Talleres de Formaci´n Matem´tica
                    o       a
  Maracaibo, 26 al 31 de julio de 2004




    Resoluci´n de
            o
Problemas Matem´ticos
                a


         Jos´ Heber Nieto Said
            e
Prefacio

    Estas notas constituyen el material de apoyo de un taller para estudiantes
Licenciatura en Matem´ticas dirigido a desarrollar la habilidad para resolver
                         a
problemas.
    Aunque por lo general los problemas juegan un rol importante en cual-
quier curso de matem´tica y la habilidad para resolverlos es un aspecto
                        a
importante de la evaluaci´n, los profesores suelen centrar sus esfuerzos en
                            o
los aspectos t´cnicos espec´
               e             ıficas de su asignatura y no en los aspectos gene-
rales de la resoluci´n de problemas. El objetivo de esta obra en cambio es
                    o
ayudar al lector a desarrollar su habilidad general para resolver problemas.
    Es bueno dejar en claro que el desarrollo de esta habilidad es b´sica-
                                                                         a
mente el resultado del trabajo personal, de la pr´ctica adquirida resolviendo
                                                  a
problemas y de la reflexi´n sobre esa pr´ctica. No es posible convertirse en
                           o               a
un solucionista experto mediante la mera lectura pasiva de un libro, del
mismo modo que no es posible convertirse en un buen nadador o pianista
simplemente leyendo un manual. Sin embargo el conocimiento de las t´cni-  e
cas apropiadas y de los errores t´  ıpicos que es preciso evitar puede ser tan
util para el solucionista como lo es para el nadador o el pianista.
´
    Con el fin de que la obra sea de utilidad para el mayor n´mero posible
                                                                 u
de estudiantes se ha procurado que los problemas analizados no requieran
de conocimientos especializados. Sin embargo las mismas t´cnicas y estra-
                                                               e
tegias que ejemplificamos con problemas elementales se aplican a los m´s     a
avanzados.
´
Indice general

Introducci´n
          o                                                                                                      1

1. Principios Generales                                                                                          3
   1.1. Resoluci´n de Problemas y Creatividad . . .
                o                                                           .   .   .   .   .   .   .   .   .    3
        1.1.1. Invertir el problema . . . . . . . . . .                     .   .   .   .   .   .   .   .   .    4
        1.1.2. Pensamiento lateral . . . . . . . . . .                      .   .   .   .   .   .   .   .   .    4
        1.1.3. Principio de discontinuidad . . . . . .                      .   .   .   .   .   .   .   .   .    5
        1.1.4. Imitaci´n . . . . . . . . . . . . . . . .
                       o                                                    .   .   .   .   .   .   .   .   .    5
        1.1.5. Tormenta de cerebros (Brainstorming)                         .   .   .   .   .   .   .   .   .    5
        1.1.6. Mapas mentales . . . . . . . . . . . .                       .   .   .   .   .   .   .   .   .    5
        1.1.7. Programaci´n neuroling¨´
                            o           uıstica (PNL)                       .   .   .   .   .   .   .   .   .    6
        1.1.8. Factores afectivos . . . . . . . . . . . .                   .   .   .   .   .   .   .   .   .    6
        1.1.9. Bloqueos mentales . . . . . . . . . . .                      .   .   .   .   .   .   .   .   .    6
   1.2. La Creaci´n Matem´tica . . . . . . . . . . . .
                  o          a                                              .   .   .   .   .   .   .   .   .    7
   1.3. La metodolog´ de P´lya . . . . . . . . . . . .
                      ıa      o                                             .   .   .   .   .   .   .   .   .    8
   1.4. El trabajo de Alan Schoenfeld . . . . . . . . .                     .   .   .   .   .   .   .   .   .   11

2. Ejemplos sencillos                                                      14
                     ´
   2.1. Aritm´tica y Algebra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
             e
   2.2. Combinatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
   2.3. Geometr´ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
                ıa

3. Algunas Estrategias B´sicas
                           a                                                                                    26
   3.1. Figuras y diagramas . . . . . .     .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   26
   3.2. Examen de casos especiales . .      .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   28
   3.3. Transformaciones e Invariantes      .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   30
   3.4. El Principio Extremal . . . . .     .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   34


                                      iii
4. Un     problema y varias soluciones                                                                         37
   4.1.    Inducci´n . . . . . . . . . . . . . .
                  o                                .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   38
   4.2.    Teor´ de grafos . . . . . . . . . . .
               ıa                                  .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   38
   4.3.    Pruebas por Integraci´n . . . . . .
                                 o                 .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   40
   4.4.    El m´todo de perturbaciones . . .
                e                                  .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   41
   4.5.    Funciones escalonadas . . . . . . .     .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   42
   4.6.    Triangulaciones y Lema de Sperner       .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   .   43

5. Problemas para pensar                                                                                       45

6. Soluciones y sugerencias                                                                                    51

Bibliograf´
          ıa                                                                                                   60




                                        iv
Introducci´n
          o

    La palabra problema proviene del griego πρoβαλλειν, “lanzar adelante”.
Un problema es un obst´culo arrojado ante la inteligencia para ser superado,
                         a
una dificultad que exige ser resuelta, una cuesti´n que reclama ser aclarada.
                                                 o
Todos vivimos resolviendo problemas: desde el m´s b´sico de asegurar la
                                                     a a
cotidiana subsistencia, com´n a todos los seres vivos, hasta los m´s com-
                             u                                        a
plejos desaf´ planteados por la ciencia y la tecnolog´ La importancia de
            ıos                                         ıa.
la actividad de resoluci´n de problemas es evidente; en definitiva, todo el
                         o
progreso cient´ıfico y tecnol´gico, el bienestar y hasta la supervivencia de la
                            o
especie humana dependen de esta habilidad. No es de extra˜ar por lo tanto
                                                              n
que la misma se haya convertido en un nuevo objeto de estudio, atrayendo
por igual la atenci´n de psic´logos, ingenieros, matem´ticos, especialistas
                    o          o                           a
en inteligencia artificial y cient´
                                 ıficos de todas las disciplinas. En el campo
educativo se ha reconocido ampliamente su importancia. y en muchas Uni-
versidades el desarrollo de la creatividad y de la habilidad para resolver
problemas es una parte integral del curriculum.
    Pero lamentablemente todav´ es muy com´n que se expongan ante el
                                  ıa             u
alumno los productos y resultados de la resoluci´n de problemas, pero no el
                                                 o
proceso mismo. Si examinamos un libro de texto con problemas resueltos
de matem´tica, encontraremos por lo general soluciones tersas y acabadas.
          a
Rara vez el autor incluye comentarios sobre los intentos fallidos de soluci´n,
                                                                           o
los casos particulares examinados antes de llegar a la soluci´n general o los
                                                              o
refinamientos realizados a una primera soluci´n no totalmente satisfactoria.
                                               o
Estos y otros elementos del proceso son cuidadosamente eliminados y lo que
se nos presenta es el producto final, conciso y elegante. Hay muchas posibles
razones para que esto sea as´ un estilo de exposici´n matem´tica consa-
                              ı:                       o         a
grado por la tradici´n, criterios est´ticos de concisi´n y elegancia, razones
                     o               e                o
econ´micas de las editoriales, etc. Pero la consecuencia es que el estudiante
     o
obtiene una visi´n falseada de lo que es resolver problemas y de la actividad
                o


                                      1
2


matem´tica en general.
         a
     Si tiene la suerte de tener un profesor que entienda y valore el proceso de
resolver problemas entonces las actividades de aula suplir´n las deficiencias
                                                             a
del texto. Pero si no es as´ y el profesor sigue al libro al pie de la letra, al
                              ı
enfrentarse al primer fracaso el estudiante terminar´ frustrado, perder´ la
                                                        a                   a
confianza en s´ mismo y creer´ que la resoluci´n de problemas es una acti-
                 ı               a                o
vidad incomprensible, accesible solamente a unos pocos superdotados.
     Nuestro principal objetivo en esta obra es ayudar al lector a desarrollar
su habilidad para resolver problemas. Es bueno dejar claro desde el principio
que el desarrollo de esta habilidad es el resultado del trabajo personal, de la
pr´ctica adquirida resolviendo problemas y de la reflexi´n sobre esa pr´ctica.
   a                                                      o               a
No es posible convertirse en un solucionista experto mediante la mera lectura
pasiva de un libro, del mismo modo que no es posible convertirse en un buen
nadador o pianista simplemente leyendo. Sin embargo el conocimiento de las
t´cnicas apropiadas y de los errores t´
 e                                       ıpicos que es preciso evitar puede ser
tan util para el solucionista como lo es para el nadador o el pianista.
     ´
Cap´
   ıtulo 1

Principios Generales

                             “La principal raz´n de existir del matem´tico es re-
                                              o                       a
                             solver problemas, y por lo tanto en lo que realmente
                             consisten las matem´ticas es en problemas y solu-
                                                  a
                             ciones.”
                                                            Paul R. Halmos [14]



    En este cap´ ıtulo nos ocuparemos de los m´todos y principios generales
                                                e
que resultan utiles para la resoluci´n de problemas. Pero recordemos que la
              ´                     o
unica manera de aprender a resolver problemas es . . . resolviendo problemas!
´
Por lo tanto la lectura de este cap´
                                   ıtulo solamente ser´ util si se combina con
                                                      a´
la pr´ctica constante. Para quienes tengan poca experiencia es recomendable
     a
pasar r´pidamente por las p´ginas siguientes, para volver a ellas m´s tarde,
       a                      a                                       a
como referencia, mientras est´n trabajando en la resoluci´n de problemas
                                e                            o
concretos. Quienes se interesen por el estudio en profundidad de la habilidad
para resolver problemas pueden consultar [27].


1.1.    Resoluci´n de Problemas y Creatividad
                o
    Evidentemente la resoluci´n de problemas est´ estrechamente relaciona-
                              o                   a
da con la creatividad, que algunos definen precisamente como la habilidad
para generar nuevas ideas y solucionar todo tipo de problemas y desaf´   ıos.
    La especie humana es creativa por naturaleza. Todo ser humano nace
con un gran potencial para la creaci´n, pero mientras algunos lo aprovechan
                                     o
al m´ximo, otros casi no lo utilizan. Sin embargo la creatividad, al igual que
     a
4                                                        Principios Generales


cualquier otra habilidad humana, puede desarrollarse a trav´s de la pr´ctica
                                                               e          a
y el entrenamiento adecuado. Lamentablemente tambi´n puede atrofiarse, si
                                                         e
no se ejercita adecuadamente.
     El pensamiento creativo se ha dividido en divergente y convergente. El
primero consiste en la habilidad para pensar de manera original y elabo-
rar nuevas ideas, mientras que el segundo se relaciona con la capacidad
cr´ıtica y l´gica para evaluar alternativas y seleccionar la m´s apropiada.
            o                                                     a
Evidentemente ambos tipos de pensamiento juegan un rol fundamental en
la resoluci´n de problemas.
            o
     Tres aspectos de la creatividad han recibido mucha atenci´n: el proceso
                                                                  o
creativo, las caracter´
                      ısticas de la personalidad creativa, y las circunstancias
que posibilitan o favorecen el acto creativo. Como consecuencia de estos es-
tudios se han desarrollado t´cnicas y m´todos generales dirigidos a desarro-
                               e          e
llar el potencial creativo. En esta obra nos concentraremos en las t´cnicas
                                                                        e
y estrategias espec´ıficas que han demostrado ser m’s utiles para la resolu-
                                                          ´
ci´n de problemas matem´ticos. Sin embargo haremos a continuaci´n una
  o                          a                                          o
breve rese˜a de algunos de los m´todos m´s generales, remitiendo al lector
            n                       e        a
interesado a la bibliograf´ correspondiente.
                           ıa


1.1.1.   Invertir el problema
    Cada concepto tiene uno contrario y la oposici´n entre ellos genera una
                                                   o
tensi´n favorable al hecho creativo. Esta idea, que tiene profundas ra´
     o                                                                   ıces
tanto en la filosof´ oriental como en la occidental, se refleja en la sabidur´
                  ıa                                                       ıa
popular en aforismos tales como: “Para saber mandar hay que aprender
a obedecer” o “Para ser un buen orador hay que saber escuchar”. Como
ejemplo de esta t´cnica supongamos que deseamos dise˜ar un zapato que
                   e                                      n
sea muy c´modo. El problema inverso ser´ dise˜ar un zapato inc´modo.
           o                               ıa     n                   o
Pero el an´lisis de este problema nos llevar´ seguramente a descubrir los
           a                                 a
factores que causan incomodidad, y al evitarlos habremos dado un buen
paso hacia la soluci´n del problema original. Vea [38].
                     o


1.1.2.   Pensamiento lateral
     Consiste en explorar alternativas inusuales o incluso aparentemente ab-
surdas para resolver un problema. En otras palabras: evitar los caminos
trillados, intentar lo que nadie ha intentado, ensayar percepciones y puntos
de vista diferentes. Vea [5].
1.1 Resoluci´n de Problemas y Creatividad
            o                                                                5


1.1.3.   Principio de discontinuidad
    La rutina suprime los est´ ımulos necesarios para el acto creativo, por
lo tanto si experimenta un bloqueo temporal de su capacidad creadora in-
terrumpa su programa cotidiano de actividades y haga algo diferente a lo
acostumbrado. Vaya a dar un paseo por sitios que no conoce, ensaye una
nueva receta de cocina, escuche m´sica diferente a la que escucha habi-
                                     u
tualmente, lea un libro que no ten´ pensado leer, asista a alg´n tipo de
                                     ıa                         u
espect´culo diferente a sus favoritos.
      a

1.1.4.   Imitaci´n
                o
    La mayor parte de los grandes artistas comienzan imitando a sus maes-
tros. M´s a´n se ha llegado a afirmar, en parte en broma y en parte en serio,
        a u
que “la originalidad no es otra cosa que un plagio no detectado”. En cual-
quier caso es claro que la imitaci´n puede ser un primer paso v´lido hacia
                                  o                              a
la originalidad. En particular observe y no vacile en imitar las t´cnicas de
                                                                  e
resoluci´n de problemas empleadas con ´xito por sus compa˜eros, maestros
        o                               e                   n
o colegas.

1.1.5.   Tormenta de cerebros (Brainstorming)
    Es una t´cnica desarrollada en el mundo de la publicidad, en el cual el
             e
´xito depende de la generaci´n de nuevas y brillantes ideas. Para ello se
e                               o
re´ne un grupo de personas y se les invita a expresar todas las ideas que
  u
se les ocurran en relaci´n a un problema o tema planteado, sin importar lo
                         o
estrafalarias o rid´
                   ıculas que parezcan. La evaluaci´n y la cr´
                                                   o         ıtica se posponen,
esperando crear un clima estimulante que favorezca el surgimiento de algunas
ideas realmente utiles. La utilidad de esta t´cnica es dudosa fuera de ciertos
                  ´                          e
campos o situaciones muy espec´   ıficas.

1.1.6.   Mapas mentales
    Es una t´cnica desarrollada por Tony Buzan (vea [6] y [7]) que trata de
             e
representar en forma gr´fica el car´cter asociativo de la mente humana. Se
                        a          a
comienza con la idea principal ubicada en el centro de la hoja y alrededor
de ella se van colocando las ideas asociadas y sus respectivos v´
                                                                ınculos. Uti-
lizando diversos colores y s´
                            ımbolos esta t´cnica puede llegar a ser muy util
                                          e                              ´
para organizar las ideas que van surgiendo en torno a un problema.
6                                                        Principios Generales


1.1.7.   Programaci´n neuroling¨´
                   o           uıstica (PNL)
    Tambi´n conocida como “la ciencia de la experiencia subjetriva”, es un
          e
conjunto de t´cnicas muy desarrolladas a trav´s de las cuales se trata de
              e                                   e
caracterizar el contexto (f´
                           ısico, fisiol´gico, psicol´gico, ambiental, etc.) en
                                       o            o
el cual somos m´s creativos, para luego reproducirlo a voluntad. Los prac-
                 a
ticantes de la PNL han incluso “modelado” el comportamiento de algunos
personajes famosos, tales como Walt Disney, para tratar de aprovechar sus
modos y procedimientos m´s creativos. Vea [10] y [11].
                            a

1.1.8.   Factores afectivos
    La resoluci´n de problemas no es un asunto puramente intelectual. Las
               o
emociones, y en particular el deseo de resolver un problema, tienen tambi´n  e
una gran importancia. La incapacidad que manifiestan algunos alumnos para
resolver incluso el ejercicio m´s sencillo no es producto por lo general de una
                                 a
deficiencia intelectual, sino de una absoluta falta de inter´s y motivaci´n. A
                                                            e             o
veces no existe ni siquiera el deseo de comprender el problema, y por lo tanto
el mismo no es comprendido. El profesor que desee realmente ayudar a un
alumno con estas caracter´   ısticas deber´ ante todo despertarle su curiosidad
                                           a
dormida, motivarlo y transmitirle deseos de logro y superaci´n. o
    Algunas creencias negativas para el proceso creativo est´n asociadas a
                                                                a
una baja autoestima y pueden tener ra´ emocionales profundas. Por ejem-
                                           ıces
plo hay quienes enfrentados a un problema creen a priori que no podr´n       a
resolverlo, y que si lo intentan s´lo conseguir´n terminar con un dolor de
                                     o             a
cabeza. El maestro o profesor debe en estos casos apelar a todas sus dotes
y conocimientos como educador, aunque en casos extremos ser´ necesaria
                                                                    a
tambi´n la ayuda de un orientador o la de un psic´logo.
      e                                               o
    En el polo opuesto, alguien que tenga confianza en su propia capacidad
y crea que un problema es un desaf´ que vale la pena enfrentar y que re-
                                        ıo
solverlo le proporcionar´ una satisfacci´n intelectual al mismo tiempo que
                          a                  o
ser´ una experiencia valiosa para su formaci´n, estar´ en excelentes condi-
   a                                             o       a
ciones psicol´gicas para abordar el proceso resolutivo. Para profundizar en
             o
estos aspectos vea [4], [24], [25], [26].

1.1.9.   Bloqueos mentales
   James Adams, profesor de dise˜o en la Universidad de Stanford, centra su
                                  n
enfoque de la creatividad en la superaci´n de los bloqueos mentales, barreras
                                        o
1.2 La Creaci´n Matem´tica
             o       a                                                        7


que nos impiden percibir un problema en la forma correcta y encontrarle
soluci´n. En [1] analiza diferentes tipos de bloqueos y propone ejercicios
      o
para identificarlos y superarlos. Su clasificaci´n es la siguiente:
                                              o

       Bloqueos perceptivos: estereotipos, dificultad para aislar el proble-
       ma, delimitar demasiado el espacio de soluciones, imposibilidad de ver
       el problema desde varios puntos de vista, saturaci´n, no poder utilizar
                                                         o
       toda la informaci´n sensorial.
                        o

       Bloqueos emocionales: miedo a cometer errores, a arriesgar, a fra-
       casar; deseo de seguridad y orden; preferir juzgar ideas a concebirlas;
       inhabilidad para relajarse; falta de est´
                                               ımulo; entusiasmo excesivo; falta
       de control imaginativo.

       Bloqueos culturales: tab´es; el peso de la tradici´n; roles predeter-
                                u                        o
       minados asignados a la mujer y al hombre.

       Bloqueos ambientales: distracciones; falta de apoyo para llevar ade-
       lante una idea; falta de cooperaci´n entre colegas.
                                         o

       Bloqueos intelectuales: inhabilidad para seleccionar un lenguaje
       apropiado para el problema (verbal, matem´tico, visual); uso inade-
                                                     a
       cuado de las estrategias; falta de informaci´n o informaci´n incorrecta.
                                                   o             o

       Bloqueos expresivos: t´cnicas inadecuadas para registrar y expresar
                                e
       ideas (a los dem´s y a uno mismo)
                       a


1.2.      La Creaci´n Matem´tica
                   o       a
   Una de las reflexiones m´s profundas que se han hecho sobre la creativi-
                            a
dad en matem´tica es la realizada a principios de siglo por Henri Poincar´,
               a                                                         e
uno de los m´s grandes matem´ticos de su tiempo. En una conferencia pro-
             a                 a
nunciada ante la Sociedad Psicol´gica de Par´ [30] hizo interesant´
                                  o            ıs                    ısimas
revelaciones sobre sus propias experiencias como creador:

          “¿Qu´ es, de hecho, la creaci´n matem´tica? No consiste en
                e                      o         a
       hacer combinaciones nuevas con entes matem´ticos ya conoci-
                                                     a
       dos. Cualquiera podr´ hacerlo, pcro las combinaciones que se
                            ıa
       podr´ hacer as´ ser´ un n´mero limitado y en su mayor´
            ıan        ı    ıan      u                              ıa
       totalmente desprovistas de inter´s. Crear consiste precisamente
                                       e
8                                                           Principios Generales


       no en construir las combinaciones in´tiles, sino en construir las
                                             u
       que son utiles y que est´n en ´
                 ´                a   ınfima minor´ Crear es discernir,
                                                    ıa.
       es escoger. . . ”
           “A menudo, cuando se trabaja en un problema dif´      ıcil, no se
       consigue nada la primera vez que se comienza la tarea. Luego se
       toma un descanso m´s o menos largo y uno se sienta de nuevo
                               a
       ante la mesa. Durante la primera media hora se contin´a sin   u
       encontrar nada. Despu´s, de repente. la idea decisiva se presenta
                                 e
       ante la mente. . . ”
           “Hay que hacer otra observaci´n a prop´sito de las condicio-
                                          o          o
       nes de este trabajo inconsciente. Se trata de que tal trabajo no
       es posible, y en todo caso no es fecundo, si no est´ por una parte
                                                          a
       precedido y por otra seguido de un per´  ıodo de trabajo conscien-
       te. Estas inspiraciones s´bitas no se presentan . . . m´s que tr´s
                                   u                           a          a
       algunos d´ de esfuerzos voluntarios, aparentemente est´riles, en
                  ıas                                             e
       los que uno ha cre´ no hacer nada interesante, y piensa haber
                            ıdo
       tomado un camino falso totalmente. Estos esfuerzos no fueron,
       por tanto, tan est´riles como se pensaba. Pusieron en movimien-
                           e
       to la m´quina inconsciente y sin ellos ´sta no habr´ funcionado
               a                               e            ıa
       ni hubiera producido nada. . . ”

    Poincar´ esboza luego una teor´ del trabajo del yo subliminal, en la
            e                       ıa
cual atribuye un rol fundamental a la sensibilidad y el sentido est´tico del
                                                                    e
matem´tico en el proceso de selecci´n, durante el trabajo inconsciente, de
        a                            o
las combinaciones m´s significativas.
                     a
    Una conclusi´n pr´ctica: cuando un problema se resiste a nuestros mejo-
                  o   a
res esfuerzos, nos queda todav´ la posibilidad de dejarlo durante un tiempo,
                              ıa
descansar, dar un paseo, y volver a ´l m´s tarde. Sin embargo solamente
                                       e   a
aquellos problemas que nos han apasionado, manteni´ndonos en una con-
                                                        e
siderable tensi´n mental, son los que vuelven m´s tarde, transformados, a
                o                                 a
la mente consciente. La inspiraci´n o iluminaci´n s´bita, que los antiguos
                                  o              o u
consideraban un don divino, hay que merecerla.


1.3.      La metodolog´ de P´lya
                      ıa    o
     En 1945 el insigne matem´tico y educador George P´lya (1887–1985)
                              a                          o
public´ un libro que r´pidamente se convirtir´ en un cl´sico: How to solve
        o              a                     ıa        a
it [31]. En el mismo propone una metodolog´ en cuatro etapas para resolver
                                          ıa
1.3 La metodolog´ de P´lya
                ıa    o                                                     9


problemas. A cada etapa le asocia una serie de preguntas y sugerencias que
aplicadas adecuadamente ayudar´n a resolver el problema. Las cuatro etapas
                                 a
y las preguntas a ellas asociadas se detallan a continuaci´n:
                                                          o
Etapa I: Comprensi´n del problema.
                  o
     ¿Cu´l es la inc´gnita? ¿Cu´les son los datos? ¿Cual es la condici´n?
        a           o          a                                      o

     ¿Es la condici´n suficiente para determinar la inc´gnita? ¿Es insufi-
                   o                                  o
     ciente? ¿Redundante? ¿Contradictoria?
Etapa II: Concepci´n de un plan.
                  o
     ¿Se ha encontrado con un problema semejante? ¿Ha visto el mismo
     problema planteado en forma ligeramente diferente?

     ¿Conoce un problema relacionado con ´ste? ¿Conoce alg´n teorema
                                              e                  u
     que le pueda ser util? Mire atentamente la inc´gnita y trate de recordar
                      ´                            o
     un problema que le sea familiar y que tenga la misma inc´gnita o una
                                                                o
     inc´gnita similar.
        o

     He aqu´ un problema relacionado con el suyo y que se ha resuelto ya.
           ı
     ¿Podr´ utilizarlo? ¿Podr´ emplear su resultado? ¿Podr´ utilizar su
          ıa                 ıa                             ıa
     m´todo? ¿Podr´ utilizarlo introduciendo alg´n elemento auxiliar?
       e           ıa                           u

     ¿Podr´ enunciar el problema en otra forma? ¿Podr´ plantearlo en
          ıa                                            ıa
     forma diferente nuevamente? Refi´rase a las definiciones.
                                    e

     Si no puede resolver el problema propuesto, trate de resolver primero
     alg´n problema similar. ¿Podr´ imaginarse un problema an´logo un
        u                             ıa                              a
     tanto m´s accesible? ¿Un problema m´s general? ¿Un problema m´s
              a                                a                            a
     particular? ¿Un problema an´logo? ¿Puede resolver una parte del pro-
                                    a
     blema? Considere s´lo una parte de la condici´n; descarte la otra parte;
                        o                            o
     ¿en qu´ medida la inc´gnita queda ahora determinada? ¿en qu´ forma
            e               o                                          e
     puede variar? ¿Puede usted deducir alg´n elemento util de los datos?
                                                u            ´
     ¿Puede pensar en algunos otros datos apropiados para determinar la
     inc´gnita? ¿Puede cambiar la inc´gnita? ¿Puede cambiar la inc´gnita
        o                                o                               o
     o los datos, o ambos si es necesario, de tal forma que la nueva inc´gnita
                                                                         o
     y los nuevos datos est´n m´s cercanos entre s´
                            e     a                   ı?

     ¿Ha empleado todos los datos? ¿Ha empleado toda la condici´n? ¿Ha
                                                                 o
     considerado usted todas las nociones esenciales concernientes al pro-
     blema?
10                                                       Principios Generales


Etapa III: Ejecuci´n del plan.
                  o

      Al ejecutar el plan, compruebe cada uno de los pasos.

      ¿Puede ver claramente que el paso es correcto? ¿Puede demostrarlo?

Etapa IV. Visi´n retrospectiva.
              o

      ¿Puede usted verificar el resultado? ¿Puede verificar el razonamiento?

      ¿Puede obtener el resultado en forma diferente? ¿Puede verlo de golpe?
      ¿Puede emplear el resultado o el m´todo en alg´n otro problema?
                                         e            u

     La primera etapa es obviamente insoslayable: es imposible resolver un
problema del cual no se comprende el enunciado. Sin embargo en nuestra
pr´ctica como docentes hemos visto a muchos estudiantes lanzarse a efectuar
   a
operaciones y aplicar f´rmulas sin reflexionar siquiera un instante sobre lo
                         o
que se les pide. Por ejemplo si en el problema aparece una funci´n comienzan
                                                                  o
de inmediato a calcularle la derivada, independientemente de lo que diga el
enunciado. Si el problema se plantea en un examen y luego, comentando los
resultados, el profesor dice que el c´lculo de la derivada no se ped´ y m´s
                                       a                              ıa     a
a´n que el mismo era irrelevante para la soluci´n del problema, algunos le
 u                                                 o
responder´n: ¿o sea que no nos va a dar ning´n punto por haber calculado
           a                                     u
la derivada? Este tipo de respuesta revela una incomprensi´n absoluta de
                                                                o
lo que es un problema y plantea una situaci´n muy dif´ al profesor, quien
                                               o          ıcil
tendr´ que luchar contra vicios de pensamiento arraigados, adquiridos tal
      a
vez a lo largo de muchos a˜os.
                             n
     La segunda etapa es la m´s sutil y delicada, ya que no solamente est´ re-
                                a                                          a
lacionada con los conocimientos y la esfera de lo racional, sino tambi´n con
                                                                         e
la imaginaci´n y la creatividad. Observemos que las preguntas que P´lya
              o                                                            o
asocia a esta etapa est´n dirigidas a llevar el problema hacia un terreno co-
                         a
nocido. Con todo lo utiles que estas indicaciones son, sobre todo para el tipo
                      ´
de problemas que suele presentarse en los cursos ordinarios, dejan planteada
una interrogante: ¿qu´ hacer cuando no es posible relacionar el problema
                        e
con algo conocido? En este caso no hay recetas infalibles, hay que trabajar
duro y confiar en nuestra propia creatividad e inspiraci´n. o
     La tercera etapa es de car´cter m´s t´cnico. Si el plan est´ bien concebi-
                                 a       a e                    a
do, su realizaci´n es factible y poseemos los conocimientos y el entrenamiento
                o
necesarios, deber´ ser posible llevarlo a cabo sin contratiempos. Sin embar-
                  ıa
go por lo general en esta etapa se encontrar´n dificultades que nos obligar´n
                                              a                              a
1.4 El trabajo de Alan Schoenfeld                                           11


a regresar a la etapa anterior para realizar ajustes al plan o incluso para
modificarlo por completo. Este proceso puede reperirse varias veces.
    La cuarta etapa es muchas veces omitida, incluso por solucionistas exper-
tos. P´lya insiste mucho en su importancia, no solamente porque comprobar
      o
los pasos realizados y verificar su correcci´n nos puede ahorrar muchas sor-
                                           o
presas desagradables, sino porque la visi´n retrospectiva nos puede conducir
                                         o
a nuevos resultados que generalicen, ampl´ o fortalezcan el que acabamos
                                           ıen
de hallar.


1.4.     El trabajo de Alan Schoenfeld
    Si bien la mayor´ de los matem´ticos reconocen en las estrategias heur´
                    ıa              a                                       ıs-
ticas de P´lya los m´todos que ellos mismos utilizan habitualmente, no es
           o          e
tan f´cil para el que no tiene experiencia aplicarlas exitosamente. En otras
     a
palabras, dichas estrategias son m´s descriptivas que prescriptivas. Alan
                                     a
Schoenfeld (ver [34], [35], [36]) es uno de los que m´s han estudiado esta
                                                       a
problem´tica. En su an´lisis identifica los siguientes cuatro factores relevan-
         a              a
tes para la resoluci´n de problemas:
                    o

       Recursos cognitivos. Son nuestros conocimientos matem´ticos ge-
                                                                 a
       nerales, tanto de conceptos y resultados como de procedimientos (al-
       goritmos).

       Heur´ ıstica. Es el conjunto de estrategias y t´cnicas para resolver
                                                      e
       problemas que conocemos y estamos en capacidad de aplicar.

       Control o metacognici´n. Es la capacidad de utilizar lo que sabe-
                                o
       mos para lograr un objetivo.

       Creencias. Se refiere a aquellas creencias y opiniones relacionadas
       con la resoluci´n de problemas y que pueden afectarla favorable o
                      o
       desfavorablemente.

   La importancia del primer factor es obvia. Sin embargo se ha demostra-
do (ver [9]) que no es suficiente poseer un amplio bagaje de conocimientos
matem´ticos para ser un solucionista experto. Tambi´n es necesario dominar
       a                                               e
algunas t´cnicas y estrategias que nos ayuden a atacar el problema. En do-
         e
minios restringidos y bien delimitados, en los cuales los problemas a resolver
son m´s o menos rutinarios, se han desarrollado estrategias que pueden ser
      a
12                                                       Principios Generales


aplicadas con ´xito incluso por un computador, con resultados tan buenos o
                e
mejores que los obtenidos por los expertos humanos (estos son los famosos
sistemas expertos, producto de las investigaciones en inteligencia artificial
y ciencia cognitiva). Sin embargo para resolver problemas no rutinarios en
dominios ricos en contenido, como la matem´tica, se requiere algo m´s que
                                              a                       a
conocimientos y estrategias. Ese factor adicional es lo que llamamos con-
trol; act´a como una voz interior que nos dice qu´ ideas y estrategias (entre
          u                                      e
muchas alternativas posibles) nos conviene aplicar para el problema que te-
nemos entre manos, o bien si debemos abandonar un camino que no parece
arrojar resultados o por el contrario redoblar esfuerzos y perseverar en ´l.
                                                                           e
Los solucionistas inexpertos tienen evidentes deficiencias en este aspecto: se
apresuran a transitar el primer camino que se les ocurre y luego se mueven
en c´ırculos, cayendo una y otra vez en el mismo error.
    El ultimo factor puede influir tambi´n de manera importante en el pro-
        ´                                e
ceso de resoluci´n de problemas. Algunas creencias comunes, sobre todo
                  o
entre estudiantes de ense˜anza media, son las siguientes: “todo problema
                           n
se resuelve mediante alguna f´rmula”, “lo importante es el resultado y no
                                o
el procedimiento”, “la respuesta del libro no puede estar equivocada”. Este
tipo de creencias es un obst´culo para el desempe˜o de cualquier persona
                             a                      n
como solucionista.
    Schoenfeld elabor´ tambi´n una lista de las estrategias m´s utilizadas:
                      o       e                               a

 1. An´lisis.
      a

      a) Dibuje un diagrama siempre que sea posible.
      b) Examine casos especiales.
          1) Seleccione algunos valores especiales para ejemplificar el pro-
             blema e irse familiarizando con ´l.  e
          2) Examine casos l´     ımite para explorar el rango de posibilidades.
          3) Si hay un par´metro entero, dele sucesivamente los valores
                                a
             1, 2, . . . , m y vea si emerge alg´n patr´n inductivo.
                                                u        o
      c) Trate de simplificar el problema.
          1) Explotando la existencia de simetr´
                                               ıa.
          2) Usando argumentos del tipo “sin p´rdida de generalidad”.
                                               e

 2. Exploraci´n.
             o

      a) Considere problemas esencialmente equivalentes.
1.4 El trabajo de Alan Schoenfeld                                           13


          1) Reemplazando condiciones por otras equivalentes.
          2) Recombinando los elementos del problema de maneras dife-
             rentes.
          3) Introduciendo elementos auxiliares.
          4) Reformulando el problema:
                 Mediante un cambio de perspectiva o notaci´n.
                                                            o
                 Mediante argumentos por contradicci´n o contraposici´n.
                                                    o                o
                 Asumiendo que tenemos una soluci´n y determinando sus
                                                 o
                 propiedades.
      b) Considere un problema ligeramente modificado.
          1) Escoja submetas (tratando de satisfacer parcialmente las con-
             diciones).
          2) Relaje una condici´n y luego trate de reimponerla.
                               o
          3) Descomponga el dominio del problema y trabaje caso por
             caso.
      c) Considere problemas sustancialmente modificados.
          1) Construya un problema an´logo con menos variables.
                                        a
          2) Deje todas las variables fijas excepto una, para determinar
             su impacto.
          3) Trate de aprovechar cualquier problema relacionado que ten-
             ga forma, datos o conclusiones similares.

