El sistema circulatorio está compuesto de plasma y tres tipos de células sanguíneas: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. Los glóbulos blancos defienden el cuerpo contra infecciones. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos y dióxido de carbono desde los tejidos. Las plaquetas ayudan a la coagulación de la sangre cuando se rompe un vaso sanguíneo.