El control automático de procesos se ha desarrollado rápidamente y ha contribuido a la segunda revolución industrial. El control automático reduce los costos, aumenta la calidad y producción, y elimina errores y aumenta la seguridad en la industria. Los sistemas de control automático se basan en el principio de realimentación para mantener informado al controlador central sobre el estado de las variables y generar acciones correctivas cuando sea necesario. El elemento más importante de cualquier sistema de control automático es el lazo de control realimentado.