El sistema electrónico de frenos, controlado por una unidad de control, optimiza la frenada de los vehículos mediante sensores que ajustan la fuerza de frenado de acuerdo a diversas condiciones. Aunque es un avance en seguridad activa, los vehículos con este sistema pueden presentar fallos electrónicos que deben ser diagnosticados en un taller. Es fundamental realizar mantenimientos periódicos y estar alerta a las luces de advertencia para garantizar el correcto funcionamiento del sistema.