Un sistema automático de control es un conjunto de componentes conectados que regulan su actuación sin intervención humana, corrigiendo errores. Incluye sistemas de lazo abierto que no comparan la salida con la entrada y lazo cerrado que sí lo hacen, controladores proporcionales, integrales y derivativos, transductores que convierten señales, comparadores que contrastan valores de referencia y medición, y actuadores que ejecutan acciones. Los PLC son máquinas programables que automatizan procesos industriales de forma secuencial y combinacional.