 3. Verificaci´n de la soluci´n.
             o              o

      a) ¿Pasa su soluci´n estas pruebas espec´
                        o                     ıficas?
          1) ¿Usa todos los datos pertinentes?
          2) ¿Est´ de acuerdo con estimaciones o predicciones razonables?
                 a
          3) ¿Soporta pruebas de simetr´ an´lisis dimensional y escala?
                                        ıa, a
      b) ¿Pasa estas pruebas generales?
          1)   ¿Puede   ser obtenida de manera diferente?
          2)   ¿Puede   ser sustanciada por casos especiales?
          3)   ¿Puede   ser reducida a resultados conocidos?
          4)   ¿Puede   utilizarse para generar alg´n resultado conocido?
                                                   u
Cap´
   ıtulo 2

Ejemplos sencillos

                             “Resolver un problema es hacer un descubrimiento.
                             Un gran problema significa un gran descubrimien-
                             to, pero hay una part´ıcula de descubrimiento en la
                             soluci´n de cualquier problema. El suyo puede ser
                                    o
                             modesto, pero si pone a prueba la curiosidad que
                             induce a poner en juego las facultades inventivas, y
                             si lo resuelve por medios propios, puede experimen-
                             tar la tensi´n y el encanto del descubrimiento y el
                                          o
                             goce del triunfo.”

                                                              George P´lya [31]
                                                                      o



    En este cap´ıtulo pondremos en pr´ctica los principios examinados en el
                                      a
cap´ıtulo anterior. Para ello hemos seleccionado varios problemas sencillos
y de f´cil soluci´n, de modo que nos podamos concentrar en el proceso de
       a         o
resoluci´n m´s que en el contenido de los mismos.
         o    a


2.1.                 ´
        Aritm´tica y Algebra
             e
    Algunos de los problemas m´s antiguos que se conocen son de tipo
                                  a
aritm´tico. Es t´
      e         ıpico que se pida hallar una cantidad determinada por cier-
tas condiciones, o bien efectuar un reparto cumpliendo ciertos requisitos.
Los siguientes problemas pertenecen a esta categor´ ıa.
Problema 2.1. Diofanto fue un notable matem´tico griego que desarroll´ su
                                                 a                       o
actividad en Alejandr´ en el siglo III A.C. y del cual se conservan muy pocos
                     ıa
e       ´
2.1 Aritm´tica y Algebra                                                      15


datos biogr´ficos. Sin embargo se dice que su epitafio conten´ la siguiente
           a                                               ıa
inscripci´n:
         o
          Caminante: aqu´ yacen los restos de Diofanto. Y los n´me-
                          ı                                       u
      ros pueden mostrar cu´n larga fue su vida, cuya sexta parte
                              a
      constituy´ su hermosa infancia. Hab´ transcurrido adem´s una
                o                          ıa                  a
      duod´cima parte cuando sus mejillas se cubrieron de vello. Lue-
            e
      go de una s´ptima parte se cas´, y transcurrido un quinquenio
                    e                 o
      le hizo dichoso el nacimiento de su primog´nito, cuya existencia
                                                e
      dur´ tan s´lo la mitad de la de su padre. Luego de cuatro a˜os
          o       o                                                 n
      buscando consuelo en la ciencia de los n´meros, descendi´ Dio-
                                              u                 o
      fanto a la sepultura.
¿Qu´ edad alcanz´ Diofanto? ¿A qu´ edad se cas´? ¿Cu´ntos a˜os vivi´ su
    e           o                e            o     a      n       o
hijo?
Soluci´n. Veamos si comprendemos bien el problema. ¿Cu´l es la inc´gnita?
       o                                                      a         o
El n´mero de a˜os que vivi´ Diofanto (las preguntas restantes se responden
     u          n            o
f´cilmente conociendo la respuesta a la primera). ¿Cu´les son los datos? Una
 a                                                      a
serie de informaciones sobre las etapas sucesivas de su vida, desde su infan-
cia hasta su muerte. Ahora debemos concebir un plan. ¿Se ha encontrado
con un problema semejante? Es de esperar que s´ ya que la mayor´ de los
                                                    ı,                 ıa
problemas resolubles por m´todos algebraicos elementales son semejantes.
                              e
El plan general consiste en escribir ecuaciones que reflejen las condiciones
planteadas, resolver el sistema resultante y finalmente interpretar las solu-
ciones obtenidas en el contexto original del problema. Llamemos x al n´mero
                                                                          u
de a˜os vividos por Diofanto. Esta cantidad debe ser igual a la suma de las
     n
duraciones de las etapas de su vida, a saber: su infancia (x/6), la duod´cima
                                                                          e
parte transcurrida hasta que le sali´ barba (x/12), los a˜os transcurridos
                                       o                      n
hasta que contrajo matrimonio (x/7), los a˜os transcurridos hasta que na-
                                              n
ci´ su primog´nito (5), los a˜os que ´ste vivi´ (x/2) y los 4 a˜os que Diofanto
  o           e              n       e        o                n
le sobrevivi´. Por lo tanto escribimos:
            o
                              x    x     x        x
                         x= +        + +5+ +4                               (2.1)
                              6 12 7              2
Agrupando t´rminos semejantes resulta:
              e
                              1   1  1 1
                       (1 −     −   − − )x = 5 + 4
                              6 12 7 2
y simplificando queda
                                    3
                                      x = 9.
                                   28
16                                                          Ejemplos sencillos


Por lo tanto x = 28 × 9/3 = 84. Verifiquemos el resultado:

        84 84 84       84
          +    +   +5+    + 4 = 14 + 7 + 12 + 5 + 42 + 4 = 84
        6   12   7     2
Diofanto se cas´ cuando contaba 84/6 + 84/12 + 84/7 = 33 a˜os, y su hijo
               o                                          n
vivi´ 84/2 = 42 a˜os.
    o            n

    Los documentos matem´ticos m´s antiguos que se conservan son dos
                           a        a
rollos de papiro egipcios que datan aproximadamente de la XII dinast´   ıa
(2078 a 1788 A.C.). Uno de ellos, conocido como el papiro Rhind, consta de
unos 85 problemas y ejemplos pr´cticos. El siguiente es uno de ellos:
                                 a

Problema 2.2. Dividir cien panes entre cinco hombres, de modo que las
porciones que reciban est´n en progresi´n aritm´tica y que la s´ptima parte
                         e             o       e               e
de la suma de las tres mayores sea igual a la suma de las dos porciones
menores.

Soluci´n. Asegur´monos de comprender bien el problema. ¿Qu´ se nos pide?
       o           e                                              e
Dividir cien panes entre cinco hombres, de modo que se cumplan ciertas con-
diciones. ¿Cu´les son los datos? El n´mero total de panes (100), la cantidad
              a                        u
de porciones (5) y las condiciones que debe cumplir el reparto. ¿Cu´les son
                                                                      a
las inc´gnitas? Obviamente, la cantidad de panes que le corresponder´ a ca-
       o                                                                a
da uno. ¿Comprendemos la condici´n? En primer lugar las porciones deben
                                     o
estar en progresi´n aritm´tica; esto significa que si escribimos las porciones
                  o        e
en orden creciente de magnitud, la diferencia de cada una de ellas con la
siguiente es constante. En otras palabras, si llamamos x a la menor de las
porciones y r a la diferencia com´n o raz´n de la progresi´n, entonces las
                                   u       o                  o
cinco porciones deber´n ser x, x + r, x + 2r, x + 3r y x + 4r. Utilizando esta
                       a
notaci´n podemos describir la ultima condici´n del problema mediante una
       o                        ´             o
ecuaci´n:
       o
                 (x + 2r) + (x + 3r) + (x + 4r)
                                                = x + (x + r)             (2.2)
                               7
¿Es la condici´n suficiente para determinar la inc´gnita? ¿Es insuficiente?
               o                                    o
Estas preguntas vienen muy bien en este momento, ya que nos hacen ob-
servar que tenemos dos inc´gnitas x y r pero una sola ecuaci´n. En general
                             o                                  o
(pero por supuesto hay excepciones) esto significa que el problema es inde-
terminado, es decir que en vez de una unica soluci´n admite varias, tal vez
                                         ´          o
hasta un n´mero infinito de ellas. Pero otra posibilidad a tener en cuenta
            u
es que no tengamos suficientes ecuaciones sencillamente por haber pasado
e       ´
2.1 Aritm´tica y Algebra                                                    17


por alto alg´n dato o condici´n del problema. Recordemos las preguntas
             u                 o
de P´lya: ¿Ha empleado todos los datos?, ¿Ha empleado toda la condici´n?
     o                                                                    o
Bueno, leyendo una vez m´s el enunciado del problema vemos que no hemos
                           a
utilizado el hecho de que los panes a dividir son cien. Este dato nos permite
escribir otra ecuaci´n:
                    o

             x + (x + r) + (x + 2r) + (x + 3r) + (x + 4r) = 100           (2.3)

Bien, ya tenemos dos ecuaciones y dos inc´gnitas. El plan a seguir es simple:
                                          o
resolver el sistema. Para ello simplificamos primero las ecuaciones 2.2 y 2.3
hasta obtener

                              11x − 2r = 0                                (2.4)
                                 x + 2r = 20                              (2.5)

de donde resulta x = 5/3 y r = 55/6. Las cinco porciones ser´n entonces:
                                                                 a
5/3 = 1 2 , 5/3 + 55/6 = 65/6 = 10 5 , 65/6 + 55/6 = 20, 20 + 55/6 = 175/6 =
        3                          6
29 1 y finalmente 175/6 + 55/6 = 115/3 = 38 1 .
   6                                           3
Visi´n retrospectiva: ¿Puede usted verificar el resultado? Esto es f´cil: 5/3 +
    o                                                                a
65/6 + 20 + 175/6 + 115/3 = 100 y 65/6 − 5/3 = 20 − 65/6 = 175/6 − 20 =
115/3 − 175/6 = 55/6. ¿Puede obtener el resultado en forma diferente?
Bueno, si se tiene cierta experiencia resolviendo problemas con progresiones
aritm´ticas se observa que muchas veces resulta m´s c´modo representar la
      e                                               a o
progresi´n de manera sim´trica, alrededor de un t´rmino central. En nuestro
          o                e                        e
caso, si llamamos z al t´rmino central y r a la raz´n, los cinco t´rminos ser´n
                        e                          o              e          a
z − 2r, z − r, z, z + r y z + 2r. Ahora la condici´n de que las partes suman
                                                   o
cien se escribe as´ı:

             (z − 2r + +(z − r) + z + (z + r) + (z + 2r) = 100

que se reduce a 5z = 100 y por tanto z = 20. La otra condici´n es
                                                            o
              20 + (20 + r) + (20 + 2r)
                                        = (20 − 2r) + (20 − r)
                          7
que luego de simplificar nos da 60 + 3r = 7(40 − 3r), de donde podemos
despejar r = (280 − 60)/24 = 55/6. Obtenemos por supuesto la misma
soluci´n que antes, pero el procedimiento luce m´s limpio y elegante: en lugar
      o                                         a
de resolver un sistema de dos ecuaciones con dos inc´gnitas s´lo tenemos que
                                                     o        o
resolver un par de ecuaciones de primer grado. Esto se debe a que la simetr´ıa
hace que se cancelen los t´rminos con r en la primera ecuaci´n.
                           e                                   o
18                                                            Ejemplos sencillos


Problema 2.3. Tres recipientes contienen agua. Si se vierte 1/3 del conte-
nido del primer recipiente en el segundo, y a continuaci´n 1/4 del contenido
                                                        o
del segundo en el tercero, y por ultimo 1/10 del contenido del tercero en el
                                  ´
primero, entonces cada recipiente queda con 9 litros de agua. ¿Qu´ cantidad
                                                                  e
de agua hab´ originalmente en cada recipiente?
            ıa

Soluci´n. Este problema puede tratarse en principio con el mismo m´todo
       o                                                                    e
que los anteiores: si llamamos x, y, z a los contenidos iniciales de los recipien-
tes es posible escribir unas ecuaciones que reflejen las condiciones del pro-
blema. Por ejemplo, despu´s de la primera operaci´n el contenido del primer
                            e                        o
recipiente ser´ (2/3)x y el del segundo y + x/3. Luego de la segunda opera-
              a
ci´n el contenido del segundo recipiente ser´ (3/4)(y + x/3) = x/4 + (3/4)y
  o                                            a
y el del tercero z + (1/4)(y + x/3) = x/12 + y/4 + z. Luego de la tercera
operaci´n el contenido del tercer recipiente ser´ (9/10)(x/12 + y/4 + z) y el
        o                                         a
del primero (2/3)x + (1/10)(x/12 + y/4 + z). Igualando ahora el contenido
final de cada recipiente con 9 obtenemos un sistema de tres ecuaciones con
tres inc´gnitas, cuya soluci´n es la respuesta buscada. Los detalles se los
         o                    o
dejamos al lector como ejercicio.
Visi´n retrospectiva: No cabe duda de que el m´todo anterior, aunque in-
     o                                               e
falible, es bastante aburrido y proclive a errores num´ricos. ¿No habr´ otra
                                                          e               a
forma de proceder m´s apropiada para este tipo de problema? S´ la hay,
                        a                                               ı
y consiste en sustituir el an´lisis hacia adelante que realizamos, partiendo
                              a
de la configuraci´n inicial y estudiando la evoluci´n del contenido de los
                   o                                    o
recipientes con cada operaci´n, por un an´lisis retrospectivo. Este tipo de
                               o              a
an´lisis consiste en partir de la configuraci´n final y estudiar c´mo se lleg´ a
   a                                         o                    o           o
ella. En nuestro caso los tres recipientes finalizan con 9 litros, y la ultima
                                                                          ´
operaci´n consisti´ en trasvasar 1/10 del contenido del tercer recipiente al
         o          o
primero. Pero si el tercer recipiente, luego de perder la d´cima parte de su
                                                              e
contenido, qued´ con 9 litros, es obvio que deb´ contener diez litros. Y el
                 o                                  ıa
primero, como qued´ con 9 luego de ganar un litro, antes conten´ 8 litros.
                      o                                              ıa
En otras palabras, despu´s de la segunda operaci´n y antes de la tercera el
                           e                          o
contenido de los recipientes era 8, 9 y 10 litros, en ese orden. Del mismo mo-
do se ve que antes de la segunda operaci´n el segundo recipiente conten´ 12
                                          o                                 ıa
litros, para poder quedar en 9 al perder la cuarta parte de su contenido. Y el
tercero, por consiguiente, ten´ 7 litros. Los contenidos antes de la segunda
                                ıa
operaci´n eran entonces 8, 12 y 7. Razonando de igual forma llegamos a que
         o
inicialmente los recipientes conten´ 12, 8 y 10 litros de agua. Este an´lisis
                                     ıan                                    a
retrospectivo se resume en la siguiente tabla:
2.2 Combinatoria                                                               19


                                  1◦    2◦   3◦
                                   9     9    9
                                   8     9   10
                                   8    12    7
                                  12     8   10




2.2.      Combinatoria
    Hay una clase importante de problemas en los cuales tenemos que contar
o enumerar configuraciones resultantes de combinar, de alguna manera, un
n´mero finito de elementos. La rama de la matem´tica que se ocupa de esto
 u                                               a
se conoce como combinatoria. Los siguientes son algunos ejemplos sencillos.
Problema 2.4. Un cubo s´lido de madera de lado 20 cm se pinta de rojo.
                          o
Luego con una sierra se hacen cortes paralelos a las caras, de cent´
                                                                   ımetro en
    ımetro, hasta obtener 203 = 8000 cubitos de lado 1 cm. ¿Cu´ntos de
cent´                                                               a
esos cubitos tendr´n al menos una cara pintada de rojo?
                  a
Soluci´n. El problema es de f´cil comprensi´n. El primer plan que se nos
         o                       a             o
ocurre es sencillamente contar los cubitos pintados. Por ejemplo: en cada
cara del cubo hay 202 = 400 cubitos pintados, por lo tanto en total ser´n  a
. . . ¿400×6? No, porque estar´ıamos contando m´s de una vez los cubitos que
                                                  a
est´n en los v´rtices y aristas del cubo. Pero al menos esto nos da una pista
     a         e
para mejorar el plan (y una cota superior: el n´mero de cubitos pintados
                                                    u
debe ser menor que 2400). Contemos entonces por separado los diferentes
tipos de cubitos pintados:
       Los correspondientes a los v´rtices del cubo, que tienen tres caras
                                     e
       pintadas y son ocho en total.
       Los correspondientes a las aristas del cubo, exclu´ ıdos los v´rtices (tie-
                                                                     e
       nen exactamente dos caras pintadas). Cada arista tiene contacto con
       20 cubitos, pero dos de ellos son v´rtices (que ya contamos aparte) por
                                          e
       lo cual nos quedan 18. Como el cubo tiene 12 aristas, el n´mero total
                                                                     u
       es 18 × 12 = 216.
       Los cubitos con exactamente una cara pintada. En cada cara del cubo,
       las caras pintadas de estos cubitos forman un cuadrado de 18 × 18, por
       lo tanto en total ser´n 18 × 18 × 6 = 1944.
                            a
20                                                          Ejemplos sencillos


Por consiguiente la respuesta es 8 + 216 + 1944 = 2168.
Visi´n retrospectiva: ¿Podemos obtener el resultado en forma diferente? Una
    o
primera alternativa es partir de nuestro primer resultado err´neo, 2400, y
                                                              o
efectuar las correcciones necesarias. Como los cubos de los v´rtices se con-
                                                             e
taron tres veces cada uno, restemos 8 × 2 = 16. Y como los de las aristas se
contaron dos veces, restemos 216. El resultado ser´ 2400 − 16 − 216 = 2168.
                                                  a
Otra idea (posiblemente la m´s elegante) se obtiene invirtiendo el proble-
                               a
ma. Contemos los cubitos que no tienen ninguna cara pintada. Es claro
que estos cubitos forman un cubo interior al primero, de lado 18. Por lo
tanto son 183 = 5832. Los que tiene al menos una cara pintada se pueden
obtener ahora restando esta ultima cantidad del total de cubitos, a saber
                              ´
203 − 183 = 8000 − 5832 = 2168.

Problema 2.5. En cada una de las 64 casillas de un tablero de ajedrez hay
un grano de az´car. Una hormiga comienza en un v´rtice del tablero, come
                u                                      e
el az´car, y se traslada a una casilla adyacente, desplaz´ndose en direcci´n
     u                                                     a                o
horizontal o vertical (pero nunca en diagonal). Contin´a de este modo hasta
                                                         u
acabar con todo el az´car, y sin pasar dos veces por una misma casilla. ¿Es
                      u
posible que su trayecto finalice en el v´rtice diagonalmente opuesto al inicial?
                                       e

Soluci´n. Este problema es de naturaleza diferente a los anteriores. No se
       o
nos pide calcular nada, por lo cual muchos pensar´n que no es un verdadero
                                                    a
problema de matem´tica. Sin embargo, si hacemos abstracci´n de la hormiga
                       a                                     o
y el az´car (que obviamente se han incluido para hacer m´s atractivo el
        u                                                      a
enunciado) vemos que el problema trata de la existencia de trayectorias con
ciertas caracter´ısticas geom´tricas.
                               e
    Por alguna raz´n, la mayor´ de las personas a quienes les he planteado
                     o            ıa
este problema contestan de inmediato que s´ Cuando les pido que dibujen
                                               ı.
en la pizarra la trayectoria, demuestran que no han comprendido cabalmente
el enunciado: trazan l´  ıneas diagonales, pasan m´s de una vez por la misma
                                                  a
casilla o simplemente finalizan en un v´rtice que no es el opuesto al inicial,
                                           e
y a´n as´ creen haber solucionado el problema. Cuando por fin comprenden
    u     ı
las condiciones, luego de dos o tres intentos fallidos cambian s´bitamen-
                                                                   u
te de posici´n y contestan que es imposible. Ahora bien, es claro que una
             o
respuesta afirmativa queda suficientemente justificada con s´lo exhibir una
                                                              o
trayectoria que cumpla las condiciones pedidas. ¿Pero c´mo podemos jus-
                                                           o
tificar una respuesta negativa? Es muy importante comprender la enorme
diferencia que existe entre las afirmaciones “no puedo hallar ninguna solu-
ci´n” y “no existe ninguna soluci´n”. Para poder afirmar esto ultimo hay
  o                                  o                            ´
2.3 Geometr´
           ıa                                                               21


b´sicamente dos maneras de proceder. Una de ellas consiste en dibujar todas
  a
las trayectorias posibles que parten de un v´rtice y recorren todo el tablero,
                                              e
desplaz´ndose en direcci´n horizontal o vertical y sin pasar dos veces por
        a                  o
ninguna casilla. Una vez hecho esto podemos examinar las trayectorias y
verificar que ninguna finaliza en el v´rtice opuesto al inicial. Un inconve-
                                        e
niente de este procedimiento es que resulta muy lento y engorroso para un
ser humano, aunque ser´ factible realizarlo con ayuda del computador. Otro
                         ıa
inconveniente es que si se nos ocurre generalizar el problema para tableros
m´s grandes r´pidamente el problema se vuelve inmanejable, incluso para
   a            a
el computador. M´s a´n, si queremos una respuesta general, para tableros
                    a u
de n × n, este procedimiento resulta completamente in´til.
                                                         u
     La segunda manera de proceder es demostrar que no existe trayectoria
alguna que cumpla las condiciones exigidas. Para esto resulta util el hecho
                                                                  ´
de que las casillas de un tablero de ajedrez est´n pintadas de dos colores,
                                                  a
digamos blanco y negro, en forma alternada. La observaci´n clave es que
                                                               o
cada movimiento unitario en direcci´n horizontal o vertical nos lleva de una
                                      o
casilla a otra de diferente color. Ahora bien, como el tablero tiene 8 × 8 = 64
casillas, comenzando en cualquiera de ellas se requieren 63 movimientos para
recorrerlas todas. Pero es claro que despu´s de 1, 3, 5 o cualquier n´mero
                                             e                           u
impar de movimientos estaremos en una casilla de color diferente a la inicial.
Esto demuestra que la respuesta al problema que nos ocupa es negativa, ya
que un v´rtice y el opuesto son del mismo color.
           e
Visi´n retrospectiva: Una generalizaci´n obvia de este problema consiste en
     o                                 o
considerar tableros de n × n, para cualquier entero positivo n. Es claro que
si n es par entonces la respuesta es negativa, por el mismo argumento usado
para el caso 8 × 8. En cambio si n es impar el argumento no se aplica. De
hecho es f´cil ver que la respuesta es afirmativa. Otras generalizaciones que
           a
se resuelven con el mismo m´todo: especificar dos casillas cualesquiera como
                             e
inicio y fin de la trayectoria; cambiar el tipo de movimiento b´sico, usando
                                                               a
por ejemplo saltos de caballo; plantear el problema en tres dimensiones, por
ejemplo en un cubo.

   El lector interesado en estos temas puede consultar [29].


2.3.     Geometr´
                ıa
    La otra clase importante de problemas que encontramos en la matem´ti-
                                                                     a
ca elemental son los de geometr´ El lector interesado en este tema puede
                                 ıa.
22                                                          Ejemplos sencillos


consultar [12].
    Hay una gran variedad de problemas geom´tricos: problemas de construc-
                                              e
ci´n, de c´lculo, de demostraci´n, etc. El siguiente es un ejemplo sencillo.
  o       a                    o

Problema 2.6. Los lados del tri´ngulo ABC miden AB = 26cm, BC =
                                   a
17cm y CA = 19cm. Las bisectrices de los ´ngulos de v´rtices B y C se
                                              a           e
cortan en el punto I. Por I se traza una paralela a BC que corta a los lados
AB y BC en los puntos M y N respectivamente. Calcule el per´     ımetro del
tri´ngulo AM N .
   a

Soluci´n. La primera de las estrategias que Schoenfeld coloca en su lista
       o
es hacer un diagrama, toda vez que sea posible. Si bien esta recomendaci´n o
se aplica a todo tipo de problemas, es casi insoslayable si el problema es
de car´cter geom´trico. Muchas veces el enunciado de estos problemas va
       a           e
acompa˜ado de un dibujo, pero otras veces (como en este caso) no es as´
         n                                                                   ı,
y hacerlo es la primera tarea que debemos realizar. Tal vez usted haya o´ ıdo
frases tales como “un dibujo no constituye demostraci´n”, “razonar en base
                                                      o
a un dibujo puede conducir a errores”, etc. Todo eso es cierto, sin embargo
un dibujo nos ayuda en primer lugar a comprender el problema. Adem´s       a
estimular´ nuestra imaginaci´n y es posibleque nos sugiera alg´n plan para
           a                   o                               u
hallar la soluci´n. Si tiene a mano instrumentos geom´tricos uselos; sin em-
                o                                     e      ´
bargo incluso un bosquejo aproximado suele ser de mucha ayuda (¡H´galo a
antes de seguir leyendo!).




Hay muchas maneras de resolver este problema. El que tenga afici´n a los
                                                                     o
c´lculos complicados podr´ por ejemplo comenzar por hallar el ´rea del
 a                         ıa                                        a
tri´ngulo ABC (usando la f´rmula de Heron). Dividiendo el ´rea entre el
   a                          o                                 a
semiper´ımetro se obtiene el radio de la circunferencia inscripta, es decir la
distancia de I a los lados del tri´ngulo ABC. Con estos datos es posible
                                  a
2.3 Geometr´
           ıa                                                             23


calcular, por proporcionalidad, las longitudes de AM , M N y AN . Sin em-
bargo esto es bastante engorroso. ¿No habr´ una manera m´s sencilla? Si
                                              a                  a
miramos el dibujo detenidamente, buscando alguna relaci´n interesante, ob-
                                                            o
servaremos (sobre todo si el dibujo est´ bien hecho) que los tri´ngulos BM I
                                       a                         a
y CN I parecen is´sceles. Si esto fuese cierto la soluci´n ser´ inmediata, ya
                  o                                     o     ıa
que de las igualdades M I = M B y IN = N C se obtiene:

AM + M N + AN       = AM + M I + IN + AN = AM + M B + AN + N C
                    = AB + AC = 26 + 19 = 45.

    Ahora bien, ¿podremos probar que los tri´ngulos BM I y CN I son is´sce-
                                            a                         o
les? Para probar por ejemplo que BM I es is´sceles es suficiente probar que
                                             o
los ´ngulos ∠M BI y ∠M IB son iguales. Pero sabemos que M N es paralela
    a
a BC, por lo tanto ∠M IB = ∠IBC ya que son ´ngulos alternos internos.
                                                 a
Pero BI es la bisectriz de ∠ABC, por lo tanto ∠M BI = ∠IBC y hemos
completado la demostraci´n (por supuesto que para el tri´ngulo CN I se
                          o                                a
razona de modo an´logo).
                   a
Visi´n retrospectiva: Si revisamos los datos del problema vemos que hay
     o
uno de ellos que no fue utilizado: la longitud del lado BC. En realidad para
cualquier tri´ngulo con AB = 26 cm y CA = 19 la soluci´n ser´ la misma,
             a                                            o      ıa
26 + 19 = 45. ¿Y si variamos AB y CA? Bueno, es f´cil ver que la respuesta
                                                      a
ser´ siempre AB + CA. En otras palabras, los valores 26 y 19 no juegan
   a
ning´n papel especial, y mucho menos BC = 17. Estos datos en vez de ayu-
     u
dar a resolver el problema m´s bien estorban, dirigiendo nuestra atenci´n
                               a                                          o
hacia detalles sin importancia. Son elementos distractores , que aumentan la
dificultad del problema suministrando m´s informaci´n que la estrictamente
                                          a            o
necesaria para resolverlo. Para aclarar mejor este punto supongamos que el
enunciado del problema hubiese sido:

     En un tri´ngulo ABC las bisectrices de los ´ngulos de v´rtices B
               a                                  a            e
     y C se cortan en el punto I. Por I se traza una paralela a BC que
     corta a los lados AB y BC en los puntos M y N respectivamente.
     Calcule el per´ımetro del tri´ngulo AM N en funci´n de los lados
                                  a                     o
     AB y AC.

Este problema, a pesar de ser m´s general, es probablemente m´s f´cil de
                                a                              a a
resolver ya que nuestra atenci´n se enfocar´ directamente hacia los lados
                              o            a
AB y AC. Este es el sentido de la recomendaci´n de P´lya: “eonsidere un
                                               o      o
problema m´s general”, la cual parece parad´jica ya que un problema m´s
            a                               o                          a
24                                                          Ejemplos sencillos


general deber´ ser por l´gica m´s dif´ Sin embargo una abstracci´n ade-
              ıa         o       a    ıcil.                           o
cuada, al eliminar la hojarasca innecesaria, puede permitirnos ver el camino
con m´s claridad. Ahora bien, ¿es posible detectar y evitar el efecto de es-
       a
tos elementos distractores? Es bastante dif´ıcil, ya que a priori no podemos
saber cu´les datos son esenciales y cu´les superfluos para resolver un pro-
         a                             a
blema. Sin embargo es razonable desconfiar de los datos que parecen muy
particulares para la naturaleza del problema. Pero hay que tener cuidado,
ya que hay propiedades que s´ dependen de valores muy particulares de los
                              ı
datos (esto es muy com´n en problemas de aritm´tica, por ejemplo).
                        u                           e

    Muchos problemas no se pueden clasificar de manera clara dentro de una
rama de la matem´tica, sino que se encuentran en la frontera entre dos o
                    a
m´s de ellas. El siguiente, por ejemplo, pertenece tanto a la geometr´ como
  a                                                                  ıa
a la combinatoria.

Problema 2.7. ¿En cu´ntas regiones queda dividido el plano por 6 rectas
                         a
en posici´n gen´rica (es decir tales que no haya dos de ellas paralelas ni tres
         o     e
concurrentes en un punto)?

Soluci´n. Evidentemente una recta divide el plano en dos regiones, y dos
       o
rectas no paralelas lo dividen en cuatro. Pero ya para tres rectas el problema
comienza a complicarse. Si trazamos unos cuantos diagramas veremos que
la tercera recta atraviesa siempre a tres de las cuatro regiones determinadas
por las dos primeras, pero no a la cuarta, y por lo tanto la respuesta para
tres rectas parece ser siete. ¿Pero podemos estar seguros de esto? ¿Y qu´ pa-
                                                                          e
sar´ cuando tracemos la cuarta, la quinta y la sexta recta? Lamentablemente
    a
los dibujos se complican demasiado, algunas rectas se cortan fuera de la ho-
ja y no es f´cil contar las regiones sin equivocarnos. Adem´s pareciera que
            a                                                  a
la respuesta depende de como dibujemos las rectas. Volvamos entonces al
principio. ¿Podr´ imaginarse un problema an´logo un tanto m´s accesible?
                 ıa                             a                   a
Bueno, en vez de disminu´ el n´mero de rectas podemos disminu´ la di-
                             ır    u                                   ır
mensi´n, es decir considerar en cu´ntas regiones queda dividida una recta
       o                             a
por cierto n´mero de puntos. Este problema s´ es f´cil, n puntos dividen a
             u                                   ı    a
la recta en n + 1 regiones (a saber n − 1 segmentos y 2 semirrectas). ¿Y no
podemos aprovechar este resultado para el problema en el plano? Veamos,
si ya hemos trazado n − 1 rectas entonces al trazar la n-sima ´sta cortar´ a
                                                                  e         a
las anteriores en n − 1 puntos diferentes (por la hi´tesis de genericidad). Por
                                                    o
lo tanto la n-sima recta quedar´ dividida en n partes por esos puntos de
                                   a
intersecci´n. Pero es claro que cada una de esas partes estar´ contenida por
          o                                                     a
2.3 Geometr´
           ıa                                                              25


completo en una regi´n de las determinadas por las primeras n − 1 rectas,
                      o
regi´n que quedar´ dividida en dos por la n-sima recta. Por lo tanto hemos
    o              a
descubierto que al trazar la n-sima recta el n´mero de regiones aumenta en
                                               u
n unidades. Apliquemos ahora este resultado desde el comienzo y de mane-
ra sucesiva. Inicialmente hay una sola regi´n: el plano. Al trazar la primera
                                            o
recta el n´mero de regiones aumenta en una unidad, y tendremos 1 + 1 = 2
          u
regiones. Al trazar la segunda recta el n´mero de regiones aumenta en dos
                                          u
unidades, y tendremos 2 + 2 = 4 regiones. Al trazar la tercera recta el n´me-
                                                                         u
ro de regiones aumenta en tres unidades, y tendremos 4 + 3 = 7 regiones.
Hasta aqu´ los resultados concuerdan con lo que ya sab´
           ı                                             ıamos. Ahora resulta
f´cil continuar: para cuatro rectas son 7 + 4 = 11 regiones, para cinco rectas
 a
son 11 + 5 = 16 regiones, para seis rectas son 16 + 6 = 22 regiones.
Visi´n retrospectiva: Resulta natural preguntarse cu´l ser´ el n´mero de re-
    o                                               a     a     u
giones en que queda dividido el plano por un n´mero n cualquiera de rectas
                                              u
en posici´n gen´rica. Recordando que la suma de los enteros desde 1 hasta
         o      e
n es n(n + 1)/2 es f´cil obtener
                    a

        1 + 1 + 2 + 3 + · · · + n = 1 + n(n + 1)/2 = (n2 + n + 2)/2

Hay otras generalizaciones y problemas similares a los cuales se puede aplicar
el mismo m´todo.
           e
Cap´
   ıtulo 3

Algunas Estrategias B´sicas
                     a

    En este cap´ıtulo se enuncian algunas estrategias b´sicas y se ilustra su
                                                       a
aplicaci´n a la soluci´n de varios problemas, muchos de ellos tomados de
        o              o
competencias matem´ticas internacionales.
                      a


3.1.     Figuras y diagramas
    El proverbio una figura vale m´s que mil palabras tiene plena validez en
                                 a
la resoluci´n de problemas matem´ticos. Por eso nuestra primera estrategia
           o                     a
es:

Estrategia 1. Dibuje una figura o un diagrama siempre que sea
posible.

    La importancia de este principio es obvia cuando se trata de resolver un
problema de geometr´ Pero hay muchos problemas que, sin ser de geome-
                     ıa.
tr´ admiten una interpretaci´n geom´trica, lo cual ampl´ mucho el verda-
  ıa,                         o        e                   ıa
dero alcance de esta estrategia. Los siguientes ejemplos ilustran lo dicho.

Problema 3.1.1 (Olimpiada Bolivariana 2000).
Sean a1 , A1 , a2 , A2 , a3 , A3 n´meros reales positivos tales que ai + Ai = k,
                                  u
donde k es una constante dada.

a) Demostrar que
                           a1 A2 + a2 A3 + a3 A1 < k 2 .
3.1 Figuras y diagramas                                                                                                                                    27


b) Sean a1 , A1 , a2 , A2 , a3 , A3 , a4 , A4 reales positivos tales que ai + Ai = k,
   donde k es una constante dada. Si ai ≥ Ai , demostrar que
                                                  a1 A2 + a2 A3 + a3 A4 + a4 A1 ≤ k 2 ,
   y determinar cu´ndo se tiene la igualdad.
                  a
Soluci´n. Cada igualdad ai + Ai = k puede representarse mediante un seg-
       o
mento de longitud k dividido en dos partes de longitudes ai y Ai . Con estos
tres segmentos podemos construir un tri´ngulo equil´tero como se muestra
                                        a           a
en la figura:

                                                                               T      ..
                                                                                     ..
                                                                                    .. ..
                                                                                   .. .
                                                                                  . ...
                                                                                 .. ...
                                                                               ..
                                                                              ..            ..
                                                                                             ..
                                                                            ..
                                                                             .                ..
                                                                                               ..
                                                                          ..
                                                        A3           ..
                                                                      .
                                                                       ..
                                                                         ..
                                                                        ..                        a2
                                                                                                 ..
                                                                                                 ..
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                                                                                                        ..
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                                                               ..
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                                                                                                  ..       S ..
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                        a3        ..
                                 ..
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                                                                                                        .
                                                                                                        .                         ..
                                                                                                                                   ..
                                                                                                                                    ..
                                                                                                                                     ..
                                ..                                             ..
                                                                                ..                     .
                                                                                                       .
                                                                                                       .                              ..
                                                                                                                                       ..
                              ..
                               .                                                  ..
                                                                                   ..                 ..                                ..
                             ..
                            ..                                                       ..
                                                                                      ..              .
                                                                                                      .
                                                                                                      .
                                                                                                      .
                                                                                                                                         ..
                                                                                                                                          ..
                          ..
                           .                                                           ..
                                                                                        ..           ..                                    ..
                         ..
                        ..                                                                ..
                                                                                           ..
                                                                                            .. .
                                                                                                     .
                                                                                                     .
                                                                                                     .
                                                                                                                                            ..
                                                                                                                                             ..
                                                                                                                                              ..
                      ..
                       .                                                                     .. .    .                                         ..
                     ..
                    ..                             A1                                          .. .
                                                                                                .. ..
                   ...............................................................................................
                   ..                                                                              .
                                                                                                    .
                  ...............................................................................................
                                                                                                  ..
                                                                                                                    a1                          ..
                                                                                                                                                 ..
                                                                                                                                                  ..
              P                                                                             Q                                                          R

    El producto a1 A2 est´ relacionado con el ´rea del tri´ngulo QRS, que
                          a                   a           a
denotaremos |QRS|. De hecho como ∠QRS √ 60◦ se tiene que |QRS| =
     √                                        =                    √
a1 A2 3/4. Del mismo modo |ST U | = a2 A3 3/4 y |U P Q| = a3 A1 3/4,
                          √
mientras que |P RT | = k 2 3/4. Observando la figura es obvio que
                   |QRS| + |ST U | + |U P Q| < |P RT |,
                      √
y multiplicando por 4/ 3 resulta la desigualdad de la parte (a).
   La parte (b) es tal vez m´s f´cil: basta dibujar un cuadrado de lado k
                             a a
y dentro del mismo cuatro rect´ngulos correspondientes a los productos del
                              a
miembro izquierdo de la desigualdad.

Problema 3.1.2 (Olimpiada Bolivariana 2000).
Sea n un entero positivo par. Halle todas las ternas de n´meros reales (x, y, z)
                                                          u
tales que
                   xn y + y n z + z n x = xy n + yz n + zxn .
28                                                  Algunas Estrategias B´sicas
                                                                         a


Soluci´n. A primera vista parece dif´ dibujar una figura que corresponda a
      o                              ıcil
este problema. Sin embargo si escribimos la condici´n en la forma equivalente
                                                   o

                      xn (y − z) + y n z = xy n + z n (y − x)
y restamos y n+1 a ambos miembros resulta
               xn (y − z) + y n (z − y) = (x − y)y n + z n (y − x)
o bien
                     (y n − xn )(z − y) = (z n − y n )(y − x).              (3.1)
    De aqu´ es claro que si dos de las tres cantidades x, y, z son iguales la
           ı
tercera tambi´n debe serlo, por lo tanto todas las ternas (x, x, x) cumplen
              e
la condici´n. Para las ternas con las tres componentes distintas, luego de
          o
dividir ambos miembros de (3.1) entre (z − y)(y − x) resulta
                              xn − y n   yn − zn
                                       =         .                          (3.2)
                               x−y        y−z
Esta ecuaci´n se puede interpretar como una igualdad entre la pendiente de
            o
la recta que pasa por los puntos (x, xn ), (y, y n ) y la pendiente de la recta
que pasa por los puntos (y, y n ),(z, z n ), es decir que la condici´n equivale a
                                                                      o
que los tres puntos (x, xn ), (y, y n ), (z, z n ) est´n alineados. Pero como n es
                                                      e
par la funci´n f (x) = xn es convexa (su gr´fica es una par´bola para n = 2
            o                                     a               a
y una curva parecida pero m´s achatada cerca del origen para n = 4, 6, . . .)
                               a
por lo cual no puede tener tres puntos diferentes alineados.


3.2.     Examen de casos especiales
    El enunciado de muchos problemas es intimidante por la generalidad de
lo que plantean y exigen. Un ejemplo t´   ıpico son los problemas que piden
Hallar todos los enteros positivos tales que. . . En estos casos y a falta de
una idea brillante que solucione el problema de inmediato, es recomendable
examinar casos especiales. Esto sin duda nos ayudar´ a comprender mejor
                                                       a
el problema y muchas veces nos permitir´ vislumbrar cu´l podr´ ser la
                                             a               a      ıa
soluci´n.
      o
Estrategia 2. Examine casos especiales. En particular si su proble-
ma depende de un par´metro entero n examine lo que sucede para
                       a
los primeros valores de n y trate de ver si emerge alg´n patr´n
                                                         u      o
caracter´
        ıstico, entonces formule una conjetura y trate de probarla.
3.2 Examen de casos especiales                                              29


   El siguiente problema es un buen ejemplo para aplicar esta estrategia.

Problema 3.2.1 (Olimpiada de Centro Am´rica y el Caribe 2001).
                                      e

Al escribir un entero n ≥ 1 como potencia de 2 o como suma de potencias
de 2, donde cada potencia aparece a lo m´s dos veces en la suma, se tiene
                                        a
una representaci´n buena de n. ¿Qu´ enteros positivos admiten un n´mero
                 o                 e                              u
par de representaciones buenas?

Soluci´n. Sea b(n) el n´mero de representaciones buenas (r.b.) del entero
       o                  u
n. Es f´cil ver que b(1) = 1, b(2) = 2, b(3) = 1, b(4) = 3, b(5) = 2, b(6) = 3,
        a
b(7) = 1, b(8) = 4, b(9) = 3, b(10) = 5, b(11) = 2. El patr´n aparente es
                                                                o
que b(n) es par si y s´lo si n es de la forma 3k + 2. El paso siguiente es
                        o
probar esta conjetura por inducci´n. Ya sabemos que se cumple para los
                                     o
enteros del 1 al 11. Supongamos que es cierto para los enteros menores que
3k y tratemos de probarlo para 3k, 3k + 1 y 3k + 2. Para esto ser´ bueno
                                                                      ıa
disponer de una relaci´n de recurrencia que vincule cada valor de b(n) con
                        o
los valores anteriores.
    Es claro que las r.b. de 2n + 1 deben incluir exactamente un 1, y si cada
uno de los sumandos restantes se divide entre 2 resulta una r.b. de n. Por
lo tanto b(2n + 1) = b(n). Las r.b. de 2n deben incluir dos unos o ninguno.
Estas ultimas son tantas como las r.b. de n, mientras que las primeras son
       ´
tantas como las r.b. de n − 1, es decir que b(2n) = b(n) + b(n − 1). Armados
con estas dos relaciones de recurrencia consideremos ahora dos casos, seg´n u
que k sea par o impar.
    Si k = 2r entonces b(3k) = b(6r) = b(3r) + b(3r − 1), que es la suma
de un impar y un par por la hip´tesis inductiva, por lo tanto es impar. Por
                                  o
su parte b(3k + 1) = b(6r + 1) = b(3r) es impar, y b(3k + 2) = b(6r + 2) =
b(3r) + b(3r + 1) es par por ser suma de dos impares.
    Si k = 2r + 1 entonces b(3k) = b(6r + 3) = b(3r + 1) es impar, b(3k + 1) =
b(6r + 4) = b(3r + 1) + b(3r + 2) es impar, y b(3k + 2) = b(6r + 5) = b(3r + 2)
es par.

Problema 3.2.2 (Olimpiada Bolivariana 2000).
Encontrar el n´mero de formas de escribir enteros no negativos en cada
                u
casilla de un tablero de n × n, de modo que la suma de los n´meros en cada
                                                            u
fila y cada columna sea igual a 3 y en cada fila y en cada columna s´lo haya
                                                                  o
uno o dos n´meros diferentes de cero.
             u
30                                                Algunas Estrategias B´sicas
                                                                       a


Soluci´n. Es f´cil ver que para n = 1 hay una una sola forma (3) y para
      o       a
n = 2 hay cuatro formas, a saber:

                    3 0         0 3        1 2         2 1
                    0 3         3 0        2 1         1 2

Para n = 3 hay 6 formas usando tres 3, 18 formas usando un 3, un 2 y
un 1 y 12 formas usando tres 2 y tres 1, para un total de 36. Esto nos
lleva a conjeturar que para n cualquiera el n´mero de formas es (n!)2 . Lo
                                                 u
bueno de esta conjetura es que sugiere su propia demostraci´n: como el
                                                                    o
n´mero de permutaciones de los n´meros del 1 al n es n!,si logramos mostrar
  u                                   u
que cualquier forma de llenar el tablero proviene de la elecci´n, de manera
                                                                  o
independiente, de dos de estas permutaciones, no habr´ m´s nada que hacer.
                                                           a a
Pues bien, sean ai y bi (i = 1 . . . n) dos permutaciones de los n´meros del 1
                                                                    u
al n y coloquemos en la fila i del tablero un 1 en la columna ai y un 2 en
la bi si ai = bi , o un 3 en la columna ai si ai = bi , rellenando el resto de la
fila con ceros. Es f´cil ver que la matriz obtenida cumple la condici´n del
                      a                                                    o
problema, y que as´ pueden obtenerse todas las formas v´lidas de llenar el
                      ı                                        a
tablero.


3.3.     Transformaciones e Invariantes
    Muchos problemas est´n relacionados con sistemas cuyo estado se puede
                          a
cambiar aplicando ciertas transformaciones. Los juegos pertenecen a esta
categor´ as´ como muchos otros problemas en los cuales ee aplican en forma
        ıa, ı
reiterada transformaciones geom´tricas o algebraicas.
                                 e
    Un invariante I es una funci´n que a cada estado E del sistema le asocia
                                o
un valor I(E) de tal manera que, si de un estado E1 se puede pasar a otro
estado E2 mediante una transformaci´n v´lida, entonces I(E1 ) = I(E2 ).
                                     o a
    Enunciemos ahora nuestra siguiente estrategia:

Estrategia 3. Si en su problema hay un sistema que cambia de
estado al aplicarle ciertas transformaciones, trate de hallar un
invariante.

   Los invariantes son muy utiles para probar la imposibilidad de pasar de
                              ´
un estado a otro: si un invariante toma valores diferentes en dos estados, en-
tonces es imposible pasar de uno al otro mediante transformaciones v´lidas.
                                                                       a
Comencemos por un ejemplo sencillo:
3.3 Transformaciones e Invariantes                                            31


Problema 3.3.1. Suponga que en una pizarra se escriben los n´meros natu-
                                                               u
rales desde el 1 hasta 2n, siendo n un n´mero natural impar. A continuaci´n
                                        u                                  o
se escogen dos de esos n´meros a y b, se borran y se escribe |a − b|. Se con-
                         u
tin´a de este modo hasta que quede un s´lo n´mero k en la pizarra. Probar
   u                                      o   u
que k es impar.

Soluci´n. Busquemos un invariante. La suma de todos los n´meros en la
      o                                                             u
pizarra no sirve, ya que disminuye en cada operaci´n. ¿Pero en cu´nto dis-
                                                        o               a
minuye? En a + b − |a − b|, que es igual al doble del menor de los n´meros a
                                                                        u
y b. Es decir que la disminuci´n es siempre par. Por lo tanto la paridad de la
                              o
suma se mantiene durante todo el proceso, y es el invariante que busc´ba-    a
mos. El valor inicial de la suma es 1 + 2 + · · · + 2b = n(2n + 1), que es impar.
Por lo tanto el valor final tambi´n ser´ impar.
                                 e      a

Problema 3.3.2. Considere la matriz de 100 × 100

                          1     2    3
                                  . . . 99 100
                          2     3    4
                                  . . . 100 1
                          3     4    5
                                  ... 1     2
                          .
                          .     .
                                .    .
                                     .   .
                                         .  .
                                            .
                          .     . ....   .  .
                         99 100 1 . . . 97 98
                         100 1 2 . . . 98 99

en la cual se permite sumar o restar un mismo n´mero a todos los ele-
                                                   u
mentos de una fila o de una columna. Aplicando operaciones de este tipo,
¿ser´ posible obtener una matriz con todos los elementos iguales?
    a

Soluci´n. Denotemos por c(i, j) el elemento de la matriz que est´ en la fila
       o                                                            a
i y en la columna j. Entonces I = c(1, 1) − c(1, 100) − c(100, 1) + c(100, 100)
es un invariante. En la posici´n inicial I = 1 − 100 − 100 + 99 = −100, pero
                              o
en cualquier matriz con todos los elementos iguales I ser´ 0, por lo tanto
                                                            ıa
la respuesta es negativa.

Problema 3.3.3. A un tablero de ajedrez se le recortan dos casillas ubi-
cadas en v´rtices diagonalmente opuestos. Se tienen adem´s 31 rect´ngulos
           e                                              a         a
de cart´n, cada uno de los cuales puede cubrir exactamente dos casillas del
       o
tablero. ¿Es posible cubrir completamente el tablero con los rect´ngulos?
                                                                 a

Soluci´n. Ya hemos visto un problema parecido a ´ste: el Problema 2.5, en el
      o                                         e
cual una hormiguita recorr´ un tablero de ajedrez. Es natural entonces que
                          ıa
32                                                Algunas Estrategias B´sicas
                                                                       a


se nos ocurra tomar en cuenta los colores de las casillas, y observamos que
cada rect´ngulo cubre una casilla blanca y una negra. Si vamos cubriendo
          a
el tablero con rect´ngulos, en cada momento habr´ tantas casillas cubiertas
                   a                                a
de un color como del otro. El n´mero total de casillas cubiertas aumenta a
                                u
medida que avanza el proceso, pero la diferencia entre las casillas blancas
cubiertas y las negras es un invariante, ya que en todo momento es cero.
Este invariante nos permite dar una respuesta negativa al problema, ya que
el tablero recortado tiene 32 casillas de un color y s´lo 30 del otro.
                                                      o

    M´s en general, es f´cil ver que si se quitan dos casillas del mismo color
      a                  a
en un tablero rectangular de dimensiones n × k, no es posible cubrirlo con
rect´ngulos de dimensiones 1×2. ¿Pero qu´ ocurre si a un tablero de ajedrez
    a                                       e
(o a un tablero cualquiera con n´mero par de casillas) se le quitan dos casillas
                                u
de un mismo color? En este caso habr´ tantas casillas por cubrir de un color
                                       ıa
como del otro, y si se logra cubrir completamente el tablero no se presenta
ninguna contradicci´n. Pero esto no prueba que se pueda. En realidad s´ se
                     o                                                      ı
puede, pero para probarlo hay que exhibir un procedimiento concreto para
cubrir el tablero, lo cual dejamos como ejercicio al lector.
Problema 3.3.4 (Olimpiada del Cono Sur, 2000).
En el plano cartesiano, considere los puntos con ambas coordenadas ente-
ras y las rotaciones de 90 grados en sentido antihorario con centro en esos
puntos. ¿Es posible, mediante una sucesi´n de esas rotaciones, transformar
                                            o
el tri´ngulo de v´rtices (0, 0), (1, 0) y (0, 1) en el tri´ngulo de v´rtices (0,
      a            e                                      a          e
0), (1, 0) y (1, 1)?
Soluci´n. Luego de algunos intentos fallidos uno comienza a pensar que es
      o
imposible. Si aplicamos las rotaciones permitidas al punto (0,0) vemos que
se obtienen los puntos (1,1), (-1,1), (-1,-1), (1,-1), (2,0), (0,2), etc. pero en
cambio no pueden obtenerse (1,0), (0,1), (-1,0), (0,-1), (2,1), (1,2),. . . Esto
nos sugiere que s´lo pueden obtenerse puntos con suma de coordenadas par,
                  o
como el origen. De hecho, la paridad I(P ) = x + y m´d 2 de la suma de
                                                            o
ambas coordenadas de un punto P = (x, y) es un invariante. En efecto, si se
aplica a P la rotaci´n R de centro (a, b) se obtiene R(P ) = (a+b−y, b−a+x).
                    o
La diferencia entre la suma de coordenadas de R(P ) y P es (a + b − y) +
(b − a + x) − (x + y) = 2(b − y) que es par, luego I(P ) = I(R(P )). Ahora
bien, para el primer tri´ngulo se tiene I(0, 0) = 0, I(1, 0) = I(0, 1) = 1, es
                        a
decir que I es 0 en un v´rtice y 1 en los dos restantes, mientras que para el
                         e
segundo I(0, 0) = I(1, 1) = 0, I(1, 0) = 1. Inmediatamente se concluye que
es imposible transformar uno en otro.
3.3 Transformaciones e Invariantes                                           33


    Las estrategias ganadoras en juegos bipersonales suelen estar ligadas a
invariantes, como en el siguiente problema:

Problema 3.3.5 (Olimpiada de Centro Am´rica y el Caribe 2002).
                                      e

Dos jugadores A, B y otras 2001 personas forman un c´   ırculo, de modo que
A y B no quedan en posiciones consecutivas. A y B juegan por turnos
alternadamente empezando por A. Una jugada consiste en tocar a una de
las personas que se encuentra a su lado, la cual debe salir del c´
                                                                 ırculo. Gana
el jugador que logre sacar del c´
                                ırculo a su oponente. Demostrar que uno de
los dos jugadores tiene una estrategia ganadora y describir dicha estrategia.

Soluci´n. Como 2001 es impar, en uno de los arcos que separan A de B hay
      o
un n´mero par de personas interpuestas y en el otro una cantidad impar. Si A
    u
logra que se repita esa situaci´n cada vez que sea su turno entonces ganar´ el
                               o                                          a
juego, ya que la reducci´n del n´mero de personas har´ que eventualmente
                          o       u                      a
B quede a su lado. Esto lo logra A f´cilmente tocando a su vecino en el
                                        a
arco par, dejando as´ un n´mero impar de personas en cada arco. Al jugar
                      ı      u
B vuelven a quedar un arco par y otro impar.

    El siguiente problema muestra una aplicaci´n interesante de los invarian-
                                              o
tes para probar una relaci´n.
                          o

Problema 3.3.6 (Olimpiada de Centro Am´rica y el Caribe 2002).
                                      e

En el plano coordenado se tiene la cuadr´  ıcula de n × n, con n entero mayor
o igual que 2, cuyos v´rtices son los puntos de coordenadas enteras (x, y),
                         e
con 0 ≤ x ≤ n y 0 ≤ y ≤ n. Considere los caminos que van de (0, 0) a
(n, n) sobre las l´
                  ıneas de esta cuadr´
                                     ıcula y que s´lo avanzan hacia la derecha
                                                  o
o hacia arriba. Uno de tales caminos se llama equilibrado si la suma de los
valores de x de todos los puntos por los que pasa es igual a la suma de todos
los valores de y de esos mismos puntos. Muestre que todo camino equilibrado
divide al cuadrado de lado n en dos figuras de la misma ´rea.a

Soluci´n. Sea P0 , P1 ,. . . ,P2n un camino. Pongamos Pi = (xi , yi ) y llamemos
      o
L al ´rea que queda por debajo del camino y U al ´rea que queda por
     a                                                   a
encima. Sean Pk−1 , Pk , Pk+1 tres puntos consecutivos tales que el segmento
Pk−1 Pk sea vertical y el segmento Pk Pk+1 sea horizontal. Construyamos otro
camino sustituyendo Pk por Pk = (xk + 1, yk − 1). Es claro que en el nuevo
camino la suma de las x’s aumenta en 1 respecto al camino original, mientras
34                                              Algunas Estrategias B´sicas
                                                                     a


que el ´rea debajo del camino disminuye en 1. Por lo tanto I = L + xi
       a
es un invariante para estas transformaciones elementales de caminos. Como
cualquier camino puede llevarse mediante sucesivas transformaciones de este
tipo al camino que tiene n segmentos horizontales seguidos de n segmentos
verticales, resulta que L + xi = 0 + (0 + 1 + 2 + · · · + n) + (n + · · · +
n) = n(n + 1)/2 + n2 . Intercambiando los ejes se prueba del mismo modo
que para cualquier camino se cumple U +         yi = n(n + 1)/2 + n2 . Por
tanto L + xi = U + yi . Esta igualdad muestra que L = U si y s´lo si o
   xi = yi .


3.4.     El Principio Extremal
    En muchos problemas se pide probar la existencia de un objeto que cum-
pla ciertas condiciones. En estos casos suele resultar util prestar atenci´n a
                                                       ´                  o
los objetos que maximizan o minimizan alguna funci´n convenientemente re-
                                                     o
lacionada con la condici´n, y tratar de probar por absurdo que estos objetos
                         o
cumplen la condici´n pedida. En resumen:
                    o

Estrategia 4. Examine los objetos que maximizan o minimizan
alguna funci´n relacionada con la condici´n del problema.
            o                            o

     Veamos esta estrategia en funcionamiento en el siguiente problema:

Problema 3.4.1.
En el parlamento unicameral de cierto pa´ cada diputado tiene a lo sumo
                                         ıs
tres enemigos. Pruebe que es posible dividir el parlamento en dos c´maras
                                                                   a
de modo tal que cada diputado tenga, en su propia c´mara, a lo sumo un
                                                      a
enemigo.

Soluci´n. Para cada partici´n P del conjunto de todos los diputados en dos
      o                      o
c´maras definamos el grado de conflictividad g(P ) calculando el n´mero de
 a                                                                 u
enemigos que cada diputado tiene en su propia c´mara y sumando todos los
                                                  a
valores resultantes. Esta funci´n s´lo toma valores enteros no negativos, por
                               o o
lo tanto debe existir una partici´n P en dos c´maras en la cual g toma su
                                  o             a
valor m´ınimo. Probemos ahora que en esta partici´n cada diputado tiene a
                                                    o
lo sumo un enemigo en su propia c´mara. En efecto, si un diputado tuviese
                                    a
m´s de un enemigo en su propia c´mara, en la otra tendr´ a lo sumo uno
  a                                 a                       ıa
(puesto que en total tiene a lo sumo tres). Entonces cambi´ndolo de c´mara
                                                           a          a
la suma g(P ) disminuir´ al menos en una unidad, lo cual es absurdo.
                        ıa
3.4 El Principio Extremal                                                                                                                                35


    Las demostraciones por reducci´n al absurdo que resultan al aplicar esta
                                       o
estrategia pueden muchas veces convertirse en demostaciones constructivas.
Por ejemplo en este problema podr´    ıamos haber comenzado con una partici´n o
cualquiera P0 y si no cumple la condici´n pedida, cambiando un diputado
                                           o
de c´mara se obtiene otra partici´n P1 con menor conflictividad. Repitiendo
    a                               o
este procedimiento se obtiene una sucesi´n de particiones P0 ,P1 , P2 ,. . . con
                                            o
g(P0 ) > g(P1 ) > g(P2 ) > . . . Pero como los g(Pi ) son enteros positivos esta
sucesi´n debe detenerse en cierta partici´n Pk cuya conflictividad ya no se
      o                                     o
pueda disminuir, y por tanto es una soluci´n al problema.
                                              o
    Veamos ahora un ejemplo geom´trico: e

Problema 3.4.2 (Olimpiada Matem´tica Iberoamericana 1993).
                                        a
Demuestre que para cualquier pol´ıgono convexo de ´rea 1 existe un paraleo-
                                                  a
gramo de ´rea 2 que lo contiene.
         a
                                    .
                                    .
                                    .
                                    .
                                    .
                                    .
                                                                    S                                                                                .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                 ...............................................................................................................................
                 ................... ...........................................................................................................
                                    .
                                    .                                       ..                               ...
                                                                                                             .                                       .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .                                     ..
                                                                           ..                                  ...
                                                                                                                ...                                  .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .
                                    .                                 .....
                                                                       ...                                        ...
                                                                                                                   ...                               .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .
                                    .                             .
                                                                  . ...
                                                                   ...                                               ...
                                                                                                                      ......
                                                                                                                         ...                         .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .
                                    .                        .....
                                                              ...                                                           ...
                                                                                                                             ...                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .                     ...
                                                         ...                                                                   ...
                                                                                                                                ......               .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .                 ...
                                                     ...                                                                            ...              .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .             ...
                                                  ...                                                                                 ...
                                                                                                                                       ...           .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .
                                    .          ...
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                                                                                                                                           Q
                                                                                                                                          .... .
                                                                                                                                         ....
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                                    .                                                                                                                .
                                                                                                                                                     .
                                    .
                                    .
                                    .
                                    .
                                    .
                                    .
                                    .
                                    .
                                                             R                                                                                       .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                                                                                                                                     .
                                    .                                                                                                                .



Soluci´n. Tomemos dos v´rtices P , Q del pol´
       o                     e                   ıgono que est´n a la mayor
                                                                e
distancia posible entre s´ El pol´
                           ı.       ıgono debe estar contenido en la franja
limitada por las rectas perpendiculares al segmento P Q que pasan por sus
extremos (ya que si un v´rtice X est´ por ejemplo del otro lado de la recta
                           e           a
que pasa por Q, entonces P X > P Q). Tracemos dos paralelas a P Q lo m´s     a
cercanas posibles y que contengan al pol´ ıgono entre ellas. Es claro que cada
una de ellas debe contener al menos un v´rtice del pol´
                                           e            ıgono (de lo contrario
podr´ acercarse m´s). Digamos que una de ellas contiene al v´rtice R y
     ıan              a                                             e
la otra al v´rtice S. El rect´ngulo limitado por las cuatro rectas satisface la
            e                 a
condici´n pedida, ya que su ´rea es el doble del ´rea del cuadril´tero P QRS,
        o                      a                 a                a
el cual est´ contenido en el pol´
           a                     ıgono.

   Para finalizar veamos un famoso problema propuesto por Sylvester en
1893 y que permaneci´ abierto hasta 1933, cuando T. Gallai public´ una
                       o                                           o
complicada soluci´n. La sencilla soluci´n que expondremos a continuaci´n,
                  o                    o                              o
usando el principio extremal, fue hallada por L. M. Kelly en 1948.
36                                                                                                             Algunas Estrategias B´sicas
                                                                                                                                    a


Problema 3.4.3 (Sylvester, 1893).
Sea S un conjunto finito de puntos del plano con la propiedad de que la recta
determinada por dos puntos cualesquiera de S pasa al menos por un tercer
punto de S. Pruebe que entonces todos los puntos de S est´n alineados.
                                                           a


                                                                                                              P
                                                                                                                               ...
                                                                                                                             .....
                                                                                                                          .... .
                                                                                                                         .... .  .
                                                                                                                      ....
                                                                                                                     ....        .
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                                                                                                                 ....            .
                                                                                                                                 .
                                                                                                           ..
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                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                                                                    ..
                                                                                                     . ....
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                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                                                             ..
                                                                                            ..  ....
                                                                                               ....                              .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                                                      ..
                                                                                       ......
                                                                                         .....                                   .
                                                                                                                                 .
                                                                                ..
                                                                                 . ....
                                                                                  ....                                           .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                                          ..
                                                                           . ....
                                                                            ....               ..
                                                                                                ..                               .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                                    ..
                                                                     . ....
                                                                      ....                                                       .
                                                                                                                                 .
                                                              ..
                                                               . ....
                                                                ....                               ..
                                                                                                   ..                            .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                        ..
                                                         . ....
                                                          ....                                                                   .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 .
                                                  ..
                                                   . ....
                                                    ....                                              ..
                                                                                                       ..                        .
                                                                                                                                 .
                                              ....
                 ...................... .
                                      .
                                          . .
                                         .. .
                                             .....
                                                                                                          .
                                                                                                          .
                                                                                                                                 .
                                                                                                                                 . .
                                                                                                                                 .   r
                                                                                                                                 . ....
                                                                                                                                 .....
                                                                                                                                  .
                                        .........................................................................................................
                                       ..........................................................................................................
                 ....................... ..                                                                                      . .  .

                                  V                                                        U                 Q
Soluci´n. Supongamos por absurdo que los puntos no est´n todos alineados,
       o                                                 e
y consideremos el conjunto A formado por todos los pares (P, r) tales que
P ∈ S y r es una recta que pasa por dos puntos de S pero no pasa por P .
Como A es finito debe haber un par (P, r) para el cual la distancia de P a
r sea m´ ınima. Sea Q el pie de la perpendicular de P a r. Como r contiene
al menos tres puntos de S debe haber dos de ellos, digamos U y V , de un
mismo lado de Q. Supongamos que U es m´s cercano a Q que V . Entonces
                                            a
la distancia de U a la recta determinada por P y V es menor que la distancia
de P a r, lo cual es una contradicci´n.
                                     o


Ep´
  ılogo
    Disponer de un buen repertorio de estrategias es de gran ayuda para
el solucionista de problemas matem´ticos. Sin embargo es necesario tener
                                       a
presente que las reglas heur´ısticas no son infalibles. El ´xito en su aplicaci´n
                                                           e                   o
depende mucho de la experiencia, juicio y buen sentido de quien las use.
    Naturalmente que existen muchas estrategias que aqu´ no se han dis-
                                                                ı
cutido, sin embargo creemos que no es conveniente tratar de memorizar
numerosos principios sin realizar el trabajo necesario para internalizarlos.
Es preferible, por el contrario, concentrarse en una estrategia y trabajarla a
trav´s de la resoluci´n de numerosos problemas hasta dominarla completa-
    e                 o
mente, antes de pasar a otra. Una excelente fuente de material para quien
desee seguir este programa se encuentra en [13].
Cap´
   ıtulo 4

Un problema y varias
soluciones

                              “La matem´tica es rica en t´cnica y argumentos.”
                                       a                 e

                                                                 I. N. Herstein



   Es com´n que un problema admita varias soluciones, las cuales en algu-
           u
nos casos son tan diferentes entre s´ que causan asombro. Como un ejemplo
                                    ı
bastante extremo de esta situaci´n y de la riqueza de los argumentos ma-
                                  o
tem´ticos, en este cap´
    a                 ıtulo se analiza el siguiente problema:

Problema 4.1. Un rect´ngulo se divide en varios rect´ngulos, cada uno de
                         a                             a
los cuales tiene al menos un lado de longitud entera. Pruebe que entonces al
menos un lado del rect´ngulo original tiene longitud entera.
                       a

    A continuaci´n veremos c´mo diferentes t´cnicas y ´reas de la matem´ti-
                  o            o                e         a                 a
ca pueden ser usadas para resolver el problema. Las demostraciones ser´n     a
m´s concisas que en los cap´
  a                           ıtulos anteriores, y completar los detalles queda
como ejercicio para el lector.
    En lo que sigue R denotar´ el rect´ngulo dado, que supondremos ubica-
                                a        a
do en el primer cuadrante de un sistema de coordenadas cartesianas, con un
v´rtice en el origen y los lados paralelos a los ejes. Denotaremos por a el an-
 e
cho de R y por b su altura,de modo que los cuatro v´rtices de R ser´n (0,0),
                                                        e              a
(a,0), (0,b) y (a,b). Si R se descompone en rect´ngulos como dice el enun-
                                                    a
ciado del problema, a cada rect´ngulo de la descomposici´n le llamaremos
                                   a                          o
38                                           Un problema y varias soluciones


baldosa. A las baldosas que tengan el lado horizontal entero las llamare-
mos H-baldosas , y a las que tengan el lado vertical entero las llamaremos
V-baldosas.


4.1.     Inducci´n
                o
   Intentar probar el resultado por inducci´n parece bastante natural, y
                                              o
de hecho existen varias demoatraciones posibles usando este m´todo. Sin
                                                                e
embargo las pruebas son algo elaboradas, y como veremos luego no se en-
cuentran entre las m´s claras y sencillas. Veamos una de ellas.
                    a

Soluci´n 1: Inducci´n.
       o             o
Sin p´rdida de generalidad podemos suponer que todas las H-baldosas tienen
     e
ancho unidad y que todas las V-baldosas tienen altura unidad. Hagamos
inducci´n en el n´mero de H-baldosas. Si este n´mero es 0 el resultado es
        o          u                                   u
inmediato. De lo contrario sea H0 una H-baldosa. Si hay alguna H-baldosa
cuyo borde inferior comparta un segmento con el borde superior de H0 ,
escojamos una de ellas y llam´mosle H1 . En caso contrario s´lo hay V-
                                      e                              o
baldosas en contacto con el borde superior de H0 , y podemos expander H0
una unidad hacia arriba, sin que el n´mero de H-baldosas aumente (aunque
                                          u
tal vez disminuya). Pueden resultar V-baldosas cortadas, pero que siguen
teniendo altura unidad. Continuemos expandiendo H0 hacia arriba hasta
alcanzar el borde superior de R o hasta alcanzar una H-baldosa H1 . La
repetici´n de este proceso genera una cadena H0 ,H1 ,. . . ,Hk de H-baldosas
         o
que llega hasta el borde superior de R. De manera similar, trabajando desde
H0 hacia abajo, se construye una cadena H0 ,H−1 ,. . . ,H−l de H-baldosas
que llega hasta el borde inferior de R. En este punto se suprimen todas
las baldosas H−l ,. . . ,H0 ,. . . ,Hk y se cierra la brecha deslizando la parte
derecha de lo que queda una unidad hacia la izquierda. Aplicando la hip´tesis
                                                                           o
inductiva al rect´ngulo resultante se obtiene que uno de sus lados, y por lo
                 a
tanto uno de los lados de R, es entero.


4.2.     Teor´ de grafos
             ıa
    Recordemos que un grafo G consiste en un conjunto V de puntos (que
llamamos v´rtices de G) y un conjunto E de l´
           e                                   ıneas (que llamamos aristas
de G), tales que a cada arista le corresponden un par de v´rtices llamados
                                                            e
sus extremos. Si un v´rtice v es extremo de una arista e se dice que v y e
                     e
4.2 Teor´ de grafos
        ıa                                                                      39


son incidentes. El grado de un v´rtice v se define como el n´mero de aristas
                                     e                       u
incidentes con v. Es f´cil ver que la suma de los grados de todos los v´rtices
                       a                                                    e
es igual al doble del n´mero de aristas.
                        u
    Llamaremos camino a una sucesi´n alternada v0 ,e1 ,v1 ,e2 ,v2 ,. . . ,ek ,vk de
                                       o
v´rtices y aristas tal que todas las aristas son diferentes y los extremos de
 e
ei son vi−1 y vi (i = 1, . . . , k).
    La prueba del siguiente lema es inmediata:

Lema 1. Si un v´rtice v0 tiene grado impar, existe un camino que parte de
                 e
v0 y termina en otro v´rtice vk tambi´n de grado impar.
                      e              e

   La siguiente soluci´n se basa en este sencillo lema.
                      o

Soluci´n II: Caminos en Grafos.
      o
Sea G el grafo cuyos v´rtices son los v´rtices de todas las baldosas y cuyas
                        e                  e
aristas unen dos v´rtices si y s´lo si son los extremos de un lado horizontal de
                  e             o
una H-baldosa o de un lado vertical de una V-baldosa (puede haber aristas
m´ltiples). Es claro que los cuatro v´rtices de R tienen grado 1. Cualquier
  u                                      e
otro v´rtice pertenece a 2 o a 4 baldosas, por lo cual tiene grado 2 o 4. Por
      e
el lema existe un camino que parte del origen y finaliza en otro v´rtice de R.
                                                                    e
De aqu´ se deduce inmediatamente que al menos un lado de R es entero.
        ı

                                        q    q     q   q     q
                  H   H                            q   q     q
            V
       H          V                          q     q   q
              H       V
                                        q    q         q     q

   Un grafo G es bipartito si su conjunto de v´rtices es la uni´n disjunta
                                                 e                o
de dos subconjuntos S y T tales que toda arista de G tiene un extremo en
S y otro en T . En este caso el n´mero de aristas, la suma de los grados de
                                  u
todos los v´rtices en S y la suma de los grados de todos los v´rtices en T
           e                                                     e
son iguales. La siguiente soluci´n se basa en estos sencillos conceptos.
                                o

Soluci´n III: Grafos bipartitos.
       o
Sea S el conjunto de los v´rtices de baldosas con ambas coordenadas enteras,
                           e
y sea T el conjunto de todas las baldosas. Sea G el grafo bipartito con
conjunto de v´rtices S ∪ T y cuyas aristas unen cada punto de S con todas
               e
las baldosas de las cuales ese punto es v´rtice. La condici´n del problema
                                           e                o
implica que el grado de cada baldosa es 0, 2 o 4 y por lo tanto el n´mero
                                                                      u
total de aristas es par. Ahora bien, cada punto de S que no sea un v´rtice de
                                                                    e
40                                                     Un problema y varias soluciones


R tiene grado par, pues es v´rtice de 2 o 4 baldosas. Como (0,0) tiene grado
                              e
1, en S debe haber otro v´rtice de grado impar, que s´lo puede ser uno de
                            e                           o
los tres v´rtices restantes de R. La conclusi´n se sigue de inmediato.
          e                                  o


4.3.        Pruebas por Integraci´n
                                 o
    Digamos que una funcional φ que a cada rect´ngulo de lados paralelos a
                                                a
los ejes le haga corresponder un n´mero (real o complejo) es caracter´
                                  u                                  ıstica
para nuestro problema si cumple las dos condiciones siguientes:

  i φ es aditiva, en el sentido de que si un rect´ngulo Q se subdivide en un
                                                 a
    n´mero finito de rect´ngulos Qi entonces φ(Q) = φ(Qi ).
     u                     a

 ii φ(Q) = 0 si y s´lo si el rect´ngulo Q tiene un lado entero.
                   o             a

    Es evidente que la existencia de una funcional caracter´  ıstica propor-
ciona una soluci´n al problema. Una forma conveniente de construir estas
                o
funcionales consiste en integrar funciones en los rect´ngulos, lo cual inme-
                                                      a
diatamente garantiza la aditividad.

Soluci´n IV: Integraci´n compleja.
        o                   o
Si se integra la funci´n e2πi(x+y) en un rect´ngulo de v´rtices (x1 ,y1 ), (x2 ,y1 ),
                         o                   a          e
(x2 ,y2 ), (x1 ,y2 ) resulta
       x2    y2
                  e2πi(x+y) dx dy = (2πi)−2 e2πix1 e2πiy1 (e2πi(x2 −x1 ) )(e2πi(y2 −y1 ) ),
     x1     y1

de donde se sigue que la integral es nula si y s´lo si al menos uno de
                                                      o
los lados del rect´ngulo x2 − x1 , y2 − y1 , es entero. Por lo tanto φ(Q) =
                   a
   Q e2πi(x+y) dx dy es una funcional caracter´
                                              ıstica.

Soluci´n V: Integraci´n doble real.
      o              o
La funcional ψ(Q) =     Q sen(2πx) sen(2πy)dx dy es caracter´
                                                            ıstica.

   La siguiente prueba es de car´cter elemental (no usa integrales) pero se
                                a
basa en la misma idea que las anteriores.

Soluci´n VI: Coloraciones.
      o
 Consideremos el ret´
                    ıculo generado por el cuadrado de v´rtices (0,0), (1/2,0),
                                                       e
(1/2,1/2), (0,1/2) y colore´moslo de blanco y negro como un tablero de
                            e
4.4 El m´todo de perturbaciones
        e                                                                    41


ajedrez. No es dif´ probar que un rect´ngulo de lados paralelos a los ejes
                  ıcil                      a
con un lado entero tiene igual ´rea blanca que negra. Por lo tanto cada
                                   a
baldosa, y por consiguiente R, tiene igual ´rea blanca que negra. Si a y b
                                               a
son el ancho y la altura, respectivamente, de R, entonces el rect´ngulo de
                                                                      a
v´rtices ( a , b ), (a, b ), (a,b) y ( a , b) tiene igual ´rea blanca que negra.
 e                                                        a
De aqu´ se sigue f´cilmente que a o b es entero.
        ı         a
Nota: Compruebe que esta soluci´n corresponde al uso del integrando real
                                    o
(−1) 2x (−1) 2y en la soluci´n anterior.
                              o


4.4.     El m´todo de perturbaciones
             e
    Una idea que muchas veces resulta util en matem´tica consiste en mo-
                                       ´               a
dificar o perturbar un poco la configuraci´n en estudio, ya sea para volverla
                                         o
m´s manejable conservando las caracter´
  a                                     ısticas de la configuraci´n original,
                                                                o
o para analizar c´mo cambian las caracter´
                 o                         ısticas de la configuraci´n al ser
                                                                   o
perturbada.

Soluci´n VII: Perturbaciones I.
      o
Definamos una funci´n f : R → R como
                    o
                                  x        si x ∈ Z
                        f (x) =
                                   x + 1/2 si x ∈ Z
Apliquemos a las coordenadas de cada v´rtice de la descomposici´n de R
                                             e                        o
la transformaci´n f , es decir hagamos corresponder a cada v´rtice (x, y)
                  o                                                e
el punto (f (x), f (y)). As´ se obtiene una descomposici´n de un rect´ngulo
                            ı                             o             a
R , posiblemente con menos baldosas que la original, pero cuyas baldosas
tienen todas al menos un lado entero, ya que si x1 − x2 es entero entonces
f (x1 ) − f (x2 ) = x1 − x2 tambi´n lo es. Por lo tanto cada baldosa contiene
                                  e
un n´mero par de cuadraditos de la cuadr´
     u                                       ıcula generada por el cuadrado de
v´rtices (0,0), (1/2,0), (1/2,1/2), (0,1/2), y R tambi´n contiene un n´mero
  e                                                     e               u
par de estos cuadraditos. Entonces alg´n lado de R debe ser entero, ya que de
                                        u
lo contrario cada lado de R ser´ un m´ltiplo impar de 1/2 y R contendr´
                                  ıa      u                                 ıa
un n´mero impar de cuadraditos de lado 1/2.
      u

Soluci´n VIII: Perturbaciones II.
      o
Sea t un par´metro real positivo y consideremos la funci´n
            a                                           o
                                     x      si x ∈ Z
                          ft (x) =
                                     x+t    si x ∈ Z
42                                            Un problema y varias soluciones


Como en la demostraci´n anterior hagamos corresponder a cada v´rtice
                           o                                               e
(x, y) de la descomposici´n de R el punto (ft (x), ft (y)). As´ se obtiene una
                            o                                    ı
descomposici´n de un rect´ngulo Rt con el mismo n´mero de baldosas que
               o              a                          u
la original si t es suficientemente peque˜o (digamos t < ). En esta descom-
                                           n
posici´n cada baldosa tiene al menos un lado entero, ya que si x1 − x2 es
      o
entero entonces ft (x1 ) − ft (x2 ) = x1 − x2 tambi´n lo es. Por lo tanto el ´rea
                                                   e                         a
de cada baldosa es una funci´n lineal de t, o es constante, y el ´rea de Rt
                                 o                                    a
ser´ entonces una funci´n af´ de t (para t < ). Ahora bien, si ninguno de
   a                      o     ın
los lados a, b de R fuese entero entonces el ´rea de Rt ser´ (a + t)(b + t), es
                                                a             ıa
decir un polinomio de segundo grado en t, lo cual es absurdo.

   La siguiente soluci´n combina el m´todo de las perturbaciones con trans-
                      o              e
formaciones geom´tricas y n´meros primos.
                  e         u

Soluci´n IX: Perturbaciones III.
      o
Sea p un n´mero primo. Apliquemos al rect´ngulo R subdividido una homo-
           u                                a
tecia de centro en el origen y raz´n p. A cada v´rtice de las baldosas resul-
                                  o             e
tantes en pR apliqu´mosle la transformaci´n (x, y) → ( x , y ). As´ resulta
                    e                      o                        ı
un nuevo rect´ngulo subdividido R , cuyas baldosas tienen ambos lados en-
              a
teros y al menos uno de ellos m´ltiplo de p. Por lo tanto el ´rea de cada
                                  u                            a
baldosa, y por consiguiente el ´rea de R , es un entero m´ltiplo de p. Pero
                                a                          u
como los lados de R son enteros concluimos que al menos uno de ellos ( pa
o pb ) es m´ltiplo de p. Entonces a o b difiere de un entero en menos de
             u
1/p. Como este razonamiento vale para cualquier primo p, se concluye que
a o b es entero.


4.5.     Funciones escalonadas
Soluci´n X.
      o
Supongamos que b no es entero, Quit´mosle a cada baldosa su lado inferior
                                       e
y definamos f : [0, b] → [0, a] haciendo f (t) igual a la suma de las longitudes
de los segmentos intersecci´n de la l´
                            o         ınea y = t con las baldosas cuyo lado
superior tiene una ordenada no entera. Es claro que f (0) = 0 y f (b) = a.
La funci´n f es escalonada, con saltos en los valores que son ordenadas de
         o
lados horizontales de baldosas. Ahora bien, considerando por separado los
casos en que estas ordenadas son enteras o no se ve f´cilmente que los saltos
                                                        a
son siempre enteros. Por lo tanto a = f (b) es entero.
4.6 Triangulaciones y Lema de Sperner                                        43


4.6.     Triangulaciones y Lema de Sperner
    Antes de ver la pr´xima soluci´n examinaremos algunos conceptos ele-
                       o             o
mentales sobre triangulaciones.
    Una triangulaci´n de un pol´
                    o             ıgono plano D es una divisi´n de D en un
                                                               o
n´mero finito de tri´ngulos tales que cada lado de D pertenezca a un y s´lo
 u                  a                                                         o
un tri´ngulo y cada lado en el interior de D pertenezca a exactamente dos
       a
tri´ngulos de la subdivisi´n.
   a                        o
    Dada una triangulaci´n de un pol´
                           o           ıgono simple D etiquetemos cada v´rti-
                                                                            e
ce con A, B, o C. Un tri´ngulo es completo (o del tipo ABC) si sus tres v´rti-
                         a                                                  e
ces tienen etiquetas diferentes. El contenido de la triangulaci´n es el n´mero
                                                               o         u
de tri´ngulos completos que contiene contados de acuerdo a su orientaci´n.
      a                                                                       o
En otras palabras un tri´ngulo se cuenta como +1 si sus etiquetas se leen
                           a
ABC en sentido positivo (antihorario) y como −1 en caso contrario. El ´    ındi-
ce se define como el n´mero de lados etiquetados AB alrededor del borde
                        u
del pol´ıgono, contados de acuerdo a su orientaci´n.
                                                   o

Lema 2 (Lema del ´
                 ındice). El ´
                             ındice de una triangulaci´n es igual a su
                                                      o
contenido.

Demostraci´n. Contemos los lados de tipo AB de cada tri´ngulo, tomando
            o                                               a
en cuenta la orientaci´n, y sumemos los resultados. Como los lados inte-
                       o
riores a D se cancelan, el resultado es igual al ´
                                                 ındice. Pero por otra parte
cada tri´ngulo completo aporta 1 o −1, seg´b su orientaci´n, mientras que
        a                                   u               o
cualquier otro tipo de tri´ngulo (AAB, ABB, CCC etc.) aporta 0. Por lo
                          a
tanto el resultado es tambi´n igual al contenido.
                           e

Lema 3 (Lema de Sperner). Sea T un tri´ngulo y etiquetemos sus v´rti-
                                              a                           e
ces con las letras A, B y C. Agreguemos puntos interiores a los lados de T
y triangulemos el pol´ıgono resultante. Etiquetemos cada v´rtice del lado AB
                                                          e
de T con A o con B, cada v´rtice del lado AC con A o con C y cada v´rtice
                             e                                          e
del lado BC con B o con C. Etiquetemos cada v´rtice interior de manera ar-
                                                 e
bitraria con A, B o C. Entonces la triangulaci´n contiene un n´mero impar
                                                o               u
de tri´ngulos completos.
      a

Demostraci´n. Obviamente el ´
            o                   ındice de la triangulaci´n es igual al n´mero
                                                         o               u
de segmentos AB (contados con su orientaci´n) en el lado AB de T , el cual
                                              o
se ve f´cilmente que es impar. Por el Lema del ´
       a                                        ındice el contenido es tambi´n
                                                                            e
impar.
44                                          Un problema y varias soluciones


    La soluci´n siguiente a nuestro problema se basa en una ligera variante
             o
del Lema de Sperner.

Soluci´n XI: Triangulaciones.
       o
Dividamos cada baldosa en dos tri´ngulos mediante una diagonal y etique-
                                     a
temos cada v´rtice (x,y) de la triangulaci´n resultante con A si x ∈ Z, con B
              e                             o
si x ∈ Z pero y ∈ Z, y con C si x ∈ Z y y ∈ Z. Si ninguno de los lados a, b de
R fuese entero entonces todos los v´rtices con y = b tendr´ etiquetas A o
                                      e                     ıan
C y todos los v´rtices con x = a tendr´ etiquetas B o C. Como obviamente
                e                       ıan
todos los v´rtices con x = 0 tienen etiqueta A, el ´
            e                                       ındice es igual al n´mero
                                                                        u
de segmentos AB en la base de R (cuyos v´rtices son A o B). Como (0,0) es
                                              e
A y (a,0) es B, es f´cil ver que el ´
                    a               ındice debe ser impar, y por el Lema del
´
ındice el n´mero de tri´ngulos completos es tambi´n impar, y por tanto hay
           u            a                           e
al menus un tri´ngulo completo. Pero esto conduce a una contradicc´n, ya
                 a                                                      o
que si una H-baldosa tiene un v´rtice A entonces los cuatro son A, y si una
                                 e
V-baldosa tiene un v´rtice B entonces los cuatro son B.
                      e

    El lema de Sperner permite dar una demostraci´n del Teorema del punto
                                                 o
fijo de Brouwer en el plano (ver Problema 5.38).
    El lector interesado en el origen de este problema y en soluciones y
comentarios adicionales puede consultar [40].
Cap´
   ıtulo 5

Problemas para pensar

              “No debemos olvidar que la soluci´n de todo problema digno de
                                                     o
              este nombre no se logra f´cil e inmediatamente, sino que requiere
                                          a
              un trabajo intelectual intenso, ya que la soluci´n es el resultado de
                                                                o
              un esfuerzo considerable. ¿Porqu´ debe estar el joven dispuesto a
                                                   e
              realizar este esfuerzo en los l´ ımites de sus posibilidades?. Proba-
              blemente, la explicaci´n se sit´a en una preferencia instintiva por
                                      o         u
              ciertos valores, esto es, en la actitud que coloca el nivel del esfuerzo
              y de los logros intelectuales y espirituales por encima de las ven-
              tajas materiales. Tal escala de valores puede ser s´lo el resultado
                                                                     o
              de un largo desarrollo cultural del ambiente y del esp´   ıritu p´blico,
                                                                               u
              desarrollo que es dif´ acelerar. Y el medio m´s efectivo para lo-
                                    ıcil                         a
              grarlo puede consistir en transmitir a las mentalidades j´venes la
                                                                             o
              belleza del trabajo intelectual y el sentimiento de satisfacci´n que
                                                                               o
              resulta como consecuencia de un esfuerzo intelectual sostenido y
              exitoso”.
                                                                        G´bor Szeg¨
                                                                         a        o



    En este cap´ ıtulo hay unos cuantos problemas para que ejercite y des-
arrolle su habilidad resolutiva. No se han ordenado por temas, sino m´s en
                                                                      a
grado de dificultad creciente. Si los primeros le parecen muy f´ciles puede
                                                                 a
avanzar hasta encontrar otros m´s adecuados a su nivel. Los ultimos han
                                   a                             ´
sido propuestos en varias olimp´ ıadas internacionales, a saber:
    OMCC: Olimp´     ıada Matem´tica de Centroam´rica y el Caribe
                                a                  e
    OIM Olimp´  ıada Iberoamericana de Matem´tica
                                                a
    OIMU Olimp´    ıada Iberoamericana de Matem´tica Universitaria
                                                  a
46                                                         Problemas para pensar


    IMO Olimp´   ıada Internacional de Matem´tica
                                                a
    En el cap´ıtulo siguiente hay sugerencias y algunas soluciones completas,
pero resista la tentaci´n de leerlas si no ha realizado primero un serio intento
                        o
para hallar la soluci´n usted mismo. De lo contrario, perder´ una valiosa
                       o                                         a
oportunidad para aprender y no disfrutar´ la satisfacc´n de haber resuelto
                                              a            o
el problema con su propio esfuerzo.
    Para el enamorado de los problemas matem´ticos hay una abundante
                                                     a
literatura, de la cual nos permitimos destacar [2, 3, 13, 15, 16, 17, 18, 19,
20, 21, 22, 28, 37, 39]. Tambi´n se puede encontrar abundante material en
                                e
Internet, por ejemplo en:
    http://www.kalva.demon.co.uk (sitio con miles de problemas ol´         ımpi-
cos)
    http://math.ucsd.edu/~pfitz/pastputnam.html (sitio con problemas
de las competencias matem´ticas universitarias estadounidenses William Lo-
                             a
well Putnam)




Problema 5.1. ¿Cu´ntos minutos faltan para el mediod´ si hace 8 minu-
                      a                             ıa,
tos faltaban 9/5 de lo que falta ahora?

Problema 5.2. En el mes de enero de cierto a˜o hubo exactamente cuatro
                                             n
lunes y cuatro viernes. ¿Qu´ d´ de la semana fue el 17 de enero?
                           e ıa

Problema 5.3. En un tri´ngulo cuyos lados miden 10cm, 12cm y 15cm,
                            a
¿cu´l es la raz´n entre la altura mayor y la altura menor?
   a           o

Problema 5.4. El n´mero
                  u
                         3          √      3          √
                             20 + 14 2 +       20 − 14 2

¿es o no es entero?

Problema 5.5. Una anciana parte al amanecer del pueblo A hacia el B.
Simult´neamente otra anciana parte del pueblo B hacia el A. Cada una de
       a
ellas camina a velocidad constante. Al mediod´ ambas se cruzan. La primera
                                             ıa
llega a su destino a las 4pm, mientras que la segunda lo hace a las 9pm. ¿A
qu´ hora amaneci´ ese d´
   e              o       ıa?
47


Problema 5.6. En una pradera la grama crece continua y uniformemente.
Se sabe que 70 vacas se comer´ la grama completamente en 24 d´
                             ıan                                  ıas, y
que 30 vacas se la comer´ en 60 d´
                        ıan        ıas. ¿Cu´ntas vacas ser´ necesarias
                                           a              ıan
para acabar con la grama en 96 d´
                                ıas? (Este problema se atribuye a Isaac
Newton).
Problema 5.7. De las regiones en que queda dividido el plano por n rectas
en posici´n gen´rica, ¿Cu´ntas son acotadas?
         o     e         a
Problema 5.8. ¿En cu´ntas regiones queda dividida una esfera por n c´
                       a                                            ır-
culos m´ximos en posici´n gen´rica?
       a               o     e
Problema 5.9. Calcule el valor de la suma 12 + 22 + 32 + · · · + n2 .
Problema 5.10. Calcule el valor de la suma 13 + 23 + 33 + · · · + n3 .
Problema 5.11. Imagine un cubo de queso de 7 cm de lado, dividido en 73
cubitos de 1 cm de lado cada uno. Un gusanito est´ inicialmente en el cubito
                                                  a
central, come el queso y se mueve a uno de los seis cubitos adyacentes (es
decir, a uno que tenga una cara com´n con el primero). Contin´a de esta
                                      u                          u
manera hasta acabar con todo el queso, sin pasar dos veces por el mismo
cubito. ¿Es posible que su trayectoria finalice en un v´rtice? Generalice.
                                                      e
Problema 5.12. Una hoja rectangular de papel milimetrado tiene 167 mm
de ancho y 489 mm de altura. Se traza una l´
                                           ınea recta desde un v´rtice hasta
                                                                e
el v´rtice opuesto. ¿Cu´ntos cuadraditos son atravesados por la l´
    e                  a                                         ınea?
Problema 5.13. Dado un tri´ngulo con v´rtices A, B y C sean K, L y
                             a             e
M puntos ubicados en los lados AB, BC y CA, respectivamente, tales que
AK = 2KB, BL = 2LC y CM = 2M A. Sean P = AL·BM , Q = BM ·CK
y R = CK · AL. ¿Qu´ relaci´n existe entre las ´reas de los tri´ngulos ABC
                   e       o                  a               a
y P QR?
Problema 5.14. Sea p un n´mero primo impar y sean m y n enteros po-
                            u
sitivos tales que
                            1         1    m
                         1 + + ··· +     =
                            2        p−1   n
Pruebe que p divide a m.
Problema 5.15. Halle las soluciones reales del sistema de ecuaciones si-
guiente:
                               x+y      =1
                               5    5
                             x +y       = 31
48                                                             Problemas para pensar


Problema 5.16. Dada una matriz de n´meros reales con m filas y n colum-
                                        u
nas, est´ permitido cambiar de signo a todos los elementos de una misma
        a
columna o a todos los de una misma fila. Pruebe que mediante aplicaciones
repetidas de esta operaci´n se puede conseguir una matriz tal que la suma
                         o
de los elementos de cualquier fila o columna sea no negativa.

Problema 5.17. ¿En cu´ntos ceros termina el n´mero 2004!?
                     a                       u

Problema 5.18. Pruebe que cualesquiera 39 n´meros naturales consecuti-
                                             u
vos incluyen al menos uno tal que la suma de sus d´
                                                  ıgitos es divisible entre
11.

Problema 5.19. Sea ABC un tri´ngulo con AB = AC y sean M el punto
                                 a
medio de BC, P el pie de la perpendicular desde M hasta AC y N el punto
medio de M P . Pruebe que BP ⊥ AN .

Problema 5.20. Dada una cuaterna (a, b, c, d) de numeros reales positivos,
se obtiene otra (ab, bc, cd, da) multiplicando cada elemento por el siguiente,
y el ultimo por el primero. Pruebe que por m´s que se repita esta operaci´n
     ´                                          a                          o
nunca se vuelve a obtener la cuaterna inicial, a menos que sea a = b = c =
d = 1.

Problema 5.21. Sea n una potencia de dos y considere la transformaci´n                  o
T (a1 , a2 , . . . , an ) = (a1 a2 , a2 a3 , . . . , an a1 ). Si se comienza con una n-upla
cuyos elementos son todos 1 o -1, pruebe que aplicando T un n´mero su-            u
ficiente de veces se llega a obtener una n-upla formada exclusivamente por
unos.

Problema 5.22 (I OMCC (1999)). Se supone que 5 personas conocen,
cada una, informaciones parciales diferentes sobre cierto asunto. Cada vez
que la persona A telefonea a la persona B, A le da a B toda la informaci´n
                                                                        o
que conoce en ese momento sobre el asunto, mientras que B no le dice nada
de ´l. ¿Cu´l es el m´
    e      a         ınimo n´mero de llamadas necesarias para que todos
                             u
lo sepan todo sobre el asunto? ¿Cu´ntas llamadas son necesarias si son n
                                    a
personas?

Problema 5.23 (I OMCC (1999)). Encontrar un entero positivo n de
1000 cifras, todas distintas de cero, con la siguiente propiedad: es posible
agrupar las cifras de n en 500 parejas de tal manera que si multiplicamos
las dos cifras de cada pareja y sumamos los 500 productos obtenemos como
resultado un n´mero m que es divisor de n.
               u
49


Problema 5.24 (I OMCC (1999)). En el trapecio ABCD de bases AB
y CD, sea M el punto medio del lado DA. Si BC = a, M C = b y el ´ngulo
                                                                 a
M CB mide 150o , hallar el ´rea del trapecio ABCD en funci´n de a y b.
                           a                              o

Problema 5.25 (I OMCC (1999)). Sea a un entero impar mayor que
17, tal que 3a − 2 es un cuadrado perfecto. Demostrar que existen enteros
positivos distintos b y c, tales que a + b, a + c, b + c y a + b + c son cuatro
cuadrados perfectos.

Problema 5.26 (I OMCC (1999)). Sea S un subconjunto del conjunto
{1, 2, 3, . . . , 1000} con la propiedad de que ninguna suma de dos elementos
diferentes en S est´ en S. Encuentre el n´mero m´ximo de elementos de S.
                        a                     u       a

Problema 5.27 (XIV OIM (1999)). Halle todos los enteros positivos que
que son menores que 1000 y cumplen con la siguiente condici´n: el cubo de
                                                             o
la suma de sus d´
                ıgitos es igual al cuadrado de dicho entero.

Problema 5.28 (XIV OIM (1999)). Sean n puntos distintos, P1 , P2 ,. . . ,
Pn , sobre una recta del plano (n ≥ 2). Se consideran las circunferencias de
di´metro Pi Pj (1 ≤ i < j ≤ n) y coloreamos cada circunferencia con uno de
  a
k colores dados. Llamamos (n, k)-nube a esta configuraci´n.o
    Para cada entero positivo k, determine todos los n para los cuales se
verifica que toda (n, k)-nube contiene dos circunferencias tangentes exte-
riormente del mismo color,
    Nota: Para evitar ambig¨edades, los puntos que pertenecen a m´s de una
                            u                                      a
circunferencia no llevan color.

Problema 5.29. Determinar el mayor entero n con la propiedad de que n
                                                                 √
es divisible por todos los enteros positivos que son menores que 3 n.

Problema 5.30 (XIV OIM (1999)). Sea B un entero mayor que 10 tal
que cada uno de sus d´
                     ıgitos pertenece al conjunto {1, 3, 7, 9}. Demuestre que
B tiene un factor primo mayor o igual que 11.

Problema 5.31. Sobre los lados de un tri´ngulo ∆ABC se construyen ex-
                                         a
teriormente tres tri´ngulos semejantes AKB, BLC, y CN A. Si D y E son
                    a
los puntos medios de AB y KL respectivamente, pruebe que DE ei paralela
a N C y determine la raz´n DE/N C.
                         o
50                                                               Problemas para pensar


Problema 5.32. Sea F el conjunto de todas las n-uplas (A1 , A2 , . . . , An )
donde cada Ai , i = 1, 2, . . . , n es un subconjunto de {1, 2, . . . , 1998}. Deno-
tamos con |A| al n´mero de elementos del conjunto A. Hallar el n´mero
                   u                                                        u

                                             |A1 ∪ A2 ∪ . . . ∪ An |
                       (A1 ,A2 ,...,An )∈F

Problema 5.33. Demostrar que cualesquiera sean los n´meros enteros po-
                                                        u
sitivos a y b, el producto (36a + b)(a + 36b) no puede ser una potencia de
2.

Problema 5.34 (IV OIMU (2001)). Las ra´         ıces de un polinomio de gra-
do cuatro con coeficientes complejos est´n ubicadas en los v´rtices de un
                                          a                     e
rect´ngulo con lados de longitud a y b en el plano complejo. Encontrar la
    a
distancia entre las ra´
                      ıces de la segunda derivada de este polinomio.

Problema 5.35 (IV OIMU (2001)). Una funci´n derivable f : R → R
                                                       o
satisface la desigualdad |f (x)| ≥ |f (x)| para todo x ∈ R y al menos para un
x0 esta desigualdad es estricta, es decir, |f (x0 )| > |f (x0 )|. Demostrar que
la ecuaci´n f (x) = 0 no tiene ra´
         o                         ıces.

Problema 5.36 (IMO 1997(4)). Una matriz n × n con elementos perte-
necientes al conjunto S = {1, 2, . . . , 2n − 1}, se dice que es plateada si, para
cada i = 1, . . . , n, la fila i y la columns i contienen, entre ambas, a todos los
elementos de S. Pruebe que:

 1.   No hay ninguna matriz plateada para n = 1997.

 2.   Existen infinitos n para los cuales hay matrices plateadas n × n.

Problema 5.37. Sea P un polinomio con coeficientes enteros de grado n >
12. Si el m´ximo com´n divisor de los coeficientes de P es 1 y en m´s de
           a           u                                             a
n/2 enteros el valor tomado por P es 1 o -1, pruebe que P es irreducible.

Problema 5.38. Sea D un dominio homeomorfo a un tri´ngulo cerrado en
                                                     a
el plano y f : D → D una funci´n continua. Pruebe que f tiene un punto
                              o
fijo.
Cap´
   ıtulo 6

Soluciones y sugerencias

                             ‘Todo problema profana un misterio; a su vez, al
                             problema lo profana su soluci´n.”
                                                          o

                                                             E. M. Cioran [8]


   Este cap´ıtulo contiene algunas sugerencias y soluciones para los proble-
mas planteados en el cap´ ıtulo anterior. Repetimos lo all´ dicho: resista la
                                                          ı
tentaci´n de mirar las soluciones si no ha realizado primero un serio in-
       o
tento para resolver el problema usted mismo. De lo contrario, perder´ una
                                                                       a
oportunidad de aprender y no disfrutar´ la satisfacc´n de haber resuelto el
                                        a            o
problema con su propio esfuerzo.

Problema 5.1
Soluci´n: Si llamamos x a los minutos que faltan para el mediod´ entonces
      o                                                        ıa,

                                    9
                                x+8= x
                                    5

y por tanto x = 10.

Problema 5.2
Sugerencia: Cuente el n´mero de lunes y de viernes en los 31 d´ del mes
                       u                                       ıas
de enero suponiendo que el primero de enero fue lunes. Haga lo mismo
suponiendo que el primero de enero fue martes, mi´rcoles, etc.
                                                 e
Soluci´n: jueves.
      o
52                                                      Soluciones y sugerencias


Problema 5.3
Sugerencia: Los productos de cada lado por la altura correspondiente son
iguales al doble del ´rea del tri´ngulo, y por lo tanto iguales entre s´
                     a           a                                     ı.
Soluci´n: 15/10 = 3/2.
      o

Problema 5.4
                                     √                               √
Muestre que la ra´ c´bica de 20+14 2 puede expresarse en la forma a+b 2,
                 ız u
para ciertos enteros [eque˜os a y b.
                          n
Soluci´n: S´ es entero, de hecho el n´mero dado es 4.
      o    ı                         u

Problema 5.5
Sugerencia: Como la velocidad de cada anciana es constante, tambi´n lo son
                                                                 e
las razones entre los tiempos que emplean en recorrer una misma distancia.
Soluci´n: Supongamos que amaneci´ a la hora x, y llamemos C al punto en el
      o                            o
cual las ancianas se encuentran al mediod´ La primera anciana recorri´ la
                                         ıa.                           o
distancia AC en 12 − x horas, mientras que la segunda lo hizo en 9 horas.
La distancia BC fue recorrida en 4 horas por la primera anciana y en 12 − c
por la segunda. Por lo tanto
                              12 − x      4
                                     =
                                 9     12 − x
ya que ambas fracciones son iguales a la raz´n entre la velocidad de la
                                              o
segunda anciana y la de la primera. De esta ecuaci´n se obtiene f´cilmente
                                                  o              a
que amaneci´ a las 6 am.
           o

Problema 5.6
Sugerencia: Obviamente hay que tomar en cuenta el crecimiento de la grama.
Llame G a la cantidad inicial de grama, g al crecimiento diario de la misma
y d a la cantidad de grama que cada vaca come en un d´ Plantee las
                                                             ıa.
condiciones del problema como un sistema de ecuaciones.
Soluci´n: 20 d´
      o       ıas.

Problema 5.7
Sugerencia: De las n regiones en que una recta queda dividida por n − 1 de
sus puntos, exactamente n − 2 son acotadas.
Soluci´n: 1 + 2 + · · · + (n − 2) = (n − 1)(n − 2)/2.
      o
53


Problema 5.8
Sugerencia: Cada c´
                  ırculo m´ximo corta en dos puntos a cada uno de los
                          a
restantes.
Soluci´n: b2 − n + 2.
      o

Problema 5.9
Sugerencia: Hay muchas maneras de resolver este problema. Una de ellas
consiste en sumar miembro a miembro las identidades

                               (k + 1)3 = k 3 + 3k 2 + 3k + 1

para i = 0, 1, 2, . . . , n.
Soluci´n: n(n + 1)(2n + 1)/6.
      o

Problema 5.10
Sugerencia: Insp´
                ırese en el problema anterior.
Soluci´n: n2 (n + 1)2 /4.
      o

Problema 5.11
Sugerencia: Imagine los cubitos pintados con dos colores, de tal modo que
cubos adyacentes tengan colores diferentes.

Problema 5.12
Sugerencia: Determine si la diagonal pasa por alg´n nodo interior de la
                                                    u
cuadr´
     ıcula. Considere por donde sale la l´
                                         ınea de cada cuadradito.

Problema 5.13
Sugerencia: Determine la raz´n en que P y Q dividen al segmento BM .
                            o
Soluci´n: 7:1.
      o

Problema 5.14
Sugerencia: tome (p − 1)! como denominador com´n y analice los restos
                                              u
m´dulo p de cada sumando del numerador.
 o

Problema 5.15
Sugerencia: Divida la segunda ecuaci´n entre la primera y trate de llegar a
                                    o
54                                                  Soluciones y sugerencias


una ecuaci´n de segundo grado en xy.
          o
Soluci´n: x = 2, y = −1 y x = −1, y = 2.
      o

Problema 5.16
Sugerencia: Si una fila o columna tiene suma negativa y se cambia de signo
a todos sus elementos, ¿qu´ pasa con la suma total de los elementos de la
                           e
matriz?

Problema 5.17
Sugerencia: La respuesta es igual al exponente de 5 en la descomposici´n en
                                                                      o
factores primos de 2004! (ya que el exponente de 2 ser´ siempre mayor).
                                                       a
Soluci´n: 2004/5 + 2004/25 + 2004/125 + 2004/625 = 400 + 80 +
      o
16 + 3 = 499.

Problema 5.18
Sugerencia: ¿C´mo var´ la suma de los d´
              o        ıa                 ıgitos al pasar de un n´mero al
                                                                 u
siguiente? ¿Qu´ restos m´dulo 11 se obtienen? Trate de hallar el peor caso
              e          o
posible.

Problema 5.19
Sea Q el pie de la perpendicular trazada desde B al lado AC. Como BM =
M C y BQ M P se tiene que CP = P Q, y como los tri´ngulos rect´ngulos
                                                       a          a
AM P , ACM y BCQ son claramente semejantes resulta P A/BQ = M P/CQ
= (2N P )/(2P Q) = N P/P Q. Por lo tanto los tri´ngulos rect´ngulos BP Q
                                                 a           a
y AN P son tambi´n semejantes, y en consecuencia ∠P AN = ∠QBP . Se
                   e
concluye que las rectas AN y BP son perpendiculares ya que forman ´ngulos
                                                                  a
iguales y del mismo sentido con las rectas perpendiculares AC y BQ.

Problema 5.20
Sugerencia: Al pasar de una cuaterna a la siguiente, el producto de los cuatro
elementos se eleva al cuadrado. Por lo tanto si abcd = 1 nunca se regresar´ a
                                                                           a
la cuaterna inicial. Si abcd = 1 pero no son los cuatro iguales, pruebe que al
aplicar la transformaci´n reiteradamente se obtienen elementos arbitraria-
                         o
mente grandes.

Problema 5.21
55


Sugerencia: Estudie el efecto de aplicar T 2 veces, 4 veces,. . . , 2n veces a la
cuaterna original.

Problema 5.22
Soluci´n: 2(n − 1).
      o

Problema 5.23
Sugerencia: Trate de que la suma de los productos de los d´
                                                          ıgitos, tomados
convenientemente de a pares, sea una potencia de 5.
Soluci´n: (Una de muchas posibles) 111 . . . 111 3791875.
      o
                                         993unos
(Los 994 unos se multiplican de a pares y se suman dando 497 y los seis
d´
 ıgitos restantes se agrupan como 3 · 7 + 9 · 8 + 7 · 5 para un total de 625.)

Problema 5.24
Soluci´n: Tracemos por M la paralela a AB y sea N el punto en que esta
      o
recta corta a BC. Es f´cil ver que el ´rea del trapecio ABCD es 4 veces la del
                      a               a
tri´ngulo M N C, por lo tanto la respuesta es 4(1/2)(a/2)b sen 150o = ab/2.
   a

Problema 5.25
Soluci´n: Pongamos a = 2n + 1. Por hip´tesis 3a − 2 = 6n + 1 = x2 .
      o                                    o
Tomemos b = 4n y c = n2 − 4n. Entonces b + c = n2 , a + b = 6n + 1 = x2 ,
a + c = 2n + 1 + n2 − 4n = (n − 1)2 y a + b + c = 2n + 1 + n2 = (n + 1)2 .

Problema 5.26
Soluci´n: 501.
      o

Problema 5.27
Sugerencia: Si el cuadrado de n es un cubo perfecto entonces tambi´n n es
                                                                  e
un cubo perfecto.
Soluci´n: 1 y 27.
      o

Problema 5.28
Soluci´n: n > 2k . En otras palabras, con k colores se pueden colorear todas
       o
las circunferencias de una nube hasta para n = 2k , pero no m´s, de manera
                                                              a
aceptable (es decir de modo que circunferencias tangentes exteriormente
56                                                    Soluciones y sugerencias


sean de distinto color). La prueba es por inducci´n. Si k = 1 el resultado es
                                                   o
obvio. Si asumimos que es cierto para k, entonces la nube con 2k+1 puntos se
colorea as´ primero se colorean de manera aceptable con los colores 1, . . . , k
           ı:
las circunferencias con di´metros Pi Pj para 1 ≤ i < j ≤ 2k . Lo mismo se
                          a
hace con las circunferencias con di´metros Pi Pj para 2k + 1 ≤ i < j ≤ 2k+1 .
                                    a
Finalmente las circunferencias con di´metros Pi Pj tales que i ≤ 2k < j se
                                       a
colorean con el color k + 1, y listo. Ahora bien, si para alg´n n > k la nube
                                                             u
se puede colorear con k colores, consideremos el conjunto A de los puntos
Pi que son extremo izquierdo (i.e., el m´s cercano a P1 ) de un di´metro de
                                         a                          a
una circunferencia de color k, y sea B su complemento en {P1 , . . . , Pn }. Las
circunferencias con dos puntos en A no pueden ser de color k, como tampoco
pueden serlo las que tienen dos puntos en B. Pero uno de estos dos conjuntos
debe tener m´s de 2k−1 puntos, y se contrtadice la hip´tesis inductiva.
              a                                          o

Problema 5.29
Soluci´n: 420. Para verlo, pruebe que el m´
      o                                    ınimo com´n m´ltiplo de 2,3,. . . ,k
                                                     u    u
supera a (k + 1)3 si k ≥ 8 y por lo tanto ning´n n´mero mayor que 83 = 512
                                              u u
es divisible por todos los enteros positivos menores que su ra´ c´bica.
                                                              ız u

Problema 5.30
Soluci´n: Si no fuera as´ los unicos factores primos de B ser´ 3 y 7. Pero
       o                 ı    ´                                ıan
es f´cil ver que los n´meros de la forma 3n 7m tienen el pen´ltimo d´
    a                 u                                     u       ıgito par.

Problema 5.31
Soluci´n: Sean r = AN/AC = BK/BA = CL/CB, φ = ∠CAN = ∠BCL =
      o
∠ABK y z = reiφ . Interpretando cada punto como un n´mero complejo se
                                                    u
tiene

      N − A = z(C − A),      L − C = z(B − C),      K − B = z(A − B).

Por lo tanto
        E − D = 2 (K + L) − 1 (A + B)
                1
                            2
                  1
                = 2 (B + z(A − B) + C + z(B − C) − A − B)
                = 2 ((C − A) − z(C − A)) = 1 ((C − A) − (N − A))
                  1
                                           2
                  1
                = 2 (C − N ).

En consecuencia DE N C y DE/N C = 1 .
                                  2
57


Problema 5.32
Sugerencia: 1998 no tiene nada de particular, trabaje con los subconjuntos
de {1, 2, . . . , k}. Determine cu´ntas veces es contado cada elemento x de
                                     a
este conjunto en la suma propuesta, o lo que es lo mismo cu´ntas n-uplas
                                                                   a
(A1 , . . . , An ) son tales que la uni´n de sus elementos contiene a x.
                                       o
Soluci´n: 1998(2n − 1)21997n .
      o

Problema 5.33
Sugerencia: Si (36a + b)(a + 36b) fuese una potencia de 2 entonces a y b
ser´ m´ltiplos de 4.
   ıan u

Problema 5.34
Las cuatro ra´ıces del polinomio pueden escribirse como z1 = z0 − A − B,
z2 = z0 − A + B, z3 = z0 + A + B, z4 = z0 + A − B, con A y B n´meros
                                                                  u
complejos tales que |A| = a/2, |B| = b/2, (AB) = 0. El polinomio se
escribir´ entonces
        a

          P (z) = k(z − z1 )(z − z2 )(z − z3 )(z − z4 ) =
                 = k (z − z0 )2 − (A + B)2 )((z − z0 ) − (A − B)2
                 = k(u2 − S 2 )(u2 − D2 ),

donde u = z − z0 , S = A + B, D = A − B. Derivando dos veces tenemos

               P (z) = 2k(u2 − D2 ) + 8ku2 + 2k(u2 − S 2 )
                       = 2k(6u2 − D2 − S 2 ).

      ıces de este polinomio son ± (S 2 + D2 )/6 y la distancia buscada es
Las ra´

                        2                2
                 d=           S 2 + D2 = √              A2 + B 2 .
                        3                 3
Puesto que A y B pueden escribirse como

                              aeiφ                    bieiφ
                         A=        ,        B=              ,
                               2                        2
resulta
                                       |a2 − b2 |
                                 d=               .
                                           3
58                                                      Soluciones y sugerencias


Problema 5.35
Afirmamos que el conjunto C de los ceros de f es abierto. En efecto, si f (a) =
0 entonces existe r > 0 tal que |f (x)| < 1/2 para todo x en I = (a − r, a + r).
Sin p´rdida de generalidad podemos suponer r < 1/2. Entonces para cada
       e
x en I existe un z en I tal que |f (x)| = |f (x) − f (a)| = |f (z)(x − a)| ≤
|f (z)||x − a| ≤ 1/4, y reiterando este argumento resulta que en I se tiene
|f | ≤ 1/8, luego |f | ≤ 1/16,. . . y en general |f | ≤ 1/2n para todo n > 0.
Conclusi´n: f es nula en I.
          o
     Ahora, como f es continua, C tambi´n es cerrado. Y como R es conexo, C
                                          e
es vac´ o es todo R. Pero esto ultimo no es posible pues |f (x0 )| > |f (x0 )| ≥
       ıo                        ´
0, por lo tanto C es vac´ıo.

Problema 5.36
Soluci´n: Podemos comenzar analizando los casos n = 2, 3 y 4. Es f´cil
        o                                                                         a
encontrar matrices plateadas para n = 2 y n = 4, y probar que no existe
ninguna para n = 3. En realidad no hay matrices plateadas para ning´n n         u
impar mayor que 1. Si la hubiese, tomemos un elemento x que no aparezca
en la diagonal, y sea k el n´mero total de veces que aparece en la matriz.
                                   u
Entonces x debe pertenecer a exactamente k filas y k columnas. Pero como
x debe pertenecer a la fila i o a la columna i, pero no a ambas, para cada
i = 1, . . . , n, se concluye que n = 2k.
     Para la segunda parte lo m´s f´cil es ver por inducci´n que para n =
                                        a a                        o
2k se puede construir una matriz plateada Mk . Es trivial construir M1 ,
y suponiendo que ya hemos construido Mk−1 construimos Mk con cuatro
bloques cuadrados de igual dimensi´n. Ponemos dos copias de Mk−1 en la
                                             o
diagonal. El bloque superior derecho es una matriz cuya primera fila es
(2k , 2k + 1, . . . , 2k + 2k−1 − 1 y las restantes se obtienen rotando c´
                                                                         ıclicamente
los elementos de la primera. An´logamente el bloque inferior izquierdo es
                                         a
una matriz cuya primera fila es (2k + 2k−1 , 2k + 2k−1 + 1, . . . , 2k+1 − 1) y las
restantes se obtienen rotando c´       ıclicamente los elementos de la primera.

Problema 5.37
Observaci´n: No existe ning´n polinomio con coeficientes enteros que tome
           o                 u
el valor -1 en cuatro enteros distintos a1 , a2 , a3 , a4 (o m´s) y el valor 1 en
                                                              a
otro entero b.
    En efecto, supongamos que p(x) verificara esto. Entonces q(x) = p(x)+1
cumplir´ que q(ai ) = 0 para i = 1, . . . , 4 y q(b) = 2. De esta forma q(x) =
        ıa
59


(x − a1 ) ∗ (x − a2 ) ∗ (x − a3 ) ∗ (x − a4 ) ∗ r(x) para cierto r(x) con coeficientes
enteros. Evaluando en b tendr´        ıamos 2 = q(b) = (b − a1 ) ∗ (b − a2 ) ∗ (b −
a3 ) ∗ (b − a4 ) ∗ r(b) y por lo tanto s´lo podr´
                                            o         ıamos tener que (b − ai ) = ±1
o (b − ai) = ±2 (y esto ultimo s´lo para un i). Pero los (b − ai ) son todos
                              ´          o
diferentes, y s´lo pueden tomar 3 valores diferentes. Contradicci´n.
                 o                                                        o
     Obs´rvese que el mismo resultado vale para el valor 1 en cuatro enteros
         e
diferentes y el valor -1 en otro (o, m´s en general, si vale c para 4 valores y
                                            a
c − p para otro con p primo).
     Vamos ya a ver el resultado. Supongamos que tenemos P (X) de grado
n > 11 tal que toma valor 1 o -1 en m´s de n/2 valores. Si P (X) fuera
                                                  a
reducible entonces existir´ polinomios no constantes Q(X) y R(X) con
                                ıan
coeficientes enteros tales que P (X) = Q(X) ∗ R(X). Si P (a) = ±1, entonces
lo mismo pasa con Q(a) y R(a). Podemos suponer que Q(X) tiene grado n/2
o menor. Si Q(X) toma el valor 1 en m´s de n/2 enteros, entonces Q(X) − 1
                                                a
tiene m´s de n/2 ra´
          a              ıces y grado menor que n/2, contradicci´n. Lo mismo
                                                                       o
si en todos toma el valor -1. As´ tenemos que en algunos enteros Q toma el
                                       ı
valor 1 y en otros el valor −1. De hecho habr´ m´s de n/4 enteros en los que
                                                     a a
toma el valor 1 (o el −1). Como n > 12, n/4 > 3 y tendremos como m´             ınimo
4 enteros en los que toma el valor 1 (o el −1) y como m´        ınimo un entero en el
que toma el valor −1 (resp. 1), en contradicci´n con la observaci´n inicial.
                                                       o                   o

Problema 5.38
Es f´cil ver que es suficiente probar el resultado cuando D es un tri´ngulo
    a                                                                 a
cualquiera, digamos el de v´rtices (0,0), (1,0), (0,1). Para cada P ∈ D sea
                              e
v(P ) el vector f (P ) − P . Si v(P ) = 0 para alg´n P ya encontramos un
                                                   u
punto fijo. De lo contrario sea θ(P ) el ´ngulo que forma v(P ) con el eje Ox
                                        a
y considere una sucesi´n de triangulaciones Tn de D tales que el di´metro
                        o                                            a
m´ximo de los triangulitos de Tn tienda a cero cuando n tiende a infinito.
  a
Etiquete los v´rtices de Tn con A si 0 ≤ θ(P ) < π/2, con B si π/2 ≤
               e
θ(P ) ≤ π y con C en cualquier otro caso. Por el lema de Sperner Tn tiene
alg´n tri´ngulo completo An Bn Cn . Aplicando Bolzano-Weierstrass se puede
   u     a
encontrar una subsucesi´n de estos tri´ngulos tal que An converja a un
                          o               a
punto P , y por la condici´n sobre los di´metros tambi´n Bn y Cn deben
                            o               a             e
converger a P . Pero entonces se ve claramente que v(P ) deber´ ser 0, lo
                                                                  ıa
cual es absurdo.
Bibliograf´
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62                                                        BIBLIOGRAF´
                                                                    IA


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       o
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     ceton University Press, Princeton, 1954. Hay traducci´n: Matem´ticas
                                                          o          a
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     lando, 1985.
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BIBLIOGRAF´
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[41] Wycoff, J., Mindmapping, Berkley Publishing Group, 1991.
´
Indice alfab´tico
            e

Adams, J., 6                      grafos, 38
an´lisis, 12
  a
    hacia adelante, 18            Halmos, P. R., 3
    retrospectivo, 18             Herstein, I. N., 37
                                  heur´
                                      ıstica, 11
bloqueos mentales, 6
brainstorming, 5                  imitaci´n, 5
                                          o
Brouwer, L. E. J., 44             ´
                                  ındice, lema del, 43
Buzan, T., 5                      inducci´n, 38
                                          o
                                  invariantes, 30
casos especiales, 12, 28
coloraciones, 40                  juegos, 30
combinatoria, 19
comprensi´n, 9
           o                      mapas mentales, 5
control, 11, 12                   metacognici´n, 11
                                             o
creaci´n matem´tica, 7
      o          a
creatividad, 3                    P´lya, G., 8, 14
                                   o
creencias, 11                         metodolog´ de, 8
                                                 ıa
                                  par´metro entero, 28
                                     a
diagrama, 12, 22, 26              pensamiento
Diofanto, 14                          convergente, 4
discontinuidad, principio de, 5       divergente, 4
distractores, 23                      lateral, 4
                                  perturbaciones, 41
emociones, 6                      plan, 9
estrategia, 26                    Poincar´, H., 7
                                          e
estrategias, 12                   principio extremal, 34
exploraci´n, 12
         o                        problema, 1
figura, 26                             de existencia, 20, 34
                                      inverso, 4
geometr´ 21
       ıa,                        programaci´n neuroling¨´
                                              o           uıstica, 6
´           ´
INDICE ALFABETICO            65


punto fijo, teorema del, 44

recursos cognitivos, 11
Rhind, papiro , 16

Schoenfeld, A., 11
simplificar, 12
sistemas, 30
Sperner, lema de, 43
Szeg¨, G., 45
     o

tormenta de cerebros, 5
transformaciones, 30
triangulaciones, 43

visi´n retrospectiva, 10
    o

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Tallerde resolucionproblemas

  • 1. Talleres de Formaci´n Matem´tica o a Maracaibo, 26 al 31 de julio de 2004 Resoluci´n de o Problemas Matem´ticos a Jos´ Heber Nieto Said e
  • 2. Prefacio Estas notas constituyen el material de apoyo de un taller para estudiantes Licenciatura en Matem´ticas dirigido a desarrollar la habilidad para resolver a problemas. Aunque por lo general los problemas juegan un rol importante en cual- quier curso de matem´tica y la habilidad para resolverlos es un aspecto a importante de la evaluaci´n, los profesores suelen centrar sus esfuerzos en o los aspectos t´cnicos espec´ e ıficas de su asignatura y no en los aspectos gene- rales de la resoluci´n de problemas. El objetivo de esta obra en cambio es o ayudar al lector a desarrollar su habilidad general para resolver problemas. Es bueno dejar en claro que el desarrollo de esta habilidad es b´sica- a mente el resultado del trabajo personal, de la pr´ctica adquirida resolviendo a problemas y de la reflexi´n sobre esa pr´ctica. No es posible convertirse en o a un solucionista experto mediante la mera lectura pasiva de un libro, del mismo modo que no es posible convertirse en un buen nadador o pianista simplemente leyendo un manual. Sin embargo el conocimiento de las t´cni- e cas apropiadas y de los errores t´ ıpicos que es preciso evitar puede ser tan util para el solucionista como lo es para el nadador o el pianista. ´ Con el fin de que la obra sea de utilidad para el mayor n´mero posible u de estudiantes se ha procurado que los problemas analizados no requieran de conocimientos especializados. Sin embargo las mismas t´cnicas y estra- e tegias que ejemplificamos con problemas elementales se aplican a los m´s a avanzados.
  • 3. ´ Indice general Introducci´n o 1 1. Principios Generales 3 1.1. Resoluci´n de Problemas y Creatividad . . . o . . . . . . . . . 3 1.1.1. Invertir el problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 1.1.2. Pensamiento lateral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 1.1.3. Principio de discontinuidad . . . . . . . . . . . . . . . 5 1.1.4. Imitaci´n . . . . . . . . . . . . . . . . o . . . . . . . . . 5 1.1.5. Tormenta de cerebros (Brainstorming) . . . . . . . . . 5 1.1.6. Mapas mentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 1.1.7. Programaci´n neuroling¨´ o uıstica (PNL) . . . . . . . . . 6 1.1.8. Factores afectivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 1.1.9. Bloqueos mentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 1.2. La Creaci´n Matem´tica . . . . . . . . . . . . o a . . . . . . . . . 7 1.3. La metodolog´ de P´lya . . . . . . . . . . . . ıa o . . . . . . . . . 8 1.4. El trabajo de Alan Schoenfeld . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 2. Ejemplos sencillos 14 ´ 2.1. Aritm´tica y Algebra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 e 2.2. Combinatoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 2.3. Geometr´ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 ıa 3. Algunas Estrategias B´sicas a 26 3.1. Figuras y diagramas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 3.2. Examen de casos especiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 3.3. Transformaciones e Invariantes . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 3.4. El Principio Extremal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 iii
  • 4. 4. Un problema y varias soluciones 37 4.1. Inducci´n . . . . . . . . . . . . . . o . . . . . . . . . . . . . . . 38 4.2. Teor´ de grafos . . . . . . . . . . . ıa . . . . . . . . . . . . . . . 38 4.3. Pruebas por Integraci´n . . . . . . o . . . . . . . . . . . . . . . 40 4.4. El m´todo de perturbaciones . . . e . . . . . . . . . . . . . . . 41 4.5. Funciones escalonadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 4.6. Triangulaciones y Lema de Sperner . . . . . . . . . . . . . . . 43 5. Problemas para pensar 45 6. Soluciones y sugerencias 51 Bibliograf´ ıa 60 iv
  • 5. Introducci´n o La palabra problema proviene del griego πρoβαλλειν, “lanzar adelante”. Un problema es un obst´culo arrojado ante la inteligencia para ser superado, a una dificultad que exige ser resuelta, una cuesti´n que reclama ser aclarada. o Todos vivimos resolviendo problemas: desde el m´s b´sico de asegurar la a a cotidiana subsistencia, com´n a todos los seres vivos, hasta los m´s com- u a plejos desaf´ planteados por la ciencia y la tecnolog´ La importancia de ıos ıa. la actividad de resoluci´n de problemas es evidente; en definitiva, todo el o progreso cient´ıfico y tecnol´gico, el bienestar y hasta la supervivencia de la o especie humana dependen de esta habilidad. No es de extra˜ar por lo tanto n que la misma se haya convertido en un nuevo objeto de estudio, atrayendo por igual la atenci´n de psic´logos, ingenieros, matem´ticos, especialistas o o a en inteligencia artificial y cient´ ıficos de todas las disciplinas. En el campo educativo se ha reconocido ampliamente su importancia. y en muchas Uni- versidades el desarrollo de la creatividad y de la habilidad para resolver problemas es una parte integral del curriculum. Pero lamentablemente todav´ es muy com´n que se expongan ante el ıa u alumno los productos y resultados de la resoluci´n de problemas, pero no el o proceso mismo. Si examinamos un libro de texto con problemas resueltos de matem´tica, encontraremos por lo general soluciones tersas y acabadas. a Rara vez el autor incluye comentarios sobre los intentos fallidos de soluci´n, o los casos particulares examinados antes de llegar a la soluci´n general o los o refinamientos realizados a una primera soluci´n no totalmente satisfactoria. o Estos y otros elementos del proceso son cuidadosamente eliminados y lo que se nos presenta es el producto final, conciso y elegante. Hay muchas posibles razones para que esto sea as´ un estilo de exposici´n matem´tica consa- ı: o a grado por la tradici´n, criterios est´ticos de concisi´n y elegancia, razones o e o econ´micas de las editoriales, etc. Pero la consecuencia es que el estudiante o obtiene una visi´n falseada de lo que es resolver problemas y de la actividad o 1
  • 6. 2 matem´tica en general. a Si tiene la suerte de tener un profesor que entienda y valore el proceso de resolver problemas entonces las actividades de aula suplir´n las deficiencias a del texto. Pero si no es as´ y el profesor sigue al libro al pie de la letra, al ı enfrentarse al primer fracaso el estudiante terminar´ frustrado, perder´ la a a confianza en s´ mismo y creer´ que la resoluci´n de problemas es una acti- ı a o vidad incomprensible, accesible solamente a unos pocos superdotados. Nuestro principal objetivo en esta obra es ayudar al lector a desarrollar su habilidad para resolver problemas. Es bueno dejar claro desde el principio que el desarrollo de esta habilidad es el resultado del trabajo personal, de la pr´ctica adquirida resolviendo problemas y de la reflexi´n sobre esa pr´ctica. a o a No es posible convertirse en un solucionista experto mediante la mera lectura pasiva de un libro, del mismo modo que no es posible convertirse en un buen nadador o pianista simplemente leyendo. Sin embargo el conocimiento de las t´cnicas apropiadas y de los errores t´ e ıpicos que es preciso evitar puede ser tan util para el solucionista como lo es para el nadador o el pianista. ´
  • 7. Cap´ ıtulo 1 Principios Generales “La principal raz´n de existir del matem´tico es re- o a solver problemas, y por lo tanto en lo que realmente consisten las matem´ticas es en problemas y solu- a ciones.” Paul R. Halmos [14] En este cap´ ıtulo nos ocuparemos de los m´todos y principios generales e que resultan utiles para la resoluci´n de problemas. Pero recordemos que la ´ o unica manera de aprender a resolver problemas es . . . resolviendo problemas! ´ Por lo tanto la lectura de este cap´ ıtulo solamente ser´ util si se combina con a´ la pr´ctica constante. Para quienes tengan poca experiencia es recomendable a pasar r´pidamente por las p´ginas siguientes, para volver a ellas m´s tarde, a a a como referencia, mientras est´n trabajando en la resoluci´n de problemas e o concretos. Quienes se interesen por el estudio en profundidad de la habilidad para resolver problemas pueden consultar [27]. 1.1. Resoluci´n de Problemas y Creatividad o Evidentemente la resoluci´n de problemas est´ estrechamente relaciona- o a da con la creatividad, que algunos definen precisamente como la habilidad para generar nuevas ideas y solucionar todo tipo de problemas y desaf´ ıos. La especie humana es creativa por naturaleza. Todo ser humano nace con un gran potencial para la creaci´n, pero mientras algunos lo aprovechan o al m´ximo, otros casi no lo utilizan. Sin embargo la creatividad, al igual que a
  • 8. 4 Principios Generales cualquier otra habilidad humana, puede desarrollarse a trav´s de la pr´ctica e a y el entrenamiento adecuado. Lamentablemente tambi´n puede atrofiarse, si e no se ejercita adecuadamente. El pensamiento creativo se ha dividido en divergente y convergente. El primero consiste en la habilidad para pensar de manera original y elabo- rar nuevas ideas, mientras que el segundo se relaciona con la capacidad cr´ıtica y l´gica para evaluar alternativas y seleccionar la m´s apropiada. o a Evidentemente ambos tipos de pensamiento juegan un rol fundamental en la resoluci´n de problemas. o Tres aspectos de la creatividad han recibido mucha atenci´n: el proceso o creativo, las caracter´ ısticas de la personalidad creativa, y las circunstancias que posibilitan o favorecen el acto creativo. Como consecuencia de estos es- tudios se han desarrollado t´cnicas y m´todos generales dirigidos a desarro- e e llar el potencial creativo. En esta obra nos concentraremos en las t´cnicas e y estrategias espec´ıficas que han demostrado ser m’s utiles para la resolu- ´ ci´n de problemas matem´ticos. Sin embargo haremos a continuaci´n una o a o breve rese˜a de algunos de los m´todos m´s generales, remitiendo al lector n e a interesado a la bibliograf´ correspondiente. ıa 1.1.1. Invertir el problema Cada concepto tiene uno contrario y la oposici´n entre ellos genera una o tensi´n favorable al hecho creativo. Esta idea, que tiene profundas ra´ o ıces tanto en la filosof´ oriental como en la occidental, se refleja en la sabidur´ ıa ıa popular en aforismos tales como: “Para saber mandar hay que aprender a obedecer” o “Para ser un buen orador hay que saber escuchar”. Como ejemplo de esta t´cnica supongamos que deseamos dise˜ar un zapato que e n sea muy c´modo. El problema inverso ser´ dise˜ar un zapato inc´modo. o ıa n o Pero el an´lisis de este problema nos llevar´ seguramente a descubrir los a a factores que causan incomodidad, y al evitarlos habremos dado un buen paso hacia la soluci´n del problema original. Vea [38]. o 1.1.2. Pensamiento lateral Consiste en explorar alternativas inusuales o incluso aparentemente ab- surdas para resolver un problema. En otras palabras: evitar los caminos trillados, intentar lo que nadie ha intentado, ensayar percepciones y puntos de vista diferentes. Vea [5].
  • 9. 1.1 Resoluci´n de Problemas y Creatividad o 5 1.1.3. Principio de discontinuidad La rutina suprime los est´ ımulos necesarios para el acto creativo, por lo tanto si experimenta un bloqueo temporal de su capacidad creadora in- terrumpa su programa cotidiano de actividades y haga algo diferente a lo acostumbrado. Vaya a dar un paseo por sitios que no conoce, ensaye una nueva receta de cocina, escuche m´sica diferente a la que escucha habi- u tualmente, lea un libro que no ten´ pensado leer, asista a alg´n tipo de ıa u espect´culo diferente a sus favoritos. a 1.1.4. Imitaci´n o La mayor parte de los grandes artistas comienzan imitando a sus maes- tros. M´s a´n se ha llegado a afirmar, en parte en broma y en parte en serio, a u que “la originalidad no es otra cosa que un plagio no detectado”. En cual- quier caso es claro que la imitaci´n puede ser un primer paso v´lido hacia o a la originalidad. En particular observe y no vacile en imitar las t´cnicas de e resoluci´n de problemas empleadas con ´xito por sus compa˜eros, maestros o e n o colegas. 1.1.5. Tormenta de cerebros (Brainstorming) Es una t´cnica desarrollada en el mundo de la publicidad, en el cual el e ´xito depende de la generaci´n de nuevas y brillantes ideas. Para ello se e o re´ne un grupo de personas y se les invita a expresar todas las ideas que u se les ocurran en relaci´n a un problema o tema planteado, sin importar lo o estrafalarias o rid´ ıculas que parezcan. La evaluaci´n y la cr´ o ıtica se posponen, esperando crear un clima estimulante que favorezca el surgimiento de algunas ideas realmente utiles. La utilidad de esta t´cnica es dudosa fuera de ciertos ´ e campos o situaciones muy espec´ ıficas. 1.1.6. Mapas mentales Es una t´cnica desarrollada por Tony Buzan (vea [6] y [7]) que trata de e representar en forma gr´fica el car´cter asociativo de la mente humana. Se a a comienza con la idea principal ubicada en el centro de la hoja y alrededor de ella se van colocando las ideas asociadas y sus respectivos v´ ınculos. Uti- lizando diversos colores y s´ ımbolos esta t´cnica puede llegar a ser muy util e ´ para organizar las ideas que van surgiendo en torno a un problema.
  • 10. 6 Principios Generales 1.1.7. Programaci´n neuroling¨´ o uıstica (PNL) Tambi´n conocida como “la ciencia de la experiencia subjetriva”, es un e conjunto de t´cnicas muy desarrolladas a trav´s de las cuales se trata de e e caracterizar el contexto (f´ ısico, fisiol´gico, psicol´gico, ambiental, etc.) en o o el cual somos m´s creativos, para luego reproducirlo a voluntad. Los prac- a ticantes de la PNL han incluso “modelado” el comportamiento de algunos personajes famosos, tales como Walt Disney, para tratar de aprovechar sus modos y procedimientos m´s creativos. Vea [10] y [11]. a 1.1.8. Factores afectivos La resoluci´n de problemas no es un asunto puramente intelectual. Las o emociones, y en particular el deseo de resolver un problema, tienen tambi´n e una gran importancia. La incapacidad que manifiestan algunos alumnos para resolver incluso el ejercicio m´s sencillo no es producto por lo general de una a deficiencia intelectual, sino de una absoluta falta de inter´s y motivaci´n. A e o veces no existe ni siquiera el deseo de comprender el problema, y por lo tanto el mismo no es comprendido. El profesor que desee realmente ayudar a un alumno con estas caracter´ ısticas deber´ ante todo despertarle su curiosidad a dormida, motivarlo y transmitirle deseos de logro y superaci´n. o Algunas creencias negativas para el proceso creativo est´n asociadas a a una baja autoestima y pueden tener ra´ emocionales profundas. Por ejem- ıces plo hay quienes enfrentados a un problema creen a priori que no podr´n a resolverlo, y que si lo intentan s´lo conseguir´n terminar con un dolor de o a cabeza. El maestro o profesor debe en estos casos apelar a todas sus dotes y conocimientos como educador, aunque en casos extremos ser´ necesaria a tambi´n la ayuda de un orientador o la de un psic´logo. e o En el polo opuesto, alguien que tenga confianza en su propia capacidad y crea que un problema es un desaf´ que vale la pena enfrentar y que re- ıo solverlo le proporcionar´ una satisfacci´n intelectual al mismo tiempo que a o ser´ una experiencia valiosa para su formaci´n, estar´ en excelentes condi- a o a ciones psicol´gicas para abordar el proceso resolutivo. Para profundizar en o estos aspectos vea [4], [24], [25], [26]. 1.1.9. Bloqueos mentales James Adams, profesor de dise˜o en la Universidad de Stanford, centra su n enfoque de la creatividad en la superaci´n de los bloqueos mentales, barreras o
  • 11. 1.2 La Creaci´n Matem´tica o a 7 que nos impiden percibir un problema en la forma correcta y encontrarle soluci´n. En [1] analiza diferentes tipos de bloqueos y propone ejercicios o para identificarlos y superarlos. Su clasificaci´n es la siguiente: o Bloqueos perceptivos: estereotipos, dificultad para aislar el proble- ma, delimitar demasiado el espacio de soluciones, imposibilidad de ver el problema desde varios puntos de vista, saturaci´n, no poder utilizar o toda la informaci´n sensorial. o Bloqueos emocionales: miedo a cometer errores, a arriesgar, a fra- casar; deseo de seguridad y orden; preferir juzgar ideas a concebirlas; inhabilidad para relajarse; falta de est´ ımulo; entusiasmo excesivo; falta de control imaginativo. Bloqueos culturales: tab´es; el peso de la tradici´n; roles predeter- u o minados asignados a la mujer y al hombre. Bloqueos ambientales: distracciones; falta de apoyo para llevar ade- lante una idea; falta de cooperaci´n entre colegas. o Bloqueos intelectuales: inhabilidad para seleccionar un lenguaje apropiado para el problema (verbal, matem´tico, visual); uso inade- a cuado de las estrategias; falta de informaci´n o informaci´n incorrecta. o o Bloqueos expresivos: t´cnicas inadecuadas para registrar y expresar e ideas (a los dem´s y a uno mismo) a 1.2. La Creaci´n Matem´tica o a Una de las reflexiones m´s profundas que se han hecho sobre la creativi- a dad en matem´tica es la realizada a principios de siglo por Henri Poincar´, a e uno de los m´s grandes matem´ticos de su tiempo. En una conferencia pro- a a nunciada ante la Sociedad Psicol´gica de Par´ [30] hizo interesant´ o ıs ısimas revelaciones sobre sus propias experiencias como creador: “¿Qu´ es, de hecho, la creaci´n matem´tica? No consiste en e o a hacer combinaciones nuevas con entes matem´ticos ya conoci- a dos. Cualquiera podr´ hacerlo, pcro las combinaciones que se ıa podr´ hacer as´ ser´ un n´mero limitado y en su mayor´ ıan ı ıan u ıa totalmente desprovistas de inter´s. Crear consiste precisamente e
  • 12. 8 Principios Generales no en construir las combinaciones in´tiles, sino en construir las u que son utiles y que est´n en ´ ´ a ınfima minor´ Crear es discernir, ıa. es escoger. . . ” “A menudo, cuando se trabaja en un problema dif´ ıcil, no se consigue nada la primera vez que se comienza la tarea. Luego se toma un descanso m´s o menos largo y uno se sienta de nuevo a ante la mesa. Durante la primera media hora se contin´a sin u encontrar nada. Despu´s, de repente. la idea decisiva se presenta e ante la mente. . . ” “Hay que hacer otra observaci´n a prop´sito de las condicio- o o nes de este trabajo inconsciente. Se trata de que tal trabajo no es posible, y en todo caso no es fecundo, si no est´ por una parte a precedido y por otra seguido de un per´ ıodo de trabajo conscien- te. Estas inspiraciones s´bitas no se presentan . . . m´s que tr´s u a a algunos d´ de esfuerzos voluntarios, aparentemente est´riles, en ıas e los que uno ha cre´ no hacer nada interesante, y piensa haber ıdo tomado un camino falso totalmente. Estos esfuerzos no fueron, por tanto, tan est´riles como se pensaba. Pusieron en movimien- e to la m´quina inconsciente y sin ellos ´sta no habr´ funcionado a e ıa ni hubiera producido nada. . . ” Poincar´ esboza luego una teor´ del trabajo del yo subliminal, en la e ıa cual atribuye un rol fundamental a la sensibilidad y el sentido est´tico del e matem´tico en el proceso de selecci´n, durante el trabajo inconsciente, de a o las combinaciones m´s significativas. a Una conclusi´n pr´ctica: cuando un problema se resiste a nuestros mejo- o a res esfuerzos, nos queda todav´ la posibilidad de dejarlo durante un tiempo, ıa descansar, dar un paseo, y volver a ´l m´s tarde. Sin embargo solamente e a aquellos problemas que nos han apasionado, manteni´ndonos en una con- e siderable tensi´n mental, son los que vuelven m´s tarde, transformados, a o a la mente consciente. La inspiraci´n o iluminaci´n s´bita, que los antiguos o o u consideraban un don divino, hay que merecerla. 1.3. La metodolog´ de P´lya ıa o En 1945 el insigne matem´tico y educador George P´lya (1887–1985) a o public´ un libro que r´pidamente se convirtir´ en un cl´sico: How to solve o a ıa a it [31]. En el mismo propone una metodolog´ en cuatro etapas para resolver ıa
  • 13. 1.3 La metodolog´ de P´lya ıa o 9 problemas. A cada etapa le asocia una serie de preguntas y sugerencias que aplicadas adecuadamente ayudar´n a resolver el problema. Las cuatro etapas a y las preguntas a ellas asociadas se detallan a continuaci´n: o Etapa I: Comprensi´n del problema. o ¿Cu´l es la inc´gnita? ¿Cu´les son los datos? ¿Cual es la condici´n? a o a o ¿Es la condici´n suficiente para determinar la inc´gnita? ¿Es insufi- o o ciente? ¿Redundante? ¿Contradictoria? Etapa II: Concepci´n de un plan. o ¿Se ha encontrado con un problema semejante? ¿Ha visto el mismo problema planteado en forma ligeramente diferente? ¿Conoce un problema relacionado con ´ste? ¿Conoce alg´n teorema e u que le pueda ser util? Mire atentamente la inc´gnita y trate de recordar ´ o un problema que le sea familiar y que tenga la misma inc´gnita o una o inc´gnita similar. o He aqu´ un problema relacionado con el suyo y que se ha resuelto ya. ı ¿Podr´ utilizarlo? ¿Podr´ emplear su resultado? ¿Podr´ utilizar su ıa ıa ıa m´todo? ¿Podr´ utilizarlo introduciendo alg´n elemento auxiliar? e ıa u ¿Podr´ enunciar el problema en otra forma? ¿Podr´ plantearlo en ıa ıa forma diferente nuevamente? Refi´rase a las definiciones. e Si no puede resolver el problema propuesto, trate de resolver primero alg´n problema similar. ¿Podr´ imaginarse un problema an´logo un u ıa a tanto m´s accesible? ¿Un problema m´s general? ¿Un problema m´s a a a particular? ¿Un problema an´logo? ¿Puede resolver una parte del pro- a blema? Considere s´lo una parte de la condici´n; descarte la otra parte; o o ¿en qu´ medida la inc´gnita queda ahora determinada? ¿en qu´ forma e o e puede variar? ¿Puede usted deducir alg´n elemento util de los datos? u ´ ¿Puede pensar en algunos otros datos apropiados para determinar la inc´gnita? ¿Puede cambiar la inc´gnita? ¿Puede cambiar la inc´gnita o o o o los datos, o ambos si es necesario, de tal forma que la nueva inc´gnita o y los nuevos datos est´n m´s cercanos entre s´ e a ı? ¿Ha empleado todos los datos? ¿Ha empleado toda la condici´n? ¿Ha o considerado usted todas las nociones esenciales concernientes al pro- blema?
  • 14. 10 Principios Generales Etapa III: Ejecuci´n del plan. o Al ejecutar el plan, compruebe cada uno de los pasos. ¿Puede ver claramente que el paso es correcto? ¿Puede demostrarlo? Etapa IV. Visi´n retrospectiva. o ¿Puede usted verificar el resultado? ¿Puede verificar el razonamiento? ¿Puede obtener el resultado en forma diferente? ¿Puede verlo de golpe? ¿Puede emplear el resultado o el m´todo en alg´n otro problema? e u La primera etapa es obviamente insoslayable: es imposible resolver un problema del cual no se comprende el enunciado. Sin embargo en nuestra pr´ctica como docentes hemos visto a muchos estudiantes lanzarse a efectuar a operaciones y aplicar f´rmulas sin reflexionar siquiera un instante sobre lo o que se les pide. Por ejemplo si en el problema aparece una funci´n comienzan o de inmediato a calcularle la derivada, independientemente de lo que diga el enunciado. Si el problema se plantea en un examen y luego, comentando los resultados, el profesor dice que el c´lculo de la derivada no se ped´ y m´s a ıa a a´n que el mismo era irrelevante para la soluci´n del problema, algunos le u o responder´n: ¿o sea que no nos va a dar ning´n punto por haber calculado a u la derivada? Este tipo de respuesta revela una incomprensi´n absoluta de o lo que es un problema y plantea una situaci´n muy dif´ al profesor, quien o ıcil tendr´ que luchar contra vicios de pensamiento arraigados, adquiridos tal a vez a lo largo de muchos a˜os. n La segunda etapa es la m´s sutil y delicada, ya que no solamente est´ re- a a lacionada con los conocimientos y la esfera de lo racional, sino tambi´n con e la imaginaci´n y la creatividad. Observemos que las preguntas que P´lya o o asocia a esta etapa est´n dirigidas a llevar el problema hacia un terreno co- a nocido. Con todo lo utiles que estas indicaciones son, sobre todo para el tipo ´ de problemas que suele presentarse en los cursos ordinarios, dejan planteada una interrogante: ¿qu´ hacer cuando no es posible relacionar el problema e con algo conocido? En este caso no hay recetas infalibles, hay que trabajar duro y confiar en nuestra propia creatividad e inspiraci´n. o La tercera etapa es de car´cter m´s t´cnico. Si el plan est´ bien concebi- a a e a do, su realizaci´n es factible y poseemos los conocimientos y el entrenamiento o necesarios, deber´ ser posible llevarlo a cabo sin contratiempos. Sin embar- ıa go por lo general en esta etapa se encontrar´n dificultades que nos obligar´n a a
  • 15. 1.4 El trabajo de Alan Schoenfeld 11 a regresar a la etapa anterior para realizar ajustes al plan o incluso para modificarlo por completo. Este proceso puede reperirse varias veces. La cuarta etapa es muchas veces omitida, incluso por solucionistas exper- tos. P´lya insiste mucho en su importancia, no solamente porque comprobar o los pasos realizados y verificar su correcci´n nos puede ahorrar muchas sor- o presas desagradables, sino porque la visi´n retrospectiva nos puede conducir o a nuevos resultados que generalicen, ampl´ o fortalezcan el que acabamos ıen de hallar. 1.4. El trabajo de Alan Schoenfeld Si bien la mayor´ de los matem´ticos reconocen en las estrategias heur´ ıa a ıs- ticas de P´lya los m´todos que ellos mismos utilizan habitualmente, no es o e tan f´cil para el que no tiene experiencia aplicarlas exitosamente. En otras a palabras, dichas estrategias son m´s descriptivas que prescriptivas. Alan a Schoenfeld (ver [34], [35], [36]) es uno de los que m´s han estudiado esta a problem´tica. En su an´lisis identifica los siguientes cuatro factores relevan- a a tes para la resoluci´n de problemas: o Recursos cognitivos. Son nuestros conocimientos matem´ticos ge- a nerales, tanto de conceptos y resultados como de procedimientos (al- goritmos). Heur´ ıstica. Es el conjunto de estrategias y t´cnicas para resolver e problemas que conocemos y estamos en capacidad de aplicar. Control o metacognici´n. Es la capacidad de utilizar lo que sabe- o mos para lograr un objetivo. Creencias. Se refiere a aquellas creencias y opiniones relacionadas con la resoluci´n de problemas y que pueden afectarla favorable o o desfavorablemente. La importancia del primer factor es obvia. Sin embargo se ha demostra- do (ver [9]) que no es suficiente poseer un amplio bagaje de conocimientos matem´ticos para ser un solucionista experto. Tambi´n es necesario dominar a e algunas t´cnicas y estrategias que nos ayuden a atacar el problema. En do- e minios restringidos y bien delimitados, en los cuales los problemas a resolver son m´s o menos rutinarios, se han desarrollado estrategias que pueden ser a
  • 16. 12 Principios Generales aplicadas con ´xito incluso por un computador, con resultados tan buenos o e mejores que los obtenidos por los expertos humanos (estos son los famosos sistemas expertos, producto de las investigaciones en inteligencia artificial y ciencia cognitiva). Sin embargo para resolver problemas no rutinarios en dominios ricos en contenido, como la matem´tica, se requiere algo m´s que a a conocimientos y estrategias. Ese factor adicional es lo que llamamos con- trol; act´a como una voz interior que nos dice qu´ ideas y estrategias (entre u e muchas alternativas posibles) nos conviene aplicar para el problema que te- nemos entre manos, o bien si debemos abandonar un camino que no parece arrojar resultados o por el contrario redoblar esfuerzos y perseverar en ´l. e Los solucionistas inexpertos tienen evidentes deficiencias en este aspecto: se apresuran a transitar el primer camino que se les ocurre y luego se mueven en c´ırculos, cayendo una y otra vez en el mismo error. El ultimo factor puede influir tambi´n de manera importante en el pro- ´ e ceso de resoluci´n de problemas. Algunas creencias comunes, sobre todo o entre estudiantes de ense˜anza media, son las siguientes: “todo problema n se resuelve mediante alguna f´rmula”, “lo importante es el resultado y no o el procedimiento”, “la respuesta del libro no puede estar equivocada”. Este tipo de creencias es un obst´culo para el desempe˜o de cualquier persona a n como solucionista. Schoenfeld elabor´ tambi´n una lista de las estrategias m´s utilizadas: o e a 1. An´lisis. a a) Dibuje un diagrama siempre que sea posible. b) Examine casos especiales. 1) Seleccione algunos valores especiales para ejemplificar el pro- blema e irse familiarizando con ´l. e 2) Examine casos l´ ımite para explorar el rango de posibilidades. 3) Si hay un par´metro entero, dele sucesivamente los valores a 1, 2, . . . , m y vea si emerge alg´n patr´n inductivo. u o c) Trate de simplificar el problema. 1) Explotando la existencia de simetr´ ıa. 2) Usando argumentos del tipo “sin p´rdida de generalidad”. e 2. Exploraci´n. o a) Considere problemas esencialmente equivalentes.
  • 17. 1.4 El trabajo de Alan Schoenfeld 13 1) Reemplazando condiciones por otras equivalentes. 2) Recombinando los elementos del problema de maneras dife- rentes. 3) Introduciendo elementos auxiliares. 4) Reformulando el problema: Mediante un cambio de perspectiva o notaci´n. o Mediante argumentos por contradicci´n o contraposici´n. o o Asumiendo que tenemos una soluci´n y determinando sus o propiedades. b) Considere un problema ligeramente modificado. 1) Escoja submetas (tratando de satisfacer parcialmente las con- diciones). 2) Relaje una condici´n y luego trate de reimponerla. o 3) Descomponga el dominio del problema y trabaje caso por caso. c) Considere problemas sustancialmente modificados. 1) Construya un problema an´logo con menos variables. a 2) Deje todas las variables fijas excepto una, para determinar su impacto. 3) Trate de aprovechar cualquier problema relacionado que ten- ga forma, datos o conclusiones similares. 3. Verificaci´n de la soluci´n. o o a) ¿Pasa su soluci´n estas pruebas espec´ o ıficas? 1) ¿Usa todos los datos pertinentes? 2) ¿Est´ de acuerdo con estimaciones o predicciones razonables? a 3) ¿Soporta pruebas de simetr´ an´lisis dimensional y escala? ıa, a b) ¿Pasa estas pruebas generales? 1) ¿Puede ser obtenida de manera diferente? 2) ¿Puede ser sustanciada por casos especiales? 3) ¿Puede ser reducida a resultados conocidos? 4) ¿Puede utilizarse para generar alg´n resultado conocido? u
  • 18. Cap´ ıtulo 2 Ejemplos sencillos “Resolver un problema es hacer un descubrimiento. Un gran problema significa un gran descubrimien- to, pero hay una part´ıcula de descubrimiento en la soluci´n de cualquier problema. El suyo puede ser o modesto, pero si pone a prueba la curiosidad que induce a poner en juego las facultades inventivas, y si lo resuelve por medios propios, puede experimen- tar la tensi´n y el encanto del descubrimiento y el o goce del triunfo.” George P´lya [31] o En este cap´ıtulo pondremos en pr´ctica los principios examinados en el a cap´ıtulo anterior. Para ello hemos seleccionado varios problemas sencillos y de f´cil soluci´n, de modo que nos podamos concentrar en el proceso de a o resoluci´n m´s que en el contenido de los mismos. o a 2.1. ´ Aritm´tica y Algebra e Algunos de los problemas m´s antiguos que se conocen son de tipo a aritm´tico. Es t´ e ıpico que se pida hallar una cantidad determinada por cier- tas condiciones, o bien efectuar un reparto cumpliendo ciertos requisitos. Los siguientes problemas pertenecen a esta categor´ ıa. Problema 2.1. Diofanto fue un notable matem´tico griego que desarroll´ su a o actividad en Alejandr´ en el siglo III A.C. y del cual se conservan muy pocos ıa
  • 19. e ´ 2.1 Aritm´tica y Algebra 15 datos biogr´ficos. Sin embargo se dice que su epitafio conten´ la siguiente a ıa inscripci´n: o Caminante: aqu´ yacen los restos de Diofanto. Y los n´me- ı u ros pueden mostrar cu´n larga fue su vida, cuya sexta parte a constituy´ su hermosa infancia. Hab´ transcurrido adem´s una o ıa a duod´cima parte cuando sus mejillas se cubrieron de vello. Lue- e go de una s´ptima parte se cas´, y transcurrido un quinquenio e o le hizo dichoso el nacimiento de su primog´nito, cuya existencia e dur´ tan s´lo la mitad de la de su padre. Luego de cuatro a˜os o o n buscando consuelo en la ciencia de los n´meros, descendi´ Dio- u o fanto a la sepultura. ¿Qu´ edad alcanz´ Diofanto? ¿A qu´ edad se cas´? ¿Cu´ntos a˜os vivi´ su e o e o a n o hijo? Soluci´n. Veamos si comprendemos bien el problema. ¿Cu´l es la inc´gnita? o a o El n´mero de a˜os que vivi´ Diofanto (las preguntas restantes se responden u n o f´cilmente conociendo la respuesta a la primera). ¿Cu´les son los datos? Una a a serie de informaciones sobre las etapas sucesivas de su vida, desde su infan- cia hasta su muerte. Ahora debemos concebir un plan. ¿Se ha encontrado con un problema semejante? Es de esperar que s´ ya que la mayor´ de los ı, ıa problemas resolubles por m´todos algebraicos elementales son semejantes. e El plan general consiste en escribir ecuaciones que reflejen las condiciones planteadas, resolver el sistema resultante y finalmente interpretar las solu- ciones obtenidas en el contexto original del problema. Llamemos x al n´mero u de a˜os vividos por Diofanto. Esta cantidad debe ser igual a la suma de las n duraciones de las etapas de su vida, a saber: su infancia (x/6), la duod´cima e parte transcurrida hasta que le sali´ barba (x/12), los a˜os transcurridos o n hasta que contrajo matrimonio (x/7), los a˜os transcurridos hasta que na- n ci´ su primog´nito (5), los a˜os que ´ste vivi´ (x/2) y los 4 a˜os que Diofanto o e n e o n le sobrevivi´. Por lo tanto escribimos: o x x x x x= + + +5+ +4 (2.1) 6 12 7 2 Agrupando t´rminos semejantes resulta: e 1 1 1 1 (1 − − − − )x = 5 + 4 6 12 7 2 y simplificando queda 3 x = 9. 28
  • 20. 16 Ejemplos sencillos Por lo tanto x = 28 × 9/3 = 84. Verifiquemos el resultado: 84 84 84 84 + + +5+ + 4 = 14 + 7 + 12 + 5 + 42 + 4 = 84 6 12 7 2 Diofanto se cas´ cuando contaba 84/6 + 84/12 + 84/7 = 33 a˜os, y su hijo o n vivi´ 84/2 = 42 a˜os. o n Los documentos matem´ticos m´s antiguos que se conservan son dos a a rollos de papiro egipcios que datan aproximadamente de la XII dinast´ ıa (2078 a 1788 A.C.). Uno de ellos, conocido como el papiro Rhind, consta de unos 85 problemas y ejemplos pr´cticos. El siguiente es uno de ellos: a Problema 2.2. Dividir cien panes entre cinco hombres, de modo que las porciones que reciban est´n en progresi´n aritm´tica y que la s´ptima parte e o e e de la suma de las tres mayores sea igual a la suma de las dos porciones menores. Soluci´n. Asegur´monos de comprender bien el problema. ¿Qu´ se nos pide? o e e Dividir cien panes entre cinco hombres, de modo que se cumplan ciertas con- diciones. ¿Cu´les son los datos? El n´mero total de panes (100), la cantidad a u de porciones (5) y las condiciones que debe cumplir el reparto. ¿Cu´les son a las inc´gnitas? Obviamente, la cantidad de panes que le corresponder´ a ca- o a da uno. ¿Comprendemos la condici´n? En primer lugar las porciones deben o estar en progresi´n aritm´tica; esto significa que si escribimos las porciones o e en orden creciente de magnitud, la diferencia de cada una de ellas con la siguiente es constante. En otras palabras, si llamamos x a la menor de las porciones y r a la diferencia com´n o raz´n de la progresi´n, entonces las u o o cinco porciones deber´n ser x, x + r, x + 2r, x + 3r y x + 4r. Utilizando esta a notaci´n podemos describir la ultima condici´n del problema mediante una o ´ o ecuaci´n: o (x + 2r) + (x + 3r) + (x + 4r) = x + (x + r) (2.2) 7 ¿Es la condici´n suficiente para determinar la inc´gnita? ¿Es insuficiente? o o Estas preguntas vienen muy bien en este momento, ya que nos hacen ob- servar que tenemos dos inc´gnitas x y r pero una sola ecuaci´n. En general o o (pero por supuesto hay excepciones) esto significa que el problema es inde- terminado, es decir que en vez de una unica soluci´n admite varias, tal vez ´ o hasta un n´mero infinito de ellas. Pero otra posibilidad a tener en cuenta u es que no tengamos suficientes ecuaciones sencillamente por haber pasado
  • 21. e ´ 2.1 Aritm´tica y Algebra 17 por alto alg´n dato o condici´n del problema. Recordemos las preguntas u o de P´lya: ¿Ha empleado todos los datos?, ¿Ha empleado toda la condici´n? o o Bueno, leyendo una vez m´s el enunciado del problema vemos que no hemos a utilizado el hecho de que los panes a dividir son cien. Este dato nos permite escribir otra ecuaci´n: o x + (x + r) + (x + 2r) + (x + 3r) + (x + 4r) = 100 (2.3) Bien, ya tenemos dos ecuaciones y dos inc´gnitas. El plan a seguir es simple: o resolver el sistema. Para ello simplificamos primero las ecuaciones 2.2 y 2.3 hasta obtener 11x − 2r = 0 (2.4) x + 2r = 20 (2.5) de donde resulta x = 5/3 y r = 55/6. Las cinco porciones ser´n entonces: a 5/3 = 1 2 , 5/3 + 55/6 = 65/6 = 10 5 , 65/6 + 55/6 = 20, 20 + 55/6 = 175/6 = 3 6 29 1 y finalmente 175/6 + 55/6 = 115/3 = 38 1 . 6 3 Visi´n retrospectiva: ¿Puede usted verificar el resultado? Esto es f´cil: 5/3 + o a 65/6 + 20 + 175/6 + 115/3 = 100 y 65/6 − 5/3 = 20 − 65/6 = 175/6 − 20 = 115/3 − 175/6 = 55/6. ¿Puede obtener el resultado en forma diferente? Bueno, si se tiene cierta experiencia resolviendo problemas con progresiones aritm´ticas se observa que muchas veces resulta m´s c´modo representar la e a o progresi´n de manera sim´trica, alrededor de un t´rmino central. En nuestro o e e caso, si llamamos z al t´rmino central y r a la raz´n, los cinco t´rminos ser´n e o e a z − 2r, z − r, z, z + r y z + 2r. Ahora la condici´n de que las partes suman o cien se escribe as´ı: (z − 2r + +(z − r) + z + (z + r) + (z + 2r) = 100 que se reduce a 5z = 100 y por tanto z = 20. La otra condici´n es o 20 + (20 + r) + (20 + 2r) = (20 − 2r) + (20 − r) 7 que luego de simplificar nos da 60 + 3r = 7(40 − 3r), de donde podemos despejar r = (280 − 60)/24 = 55/6. Obtenemos por supuesto la misma soluci´n que antes, pero el procedimiento luce m´s limpio y elegante: en lugar o a de resolver un sistema de dos ecuaciones con dos inc´gnitas s´lo tenemos que o o resolver un par de ecuaciones de primer grado. Esto se debe a que la simetr´ıa hace que se cancelen los t´rminos con r en la primera ecuaci´n. e o
  • 22. 18 Ejemplos sencillos Problema 2.3. Tres recipientes contienen agua. Si se vierte 1/3 del conte- nido del primer recipiente en el segundo, y a continuaci´n 1/4 del contenido o del segundo en el tercero, y por ultimo 1/10 del contenido del tercero en el ´ primero, entonces cada recipiente queda con 9 litros de agua. ¿Qu´ cantidad e de agua hab´ originalmente en cada recipiente? ıa Soluci´n. Este problema puede tratarse en principio con el mismo m´todo o e que los anteiores: si llamamos x, y, z a los contenidos iniciales de los recipien- tes es posible escribir unas ecuaciones que reflejen las condiciones del pro- blema. Por ejemplo, despu´s de la primera operaci´n el contenido del primer e o recipiente ser´ (2/3)x y el del segundo y + x/3. Luego de la segunda opera- a ci´n el contenido del segundo recipiente ser´ (3/4)(y + x/3) = x/4 + (3/4)y o a y el del tercero z + (1/4)(y + x/3) = x/12 + y/4 + z. Luego de la tercera operaci´n el contenido del tercer recipiente ser´ (9/10)(x/12 + y/4 + z) y el o a del primero (2/3)x + (1/10)(x/12 + y/4 + z). Igualando ahora el contenido final de cada recipiente con 9 obtenemos un sistema de tres ecuaciones con tres inc´gnitas, cuya soluci´n es la respuesta buscada. Los detalles se los o o dejamos al lector como ejercicio. Visi´n retrospectiva: No cabe duda de que el m´todo anterior, aunque in- o e falible, es bastante aburrido y proclive a errores num´ricos. ¿No habr´ otra e a forma de proceder m´s apropiada para este tipo de problema? S´ la hay, a ı y consiste en sustituir el an´lisis hacia adelante que realizamos, partiendo a de la configuraci´n inicial y estudiando la evoluci´n del contenido de los o o recipientes con cada operaci´n, por un an´lisis retrospectivo. Este tipo de o a an´lisis consiste en partir de la configuraci´n final y estudiar c´mo se lleg´ a a o o o ella. En nuestro caso los tres recipientes finalizan con 9 litros, y la ultima ´ operaci´n consisti´ en trasvasar 1/10 del contenido del tercer recipiente al o o primero. Pero si el tercer recipiente, luego de perder la d´cima parte de su e contenido, qued´ con 9 litros, es obvio que deb´ contener diez litros. Y el o ıa primero, como qued´ con 9 luego de ganar un litro, antes conten´ 8 litros. o ıa En otras palabras, despu´s de la segunda operaci´n y antes de la tercera el e o contenido de los recipientes era 8, 9 y 10 litros, en ese orden. Del mismo mo- do se ve que antes de la segunda operaci´n el segundo recipiente conten´ 12 o ıa litros, para poder quedar en 9 al perder la cuarta parte de su contenido. Y el tercero, por consiguiente, ten´ 7 litros. Los contenidos antes de la segunda ıa operaci´n eran entonces 8, 12 y 7. Razonando de igual forma llegamos a que o inicialmente los recipientes conten´ 12, 8 y 10 litros de agua. Este an´lisis ıan a retrospectivo se resume en la siguiente tabla:
  • 23. 2.2 Combinatoria 19 1◦ 2◦ 3◦ 9 9 9 8 9 10 8 12 7 12 8 10 2.2. Combinatoria Hay una clase importante de problemas en los cuales tenemos que contar o enumerar configuraciones resultantes de combinar, de alguna manera, un n´mero finito de elementos. La rama de la matem´tica que se ocupa de esto u a se conoce como combinatoria. Los siguientes son algunos ejemplos sencillos. Problema 2.4. Un cubo s´lido de madera de lado 20 cm se pinta de rojo. o Luego con una sierra se hacen cortes paralelos a las caras, de cent´ ımetro en ımetro, hasta obtener 203 = 8000 cubitos de lado 1 cm. ¿Cu´ntos de cent´ a esos cubitos tendr´n al menos una cara pintada de rojo? a Soluci´n. El problema es de f´cil comprensi´n. El primer plan que se nos o a o ocurre es sencillamente contar los cubitos pintados. Por ejemplo: en cada cara del cubo hay 202 = 400 cubitos pintados, por lo tanto en total ser´n a . . . ¿400×6? No, porque estar´ıamos contando m´s de una vez los cubitos que a est´n en los v´rtices y aristas del cubo. Pero al menos esto nos da una pista a e para mejorar el plan (y una cota superior: el n´mero de cubitos pintados u debe ser menor que 2400). Contemos entonces por separado los diferentes tipos de cubitos pintados: Los correspondientes a los v´rtices del cubo, que tienen tres caras e pintadas y son ocho en total. Los correspondientes a las aristas del cubo, exclu´ ıdos los v´rtices (tie- e nen exactamente dos caras pintadas). Cada arista tiene contacto con 20 cubitos, pero dos de ellos son v´rtices (que ya contamos aparte) por e lo cual nos quedan 18. Como el cubo tiene 12 aristas, el n´mero total u es 18 × 12 = 216. Los cubitos con exactamente una cara pintada. En cada cara del cubo, las caras pintadas de estos cubitos forman un cuadrado de 18 × 18, por lo tanto en total ser´n 18 × 18 × 6 = 1944. a
  • 24. 20 Ejemplos sencillos Por consiguiente la respuesta es 8 + 216 + 1944 = 2168. Visi´n retrospectiva: ¿Podemos obtener el resultado en forma diferente? Una o primera alternativa es partir de nuestro primer resultado err´neo, 2400, y o efectuar las correcciones necesarias. Como los cubos de los v´rtices se con- e taron tres veces cada uno, restemos 8 × 2 = 16. Y como los de las aristas se contaron dos veces, restemos 216. El resultado ser´ 2400 − 16 − 216 = 2168. a Otra idea (posiblemente la m´s elegante) se obtiene invirtiendo el proble- a ma. Contemos los cubitos que no tienen ninguna cara pintada. Es claro que estos cubitos forman un cubo interior al primero, de lado 18. Por lo tanto son 183 = 5832. Los que tiene al menos una cara pintada se pueden obtener ahora restando esta ultima cantidad del total de cubitos, a saber ´ 203 − 183 = 8000 − 5832 = 2168. Problema 2.5. En cada una de las 64 casillas de un tablero de ajedrez hay un grano de az´car. Una hormiga comienza en un v´rtice del tablero, come u e el az´car, y se traslada a una casilla adyacente, desplaz´ndose en direcci´n u a o horizontal o vertical (pero nunca en diagonal). Contin´a de este modo hasta u acabar con todo el az´car, y sin pasar dos veces por una misma casilla. ¿Es u posible que su trayecto finalice en el v´rtice diagonalmente opuesto al inicial? e Soluci´n. Este problema es de naturaleza diferente a los anteriores. No se o nos pide calcular nada, por lo cual muchos pensar´n que no es un verdadero a problema de matem´tica. Sin embargo, si hacemos abstracci´n de la hormiga a o y el az´car (que obviamente se han incluido para hacer m´s atractivo el u a enunciado) vemos que el problema trata de la existencia de trayectorias con ciertas caracter´ısticas geom´tricas. e Por alguna raz´n, la mayor´ de las personas a quienes les he planteado o ıa este problema contestan de inmediato que s´ Cuando les pido que dibujen ı. en la pizarra la trayectoria, demuestran que no han comprendido cabalmente el enunciado: trazan l´ ıneas diagonales, pasan m´s de una vez por la misma a casilla o simplemente finalizan en un v´rtice que no es el opuesto al inicial, e y a´n as´ creen haber solucionado el problema. Cuando por fin comprenden u ı las condiciones, luego de dos o tres intentos fallidos cambian s´bitamen- u te de posici´n y contestan que es imposible. Ahora bien, es claro que una o respuesta afirmativa queda suficientemente justificada con s´lo exhibir una o trayectoria que cumpla las condiciones pedidas. ¿Pero c´mo podemos jus- o tificar una respuesta negativa? Es muy importante comprender la enorme diferencia que existe entre las afirmaciones “no puedo hallar ninguna solu- ci´n” y “no existe ninguna soluci´n”. Para poder afirmar esto ultimo hay o o ´
  • 25. 2.3 Geometr´ ıa 21 b´sicamente dos maneras de proceder. Una de ellas consiste en dibujar todas a las trayectorias posibles que parten de un v´rtice y recorren todo el tablero, e desplaz´ndose en direcci´n horizontal o vertical y sin pasar dos veces por a o ninguna casilla. Una vez hecho esto podemos examinar las trayectorias y verificar que ninguna finaliza en el v´rtice opuesto al inicial. Un inconve- e niente de este procedimiento es que resulta muy lento y engorroso para un ser humano, aunque ser´ factible realizarlo con ayuda del computador. Otro ıa inconveniente es que si se nos ocurre generalizar el problema para tableros m´s grandes r´pidamente el problema se vuelve inmanejable, incluso para a a el computador. M´s a´n, si queremos una respuesta general, para tableros a u de n × n, este procedimiento resulta completamente in´til. u La segunda manera de proceder es demostrar que no existe trayectoria alguna que cumpla las condiciones exigidas. Para esto resulta util el hecho ´ de que las casillas de un tablero de ajedrez est´n pintadas de dos colores, a digamos blanco y negro, en forma alternada. La observaci´n clave es que o cada movimiento unitario en direcci´n horizontal o vertical nos lleva de una o casilla a otra de diferente color. Ahora bien, como el tablero tiene 8 × 8 = 64 casillas, comenzando en cualquiera de ellas se requieren 63 movimientos para recorrerlas todas. Pero es claro que despu´s de 1, 3, 5 o cualquier n´mero e u impar de movimientos estaremos en una casilla de color diferente a la inicial. Esto demuestra que la respuesta al problema que nos ocupa es negativa, ya que un v´rtice y el opuesto son del mismo color. e Visi´n retrospectiva: Una generalizaci´n obvia de este problema consiste en o o considerar tableros de n × n, para cualquier entero positivo n. Es claro que si n es par entonces la respuesta es negativa, por el mismo argumento usado para el caso 8 × 8. En cambio si n es impar el argumento no se aplica. De hecho es f´cil ver que la respuesta es afirmativa. Otras generalizaciones que a se resuelven con el mismo m´todo: especificar dos casillas cualesquiera como e inicio y fin de la trayectoria; cambiar el tipo de movimiento b´sico, usando a por ejemplo saltos de caballo; plantear el problema en tres dimensiones, por ejemplo en un cubo. El lector interesado en estos temas puede consultar [29]. 2.3. Geometr´ ıa La otra clase importante de problemas que encontramos en la matem´ti- a ca elemental son los de geometr´ El lector interesado en este tema puede ıa.
  • 26. 22 Ejemplos sencillos consultar [12]. Hay una gran variedad de problemas geom´tricos: problemas de construc- e ci´n, de c´lculo, de demostraci´n, etc. El siguiente es un ejemplo sencillo. o a o Problema 2.6. Los lados del tri´ngulo ABC miden AB = 26cm, BC = a 17cm y CA = 19cm. Las bisectrices de los ´ngulos de v´rtices B y C se a e cortan en el punto I. Por I se traza una paralela a BC que corta a los lados AB y BC en los puntos M y N respectivamente. Calcule el per´ ımetro del tri´ngulo AM N . a Soluci´n. La primera de las estrategias que Schoenfeld coloca en su lista o es hacer un diagrama, toda vez que sea posible. Si bien esta recomendaci´n o se aplica a todo tipo de problemas, es casi insoslayable si el problema es de car´cter geom´trico. Muchas veces el enunciado de estos problemas va a e acompa˜ado de un dibujo, pero otras veces (como en este caso) no es as´ n ı, y hacerlo es la primera tarea que debemos realizar. Tal vez usted haya o´ ıdo frases tales como “un dibujo no constituye demostraci´n”, “razonar en base o a un dibujo puede conducir a errores”, etc. Todo eso es cierto, sin embargo un dibujo nos ayuda en primer lugar a comprender el problema. Adem´s a estimular´ nuestra imaginaci´n y es posibleque nos sugiera alg´n plan para a o u hallar la soluci´n. Si tiene a mano instrumentos geom´tricos uselos; sin em- o e ´ bargo incluso un bosquejo aproximado suele ser de mucha ayuda (¡H´galo a antes de seguir leyendo!). Hay muchas maneras de resolver este problema. El que tenga afici´n a los o c´lculos complicados podr´ por ejemplo comenzar por hallar el ´rea del a ıa a tri´ngulo ABC (usando la f´rmula de Heron). Dividiendo el ´rea entre el a o a semiper´ımetro se obtiene el radio de la circunferencia inscripta, es decir la distancia de I a los lados del tri´ngulo ABC. Con estos datos es posible a
  • 27. 2.3 Geometr´ ıa 23 calcular, por proporcionalidad, las longitudes de AM , M N y AN . Sin em- bargo esto es bastante engorroso. ¿No habr´ una manera m´s sencilla? Si a a miramos el dibujo detenidamente, buscando alguna relaci´n interesante, ob- o servaremos (sobre todo si el dibujo est´ bien hecho) que los tri´ngulos BM I a a y CN I parecen is´sceles. Si esto fuese cierto la soluci´n ser´ inmediata, ya o o ıa que de las igualdades M I = M B y IN = N C se obtiene: AM + M N + AN = AM + M I + IN + AN = AM + M B + AN + N C = AB + AC = 26 + 19 = 45. Ahora bien, ¿podremos probar que los tri´ngulos BM I y CN I son is´sce- a o les? Para probar por ejemplo que BM I es is´sceles es suficiente probar que o los ´ngulos ∠M BI y ∠M IB son iguales. Pero sabemos que M N es paralela a a BC, por lo tanto ∠M IB = ∠IBC ya que son ´ngulos alternos internos. a Pero BI es la bisectriz de ∠ABC, por lo tanto ∠M BI = ∠IBC y hemos completado la demostraci´n (por supuesto que para el tri´ngulo CN I se o a razona de modo an´logo). a Visi´n retrospectiva: Si revisamos los datos del problema vemos que hay o uno de ellos que no fue utilizado: la longitud del lado BC. En realidad para cualquier tri´ngulo con AB = 26 cm y CA = 19 la soluci´n ser´ la misma, a o ıa 26 + 19 = 45. ¿Y si variamos AB y CA? Bueno, es f´cil ver que la respuesta a ser´ siempre AB + CA. En otras palabras, los valores 26 y 19 no juegan a ning´n papel especial, y mucho menos BC = 17. Estos datos en vez de ayu- u dar a resolver el problema m´s bien estorban, dirigiendo nuestra atenci´n a o hacia detalles sin importancia. Son elementos distractores , que aumentan la dificultad del problema suministrando m´s informaci´n que la estrictamente a o necesaria para resolverlo. Para aclarar mejor este punto supongamos que el enunciado del problema hubiese sido: En un tri´ngulo ABC las bisectrices de los ´ngulos de v´rtices B a a e y C se cortan en el punto I. Por I se traza una paralela a BC que corta a los lados AB y BC en los puntos M y N respectivamente. Calcule el per´ımetro del tri´ngulo AM N en funci´n de los lados a o AB y AC. Este problema, a pesar de ser m´s general, es probablemente m´s f´cil de a a a resolver ya que nuestra atenci´n se enfocar´ directamente hacia los lados o a AB y AC. Este es el sentido de la recomendaci´n de P´lya: “eonsidere un o o problema m´s general”, la cual parece parad´jica ya que un problema m´s a o a
  • 28. 24 Ejemplos sencillos general deber´ ser por l´gica m´s dif´ Sin embargo una abstracci´n ade- ıa o a ıcil. o cuada, al eliminar la hojarasca innecesaria, puede permitirnos ver el camino con m´s claridad. Ahora bien, ¿es posible detectar y evitar el efecto de es- a tos elementos distractores? Es bastante dif´ıcil, ya que a priori no podemos saber cu´les datos son esenciales y cu´les superfluos para resolver un pro- a a blema. Sin embargo es razonable desconfiar de los datos que parecen muy particulares para la naturaleza del problema. Pero hay que tener cuidado, ya que hay propiedades que s´ dependen de valores muy particulares de los ı datos (esto es muy com´n en problemas de aritm´tica, por ejemplo). u e Muchos problemas no se pueden clasificar de manera clara dentro de una rama de la matem´tica, sino que se encuentran en la frontera entre dos o a m´s de ellas. El siguiente, por ejemplo, pertenece tanto a la geometr´ como a ıa a la combinatoria. Problema 2.7. ¿En cu´ntas regiones queda dividido el plano por 6 rectas a en posici´n gen´rica (es decir tales que no haya dos de ellas paralelas ni tres o e concurrentes en un punto)? Soluci´n. Evidentemente una recta divide el plano en dos regiones, y dos o rectas no paralelas lo dividen en cuatro. Pero ya para tres rectas el problema comienza a complicarse. Si trazamos unos cuantos diagramas veremos que la tercera recta atraviesa siempre a tres de las cuatro regiones determinadas por las dos primeras, pero no a la cuarta, y por lo tanto la respuesta para tres rectas parece ser siete. ¿Pero podemos estar seguros de esto? ¿Y qu´ pa- e sar´ cuando tracemos la cuarta, la quinta y la sexta recta? Lamentablemente a los dibujos se complican demasiado, algunas rectas se cortan fuera de la ho- ja y no es f´cil contar las regiones sin equivocarnos. Adem´s pareciera que a a la respuesta depende de como dibujemos las rectas. Volvamos entonces al principio. ¿Podr´ imaginarse un problema an´logo un tanto m´s accesible? ıa a a Bueno, en vez de disminu´ el n´mero de rectas podemos disminu´ la di- ır u ır mensi´n, es decir considerar en cu´ntas regiones queda dividida una recta o a por cierto n´mero de puntos. Este problema s´ es f´cil, n puntos dividen a u ı a la recta en n + 1 regiones (a saber n − 1 segmentos y 2 semirrectas). ¿Y no podemos aprovechar este resultado para el problema en el plano? Veamos, si ya hemos trazado n − 1 rectas entonces al trazar la n-sima ´sta cortar´ a e a las anteriores en n − 1 puntos diferentes (por la hi´tesis de genericidad). Por o lo tanto la n-sima recta quedar´ dividida en n partes por esos puntos de a intersecci´n. Pero es claro que cada una de esas partes estar´ contenida por o a
  • 29. 2.3 Geometr´ ıa 25 completo en una regi´n de las determinadas por las primeras n − 1 rectas, o regi´n que quedar´ dividida en dos por la n-sima recta. Por lo tanto hemos o a descubierto que al trazar la n-sima recta el n´mero de regiones aumenta en u n unidades. Apliquemos ahora este resultado desde el comienzo y de mane- ra sucesiva. Inicialmente hay una sola regi´n: el plano. Al trazar la primera o recta el n´mero de regiones aumenta en una unidad, y tendremos 1 + 1 = 2 u regiones. Al trazar la segunda recta el n´mero de regiones aumenta en dos u unidades, y tendremos 2 + 2 = 4 regiones. Al trazar la tercera recta el n´me- u ro de regiones aumenta en tres unidades, y tendremos 4 + 3 = 7 regiones. Hasta aqu´ los resultados concuerdan con lo que ya sab´ ı ıamos. Ahora resulta f´cil continuar: para cuatro rectas son 7 + 4 = 11 regiones, para cinco rectas a son 11 + 5 = 16 regiones, para seis rectas son 16 + 6 = 22 regiones. Visi´n retrospectiva: Resulta natural preguntarse cu´l ser´ el n´mero de re- o a a u giones en que queda dividido el plano por un n´mero n cualquiera de rectas u en posici´n gen´rica. Recordando que la suma de los enteros desde 1 hasta o e n es n(n + 1)/2 es f´cil obtener a 1 + 1 + 2 + 3 + · · · + n = 1 + n(n + 1)/2 = (n2 + n + 2)/2 Hay otras generalizaciones y problemas similares a los cuales se puede aplicar el mismo m´todo. e
  • 30. Cap´ ıtulo 3 Algunas Estrategias B´sicas a En este cap´ıtulo se enuncian algunas estrategias b´sicas y se ilustra su a aplicaci´n a la soluci´n de varios problemas, muchos de ellos tomados de o o competencias matem´ticas internacionales. a 3.1. Figuras y diagramas El proverbio una figura vale m´s que mil palabras tiene plena validez en a la resoluci´n de problemas matem´ticos. Por eso nuestra primera estrategia o a es: Estrategia 1. Dibuje una figura o un diagrama siempre que sea posible. La importancia de este principio es obvia cuando se trata de resolver un problema de geometr´ Pero hay muchos problemas que, sin ser de geome- ıa. tr´ admiten una interpretaci´n geom´trica, lo cual ampl´ mucho el verda- ıa, o e ıa dero alcance de esta estrategia. Los siguientes ejemplos ilustran lo dicho. Problema 3.1.1 (Olimpiada Bolivariana 2000). Sean a1 , A1 , a2 , A2 , a3 , A3 n´meros reales positivos tales que ai + Ai = k, u donde k es una constante dada. a) Demostrar que a1 A2 + a2 A3 + a3 A1 < k 2 .
  • 31. 3.1 Figuras y diagramas 27 b) Sean a1 , A1 , a2 , A2 , a3 , A3 , a4 , A4 reales positivos tales que ai + Ai = k, donde k es una constante dada. Si ai ≥ Ai , demostrar que a1 A2 + a2 A3 + a3 A4 + a4 A1 ≤ k 2 , y determinar cu´ndo se tiene la igualdad. a Soluci´n. Cada igualdad ai + Ai = k puede representarse mediante un seg- o mento de longitud k dividido en dos partes de longitudes ai y Ai . Con estos tres segmentos podemos construir un tri´ngulo equil´tero como se muestra a a en la figura: T .. .. .. .. .. . . ... .. ... .. .. .. .. .. . .. .. .. A3 .. . .. .. .. a2 .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. ...... ...... ... . . .. S .. ......... ....... . . . . .. ... .. . . . .. .. ... ...... ...... . . . . . .......... ............ . ... . ... U . ... . ... . .. . .. .. .. . . . . . . .. .. .. .. .. ... .. ... . . . .. .. .. . .. .. . .. .. .. . .. .. .. .. . . .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. . .. .. .. .. . . . . . . .. ..A2 .. .. a3 .. .. .. .. . .. .. .. .. . . . . . . . .. .. .. .. .. .. .. . . . .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. . . . . .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . . . .. .. .. .. . .. . . .. .. .. A1 .. . .. .. ............................................................................................... .. . . ............................................................................................... .. a1 .. .. .. P Q R El producto a1 A2 est´ relacionado con el ´rea del tri´ngulo QRS, que a a a denotaremos |QRS|. De hecho como ∠QRS √ 60◦ se tiene que |QRS| = √ = √ a1 A2 3/4. Del mismo modo |ST U | = a2 A3 3/4 y |U P Q| = a3 A1 3/4, √ mientras que |P RT | = k 2 3/4. Observando la figura es obvio que |QRS| + |ST U | + |U P Q| < |P RT |, √ y multiplicando por 4/ 3 resulta la desigualdad de la parte (a). La parte (b) es tal vez m´s f´cil: basta dibujar un cuadrado de lado k a a y dentro del mismo cuatro rect´ngulos correspondientes a los productos del a miembro izquierdo de la desigualdad. Problema 3.1.2 (Olimpiada Bolivariana 2000). Sea n un entero positivo par. Halle todas las ternas de n´meros reales (x, y, z) u tales que xn y + y n z + z n x = xy n + yz n + zxn .
  • 32. 28 Algunas Estrategias B´sicas a Soluci´n. A primera vista parece dif´ dibujar una figura que corresponda a o ıcil este problema. Sin embargo si escribimos la condici´n en la forma equivalente o xn (y − z) + y n z = xy n + z n (y − x) y restamos y n+1 a ambos miembros resulta xn (y − z) + y n (z − y) = (x − y)y n + z n (y − x) o bien (y n − xn )(z − y) = (z n − y n )(y − x). (3.1) De aqu´ es claro que si dos de las tres cantidades x, y, z son iguales la ı tercera tambi´n debe serlo, por lo tanto todas las ternas (x, x, x) cumplen e la condici´n. Para las ternas con las tres componentes distintas, luego de o dividir ambos miembros de (3.1) entre (z − y)(y − x) resulta xn − y n yn − zn = . (3.2) x−y y−z Esta ecuaci´n se puede interpretar como una igualdad entre la pendiente de o la recta que pasa por los puntos (x, xn ), (y, y n ) y la pendiente de la recta que pasa por los puntos (y, y n ),(z, z n ), es decir que la condici´n equivale a o que los tres puntos (x, xn ), (y, y n ), (z, z n ) est´n alineados. Pero como n es e par la funci´n f (x) = xn es convexa (su gr´fica es una par´bola para n = 2 o a a y una curva parecida pero m´s achatada cerca del origen para n = 4, 6, . . .) a por lo cual no puede tener tres puntos diferentes alineados. 3.2. Examen de casos especiales El enunciado de muchos problemas es intimidante por la generalidad de lo que plantean y exigen. Un ejemplo t´ ıpico son los problemas que piden Hallar todos los enteros positivos tales que. . . En estos casos y a falta de una idea brillante que solucione el problema de inmediato, es recomendable examinar casos especiales. Esto sin duda nos ayudar´ a comprender mejor a el problema y muchas veces nos permitir´ vislumbrar cu´l podr´ ser la a a ıa soluci´n. o Estrategia 2. Examine casos especiales. En particular si su proble- ma depende de un par´metro entero n examine lo que sucede para a los primeros valores de n y trate de ver si emerge alg´n patr´n u o caracter´ ıstico, entonces formule una conjetura y trate de probarla.
  • 33. 3.2 Examen de casos especiales 29 El siguiente problema es un buen ejemplo para aplicar esta estrategia. Problema 3.2.1 (Olimpiada de Centro Am´rica y el Caribe 2001). e Al escribir un entero n ≥ 1 como potencia de 2 o como suma de potencias de 2, donde cada potencia aparece a lo m´s dos veces en la suma, se tiene a una representaci´n buena de n. ¿Qu´ enteros positivos admiten un n´mero o e u par de representaciones buenas? Soluci´n. Sea b(n) el n´mero de representaciones buenas (r.b.) del entero o u n. Es f´cil ver que b(1) = 1, b(2) = 2, b(3) = 1, b(4) = 3, b(5) = 2, b(6) = 3, a b(7) = 1, b(8) = 4, b(9) = 3, b(10) = 5, b(11) = 2. El patr´n aparente es o que b(n) es par si y s´lo si n es de la forma 3k + 2. El paso siguiente es o probar esta conjetura por inducci´n. Ya sabemos que se cumple para los o enteros del 1 al 11. Supongamos que es cierto para los enteros menores que 3k y tratemos de probarlo para 3k, 3k + 1 y 3k + 2. Para esto ser´ bueno ıa disponer de una relaci´n de recurrencia que vincule cada valor de b(n) con o los valores anteriores. Es claro que las r.b. de 2n + 1 deben incluir exactamente un 1, y si cada uno de los sumandos restantes se divide entre 2 resulta una r.b. de n. Por lo tanto b(2n + 1) = b(n). Las r.b. de 2n deben incluir dos unos o ninguno. Estas ultimas son tantas como las r.b. de n, mientras que las primeras son ´ tantas como las r.b. de n − 1, es decir que b(2n) = b(n) + b(n − 1). Armados con estas dos relaciones de recurrencia consideremos ahora dos casos, seg´n u que k sea par o impar. Si k = 2r entonces b(3k) = b(6r) = b(3r) + b(3r − 1), que es la suma de un impar y un par por la hip´tesis inductiva, por lo tanto es impar. Por o su parte b(3k + 1) = b(6r + 1) = b(3r) es impar, y b(3k + 2) = b(6r + 2) = b(3r) + b(3r + 1) es par por ser suma de dos impares. Si k = 2r + 1 entonces b(3k) = b(6r + 3) = b(3r + 1) es impar, b(3k + 1) = b(6r + 4) = b(3r + 1) + b(3r + 2) es impar, y b(3k + 2) = b(6r + 5) = b(3r + 2) es par. Problema 3.2.2 (Olimpiada Bolivariana 2000). Encontrar el n´mero de formas de escribir enteros no negativos en cada u casilla de un tablero de n × n, de modo que la suma de los n´meros en cada u fila y cada columna sea igual a 3 y en cada fila y en cada columna s´lo haya o uno o dos n´meros diferentes de cero. u
  • 34. 30 Algunas Estrategias B´sicas a Soluci´n. Es f´cil ver que para n = 1 hay una una sola forma (3) y para o a n = 2 hay cuatro formas, a saber: 3 0 0 3 1 2 2 1 0 3 3 0 2 1 1 2 Para n = 3 hay 6 formas usando tres 3, 18 formas usando un 3, un 2 y un 1 y 12 formas usando tres 2 y tres 1, para un total de 36. Esto nos lleva a conjeturar que para n cualquiera el n´mero de formas es (n!)2 . Lo u bueno de esta conjetura es que sugiere su propia demostraci´n: como el o n´mero de permutaciones de los n´meros del 1 al n es n!,si logramos mostrar u u que cualquier forma de llenar el tablero proviene de la elecci´n, de manera o independiente, de dos de estas permutaciones, no habr´ m´s nada que hacer. a a Pues bien, sean ai y bi (i = 1 . . . n) dos permutaciones de los n´meros del 1 u al n y coloquemos en la fila i del tablero un 1 en la columna ai y un 2 en la bi si ai = bi , o un 3 en la columna ai si ai = bi , rellenando el resto de la fila con ceros. Es f´cil ver que la matriz obtenida cumple la condici´n del a o problema, y que as´ pueden obtenerse todas las formas v´lidas de llenar el ı a tablero. 3.3. Transformaciones e Invariantes Muchos problemas est´n relacionados con sistemas cuyo estado se puede a cambiar aplicando ciertas transformaciones. Los juegos pertenecen a esta categor´ as´ como muchos otros problemas en los cuales ee aplican en forma ıa, ı reiterada transformaciones geom´tricas o algebraicas. e Un invariante I es una funci´n que a cada estado E del sistema le asocia o un valor I(E) de tal manera que, si de un estado E1 se puede pasar a otro estado E2 mediante una transformaci´n v´lida, entonces I(E1 ) = I(E2 ). o a Enunciemos ahora nuestra siguiente estrategia: Estrategia 3. Si en su problema hay un sistema que cambia de estado al aplicarle ciertas transformaciones, trate de hallar un invariante. Los invariantes son muy utiles para probar la imposibilidad de pasar de ´ un estado a otro: si un invariante toma valores diferentes en dos estados, en- tonces es imposible pasar de uno al otro mediante transformaciones v´lidas. a Comencemos por un ejemplo sencillo:
  • 35. 3.3 Transformaciones e Invariantes 31 Problema 3.3.1. Suponga que en una pizarra se escriben los n´meros natu- u rales desde el 1 hasta 2n, siendo n un n´mero natural impar. A continuaci´n u o se escogen dos de esos n´meros a y b, se borran y se escribe |a − b|. Se con- u tin´a de este modo hasta que quede un s´lo n´mero k en la pizarra. Probar u o u que k es impar. Soluci´n. Busquemos un invariante. La suma de todos los n´meros en la o u pizarra no sirve, ya que disminuye en cada operaci´n. ¿Pero en cu´nto dis- o a minuye? En a + b − |a − b|, que es igual al doble del menor de los n´meros a u y b. Es decir que la disminuci´n es siempre par. Por lo tanto la paridad de la o suma se mantiene durante todo el proceso, y es el invariante que busc´ba- a mos. El valor inicial de la suma es 1 + 2 + · · · + 2b = n(2n + 1), que es impar. Por lo tanto el valor final tambi´n ser´ impar. e a Problema 3.3.2. Considere la matriz de 100 × 100 1 2 3 . . . 99 100 2 3 4 . . . 100 1 3 4 5 ... 1 2 . . . . . . . . . . . . .... . . 99 100 1 . . . 97 98 100 1 2 . . . 98 99 en la cual se permite sumar o restar un mismo n´mero a todos los ele- u mentos de una fila o de una columna. Aplicando operaciones de este tipo, ¿ser´ posible obtener una matriz con todos los elementos iguales? a Soluci´n. Denotemos por c(i, j) el elemento de la matriz que est´ en la fila o a i y en la columna j. Entonces I = c(1, 1) − c(1, 100) − c(100, 1) + c(100, 100) es un invariante. En la posici´n inicial I = 1 − 100 − 100 + 99 = −100, pero o en cualquier matriz con todos los elementos iguales I ser´ 0, por lo tanto ıa la respuesta es negativa. Problema 3.3.3. A un tablero de ajedrez se le recortan dos casillas ubi- cadas en v´rtices diagonalmente opuestos. Se tienen adem´s 31 rect´ngulos e a a de cart´n, cada uno de los cuales puede cubrir exactamente dos casillas del o tablero. ¿Es posible cubrir completamente el tablero con los rect´ngulos? a Soluci´n. Ya hemos visto un problema parecido a ´ste: el Problema 2.5, en el o e cual una hormiguita recorr´ un tablero de ajedrez. Es natural entonces que ıa
  • 36. 32 Algunas Estrategias B´sicas a se nos ocurra tomar en cuenta los colores de las casillas, y observamos que cada rect´ngulo cubre una casilla blanca y una negra. Si vamos cubriendo a el tablero con rect´ngulos, en cada momento habr´ tantas casillas cubiertas a a de un color como del otro. El n´mero total de casillas cubiertas aumenta a u medida que avanza el proceso, pero la diferencia entre las casillas blancas cubiertas y las negras es un invariante, ya que en todo momento es cero. Este invariante nos permite dar una respuesta negativa al problema, ya que el tablero recortado tiene 32 casillas de un color y s´lo 30 del otro. o M´s en general, es f´cil ver que si se quitan dos casillas del mismo color a a en un tablero rectangular de dimensiones n × k, no es posible cubrirlo con rect´ngulos de dimensiones 1×2. ¿Pero qu´ ocurre si a un tablero de ajedrez a e (o a un tablero cualquiera con n´mero par de casillas) se le quitan dos casillas u de un mismo color? En este caso habr´ tantas casillas por cubrir de un color ıa como del otro, y si se logra cubrir completamente el tablero no se presenta ninguna contradicci´n. Pero esto no prueba que se pueda. En realidad s´ se o ı puede, pero para probarlo hay que exhibir un procedimiento concreto para cubrir el tablero, lo cual dejamos como ejercicio al lector. Problema 3.3.4 (Olimpiada del Cono Sur, 2000). En el plano cartesiano, considere los puntos con ambas coordenadas ente- ras y las rotaciones de 90 grados en sentido antihorario con centro en esos puntos. ¿Es posible, mediante una sucesi´n de esas rotaciones, transformar o el tri´ngulo de v´rtices (0, 0), (1, 0) y (0, 1) en el tri´ngulo de v´rtices (0, a e a e 0), (1, 0) y (1, 1)? Soluci´n. Luego de algunos intentos fallidos uno comienza a pensar que es o imposible. Si aplicamos las rotaciones permitidas al punto (0,0) vemos que se obtienen los puntos (1,1), (-1,1), (-1,-1), (1,-1), (2,0), (0,2), etc. pero en cambio no pueden obtenerse (1,0), (0,1), (-1,0), (0,-1), (2,1), (1,2),. . . Esto nos sugiere que s´lo pueden obtenerse puntos con suma de coordenadas par, o como el origen. De hecho, la paridad I(P ) = x + y m´d 2 de la suma de o ambas coordenadas de un punto P = (x, y) es un invariante. En efecto, si se aplica a P la rotaci´n R de centro (a, b) se obtiene R(P ) = (a+b−y, b−a+x). o La diferencia entre la suma de coordenadas de R(P ) y P es (a + b − y) + (b − a + x) − (x + y) = 2(b − y) que es par, luego I(P ) = I(R(P )). Ahora bien, para el primer tri´ngulo se tiene I(0, 0) = 0, I(1, 0) = I(0, 1) = 1, es a decir que I es 0 en un v´rtice y 1 en los dos restantes, mientras que para el e segundo I(0, 0) = I(1, 1) = 0, I(1, 0) = 1. Inmediatamente se concluye que es imposible transformar uno en otro.
  • 37. 3.3 Transformaciones e Invariantes 33 Las estrategias ganadoras en juegos bipersonales suelen estar ligadas a invariantes, como en el siguiente problema: Problema 3.3.5 (Olimpiada de Centro Am´rica y el Caribe 2002). e Dos jugadores A, B y otras 2001 personas forman un c´ ırculo, de modo que A y B no quedan en posiciones consecutivas. A y B juegan por turnos alternadamente empezando por A. Una jugada consiste en tocar a una de las personas que se encuentra a su lado, la cual debe salir del c´ ırculo. Gana el jugador que logre sacar del c´ ırculo a su oponente. Demostrar que uno de los dos jugadores tiene una estrategia ganadora y describir dicha estrategia. Soluci´n. Como 2001 es impar, en uno de los arcos que separan A de B hay o un n´mero par de personas interpuestas y en el otro una cantidad impar. Si A u logra que se repita esa situaci´n cada vez que sea su turno entonces ganar´ el o a juego, ya que la reducci´n del n´mero de personas har´ que eventualmente o u a B quede a su lado. Esto lo logra A f´cilmente tocando a su vecino en el a arco par, dejando as´ un n´mero impar de personas en cada arco. Al jugar ı u B vuelven a quedar un arco par y otro impar. El siguiente problema muestra una aplicaci´n interesante de los invarian- o tes para probar una relaci´n. o Problema 3.3.6 (Olimpiada de Centro Am´rica y el Caribe 2002). e En el plano coordenado se tiene la cuadr´ ıcula de n × n, con n entero mayor o igual que 2, cuyos v´rtices son los puntos de coordenadas enteras (x, y), e con 0 ≤ x ≤ n y 0 ≤ y ≤ n. Considere los caminos que van de (0, 0) a (n, n) sobre las l´ ıneas de esta cuadr´ ıcula y que s´lo avanzan hacia la derecha o o hacia arriba. Uno de tales caminos se llama equilibrado si la suma de los valores de x de todos los puntos por los que pasa es igual a la suma de todos los valores de y de esos mismos puntos. Muestre que todo camino equilibrado divide al cuadrado de lado n en dos figuras de la misma ´rea.a Soluci´n. Sea P0 , P1 ,. . . ,P2n un camino. Pongamos Pi = (xi , yi ) y llamemos o L al ´rea que queda por debajo del camino y U al ´rea que queda por a a encima. Sean Pk−1 , Pk , Pk+1 tres puntos consecutivos tales que el segmento Pk−1 Pk sea vertical y el segmento Pk Pk+1 sea horizontal. Construyamos otro camino sustituyendo Pk por Pk = (xk + 1, yk − 1). Es claro que en el nuevo camino la suma de las x’s aumenta en 1 respecto al camino original, mientras
  • 38. 34 Algunas Estrategias B´sicas a que el ´rea debajo del camino disminuye en 1. Por lo tanto I = L + xi a es un invariante para estas transformaciones elementales de caminos. Como cualquier camino puede llevarse mediante sucesivas transformaciones de este tipo al camino que tiene n segmentos horizontales seguidos de n segmentos verticales, resulta que L + xi = 0 + (0 + 1 + 2 + · · · + n) + (n + · · · + n) = n(n + 1)/2 + n2 . Intercambiando los ejes se prueba del mismo modo que para cualquier camino se cumple U + yi = n(n + 1)/2 + n2 . Por tanto L + xi = U + yi . Esta igualdad muestra que L = U si y s´lo si o xi = yi . 3.4. El Principio Extremal En muchos problemas se pide probar la existencia de un objeto que cum- pla ciertas condiciones. En estos casos suele resultar util prestar atenci´n a ´ o los objetos que maximizan o minimizan alguna funci´n convenientemente re- o lacionada con la condici´n, y tratar de probar por absurdo que estos objetos o cumplen la condici´n pedida. En resumen: o Estrategia 4. Examine los objetos que maximizan o minimizan alguna funci´n relacionada con la condici´n del problema. o o Veamos esta estrategia en funcionamiento en el siguiente problema: Problema 3.4.1. En el parlamento unicameral de cierto pa´ cada diputado tiene a lo sumo ıs tres enemigos. Pruebe que es posible dividir el parlamento en dos c´maras a de modo tal que cada diputado tenga, en su propia c´mara, a lo sumo un a enemigo. Soluci´n. Para cada partici´n P del conjunto de todos los diputados en dos o o c´maras definamos el grado de conflictividad g(P ) calculando el n´mero de a u enemigos que cada diputado tiene en su propia c´mara y sumando todos los a valores resultantes. Esta funci´n s´lo toma valores enteros no negativos, por o o lo tanto debe existir una partici´n P en dos c´maras en la cual g toma su o a valor m´ınimo. Probemos ahora que en esta partici´n cada diputado tiene a o lo sumo un enemigo en su propia c´mara. En efecto, si un diputado tuviese a m´s de un enemigo en su propia c´mara, en la otra tendr´ a lo sumo uno a a ıa (puesto que en total tiene a lo sumo tres). Entonces cambi´ndolo de c´mara a a la suma g(P ) disminuir´ al menos en una unidad, lo cual es absurdo. ıa
  • 39. 3.4 El Principio Extremal 35 Las demostraciones por reducci´n al absurdo que resultan al aplicar esta o estrategia pueden muchas veces convertirse en demostaciones constructivas. Por ejemplo en este problema podr´ ıamos haber comenzado con una partici´n o cualquiera P0 y si no cumple la condici´n pedida, cambiando un diputado o de c´mara se obtiene otra partici´n P1 con menor conflictividad. Repitiendo a o este procedimiento se obtiene una sucesi´n de particiones P0 ,P1 , P2 ,. . . con o g(P0 ) > g(P1 ) > g(P2 ) > . . . Pero como los g(Pi ) son enteros positivos esta sucesi´n debe detenerse en cierta partici´n Pk cuya conflictividad ya no se o o pueda disminuir, y por tanto es una soluci´n al problema. o Veamos ahora un ejemplo geom´trico: e Problema 3.4.2 (Olimpiada Matem´tica Iberoamericana 1993). a Demuestre que para cualquier pol´ıgono convexo de ´rea 1 existe un paraleo- a gramo de ´rea 2 que lo contiene. a . . . . . . S . . . . . . ............................................................................................................................... ................... ........................................................................................................... . . .. ... . . . . . .. .. ... ... . . . . . ..... ... ... ... . . . . . . . . ... ... ... ...... ... . . . . . . ..... ... ... ... . . . . . ... ... ... ...... . . . . ... ... ... . . . . ... ... ... ... . . . . . ... ... ... ... . . . . ..... . ... ... . ... . . ... . . . ..... ... . ... .. .. ............................................................................................... .... . P . .. ................................................................................................ . . .. ... .. . ..... . ..... . ... Q .... . .... .. .. .. . ... . .. . . . .. . . . . ... ...... .. . .... .... . . . . . . ...... .... .... . . . . . ...... .... .... . . . . ... ...... ...... . . . . ... ...... ... .... ..... ........... ........... . . . . . . ... ...................... ... .. .................... . . . . .............................................................................................................................. ................... ....................... .. ............................................................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . R . . . . . . . . . . Soluci´n. Tomemos dos v´rtices P , Q del pol´ o e ıgono que est´n a la mayor e distancia posible entre s´ El pol´ ı. ıgono debe estar contenido en la franja limitada por las rectas perpendiculares al segmento P Q que pasan por sus extremos (ya que si un v´rtice X est´ por ejemplo del otro lado de la recta e a que pasa por Q, entonces P X > P Q). Tracemos dos paralelas a P Q lo m´s a cercanas posibles y que contengan al pol´ ıgono entre ellas. Es claro que cada una de ellas debe contener al menos un v´rtice del pol´ e ıgono (de lo contrario podr´ acercarse m´s). Digamos que una de ellas contiene al v´rtice R y ıan a e la otra al v´rtice S. El rect´ngulo limitado por las cuatro rectas satisface la e a condici´n pedida, ya que su ´rea es el doble del ´rea del cuadril´tero P QRS, o a a a el cual est´ contenido en el pol´ a ıgono. Para finalizar veamos un famoso problema propuesto por Sylvester en 1893 y que permaneci´ abierto hasta 1933, cuando T. Gallai public´ una o o complicada soluci´n. La sencilla soluci´n que expondremos a continuaci´n, o o o usando el principio extremal, fue hallada por L. M. Kelly en 1948.
  • 40. 36 Algunas Estrategias B´sicas a Problema 3.4.3 (Sylvester, 1893). Sea S un conjunto finito de puntos del plano con la propiedad de que la recta determinada por dos puntos cualesquiera de S pasa al menos por un tercer punto de S. Pruebe que entonces todos los puntos de S est´n alineados. a P ... ..... .... . .... . . .... .... . .... .... . . .. . .... .... . . . .. . .... .... . . . .. .. .... .... . . . . .. ...... ..... . . .. . .... .... . . . .. . .... .... .. .. . . . . .. . .... .... . . .. . .... .... .. .. . . . . .. . .... .... . . . .. . .... .... .. .. . . .... ...................... . . . . .. . ..... . . . . . . r . .... ..... . ......................................................................................................... .......................................................................................................... ....................... .. . . . V U Q Soluci´n. Supongamos por absurdo que los puntos no est´n todos alineados, o e y consideremos el conjunto A formado por todos los pares (P, r) tales que P ∈ S y r es una recta que pasa por dos puntos de S pero no pasa por P . Como A es finito debe haber un par (P, r) para el cual la distancia de P a r sea m´ ınima. Sea Q el pie de la perpendicular de P a r. Como r contiene al menos tres puntos de S debe haber dos de ellos, digamos U y V , de un mismo lado de Q. Supongamos que U es m´s cercano a Q que V . Entonces a la distancia de U a la recta determinada por P y V es menor que la distancia de P a r, lo cual es una contradicci´n. o Ep´ ılogo Disponer de un buen repertorio de estrategias es de gran ayuda para el solucionista de problemas matem´ticos. Sin embargo es necesario tener a presente que las reglas heur´ısticas no son infalibles. El ´xito en su aplicaci´n e o depende mucho de la experiencia, juicio y buen sentido de quien las use. Naturalmente que existen muchas estrategias que aqu´ no se han dis- ı cutido, sin embargo creemos que no es conveniente tratar de memorizar numerosos principios sin realizar el trabajo necesario para internalizarlos. Es preferible, por el contrario, concentrarse en una estrategia y trabajarla a trav´s de la resoluci´n de numerosos problemas hasta dominarla completa- e o mente, antes de pasar a otra. Una excelente fuente de material para quien desee seguir este programa se encuentra en [13].
  • 41. Cap´ ıtulo 4 Un problema y varias soluciones “La matem´tica es rica en t´cnica y argumentos.” a e I. N. Herstein Es com´n que un problema admita varias soluciones, las cuales en algu- u nos casos son tan diferentes entre s´ que causan asombro. Como un ejemplo ı bastante extremo de esta situaci´n y de la riqueza de los argumentos ma- o tem´ticos, en este cap´ a ıtulo se analiza el siguiente problema: Problema 4.1. Un rect´ngulo se divide en varios rect´ngulos, cada uno de a a los cuales tiene al menos un lado de longitud entera. Pruebe que entonces al menos un lado del rect´ngulo original tiene longitud entera. a A continuaci´n veremos c´mo diferentes t´cnicas y ´reas de la matem´ti- o o e a a ca pueden ser usadas para resolver el problema. Las demostraciones ser´n a m´s concisas que en los cap´ a ıtulos anteriores, y completar los detalles queda como ejercicio para el lector. En lo que sigue R denotar´ el rect´ngulo dado, que supondremos ubica- a a do en el primer cuadrante de un sistema de coordenadas cartesianas, con un v´rtice en el origen y los lados paralelos a los ejes. Denotaremos por a el an- e cho de R y por b su altura,de modo que los cuatro v´rtices de R ser´n (0,0), e a (a,0), (0,b) y (a,b). Si R se descompone en rect´ngulos como dice el enun- a ciado del problema, a cada rect´ngulo de la descomposici´n le llamaremos a o
  • 42. 38 Un problema y varias soluciones baldosa. A las baldosas que tengan el lado horizontal entero las llamare- mos H-baldosas , y a las que tengan el lado vertical entero las llamaremos V-baldosas. 4.1. Inducci´n o Intentar probar el resultado por inducci´n parece bastante natural, y o de hecho existen varias demoatraciones posibles usando este m´todo. Sin e embargo las pruebas son algo elaboradas, y como veremos luego no se en- cuentran entre las m´s claras y sencillas. Veamos una de ellas. a Soluci´n 1: Inducci´n. o o Sin p´rdida de generalidad podemos suponer que todas las H-baldosas tienen e ancho unidad y que todas las V-baldosas tienen altura unidad. Hagamos inducci´n en el n´mero de H-baldosas. Si este n´mero es 0 el resultado es o u u inmediato. De lo contrario sea H0 una H-baldosa. Si hay alguna H-baldosa cuyo borde inferior comparta un segmento con el borde superior de H0 , escojamos una de ellas y llam´mosle H1 . En caso contrario s´lo hay V- e o baldosas en contacto con el borde superior de H0 , y podemos expander H0 una unidad hacia arriba, sin que el n´mero de H-baldosas aumente (aunque u tal vez disminuya). Pueden resultar V-baldosas cortadas, pero que siguen teniendo altura unidad. Continuemos expandiendo H0 hacia arriba hasta alcanzar el borde superior de R o hasta alcanzar una H-baldosa H1 . La repetici´n de este proceso genera una cadena H0 ,H1 ,. . . ,Hk de H-baldosas o que llega hasta el borde superior de R. De manera similar, trabajando desde H0 hacia abajo, se construye una cadena H0 ,H−1 ,. . . ,H−l de H-baldosas que llega hasta el borde inferior de R. En este punto se suprimen todas las baldosas H−l ,. . . ,H0 ,. . . ,Hk y se cierra la brecha deslizando la parte derecha de lo que queda una unidad hacia la izquierda. Aplicando la hip´tesis o inductiva al rect´ngulo resultante se obtiene que uno de sus lados, y por lo a tanto uno de los lados de R, es entero. 4.2. Teor´ de grafos ıa Recordemos que un grafo G consiste en un conjunto V de puntos (que llamamos v´rtices de G) y un conjunto E de l´ e ıneas (que llamamos aristas de G), tales que a cada arista le corresponden un par de v´rtices llamados e sus extremos. Si un v´rtice v es extremo de una arista e se dice que v y e e
  • 43. 4.2 Teor´ de grafos ıa 39 son incidentes. El grado de un v´rtice v se define como el n´mero de aristas e u incidentes con v. Es f´cil ver que la suma de los grados de todos los v´rtices a e es igual al doble del n´mero de aristas. u Llamaremos camino a una sucesi´n alternada v0 ,e1 ,v1 ,e2 ,v2 ,. . . ,ek ,vk de o v´rtices y aristas tal que todas las aristas son diferentes y los extremos de e ei son vi−1 y vi (i = 1, . . . , k). La prueba del siguiente lema es inmediata: Lema 1. Si un v´rtice v0 tiene grado impar, existe un camino que parte de e v0 y termina en otro v´rtice vk tambi´n de grado impar. e e La siguiente soluci´n se basa en este sencillo lema. o Soluci´n II: Caminos en Grafos. o Sea G el grafo cuyos v´rtices son los v´rtices de todas las baldosas y cuyas e e aristas unen dos v´rtices si y s´lo si son los extremos de un lado horizontal de e o una H-baldosa o de un lado vertical de una V-baldosa (puede haber aristas m´ltiples). Es claro que los cuatro v´rtices de R tienen grado 1. Cualquier u e otro v´rtice pertenece a 2 o a 4 baldosas, por lo cual tiene grado 2 o 4. Por e el lema existe un camino que parte del origen y finaliza en otro v´rtice de R. e De aqu´ se deduce inmediatamente que al menos un lado de R es entero. ı q q q q q H H q q q V H V q q q H V q q q q Un grafo G es bipartito si su conjunto de v´rtices es la uni´n disjunta e o de dos subconjuntos S y T tales que toda arista de G tiene un extremo en S y otro en T . En este caso el n´mero de aristas, la suma de los grados de u todos los v´rtices en S y la suma de los grados de todos los v´rtices en T e e son iguales. La siguiente soluci´n se basa en estos sencillos conceptos. o Soluci´n III: Grafos bipartitos. o Sea S el conjunto de los v´rtices de baldosas con ambas coordenadas enteras, e y sea T el conjunto de todas las baldosas. Sea G el grafo bipartito con conjunto de v´rtices S ∪ T y cuyas aristas unen cada punto de S con todas e las baldosas de las cuales ese punto es v´rtice. La condici´n del problema e o implica que el grado de cada baldosa es 0, 2 o 4 y por lo tanto el n´mero u total de aristas es par. Ahora bien, cada punto de S que no sea un v´rtice de e
  • 44. 40 Un problema y varias soluciones R tiene grado par, pues es v´rtice de 2 o 4 baldosas. Como (0,0) tiene grado e 1, en S debe haber otro v´rtice de grado impar, que s´lo puede ser uno de e o los tres v´rtices restantes de R. La conclusi´n se sigue de inmediato. e o 4.3. Pruebas por Integraci´n o Digamos que una funcional φ que a cada rect´ngulo de lados paralelos a a los ejes le haga corresponder un n´mero (real o complejo) es caracter´ u ıstica para nuestro problema si cumple las dos condiciones siguientes: i φ es aditiva, en el sentido de que si un rect´ngulo Q se subdivide en un a n´mero finito de rect´ngulos Qi entonces φ(Q) = φ(Qi ). u a ii φ(Q) = 0 si y s´lo si el rect´ngulo Q tiene un lado entero. o a Es evidente que la existencia de una funcional caracter´ ıstica propor- ciona una soluci´n al problema. Una forma conveniente de construir estas o funcionales consiste en integrar funciones en los rect´ngulos, lo cual inme- a diatamente garantiza la aditividad. Soluci´n IV: Integraci´n compleja. o o Si se integra la funci´n e2πi(x+y) en un rect´ngulo de v´rtices (x1 ,y1 ), (x2 ,y1 ), o a e (x2 ,y2 ), (x1 ,y2 ) resulta x2 y2 e2πi(x+y) dx dy = (2πi)−2 e2πix1 e2πiy1 (e2πi(x2 −x1 ) )(e2πi(y2 −y1 ) ), x1 y1 de donde se sigue que la integral es nula si y s´lo si al menos uno de o los lados del rect´ngulo x2 − x1 , y2 − y1 , es entero. Por lo tanto φ(Q) = a Q e2πi(x+y) dx dy es una funcional caracter´ ıstica. Soluci´n V: Integraci´n doble real. o o La funcional ψ(Q) = Q sen(2πx) sen(2πy)dx dy es caracter´ ıstica. La siguiente prueba es de car´cter elemental (no usa integrales) pero se a basa en la misma idea que las anteriores. Soluci´n VI: Coloraciones. o Consideremos el ret´ ıculo generado por el cuadrado de v´rtices (0,0), (1/2,0), e (1/2,1/2), (0,1/2) y colore´moslo de blanco y negro como un tablero de e
  • 45. 4.4 El m´todo de perturbaciones e 41 ajedrez. No es dif´ probar que un rect´ngulo de lados paralelos a los ejes ıcil a con un lado entero tiene igual ´rea blanca que negra. Por lo tanto cada a baldosa, y por consiguiente R, tiene igual ´rea blanca que negra. Si a y b a son el ancho y la altura, respectivamente, de R, entonces el rect´ngulo de a v´rtices ( a , b ), (a, b ), (a,b) y ( a , b) tiene igual ´rea blanca que negra. e a De aqu´ se sigue f´cilmente que a o b es entero. ı a Nota: Compruebe que esta soluci´n corresponde al uso del integrando real o (−1) 2x (−1) 2y en la soluci´n anterior. o 4.4. El m´todo de perturbaciones e Una idea que muchas veces resulta util en matem´tica consiste en mo- ´ a dificar o perturbar un poco la configuraci´n en estudio, ya sea para volverla o m´s manejable conservando las caracter´ a ısticas de la configuraci´n original, o o para analizar c´mo cambian las caracter´ o ısticas de la configuraci´n al ser o perturbada. Soluci´n VII: Perturbaciones I. o Definamos una funci´n f : R → R como o x si x ∈ Z f (x) = x + 1/2 si x ∈ Z Apliquemos a las coordenadas de cada v´rtice de la descomposici´n de R e o la transformaci´n f , es decir hagamos corresponder a cada v´rtice (x, y) o e el punto (f (x), f (y)). As´ se obtiene una descomposici´n de un rect´ngulo ı o a R , posiblemente con menos baldosas que la original, pero cuyas baldosas tienen todas al menos un lado entero, ya que si x1 − x2 es entero entonces f (x1 ) − f (x2 ) = x1 − x2 tambi´n lo es. Por lo tanto cada baldosa contiene e un n´mero par de cuadraditos de la cuadr´ u ıcula generada por el cuadrado de v´rtices (0,0), (1/2,0), (1/2,1/2), (0,1/2), y R tambi´n contiene un n´mero e e u par de estos cuadraditos. Entonces alg´n lado de R debe ser entero, ya que de u lo contrario cada lado de R ser´ un m´ltiplo impar de 1/2 y R contendr´ ıa u ıa un n´mero impar de cuadraditos de lado 1/2. u Soluci´n VIII: Perturbaciones II. o Sea t un par´metro real positivo y consideremos la funci´n a o x si x ∈ Z ft (x) = x+t si x ∈ Z
  • 46. 42 Un problema y varias soluciones Como en la demostraci´n anterior hagamos corresponder a cada v´rtice o e (x, y) de la descomposici´n de R el punto (ft (x), ft (y)). As´ se obtiene una o ı descomposici´n de un rect´ngulo Rt con el mismo n´mero de baldosas que o a u la original si t es suficientemente peque˜o (digamos t < ). En esta descom- n posici´n cada baldosa tiene al menos un lado entero, ya que si x1 − x2 es o entero entonces ft (x1 ) − ft (x2 ) = x1 − x2 tambi´n lo es. Por lo tanto el ´rea e a de cada baldosa es una funci´n lineal de t, o es constante, y el ´rea de Rt o a ser´ entonces una funci´n af´ de t (para t < ). Ahora bien, si ninguno de a o ın los lados a, b de R fuese entero entonces el ´rea de Rt ser´ (a + t)(b + t), es a ıa decir un polinomio de segundo grado en t, lo cual es absurdo. La siguiente soluci´n combina el m´todo de las perturbaciones con trans- o e formaciones geom´tricas y n´meros primos. e u Soluci´n IX: Perturbaciones III. o Sea p un n´mero primo. Apliquemos al rect´ngulo R subdividido una homo- u a tecia de centro en el origen y raz´n p. A cada v´rtice de las baldosas resul- o e tantes en pR apliqu´mosle la transformaci´n (x, y) → ( x , y ). As´ resulta e o ı un nuevo rect´ngulo subdividido R , cuyas baldosas tienen ambos lados en- a teros y al menos uno de ellos m´ltiplo de p. Por lo tanto el ´rea de cada u a baldosa, y por consiguiente el ´rea de R , es un entero m´ltiplo de p. Pero a u como los lados de R son enteros concluimos que al menos uno de ellos ( pa o pb ) es m´ltiplo de p. Entonces a o b difiere de un entero en menos de u 1/p. Como este razonamiento vale para cualquier primo p, se concluye que a o b es entero. 4.5. Funciones escalonadas Soluci´n X. o Supongamos que b no es entero, Quit´mosle a cada baldosa su lado inferior e y definamos f : [0, b] → [0, a] haciendo f (t) igual a la suma de las longitudes de los segmentos intersecci´n de la l´ o ınea y = t con las baldosas cuyo lado superior tiene una ordenada no entera. Es claro que f (0) = 0 y f (b) = a. La funci´n f es escalonada, con saltos en los valores que son ordenadas de o lados horizontales de baldosas. Ahora bien, considerando por separado los casos en que estas ordenadas son enteras o no se ve f´cilmente que los saltos a son siempre enteros. Por lo tanto a = f (b) es entero.
  • 47. 4.6 Triangulaciones y Lema de Sperner 43 4.6. Triangulaciones y Lema de Sperner Antes de ver la pr´xima soluci´n examinaremos algunos conceptos ele- o o mentales sobre triangulaciones. Una triangulaci´n de un pol´ o ıgono plano D es una divisi´n de D en un o n´mero finito de tri´ngulos tales que cada lado de D pertenezca a un y s´lo u a o un tri´ngulo y cada lado en el interior de D pertenezca a exactamente dos a tri´ngulos de la subdivisi´n. a o Dada una triangulaci´n de un pol´ o ıgono simple D etiquetemos cada v´rti- e ce con A, B, o C. Un tri´ngulo es completo (o del tipo ABC) si sus tres v´rti- a e ces tienen etiquetas diferentes. El contenido de la triangulaci´n es el n´mero o u de tri´ngulos completos que contiene contados de acuerdo a su orientaci´n. a o En otras palabras un tri´ngulo se cuenta como +1 si sus etiquetas se leen a ABC en sentido positivo (antihorario) y como −1 en caso contrario. El ´ ındi- ce se define como el n´mero de lados etiquetados AB alrededor del borde u del pol´ıgono, contados de acuerdo a su orientaci´n. o Lema 2 (Lema del ´ ındice). El ´ ındice de una triangulaci´n es igual a su o contenido. Demostraci´n. Contemos los lados de tipo AB de cada tri´ngulo, tomando o a en cuenta la orientaci´n, y sumemos los resultados. Como los lados inte- o riores a D se cancelan, el resultado es igual al ´ ındice. Pero por otra parte cada tri´ngulo completo aporta 1 o −1, seg´b su orientaci´n, mientras que a u o cualquier otro tipo de tri´ngulo (AAB, ABB, CCC etc.) aporta 0. Por lo a tanto el resultado es tambi´n igual al contenido. e Lema 3 (Lema de Sperner). Sea T un tri´ngulo y etiquetemos sus v´rti- a e ces con las letras A, B y C. Agreguemos puntos interiores a los lados de T y triangulemos el pol´ıgono resultante. Etiquetemos cada v´rtice del lado AB e de T con A o con B, cada v´rtice del lado AC con A o con C y cada v´rtice e e del lado BC con B o con C. Etiquetemos cada v´rtice interior de manera ar- e bitraria con A, B o C. Entonces la triangulaci´n contiene un n´mero impar o u de tri´ngulos completos. a Demostraci´n. Obviamente el ´ o ındice de la triangulaci´n es igual al n´mero o u de segmentos AB (contados con su orientaci´n) en el lado AB de T , el cual o se ve f´cilmente que es impar. Por el Lema del ´ a ındice el contenido es tambi´n e impar.
  • 48. 44 Un problema y varias soluciones La soluci´n siguiente a nuestro problema se basa en una ligera variante o del Lema de Sperner. Soluci´n XI: Triangulaciones. o Dividamos cada baldosa en dos tri´ngulos mediante una diagonal y etique- a temos cada v´rtice (x,y) de la triangulaci´n resultante con A si x ∈ Z, con B e o si x ∈ Z pero y ∈ Z, y con C si x ∈ Z y y ∈ Z. Si ninguno de los lados a, b de R fuese entero entonces todos los v´rtices con y = b tendr´ etiquetas A o e ıan C y todos los v´rtices con x = a tendr´ etiquetas B o C. Como obviamente e ıan todos los v´rtices con x = 0 tienen etiqueta A, el ´ e ındice es igual al n´mero u de segmentos AB en la base de R (cuyos v´rtices son A o B). Como (0,0) es e A y (a,0) es B, es f´cil ver que el ´ a ındice debe ser impar, y por el Lema del ´ ındice el n´mero de tri´ngulos completos es tambi´n impar, y por tanto hay u a e al menus un tri´ngulo completo. Pero esto conduce a una contradicc´n, ya a o que si una H-baldosa tiene un v´rtice A entonces los cuatro son A, y si una e V-baldosa tiene un v´rtice B entonces los cuatro son B. e El lema de Sperner permite dar una demostraci´n del Teorema del punto o fijo de Brouwer en el plano (ver Problema 5.38). El lector interesado en el origen de este problema y en soluciones y comentarios adicionales puede consultar [40].
  • 49. Cap´ ıtulo 5 Problemas para pensar “No debemos olvidar que la soluci´n de todo problema digno de o este nombre no se logra f´cil e inmediatamente, sino que requiere a un trabajo intelectual intenso, ya que la soluci´n es el resultado de o un esfuerzo considerable. ¿Porqu´ debe estar el joven dispuesto a e realizar este esfuerzo en los l´ ımites de sus posibilidades?. Proba- blemente, la explicaci´n se sit´a en una preferencia instintiva por o u ciertos valores, esto es, en la actitud que coloca el nivel del esfuerzo y de los logros intelectuales y espirituales por encima de las ven- tajas materiales. Tal escala de valores puede ser s´lo el resultado o de un largo desarrollo cultural del ambiente y del esp´ ıritu p´blico, u desarrollo que es dif´ acelerar. Y el medio m´s efectivo para lo- ıcil a grarlo puede consistir en transmitir a las mentalidades j´venes la o belleza del trabajo intelectual y el sentimiento de satisfacci´n que o resulta como consecuencia de un esfuerzo intelectual sostenido y exitoso”. G´bor Szeg¨ a o En este cap´ ıtulo hay unos cuantos problemas para que ejercite y des- arrolle su habilidad resolutiva. No se han ordenado por temas, sino m´s en a grado de dificultad creciente. Si los primeros le parecen muy f´ciles puede a avanzar hasta encontrar otros m´s adecuados a su nivel. Los ultimos han a ´ sido propuestos en varias olimp´ ıadas internacionales, a saber: OMCC: Olimp´ ıada Matem´tica de Centroam´rica y el Caribe a e OIM Olimp´ ıada Iberoamericana de Matem´tica a OIMU Olimp´ ıada Iberoamericana de Matem´tica Universitaria a
  • 50. 46 Problemas para pensar IMO Olimp´ ıada Internacional de Matem´tica a En el cap´ıtulo siguiente hay sugerencias y algunas soluciones completas, pero resista la tentaci´n de leerlas si no ha realizado primero un serio intento o para hallar la soluci´n usted mismo. De lo contrario, perder´ una valiosa o a oportunidad para aprender y no disfrutar´ la satisfacc´n de haber resuelto a o el problema con su propio esfuerzo. Para el enamorado de los problemas matem´ticos hay una abundante a literatura, de la cual nos permitimos destacar [2, 3, 13, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 28, 37, 39]. Tambi´n se puede encontrar abundante material en e Internet, por ejemplo en: http://www.kalva.demon.co.uk (sitio con miles de problemas ol´ ımpi- cos) http://math.ucsd.edu/~pfitz/pastputnam.html (sitio con problemas de las competencias matem´ticas universitarias estadounidenses William Lo- a well Putnam) Problema 5.1. ¿Cu´ntos minutos faltan para el mediod´ si hace 8 minu- a ıa, tos faltaban 9/5 de lo que falta ahora? Problema 5.2. En el mes de enero de cierto a˜o hubo exactamente cuatro n lunes y cuatro viernes. ¿Qu´ d´ de la semana fue el 17 de enero? e ıa Problema 5.3. En un tri´ngulo cuyos lados miden 10cm, 12cm y 15cm, a ¿cu´l es la raz´n entre la altura mayor y la altura menor? a o Problema 5.4. El n´mero u 3 √ 3 √ 20 + 14 2 + 20 − 14 2 ¿es o no es entero? Problema 5.5. Una anciana parte al amanecer del pueblo A hacia el B. Simult´neamente otra anciana parte del pueblo B hacia el A. Cada una de a ellas camina a velocidad constante. Al mediod´ ambas se cruzan. La primera ıa llega a su destino a las 4pm, mientras que la segunda lo hace a las 9pm. ¿A qu´ hora amaneci´ ese d´ e o ıa?
  • 51. 47 Problema 5.6. En una pradera la grama crece continua y uniformemente. Se sabe que 70 vacas se comer´ la grama completamente en 24 d´ ıan ıas, y que 30 vacas se la comer´ en 60 d´ ıan ıas. ¿Cu´ntas vacas ser´ necesarias a ıan para acabar con la grama en 96 d´ ıas? (Este problema se atribuye a Isaac Newton). Problema 5.7. De las regiones en que queda dividido el plano por n rectas en posici´n gen´rica, ¿Cu´ntas son acotadas? o e a Problema 5.8. ¿En cu´ntas regiones queda dividida una esfera por n c´ a ır- culos m´ximos en posici´n gen´rica? a o e Problema 5.9. Calcule el valor de la suma 12 + 22 + 32 + · · · + n2 . Problema 5.10. Calcule el valor de la suma 13 + 23 + 33 + · · · + n3 . Problema 5.11. Imagine un cubo de queso de 7 cm de lado, dividido en 73 cubitos de 1 cm de lado cada uno. Un gusanito est´ inicialmente en el cubito a central, come el queso y se mueve a uno de los seis cubitos adyacentes (es decir, a uno que tenga una cara com´n con el primero). Contin´a de esta u u manera hasta acabar con todo el queso, sin pasar dos veces por el mismo cubito. ¿Es posible que su trayectoria finalice en un v´rtice? Generalice. e Problema 5.12. Una hoja rectangular de papel milimetrado tiene 167 mm de ancho y 489 mm de altura. Se traza una l´ ınea recta desde un v´rtice hasta e el v´rtice opuesto. ¿Cu´ntos cuadraditos son atravesados por la l´ e a ınea? Problema 5.13. Dado un tri´ngulo con v´rtices A, B y C sean K, L y a e M puntos ubicados en los lados AB, BC y CA, respectivamente, tales que AK = 2KB, BL = 2LC y CM = 2M A. Sean P = AL·BM , Q = BM ·CK y R = CK · AL. ¿Qu´ relaci´n existe entre las ´reas de los tri´ngulos ABC e o a a y P QR? Problema 5.14. Sea p un n´mero primo impar y sean m y n enteros po- u sitivos tales que 1 1 m 1 + + ··· + = 2 p−1 n Pruebe que p divide a m. Problema 5.15. Halle las soluciones reales del sistema de ecuaciones si- guiente: x+y =1 5 5 x +y = 31
  • 52. 48 Problemas para pensar Problema 5.16. Dada una matriz de n´meros reales con m filas y n colum- u nas, est´ permitido cambiar de signo a todos los elementos de una misma a columna o a todos los de una misma fila. Pruebe que mediante aplicaciones repetidas de esta operaci´n se puede conseguir una matriz tal que la suma o de los elementos de cualquier fila o columna sea no negativa. Problema 5.17. ¿En cu´ntos ceros termina el n´mero 2004!? a u Problema 5.18. Pruebe que cualesquiera 39 n´meros naturales consecuti- u vos incluyen al menos uno tal que la suma de sus d´ ıgitos es divisible entre 11. Problema 5.19. Sea ABC un tri´ngulo con AB = AC y sean M el punto a medio de BC, P el pie de la perpendicular desde M hasta AC y N el punto medio de M P . Pruebe que BP ⊥ AN . Problema 5.20. Dada una cuaterna (a, b, c, d) de numeros reales positivos, se obtiene otra (ab, bc, cd, da) multiplicando cada elemento por el siguiente, y el ultimo por el primero. Pruebe que por m´s que se repita esta operaci´n ´ a o nunca se vuelve a obtener la cuaterna inicial, a menos que sea a = b = c = d = 1. Problema 5.21. Sea n una potencia de dos y considere la transformaci´n o T (a1 , a2 , . . . , an ) = (a1 a2 , a2 a3 , . . . , an a1 ). Si se comienza con una n-upla cuyos elementos son todos 1 o -1, pruebe que aplicando T un n´mero su- u ficiente de veces se llega a obtener una n-upla formada exclusivamente por unos. Problema 5.22 (I OMCC (1999)). Se supone que 5 personas conocen, cada una, informaciones parciales diferentes sobre cierto asunto. Cada vez que la persona A telefonea a la persona B, A le da a B toda la informaci´n o que conoce en ese momento sobre el asunto, mientras que B no le dice nada de ´l. ¿Cu´l es el m´ e a ınimo n´mero de llamadas necesarias para que todos u lo sepan todo sobre el asunto? ¿Cu´ntas llamadas son necesarias si son n a personas? Problema 5.23 (I OMCC (1999)). Encontrar un entero positivo n de 1000 cifras, todas distintas de cero, con la siguiente propiedad: es posible agrupar las cifras de n en 500 parejas de tal manera que si multiplicamos las dos cifras de cada pareja y sumamos los 500 productos obtenemos como resultado un n´mero m que es divisor de n. u
  • 53. 49 Problema 5.24 (I OMCC (1999)). En el trapecio ABCD de bases AB y CD, sea M el punto medio del lado DA. Si BC = a, M C = b y el ´ngulo a M CB mide 150o , hallar el ´rea del trapecio ABCD en funci´n de a y b. a o Problema 5.25 (I OMCC (1999)). Sea a un entero impar mayor que 17, tal que 3a − 2 es un cuadrado perfecto. Demostrar que existen enteros positivos distintos b y c, tales que a + b, a + c, b + c y a + b + c son cuatro cuadrados perfectos. Problema 5.26 (I OMCC (1999)). Sea S un subconjunto del conjunto {1, 2, 3, . . . , 1000} con la propiedad de que ninguna suma de dos elementos diferentes en S est´ en S. Encuentre el n´mero m´ximo de elementos de S. a u a Problema 5.27 (XIV OIM (1999)). Halle todos los enteros positivos que que son menores que 1000 y cumplen con la siguiente condici´n: el cubo de o la suma de sus d´ ıgitos es igual al cuadrado de dicho entero. Problema 5.28 (XIV OIM (1999)). Sean n puntos distintos, P1 , P2 ,. . . , Pn , sobre una recta del plano (n ≥ 2). Se consideran las circunferencias de di´metro Pi Pj (1 ≤ i < j ≤ n) y coloreamos cada circunferencia con uno de a k colores dados. Llamamos (n, k)-nube a esta configuraci´n.o Para cada entero positivo k, determine todos los n para los cuales se verifica que toda (n, k)-nube contiene dos circunferencias tangentes exte- riormente del mismo color, Nota: Para evitar ambig¨edades, los puntos que pertenecen a m´s de una u a circunferencia no llevan color. Problema 5.29. Determinar el mayor entero n con la propiedad de que n √ es divisible por todos los enteros positivos que son menores que 3 n. Problema 5.30 (XIV OIM (1999)). Sea B un entero mayor que 10 tal que cada uno de sus d´ ıgitos pertenece al conjunto {1, 3, 7, 9}. Demuestre que B tiene un factor primo mayor o igual que 11. Problema 5.31. Sobre los lados de un tri´ngulo ∆ABC se construyen ex- a teriormente tres tri´ngulos semejantes AKB, BLC, y CN A. Si D y E son a los puntos medios de AB y KL respectivamente, pruebe que DE ei paralela a N C y determine la raz´n DE/N C. o
  • 54. 50 Problemas para pensar Problema 5.32. Sea F el conjunto de todas las n-uplas (A1 , A2 , . . . , An ) donde cada Ai , i = 1, 2, . . . , n es un subconjunto de {1, 2, . . . , 1998}. Deno- tamos con |A| al n´mero de elementos del conjunto A. Hallar el n´mero u u |A1 ∪ A2 ∪ . . . ∪ An | (A1 ,A2 ,...,An )∈F Problema 5.33. Demostrar que cualesquiera sean los n´meros enteros po- u sitivos a y b, el producto (36a + b)(a + 36b) no puede ser una potencia de 2. Problema 5.34 (IV OIMU (2001)). Las ra´ ıces de un polinomio de gra- do cuatro con coeficientes complejos est´n ubicadas en los v´rtices de un a e rect´ngulo con lados de longitud a y b en el plano complejo. Encontrar la a distancia entre las ra´ ıces de la segunda derivada de este polinomio. Problema 5.35 (IV OIMU (2001)). Una funci´n derivable f : R → R o satisface la desigualdad |f (x)| ≥ |f (x)| para todo x ∈ R y al menos para un x0 esta desigualdad es estricta, es decir, |f (x0 )| > |f (x0 )|. Demostrar que la ecuaci´n f (x) = 0 no tiene ra´ o ıces. Problema 5.36 (IMO 1997(4)). Una matriz n × n con elementos perte- necientes al conjunto S = {1, 2, . . . , 2n − 1}, se dice que es plateada si, para cada i = 1, . . . , n, la fila i y la columns i contienen, entre ambas, a todos los elementos de S. Pruebe que: 1. No hay ninguna matriz plateada para n = 1997. 2. Existen infinitos n para los cuales hay matrices plateadas n × n. Problema 5.37. Sea P un polinomio con coeficientes enteros de grado n > 12. Si el m´ximo com´n divisor de los coeficientes de P es 1 y en m´s de a u a n/2 enteros el valor tomado por P es 1 o -1, pruebe que P es irreducible. Problema 5.38. Sea D un dominio homeomorfo a un tri´ngulo cerrado en a el plano y f : D → D una funci´n continua. Pruebe que f tiene un punto o fijo.
  • 55. Cap´ ıtulo 6 Soluciones y sugerencias ‘Todo problema profana un misterio; a su vez, al problema lo profana su soluci´n.” o E. M. Cioran [8] Este cap´ıtulo contiene algunas sugerencias y soluciones para los proble- mas planteados en el cap´ ıtulo anterior. Repetimos lo all´ dicho: resista la ı tentaci´n de mirar las soluciones si no ha realizado primero un serio in- o tento para resolver el problema usted mismo. De lo contrario, perder´ una a oportunidad de aprender y no disfrutar´ la satisfacc´n de haber resuelto el a o problema con su propio esfuerzo. Problema 5.1 Soluci´n: Si llamamos x a los minutos que faltan para el mediod´ entonces o ıa, 9 x+8= x 5 y por tanto x = 10. Problema 5.2 Sugerencia: Cuente el n´mero de lunes y de viernes en los 31 d´ del mes u ıas de enero suponiendo que el primero de enero fue lunes. Haga lo mismo suponiendo que el primero de enero fue martes, mi´rcoles, etc. e Soluci´n: jueves. o
  • 56. 52 Soluciones y sugerencias Problema 5.3 Sugerencia: Los productos de cada lado por la altura correspondiente son iguales al doble del ´rea del tri´ngulo, y por lo tanto iguales entre s´ a a ı. Soluci´n: 15/10 = 3/2. o Problema 5.4 √ √ Muestre que la ra´ c´bica de 20+14 2 puede expresarse en la forma a+b 2, ız u para ciertos enteros [eque˜os a y b. n Soluci´n: S´ es entero, de hecho el n´mero dado es 4. o ı u Problema 5.5 Sugerencia: Como la velocidad de cada anciana es constante, tambi´n lo son e las razones entre los tiempos que emplean en recorrer una misma distancia. Soluci´n: Supongamos que amaneci´ a la hora x, y llamemos C al punto en el o o cual las ancianas se encuentran al mediod´ La primera anciana recorri´ la ıa. o distancia AC en 12 − x horas, mientras que la segunda lo hizo en 9 horas. La distancia BC fue recorrida en 4 horas por la primera anciana y en 12 − c por la segunda. Por lo tanto 12 − x 4 = 9 12 − x ya que ambas fracciones son iguales a la raz´n entre la velocidad de la o segunda anciana y la de la primera. De esta ecuaci´n se obtiene f´cilmente o a que amaneci´ a las 6 am. o Problema 5.6 Sugerencia: Obviamente hay que tomar en cuenta el crecimiento de la grama. Llame G a la cantidad inicial de grama, g al crecimiento diario de la misma y d a la cantidad de grama que cada vaca come en un d´ Plantee las ıa. condiciones del problema como un sistema de ecuaciones. Soluci´n: 20 d´ o ıas. Problema 5.7 Sugerencia: De las n regiones en que una recta queda dividida por n − 1 de sus puntos, exactamente n − 2 son acotadas. Soluci´n: 1 + 2 + · · · + (n − 2) = (n − 1)(n − 2)/2. o
  • 57. 53 Problema 5.8 Sugerencia: Cada c´ ırculo m´ximo corta en dos puntos a cada uno de los a restantes. Soluci´n: b2 − n + 2. o Problema 5.9 Sugerencia: Hay muchas maneras de resolver este problema. Una de ellas consiste en sumar miembro a miembro las identidades (k + 1)3 = k 3 + 3k 2 + 3k + 1 para i = 0, 1, 2, . . . , n. Soluci´n: n(n + 1)(2n + 1)/6. o Problema 5.10 Sugerencia: Insp´ ırese en el problema anterior. Soluci´n: n2 (n + 1)2 /4. o Problema 5.11 Sugerencia: Imagine los cubitos pintados con dos colores, de tal modo que cubos adyacentes tengan colores diferentes. Problema 5.12 Sugerencia: Determine si la diagonal pasa por alg´n nodo interior de la u cuadr´ ıcula. Considere por donde sale la l´ ınea de cada cuadradito. Problema 5.13 Sugerencia: Determine la raz´n en que P y Q dividen al segmento BM . o Soluci´n: 7:1. o Problema 5.14 Sugerencia: tome (p − 1)! como denominador com´n y analice los restos u m´dulo p de cada sumando del numerador. o Problema 5.15 Sugerencia: Divida la segunda ecuaci´n entre la primera y trate de llegar a o
  • 58. 54 Soluciones y sugerencias una ecuaci´n de segundo grado en xy. o Soluci´n: x = 2, y = −1 y x = −1, y = 2. o Problema 5.16 Sugerencia: Si una fila o columna tiene suma negativa y se cambia de signo a todos sus elementos, ¿qu´ pasa con la suma total de los elementos de la e matriz? Problema 5.17 Sugerencia: La respuesta es igual al exponente de 5 en la descomposici´n en o factores primos de 2004! (ya que el exponente de 2 ser´ siempre mayor). a Soluci´n: 2004/5 + 2004/25 + 2004/125 + 2004/625 = 400 + 80 + o 16 + 3 = 499. Problema 5.18 Sugerencia: ¿C´mo var´ la suma de los d´ o ıa ıgitos al pasar de un n´mero al u siguiente? ¿Qu´ restos m´dulo 11 se obtienen? Trate de hallar el peor caso e o posible. Problema 5.19 Sea Q el pie de la perpendicular trazada desde B al lado AC. Como BM = M C y BQ M P se tiene que CP = P Q, y como los tri´ngulos rect´ngulos a a AM P , ACM y BCQ son claramente semejantes resulta P A/BQ = M P/CQ = (2N P )/(2P Q) = N P/P Q. Por lo tanto los tri´ngulos rect´ngulos BP Q a a y AN P son tambi´n semejantes, y en consecuencia ∠P AN = ