cesidad neta puede considerarse igual (es- tamos predimensionando, no diseñando) a la evapotranspiración máxima. La manera de proceder es la siguiente: Fuente: FRAG (1999). Como dato de partida contamos con el caudal aforado: por ejemplo, 4 L/s a) Máximo valor de la evapotranspiración de referencia (ET0), que estimo a partir de la Tabla 1813: Supongamos que estamos en una región con precipitación anual superior a los 1,200 mm, y con una temperatura media diaria a lo largo del año comprendida entre 15 y 25ºC. El valor que deberemos esco- ger, por tanto, para la ET0 estará compren- dido entre 3 y 4 mm/día. Elegimos el valor de 4 mm/día = 4 L/m2/día. 13 Los valores de precipitación anual y temperatura media diaria anual pueden estimarse si se desconocen a partir de los mapas del Anexo O. b) Valores de ET0 calculados de acuerdo a cada zona climática.Tabla 18 Zona climática Precipitación anual (mm) Temperatura media diaria < 15 ºC 15 – 25 ºC > 25 ºC Árida 100 – 400 4 – 6 7 – 8 9 – 10 Semiárida 400 – 600 4 – 5 6 – 7 8 – 9 Subhúmeda 600 – 1200 3 – 4 5 – 6 7 – 8 Húmeda > 1200 1 – 2 3 – 4 5 – 6 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 90. 90 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego La superficie máxima se calcula según la fórmula: (7.3) Siendo Q el caudal de la fuente o toma de río. Esta fórmula también puede expresar- se en manzanas: (7.4) Que aplicándola para los datos del ejemplo: También puede simplificarse la fórmula a partir de los datos iniciales: (7.5) f)Estimación de necesidades netas máxi- mas, a partir de la fórmula: Nn = 0.9 × ET0 = 0.9 × 4 = 3.6 mm/d (7.1) Estimamos la eficiencia de aplicación de riego (Ea) en función del sistema de riego que prevemos utilizar: Goteo: 90% Aspersión: 75% Superficie: 50% Supongamos que, por las pendientes exis- tentes en el lugar del proyecto, el sistema de distribución va a ser mediante asper- sión, de modo que Ea tomará el valor de 0.75. Estimamos las necesidades brutas: (7.2) c) d) e) b 2 N 243600Q(L/s) )(mS bN Q(L/s)12.3 (Mz)S Mz10.25 mm/d4.8 L/s412.3 S 7.2 Caudal continuo14 mínimo que necesitamos para regar una determinada área En este caso, simplemente despejaríamos el caudal de la última ecuación de la sección anterior: (7.6) Si por ejemplo contásemos con un terreno de siete manzanas que quisiéramos regar por aspersión, y estuviéramos situados en una 14 Caudal continuo es aquel que rinde un nacimiento o una toma de un río, es decir, los tipos de cau- dales que habitualmente aforamos. Se contrapone al concepto de caudal instantáneo que es el que rinde por ejemplo un tanque de almacenamiento que se llena durante la noche. a 0 E13.7 ET(Mz)S Q(L/s) zona climática húmeda con un déficit diario máximo de 4 mm/d: L/s2.7 0.7513.7 mm/d4Mz7 Q Nb = Nn = 3.6 Ea 0.75 = 4.8 mm/día = 4.8 L/m²/día S (Mz) = Q(L/s) × 3600 × 24 × Ea (%) ET0 (mm/d) × 10000 × 0.7 = 13.7 × Q(L/s) × Ea ET0
  • 91. 91Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 8 Elección del sistema de riego
  • 92. 92 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 93. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 93 Conviene aclarar un concepto con el que habitualmente existe mucha confusión. Un sistema de riego está constituido de manera simplificada por una línea de conducción del agua, y una red de distribución. La línea de conducción es la que lleva el agua desde la fuente, pozo o toma de río hasta el inicio de cada parcela. En función del procedimiento de impulsión del agua en la línea de con- ducción, existen principalmente sistemas de riego por bombeo (ya sea la bomba eléctri- ca, de combustión o solar) o sistemas por gravedad. Por otra parte, la red de distribución es la que se encarga de repartir el agua en las propias parcelas desde la toma de estas. Así, exis- ten principalmente tres variantes que son el riego por superficie, el riego por aspersión, y el riego localizado (siendo el riego por goteo el principal riego de este tipo), con todas sus variantes conocidas. Existen así, pues, todas las combinaciones posibles: riego por goteo por gravedad, riego por aspersión por bombeo, etc. 8. Elección del sistema de riego Riego por superficie Riego por as- persión a alta presión Riego por as- persión a baja presión Riego por goteo Costo de inversión Bajo en terreno plano Elevado Elevado Elevado Necesidades energéticas (para bombeo) Bajo o nulo Elevado Mediano Bajo Nivel técnico necesa- rio para la operación y mantenimiento Bajo Mediano Mediano Elevado Carga de trabajo para la operación Elevado Bajo Mediano Bajo Eficiencia del riego Baja (50 – 70%) Elevada De mediana a elevada Elevada Costo del riego (por hora de trabajo) De bajo a mediano Elevado De mediano a elevado Elevado Comentarios No conviene en terrenos arenosos o accidentados Utilización muy flexible Posibles problemas fitosanitarios Posibles problemas fitosanitarios Conveniente para cultivos de alto valor agregado o con aguas salinas Fuente: CIRAD (2002). Ventajas e inconvenientes de los principales sistemas de riego.Tabla 19
  • 94. 94 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego En condiciones óptimas, y considerando las condiciones socioeconómicas donde suelen instalarse minirriegos, será siempre prefe- rible el riego por aspersión debido a sus menores costos de inversión (menos de US$ 2,500/ha para aspersión contra no menos de US$ 3,500/ha en el caso del goteo) y mantenimiento. No obstante, deberá insta- larse riego por superficie en las siguientes circunstancias: La existencia de fuerte vientos en ve- rano (superiores a 18 km/h o 5 m/s) que obligan a grandes traslapes de los aspersores y por lo tanto a mayores inver- siones. Pensando en sistemas por gravedad, el que exista poca carga dinámica total15 , ya que sólo las presiones de trabajos de la mayoría de los aspersores exigen entre 25 y 70 PSI (20 - 80 m). 15 Diferencia de altura entre la toma de las parcelas y la última superficie libre de agua, normalmente una caja rompepresión, una caja reunidora, o la captación misma. a) b) El riego por goteo, pese a sus inherentes limi- taciones en cuanto a sostenibilidad y facilidad de operación y mantenimiento, será la única opción disponible en los siguientes casos: Que la cantidad de agua sea una limi- tante, ya que de manera general el riego por goteo utiliza un 20% menos de caudal para regar una superficie dada que el riego por aspersión, y hasta el 50% menos que el riego por superficie. No obstante, menos riego pero mejor manejado (es más fácil la operación y mantenimiento del riego por aspersión) puede ser preferible en el caso de productores con poca experiencia. Suelos con muy baja permeabilidad, por debajo de 5 mm/h. Agua disponible para riego con alta salinidad. a) b) c)
  • 95. 95Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 9 Proceso general de diseño
  • 96. 96 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 97. 97 En la Figura 33 se representa esquemática- mente el proceso a seguir para el diseño de una instalación de minirriego. Ya se ha comentado anteriormente la impor- tancia capital que los factores socioeconómi- cos (oportunidades de mercado, experiencia previa de los productores, organización, par- 9. Proceso general de diseño ticipación, etc.) tienen en el éxito y sostenibi- lidad de los sistemas de riego. No obstante, el análisis detallado de estos factores queda fuera de los objetivos de este manual, de modo que limitaremos el estudio de los datos de partida a los condicionantes físicos: agua, suelo, cultivo, clima, y topografía. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 98. 98 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Fuente:elaboraciónpropia. Selección delsistema deriego Oportunidades demercado Diseño agronómico Diseño hidráulico Viento Evapotrans- piración Precipita- ciónProfundidad Datosdepartida Resultadosdeldiseño agronómico Leyenda Texturay estructura Experienciade losproductores Selecciónde cultivo(s) Necesidades brutasototales Características físicasdelsuelo Diseñodela conducción Diseñodela distribución Instalación InfiltraciónCcyPMP Caudal disponible Superficie bajoriego Topografía delterreno Parámetros deriego Caudal delagua Necesidadesde lavadodesales Necesidades netasderiego Clima Figura33Variablesqueinteraccionanparadeterminarelpotencialproductivodeuncultivo. •Tiempodeaplicación •Intervaloentreriesgos •Dósisderiego •Pluviometría
  • 99. 99Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 10 Diseño agronómico
  • 100. 100 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 101. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego 101 10.1 Cálculo de las necesidades netas de riego máximas En este primer proceso determinaremos las necesidades netas de riego máximas, para las cuales diseñaremos el sistema. El pro- cedimiento a seguir consta de los siguientes pasos: Paso 1 Cálculo de la precipitación confiable al 75% Tal y como se detallaba en la sección 5.2.2, dado que los datos han sido obtenidos de 10. Diseño agronómico Para ilustrar adecuadamente el pro- ceso de diseño agronómico llevare- mos a cabo los cálculos sobre datos reales de un proyecto de riego en la comunidad de Nueva Zona, muni- cipio de Zacapa, departamento de Santa Bárbara. Los datos climáticos más cercanos son los de la estación de Santa Bár- bara que pueden encontrarse en la publicación de Hargreaves (colum- nas b, c y d de la Tabla 20). Unos últimos datos para el diseño: Los cultivos que se pretenden de- sarrollar en la zona son maíz para elote y pasto Camerún. Son seis productores los cuales tienen pensado regar media man- zana cada uno. El caudal de la fuente ha sido afo- rado y rinde 2 L/s. • • • (a) (b) (c) (d) (e) Mes Ppt. (mm/mes) ET0 (mm/mes) Ppt. 75% (mm/mes) Pe (mm/mes) Enero 28 128 3 3.0 Febrero 16 133 0 0.0 Marzo 9 173 1 1.0 Abril 32 177 1 1.0 Mayo 80 180 4 4.0 Junio 185 156 88 75.6 Julio 208 154 111 91.3 Agosto 210 153 144 110.8 Sep- tiembre 226 131 107 88.7 Octubre 117 129 64 57.4 Noviem- bre 70 120 41 38.3 Diciem- bre 51 117 36 33.9 Datos climáticos de la estación de Santa Bárbara. Tabla 20 Hargreaves, esta publicación nos proporcio- na directamente los datos de precipitación confiable al 75%, los cuales se muestran en la columna (d) de la Tabla 20. Paso 2 Cálculo de la precipitación efectiva Aplicando las fórmulas de la USSCS (Sección 5.2.3), resultan los valores de la columna (e) de la Tabla 20.
  • 102. 102 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Paso 3 Obtención de los datos de cultivo necesarios para dibujar las curvas del factor KC Necesitamos para cada uno de los cultivos la siguiente información: Fechas de siembra. Las aproximamos al día 1, el 11 ó el 21 del mes, para los fines que veremos en el paso 4. Ciclo total de cultivo. Días para cada estado vegetativo. Factores Kc para cada estado vegetativo. • • • • Datos de los cultivos del proyecto. Tabla 21 Maíz Camerún Fechas de siembra 1 – nov 11 – feb – Ciclo total de cultivo 100 días 365 días Fases de cultivo: – inicial – desarrollo – media – final 22 33 33 12 – Valores de KC: – KC ini – KC med – KC fin 0.30 1.15 1.05 – 0.80 – Debemos hacer dos consideraciones por lo particular de los cultivos del ejemplo: Como el maíz es para elote, no sería lógico utilizar los valores promedio de la Tabla 14 ya que estos están pensados para reco- lección de grano. Por tanto, recurrimos a la tabla general del Anexo K, y utilizamos los valores correspondientes al maíz dul- ce. Como ninguno de los ciclos se ajustan exactamente a los 100 días, utilizamos el de 90 y lo aumentamos proporcionalmen- te de manera que el total de días de cada fase sumen los 100 días buscados. • En el caso del pasto Camerún, este es un pasto sin período de dormancia y que por lo tanto no va a tener una fase de re- brote. Le suponemos ya establecido, de modo que sólo será necesario considerar el factor KC med de la Tabla 14. Paso 4 Cálculo de la ETC y de las necesidades netas de riego máximas Para el cálculo de la ETC, deberemos tener en cuenta los dos posibles ciclos del maíz (para el sembrado en noviembre y para el sembra- do en febrero) y el ciclo del pasto. Para cada uno de ellos, y comenzando como ejemplo con el primer ciclo del maíz, seguimos el pro- cedimiento de la Figura 34. Dibujaremos la curva de KC tal y como se explicó en la sección 5.3. El resulta- do será el mostrado en la gráfica de la Figura 34. Procederemos seguidamente a rellenar una tabla como la de la Figura 34,donde en las columnas se llevan los meses du- rante los cuales transcurre el cultivo (de 1 de noviembre a 10 de febrero en este caso), dividiéndolos en décadas (períodos de diez días). En la fila (a) llevamos los datos de la ET0 en mm/mes (los de la Tabla 20). En la fila (b), para las tres décadas de cada mes, calculamos el valor de la ET0 en mm/día, para lo que dividiremos los mm/mes entre el número de días del mes en cues- tión. Así, por ejemplo, para el mes de diciembre, el valor de la ET0 diaria será: 117.0 / 31 = 3.8 mm/día. Para cada década, calcularemos ahora a partir del gráfico el valor aproximado del factor KC en el punto medio de la década. Por ejemplo, cuando comienza la primera década de diciembre el cultivo lleva 30 días • i. ii. iii. iv. v.
  • 103. 103 desde que se sembró, y cuando termine esta primera década llevará 40 días. El punto medio de la década serán, por tan- to, 35 días de cultivo. Con este valor en abscisas, el factor de cultivo que corres- ponde (ver las líneas a trazos) será 0.66, el cual se coloca en la fila (c). En la fila (d) se calculará para cada déca- da el valor de la ETC, multiplicando el valor de la ET0 por el factor de cultivo. Así, en la primera década de diciembre: ETC = KC × ET0 = 0.66 × 3.8 = 2.5 mm/d vi. En la fila (e) se colocan los valores de pre- cipitación efectiva mensual (Tabla 20), y en la (f) se pasan a precipitación efectiva diaria dividiendo entre el número de días del mes. Por ejemplo, para el mes de di- ciembre la Pe diaria será: 33.9 / 31 = 1.1 mm/día Se calculan ahora las necesidades netas diarias de riego como: Nn = ETC – Pe (10.1) vii. viii. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego Figura 34 Ejemplo de cálculo de necesidades netas de riego. Días de cultivo Kc 0.00 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 0.20 0.40 0.60 0.80 1.00 1.20 1.40 Mes Década a) ETo (mm/mes) b) ETo (mm/d) c) Kc d) ETc e) P75%eft. (mm/mes) f) P75%ef. (mm/d) g) Nn (mm/d) Noviembre I II III 120.0 – – 4.0 4.0 4.0 0.30 0.30 0.40 1.2 1.2 1.6 38.3 – – 1.3 1.3 1.3 0.0 0.0 0.3 117.0 – – 3.8 3.8 3.8 0.66 0.92 1.15 2.5 3.5 4.4 33.9 – – 1.1 1.1 1.1 1.4 2.4 3.3 128.0 – – 4.1 4.1 4.1 1.15 1.15 1.15 4.7 4.7 4.7 3.0 – – 0.1 0.1 0.1 4.6 4.6 4.6 133.0 – – 4.8 4.8 4.8 1.09 0 0 5.2 0 4.4 0 – – 0 0 0 5.2 0 0 Diciembre I II III Enero I II III Febrero I II III
  • 104. 104 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego que en el caso de la primera década de diciembre serán 2.5 – 1.1 = 1.4 mm/día. Una observación, las necesidades netas no pueden ser, obviamente, menores que cero. Por ejemplo, en la primera década de noviembre la Pe es mayor que la ETC, luego obviamente el riego es innecesario. Por último, las necesidades netas dia- rias máximas serán el máximo valor de la fila (g). En el ejemplo podemos ver cómo son justamente las de la última década de cultivo, 5.2 mm/día, lo cual es absolutamente coherente con el hecho de que la ETC sea aun elevada, y las precipi- taciones en ese mes inexistentes. El paso 4 se repetirá de manera similar para el ciclo del maíz con siembra en febrero. La curva será idéntica por ser el mismo ciclo, pero variarán los valores de ET0 y Pe, por lo tanto las necesidades netas serán diferen- tes. El valor de Nn máxima para este ciclo de cultivo es de 7.0 mm/d, el cuál tiene lugar en la primera década del mes de mayo. En el caso del pasto, la curva del factor de cultivo será en realidad una recta con un valor constante igual a 0.80. En estos ca- sos (pastos sin período de dormancia, o frutales), no será necesario realizar todo el proceso por décadas y bastará con elaborar una tabla como la 22, donde, como ya sa- bemos: Los valores diarios de la ET0 y Pe se cal- culan a partir de los de la Tabla 20 divi- ix. • Cálculo de necesidades netas para cultivos anuales. Tabla 22 Mes ET0 (mm/d) ETC (mm/d) Pe (mm/d) Nn (mm/d) Enero 4.1 3.3 0.1 3.2 Febrero 4.8 3.8 0.0 3.8 Marzo 5.6 4.5 0.0 4.5 Abril 5.9 4.7 0.0 4.7 Mayo 5.8 4.6 0.1 4.5 Junio 5.2 4.2 2.5 1.7 Julio 5.0 4.0 2.9 1.1 Agosto 4.9 3.9 3.6 0.3 Septiembre 4.4 3.5 3.0 0.5 Octubre 4.2 3.4 1.9 1.5 Noviembre 4.0 3.2 1.3 1.9 Diciembre 3.8 3.0 1.1 1.9 Como vemos en la tabla, las máximas nece- sidades netas para el pasto corresponden al mes de abril y son de 4.7 mm/d. Por consiguiente, habiendo realizado el cál- culo de máximas Nn para las posibles alterna- tivas de cultivo, se escogerá como máxima Nn de diseño la máxima de todas. En el ejemplo serán los 7.0 mm/d del maíz para elote sem- brado en febrero. diéndolos entre el número de días del mes respectivo. ETC = KC × ET0 = 0.8 × ET0 (en este ejemplo) Nn = ETC – Pe • • 10.2 Cálculo de los parámetros de riego Paso 1 Datos de suelo Se determinó mediante un ensayo al tacto (ver Anexo H) que la textura de las parcelas de riego es franco – arcillosa. Como no se disponía de infiltrómetro de doble anillo, se recurrió a los datos de la Tabla 10:
  • 105. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 105 Infiltración básica (Ib): 8 mm/h Densidad aparente (da): 1.35 g/cm3 Capacidad de campo (CC): 27% ( g) Punto de marchitez permanente (PMP): 13% ( g) Paso 2 Profundidad efectiva de raíces (Pr). Considerando los dos cultivos de la alterna- tiva planteada, podemos estimar un valor promedio para Pr a partir de los datos de la Tabla 11 de 0.7 m. Paso 3 Cálculo del agua utilizable La calcularemos mediante la ecuación 4.9: AU = 10 × (CC – PMP) × da × Pr = 10 × (27 – 13) × 1.35 × 0.7 = 132 mm Paso 4 Dosis neta de riego (Dn) Dada la alternativa de cultivos de la zona del proyecto, al no ser ninguno un cultivo en extremo delicado, podemos considerar un déficit permisible de manejo (DPM) del 50%. Por tanto, y tal y como se explicaba al final de la sección 4.4.1, la dosis neta de riego será: Dn = DPM × AU / 100 = 50 × 132 / 100 = 66 mm Paso 5 Máximo intervalo entre riegos El máximo intervalo entre riegos será el máxi- mo tiempo que puedo dejar entre dos riegos consecutivos de tal manera que el déficit de humedad no sea inferior al DPM. Gráficamen- te, se puede observar la separación entre rie- gos en la Figura 25b como la distancia entre las barras verticales que representan cada riego. Se calcula mediante la fórmula: IM (días) = Dn (mm) / Nn (mm/día) (10.2) • • • • y se ajusta a un número entero. Con los da- tos del ejemplo: IM = 66 / 7.0 = 9.4 días ‡ IM = 9 días Debe quedar claro que este es un intervalo máximo por razones agronómicas, el cual podrá ser menor si así lo estimamos conve- niente. Por ejemplo, en el proyecto de ejem- plo, son seis regantes los que se pretende dotar de riego, de modo que parece lógico que el intervalo entre riegos sea de 6 días con el fin de ajustar mejor los turnos. Así: I = 6 días Paso 6 Dosis neta ajustada (Dn aj) Como hemos variado el intervalo entre riegos respecto al máximo de 9.4 días (por el ajuste a número entero y por el ajuste al número de regantes), es necesario recalcular la do- sis neta de agua que se deberá aplicar en cada riego: Dn aj = I × Nn = 6 × 7.0 = 42 mm No olvidemos que esta dosis no es más que una medida de volumen, hablamos de aplicar 42 litros de agua por cada metro cuadrado de suelo. Paso 7 Dosis bruta de riego (Db) En los sistemas de riego siempre se producen una serie de pérdidas tanto en la conduc- ción del agua hasta la parcela (roturas, fugas, etc.) como en la aplicación del agua al cultivo (percolación, viento, escorrentía, etc.). Con el fin de asegurarnos de que la cantidad de agua que se necesita llega efectivamente al cultivo, se suele aplicar una cantidad ligera- mente superior a la estrictamente necesaria (la Dn aj) que dependerá en gran medida del sistema de riego utilizado. El cálculo de la Db se realizará con la siguiente fórmula: Db (mm) = 100 × Dn aj (mm) / Ea (%) (10.3)
  • 106. 106 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego donde Ea es la denominada eficiencia de aplicación del sistema de riego. A efectos de diseño, este factor tomará los siguientes valores: donde recordemos que Ib es la tasa de infil- tración básica del suelo, y fp es un factor de reducción por la pendiente que está dado por la Tabla 24. Eficiencia de aplicación.Tabla 23 Sistema de riego Ea Aspersión 75% Goteo 90% Superficie 50% Dado que el sistema que se pretende insta- lar en el proyecto es por aspersión, la dosis bruta de riego será: Db = 100 × 42 / 75 = 56 mm Paso 8 Tiempo de aplicación (ta) El tiempo de aplicación no es más que el tiempo que deberá estar regando cada as- persor para poder aplicar la dosis bruta cal- culada en el paso anterior. Este tiempo de aplicación dependerá de dos factores: La tasa de infiltración básica del suelo. La dosis bruta de riego (el volumen de agua) deberá aplicarse en un tiempo lo suficien- temente largo como para que no se pro- duzca encharcamiento. La pendiente del terreno. En aspersión (sólo sucede en este método de riego), si la pendiente del terreno es muy pronun- ciada, puede producirse escorrentía si el caudal que lanzan los aspersores es de- masiado alto, aun cuando ese caudal sea menor a la tasa de infiltración básica. El tiempo mínimo de aplicación se calcula mediante la fórmula: (10.4) • • (%)f(mm/h)I (mm)D100 (h)t pb b mina Valores del factor de reducción por la pendiente. Tabla 24 Pendiente fp 0 – 8% 100% 9 – 20% 80% > 20% 60% La pendiente media de las parcelas podemos averiguarla con el mismo nivel Abney que hayamos utilizado para la topografía, o con un simple nivel A. En el ejemplo que estamos desarrollando va- mos a suponer una pendiente media de las parcelas del 10%. Por tanto, sustituyendo además con el resto de los datos, el tiempo mínimo de aplicación será: horas8.75 808 56100 t mina = × × = Paso 9 Necesidades brutas (Nb) Antes de explicar el cálculo de estas, de- bemos insistir nuevamente en la diferencia entre necesidad y dosis de riego. La necesi- dad es el volumen diario que necesitamos aportar a la planta por día. Como no regamos todos los días sino que utilizamos el suelo como “almacén” de agua, el día que regue- mos deberemos aportar el agua de ese día más el de todos los días que hemos pasado sin regar. Es decir, si por ejemplo dejamos entre riego y riego (el intervalo entre riegos) cinco días, el día que reguemos deberemos aportar las necesidades de los cinco días, las cuales quedarán “almacenadas” en el suelo y serán absorbidas poco a poco por la planta. Estas necesidades para el total de cinco días
  • 107. 107 es lo que denominamos la dosis. En términos técnicos tendremos que: D = N × I (10.5) donde D es la dosis, N las necesidades dia- rias, e I el intervalo entre riegos. Una vez repasados estos conceptos, calcula- mos ahora las necesidades brutas de riego, las cuales necesitamos para el paso siguiente y están dadas por la fórmula: Nb (mm) = 100 × Nn (mm) / Ea (%) (10.6) que en el ejemplo que nos ocupa toman el valor de: Nb = 100 × 7.0 / 75 = 9.3 mm Paso 10 Área regable o caudal necesario Antes de explicar el procedimiento en este paso, es necesario desterrar un error que fre- cuentemente se escucha en boca de produc- tores y algunos técnicos. En riego, el hecho de construir un tanque de almacenamiento no nos va a permitir regar más área, sino que nos hace posible regar el mismo área en menos tiempo, y por tanto, con más como- didad. Debemos considerar el hecho de que en riego, al contrario que pasa con los sis- temas de agua potable, es posible establecer turnos de tal manera que el caudal que esté saliendo por el conjunto de aspersores en un solo turno sea igual al proporcionado por la fuente, por el pozo, o por la toma del río. Estableciendo turnos lo suficientemente largos que permitan dejar los aspersores re- gando por la noche, el sistema está operando durante prácticamente todo el día y nos aho- rramos la necesidad (y el costo) de construir un tanque de almacenamiento. Como en el caso del predimensionamiento (ver módulo 7), podemos tener dos situa- ciones: Paso 10a. Caudal mínimo necesario para regar una superficie dada. Lo calcularemos mediante la fórmula: (10.7) donde: Qm = caudal mínimo S = superficie regable. tos = tiempo de operación del sistema. Paso 10b. Superficie máxima regable con una caudal dado. Con la fórmula anterior pero despejando la superficie: (10.8) donde SM es la superficie máxima. La clave principal de estas dos ecuaciones es determinar previamente el tiempo de operación del sistema. El valor que se sue- le tomar es el de 21 horas, de tal manera que siempre existen tres horas disponibles durante el día para cambios de turno, repa- raciones, etc. Esto suele implicar caudales ligeramente superiores (14%) o superficies de riego ligeramente inferiores (12.5%) a los potenciales16 . Considerando el ejemplo con el que venimos trabajando, tenemos que ver la superficie máxima regable considerando el caudal de 16 En el caso de ríos y quebradas con caudal suficiente, siempre podremos tomar algo más de agua con el fin de compensar la pérdida en superficie que se produce al tomar un tos de 21 horas. • – – – • (h)t3600 )(mS(mm/d)N (L/s)Q os 2 b m (mm/d)N (L/s)Q(h)t3600 )(mS b os2 M Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 108. 108 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego 2 L/s y un tos de 21 horas. Aplicando la ecua- ción del paso 10b: 2 M m16,258 9.3 2213600 S Como vemos esta superficie es inferior a la deseada por los productores (0.5 Mz por pro- ductor = 21,000 m2 ), o en otras palabras, el caudal es insuficiente para regar la superficie deseada. No obstante, podremos utilizar un tos de 24 horas en los dos casos siguientes: Que la utilización del valor de 21 horas provoque disminuciones apreciables en la superficie de riego por productor. Si el presupuesto del que disponemos nos lo permite, podemos construir un pequeño tanque que almacene el caudal suminis- trado por la fuente o toma en cinco horas como máximo. 1. Ejemplo: ¿Qué superficie podrán regar un productor que es propietario de una fuente que rinde 0.15 L/s si las Nb son de 9.4 mm/d? Aplicando la ecuación con un tos de 21 horas: La superficie que podría regar con el volumen total de agua, utilizando por tanto un tos de 24 horas, sería de 1,378 m², una ganancia de 172 m² que no es nada despreciable considerando que es un solo productor. En este caso puede justificarse la construcción de un pequeño tanque de tal manera que aprovechemos realmente el volumen total de agua disponible. Si almacenáramos en ese tanque el volumen de agua proporcionado por la fuente en tres horas, su volumen debería ser de: 0.15 L/s × 3600 s/h × 3 h = 2,160 L = 2.1 m³ El tamaño del tanque es muy reducido y perfectamente factible, pudiéndose incluso aprovechar la construcción de la caja reunidora de la fuente como tanque al efecto. 2 M m1,206 9.4 0.15213600 S = ×× = Que exista un tanque ya construido. En este caso procederemos de la siguiente manera: ß Primeramente, con el fin de optimizar el tamaño del tanque y aprovechar toda su capacidad, calcularemos el tos máximo mediante la ecuación: (10.9) donde Vt es el volumen del tanque y las demás variables ya son conocidas. ß Seguidamente calcularemos el caudal instantáneo(Qi ). El caudal que propor- ciona un pozo, un naciente o una toma de río se denomina también caudal con- tinuo, pues es el caudal que la fuente de agua, sea del tipo que sea, proporciona de manera continua. El caudal instantá- neo es en cambio el proporcionado por 2. (L/s)Q3.6 )(mV 24(h)t 3 t os × −
  • 109. 109 un tanque de almacenamiento que ha estado llenándose durante un número determinado de horas. Obviamente, el caudal continuo de un tanque siempre será mayor que el continuo de la fuen- te con la que se llena el tanque, pues al abrir la llave del mismo saldrá tan- ta agua como la que está entrando (el caudal continuo), más parte del agua almacenada. La fórmula para calcular el caudal ins- tantáneo de un tanque es la siguiente: (10.10) siendo Qi el caudal instantáneo y Q el caudal de la fuente, pozo o toma (el caudal continuo). ß Por último, calcularemos la superficie máxima regable con la misma ecuación que se mostró arriba, pero sustituyendo el caudal continuo por el instantáneo: (10.11) (h)t3.6 )(mV (L/s)Q(L/s)Q os 3 t i (mm/d)N (L/s)Q(h)t3600 )(mS b ios2 M Ejemplo: Supongamos que en el lugar del proyecto de ejemplo con el que venimos trabajando, existiera un tanque abandonado de un antiguo sistema de agua potable de 40 m³ de capacidad. Inicialmente calcularíamos el tos máximo: Como el tos máximo es de 18.4 horas, podemos suponer un tos de 18 horas. Calculare- mos ahora el caudal instantáneo: Por último calculamos la superficie máxima regable: Como podemos observar, la superficie de riego es efectivamente algo mayor a la que calculamos sin tanque (16,258 m²). Pero esto no es consecuencia del tanque en sí, sino de que estamos utilizando prácticamente las 24 horas de caudal (las 18 de operación más las aproximadamente 5 horas y media que toma el tanque para llenarse). Un aumento en el área regable de apenas un quinto de hectárea (algo más de cuatro tareas) nunca compensará la construcción de un tanque de 40 m³ de capacidad. Pero si ya existiera, podremos aprovecharlo para no sólo aumentar ligeramente el área de riego (ese 12.5% que perdemos utilizando 21 horas de tos), sino también para que la opera- ción sea más cómoda, reduciendo la duración de las jornadas de riego (de 21 horas a 18 en este ejemplo). horas18.45.624 23.6 40 24tos =−= × − L/s2.6 183.6 40 2(L/s)Q i = × += 2 m18,116 9.3 2.6183,600 SM = ×× = Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 110. 110 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Paso 11 Selección del aspersor A la hora de seleccionar el tipo de aspersor con el que regaremos, debemos hacer las siguientes consideraciones: No es válido cualquier aspersor para el sistema de riego que estemos diseñando. Cada aspersor tiene su rango de funcio- namiento óptimo según la presión dispo- nible. Un aspersor pequeño funcionará mejor con presiones entre 15 y 30 mca (metros de columna de agua), mientras que un aspersor de mayor tamaño se- guramente esté diseñado para funcionar óptimamente entre 25 y 70 mca de pre- sión. Además, un mismo aspersor rendirá un caudal diferente y tendrá un alcance17 distinto según la presión a la que esté funcionando. Y para complicar aun más 17 Este se mide con el denominado diámetro húmedo, Dh, el cual no es exactamente el alcance máximo sino una distancia donde llega aun una cantidad apreciable de agua. Para una explicación más detallada, consultar el Anexo E. • la cuestión, los aspersores fabricados por las firmas más prestigiosas permiten cam- biar las boquillas, con lo que un mismo aspersor a una misma presión rendirá cau- dales diferentes y tendrá alcances distintos según la boquilla. Esto hace necesario que debamos contar con los datos técnicos de los aspersores que potencialmente podemos utilizar en el proyecto. Todas las firmas prestigiosas de aspersores proporcionan estos datos téc- nicos en sus catálogos comerciales, dispo- nibles bien con sus agentes comerciales o bien en Internet (ver el ejemplo más abajo). De no contar con las tablas del fabricante del aspersor, deberemos determinar estos datos técnicos mediante el ensayo descri- to en el Anexo E. • Ejemplo: En la Figura 35 se muestran los datos técnicos de tres modelos de aspersor (el 2023, el 3023, y el 4023) obtenidos del catálogo de un conocido fabricante de equipamiento para riego. En estas tablas podemos observar lo siguiente: Para cada aspersor existen dos tablas, una en unidades de EEUU (también llamado sistema de unidades estándar o inglesas) y otra en unidades del sistema internacio- nal de medidas (abreviadamente SI, y también llamado sistema métrico decimal). Las unidades que deberemos usar siempre son estas últimas (recuadros sombreados), donde la presión se expresa en bares o mca, el caudal en L/s ó m³/s, y la altura del aspersor y su diámetro húmedo en m. En caso de que el catálogo al que tengamos acceso se encuentre sólo en unidades de EE.UU., en el Anexo B se proporcionan las equivalencias entre estas y las del SI. Cada aspersor tiene un rango de funcionamiento y un rango ideal de funcionamiento. Así, el aspersor 3023 está diseñado para funcionar entre 2.0 y 4.0 bares (20 y 40 mca), e idealmente entre 2.0 y 3.0. Para cada aspersor existen diferentes boquillas. El aspersor 2023 puede comprarse con las boquillas (nozzle en inglés) #6, #7, #8 y #9. • • •
  • 111. 111 Los aspersores no duran para siempre, y cada cierto número de años deberán reemplazarse. Con el fin de garantizar la sostenibilidad del sistema en términos de un adecuado funcionamiento del mismo, a la hora de seleccionar el aspersor, de- beremos tener en cuenta los aspersores disponibles en los agroservicios locales, o en aquellos dónde sea factible que acudan los productores a renovar el equipamiento. Por desgracia, habitualmente la gama de aspersores disponibles será limitada, y la posibilidad de seleccionar diferentes bo- quillas prácticamente inexistente. No obstante lo anterior, debemos des- aconsejar la utilización de aspersores de jardinería baratos y de calidad dudosa. El ahorro que consigamos en la compra de un aspersor de este tipo se verá muy su- perado por las pérdidas en el rendimiento de los cultivos provocadas por la falta de uniformidad del riego. Una vez que hemos presentado cómo inter- pretar los datos técnicos de los aspersores, pasamos a detallar el procedimiento de se- lección en sí. Este consistirá básicamente en ir aplicando una serie de condiciones o filtros con el fin de ir reduciendo la gama de aspersores utilizables: El primer filtro lo constituirá, obviamente, las marcas y boquillas disponibles en los agroservicios locales. Como simulación para el ejemplo, supondremos que sólo • • i. estuvieran disponibles los aspersores de la Figura 35, pero sólo con la boquilla #8 en el caso del 2023, la #9 para el 3023, y la #13 para el 4023. El segundo filtro lo constituirá la presión disponible en el sistema. Aunque se aco- mete antes el diseño agronómico que el hidráulico (tal y como se muestra en la Figura 33), a esta altura del proceso se debe disponer ya del estudio topográfico y tener una idea de la presión de la que se va a disponer. Para el sistema que esta- mos utilizando como ejemplo, la diferencia de alturas entre la fuente de agua y las tomas de las parcelas supera los 150 m, de modo que los aspersores de la Figura 35 seguramente podrán ser utilizados en todo su rango ideal de funcionamiento (20 – 30 m para los modelos 2023 y 3023, y 25 – 35 m para el modelo 4023). La tercera condición que deberá cumplirse es que el número de aspersores que va- yan a funcionar simultáneamente debe- rán sumar en conjunto un caudal aproxi- madamente igual al caudal disponible en el sistema (el caudal continuo para sistemas sin tanque de almacenamiento, y el instantáneo en sistemas con tanque). Por tanto, la expresión para calcular este número (nasp), será: (10.12) ii. iii. Para cada presión y boquilla, el aspersor tendrá un diferente caudal y alcance (diá- metro húmedo). Normalmente este último se mide a alturas estandarizadas de 0.5 y 2.0 m. Por ejemplo, el aspersor 3023, a 2.5 bares de presión, y con la boquilla #9, rendirá un caudal de 0.21 L/s, y tendrá un diámetro húmedo de 26.6 m colocado a 0.5 m sobre el suelo, y de 27.2 m si se coloca a 2.0 m (en la tabla, datos dentro del óvalo de línea continua). • asp asp q Q n Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 112. 112 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego El resultado deberemos, obviamente, ajus- tarlo al número entero inferior. Posteriormente, deberemos calcular el dé- ficit de caudal, el cual no deberá ser menor de un 5%. Para calcular esté déficit se utiliza la expresión: (10.13) Procediendo de igual manera con todas las combinaciones posibles de aspersor y presión de funcionamiento, podremos rellenar la Tabla 25. Podemos observar como de las 14 com- binaciones de presión y aspersor, sólo la mitad cumplen la condición buscada. 100 Q Qqn (%) aspasp Ejemplo: En el caso del aspersor 4023 funcionando a 2.5 bares, su caudal de funcionamiento es de 0.45 L/s. El número de aspersores funcionando simultáneamente será: Los cuatro aspersores funcionando simultáneamente rinden un caudal de 0.45 × 4 = 1.8 L/s. El déficit de caudal será: Este déficit no es admisible, de modo que el aspersor 4023 funcionando a 2.5 bares no será una opción para el diseño del sistema que estamos desarrollando. aspersores4n4.4 L/s0.45 L/s2 n aspasp 10%100 2 21.8 100 2 20.454 Presión de funcionamiento del aspersor (bar) 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 2023 qasp 0.15 L/s 0.17 L/s 0.18 L/s 0.20 L/s nasp 13 11 11 10 − déficit -2.5% -6.5% -1.0% 0.0% − 3023 qasp 0.19 L/s 0.21 L/s 0.23 L/s 0.25 L/s 0.27 L/s nasp 10 9 8 8 7 déficit -5.0% -5.5% -8.0% 0.0% -5.5% 4023 qasp 0.40 L/s 0.45 L/s 0.49 L/s 0.53 L/s 0.57 L/s nasp 5 4 4 3 3 déficit 0.0% -10.0% -2.0% -20.5% -14.5% Cálculo de déficits de caudal en los aspersores.Tabla 25
  • 113. 113 La precipitación provocada por un asper- sor es menor, cuanto menor es la distan- cia al mismo. Por tanto, con el fin de que la cantidad de agua con la que se riega una determinada parcela sea uniforme, deben traslaparse los aspersores. La dis- tancia a la que suelen traslaparse los as- persores está dada por la fórmula: s (m) 0.6 × Dh (m) (10.14) donde s y Dh son respectivamente la se- paración entre aspersores y el diámetro húmedo de los mismos, expresados am- bos en metros18 . Calcularemos la separación entre asper- sores comenzando por aquella combina- ción con mayor caudal de aspersor. Con- tinuando con el ejemplo, el mayor caudal es proporcionado por el aspersor 4023 funcionando a 3.0 bares (0.49 L/s). To- maremos de las tablas de datos técnicos el diámetro húmedo, aunque deberemos sopesar cuidadosamente en función de los cultivos que van a regarse si se toma el Dh correspondiente a 0.5 ó 2.0 m. Con- siderando que los cultivos que piensan regarse son maíz y pasto, es lógico pensar que los aspersores deberán colocarse a una altura más cercana a la segunda que a la primera. El Dh para este aspersor y esta presión, leído de las tablas de datos técnicos, es 32.9 m. Por tanto, la sepa- ración será (ajustando posteriormente a un múltiplo de tres): s 0.6 × 32.9 = 19.74 m s = 18 m 18 Es una práctica habitual (aunque desde luego no grabada en piedra) situar los aspersores separados entre sí por distancias que son múltiplos de tres. iv. Se denomina pluviometría de un aspersor a la precipitación artificial que este crea y que se mide, igual que la natural, en mm/ h. Para su cálculo se utiliza la expresión: (10.15) Con el fin de que no se produzca ni en- charcamiento ni escorrentía, esta pluvio- metría deberá ser inferior a una infiltra- ción máxima que estará determinada por el producto de la infiltración básica del suelo (Ib) y el factor de reducción por la pendiente (fp): (10.16) Para los valores de Ib y fp que utilizamos en el paso 8 (8 mm/ h y 80% respectiva- mente), la pluviometría máxima permisible es: Deberemos pues comprobar que el pri- mer aspersor de los siete (el de caudal máximo), con la separación calculada en el paso iv, cumple esta condición. Como vemos el primer aspersor cumple la condición y no es necesario probar con los demás. No obstante, si esto no hubiera sucedido, habríamos ido probando con los otros seis aspersores en orden decreciente de caudal hasta que alguno cumpliera esta quinta condición. v. )(ms 3600(L/h)q (mm/h)Pluv 22 asp asp 100 (%)f (mm/h)I(mm/h)Pluv p bM mm/h6.4 100 80 8Pluv M mm/h5.4 18 36000.49 Pluv 2asp Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 114. 114 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Figura 34 Datos técnicos de tres tipos de aspersor. U.S. - Diameter (feet) METRIC - Diameter (meters) SPRINKLER (psi) 25 30 35 40 45 50 (bar) 2.0 2.5 3.0 3.5 BASE PRESSURE (psi) 29.00 36.25 43.50 50.75 #6 Nozzle - Gold (3/32") #6 Nozzle - Gold (2.38 mm) Flow (gpm) 1.22 1.34 1.45 1.55 1.64 – (L/s) 0.08 0.09 0.10 – Diam. at 1.5' height (feet) 73 74 75 76 77 – 0.5 m (m) 22.5 22.9 23.4 – #7 Nozzle - Lime (7/64") #7 Nozzle - Lime (2.78 mm) Flow (gpm) 1.68 1.84 1.99 2.12 2.25 2.37 (L/s) 0.11 0.13 0.14 0.15 Diam. at 1.5' height (feet) 75 76 77 78 79 80 0.5 m (m) 23.1 23.5 24.0 24.4 #8 Nozzle - Lavender (1/8") #8 Nozzle - Lavender (3.18 mm) Flow (gpm) 2.21 2.42 2.62 2.79 2.97 3.12 (L/s) 0.15 0.17 0.18 0.20 Diam. at 1.5' height (feet) 77 78 79 80 81 82 0.5 m (m) 23.7 24.2 24.6 25.0 #9 Nozzle - Grey (9/64") #9 Nozzle - Grey (3.57 mm) Flow (gpm) 2.81 3.08 3.33 3.56 3.78 3.98 (L/s) 0.19 0.21 0.23 0.25 Diam. at 1.5' height (feet) 78 79 80 81 82 83 0.5 m (m) 24.0 24.5 24.9 25.3 2023-1-½"M 3023-1-¾"M 4023-1-¾"M SPRINKLER (psi) 25 30 35 40 45 50 (bar) 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 BASE PRESSURE (psi) 29.00 36.25 43.50 50.75 58.00 #7 Nozzle - Lime (7/64") #7 Nozzle - Lime (2.78 mm) Flow (gpm) 1.68 1.84 1.99 2.12 2.25 2.37 (L/s) 0.11 0.13 0.14 0.15 – Diam. at 1.5' height (feet) 77 80 82 84 86 87 0.5 m (m) 24.2 25.1 26.0 26.6 – Diam. at 6.0' height (feet) 82 83 84 85 86 88 2.0 m (m) 25.2 25.7 26.1 26.6 – #8 Nozzle - Lavender (1/8") #8 Nozzle - Lavender (3.18 mm) Flow (gpm) 2.21 2.42 2.62 2.79 2.97 3.12 (L/s) 0.15 0.17 0.18 0.20 0.21 Diam. at 1.5' height (feet) 80 83 85 86 87 88 0.5 m (m) 25.1 26.0 26.4 27.0 27.9 Diam. at 6.0' height (feet) 84 86 87 88 89 90 2.0 m (m) 26.1 26.6 27.0 27.5 27.9 #9 Nozzle - Grey (9/64") #9 Nozzle - Grey (3.57 mm) Flow (gpm) 2.81 3.08 3.33 3.56 3.78 3.98 (L/s) 0.19 0.21 0.23 0.25 0.27 Diam. at 1.5' height (feet) 83 85 87 88 90 91 0.5 m (m) 25.8 26.6 27.2 27.8 28.2 Diam. at 6.0' height (feet) 85 87 89 90 91 92 2.0 m (m) 26.4 27.2 27.6 28.1 28.5 #10 Nozzle - Turquoise (5/32") #10 Nozzle - Turquoise (3.97 mm) Flow (gpm) 3.49 3.82 4.13 4.41 4.68 4.93 (L/s) 0.24 0.26 0.29 0.31 0.33 Diam. at 1.5' height (feet) 85 87 89 90 91 92 0.5 m (m) 26.4 27.2 27.6 28.1 28.5 Diam. at 6.0' height (feet) 86 88 90 92 93 94 2.0 m (m) 26.7 27.6 28.3 28.7 29.1 METRIC - Diameter (meters)U.S. - Diameter (feet) U.S. - Diameter (feet)U.S. - Diameter (feet) METRIC - Diameter (meters) SPRINKLER (psi) 30 35 40 45 50 55 60 (bar) 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 BASE PRESSURE (psi) 29.00 36.25 43.50 50.75 58.00 #10 Nozzle - Turquoise (5/32") #10 Nozzle - Turquoise (3.97 mm) Flow (gpm) 3.82 4.13 4.41 4.68 4.93 5.17 5.40 (L/s) 0.24 0.26 0.29 0.31 0.33 Diam. at 1.5' height (feet) 86 89 91 93 95 96 97 0.5 m (m) 26.0 27.3 28.2 29.0 29.4 Diam. at 6.0' height (feet) 92 94 96 97 98 99 100 2.0 m (m) 27.9 28.8 29.5 29.9 30.4 #11 Nozzle - Yellow (11/64") #11 Nozzle - Yellow (4.37 mm) Flow (gpm) 4.63 5.00 5.34 5.67 5.98 6.27 6.55 (L/s) 0.29 0.32 0.35 0.38 0.41 Diam. at 1.5' height (feet) 89 92 94 96 98 99 100 0.5 m (m) 26.9 28.2 29.1 29.9 30.4 Diam. at 6.0' height (feet) 94 96 98 100 102 103 104 2.0 m (m) 28.5 29.4 30.3 31.1 31.6 #12 Nozzle - Red (3/16") #12 Nozzle - Red (4.76 mm) Flow (gpm) 5.52 5.97 6.37 6.76 7.13 7.48 7.81 (L/s) 0.34 0.38 0.42 0.45 0.48 Diam. at 1.5' height (feet) 92 95 97 99 101 102 103 0.5 m (m) 27.9 29.1 30.0 30.8 31.3 Diam. at 6.0' height (feet) 97 99 101 103 105 107 108 2.0 m (m) 29.4 30.3 31.2 32.1 32.8 #13 Nozzle - White (13/64") #13 Nozzle - White (5.16 mm) Flow (gpm) 6.50 7.02 7.49 7.95 8.38 8.80 9.19 (L/s) 0.40 0.45 0.49 0.53 0.57 Diam. at 1.5' height (feet) 94 97 99 101 103 104 105 0.5 m (m) 28.5 29.7 30.6 31.4 31.9 Diam. at 6.0' height (feet) 100 103 106 109 112 115 117 2.0 m (m) 30.2 31.6 32.9 34.3 35.4 #14 Nozzle - Blue (7/32") #14 Nozzle - Blue (5.56 mm) Flow (gpm) 7.49 8.09 8.63 9.17 9.66 10.1 10.6 (L/s) 0.46 0.52 0.57 0.61 0.66 Diam. at 1.5' height (feet) 96 99 101 103 105 106 107 0.5 m (m) 29.1 30.3 31.2 32.0 32.5 Diam. at 6.0' height (feet) 102 106 110 114 118 122 125 2.0 m (m) 30.8 32.6 34.4 36.1 37.7 Fuente:CatálogoSenninger.
  • 115. 115 Paso 12 Cálculo del tiempo de aplicación (ta) El tiempo de aplicación que resultará dada la pluviometría del aspersor elegido estará dada por la expresión: (10.17) Sustituyendo con los valores calculados en los pasos 7 y 11: ta = 56 / 5.4 = 10.4 h Si resultara un ta superior al tos, deberíamos regresar al paso 5 y reducir el intervalo de aplicación. Paso 13 Superficie por postura (Spost) Una postura de riego es la superficie que se riega de manera simultánea. No debemos confundirlo con turno, ya que este último concepto tiene que ver con el número de regantes19 . Esta superficie estará determi- nada por la expresión: Spost (m2) = nasp × s2 (m2) (10.18) Sustituyendo con los datos del ejemplo (re- cordemos del punto 11 que el número de aspersores es cuatro, y la separación entre los mismos 18 m): Spost = 4 × 182 = 1,296 m2 Como podemos calcular fácilmente, la su- perficie total bajo riego necesitará 16 ó 17 posturas para ser regada en su totalidad, es decir, un número muy diferente del de turnos, uno por productor. Paso 14 Número de posturas por día (npost) Se calculará con la expresión (10.19) y se ajustará posteriormente a un número entero. En el ejemplo: npost = 21 / 10.4 = 2.02 npost = 2 posturas Paso 15 Superficie regada por día (Sd) Calculada con la expresión: Sd (m2 ) = Spost (m2 ) × npost (10.20) que para el ejemplo toma un valor de: Sd = 1,296 × 2 2,600 m2 Paso 16 Comprobación Con el fin de comprobar la bondad de los cálculos efectuados, comprobaremos que la superficie regada por día multiplicada por el intervalo entre riegos es aproximadamente igual a la superficie total bajo riego: Sd × I = 2,600 m2 /día × 6 días = 15,600 m2 16,258 m2 (error = 4%) Luego los cálculos son correctos. (mm/h)Pluv (mm)D (h)t asp b a a os post t t n 19 Por ejemplo, un agricultor puede necesitar varias posturas durante su turno para regar el total de su superficie. Y viceversa, en una misma postura puede regarse la tierra de dos productores, cuyo turno coincide. Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 117. 117Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 11 Conceptos básicos de hidráulica
  • 118. 118 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 119. 119 La ecuación de continuidad establece que en una tubería donde varíe la sección de la misma pero el caudal se mantenga constante se cumplirá que (ver Figura 36): Q = S1 × U1 = S2 × U2 = constante (11.1) En otras palabras, dado que el caudal es constante, también será constante el produc- to de la sección por la velocidad del fluido. La utilidad de la ecuación de continuidad para nuestros fines es que, conociendo el caudal que circula por una tubería y los diferentes diámetros de esta en sus distintos tramos, podremos siempre conocer la velocidad del fluido. 11. Conceptos básicos de hidráulica 11.2 Hidrostática Hidrostática es el estudio de los fluidos cuan- do estos están en reposo. En otras palabras, en esta sección vamos a estudiar cómo se comporta el agua en un sistema de riego cuando no está circulando. Llamamos presión a la fuerza que ejerce un fluido (como el agua) sobre cualquier objeto que esté en contacto con ese fluido. En el caso de los sistemas de minirriego, nos va a interesar particularmente la presión que ejer- za el agua sobre las paredes de las tuberías que la conducen. Cualquier persona que bucee hasta el fon- do de un lago o piscina, o se sumerja unos cuantos metros por debajo del nivel del mar, rápidamente aprende que la presión del agua se incrementa conforme se desciende, pero no varía si se nada horizontalmente. Con- cretamente, la presión en cualquier punto del agua es directamente proporcional a la longitud de la columna de agua que existe entre ese punto y la superficie del agua. Es por ello que frecuentemente se expresa la presión en metros de columna de agua (mca) Figura 36 Ecuación de continuidad. S1 S2 U2 U1 11.1 Ecuación de continuidad Como vimos en la sección 3.1, el caudal que pasa a través de una sección transversal de área S, en la que la velocidad media es U, viene dado por la expresión: Q = S × U Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 120. 120 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego o abreviadamente en metros. A la presión medida en estas unidades se le denomina altura de presión. Observemos un sistema de minirriego donde el agua no esté fluyendo desde el tanque por- que la llave del final está cerrada, es decir, está en equilibrio estático (ver Figura 37). Si introdujéramos unos pequeños tubos ver- ticales de suficiente longitud en la tubería principal, veríamos como el nivel del agua en cada tubo alcanzaría exactamente el nivel del agua en el tanque. A partir de la figura, podemos definir los siguientes conceptos aplicables a sistemas en equilibrio estático: A la prolongación imaginaria del nivel de la superficie del agua en el tanque, la cual coincide con el nivel donde llega el agua en los tubos, se le denomina nivel estático. • La altura de estas columnas de agua será precisamente el valor de la presión en la tubería en los puntos donde se hayan in- sertado los tubos, la cual se denomina presión estática. Esta presión se mide como altura de presión, por ejemplo, la presión estática del punto A de la figura es de 10 mca, la altura de la columna de agua. Como vemos en la figura, esta presión estática puede calcularse también como la diferencia de elevación o altitud entre el terreno y la superficie del agua en el tanque. Así, podemos saber sin ne- cesidad de tubo que la presión estática en el punto B de la figura será de 20 m (insistimos en que se usa indistintamente mca o m). • Figura 37 Sistema en equilibrio estático. Presión estática en el punto A TUBERÍA 35 30 25 20 15 10 5 0 A Nivel estático ELEVACIÓNRELATIVA(M) Tanque Llave cerrada B C
  • 121. 121 La importancia de la presión estática se de- riva de que: En función de la presión estática existente en un punto dado, la tubería o manguera en ese punto deberá ser de mayor o menor espesor de pared, lo cual le dará, respec- tivamente, mayor o menor resistencia a la presión. Como se explica en detalle en el Anexo C, las tuberías o mangueras normalizadas (es decir, fabricadas conforme a normas o estándares internacionales) suelen ca- racterizarse por un número llamado SDR. La Tabla 26 muestra, para el caso del PVC, la equivalencia entre el SDR y el timbraje, es decir, la máxima presión que son capa- ces de soportar los tubos, expresado en PSI (los números impresos habitualmente en los mismos) o en mca. • Relación entre SDR y timbraje.Tabla 26 SDR Timbraje (PSI) Timbraje (mca) 41 100 70 32.5 125 88 26 160 112 21 200 140 17 250 176 13.5 315 221 Para mangueras de poliducto no normali- zado tomaremos un SDR igual a 26, y un timbraje de 25 mca. Representa la energía máxima disponible en el sistema para llevar el agua hacia un determinado punto. Por ejemplo, la pre- sión estática existente en el punto C de la Figura 37 es la máxima energía disponible para llevar el agua hasta ese punto. • Figura 38 Niveles estáticos en una red a presión. Nivel estático 1 Nivel estático 2 Nivel estático 3 Llave cerrada Tanque Captación CRP Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 122. 122 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Es importante explicar que el nivel estático en red a presión se mantendrá constante mientras el agua no entre en contacto con la atmósfera. Tan pronto el agua encuentra una superficie libre (como un tanque, una caja re- unidora, o una caja rompepresión), la presión estática pasa a ser cero y a partir de esta nueva superficie libre existirá un nuevo nivel estático. En la Figura 38 se aprecia mejor: en ella podemos ver como el nivel estático con el que se parte en la captación pasa a cero al llegar al tanque. De aquí nace un nuevo nivel estático que se mantiene hasta la caja rompepresión (CRP), donde nuevamente pasa a cero e inicia un nuevo nivel estático que ya se mantiene hasta la llave al final del sistema. 11.3 Hidrodinámica Supongamos que abriésemos parcialmente la llave del sistema de la Figura 37, y que el nivel del agua en el tanque se mantiene ya que se llena tan rápido como se vacía. Ob- servaríamos en los tubos que están insertos en la tubería que el nivel del agua decrecería, como muestra la Figura 39. La línea a trazos de la figura es una línea ima- ginaria que une los puntos donde llegarían las columnas de agua y se denomina línea piezométrica o línea de gradiente hidráu- lico (LGH). Esta línea piezométrica cambiará según cambie el diámetro de la tubería, la velocidad del agua, o el caudal que circula por la misma. La altura de las columnas de agua en este caso en que el agua está en movimiento representan la llamada presión dinámica o presión residual (ver punto C en la Figura 39), y al igual que en el caso de la presión estática se mide en forma de altura de columna de agua, es decir, en mca o m. Figura 39 Sistema en equilibrio dinámico. Presión dinámica en el punto C Pérdida de carga (hf ) Longitud de la tubería=175 m Línea piezométrica TUBERÍA 35 30 25 20 15 10 5 0 A Nivel est ático Elevaciónrelativa(m) Tanque Llave abierta C
  • 123. 123 Es muy importante tener claro el concepto de presión dinámica porque esta es la que va a proporcionar la energía necesaria para hacer posible el flujo del agua por la tubería. Un valor negativo de la presión dinámica siem- pre será inadmisible, bien porque provocará que el flujo de agua se detenga (como en la Figura 40a, donde el agua jamás llegará al punto A), o bien porque existirán fenómenos de succión totalmente desaconsejables (en el caso b) el agua llegará al punto D porque la presión dinámica es positiva, pero existi- rá succión entre los puntos B y C, donde la presión dinámica es negativa). 11.3.1 Fricción y turbulencia ¿Por qué disminuye la presión cuando se pasa de una situación estática a una dinámi- ca? Según se mueve el agua por las tuberías se pierde energía por fricción, es decir, por el rozamiento del agua contra la superficie de las tuberías. Por muy lisas que puedan parecer las paredes de cualquier tubo o man- guera, siempre existe una rugosidad que va provocar esa fricción y por tanto esas pérdi- das de energía (ver Figura 41). Estas pérdidas por fricción dependerán bá- sicamente de: La velocidad media del agua: cuanto ma- yor sea esta, mayor será la fricción. La longitud de la tubería: en una tubería más larga se acumularán lógicamente más pérdidas por rozamiento. El diámetro de la tubería: a menor diáme- tro el rozamiento será mayor. El material de la tubería, pues diferen- tes materiales tendrán también diferentes rugosidades. A lo largo de una conducción hidráulica es ne- cesario con gran frecuencia instalar no solo la tubería o manguera sino también una serie de dispositivos y piezas especiales tales como uniones, ensanchamientos, reducciones, de- rivaciones, filtros, llaves, etc. Estos dispositi- vos y piezas (denominados singularidades en su conjunto) ocasionan cambios bruscos en la velocidad y la dirección del agua, y originan a su vez unas turbulencias en las cercanías de las piezas singulares que provocan unas pérdidas de energía adicionales a las causa- das por el rozamiento. • • • • Figura 40 Casos particulares de la línea piezométricas. Línea de la conducción Línea piezométrica Presión dinámica negativa Presión dinámica negativa Presión dinámica positivva A B C D Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 124. 124 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego En hidráulica, estas pérdidas de energía por fricción y turbulencia se denominan pérdidas de carga, y representan justamente (ver Figu- ra 39) la diferencia entre la presión estática y la presión dinámica, o en otras palabras, la presión estática equivale a la suma de la presión dinámica más las pérdidas de carga. Como decíamos anteriormente, la presión es- tática es la energía máxima disponible para el flujo del agua. En función de cómo de gran- des sean las pérdidas de carga, existirá una mayor o menor presión dinámica, es decir, una mayor o menor energía realmente dispo- nible para el movimiento del agua, y siempre inferior a la máxima. Existen dos maneras de expresar las pérdi- das de carga: Al igual que la presión estática y dinámica, pueden expresarse como altura de colum- • na de agua. En este caso, se denominan hf, y se miden, naturalmente, en mca o m. Otra manera de expresar las pérdidas se- ría en forma de porcentaje, como mca de pérdidas de carga por cada 100 metros de longitud de tubería. Las pérdidas de carga así medidas se denominan J. La relación entre ambas formas de me- dir las pérdidas de carga está dada por la expresión: (11.2) donde L es la longitud de la tubería en me- tros. Es relativamente frecuente encontrar en la literatura que no se utilice el símbolo % para J sino m/100 m. • 100 (m)L (mca)h (%)J f Ejemplo: En el punto C de la Figura 39, y con el auxilio de la escala del eje vertical, podemos estimar una hf de aproximadamente 10 mca. Como podemos ver, esta es la diferencia entre la presión estática (aproximadamente 26 mca) y la dinámica (unos 16 mca). Igualmente podemos expresar las pérdidas de carga en forma de porcentaje. Así, suponiendo que entre la salida del tanque y el punto C haya 175 m de tubería, ten- dremos que: • • mm/1005.75.7%100 m175 mca10 J Figura 41 Rugosidad interna de las tuberías y mangueras.
  • 125. 125 Con la ayuda de la Figura 42, terminamos de explicar y resumimos los conceptos que necesitaremos tener claros para encarar con éxito el diseño hidráulico de un sistema de minirriego: Como podemos ver, en el punto A la presión estática es igual a la suma de la presión dinámica más las pérdidas de carga. • La cota geométrica no es otra cosa que la coordenada Z calculada en el estudio topográfico (ver módulo 6). Se denomina cota piezométrica a la suma de la cota geométrica más la presión diná- mica. La línea piezométrica une las cotas piezométricas de todos los puntos de la tubería. • • 11.4 Estimación de las pérdidas de carga En la sección anterior hemos explicado lo fundamental que es conocer la presión di- námica disponible en cualquier punto de una tubería, dado que la existencia de presio- nes dinámicas negativas implicarán que se detenga el flujo del agua o la aparición de fenómenos indeseables de succión. Las pre- siones dinámicas se calcularán de manera indirecta de la siguiente manera: Primeramente calcularemos para cada punto de la tubería la presión estática disponible. Esta se calculará (ver Figura 42) como diferencia entre la cota geomé- trica del tanque, caja o fuente (es decir, el nivel estático) y la cota geométrica en cada punto. • Figura 42 Conceptos de hidrostática e hidrodinámica. Tubería Línea piezométrica Cota piezométrica Cota geométrica A Cota dinámica Pérdida de carga Presión estática Nivel estático Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego
  • 126. 126 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Seguidamente estimaremos las pérdidas de carga. Finalmente, calcularemos la presión di- námica como diferencia entre la presión estática y las pérdidas de carga. El primer y tercer paso son, pues, puramente aritméticos y no presentan ninguna dificultad. El desafío fundamental será la estimación de las pérdidas de carga, y a ello dedicamos la presente sección. A la hora de calcular estas pérdidas de carga, distinguiremos: Pérdidas de carga continuas (hf): son las que existen como consecuencia de la fric- ción con tuberías y mangueras. Pérdidas de carga accidentales, singu- lares o localizadas (hS): las provocadas por el paso del agua a través de puntos singulares. Cuantitativamente suelen ser muy inferiores a las primeras, y sólo las comentamos brevemente más adelante. Las pérdidas de carga totales (hT) serán igua- les a la suma de las continuas más las sin- gulares, y dado lo reducido de estas últimas en las condiciones más habituales, práctica- mente iguales a las continuas: hT = hf + hs hf (11.3) 11.4.1 Número de Reynolds El número de Reynolds (Re) es un parámetro adimensional relacionado con las caracte- rísticas del flujo. En concreto, representa la relación entre las fuerzas de inercia del fluido (derivadas de su movimiento) y las fuerzas de fricción (consecuencia del rozamiento del fluido con las paredes de las tuberías). • • 1. 2. Para lo que nos va a ser de utilidad este número es para calcular la pérdida de car- ga por fricción. Su valor está dado por la expresión: (11.4) donde: Q = caudal (m3 /s) = número Pi = 3.1416 D = diámetro interior (m) = viscosidad cinemática del agua = 1.01 × 10-6 m2 /s (a 20ºC) 11.4.2 Fórmula universal o ecuación de Darcy-Weisbach La pérdida de carga por fricción está dada por la fórmula de Darcy-Weisbach: (11.5) donde: hf = pérdida de carga por fricción (mca) f = factor de fricción (adimensional) L = longitud de la tubería (m) Q = caudal (m3/s) D = diámetro interior de la tubería (m) Para el cálculo de f se sigue el siguiente procedimiento: Para Re 2000 se dice que existe un régimen laminar en el flujo de agua, y la ecuación para el cálculo de f es20: (11.6) 20 En la literatura se denomina a veces a esta ecuación como la de la recta de Poiseuille. – – – – – – – – – • 5 2 f D12.1 QLf h Re 64 f = Re = 4 × Q = 1260633 × Q × D × D
  • 127. 127 Como vemos esta ecuación no presenta ninguna dificultad, aunque para los diá- metros y caudales más habituales en los sistemas de minirriego no se dará este régimen. Para Re > 2000, el flujo del agua se dice que está en los regímenes crítico o turbu- lento, y la expresión de f es: (11.7) que es la llamada ecuación de Colebrook, donde: – k = coeficiente de rugosidad de la tu- bería (mm). Depende del material y el estado de la misma. Ver la Tabla 27 para averiguar los valores. – D = diámetro interior de la tubería (mm) – ¡ATENCIÓN!, esta ecuación y las 11.9 y 11.10 son las únicas ecuacio- nes donde D va en milímetros y no en metros. • Material y estado de la tubería k (mm) Tuberías de plástico: Polietileno (PE) PVC • • 0.002 0.02 Tuberías metálicas: Acero o hierro galvanizado: Nuevas, buena galvanización Galvanización ordinaria Fundición: Nuevas Nuevas con revestimien- to bituminoso Asfaltadas Después de varios años en servicio • • • • • • 0.07 – 0.10 0.10 – 0.15 0.25 – 1.0 0.10 – 0.15 0.12 – 0.30 1.0 – 4.0 Hormigón y fibrocemento: Hormigón: Superficie muy lisa Condiciones medias Superficie rugosa Hormigón armado Fibrocemento: Nuevas Después de varios años de uso • • • • • • 0.3 – 0.8 2.5 3 – 9 2.5 0.05 – 0.10 0.60 D3,71 k fR 2,51 log2 f 1 e Valores del coeficiente de rugosidad k. Tabla 27 Como se puede observar, existe una gran dificultad para hallar f, ya que aparece en ambos lados de la fórmula (en otras palabras, no se puede despejar f). Esto es lo que en matemáticas se denomina una ecuación im- plícita, y la única manera de resolverla es me- diante aproximaciones sucesivas, con ayuda de mucha paciencia, calculadoras científicas programables o computadoras. Dada esta dificultad, en el pasado se han de- sarrollado diversas fórmulas para calcular de manera aproximada o bien el factor f, o bien directamente hf. Revisamos estas fórmulas en la sección siguiente. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 128. 128 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Aunque similar a la de Colebrook, presenta la gran ventaja de que permite calcular f di- rectamente, puesto que puede despejarse, y arroja errores siempre inferiores al 1.5% para los caudales y diámetros más habitua- les en los minirriegos. Obviamente es pre- ferible usar esta ecuación en vez de la de Hazen-Williams pese a que haga el cálculo un poco más complicado. El valor de f, una vez despejado, es: (11.10) En definitiva, el procedimiento que se pro- pone desde este manual para el cálculo de las pérdidas de carga en tuberías es el siguiente: Calcular Re según la ecuación 11.4. Cálculo de f: Si Re 2,000 calcular f mediante la ecuación 11.6 (insistimos en que este caso no se dará prácticamente nunca). Si Re > 2,000: i. Si se cuenta con suficiente destreza en el uso de calculadoras científicas programables u hojas electrónicas de cálculo (se proporciona una en el CD que acompaña al manual), programar la calculadora o la hoja de cálculo21 para que halle f mediante aproxima- ciones sucesivas a partir de la ecua- ción 11.7. ii. Si no se cuenta con esa destreza, cal- cular f mediante la ecuación 11.10. 21 En el Anexo I se detalla el código necesario para crear una función en Microsoft Excel® que calcula hf me- diante la ecuación universal de pérdidas de carga de Darcy-Weisbach. 1. 2. a) b) 11.4.3 Fórmulas empíricas para el cálculo de hf Para el cálculo de las hf, la fórmula empíri- ca más utilizada en Centroamérica es la de Hazen-Williams: (11.8) donde: C es un factor que depende del material y el desgaste de la tubería, y que no tiene unidades. Los valores que toma C para los materiales más utilizados en los sistemas de minirriego son: • 1,85 4,871,85f QL DC 10,67 h Valores del factor C de la ecuación de Hazen-Williams. Tabla 28 Material C PVC 150 PE (poliducto) 140 HG 100 L = longitud de la tubería en m. Q = caudal en m³/s D = diámetro interior en m. Esta fórmula se diseñó para su utilización con diámetros de tubería superiores a los 50 mm y velocidades del agua inferiores a los 3 m/s. Dado que estas condiciones no siempre se dan en los minirriegos, puede llegar a arrojar errores superiores al 15%, lo que es inadmisible. En 1976 dos científicos, Swamee y Jain, pu- blicaron un trabajo en el que propusieron la siguiente expresión: (11.9) • • • 0.9 eR 5.74 D3.7 k log2 f 1 2 0.9 eR 5.74 D3.7 k log2f
  • 129. 129 Finalmente, calcular las hf mediante la ecuación 11.5. En caso de que se necesiten las hf en forma porcentual (J), aplicar la ecuación 11.2. 11.4.4 Pérdidas de carga singulares Como decíamos más arriba, estas pérdidas de carga son cuantitativamente mucho me- nores que las continuas. Suele adoptarse el criterio de despreciarlas para aquellos casos 3. 4. donde el tramo de tubería entre puntos sin- gulares tenga una longitud de más de 1,000 veces su diámetro. Por ejemplo, para una tubería de 50 mm de diámetro interior, des- preciaremos las pérdidas de carga singulares si los tramos de tubería entre singularidades son mayores de 50 m (50 mm × 1,000 = 50,000 mm = 50 m). Para aquellos casos donde se haga necesario el cálculo de las pérdidas de carga singulares, se remite al lector al Anexo L. 11.5 Golpe de ariete El fenómeno conocido como golpe de ariete tiene lugar cuando en una tubería o man- guera se abre o cierra con rapidez una llave de paso o una bomba. Aparece entonces el característico martilleo que todos hemos observado alguna vez en redes de riego o agua potable, y que pueden llegar a producir la rotura de la conducción. Consideremos por ejemplo un sistema de gravedad como el de la Figura 39. El agua se mueve por la tubería con una velocidad determinada y mediante la llave del final se le corta el paso totalmente. El agua más próxi- ma a la llave se detendrá bruscamente y será empujada por la que viene detrás. Como el agua es algo compresible (es decir, que se puede comprimir), empezará a comprimirse en las proximidades de la válvula, y el resto del líquido comprimirá al que le precede has- ta que se anule su velocidad. Paralelamente, también se provoca una dilatación de las pa- redes de la tubería o manguera. Esta compresión se va trasladando hacia el origen conforme el agua va comprimiendo al límite la que le precede, de manera que al cabo de un cierto tiempo toda el agua de la tubería está en estas condiciones, compri- mida, concluyendo la primera etapa del gol- pe de ariete. Una vez que la compresión ha alcanzado el origen de la tubería (el extremo opuesto al de la llave), el agua empieza a descomprimirse (depresión) igualmente des- de un extremo a otro, constituyendo así una segunda etapa del golpe de ariete. El agua contenida en la tubería o manguera se comporta durante el golpe de ariete de manera semejante a un muelle que sea com- primido desde su estado de equilibrio hasta su límite. Si soltamos el muelle después de haberlo comprimido, este pasará por diversos estados de mayor y menor estiramiento hasta que alcance de nuevo su estado de equili- brio. Igualmente el agua pasará por diversas fases de compresión y descompresión hasta alcanzar nuevamente el equilibrio, durante las cuales sufrirá un movimiento oscilatorio similar al de una onda, de ahí que hablemos de onda de presión. Estas sobrepresiones (las sucesivas compre- siones y descompresiones) en las paredes Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 130. 130 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego de la tubería o manguera son las causantes del martilleo que mencionábamos, y pueden llegar a producir la rotura de la conducción. Su efecto deberá sumarse al de la presión estática, de modo que el timbraje de la tu- bería deberá seleccionarse de acuerdo a la suma de ambos valores. En principio, la magnitud del golpe de ariete depende de los siguientes factores: La velocidad del agua. A más velocidad, mayor sobrepresión, de ahí que se suelan establecer valores máximos de la veloci- dad del agua en los sistemas de conduc- ción de agua, ya sean para riego o agua potable. Estos límites serán de 3 m/s para sistemas construidos en PVC, HG y PE nor- malizado, y de 0.7 m/s para sistemas de PE no normalizado o poliducto. La longitud de la tubería. El golpe de arie- te será mayor entre mayor sea la longitud de la tubería. El material de la tubería. La elasticidad del material de la tubería o manguera per- mite en cierta medida disminuir o absorber el valor de las sobrepresiones. El golpe de ariete será, por tanto, mayor en conduc- ciones de HG (por ser más rígido y menos capaz de absorber las sobrepresiones), y menor para las de PE, alcanzando para las de PVC valores intermedios. El llamado tiempo de maniobra (tm), que es el tiempo que se ocupa en abrir o cerrar una llave o bomba. Claramente, podre- mos intervenir en este tiempo en el caso de llaves manuales, pero será inviable hacerlo en el caso de válvulas de flote o bombas. • • • • El procedimiento que se sigue para evaluar la magnitud del golpe de ariete en sistemas por gravedad (en el caso de sistemas por bombeo el procedimiento es ligeramente di- ferente y no va a detallarse en este manual) es el siguiente: Primeramente calcularemos la celeridad de la onda de presión, es decir, la velo- cidad a la cual la onda se desplaza por el interior de la tubería. Está dada por la fórmula de Allievi: (11.11) Se presentan dos expresiones equivalen- tes de la misma. En ellas: – a es la celeridad de la onda – Di, e y SDR son, respectivamente, el diámetro interior, el espesor y el SDR de la tubería o manguera. En el caso de utilizar la primera expresión, Di y e de- berán estar expresados en las mismas unidades, es decir, o ambos en metros o ambos en milímetros. En el caso del poliducto no normalizado, podemos to- mar un valor para el SDR de 26. – K es un factor adimensional que depen- de del material de la tubería y que toma los siguientes valores: Material K PVC 33.3 PE o poliducto 500 HG 0.5 En caso de que el tramo que estemos ana- lizando esté formado por subtramos con diferentes diámetros, calcularemos un va- 1. 2)(SDRK48.3 9900 e D K48.3 9900 (m/s)a i
  • 131. 131 lor medio de la celeridad que estará dado por la expresión: (11.12) donde L es la longitud total del tramo, y Li y ai son la longitud y celeridad de cada subtramo de diferente diámetro calculado según la ecuación 11.11. Seguidamente determinaremos el deno- minado tiempo crítico, el cual representa el tiempo que tarda la onda en recorrer un ciclo entero, es decir, una ida y vuelta completa por la tubería o manguera. Está dado por la expresión: (11.13) donde tc es el tiempo crítico expresado en segundos, L es la longitud del tramo en metros y a la celeridad de la onda en m/s. La comparación del tiempo de maniobra 2. (tm) que antes mencionábamos con este tiempo crítico nos va a permitir diferenciar un cierre lento de un cierre rápido. Así, si tm > tc consideraremos el cierre como lento, y en caso contrario como rápido. Determinaremos a continuación el valor máximo de la sobrepresión. Para cie- rres lentos, estará dada por la expresión de Michaud: (11.14) donde: – Hmax = valor máximo de la sobrepre- sión por golpe de ariete en mca. – L = longitud de la tubería o manguera en m. – U = velocidad media del agua en m/s (no confundir con la celeridad). – g = 9.81 m/s2 – tm = tiempo de maniobra en segundos. 3. n n 2 2 1 1 a L ... a L a L L a a L2 (s)tc Hmax = 2 × L × U g × tm Manual práctico para diseño de sistemas de minirriego Figura 43 Sobrepresión por golpe de ariete con cierre lento. Sobrepresión Nivel estático Hmax Conducción Llave cerrada Captación
  • 132. 132 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Como muestra la Figura 43, la sobrepre- sión se representa gráficamente a partir del nivel estático de la conducción. Al- canzará el valor máximo justo en el punto donde está situada la llave que se cierra, a partir de la cual se reduce de manera lineal hasta que toma un valor cero en la superficie libre (captación, tanque o CRP) que da inicio al tramo. Por el contrario, para cierres rápidos, la sobrepresión máxima estará dada por la expresión de Allievi: (11.15) siendo a, como ya sabemos, la celeridad de la onda de presión. tra la Figura 44 (línea gruesa continua), esta se mantiene en una longitud de tu- bería igual a la total menos la denominada crítica, lugar a partir del cual disminuye hasta reducirse a cero en la superficie li- bre de origen. El valor de la longitud crítica está dado por la expresión: (11.16) Finalmente deberemos considerar los va- lores de presión máxima y mínima sopor- tadas por la tubería. La máxima presión soportada por la tubería será la máxima suma de la sobrepresión por golpe de arie- te y la presión estática, y deberá ser infe- rior al timbraje de la tubería o manguera: P máxima = máx (Pe + H) < timbraje (11.17) 4. 2 ta (m)L m c Hmax = a × U g En el caso de cierres rápidos, la sobrepre- sión alcanza igualmente su valor máximo en la llave que se cierra, pero como mues- Figura 44 Sobrepresión por golpe de ariete con cierre rápido. Sobrepresión Nivel estático LC Conducción Llave cerrada Captación L - LC Hmax
  • 133. 133 Gráficamente, la suma de la presión está- tica y la sobrepresión por golpe de ariete será la altura del polígono comprendido entre la línea de sobrepresión y la línea de la conducción (ver área en blanco de la Figura 45a). Es importante tener en cuen- ta que es el valor máximo de esta suma la que debemos comparar con el timbraje, y que ese valor máximo de la suma no se da necesariamente en el punto de máxi- ma sobrepresión por golpe de ariete. En la Figura 45a podemos ver como la presión máxima se da en el punto B, donde la al- tura del polígono es máxima. Por otra parte, la presión mínima estará dada por la diferencia de la presión está- tica y la sobrepresión (descompresión), cuyo valor mínimo deberá ser mayor a la presión de vapor del agua menos la at- mosférica con el fin de evitar la cavita- ción22 : Para temperaturas del agua infe- riores a 80 ºC, es suficiente con que se cumpla la expresión: P mínima = min (Pe – H) > –5 mca (11.18) Si existieran problemas de presión mínima, deberá aumentarse el diámetro de la con- ducción con el fin de reducir la velocidad. 22 Un líquido puede pasar a vapor de dos maneras, o bien aumentando su temperatura, o bien disminuyendo su presión. El valor de presión absoluta (la suma de la que existe en la manguera o tubería más la atmosférica que como sabemos es de 10.33 mca) al cual un líquido pasa a vapor se denomina presión de vapor del líquido correspondiente, y en el caso del agua varía aproximadamente entre 0 y 10 mca según su temperatura. Si el agua pasa a vapor, se forman unas burbujas (las cuales se llaman cavidades, de ahí el nombre del fenómeno) que al ganar presión nuevamente revientan violentamente (implotan), fenómeno llamado cavitación y que provoca daños importantes y erosión de tuberías, piezas y bombas. Figura 45 Determinación gráfica de presiones máximas y mínimas Línea de conducción Línea de sobrepresión Captación Nivel estático Nivel estático Nivel estático Hmax Hmax Hmax Pe+ H max (Pe+ H) min (Pe - H) min (Pe - H) Llave cerrada A a) b) c) C D B Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 134. 134 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Para representar la línea de descompresión simplemente “giramos” la línea de sobre- presión utilizando el nivel estático como “bi- sagra”, de modo que tendremos una línea como la de la Figura 45b. La determinación gráfica de la presión mínima puede, no obs- tante, ser objeto de confusión ya que pueden darse dos casos: Si la línea de descompresión está entera- mente por encima de la de conducción, la presión mínima será la mínima altura del polígono comprendido entre ambas líneas (punto C de la Figura 45b). Por el contrario, si en algún tramo la línea de descompresión corta a la de conduc- ción y pasa “por debajo” de esta, la pre- sión mínima será la máxima altura de los pequeños polígonos que forman en esos tramos ambas líneas (triángulos en blanco de la Figura 45c, punto D). Insistimos en el hecho de que en todos los tramos de la conducción se deberán dar am- bas condiciones, la de presión máxima y la de presión mínima, dadas respectivamen- te por las ecuaciones (11.17) y (11.18). En caso de que no se cumpla alguna de estas condiciones deberá procederse a tomar una o varias de las siguientes medidas23: Aumentar el timbraje de las tuberías, con el fin de que sean capaces de aguantar la presión máxima. Esta no es una solución factible en el caso del PE no normalizado dado que estamos diseñando sin consi- derar la existencia de diferentes timbrajes para ese material. 23 Se detallan solamente las medidas más simples de entre las posibles. En sistemas más complejos, existen otro tipo de medidas como chimeneas de equilibrio, calderones, válvulas automáticas de alivio y de retención, etc. • • • Reducir los valores de presión estática me- diante la colocación de CRP, con lo que por otra parte también estamos reduciendo la longitud de los tramos. Disminuir la velocidad media del agua me- diante la adecuada selección de diáme- tros. Como veremos más adelante en el diseño hidráulico, con el fin de reducir el fenómeno de golpe de ariete se conside- ran como velocidades máximas admisible del agua en las conducciones: – Para HG, PVC y PE normalizado: 3 m/s – Para PE no normalizado: 0.7 m/s Aumentar el tiempo de maniobra de aper- tura y cierre de las llaves. Esta solución será inviable en el caso de válvulas de flo- te de las presentes en tanques y CRP. En el caso de válvulas manuales deberemos calcular tiempos de maniobra realistas, ya que será muy difícil convencer a un pro- ductor para que cierre una válvula de 2” en, por ejemplo, 45 segundos. • • •
  • 135. 135 Ejemplo: Sea un sistema de riego de 1,900 m de longitud y 50 m de desnivel, con el perfil topo- gráfico de la Figura 46, construido con tubería de PVC, y que conduce un caudal de 2 L/s desde la captación hasta una toma situada al final. En su primer tramo, de 1,500 m, la tubería es de 2”–100 PSI, y en los 400 m restantes es de 1½”–125 PSI. Calcular la sobrepresión causada por el golpe de ariete considerando un tiempo de maniobra de cierre de la toma de 5 s. Solución: Del Anexo C sabemos que la tubería de 2”–100 PSI tiene un diámetro interior Di de 57.4 mm y un espesor e de 1.5 mm. La celeridad de la onda en este tramo será (considerando un valor de K de 33.3 por ser PVC el material): La tubería de 1½”–125 PSI tiene un Di de 45.2 mm y un espesor de 1.5 mm, luego su celeridad es: Según la ecuación 11.12 la celeridad media será: El tiempo crítico será: La velocidad media del agua en la toma la obtendremos a partir de la ecuación de con- tinuidad. En la toma el diámetro de la tubería es de 45.2 mm, luego la sección de la misma es: Con lo que la velocidad del agua, una vez conocida la sección y el caudal, es: m/s272 1.5 57.4 33.348.3 9900 a m/s305 1.5 45.2 33.348.3 9900 a m/s278 305 400 272 1500 1900 a s14 278 19002 tc S = × D² = 3.1416 × 0.0452 m² = 0.0016 m² 4 4 U = Q = 0.002 m³/s = 1.25 m/s S 0.0016 m² Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 136. 136 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Como tm < tc, el cierre se considera rápido y la sobrepresión alcanzará un valor máximo, según la expresión de Allievi, de: Calculamos ahora la longitud crítica con el fin de conocer a partir de donde la sobrepre- sión comienza a decrecer: Una vez conocidos estos dos valores podemos representar gráficamente la sobrepresión sobre el perfil altimétrico del sistema. En el ejemplo que nos ocupa, la sobrepresión es- tará representada por la línea gruesa continua, y la línea de descompresión por la línea gruesa a trazos. La presión máxima se da justo en el punto en U, y su valor puede determinarse midiendo directamente sobre el perfil altimétrico si este se ha trazado so- bre papel milimetrado: Pmax = 70 + 35.4 = 105.4 mca En cuanto a la presión mínima, su valor será: Pmin = 32.4 – 35.4 = –3.0 mca El valor de la presión mínima es superior a –5 mca, por lo que no es de esperar que se produzcan problemas por cavitación en la tubería. El valor de presión máxima, sin embargo, es superior tanto al timbraje de la tubería de 2” (100 PSI = 70 mca), como a la de 1½” (125 PSI = 88 mca), de modo que deberemos optar por una o varias de las opciones siguientes: Utilizar tubería de SDR 26, cuyo timbraje es de 112 mca y será por tanto capaz de soportar el valor de presión máxima. Construir una CRP que reduzca el valor de la presión estática y como consecuencia el de la presión máxima por debajo del timbraje de las tuberías. No obstante, deberemos cuidar que esta CRP, si finalmente se construye, no disminuye el valor de la presión dinámica necesaria en la toma. Asimismo, deberemos comparar el costo de construc- ción de esta CRP con el de aumento del timbraje que supone la solución anterior. Podríamos pensar en reducir igualmente la velocidad media del agua, pero esta solución parece poco factible dado que su valor (1.25 m/s) es ya suficientemente bajo. Calcular un tiempo de maniobra tal que el cierre sea lento, se reduzca el valor de la sobrepresión máxima, y por tanto disminuya también la presión máxima. • • • • m695 2 s5m/s278 L c Hmax = 278 m/s × 1.25 m/s = 35.4 mca 9.81 m/s²
  • 137. 137 Ejemplo: Sea un minirriego construido con poliducto no normalizado de 1¼“. En uno de los tra- mos, comprendido entre la captación y una toma de una parcela, el sistema conduce un caudal de 0.8 L/s. El tramo tiene una longitud 250 m y salva un desnivel de 20 m, con un perfil topográfico semejante al de la Figura 44. Comprobar si existe el fenómeno de golpe de ariete, y en este caso proponer las medidas necesarias. Solución: La celeridad de la onda, recordando que tomábamos un SDR de 26 para el poliducto no normalizado, será: El tiempo crítico será: Con un cronómetro se ha medido el tiempo que se tarda en cerrar completamente una llave de 1¼“, siendo este de 5 s. Como este tiempo de maniobra es inferior al tc, el cie- rre se considera rápido. Para el caudal y el diámetro mencionados resulta una velocidad media del agua de 1.01 m/s, luego la sobrepresión alcanzará un valor máximo de: m/s90 2)(2650048.3 9900 a Figura 46 Ejemplo de cálculo de la sobrepresión por golpe de ariete. 1040 1020 1000 980 960 940 920 Nivel estático max (Pe+ H) Hmax min (Pe – H) Línea de conducción Línea de descompresión 1,500m - 2” - 100 PSI 400m - 1½” - 125 PSI Línea de sobrepresión L - Lc Lc s5.6 90 2502 tc Hmax = 90 m/s × 1.01 m/s = 9.3 mca 9.81 m/s² Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 138. 138 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego En este caso, la máxima presión se dará justo en la llave y tendrá un valor de: Pmáx = 20 + 9.3 = 29.3 mca Mientras que la presión mínima será: Pmín = 20 – 9.3 = 10.7 mca Vemos como el valor de la presión máxima supera el timbraje del poliducto no normali- zado (25 mca). No existirán sin embargo problemas de presión mínima por ser su valor muy superior al límite de –5 mca establecido por la ecuación (11.18). Al considerar las medidas propuestas en la página 134: Como ya se ha comentado, el aumento en el timbraje de la tubería no es una opción ya que para poliducto no normalizado sólo existe uno. Podríamos pensar en colocar una CRP entre la captación y la toma de la parcela, pero dado el desnivel tan bajo existente y lo pequeño del sistema, la medida puede parecer exagerada en un primer momento. Podemos intentar reducir la velocidad media del agua aumentando un diámetro de entre los comerciales. Así, si consideramos el diámetro de 1½”, la velocidad media del agua será de 0.7 m/s, con lo que la sobrepresión máxima alcanzará un valor de 6.4 mca, y la presión máxima 26.4 mca. Este valor es aun superior a los 25 mca de timbraje. Podríamos aumentar a 2” de tubería, pero antes de recurrir a esto probemos a aumentar ligeramente el tiempo de maniobra. Deberemos intentar un tiempo de maniobra superior al crítico (5.6 s), de modo que el cierre se considere lento y podamos calcular la sobrepresión según la ecuación (11.14). además, deberá tener un valor que provoque una sobrepresión igual o inferior a 5 mca, que es el margen que tenemos entre el valor de presión estática (20 mca) y el timbraje de una tubería. Con un tm de 8 s, la sobrepresión será: Por lo tanto, las medidas que tomaremos para atenuar los efectos del golpe de ariete serán aumentar el diámetro de la conducción a 1½“ y aumentar el tiempo de maniobra de cierre desde los cinco a los ocho segundos. • • • • • Hmax = 2 × 250 m × 0.7 m/s = 4.5 mca 8 s × 9.81 m/s²
  • 139. 139Manual básico de diseño de sistemas de minirriego 12 Diseño hidráulico
  • 140. 140 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 141. 141 12.1 Unidades de medida El sistema de unidades que se utiliza en Honduras y el cual se usará por tanto en todo el diseño hidráulico es el internacional (SI). En este sistema, las magnitudes físicas más habituales se expresan en las siguientes unidades: Caudal (Q): litros por segundo (L/s) ó me- tros cúbicos por segundo (m3/s). Velocidad media del agua (U) y celeridad (a): metros por segundo (m/s). Sección o área transversal de conductos (S): metros cuadrados (m2). • • • Diámetro de tuberías circulares (D): metros (m) o milímetros (mm). Presión: metros de columna de agua (mca), o abreviadamente metros (m); aunque no es una medida del SI, es muy frecuente utilizar también el bar (no tiene abrevia- tura), el cual equivale aproximadamente a 10 mca. No obstante, como es relativamente fre- cuente el uso de unidades del sistema de unidades de EE.UU., se han incluido en el Anexo B factores de conversión entre ambos sistemas. • • 12. Diseño hidráulico 12.2 Procedimiento Con fines didácticos, se ha preferido explicar el proceso de diseño hidráulico mediante mé- todos gráficos, mucho más simples e intuiti- vos para personas que se estén iniciando en el diseño de redes de agua. Se considera que la comprensión de los principios de diseño hi- dráulico es mucho mejor por estos métodos, lo cual redundará en un futuro en una mejor comprensión de los procedimientos analíti- cos de cálculo que se encuentran en otros manuales, y en una más racional utilización del software especializado que existe para el diseño de redes y al que se puede tener acceso en el futuro. Al igual que en el diseño agronómico, se pre- senta una metodología por pasos con el fin de proporcionar más claridad a la explicación. Debe mencionarse, no obstante, que igual también que en el diseño agronómico, el pro- ceso de diseño hidráulico es iterativo, siendo a veces necesario regresar a un paso anterior para reiniciar el cálculo desde allí. Paso 1 Selección del material de la tubería o manguera Seis serán los criterios fundamentales que nos guiarán en el material que seleccionare- mos para la tubería del sistema: La diferencia de alturas entre la fuen- te de agua y las tomas de las parcelas. En principio, desniveles totales superiores a los 60 u 80 metros no aconsejarán la utilización de poliducto, puesto que sería necesaria la construcción de demasiadas cajas rompepresión que encarecerían sen- siblemente el sistema. a) Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 142. 142 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Los derechos de paso. Normalmente la conducción de un sistema de riego atra- vesará terrenos que no pertenecen a nin- guno de los regantes, sino que deberán ir por tierras de otros productores o por tierras públicas (como una carretera o el cauce de un río). Por ejemplo, un dueño de otra tierra puede dar permiso para que pase una manguera de poliducto que deja- mos sobre el terreno, pero no para enterrar una tubería de PVC. Y si la manguera tiene que pasar por algún lugar muy transitado (como un camino o carretera), no conven- drá utilizar poliducto sin enterrar para evi- tar cortes accidentales o intencionados de la manguera, y será mejor enterrar la tubería o manguera, o ponerla de HG. El terreno en sí por donde va a ir la con- ducción. En una tierra muy pedregosa, o en el cauce de un río, será imposible enterrar la tubería, con lo que no podrá utilizarse PVC, ya que este se degrada rápidamen- te por acción del sol y debe ser enterra- do. Por otra parte, en pasos aéreos para atravesar quebradas y barrancos, suele utilizarse HG, aunque podemos igualmente utilizar PE o PVC con una cubierta de PE para protegerlo del sol. La disponibilidad de mano de obra. Al con- trario que en sistemas de agua potable, donde suele contarse con toda la mano de obra disponible en una comunidad para el zanjeo e instalación de la conducción, en pequeños sistemas de minirriego para uno pocos regantes se cuenta con poca gente para el zanjeo. Si la conducción es relativamente larga, el zanjeo será imprac- ticable para tan poca gente, y sólo el PE o el HG serán una opción. La topografía del terreno. La existencia de numerosos puntos en U con profundi- b) c) d) e) dades mayores de 20 m, impedirá el uso del PE o al menos obligará a combinar en el sistema tramos en PE con tramos en PVC o HG (ver paso 4 más adelante). Por último, el presupuesto disponible. En principio el HG es el material más caro por metro lineal, de modo que se utilizará lo menos posible. Normalmente sólo se uti- liza en pasos aéreos o en lugares donde no se puede zanjear y se desaconseja la utilización de PE para evitar roturas. Por otra parte, el PE es el más barato y para sistemas pequeños y donde no exista pe- ligro de roturas será el aconsejable. Pero en sistemas con mucha diferencia de al- tura, habrá que considerar cuidadosamen- te si económicamente sale más rentable usar PE (más barato) a costa de tener que construir más CRP, o usar PVC, más caro por metro lineal pero más resistente a la presión y por tanto con menos necesidad de construir CRP. En el sistema de Nueva Zona que utilizamos como ejemplo para el diseño agronómico, las diferencias de altitud entre la fuente de agua y las tomas de las parcelas superan en algunos casos los 200 m, con lo que desde el punto de vista hidráulico lo recomendable sería construir el sistema en PVC, que como ya hemos mencionado debe ser siempre en- terrado para que no se arruine por acción del sol. Pero por otro lado, la longitud de la conducción y por tanto la distancia a zanjear supera el kilómetro y medio, y como recorda- mos, sólo son seis productores. Por lo tanto, desde el punto de vista de la disponibilidad de mano de obra, y dado que la conducción va por parcelas de familiares de ellos y no es de esperar que nadie pretenda arruinar la conducción, sería mejor construir el sistema en PE y dejar las mangueras sobre el suelo. Esto desde luego provocará que debamos f)
  • 143. 143 construir más CRP, y que debamos conside- rar muy bien la diferencia en costos (consi- derando dentro de los mismos la mano de obra invertida en un hipotético zanjeo) entre las dos alterativas. Paso 2 Necesidades de presión dinámica En este paso empezaremos a utilizar el pla- no altimétrico que se elaboró tras el estudio topográfico. Situaremos sobre el mismo las necesidades de presión dinámica en todo el sistema, las cuales son: En los puntos altos y cóncavos del sistema, un mínimo deseable de 10 m, y un mínimo absoluto de 5 m. En la entrada a tanques, CRP, cajas reuni- doras o repartidoras, 10 m. • • En las tomas de las parcelas, necesita- remos contar con una presión dinámica de: Ptoma = Pasp + hsoporte + hf manguera (12.1) donde: – Pasp = presión deseada de funciona- miento del aspersor tal y como se cal- culó en el diseño agronómico (mca). – hsoporte = altura del soporte del aspersor (m). – hf manguera = pérdidas de carga que se producen en las mangueras que conec- tan la toma de la parcela con los asper- sores (mca). • Ejemplo: Partiremos de las necesidades de presión del aspersor que seleccionamos en el di- seño agronómico. En el ejemplo que utilizamos, esta necesidad era de 3.0 bares, es decir, 30 mca. Los aspersores se encuentran además sobre soportes de una determinada altura. En el ejemplo del diseño agronómico, estos soportes eran de 2 m ya que se va a regar maíz y pasto. Normalmente las tomas de las parcelas estarán en un borde de estas y se necesitará una manguera que conecte la toma con los aspersores. Deberemos calcular las pér- didas de carga que se producen en esta manguera, y para ello seguiremos el proce- dimiento explicado en la sección 11.4. Como recordamos del diseño agronómico, el caudal era de 2 L/s. Suponiendo que utilizáramos una manguera de 1½”, y que esta tuviera una longitud de 120 m: Como Re > 2,000, y suponiendo que no contamos con calculadoras programables, calculamos f mediante la fórmula de Swamee-Jain: • • • • 66,175 m0.0381 /sm0.0021260633 R 3 e = × = 0.022 66,175 5.74 0.03813.7 0.00002 log2f 2 0.9 =+ × ×−= − Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 144. 144 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Y por último, según la ecuación de Darcy-Weisbach: La presión mínima en las tomas será por tanto: Pmin = 30 mca + 2 m + 10.9 m = 42.9 mca 43 mca • • Apoyándonos en el perfil altimétrico del sis- tema, seguiremos el siguiente procedimiento gráfico: Consideraremos cada tramo con diferente nivel estático de manera independiente, de modo que deberemos repetir este procedi- miento en cada uno de ellos. Por ejemplo, en la Figura 47 existen dos diferentes ni- veles estáticos, de modo que repetiremos este procedimiento dos veces. En cada tramo, y como primer tanteo, co- menzaremos trazando líneas paralelas al nivel estático, desde arriba hacia abajo. La distancia vertical que deberemos dejar entre el nivel estático y la primera línea, y entre líneas sucesivas, será: 1. 2. m10.9 0.038112.1 0.0021200.022 h 5 2 f Su pongamos como ejemplo un perfil altimé- trico como el de la Figura 47, que dispone de una captación, un tanque de almacena- miento, y dos tomas con una necesidad de presión dinámica igual a la del ejemplo ante- rior. Como vemos, en el perfil se han situado, en forma de flecha, los valores mínimos de presión dinámica que serán necesarios a la entrada del tanque (10 m), en los puntos altos y cóncavos del sistema (igualmente 10 m), y en las dos tomas (43 m). Paso 3 Colocación preliminar de las cajas rompepresión (CRP) Como vimos al estudiar los principios de hi- dráulica del Módulo 11, a menudo la presión estática será tan alta que deberemos colocar CRP para disminuirla y no sobrepasar así el timbraje de las tuberías o mangueras. Figura 47 Situación de necesidades de presión dinámica en el perfil altimétrico. 850 900 950 1,000 10 m 10 m 10 m 10 m 43 m 43 m
  • 145. 145 Para sistemas de PE no normalizado (poliducto): Si en el tramo no existe ningún tipo de llaves24 : 25 m, es decir, la máxima presión estática soportada por este material tal y como se explica en el módulo anterior y en el Anexo C. En tramos con llaves dejaremos 20 m, con el fin de permitir cierta tole- rancia a la sobrepresión por golpe de ariete. Para sistemas de PVC, HG o PE normalizado: En tramos donde no existen llaves, dejaremos una distancia vertical igual al menor de los timbrajes disponibles para el diámetro que esperamos colocar en ese tramo, con el fin de ahorrar costos (para un mismo diámetro, el precio de 24 No sólo se consideran llaves a las de las tomas de las parcelas. Un tramo que acabe en un tanque o caja con una válvula de flote a su entrada es igualmente un tramo con llaves. Pero al evaluar si un tramo es con o sin llaves, no se tienen en cuenta obviamente las llaves situadas a la salida de tanques, captaciones o cajas situadas al inicio de los tramos. • i. ii. • i. la tubería siempre es mayor a mayor timbraje). Por ejemplo, si el caudal que conduce un tramo fuera de 2 L/s, el diámetro que seguramente escojamos será de 1½” ó 2”. Para ambos diámetros el menor timbraje disponible es de 70 mca (SDR 41), según vemos en la Tabla 26 o en el Anexo C. En tramos donde existen llaves, 50 m. Las CRP se colocarán en los puntos donde los extremos izquierdos de las horizontales corten a la línea de la conducción. Por ejem- plo, en un sistema simple como el de la Figu- ra 48, con una sola llave de toma al final de la conducción (insistimos, la llave de salida desde la captación no cuenta), construido en PE no normalizado, se colocarían de manera preliminar las dos CRP que se observan. ii. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Figura 48 Colocación preliminar de CRP. 20 m 20 m N.E. 2 N.E. 1 Nivel estático sin CRP N.E. 3 960 m 980 m 1,000 m CRP CRP
  • 146. 146 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Tanto para este paso como para todos los demás, deberemos considerar los diferen- tes ramales de un sistema como diferentes tramos y repetir el procedimiento. Así, un sis- tema que tenga un perfil planimétrico como el de la Figura 49a, donde la conducción de PVC va desde una captación situada en el punto e1 a un punto e2, y aquí se bifurca en dos ramales que conducen a las llaves A y B, se representan en el plano altimétrico como en la Figura 49b. Como podemos ver en esta última figura, la diferencia de alturas del sistema hace necesaria la colocación de tres CRP, dos en el ramal principal (el que va de la captación a la toma A), y una tercera en el ramal que conduce a la toma B. La colocación de las CRP traerá consigo la variación del nivel estático del sistema, de manera que este cambiará con cada nueva CRP que se coloque. Así, en el ejemplo de la Figura 48, tendremos tres diferentes nive- les estáticos, el primero (NE 1) dado por la captación, y los otros dos (NE 2 y NE 3) por cada una de las CRP. Paso 4 Ajuste de las CRP Habitualmente se darán situaciones que nos obligarán a ajustar la situación de las CRP. Para ilustrarlas, supongamos un sistema construido en PVC como el de la Figura 50, con las necesidades de presión dinámica de- terminadas tal y como se explicó en el paso 2, y representadas por las flechas verticales Como vemos en la figura, las CRP se han situado siguiendo el procedimiento explicado en el paso 3, dejando una distancia entre niveles estáticos de 50 m por ser un tramo con llaves y construido en PVC. La señal que este método gráfico de diseño hidráulico que estamos utilizando nos propor- ciona para determinar la necesidad de ajustar la situación de las CRP es la existencia de niveles estáticos por debajo de las puntas de flecha que indican las necesidades de presión dinámica. Vemos en el ejemplo cómo el nivel estático establecido por la CRP1 pasa por debajo de la necesidad dinámica del punto B, y cómo también el nivel estático estable- Figura 49 Colocación de CRP en sistemas con ramales. CRP CRP CRP 50 m 50 m A A a) b) B B e1 e2 e1 e2
  • 147. 147 cido por la CRP2 deja por encima a la punta de la flecha que representa la necesidad de presión dinámica de la toma. La primera situación es la que habitualmen- te se denomina puntos en U, y es relativa- mente frecuente en sistemas construidos en laderas. La consecuencia negativa de estos puntos en U es que, si dejáramos la CRP1 donde está, el agua nunca pasará del punto A indicado en la figura, que es justamente donde el nivel estático corta por su extremo derecho a la línea de la conducción. En la segunda de las situaciones del ejemplo no habrá obstáculo para la circulación del agua, puesto que el nivel estático en ningún momento “corta” a la línea de la conducción. Pero el agua saldrá por la toma con una pre- sión dinámica inferior a la necesaria, con lo que el aspersor que hayamos determinado en el diseño agronómico rendirá un caudal infe- rior al deseado, no pudiendo cubrir por tanto las necesidades de agua de los cultivos. La solución que parece obvia consiste en su- bir las CRP, de modo que los niveles estáti- cos que estas establezcan pasen por encima de las puntas de las flechas. Pero tampoco debemos subir los niveles estáticos justo has- ta las puntas de las flechas, pues de esta manera no dejaremos la holgura suficiente para las pérdidas de carga. El criterio que podemos utilizar es el de subir las CRP de tal manera que entre los nuevos niveles estáticos que se establezcan y las puntas de las flechas exista un 20 – 25% del valor de presión dinámica que se necesita en cada uno de los puntos. Por ejemplo, la necesidad de presión dinámica del punto B es de 10 m, luego podemos subir la CRP1 de tal manera que el nivel estático pase dos metros (un 20% de 10 m) por encima (ver Figura 51, el mismo perfil de la Figura 50 donde las líneas continuas representan los nuevos niveles estáticos). La CRP2 la subimos Figura 50 Necesidades de ajuste de las CRP. 1,000 m 950 m 900 m 850 m 43 m 50 m 50 m 10 m A B CRP 1 CRP 2 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 148. 148 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Figura 51 Reajuste de las CRP. 1,000 m 950 m 900 m 850 m 108 m 10 m A B CRP 1 CRP 2 CRP 1 CRP 2 Figura 52 Resolución del problema de puntos en U mediante el cambio del timbraje de las tuberías. 1,000 m 950 m 900 m 850 m SDR 32.5 SDR 41 SDR 41 SDR 32.5 SDR 26 A B 112m 88m 70m
  • 149. 149 hasta que pase 9 m por encima (un 21% de 43 m) por encima de la necesidad de presión dinámica de la toma. No debemos olvidar que una vez establecida la posición definitiva de las CRP, debemos situar en el plano altimétrico las necesidades de presión dinámica de las mismas (10 mca), de la misma manera que se hizo con los tanques en el paso 2. Pero, particularmente en los puntos en U, la resolución del problema de presión dinámi- ca causará la reaparición del problema de exceso de presión estática que habíamos pretendido resolver con las CRP. Por ejemplo, podemos observar como en la Figura 51, en el punto en U, una vez reajustadas las CRP, el máximo valor de presión estática alcanza los 108 m. Si el sistema de la figura estuvie- ra construido con PVC de SDR 41, veríamos como este valor de presión estática máxima supera con mucho el timbraje de la tubería (70 mca). Es aquí donde entra en juego la existencia de los diferentes timbrajes, y la resolución del problema será, una vez más, gráfica. Suponiendo que el diámetro de la tubería del tramo entre ambas CRP fuera de 1½“ o mayor, los SDR disponibles son 41, 32.5, 26 y 17. Las máximas presiones soportadas por estas tuberías son, respectivamente (ver Tabla 26), 70, 88, 112 y 176 mca. Procedemos entonces a trazar paralelas al nivel estático tal y como se indica en la Figu- ra 52, a una distancia igual a estos valores. Así, vemos que la primera paralela que se traza está situada 70 m por debajo del nivel estático. Esta línea cortará a la línea de la conducción en dos puntos (A y B de la figura). Igualmente se procederá con la siguiente pa- ralela, trazada a 88 m, y que también cortará a la línea de la conducción en dos puntos. La siguiente paralela, dibujada a 112 m, ya no corta a la conducción. Los puntos de corte, como muestra la figura, determinan los luga- res donde se va a cambiar el timbraje de la tubería. Así, entre la primera CRP y el punto A, y entre el punto B y el final del tramo (la segunda CRP), la tubería será de SDR 41. Este procedimiento no es claramente posible con polietileno no normalizado dada que no existe la posibilidad de cambiar de timbraje. Deberemos, por tanto, cambiar el material de la tubería, si no en todo el sistema, al menos en los puntos en U. Mencionar ya para terminar este paso que en ocasiones no será posible situar las CRP de manera satisfactoria dada la topografía del terreno y las necesidades de presión diná- mica. Deberemos pues, como último recur- so, disminuir estas necesidades cambiando el aspersor seleccionado y reiniciar todo el proceso desde el paso 11 del cálculo de pa- rámetros de riego en el diseño agronómico (ver paso 11, sección 10.2). Paso 5 Línea piezométrica mínima Supongamos un perfil altimétrico como el de la Figura 53, que dispone de una captación, una CRP, y dos tomas. Como vemos, en el perfil se han situado los valores mínimos de presión dinámica que serán necesarios a la entrada de la CRP (10 m), en los puntos altos y cóncavos del sistema (10 m), y en las dos tomas (43 m). Uniremos mediante rectas estos puntos de presión mínima partiendo del inicio del ni- vel estático. Como podemos ver en la figura (líneas punteadas), existen dos tramos con diferente nivel estático (entre la captación y la CRP, y entre esta y la última toma), de modo que existirán igualmente dos diferentes líneas, una por tramo. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 150. 150 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Estas líneas representan la línea piezométri- ca mínima del sistema. La línea piezométrica real del sistema (por ejemplo, una como la lí- nea a trazos de la figura), deberá, una vez que seleccionemos los diámetros de tubería: “Tocar”, dentro de lo posible, los puntos de presión dinámica necesaria de las to- mas y en las entradas a tanques y cajas. En otras palabras, la línea piezométrica deberá pasar por las puntas de las flechas tal y como hace la de la figura. En el resto del sistema, deberá estar com- prendida entre la línea piezométrica míni- ma, y los niveles estáticos. Paso 6 Selección de diámetros válidos Como paso previo a la construcción de la línea piezométrica que mencionábamos en el paso anterior, elaboraremos una tabla de • • diámetros capaces de llevar el caudal que debe fluir por cada tramo. Para determinar qué diámetros son válidos, estableceremos unas velocidades máxima (Umax) y mínima (Umin) del agua en la tubería o manguera. La velocidad máxima pretende contribuir a evitar los fenómenos de golpe de ariete y cavitación que explicábamos en la sección 11.5, mien- tras la velocidad mínima se establece para impedir la deposición en la tubería o mangue- ra de cualquier tipo de partícula o impureza que pudiera ser acarreada por el agua. Consideraremos para cada tipo de material un rango deseable de velocidad, y otro apli- cable sólo en casos extremos al que podre- mos recurrir con el fin de hacer posible la utilización de algún otro diámetro que sea imprescindible usar (ver Tabla 29): Material de la tubería o manguera Rango deseable (m/s) Rango en casos extremos (m/s) Polietileno no normalizado 0.5 – 0.7 0.3 – 0.7 PVC, HG o PE normalizado 0.5 – 3.0 0.5 – 5.0 Rangos de velocidad en tuberías y mangueras.Tabla 29 Figura 53 Línea piezométrica mínima. 10 m 10 m 43 m43 m 1,000 m 900 m 800 m 700 m 600 m 10 m 10 m
  • 151. 151 Considerando estos rangos, procederemos a rellenar una tabla como la siguiente, en la que para cada diámetro nominal (columna 1) se procede de la siguiente manera: Finalmente, calcularemos el factor de fricción mediante la ecuación 11.6 ó la 11.10; las pérdidas de carga mediante la ecuación de Darcy-Weisbach 11.5, y las pérdidas de carga porcentuales (J) mediante la ecuación (11.2), las cuales colocaremos en la columna 6. Con el fin de reducir el número de cálcu- los que deben realizarse, en el Anexo N se proporciona una planilla donde apare- cen ya calculados las secciones para todos los diámetros disponibles en PVC y PE no normalizado. Paso 7 Construcción de la plantilla gráfica Sobre papel milimetrado transparente (puede adquirirse en papelerías técnicas o imprimirse en papel vegetal a partir del que se encuentra al final del Anexo N) se llevarán las pérdi- das de carga porcentuales de los diámetros seleccionadas en el paso anterior. Para ello procederemos de la siguiente forma: Deberemos averiguar primero las escalas verticales y horizontales del plano altimétri- co. Como explicábamos en la sección 6.3, la escala vertical suele ser menor que la horizontal con el fin de exagerar en cierta manera el relieve del terreno y que nos sea más fácil desarrollar el procedimiento gráfico del diseño hidráulico. De haber desarrollado nosotros el cálculo topográfico y el dibujo de los perfiles (tal y como se explicaba en el Módulo 6), ob- viamente sabremos las escalas. En caso contrario, simplemente escogeremos una distancia conocida (por ejemplo la que se- para dos puntos del levantamiento topo- gráfico), y la dividiremos entre la distancia que tienen en el plano, estando ambas medidas en iguales unidades. • • Tabla de selección de diámetros válidos. Tabla 30 (1) (2) (3) (4) (5) (6) Diámetro nominal SDR Di (mm) S (m2 ) U (m/s) J (%) ½“ 13.5 18.2 0.00026 7.7 ¾“ 17 23.5 0.00043 4.6 1” 26 30.4 0.00072 2.8 27.49 1¼“ 32.5 39.1 0.00120 1.7 7.83 1½“ 41 45.9 0.00166 1.2 3.56 2“ 41 57.4 0.00259 0.8 1.20 2½“ 41 69.5 0.00379 0.5 0.48 3” 41 84.6 0.00562 0.4 En la columna 2 se coloca el SDR utilizable en el sistema, el cual hemos determinado en el paso 4 (este ejemplo se ha elabo- rado con PVC). En la columna 3, el diámetro interior para ese diámetro nominal y SDR (ver Anexo C). En la columna 4, la sección, calculada a partir del dato del diámetro interior. En la columna 5, la velocidad media del agua, calculada a partir de la ecuación de continuidad (ver sección 11.1). Los datos de la tabla están calculados, por ejemplo, para un caudal de 2 L/s. Se seleccionan como diámetros válidos solamente aquellos cuya velocidad media está dentro del rango establecido por la Tabla 29. Como este ejemplo está rea- lizado con PVC, las velocidades deberán estar comprendidas entre 0.5 y 3 m/s, y los diámetros seleccionados son los que aparecen sombreados en la tabla. • • • • • Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 152. 152 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Ejemplo: Supongamos que los puntos e0 y e83 del levantamiento topográfico, una vez realizados los cálculos de la sección 6.2 tienen las siguientes coordenadas: Punto e1: X = 10,000.00 Y = 10,000.00 Z = 1,000.00 Punto e83: X = 9,439.67 Y = 9,122.75 Z = 924.04 La distancia horizontal real del terreno estará dada por la fórmula: Mientras que la distancia vertical real será simplemente el desnivel entre ambos puntos: Dv = Z1 – Z83 = 75.96 m Supongamos que medimos ahora sobre el plano altimétrico las distancias horizontal y vertical (medidas sobre los ejes), y resultan unas distancias de, respectivamente, 101 cm y 61 cm. Las escalas horizontal y vertical del plano altimétrico serán: determinar cualquier longitud en el papel milimetrado. Finalmente colocaremos en la plantilla las líneas representativas de las pérdidas de carga (las líneas de gradiente hidráulico) que están dadas por los valores de J que hemos calculado en el paso 6. Para ello: – Trazamos una línea vertical a los 100 m de distancia horizontal. Estos 100 m, considerando la escala horizontal, serán (ver Figura 54): • Las escalas horizontal y vertical de la plantilla que vamos a elaborar deben ser exactamente las mismas que las del pla- no altimétrico. Por tanto, y utilizando las escalas del ejemplo que acabamos de desarrollar, cada milímetro del papel mi- limetrado representará las siguientes dis- tancias reales: Eje horizontal: 1 mm en el plano = 1,031 mm en el terreno = 1.03 m Eje vertical: 1 mm en el plano = 125 mm en el terreno = 0.125 m El origen de los dos ejes de la planilla es- tará en la esquina superior izquierda, de modo que, o bien con una regla y utili- zando las escalas del plano, o bien con la ayuda de un escalímetro, podremos • m1,040.93877.25560.33)Y(Y)X(XD 222 831 2 831h 1,031/1E1,030.6 m1.01 m1,040.93 cm101 m1,040.93 h 125/1E124.5 m0.61 m75.96 cm61 m75.96 v 100 m × Eh = 100,000 mm × Eh = 100,000 × 1 1,031 = 97 mm
  • 153. 153 – Seguidamente calcularemos los puntos de corte de las líneas de pérdida de carga con la línea de 100 m horizonta- les. Por ejemplo, la tubería de 1½“ de la Tabla 30 tiene una pérdida de carga de un 3.56%, es decir, 3.56 m vertica- les por cada 100 m horizontales. Estos 3.56 m verticales, considerando la es- cala vertical serán: Luego la línea de pérdida de carga de la tubería de 1½“ irá desde el origen hasta 28 mm de la línea vertical de los 100 m contados desde arriba (ver Figura 54). De igual manera procederemos con el resto de diámetros válidos. Paso 8 Trazado de la línea piezométrica Llegamos al paso fundamental del cálculo hidráulico, el trazado de la línea piezomé- trica, una vez consideradas las necesida- des de presión dinámica, situadas las cajas rompepresión de ser necesarias, trazada la línea piezométrica mínima, y seleccionados los diámetros válidos para conducir el caudal de diseño. El trazado de la línea piezométrica se reali- zará de manera independientemente para cada tramo de igual nivel estático. Para ilus- trar el procedimiento gráfico que usaremos, supondremos un tramo como el de la Figura 55, donde existe una CRP al principio de la misma y dos tomas con una necesidad de altura de presión dinámica de 25 mca cada una. Su pongamos también que el sistema va 3.56 m × Ev = 3,560 mm × Ev = 3,560 × 1 125 = 28 mm Figura 54 Dibujo de las líneas de gradiente hidráulico en la plantilla. 28 mm 97m m 0 100 m 2” 2½” 1½” 1¼” 1” Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 154. 154 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego a ser construido en PVC, y que conduce un caudal de 2 L/s, de tal manera que pueden utilizarse justamente los diámetros de la Ta- bla 30, y por tanto la plantilla de la Figura 54. El procedimiento será el siguiente: Como ya apuntábamos en el paso 5, la línea piezométrica deberá dejar siempre por debajo a la línea piezométrica míni- ma, intentando “tocar” las necesidades de presión dinámica en las tomas y cajas, y “pasando por encima” de los puntos cón- cavos y altos del sistema. Comenzaremos situando la planilla con sus ejes paralelos a los del plano altimé- trico, y con el origen de la planilla sobre el punto de inicio del nivel estático, justo al lado de la CRP. Podemos ver cómo las líneas de 1” y 1¼“ cortan a la línea de la conducción luego no pueden utilizarse en el sistema. La línea de 1½“ no corta a la línea de la conducción pero sí a la línea piezométrica mínima, luego tampoco puede usarse. La siguiente línea (2”), sí que cum- ple tanto el dejar a la línea piezométrica mínima por debajo como a la estática por arriba, luego el diámetro de 2” será el que se utilice a la salida de la CRP. Trazaremos • • en el perfil una línea que prolongue por la derecha a la de 2” de la planilla. Como vemos en la figura, la línea piezomé- trica resultante de utilizar la tubería de 2” no consigue “tocar” la necesidad de pre- sión dinámica de la primera toma, y pasa unos 10 m más arriba. En algún momento, deberemos cambiar de diámetro, a uno in- ferior, de manera que la línea piezométrica descienda hasta “tocar” la necesidad de presión dinámica de la toma. Para hallar el punto exacto donde realizar el cambio de diámetro, situamos la planilla de tal manera que la línea de gradiente de la tu- bería de 1½“ “toque” la toma, prolongando igualmente la línea que nos da la planilla, pero esta vez por la izquierda hasta cortar la línea trazada anteriormente (ver Figura 56). Podemos ver como no podemos seguir entre las dos tomas, con la tubería de 1½” ya que corta a la línea piezométrica mínima. Por lo tanto repetiremos todo el procedi- miento anterior, pero en el tramo compren- dido entre ambas tomas. El resultado final será el de la Figura 57. • • Figura 55 Inicio del trazado de la línea piezométrica. 475 m 500 m 450 m 425 m 400 m
  • 155. 155 Tres comentarios para terminar con este paso: Insistimos en el hecho de que todo el pro- cedimiento de cálculo hidráulico debe re- petirse para cada unos de los ramales de la red. En tramos con considerables pérdidas de carga singulares (recordemos que las des- preciamos si la longitud del tramo es más de 1,000 veces su diámetro), deberemos no sólo trazar las piezométricas dadas por los diámetros seleccionados sino aja ustar-rr las tal y como se explica en el Anexo L. • • Por último, si el plano del perfil altimétrico tiene escalas de dibujo muy pequeñas, el procedimiento gráfico que hemos ex- plicado será adecuado para determinar qué diámetros deben usarse en un tramo dado, pero no para determinar con exac- titud el punto donde cambia el diámetro. Existe un procedimiento bastante simple para averiguarlo de manera analítíí ica, apli- cando la fóff rmula: (1(( 2.2)2 • gp greqf JJ LJh100 d Figura 57 Trazado definitivo de la línea piezométrica. 475 m 500 m 2”-100 PSI 1½”-100 1½”-1002”-100 450 m 425 m 400 m Manual práctico pararr el diseño de sistemas de minirriego Figura 56 Acomodo de la línea piezométrica a la necesidad de presión dinámica de la toma. 475 m 500 m Punto de cambio de diámetro 450 m 425 m 400 m
  • 156. 156 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego donde (ver Figura 58): d = distancia desde el punto donde cambia el diámetro al final del tramo (m). hf req = pérdida de carga que deseamos perder (mca), la cual, como ya sabe- mos, es equivalente a la diferencia entre la presión estática existente y la presión dinámica deseada. Jg y Jp = pérdidas de carga del diámetro grande y el pequeño respectivamente (%). L = longitud total del tramo (m). – – – – Ejemplo: Supongamos un tramo de 433 m de longitud de un sistema donde, mediante el proce- dimiento gráfico, se han determinado que los diámetros adecuados para garantizar la pérdida de carga deseada de 11 mca son 2” – 100 PSI y 1½“ – 100 PSI, cuyas pérdidas de carga porcentuales son, respectivamente, 1.20% (Jg) y 3.56% (Jp). La distancia d, aplicando la ecuación (12.2), será: m246 1.20-3.56 4331.2011100 d Paso 9 Colocación de reguladores de presión Supongamos una situación como la mos- trada en la Figura 59. Como podemos, ver, existe una toma en el fondo del punto en U con una necesidad de presión dinámica de 43 m. La línea piezométrica no puede en este caso “tocar la punta de la flecha”, dado que de hacerlo no podría después remontar para pasar encima del punto alto. Se da por lo tanto en esa toma un exceso de presión dinámica, y tampoco existe la posibilidad de seleccionar un aspersor especial dado que ningún aspersor va a funcionar a una presión dinámica de 73.5 + 43 = 116.5 mca. Figura 58 Determinación analítica del punto de cambio de diámetro. d L Jp hf req Jg
  • 157. 157 Este tipo de situaciones, que no sólo se da en puntos en U, se resuelve utilizando lo que se denominan reguladores de presión. Estos reguladores son unos dispositivos que pro- vocan altas pérdidas por fricción, es decir, altas pérdidas de carga singular, de modo que se ajuste la presión dinámica existente a la deseada. Remitimos al lector al Anexo M para una completa explicación sobre la selección o fabricación del regulador adecuado. Paso 10 Comprobación ante el golpe de ariete y la sobrepresión Esta comprobación se limitará a seguir el procedimiento suficientemente explicado en la sección 11.5 del módulo anterior. Paso 11 Válvulas de aire y de limpieza Cuando una tubería o manguera se llena o rellena al abrir una llave, el aire que contie- ne queda atrapado en los puntos altos del sistema. Según estas bolsas de aire se com- primen conforme entra más agua a la tubería se empieza a absorber la presión estática del sistema, pudiéndose llegar a un punto en el cual el flujo de agua se detiene totalmente. Para evitarlo, se deben colocar válvulas de aire en todos los puntos altos del sistema. Por otra parte, las partículas e impurezas di- sueltas en el agua tienden a depositarse en los puntos bajos del sistema (los puntos en U). Pese a que el establecer una velocidad mínima del agua (ver Tabla 29) reduce en gran medida el problema, es conveniente co- locar una válvula de limpieza en todos y cada uno de los puntos en U. Paso 12 Plano final Como colofón al diseño hidráulico se debe- rá elaborar una copia del plano altimétrico con toda la información necesaria para la correcta instalación del sistema diseñado. Dicho plano deberá contener la siguiente información: Niveles estáticos y línea piezométri- ca del sistema, considerando todos los ramales. • Figura 59 Exceso de presión dinámica. 73.5 m 43 m 850 m 900 m 950 m 1,000 m Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 158. 158 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Situación de captaciones, tanques, CRP y otro tipo de cajas, reguladores de pre- sión, válvulas de aire, válvulas de limpieza y tomas. Escalas de dibujo, vertical y horizontal. En la parte inferior del perfil se situará la si- guiente información: Puntos topográficos, puntos de situación de tanques, de cajas, de válvulas de aire y limpieza, de pérdidas de carga singular, de salida de ramales, y de cambio de diá- metro o timbraje. • • • Para cada uno de estos puntos: – Distancias acumuladas de tubería o manguera (m) – Elevación (m) – Presión estática (mca) – Caudal de diseño (L/s) – Tubería o manguera utilizada, diámetro (nominal) y timbraje. – Presión dinámica (mca). •
  • 161. 161 (*)ALLEN, R. G.; PEREIRA, L. S.; RAES, D.; SMITH, M. (1998) Crop Evapotranspira- tion, Serie Riego y Drenaje nº 56, FAO, 326 p. (*)AYERS, R.S. y WESTCOT D.W. (1985) Water quality for agriculture, Serie Riego y Drenaje nº 29, FAO. (*)BROUWER, C.; GOFFEAU, A.; HEIBLOEM, M. (1985) Introduction to irrigation, Irriga- tion Water Management Training Manual nº 1, FAO, Roma. BURT, C.M. et al (1998) Selection of Irri- gation Methods for Agriculture, ASCE, 144 p. CASANOVA, D. (2003) Taller teórico prác- tico sobre riego, presentaciones del taller celebrado en San Juan de Río Coco, PESA Nicaragua/Acción Contra el Hambre. CIRAD (2002) Memento de l’agronome, CIRAD/GRET/ Ministère des Affaires étran- gères, París, 1691 p. (*)CORNISH, G. y BRABBEN, T. (2001) Field Guide on Irrigated Agriculture for Field Assistants, FAO/IPTRID/HR Wallingford, 138 p. (*)CHANCELLOR, F.M. y HIDE, J.M. (1997) Smallholder Irrigation: Ways Forward – Guide- lines for achieving appropriate scheme design, HR Wallingford, 101 p. DE PACO, J.L. (1992) Fundamentos del cálculo hidráulico en los sistemas de riego y drenaje, Ed. Mundiprensa/CENTER/IRY- DA, 398 p. Referencias y bibliografía DOORENBOS, J. y PRUITT, W.O. (1977) Necesidades de agua de los cultivos, FAO – Serie Riego y Drenaje nº 24, 156 p. (*)FAO /PASOLAC/INIA/SAG (2005) Manejo de suelos y agua – Tecnologías y metodo- logías validadas para mejorar la seguridad alimentaria en las zonas secas de Hondu- ras, FAO / PASOLAC/INIA/SAG, 108 p. (*)FIELD, W.P. y COLLIER, F.W. (1998) Check- list to Assist Preparation of Small-scale Irrigation Projects in Sub-Saharan Africa, FAO/DFID/ICID, 96 p. (*)FLORES, G. (1999) Uso y manejo de agua en zonas de ladera, Proyecto Lempira Sur – FAO/SAG/Coop. Holandesa, 31 p. FRAG (1999) Las necesidades de riego de los cultivos, Guía Técnica nº 1, Proyecto FRAG, 12 p. HARGREAVES, G. H. (1980) Probabilida- des de precipitación mensual para hume- dad aprovechable en Honduras, Utah Sta- te University, 63 p. HILLEL, D. (1980) Fundamentals of soil physics, Academic Press, Nueva York, 413 p. HUDSON, N. W. (1997) Medición sobre el terreno de la erosión del suelo y de la escorrentía, Boletín de Suelos nº 68, FAO, Roma. JORDAN, T. D. (1980) A handbook of grav- ity-flow water systems for small commu- nities, UNICEF/ ITDG, 241 p. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 162. 162 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego MIHAJLOVICH, D. (1979) Aplicación de riego en Honduras, SERNA / PNUD / FAO, 61 p. (*)PERRY, E. (1997) Low-cost irrigation tech- nologies for food security in sub-Saharan Africa, en Irrigation Technology Transfer in Support of Food Security, FAO – Water Report 14. (*)PHOCAIDES, A. (2000) Technical Hand- book on Pressurized Irrigation Techniques, FAO, 196 p. RODRIGO, J.; HERNÁNDEZ, J. M; PÉREZ, A.; GONZALEZ, J. F. (1997) Riego locali- zado, Ed. Mundiprensa/ CENTER/MAPA, 405 p. (*) Documentos contenidos en el CD que se proporciona junto con el manual. SENNINGER, Solid-Set Irrigation Products, 56 p. TARJUELO, J.M. (2005) El riego por as- persión y su tecnología, Ed. Mundiprensa, 581 p. (*)USDA (1992, 1997) National Engineering Handbook – Irrigation Guide, USDA (*)USDA (1999) Guía para la evaluación de la calidad y salud del suelo, USDA, 88 p. (*)VIEIRA, M.J. (2004) El desarrollo del mi- crorriego en América Central: oportunida- des, limitaciones y desafios, FAO, 75 p.
  • 163. 163Manual básico de diseño de sistemas de minirriego Anexos
  • 164. 164 Manual básico de diseño de sistemas de minirriego
  • 165. 165 Anexo A. Nomenclatura Símbolo Magnitud Unidades más habituales A Sección de tubería o manguera mm2 , m2 AU Agua utilizable por los cultivos mm CC Capacidad de campo % CE Conductividad eléctrica del agua mmho/cm, µmho/cm, dS/m da Densidad aparente del suelo t/m3 , g/cm3 Db Dosis bruta de riego mm De Diámetro exterior de la tubería o manguera mm, pulgadas Dh Diámetro húmedo de un aspersor m Di Diámetro interior de la tubería o manguera mm, pulgadas Dn Dosis neta de riego mm Dn aj Dosis neta ajustada mm Do Diámetro de orificio mm DPM Déficit permisible de manejo % e Espesor de la tubería o manguera mm, pulgadas Ea Eficiencia de aplicación de un sistema de riego % ET Evapotranspiración mm/d, mm/mes ET0 Evapotranspiración de referencia mm/d, mm/mes ETP Evapotranspiración potencial (término en desuso) mm/d, mm/mes f Factor de fricción de la ecuación de Darcy-Weisbach adimensional h f Pérdida de carga por fricción mca, m h S Pérdida de carga singular mca, m hsoporte Altura del soporte del aspersor m hT Pérdida de carga total mca, m I Tasa o velocidad de infiltración cm/h, mm/h I Intervalo entre riegos días Ib Infiltración básica cm/h, mm/h IM Intervalo máximo entre riegos días IHD Intervalo de humedad disponible mm Ip Índice de precipitación adimensional NomenclaturaTabla A-1 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 166. 166 Anexos Símbolo Magnitud Unidades más habituales L, l Longitud de tubería m, km J Pérdida de carga %, m/100 m mca Metros de columna de agua Nb Necesidades brutas de un cultivo mm/d Nn Necesidades netas de un cultivo mm/d Pa Peso del agua contenido en el suelo g, kg Pasp Presión necesaria para el aspersor mca Pe Precipitación efectiva mm, mm/mes, mm/año Pg Peso de la fase gaseosa del suelo g, kg Pp Peso de las fases líquida y gaseosa del suelo g, kg pr Profundidad radicular efectiva del cultivo cm, m Pt Peso total del suelo g, kg Ptoma Presión necesaria en la toma de una parcela mca PMP Punto de marchitez permanente % Q, q Caudal m³/s, L/s, GPM qasp Caudal de un aspersor L/s, GPM Qi Caudal instantáneo m³/s, L/s, GPM Re Número de Reynolds adimensional RAS Relación de adsorción de sodio S Superficie regable m , ha s Separación entre aspersores m SD Sólidos disueltos en el agua meq/L, mg/L, g/L ta Tiempo de aplicación del riego horas ta min Tiempo de aplicación mínimo horas tos Tiempo de operación del sistema de riego horas U, u Velocidad m/s Us Velocidad superficial m/s V Volumen m³, L Va Volumen del agua contenido en el suelo m³, L Vg Volumen de la fase gaseosa del suelo m³, L Vp Volumen de las fases líquida y gaseosa del suelo m³, L Vt Volumen total del suelo m³, L
  • 167. 167 Símbolo Magnitud Unidades más habituales Y Coordenada geográfica de un punto topográfico m X Coordenada geográfica de un punto topográfico m Z Coordenada geográfica de un punto topográfico m Z Infiltración acumulada mm z Cota geométrica m g Humedad gravimétrica del suelo % v Humedad volumétrica del suelo % Viscosidad cinemática del agua m²/s Símbolos matemáticos Significado Letra griega Alfa – se utiliza para denominar ángulos Letra griega Beta – se utiliza para denominar ángulos Letra griega Delta – significa “incremento” o “variación”; por ejemplo, x se lee como “incremento de x” o “variación en el valor de x” Letra griega Sigma – se lee como “sumatorio” o “suma de “ Letra griega Theta – se utiliza para denominar ángulos Número Pi = 3.1416 Letra griega Fi – se utiliza para denominar ángulos Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 168. 168 Anexos Anexo B. Conversión de unidades Longitud Volumen 1 pie = 1’ = 0.3048 m 1 m³ = 1,000 L 1 pulgada = 1” = 25.4 mm 1 galón = 3.785 L Caudal Precipitación 1 GPM (galón por minuto) = 0.063 L/s 1 L/m²/h = 1 mm/h 1 m3 /s = 1,000 L/s 1 pulgada/h = 25.4 mm/h 1 L/s = 15.85 GPM Presión 1 PSI (libra por pulgada cuadrada) = 0.703 mca (metros de columna de agua) 1 mca = 1.422 PSI 1 atm (atmósfera) = 1.033 kg/cm² = 760 mmHg (milímetros de mercurio) = 10.33 mca = 1,013 mb (milibar) = 1.013 bar = 1.013 × 105 Pa 1 bar = 1.020 kg/cm² = 10.2 mca = 750 mmHg = 0.987 atm = 105 Pa = 100 J/kg En la práctica: 1 kg/cm2 = 10 mca = 1 atm = 1 bar = 105 Pa = 100 kPa = 14.3 PSI 1 PSI = 0.7 mca 1 Mpa = 10 bar 1 J/kg = 1 cbar
  • 169. 169 Anexo C. Materiales de PVC y PE De SDR= De e e Figura C-1 Relación entre diámetro exterior y grosor de paredes Tuberías de cloruro de polivinilo (PVC) El PVC es un excelente material para las con- ducciones y distribuciones, desde las tube- rías primarias hasta incluso las terciarias. Siempre deben enterrarse, de modo que queden protegidas de la luz solar y de tem- peraturas extremas (se estima que un tubo de PVC enterrado puede durar hasta 50 años sin ningún problema). En aquellos lugares donde el terreno no permita el zan- jeo, deberá recurrirse al PE o al HG, nunca dejar la tubería sobre el terreno porque se terminará arruinando. Se aconseja enterrar al menos 45 cm los tubos de hasta 2”, 60 cm los de 3” y 4”, y 70 cm los de más de 4”. En pasos bajo caminos transitados por vehículos deben enterrarse al menos 1 m. Finalmente, en pasos aéreos deben sustituirse por PE o HG, o al menos protegerlos del sol con una manguera de PE de superior diámetro que haga de cubierta. • • • Los tubos (también llamados lances) se fabrican en una longitud estándar de 6 metros. En Centroamérica la fabricación de tube- rías de PVC está perfectamente normaliza- da siguiendo las normas estadounidenses (normas ASTM). Las tuberías se clasifican de acuerdo a su SDR (Standard Dimension Ratio – Relación de dimensiones en espa- ñol), es decir, la relación existente entre su diámetro exterior y el grosor de sus pare- des. Los valores de SDR son fijos y cada tubería se encuentra disponible en varios valores de SDR, o en otras palabras, varios timbrajes (ver Figura C-1). A mayor valor de SDR corresponde una menor resistencia a la presión como con- secuencia del menor espesor de pared (un menor timbraje). Los máximos valores de presión estática que pueden resistir las tu- berías para cada valor de SDR se muestran en la Tabla C-1: • • • SDR Timbraje (PSI) Timbraje (mca) 41 100 70 32.5 125 88 26 160 112 21 200 140 17 250 176 13.5 315 221 El diámetro comercial con el que se deno- mina a las tuberías de PVC es el diámetro nominal, y no coincide en absoluto ni con el diámetro exterior ni con el diámetro in- terior. Por ejemplo, la tubería de ½” tiene • Valores de presión estáticaTabla C-1 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 170. 170 Anexos un diámetro exterior (De) de 0.84” y un diámetro interior (Di) de 0.716”, es decir valores superiores ambos a la media pul- gada de diámetro nominal. Aunque las casas comerciales fabrican to- dos los diámetros que detallamos en la Ta- bla C-2, raramente se encuentran todos en ferreterías que no sean las más grandes de • Diámetro nominal (pulg.) SDR Presión (PSI) Presión (mca) Espesor (pulg.) Espesor (mm) D exterior (pulg.) D interior (pulg.) D interior (mm) ½” 13.5 315 221 0.062 1.6 0.84 0.716 18.2 ¾” 17 250 176 0.062 1.6 1.05 0.926 23.5 1” 17 250 176 0.077 2.0 1.315 1.161 29.5 1” 26 160 112 0.06 1.5 1.315 1.195 30.4 1¼” 17 250 176 0.098 2.5 1.66 1.464 37.2 1¼” 26 160 112 0.064 1.6 1.66 1.532 38.9 1¼” 32.5 125 88 0.06 1.5 1.66 1.540 39.1 1½” 17 250 176 0.112 2.8 1.9 1.676 42.6 1½” 26 160 112 0.073 1.9 1.9 1.754 44.6 1½” 32.5 125 88 0.06 1.5 1.9 1.780 45.2 1½” 41 100 70 0.046 1.2 1.9 1.808 45.9 2” 17 250 176 0.14 3.6 2.375 2.095 53.2 2” 26 160 112 0.091 2.3 2.375 2.193 55.7 2” 32.5 125 88 0.073 1.9 2.375 2.229 56.6 2” 41 100 70 0.058 1.5 2.375 2.259 57.4 2½” 17 250 176 0.169 4.3 2.875 2.537 64.4 2½” 26 160 112 0.11 2.8 2.875 2.655 67.4 2½” 32.5 125 88 0.088 2.2 2.875 2.699 68.6 2½” 41 100 70 0.07 1.8 2.875 2.735 69.5 3” 17 250 176 0.206 5.2 3.5 3.088 78.4 3” 26 160 112 0.135 3.4 3.5 3.230 82.0 3” 32.5 125 88 0.108 2.7 3.5 3.284 83.4 3” 41 100 70 0.085 2.2 3.5 3.330 84.6 las principales ciudades. Debemos com- probar antes de diseñar el sistema qué diámetros se encuentran en las ferreterías locales si es en estas donde pensamos hacer las compras. En último caso siem- pre podremos encargar un determinado diámetro, aunque ello provocará un apre- ciable retraso en las compras. Diámetros de tubería disponiblesTabla C-2
  • 171. sólo el poliducto disponible en los agroservi- cios locales. Con este poliducto que vamos a denominar como no normalizado, haremos las siguientes consideraciones: Con fines de diseño, supondremos una re- sistencia máxima a la presión (el timbraje) de 25 mca. Con el fin de evitar en lo posible roturas como consecuencia del golpe de ariete, limitaremos la velocidad media del agua a 0.7 m/s. Esta velocidad máxima permisible, dados los diámetros existentes, limitar el caudal máximo que podemos conducir con po- liducto a 2 L/s. Siempre podremos, no obstante, utilizar varias mangueras para conducir caudales mayores, aunque ello repercutirá obviamente en el costo. Dada la ausencia de normas, los diáme- tros son muy variables por mucho que se hable de poliducto de 1” o ¾”. Pero con fines de diseño consideraremos un diámetro interior idéntico al nominal (ver Tabla C-3). • • • • 171 Mangueras de polietileno (PE, también conocido como poliducto) En el caso del PE la cuestión es más com- plicada. Existen desde luego normas inter- nacionales que regulan la fabricación de las mangueras tal y como sucede con el PVC, considerando diferentes diámetros y resisten- cias a la presión estática, y por tanto distintos SDR. Existen también casas comerciales en Honduras que fabrican mangueras y conecto- res de PE de alta calidad siguiendo las normas mencionadas. Lamentablemente, en el 95% de los casos el PE que encontramos en las ferreterías y agroservicios no es de ninguna de estas casas comerciales, y por lo tanto no ha sido fabricado según las normas. Es más, con frecuencia estas mangueras son fabricadas a partir de material reciclado y su resistencia a la presión estática es muy reducida. Podríamos pensar que la solución reside sim- plemente en adquirir manguera de PE de pro- veedores y fabricantes de confianza, garanti- zando así la correcta calidad y resistencia de la manguera. No obstante, existiría el riesgo de que a la hora de reparar posibles roturas de la manguera, o simplemente al sustituir la manguera al cabo de los años (consideran- do que la duración del PE es inferior a la del PVC), los productores utilizaran el poliducto de mala calidad dados su menor precio y su mayor facilidad de adquisición. Podría darse una situación en la que un sistema diseñado para soportar presiones estáticas de 40, 60 ó 100 mca, estuviera constituido por man- guera que no soportara más de 25 mca, con lo que el sistema acabaría reventando y sería ya imposible de operar en el futuro. Como frecuentemente se hace en ingeniería, la solución será ponernos en el peor de los casos posibles. Consideraremos por tanto Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 172. Diámetro nominal y presión (mca) Tabla C-3 Diámetro nominal (pulg.) Presión (mca) D interior (mm) ½” 25 12.7 ¾” 25 19.1 1” 25 25.4 1¼” 25 31.8 1½“ 25 38.1 2” 25 50.8 3” 25 76.2 172 Anexos Un caso aparte lo constituyen las mangueras de PE que se utilizan para riego localizado (goteo o microaspersión), las cuales, por ser habitualmente importadas, si están fabrica- das según las normas internacionales. Nor- malmente se encuentran mangueras de 10, 12, 16 y 20 mm de diámetro nóminal (que en el caso de las normalizadas coincide con el diámetro exterior), las cuales están dise- ñadas para trabajar igualmente a presiones inferiores a 25 mca.
  • 173. 173 Anexo D. Utilización del nivel Abney1 Descripción El nivel Abney es básicamente un tubo cua- drado con un lente ocular (D) en el extremo del observador y un pelo horizontal que cruza el extremo del objetivo. Casi en el centro del tubo hay un espejo de 45º, que refleja la mi- tad de la línea de mira hacia arriba, a través de una abertura en el tubo. Montado sobre la abertura hay un nivel de burbuja (A) con una marca de referencia grabada en el centro. El nivel de burbuja está fijado a una palanca móvil de marca (B, nonio o vernier), que se ajusta contra graduaciones de escala sobre un arco de níquel-plata (C). Algunos tipos de niveles Abney tienen arcos intercambiables, mostrando tipos diferentes de escalas (tales como grados, porcentaje, etc.). Para efectos de este manual, se usará el arco en grados sexagesimales. Lectura Para su utilización, el nivel Abney se pega al ojo y se mira el objetivo, centrado el pelo transversal en dirección del mismo. Luego se ajusta la palanca de marca hasta que la burbuja (visible en la mitad derecha del cam- po de mira) se centre en dirección del obje- tivo, y del pelo transversal. Cuando el ajuste es correcto, el objetivo, el pelo transversal y la burbuja están alineados horizontalmente, como se muestra en la Figura D-1. El ángulo de visión (conocido técnicamente como án- gulo vertical) luego se lee en grados sobre el arco con la ayuda del nonio. La lectura del ángulo requiere especial cui- dado. Como podemos observar en la Figura D-2a, el arco está dividido en grados sexa- gesimales, con numeración cada diez grados. Figura D-1 Componentes y lectura del nivel Abney. D B C A Burbuja (centrada en el pelo transversal) Pelo transversal (centrado en objetivo) 1 El contenido de este capítulo ha sido adaptado de Jordan (1988). Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Fuente:Jordan(1998).
  • 174. 174 Anexos Las lecturas hacia la izquierda del cero del arco serán negativas o cuesta abaja o, mien- tras que hacia la derecha serán positivas o cuesta arriba. Para leer el ángulo, se determi- na dónde intersecciona el cero del nonio (re- presentado en la Figura D-2 por una flecha). En el eje emplo, en la Figura D-2b, el cero cae entre –5º y –6º. Aunque podríamos aproximar a simple vista los minutos, conseguiremos mayor precisión en la lectura de los minutos con la ayuda del nonio. Para lecturas cuesta abaja o (como las de la Figura D-2c) utilizaremos las líneas del nonio a la izquierda del cero del mismo, y usaremos las de la derecha para lecturas cuesta arriba. Las líneas del nonio tienen un intervalo de diez minutos entre ellas, estando sólo la de 30 y 60 numeradas. Para precisar los minutos de la lectura, determinaremos cuál de las líneas del nonio está más en línea recta con alguna de las líneas del arco. En el caso del ejee mplo podemos observar como la línea del nonio correspondiente a 30’ casi se alinea exactamente con la línea del arco de abaja o, de modo que la lectura completa del ángulo será –5º 30’. Levee avv ntamiento Para efecff tuar un levantamiento con el nivel Abney se requieren mínimo dos personas y si son mas, tanto meje or pues los terrenos con mucha maleza hay que limpiarlos exhausti- vamente para tener líneas de mira claras. Se necesitan un nivel Abney, una cinta de medida de 30 m. y un cuaderno de campo. Podrá utilizarse una brújú ula si se requieren azimuts (ángulos horizontales). El estudio se inicia en algún punto fijfi o de refeff rencia (como, por eje emplo, la fuente o algún pico sobresa- liente a lo largo de la ruta de la conducción) y se continúa aguas arriba o aguas abajo a partir de ese punto, a lo largo de la ruta de la línea de conducción propuesta. Figura D-2 Dirección de las lecturas en el nivel Abney. a) Escala de grados b) Leyendo grados y minutos c) Comprobando los minutos con el nonio Fuente: Cambers, G.; Ghina, F. (2005) Introduction to SANDWATCH. An educational tool for sustainable development, UNESCO, París, 91 p.
  • 175. 175 La técnica de levantamiento es sencilla: el topógrafo mira a través del Abney hacia un objetivo que sostiene su asistente y se mide la distancia de terreno que media entre ellos. Esta distancia, y el ángulo vertical (ángulo medido por el nivel Abney) se registran en el cuaderno de campo. Es importante que el objetivo hacia el cual mira el topógrafo se encuentre a la misma distancia del suelo que el nivel Abney, que será la misma que la altura desde el suelo hasta los ojos del topógrafo. Si el asistente no es de la misma altura que el topógrafo, entonces deberá por- tar un palo objetivo cortado exactamente a la misma altura que la de la altura de los ojos del topógrafo. Se puede amarrar un pedazo de tela roja en la parte superior del palo, o el asistente puede colocar su mano en la parte superior del mismo para que el objetivo sea claro. También resulta útil que el topógrafo utilice un palo en forma de horqueta sobre el cual se asiente el nivel Abney, a fin de que la lectura sea más uniforme (en este caso, el palo-objetivo deberá ser del mismo tamaño que la horqueta). La Figura D-3 muestra la disposición básica y el cálculo utilizado en la nivelación trigo- nométrica con el nivel Abney: el topógrafo Figura D-3 Nivelación trigonométrica con el nivel Abney Distancia vertical entre estaciones Distancia de terreno Ángulo medido por el Abney -16° Horizontal Horizontal Asistente sosteniendo el palo-objetivo Topógrafo Línea de mira Distancia de terreno 28 m Ejemplo ilustrado a continuación = –16º (el signo negativo indica visualización cuesta abajo) sen = 0.276 (obtenido con la calculadora) Distancia de terreno = 28 metros Distancia vertical = 28 × 0.276 = 7.7 metros Distancia vertical=Distancia de terreno x sen Fuente:Jordan(1988) Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 176. 176 Anexos y su asistente se ubican entre sí a una dis- tancia de 28 metros (distancia geométrica), y el ángulo vertical es de −16º (el ángulo negativo indica que el topógrafo está visua- lizando cuesta abajo). Con la ayuda de una calculadora científica y unos conocimientos básicos de trigonometría, se puede calcular que la distancia vertical entre ambos es de 7.7 m. El topógrafo, a la vez que efectúa e! estu- dio, debe observar el terreno que recorre. Conforme efectúa su trabajo, debe tener en mente que posteriormente él u otra persona tendrán que excavar una línea de canal a lo largo de esa ruta. Por tanto, deberá to- mar nota del terreno que se esta trazando, como tramos de selva, campos cultivados, senderos, hondonadas, condiciones del te- rreno (grava, barro blando, roca viva, etc.). El topógrafo debe utilizar la mayor cantidad de puntos de referencia, de manera que si en el futuro hay que volver a estudiar algún tramo de la conducción, puede ubicarse un punto de inicio conveniente. Los puntos de referen- cia deben ser permanentes o semiperma- nentes. Ejemplos adecuados serian los árbo- les grandes, salientes de rocas, etc.
  • 177. 177 Formato de toma de datos topográficos Fecha: Hoja: / Comunidad: Pto Lectura vertical (*) Lectura horizontal Distancia (D) Esquema (*) Ángulos hacia abajo negativos Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 179. 179 El objetivo de este ensayo es conocer la cur- va Q – P del aspersor, y el diámetro húmedo para una altura dada cuando no tenemos el catálogo del fabricante. Para cualquier emisor (ya sea aspersor, difusor o emisor de goteo), las ecuaciones de dicha curva son del tipo: q = Kd × hx donde: q es el caudal del emisor en L/h. Kd es el coeficiente de descarga del emisor. h es la altura de presión dinámica a la entrada del emisor. x es el exponente de descarga del emisor. Para los aspersores este exponente toma habitualmente un valor en torno a 0.5. Material necesario: Una toma de agua, ya sea por gravedad o por bombeo que pueda ser regulada me- diante una llave con el fin de conseguir dife- rentes presiones de trabajo del aspersor. Un manómetro que situaremos a la salida de la toma para conocer la presión. Un número variable de pluviómetros que dependerá del alcance del aspersor. El nú- mero necesario puede estimarse a partir de la Tabla E-1: – – – – 1. 2. 3. Anexo E. Ensayo de aspersores Como pluviómetros deberán utilizarse re- cipientes exactamente iguales. Serán ci- líndricos, con el borde superior afilado, de modo que el agua recogida no pueda salpicar. El diámetro en la abertura debe- rá estar comprendido entre 8 y 30 cm, teniendo en cuenta que la precisión de la medida aumenta con el diámetro. Una regla o preferiblemente un pie de rey para medir el diámetro de los recipientes utilizados como pluviómetros y obtener así su sección. Una probeta o instrumento de medida de líquidos con una precisión de 1 ml. Un reloj Procedimiento a seguir: En campo: Se elige una zona plana para realizar el ensayo Situamos el aspersor a 0.5 m de altura. Realizamos un ensayo previo con el as- persor para conocer el alcance del agua. En función de este alcance situaré los plu- viómetros en una cuadrícula, con distan- cia entre ellos dada por la Tabla E-1. De- remos numerar los pluviómetros y situar- los preferiblemente un poco enterrados con el fin de que no se vuelquen. Se abre la llave hasta que el manómetro alcance un valor de 20 metros (2.0 bar) y se mantiene abierta una hora. Con la ayuda de la probeta, se mide la cantidad de agua recogida por cada plu- viómetro, anotando igualmente el número de pluviómetro. 4. 5. 6. 1. 2. 3. 4. 5. Número de pluviómetros necesarios para el ensayo Tabla E-1 Alcance (m) Nº de pluviómetros Separación entre pluviómetros (m) 10 25 2 15 36 2.5 20 36 3 25 49 3.5 30 49 4 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 180. 180 Anexos El caudal del aspersor estará dado por la fórmula: q (L/h) = Pluv. Promedio (mm/h) × × nº de pluviómetros × s² donde s es la separación entre pluvió- metros. Tendremos, pues, dos datos de caudal para cada una de las presiones de trabajo: Ensayo 1 Ensayo 2 h1 = 20 m h2 = 30 m q1 q2 Puede ya calcularse la ecuación de la cur- va a partir de los datos obtenidos: 5. 6. # Pluviom. Lectura (ml.) Pluviometría (mm/h) # Pluviom. Lectura (ml.) Pluviometría (mm/h) 1 83 51 75 2 76 52 65 3 68 53 34 … … Se vuelven a realizar los pasos 3, 4 y 5 con una presión de trabajo de 30 m. En gabinete: Para cada una de las dos tablas se cal- cula la pluviometría de cada pluviómetro con la fórmula: Donde es 3.1416 y D es el diámetro in- terno de los pluviómetros que se habrá medido previamente con la regla o pie de rey. Para cada una de las tablas, se calcula el promedio de pluviometría. Para cada uno de los ensayos (el de 20 y el de 30 m), se descartan todos aquellos pluviómetros cuya pluviometría es inferior al 10% del promedio. El diámetro húmedo (Dh) para cada pre- sión de funcionamiento será la distancia máxima entre los pluviómetros que que- den después de haber descartado los del paso 3. 6. 1. 2. 3. 4. = 2 1 2 1 h h log q q log x x 1 1 d h q K = Pluviometría (mm/h) = (Lectura (ml) / 1000) × (D/1000)² 4 Registro de datos de precipitación.Tabla E-2
  • 181. 181 Anexo F. Cálculo de la precipitación confiable Supongamos que contamos con los siguien- tes datos de precipitación de una zona o es- tación cercana al lugar donde se pretende instalar el sistema de riego: Promedios mensuales de precipitación (mm) Precipitación total anual (mm) Enero 7.7 1970 961.3 Febrero 5.1 1971 884.2 Marzo 7.3 1972 1176.8 Abril 63.8 1973 822.5 Mayo 112.2 1974 865.9 Junio 178.4 1975 972.9 Julio 99.9 1976 904.5 Agosto 116.1 1977 865.1 Septiembre 137.1 1978 878.7 Octubre 107.7 1979 879.4 Noviembre 35.8 1980 901.1 Diciembre 12.5 Promedio 919.3 El procedimiento de cálculo es el siguiente: Se comienza ordenando los datos de pre- cipitación anual de mayor a menor (ver columnas 1 y 2 de la Tabla F-1). Se calcula el índice de precipitación de cada dato (Ip), que está dado por la fórmula: donde P es el dato de precipitación de cada año (columna 2) y P el promedio de precipitación anual (en este ejemplo 919.3 mm). Por ejemplo, para el valor de 1. 2. precipitación de 884.2 mm, el índice de precipitación será: Se calcula la probabilidad de ocurrencia (Pr) de cada valor de precipitación anual mediante la llamada fórmula de Hazen: donde m es el número de orden de cada valor de precipitación anual, y N es el nú- mero de años de la serie de datos (en este caso 11). Siguiendo con el ejemplo: 3. P P Ip = 0.962 919.3 884.2 Ip == 100 N2 1m2 Pr × × −× = 50.0%100 112 162 Pr =× × −× = Cálculo de la Pr.Tabla F-1 (1) (2) (3) (4) Nº de orden Precipitación anual (mm) Índice de precipitación (Ip ) Probabilidad de ocurrencia (Pr ) (%) 1 1176.8 1.280 4.5 2 972.9 1.058 13.6 3 961.3 1.046 22.7 4 904.5 0.984 31.8 5 901.1 0.980 40.9 6 884.2 0.962 50.0 7 879.4 0.957 59.1 8 878.7 0.956 68.2 9 865.9 0.942 77.3 10 865.1 0.941 86.4 11 822.5 0.895 95.5 Promedio: 919.3 mm Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 182. 182 Anexos Una vez que tenemos el valor de Ip para la Pr deseada, lo multiplicaremos por los valores de la precipitación mensual, de modo que tendremos las precipitaciones mensuales confiables al Pr deseado. En nuestro ejemplo, las precipitaciones men- suales confiables al 75% de probabilidad serán las dadas por la Tabla F-2: 5. lp buscado = lp mayor – Pr buscado – Pr menor × Pr mayor – Pr menor × (lp mayor – lp menor) Lo que nos proporciona la cuarta colum- na de la Tabla F-1 son las precipitaciones confiables y los Ip al 4.5%, al 13.6%, al 22.7%, etc., de ocurrencia. Pero lo que necesitamos son valores de Ip para proba- bilidades más redondas como el 75 ó el 90%. Para averiguar el Ip para una Pr dada buscaremos los valores de Ip para la Pr inmediatamente mayor y para la inmedia- tamente menor a las buscada, y seguida- mente aplicaremos la siguiente fórmula: Por ejemplo, queremos saber el Ip para una Pr del 75%. En la Tabla F-1 podemos ver que para una Pr del 68.2% el Ip es 0.956, y para una Pr de 77.3% el Ip es 0.942. Aplicando la fórmula: 4. lp (75%) = 0.956 – 75 – 68.2 × (0.956 – 0.942) 77.3 – 68.2 = 0.956 – 6.8 × 0.014 9.1 = 0.956 – 0.010 = 0.946 Valores de precipitación confiable Tabla F-2 Promedios mensua- les de precipitación (mm) Ip (75%) Ppt. 75% Enero 7.7 × 0.946 = 7.3 Febrero 5.1 4.8 Marzo 7.3 6.9 Abril 63.8 60.4 Mayo 112.2 106.1 Junio 178.4 168.8 Julio 99.9 94.5 Agosto 116.1 109.8 Septiembre 137.1 129.7 Octubre 107.7 101.9 Noviembre 35.8 33.9 Diciembre 12.5 11.8
  • 183. 183 Anexo G. Tolerancia relativa de los cultivos agrícolas a la salinidad2 CULTIVOS EXTENSIVOS Tolerantes Moderadamente sensibles Cebada Algodón Remolacha azucarera Habichuela Maíz Lino Cacahuate Arroz Caña de azúcar Girasol Moderadamente tolerantes Sensibles Frijol alacín, caupí Avena Centeno Sorgo Soya Trigo Trigo duro Frijol Ajonjolí PASTOS Y CULTIVOS FORRAJEROS Tolerantes Moderadamente sensibles Pasto bermuda Alfalfa Trébol Maíz forrajero Caupí forrajero Pasto llorón Avena forrajera Grama de jopillos Centeno forrajero Freo de los prados Moderadamente tolerantes Sensibles Cebada forrajera Alpiste Trébol Festuca Raygrass Pasto sudán Trigo forrajero Fuente: elaboración propia a partir de USDA (1992, 1997). 2 Estos datos sirven sólo de guía a la tolerancia relativa entre cultivos. Las tolerancias absolutas dependerán del clima, las condiciones del suelo y las prácticas agrícolas. Para una lista más exhaustiva de especies y sus nombres científicos, consúltese Ayers y Westcot (1985) o USDA (1997:Table 13-3). Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 184. 184 Anexos VEGETALES Tolerantes Moderadamente sensibles Espárrago Brócoli Repollo Coliflor Apio Maíz dulce Pepino Berenjena Lechuga Sandía Chile Patata Rábano Espinaca Melón Calabaza Camote Tomate Moderadamente tolerantes Sensibles Alcachofa Remolacha Zucchini, pipián, zapallo Frijol Zanahoria Cebolla Quingombó FRUTALES Tolerantes Moderadamente sensibles Uva Moderadamente tolerantes Sensibles Higuera Jinjolero Papaya Piña Granada Almendra Manzana Albaricoque Aguacate Zarzamora Chirimoya Lima Limón Mandarina Níspero Mango Naranja Fruta de la pasión Melocotón Pera Toronja Zapote Fresa La clasificación de tolerancias relativas está definida por las líneas de la Figura G-1. En esta figura vemos como, en general, los cul- tivos tolerantes alcanzan el 100% de su ren- dimiento con valores de CE inferiores a 0.8 dS/m. O cómo los cultivos moderadamente tolerantes sufren reducciones del 50% del rendimiento con valores de CE superiores a unos 7 dS/m. Un par de ejemplos concretos nos ayudarán a explicar mejor la gráfica. La línea de trazos representa la relación entre CE del agua de riego y el rendimiento po- tencial para el maíz. Vemos cómo para que el maíz alcance el 100% de su rendimiento potencial, el valor de la CE debe ser inferior a 1.1 dS/m. También podemos ver cómo si
  • 185. 185 el agua de riego que aportáramos tuviera una CE de 5 dS/m, podrían esperarse rendimien- tos inferiores al 40% del potencial. En el caso del frijol (línea de puntos), que es un cultivo sensible, estos mismos valores de conductividad arrojan pérdidas de ren- dimiento aun mayores que en el caso del maíz. Así, con una CE de 1.1 dS/m, el frijol sufre una pérdida del 20% del rendimiento (o lo que es lo mismo, alcanza un 80% de su rendimiento potencial). Con una CE de 5 dS/m, el frijol no será capaz de producir ab- solutamente nada. En general, puede observarse también como los cultivos sensibles necesitan una CE infe- rior a 0.7 dS/m para no sufrir mermas en el rendimiento. En el caso de los cultivos mo- deradamente sensibles, el umbral estará en 2 dS/m. Para los cultivos moderadamente tolerantes, no sufrirán pérdidas con CE in- feriores a 4 dS/m. Y por último, los cultivos tolerantes, no sufrirán ninguna bajada en sus rendimientos con valores de CE inferiores a 6.5 dS/m. Figura G-1 Clasificación de la tolerancia relativa por tipo de cultivo. 0 0 5 Conductividad eléctrica del agua (dS/m) Rendimientorelativo(%) Sensibles Moderadamente tolerantes Tolerantes Inadecuado para la mayoría de cultivos 10 15 20 0 5 10 15 20 20 40 60 80 100 Moderadamente sensibles Fuente:AyersyWestcot(1985). Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 186. 186 Anexos Anexo H. Ensayos de suelo Se pone aproximadamente una cucharada de suelo en la palma de la mano y se le echa unas gotas de agua. Se escurre y se amasa hasta que se adhiera a la mano. La medida en que se pueda moldear, como en la figura, dará una idea aproximada de su clase de textura. Arenoso. Es imposible formar una bola de suelo redondeándola con las palmas de la mano. El suelo permanece suelto y en granos simples y puede ser amontonado pero no moldeado. Franco arenoso. Puede ser moldeado en forma esférica pero se desgrana fácilmen- te con solo aplastar la bola entre los dedos pulgar e índice. A) B) Limo. Podemos formar un cilindro a partir de la bola, pero nunca mayor de 15 cm de largo. Franco. Podemos amasar la bola hasta formar un cilindro de 15 cm de largo y 0.5 cm de diámetro. Al intentar doblar el cilindro en forma de U se rompe. Franco arcilloso. El suelo puede ser ama- sado como en (D) pero puede ser cuidado- samente doblado en U sin romperse. Arcillo arenoso. El suelo es de tacto suave y al seguir doblando el cilindro para formar un círculo se agrieta un poco. Arcilla. Se maneja como plastilina y puede ser doblado en un círculo sin agrietarse. C) D) E) F) G)
  • 187. 187Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego Figura H-2 Procedimiento para la determinación de la textura al tacto según USDA (1999). Arcillosa Es muy suave ¿Es muy suave? ¿Es muy áspero? Arcillo- limosa Arcillo- arenosa ¿Es muy áspero? Sí Sí Franco- arcillo- limosa Es muy suave Franco- arcillo- arenosa Franco- arcillosa Ni áspero ni suave Ni áspero ni suave Ni áspero ni suave Franca Franco- arenosa Franco- limosa Sí SíSíSí Sí Sí SíSí Haciendo una cinta Ponga 25 grs de suelo en la palma de la mano y amase. El suelo está plástico y moldeable, como plástilina húmeda. Agregue suelo seco para absorber agua ¿Forma una pelota cuando se aprieta? ¿Está muy seco? Arenosa Arenoso- franca ¿Esta muy húmedo? ¿El suelo, forma una cinta? Tome el suelo entre pulgar e índice, empuje con el pulgar, apriete para arriba y forme una cinta, de espesor y ancho uniforme. Permita que emerja la cinta hasta que se quiebre. Humedezca excesivamente en la mano una pequeña cantidad de suelo y frótela con el dedo índice ¿Forma una cinta débil de < de 1” antes de quebrarse? ¿Forma una cinta de 1” antes de quebrarse? ¿Forma una cinta fuerte 2” antes de quebrarse? ¿Es muy áspero? Sí Sí Sí Sí Sí Sí No No No No No No
  • 188. 188 Anexos Determinación de la infiltración básica mediante el infiltrómetro de doble anillo El infiltrómetro consta de dos cilindros de lámina de espesor 3 mm, uno de 15 cm de diámetro y el otro de 30 cm, y ambos de 30 cm de altura (ver Figura H-3a). Utilizamos dos cilindros con el fin de que el agua que vertamos entre los dos cilindros fuerce la in- filtración vertical del agua que vertamos en el cilindro pequeño. En otras palabras, si uti- lizáramos un solo cilindro, el agua adoptaría una forma de bulbo ya que existiría infiltración tanto vertical como horizontal, mientras que el hecho de que se esté ya infiltrando agua alrededor del cilindro pequeño fuerza al agua contenida en este último a infiltrarse sólo ha- cia abajo y no hacia a los lados, adoptando forma de columna (Figura H-3b). Para realizar el ensayo necesitaremos además: Un depósito con agua. Una regla o cinta métrica metálica. Un cronómetro. Un trozo de plástico, como una bolsa de supermercado. El procedimiento que se sigue es el siguiente: Se entierran ambos cilindros con cuidado en el suelo de manera concéntrica y unos 10 cm. Llenamos el espacio entre los dos cilindros con agua hasta unos 10 ó 15 cm sobre el nivel del suelo. Situamos el trozo de plástico en el inte- rior del cilindro pequeño de modo que cu- bra todo el suelo, vertemos agua sobre • • • • 1. 2. 3. a) Fuente: Gregory, J. H.; Dukes, M. D.; Miller, G. L.; Jones, P. H. (2005) Analysis of double-ring infil- tration techniques and development of a simple automatic water delivery system, Internet, Applied Turfgrass Science. b) Fuente: Miller, I. (s/f) Falling-head Double Ring Infil- trometer, Internet, The University of Sydney. Funcionamiento del infiltrómetro de anillos.Figura H-3
  • 189. 189 él hasta llegar igualmente a los 10 ó 15 cm sobre el suelo, y retiramos el plástico. La razón de utilizar el plástico es proteger la superficie del suelo contra el impacto del agua. Con la ayuda de la regla o cinta métrica y tomando lecturas tanto de la medida como del tiempo transcurrido, iremos re- llenando las columnas (a) y (d) de la Tabla H-1 (existe un formato en blanco al final de este anexo). Como se explicaba en la sección 4.5, la tasa de infiltración será mucho mayor al 4. principio que al final, donde tenderá a ser constante. Por lo tanto, las lecturas ten- drán que ser mucho más frecuentes al principio que al final. Empezaremos dejando sólo un minuto entre las lecturas, de ahí pasaremos a tomarlas cada dos minutos, cada cinco, cada 10, cada 20 y cada 30. Para saber en qué momento cambiamos el intervalo entre lecturas podemos tomar el criterio de cambiar cuando la bajada de la lámina se acerque o baje de los 10 mm. En el ejemplo, cuando tomamos la segunda (a) (b) (c) (d) (e) (f) Tiempo Lámina de agua (mm) Tasa de infiltraciónHora Diferencia Acumulado Lectura Diferencia 9.07 (min) (min) 136 (mm/h) 1 1 12 720 9.08 124 2 3 11 330 9:10 113 2 5 7 210 9:12 106 5 10 11 132 9:17 95 5 15 7 84 9:22 88 5 20 6 72 9:27 82 10 30 10 60 9:37 72 10 40 9 54 9:47 63 − − − − Rellenado 142 10 50 10 60 9:57 132 10 60 8 48 10:07 124 20 80 15 45 10:27 109 20 100 11 33 10:47 98 20 120 11 33 11:07 87 Procedimiento de cálculo de la infiltración.Tabla H-1 Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 190. 190 Anexos lectura la bajada de la lámina es de 12 mm (136 – 124 = 12 mm), de ahí que pasemos a tomar lecturas cada 2 minutos. En la cuarta lectura, la bajada es de 11 mm (113 – 106 = 11 mm), luego cambia- mos al intervalo a cinco minutos. Y en la lectura que tomamos a las 9:27, la bajada de la lámina ha sido de 88 – 82 = 6 mm, luego pasamos a tomar lecturas cada 10 minutos. Llegará un momento que la lámina de agua del cilindro pequeño habrá bajado tanto que sea necesario rellenar. Esto lo haremos inmediatamente después de una lectura, y anotaremos la nueva lectura de lámina de agua. En la Tabla H-1, por ejem- plo, se ha rellenado inmediatamente des- pués de la lectura efectuada a las 9:47, tras lo cual la lámina ha pasado de 63 a 142 mm. Durante todo el ensayo deberemos man- tener la lámina de agua en el espacio en- tre los dos cilindros a aproximadamente el mismo nivel que en el cilindro pequeño. Esto nos obligará seguramente a rellenarlo más frecuentemente que el cilindro pe- queño porque existirá mayor infiltración. No obstante, no es necesario apuntar los momentos en que rellenamos el espacio entre ambos cilindros. El ensayo lo terminaremos cuando, o bien llevemos ya dos horas de ensayo (como es el caso en el ejemplo) o bien las lecturas a intervalos de 30 minutos sean prácti- camente constantes (no llegamos a este punto en ensayo de ejemplo). Repetiremos el ensayo al menos cuatro veces en diferentes lugares de la parcela con el fin de calcular el promedio. Para no tener que pasar ocho horas realizando el ensayo, es conveniente disponer de dos 5. 6. 7. 8. juegos de cilindros, de tal manera que se puedan traslapar ensayos y ocupar menos tiempo (iniciamos el segundo ensayo a la hora de comenzar el primero, el tercero a la hora del segundo, y el cuarto una vez transcurrida una hora del tercero). Procesamiento de datos: Comenzaremos calculando la columna (b), que no es más que la diferencia en mi- nutos entre lecturas sucesivas. Debemos prestar atención al llegar al rellenado (ci- fras en negritas) pues esa fila no se toma en cuenta para el cálculo. En el ejemplo vemos como se ha calculado el tiempo transcurrido entre las 9:47 horas (lectura tras la cual se rellenó el cilindro pequeño) y las 9:57 horas. Calculamos seguidamente la columna (c), que como vemos en el ejemplo es la suma acumulada de los valores de la columna (b). Obviamente ignoraremos la fila del re- lleno porque no hemos calculado ahí nin- gún valor. La columna (e) es la diferencia en mm entre las lecturas de lámina de agua. Aten- ción nuevamente al llegar al relleno, pues la diferencia entre lecturas deberá tener en cuenta la nueva altura de lámina de agua alcanzada después del relleno (142 – 132 = 10 mm en el ejemplo). En la columna (f) calculamos la tasa de infiltración. Para ello se dividen los valo- res de la (e) entre la (b) y se multiplican después por 60 (para pasarlos a mm/h). Por ejemplo entre la cuarta y la quinta lectura pasaron 5 minutos y la lámina de agua bajó 11 mm. Luego el valor de la columna (f) será: 1. 2. 3. 4. mm/h13260 5 11
  • 191. 191 Seguidamente pasaremos a dibujar una gráfica en un papel especial que se de- nomina “doble logarítmico” que podemos observar en la Figura H-4. Podemos ver cómo tiene la particularidad de que las primeras 10 unidades de am- bos ejes ocupan el mismo espacio que las siguientes 90, y estas que las siguiente 900, y así sucesivamente. Otra particu- laridad es que en el segmento entre 1 y 10 cada raya es una unidad. Entre 10 y 100 cada raya son 20 unidades. Y entre 100 y 1000, cada raya son 100 unidades. 5. En dicho papel logarítmico, situaremos unos puntos cuyas coordenadas serán los valores de la columna (c) (el tiempo acumulado) en abscisas (el eje X), y los de la columna (f) (la tasa de infiltración) en ordenadas (el eje Y). Podemos ver como cada uno de los triángulos del gráfico se corresponde con una pareja de valores de la tabla. Así, el primer punto por la izquier- da está dibujado en las coordenadas (1, 720), mientras que el último lo está en las coordenadas (120, 33). Figura H-4 Interpretación gráfica de las lecturas de la infiltración. Tiempo (min) 1 1 10 100 K=600 1000 10 100 1000 Tasadeinfiltración(mm/h) 6.4 cm 3.7 cm Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 192. 192 Anexos El papel doble logarítmico se puede encon- trar en cualquier papelería especializada, aunque al final del Anexo existe una hoja que se puede imprimir separadamente. Una vez llevados todos los puntos a la grá- fica en papel doble logarítmico, se traza una recta de tal manera que pase aproxi- madamente por en medio de la nube de puntos. Llamaremos K al valor de la tasa de infil- tración donde la recta que hemos trazado corta al eje vertical (recordemos al hacer la lectura que la escala es logarítmica). Podemos observar como en la Figura H-4 K = 600. Seguidamente calcularemos la pendiente de la recta, a la cual llamaremos n. Para ello escogeremos dos puntos bastante se- parados de la recta y mediremos con una regla en cm la distancias horizontal y verti- cal entre ellos. Calcularemos la pendiente mediante la fórmula: n = y = 3.7 = –0.58 x 6.4 6. 7. 8. Por último, calcularemos la infiltración bá- sica mediante la fórmula3 : lb (mm/h) = K × (–600 × n)n donde sustituyendo con los valores del ejemplo tendremos: lb = 600 × (–600 × (–0.58))–0.58 = 20.1 mm/h En el CD que acompaña al manual se pro- porciona una hoja de cálculo Microsoft Excel® que automatiza todo el proceso de cálculo de la infiltración básica. 3 Es pura casualidad que el valor de K en el ejemplo sea igual al factor de la fórmula. 9.
  • 193. 193 Análisis de infiltración Ensayo nº: Lugar: Fecha: Textura*: Tiempo Lámina de agua (mm) Tasa de infiltraciónHora Diferencia (min) Acumulado (min) Hora Diferencia (mm/h) (*) Determinada al tacto. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 194. 194 Anexos Tazadeinfiltración(mm/h) 2 3 4 5 6 7 8 9 100 1 10 100 100032 4 5 6 7 8 9 32 4 5 6 7 8 9 2 3 4 5 6 7 8 9 Tiempo acumulado (min) 2 3 4 5 6 7 8 9 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1000 10000 2 3 4 5 6 7 8 9 1 1
  • 195. 195 Anexo I. Código Visual Basic® para el cálculo de las pérdidas de carga mediante la ecuación universal de Darcy-Weisbach El siguiente código crea una nueva fó rmula en Excel (hfdw) que calcula las pérdidas de carga según Darcy-Weisbach a partir de los argumentos que se detallan en el código. ====== == ================ ==== === ==== ==== ===== ==== == Function hfdw(k, d, u, v, l) As Single k = coe ciente de rugosidad de la tubería en mm d = diámetro interior de la tubería en mm u = velocidad del agua en m/s v = viscosidad cinemática del agua en m2/s l = longitud de la tubería en m Dim re As Single Nº de Reynolds re = (d / 1000) * u / v If re <= 2000 Then f = 64 / re Else e = 0.0001 Error admitido Valor inicial de f según fórmula de Swamee-Jain f0 = (-2 * Log(k / 3.7 / d + 5.74 / re ^ 0.9) / Log(10)) ^ (-2) En Visual Basic el log10(n) se calcula como log(n)/log(10) Do b = -2 * Log(2.51 / re / Sqr(f0) + k / 3.71 / d) / Log(10) f = b ^ (-2) If Abs(f - f0) / f < e Then Exit Do End If f0 = f Loop End If hfdw = f * l * u ^ 2 / (d / 1000) / (2 * 9.81) End Function ====== == ================ ==== === ==== ==== ===== ==== == Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 196. 196 Anexos Anexo J. Lista de estaciones climáticas con datos disponibles en Hargreaves (1980) y en la base de datos FAO/CLIMWAT Para las localidades nombradas en este anexo, Hargreaves (1980) proporciona entre otros los siguientes datos: Valores promedio de precipitación men- sual y anual Probabilidad de ocurrencia de precipita- ción mensual y anual • • Valores de evapotranspiración de referencia Temperatura media mensual en ºC Humedad relativa media en porcentaje • • • Localidad Departamento Localidad Departamento Agua Azul Cortés El Sauce Fco. Morazán Agua Caliente Fco. Morazán El Taladro Comayagua Amapala Valle El Zamorano Fco. Morazán Campamento Las Moras La Paz Finca América Choluteca Campana Cortés Flores Comayagua Cañaveral Cortés Gracias Lempira Catacamas Olancho Guanacaste Atlántida Cayetano Olancho Guanaja Islas de la Bahía Cayo Yoro Guayabillas Olancho Choluteca Choluteca Güinope El Paraíso Comalí Choluteca Hacienda Archaga Fco. Morazán Comayagua Comayagua Hacienda El Jaral Copán Comayagüela Fco. Morazán Hacienda El Sauce Sta. Bárbara Coyolar Comayagua Hacienda Las Cañadas Fco. Morazán Coyoles Yoro Hacienda San Isidro El Paraíso Chumbagua Santa Bárbara Hacienda Sta. Clara Fco. Morazán Danlí El Paraíso Isletas Colón Dulce Nombre de Copán Copán Juticalpa Olancho El Cajón Cortés La Ceiba Atlántida El Jaral Cortes La Esperanza Intibucá El Mochito Sta. Bárbara La Gloria Intibucá
  • 197. 197 Localidad Departamento Localidad Departamento El Olvido Atlántida La Labor Ocotepeque EI Picacho Fco. Morazán Lamaní Comayagua La Paz Atlántida La Mesa Cortés La Venta Fco. Morazán La Paz La Paz Las Limas Olancho Río Blanco Sta. Bárbara Limones Atlántida Rosario A. Atlántida Los Encuentros Choluteca Rosario B. Atlántida Maraita Fco. Morazán Ruinas de Copán Copán Marcala La Paz Sabana Grande Fco. Morazán Marcovia Choluteca San Antonio de Flores El Paraíso Morazán Yoro Morocelí El Paraíso San Juan (Siguat.) Comayagua Nacaome Valle San Lorenzo Valle Naranjo Yoro San Lucas El Paraíso Nerone Atlántida San Marcos Ocotepeque Nueva Armenia Fco. Morazán San Marcos de Colón Choluteca Nueva Ocotepeque Ocotepeque San Pedro Sula Cortés Nuevo Rosario Fco. Morazán Santa Bárbara Santa Bárbara Ojojona Fco. Morazán Santa Rosa de Copán Copán Olanchito Yoro Sico Colón Oropolí El Paraíso Talanga Fco. Morazán Palo Verde Yoro Tegucigalpa Fco. Morazán Paso Real Fco. Morazán Tela Atlántida Pedernales Sta. Bárbara Telica Olancho Peña Blanca Sta. Bárbara Texiguat El Paraíso Pespire Choluteca Trojas A. Atlántida Pito Solo Comayagua Trojas B. Atlántida Planes Colón Trujillo Colón Potrerillos El Paraíso Vally Atlántida Presa Guacerique Fco. Morazán Veracruz Copán Puente Pimienta Cortés Victoria Yoro Puentes de Cedeño Choluteca Yoro Yoro Puerto Cortés Cortés Yuscarán El Paraíso Puerto Lempira Gracias a Dios Zacapa Santa Bárbara Zambrano Fco. Morazán Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 198. 198 Anexos Estación Departamento Altitud (m) Longitud (ºO) Latitud (ºN) Catacamas Olancho 442 85.56 14.54 Choluteca Choluteca 48 87.12 13.18 Guanaja Islas de la Bahía 2 85.55 16.28 Isla del Cisne 9 83.56 17.24 La Ceiba Atlántida 26 86.52 15.44 La Mesa Cortés 31 87.56 15.26 Nacaome Valle 35 87.30 13.32 Olanchito Yoro 150 86.34 15.31 Playitas Francisco Morazán 595 87.42 14.26 Puerto Lempira Gracias a Dios 13 83.37 15.13 Quimistán Santa Bárbara 190 88.24 15.21 Santa Rosa de Copán Copán 1079 88.47 14.47 Tegucigalpa Fco. Morazán 1000 87.13 14.03 Tela Atlántida 3 87.29 15.43 Victoria Yoro 360 87.23 14.56 Villa Ahumada, Danlí El Paraíso 700 86.34 14.02 Por otra parte, en la base de da- tos CLIMWAT/FAO (http: www.fao. org/nr/water/infores_databases_ climwat.html) puede bajarse el archivo CARIBEAN.ZIP, dentro del del cual existe a su vez otro ar- chivo HONDURAS.ZIP que contie- ne información detallada para las estaciones climáticas del cuadro. Para cada una de las estacio- nes existen en ese archivo ZIP dos ficheros. Por ejemplo, para Catacamas existe el fichero CA- TACAMA.CLI, y el fichero CATACA- MA.PEN4. 4 Ambos ficheros están diseñados para ser utilizados en un software de cálculo de requerimientos de riego denominado CROPWAT, cuyo uso está fuera del ámbito de este manual. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 199. 199 En concreto nos interesan los ficheros CLI, los cuales podemos abrir con un simple editor de texto como el “Bloc de notas” de Windows®. Una vez abierto el fichero, nos aparecerá una ventana como la de la página anterior. En la primera fila aparece el nombre de la estación climática, el resto de cifras no nos interesan. De los restantes dígitos: La primera columna (del 3.5 al 3.1 en el ejemplo) son los valores de ET0 para los 12 meses del año en mm/día. • La segunda columna son los valores de precipitación promedio mensual en mm/mes. La tercera columna son los valores de pre- cipitación efectiva mensual, igualmente en mm/mes. • • Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 200. 200 Anexos Anexo K. Fases y coeficientes de cultivo Cultivo Fases de cultivo Coeficientes de cultivo Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin a) Hortalizas pequeñas 0.70 1.05 0.95 Brócoli 35 45 40 15 135 1.05 0.95 Repollo 40 60 50 15 165 1.05 0.95 Zanahoria 20 30 30 20 100 1.05 0.9530 40 60 20 150 30 50 90 30 200 Coliflor 35 50 40 15 140 1.05 0.95 Apio 25 40 95 20 180 1.05 1.0025 40 45 15 125 30 55 105 20 210 Lechuga 20 30 15 10 75 1.00 0.95 30 40 25 10 105 25 35 30 10 100 35 50 45 10 140 Cebolla (seca) 15 25 70 40 150 1.05 0.75 20 35 110 45 210 Cebolla (verde) 25 30 10 5 70 1.00 1.0020 45 20 10 95 30 55 55 40 180 Ceb. (semilla) 20 45 165 45 275 1.05 0.80 Espinaca 20 20 20 5 65 1.00 0.95 20 30 40 10 100 Rábano 5 10 15 5 35 0.90 0.85 10 10 15 5 40 b) Hortalizas - Solanáceas 0.60 1.15 0.80 Berenjena 30 40 40 20 130 1.05 0.90 30 45 40 25 140 Chile 30 35 40 20 125 1.05 0.90 30 40 110 30 210
  • 201. 201Manual básico de diseño de sistemas de minirriego Cultivo Fases de cultivo Coeficientes de cultivo Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin Tomate 30 40 40 25 135 1.15 0.80 35 40 50 30 155 25 40 60 30 155 35 45 70 30 180 30 40 45 30 145 c) Hortalizas - Cucurbitáceas 0.50 1.00 0.80 Pepino 20 30 40 15 105 0.60 1.00 0.75 25 35 50 20 130 Ayote 20 30 30 20 100 1.00 0.80 25 35 35 25 120 Zapallo, zuc- chini, pipián 25 35 25 15 100 0.95 0.75 20 30 25 15 90 Melón 25 35 40 20 120 1.05 0.75 30 30 50 30 140 15 40 65 15 135 30 45 65 20 160 Sandía 20 30 30 30 110 0.40 1.00 0.75 10 20 20 30 80 d) Raíces y tubérculos 0.50 1.10 0.95 Remolacha de mesa 15 25 20 10 70 1.05 0.95 25 30 25 10 90 Yuca: año 1 20 40 90 60 210 0.30 0.80 0.30 año 2 150 40 110 60 360 0.30 1.10 0.50 Papa 25 30 40 30 125 1.15 0.75 25 30 45 30 130 30 35 50 30 145 45 30 70 20 165 30 35 50 25 140 Camote 20 30 60 40 150 1.15 0.65 15 30 50 30 125
  • 202. 202 Anexos Cultivo Fases de cultivo Coeficientes de cultivo Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin Remolacha azucarera 30 45 90 15 180 0.35 1.20 0.70 25 30 90 10 155 25 65 100 65 255 50 40 50 40 180 25 35 50 50 160 45 75 80 30 230 35 60 70 40 205 e) Leguminosas 0.40 1.15 0.55 Habichuela, ju- día verde, frijol verde 20 30 30 10 90 0.50 1.05 0.90 15 25 25 10 75 Frijol (seco) 20 30 40 20 110 0.40 1.15 0.3515 25 35 20 95 25 25 30 20 100 Haba (Vicia faba) 15 25 35 15 90 0.50 1.15 Verde: 1.10 Seco: 0.30 20 30 35 15 100 90 45 40 60 235 90 45 40 0 175 Cacahuate, maní 25 35 45 25 130 1.15 0.6035 35 35 35 140 35 45 35 25 140 Caupí 20 30 30 20 110 1.05 Verde: 0.60 Seco: 0.35 Lenteja 20 30 60 40 150 1.10 0.30 25 35 70 40 170 Guisante, arveja 15 25 35 15 90 0.50 1.15 Verde: 1.10 Seco: 0.30 20 30 35 15 100 35 25 30 20 110 Soya 15 15 40 15 85 1.15 0.5020 30/35 60 25 140 20 25 75 30 150 f) Hortalizas perennes 0.50 1.00 0.80 Alcachofa 40 40 250 30 360 0.50 1.00 0.95 20 25 250 30 325
  • 203. 203Manual básico de diseño de sistemas de minirriego Cultivo Fases de cultivo Coeficientes de cultivo Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin Espárrago 50 30 100 50 230 0.50 0.95 0.30 90 30 200 45 365 Fresa 0.40 0.85 0.75 g) Cultivos textiles 0.35 Algodón 30 50 60 55 195 1.15 0.70 45 90 45 45 225 30 50 60 55 195 30 50 55 45 180 Lino 25 35 50 40 150 1.10 0.25 30 40 100 50 220 h) Cultivos oleaginosos 0.35 1.15 0.35 Ricino, higuera del diablo 25 40 65 50 180 1.15 0.55 20 40 50 25 135 Colza 1.10 0.35 Cártamo 20 35 45 25 125 1.10 0.2525 35 55 30 145 35 55 60 40 190 Ajonjolí 20 30 40 20 100 0.10 0.25 Girasol 25 35 45 25 130 0.10 0.35 i) Cereales 0.30 1.15 0.40 Cebada/ave- na/ trigo de primavera 15 25 50 30 120 1.15 0.25 20 25 60 30 135 15 30 65 40 150 40 30 40 20 130 40 60 60 40 200 20 50 60 30 160 Trigo de invierno 202 602 70 30 180 0.70 1.15 0.2530 140 40 30 240 160 75 75 25 335 Granos (pequeños) 20 30 60 40 150 25 35 65 40 165
  • 204. 204 Anexos Cultivo Fases de cultivo Coeficientes de cultivo Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin Maíz (grano) 30 50 60 40 180 1.20 0.35 25 40 45 30 140 20 35 40 30 125 30 40 50 30 150 30 40 50 50 170 Maíz (dulce) 20 20 30 10 80 1.15 1.05 20 25 25 10 80 20 30 30 10 90 30 30 30 103 110 20 40 70 10 140 Mijo 15 25 40 25 105 1.00 0.30 20 30 55 35 140 Sorgo 20 35 40 30 130 1.05 0.55 20 35 45 30 140 Arroz 30 30 60 30 150 1.05 1.20 0.75 30 30. 80 40 180 j) Pastos Alfalfa, ciclo total 10 30 var. var. var. 0.40 0.95 0.90 Alfalfa, primer ciclo de corte 10 20 20 10 60 0.40 1.20 1.15 10 30 25 10 75 Alfalfa, otros ciclos de corte 5 10 10 5 30 5 20 10 10 45 Cynodon dacti- lon: heno 10 25 35 35 105 0.55 1.00 0.85 varios cortes 10 15 75 35 135 Lolium sp. 10 20 var. var. var. 0.95 1.05 1.00 Pasto: - con rotación 0.40 0.95 0.85 - extensivo 0.30 0.75 0.75 Sorghum sp.: - 1er ciclo 25 25 15 10 75 0.50 1.15 1.10 - otros ciclos 3 15 12 7 37 Pennisetum purpureum
  • 205. 205Manual básico de diseño de sistemas de minirriego Cultivo Fases de cultivo Coeficientes de cultivo Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin k) Caña de azúcar 0.40 1.25 0.75 Cañá de azú- car (plantación vírgen) 35 60 190 120 405 0.40 1.25 0.75 50 70 220 140 480 75 105 330 210 720 Caña de azú- car (retoño) 25 70 135 50 280 30 50 180 60 320 35 105 210 70 420 l) Cultivos tropicales Banana, 1er año 120 90 120 60 390 0.50 1.10 1.00 Banana, 2do año 120 60 180 5 365 1.00 1.20 1.10 Cacao 1.00 1.05 1.05 Café: suelo desnudo 0.90 0.95 0.95 con cobertura 1.05 1.10 1.10 Palmeras 0.95 1.00 1.00 Árbol del hule 0.95 1.00 1.00 Té: sin sombra 0.95 1.00 1.00 con sombra 1.10 1.15 1.15 Piña: suelo desnudo 60 120 600 10 790 0.50 0.30 0.30 con cobertura 0.50 0.50 0.50 m) Bayas Vid 20 40 120 60 240 0.30 mesa: 0.85 vino: 0.70 0.45 20 50 75 60 205 20 50 90 20 180 30 60 40 80 210 Lúpulo 25 40 80 10 155 0.30 1.05 0.85 n) Frutales Cítricos: suelo desnudo 60 90 120 95 365 0.65 0.60 0.65 con cobertura 0.80 0.80 0.80 Aguacate 0.60 0.85 0.75
  • 206. 206 Anexos Cultivo Fases de cultivo Coeficientes de cultivo Inicial Desar. Media Madurac. Total KC ini KC med KC fin Árboles de hoja caduca (melocotón, durazno, man- zano, peral, etc.) 20 70 90 30 210 0.55 0.90 0.65 20 70 120 60 270 30 50 130 30 240 Olivo 30 90 60 90 270 0.65 0.7 0.7 Pistacho 20 60 30 40 150 0.4 1.1 0.45 Fuente: Adaptado de Allen et al (1998)
  • 207. 207 Anexo L. Pérdidas de carga singulares Como se comenta en el Módulo 11, las pér- didas de carga singulares se producen como consecuencia de las turbulencias creadas cuando el flujo de agua en una conducción sufre cambios bruscos en su dirección o ve- locidad, tal y como sucede al atravesar en- sanchamientos, reducciones, derivaciones, filtros, llaves, etc. (ver Figura L-1). También se indica en ese módulo que las pérdidas de carga singulares suelen despre- ciarse cuando la distancia entre puntos sin- gulares en un tramo es 1,000 veces mayor que el diámetro de la tubería del tramo. En caso contrario, la pérdida de carga singu- lar en una determinada pieza en tuberías o mangueras circulares se determina mediante la fórmula: donde: K = factor que depende del tipo de pieza singular (adimensional) Q = caudal (m³/s) D = diámetro interior de la tubería (m) Ensanchamientos de sección – – – 4 2 S D QK0.0826 h Ensanchamiento brusco (cambio de diámetro) Ensanchamiento gradual (conector troncocónico) donde C es un coeficiente función del ángulo del conector troncocónico que acopla las secciones y toma los valores siguientes: Ángulo ( ) C Ángulo ( ) C 6 0.14 30 0.70 10 0.20 40 0.90 15 0.30 50 1.00 20 0.40 60 1.10 Salida a depósito K = 1 En todos los casos de ensanchamiento lla- mamos D al diámetro interior de la tubería más estrecha, y este será el diámetro que deberemos utilizar en la fórmula de hS. a) b) c) 2 2 1 2 D D 1K 2 2 1 2 D D 1CK Figura L-1 Tipos de ensanchamiento de sección. Gradual D D1D Brusco D1 Salida a depósito D Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 208. 208 Anexos a) Reducción brusca siendo CC un coeficiente que depende de la relación (D/D1)² y cuyos valores figuran a continuación: (D/D1)2 CC K (D/D1)2 CC K 0.10 0.624 0.363 0.60 0.712 0.164 0.20 0.632 0.339 0.70 0.755 0.105 0.30 0.643 0.308 0.80 0.813 0.053 0.40 0.659 0.268 0.90 0.892 0.015 0.50 0.681 0.219 1.00 1.000 0.000 b) Reducción gradual Reducción de sección c) Salida desde un tanque Acoplamiento recto (a ras de la pared del tanque) K = 0.50 Acoplamiento con tubería entrante K = 1.00 Al igual que con los ensanchamientos, D es el diámetro interior de la tubería más estre- cha y este valor será el que utilizaremos en la fórmula de hS. Tes Sea una te como la de la Figura L-3, donde llega un caudal Q con una velocidad U el cual se divide en un caudal QR que se desplaza a una velocidad UR por el tramo recto, y un caudal QL que se desplaza a una velocidad UL por el tramo lateral, de igual o diferente diámetro que el recto. K = 1 – 1 ² × sen , para 90° C( ) K = 1 – 1 ² , para 90° C( ) ( )C = 0.63 + 0.37 × D 6 D1 ( )K = 1 – 1 ² CC Figura L-2 Tipos de reducciones de sección. Brusco Gradual Salida desde depósito D1 D1D D D Figura L-3 Pérdidas de carga en una T. Q D U UR QR DL ULQL DR
  • 209. 209 Habrá dos pérdidas de carga singulares, una en el tramo recto y otra en el tramo lateral, para cada una de las cuales existirán los fac- tores KR y KL respectivamente. El primero de ellos se calcula según la expresión: mientras que el segundo está dado por la siguiente tabla: UL / U KL UL / U KL 0.00 1.00 1.00 2.00 0.20 1.04 1.20 2.44 0.40 1.16 1.40 2.96 0.60 1.35 1.60 3.54 0.80 1.64 2.00 4.60 Los valores de U, UR y UL los obtendremos aplicando la ecuación de continuidad. A la hora de aplicar la fórmula de hS, deberemos utilizar QL y DL para el lateral, y QR y DR para el tramo recto. Otras pérdidas singulares Pieza singular K Codo a 90º 0.90 Codo a 45º 0.45 Válvula de compuerta abierta 0.19 Válvula de mariposa abierta 0.40 Filtros, venturímetros, aforadores, etc. Proporcio- nados por el fabricante Ejemplo de cálculo Supongamos una conducción entre dos tan- ques como la de la Figura L-4, con dos cam- bios de diámetro y una llave de compuerta. Para calcular las pérdidas de carga totales hT de esta conducción daremos los siguientes pasos: Primeramente deberemos ver si es ne- cesario considerar las pérdidas de carga singulares hS: 1. ( )KR = 0.40 × 1 – UR ² U Figura L-4 Ejemplo de cálculo de pérdidas de carga simgulares. Nivel estático hs2 hs1 hs3 hs4 hs5 Q=5L/s 30m - 3” 100 PSI 45m - 2” 100 PSI 30m - 3” 100 PSI 20m - 3” 100 PSI Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 210. 210 Anexos Para la tubería de 3” – 100 PSI, el diá- metro interior es 84.6 mm, y 1000 ve- ces esta cantidad serán 84.6 m. Como podemos ver en la Figura L-4, las distan- cias entre la salida del primer tanque y la reducción, entre el ensanchamiento y la llave, y entre la llave y la entrada al segundo tanque son todas inferiores a 84.6 m, luego deberemos considerar todas estas pérdidas singulares. Igualmente para la tubería de 2½” – 100 PSI, dado que su diámetro interior es 69.5 mm, la distancia entre la reduc- ción y el ensanchamiento es inferior a 1,000 veces su diámetro (69.5 m). Para la entrada a la tubería desde el pri- mer tanque, dado que el acoplamiento es recto, el coeficiente K tomará un valor de 0.50. La pérdida de carga singular en ese punto será pues: Para la reducción, considerándola como brusca, deberemos primeramente calcu- lar la relación (D/D1)², la cual es igual a (69.5/84.6)2 = 0.67. Interpolando en los valores de la tabla, resulta un valor de K = 0.123. La pérdida de carga singular será entonces: Para el ensanchamiento, considerándo- lo igualmente como brusco, el valor de K será: • • 2. 3. 4. mca0.02 0.0846 0.0050.500.0826 h 4 2 S1 mca0.01 0.0695 0.0050.1230.0826 h 4 2 S2 0.106 84.6 69.5 1K 2 2 2 Y el de la pérdida de carga singular: Para la llave de compuerta, K será igual a 0.19, y hS: mca0.01 0.0846 0.0050.190.0826 h 4 2 S4 Por último, para la entrada al tanque, K será igual a 1, y la hS: mca0.04 0.0846 0.00510.0826 h 4 2 S5 El total de pérdidas de carga singulares de la conducción será: hS = 0.02 + 0.01 + 0.01 + 0.01 + 0.04 = 0.09 mca La pérdida de carga continua de la con- ducción será igual a la suma de cada uno de los tramos de igual diámetro. Conside- rando unos valores de J de 0.96% para la tubería de 3”, y de 2.52% para la de 2”, el total de pérdidas de carga por fricción será: La pérdida de carga total será por tanto: hT = hf + hS = 1.90 + 0.09 = 1.99 mca 5. 6. 7. 8. 9. mca1.90 100 500.96 100 452.52 100 300.96 hf mca0.01 0.0695 0.0050.1060.0826 h 4 2 S3
  • 211. 211 LoLL s rerr gugg ladorerr s de prerr sión son dispositivovv s que provoo ovv can altas pérdidas por fricción y que se utilizan en las tott mas cuando es necesario ajus- tar la prerr sión dinámica a un detee ett rminado vavv lor y es imposible lograrr rlo con el cambio de diámetree orr de la tuberíaíí o manguera (ve(( r Figura 59). Sólo pueden utilizarse en las tomas de las parcelas después de las llaves que dan salida al agua hacia la parcela. Nunca podrán ins- talarse con una válvula de cierre aguas aba- jo de ellos, de modo que no son en ningún caso una alternativa al cambio de diámetros como estrategia para el ajuste de la línea piezométrica que veíamos en el paso 8 del cálculo hidráulico. Existen dos tipos de reguladores de presión, los comerciales que son faff bricados por las principales casas especializadas en riego, y los artesanales. Cada uno tiene su propio mé- todo de selección del regulador correcto. Reguladores comerciales En las fotos se muestran dos modelos de reguladores de presión de los más habituales en las instalaciones de riego. Anenn xee oxx M. ReRR gugg lall daa odd rerr s dedd prerr sióii n Un regulador de presión se caracteriza por las presiones de entrada y caudales que admite, y por la presión de salida que proporciona, y en función de estas características debere- mos elegir el regulador adecuado dentro del catálogo del faff bricante. Existen reguladores donde puede variarse la presión de salida que proporciona (como el de la izquierda), y otros donde esta presión ya viene estableci- da desde la fáff brica (como el de la derecha). Obviamente, necesitaremos las característi- cas técnicas de cada regulador para poder seleccionar el correcto, tal y como sucedía con la selección del aspersor. En los catálogogg s de los faff bricantes se propor-rr ciona la infoff rmación técnica de sus modelos de regulador bien en foff rma gráfica, o bien en foff rma de tabla. Por eje emplo, supongamos un regulador cuyo fabricante proporciona la infoff rmación que aparece en la Figura M-1. Fuentes: Catálogo en línea de Senninger y página web del Distrito de Aguas Otay. Manual práctico pararr el diseño de sistemas de minirriego
  • 212. 212 Anexos FiguraM-1Tiposdereduccionesdesección. PMR-60MF PMR-50MF PMR-40MF PMR-30MF PMR-35MF PMR-25MF PMR-20MF PMR-15MF PMR-10MF PMR-6MF 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm10gpm16gpm20gpm 2.0gpm10gpm16gpm20gpm 2.0gpm10gpm16gpm 2.0gpm10gpm16gpm PMR-60MF PMR-50MF PMR-40MF PMR-30MF PMR-35MF PMR-25MF PMR-20MF PMR-15MF PMR-10MF PMR-6MF 2.0gpm 10gpm 16gpm20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm 10gpm 16gpm 20gpm 2.0gpm10gpm16gpm20gpm 2.0gpm10gpm16gpm20gpm 2.0gpm10gpm16gpm 2.0gpm10gpm16gpm 102030405060708090100 60 50 40 30 20 10 psi 4.14 3.45 2.76 2.07 1.38 0.69 bar 0.691.382.072.763.454.144.835.526.216.90 psi bar PR-10HF 10gpm20gpm 32gpm 10gpm20gpm 32gpm 10gpm 20gpm32gpm 10gpm 20gpm 32gpm 10gpm20gpm 32gpm 10gpm 20gpm 32gpm 10gpm 20gpm 32gpm PR-15HF PR-20HF PR-25HF PR-30HF PR-40HF PR-50HF 60 50 40 30 20 10 psi 4.14 3.45 2.76 2.07 1.38 0.69 bar 102030405060708090100psi 0.691.382.072.763.454.144.835.526.216.90bar Presión desalidaModeloRangodecaudal (psi)(bar)(gpm)(L/s) PMR-6MF60.414-160.25-1.01 PMR-10MF100.694-160.25-1.01 PMR-12MF120.832-200.13-1.26 PMR-15MF151.042-200.13-1.26 PMR-20MF201.382-200.13-1.26 PMR-25MF251.732-200.13-1.26 PMR-30MF302.072-200.13-1.26 PMR-35MF352.412-200.13-1.26 PMR-40MF402.762-200.13-1.26 PMR-50MF503.452-200.13-1.26 PMR-60MF604.142-200.13-1.26 Presióndeentrada Presióndeentrada Presióndesalida Presióndesalida Presión desalidaModeloRangodecaudal (psi)(bar)(gpm)(L/s) PR-10HF100.6910-320.63-2.02 PR-15HF151.0410-320.63-2.02 PR-20HF201.3810-320.63-2.02 PR-25HF251.7310-320.63-2.02 PR-30HF302.0710-320.63-2.02 PR-40HF402.7610-320.63-2.02 PR-50HF503.4510-320.63-2.02 Fuente:CatálogoSenninger.
  • 213. 213 Supongamos además que nos encontramos en un caso semejante al de la Figura 59, con una presión dinámica en la entrada a la toma de 40 mca, una presión deseada de salida de 25 mca (la necesidad de presión dinámica de los aspersores que conectaremos en la toma), y un caudal en la toma de 3 L/s. El primer paso será seleccionar el regulador según el rango de caudales. Como podemos ver, el problema que encontramos es que el caudal de trabajo del minirriego no está den- tro del rango de ninguno de los modelos de regulador, ya que la primera familia de mo- delos admite un caudal máximo de 1.26 L/s y la segunda de 2.02 L/s. La solución es tan simple como colocar varios reguladores en paralelo, tal y como muestra la Figura M-2: Como el caudal del ejemplo es de 3 L/s, se pueden poner dos reguladores de los ma- yores, cada uno de los cuales conducirá un caudal de 1.5 L/s que ahora sí está en el rango de caudales del aspersor. Seguidamente trazaremos en la gráfica dos líneas representativas de las presiones de entrada y salida. Como el papel milimetra- do de la gráfica está en PSI, conseguiremos mayor precisión si pasamos los mca a PSI. Dividiendo entre 0.7 (ver Anexo B), la pre- sión de entrada es 57 PSI y la de salida 36 PSI. Trazando estas dos líneas en la Figura M-1, podemos ver como en el punto donde se cortan no existe ningún regulador. Lo que haremos será escoger el que rinde la presión de salida inmediatamente superior, por lo que el regulador seleccionado será el modelo PR 40 HF que proporciona una presión de salida de 40 PSI, equivalentes a 27.6 mca. Si no dispusiéramos de las gráficas y sólo de las tablas, simplemente comprobaremos que la presión de salida se encuentra den- tro del rango admisible del regulador (este dato no aparece en las tablas del ejemplo), e igualmente seleccionaríamos el regulador con presión de salida inmediatamente supe- rior a la deseada. Reguladores artesanales Siempre que existan reguladores comerciales disponibles se utilizarán estos dado su costo Figura M-2 Reguladores en paralelo. Flujo Válvula Figura M-3 Regulador artesanal. D0 Disco de latón con orificio Unión de PVC Tubo de PVC Fuente:CatálogoSenninger. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 214. 214 Anexos relativamente bajo, y el hecho de que estén diseñados para no obturarse y resistir, hasta cierto punto, golpes de ariete. Cuando no existan, se podrá construir un re- gulador como el de la Figura M-3. Como se puede ver, consta de dos trozos de tubo de PVC y una unión del mismo material. Pero en el interior de la unión, en uno de los dos extremos, se coloca un disco de latón o de cualquier otro metal con un orifico circular. El agua, al pasar por el orificio, sufre una gran pérdida de carga que está dada por la expresión: )(mD /s)(mQ4.5 (mca)h 24 o 32 f (mca)h (L/s)Q 21.7(mm)D 0.25 f 0.5 o Podemos pues, despejando Do de la expre- sión anterior, calcular el diámetro del orificio que habrá que taladrar en el disco de latón para que cause la pérdida de carga que ne- cesitamos. Convirtiendo además el diámetro del orificio a mm, y el caudal a L/s, queda la expresión: Utilizando el mismo ejemplo que con el regu- lador comercial, es decir, un caudal de 3 L/s y una pérdida de carga que deseamos lograr de 15 mca (la diferencia entre la presión di- námica disponible, 40 mca, y la deseada, 25 mca), el diámetro de orificio que deberemos perforar en el disco de latón será: mm19 15 3 21.7D 0.25 0.5 o donde Q es el caudal de la tubería y Do el diámetro del orificio. Esta expresión sólo es válida si el diámetro del orificio es mayor que el grosor de la pieza de latón.
  • 215. 215 Anexo N. Herramientas para el cálculo hidráulico Planilla para el cálculo de los diámetros válidos y la elaboración de la plantilla gráfica. Papel milimetrado para su impresión en papel vegetal y posterior construcción de la plantilla gráfica. Contenido del CD: Trece de los documentos mencionados en la bibliografía de referencia. • • • – Las siguientes hojas de cálculo: 1) Necesidades netas 2) Pérdidas de carga 3) Cálculo de infiltración 4) Cálculo topografía Se recomienda leer atentamente el docu- mento contenido en el CD sobre las macros de Excel® con el fin de que el funcionamiento de las hojas de cálculo sea el correcto. – Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego
  • 216. 216 Anexos Mangueras de PE no normalizado Diám. nominal SDR Di (mm) S (m2 ) U (m/s) J (%) ½” 26 12.7 0.00013 ¾” 26 19.1 0.00029 1” 26 25.4 0.00051 1¼“ 26 31.8 0.00079 1½” 26 38.1 0.00114 2” 26 50.8 0.00203 3” 26 76.2 0.00456 Tuberías de PVC Diám. nominal SDR Di (mm) S (m2 ) U (m/s) J (%) ½” 13.5 18.2 0.00026 ¾” 17.0 23.5 0.00043 1” 17.0 29.5 0.00068 1” 26.0 30.4 0.00072 1¼” 17.0 37.2 0.00109 1¼” 26.0 38.9 0.00119 1¼” 32.5 39.1 0.00120 1½” 17.0 42.6 0.00142 1½” 26.0 44.6 0.00156 1½” 32.5 45.2 0.00161 1½” 41.0 45.9 0.00166 2” 17.0 53.2 0.00222 2” 26.0 55.7 0.00244 2” 32.5 56.6 0.00252 2” 41.0 57.4 0.00259 2½” 17.0 64.4 0.00326 2½” 26.0 67.4 0.00357 2½” 32.5 68.6 0.00369 2½” 41.0 69.5 0.00379 3” 17.0 78.4 0.00483 3” 26.0 82.0 0.00529 3” 32.5 83.4 0.00546 3” 41.0 84.6 0.00562
  • 217. 217 Anexo O. Mapas de precipitación y temperatura media anual de Honduras Fuente:SistemaNacional deInformaciónAmbiental, Sinia/SERNA. MapaO1:valoresdeprecipitación. Manual práctico para el diseño de sistemas de minirriego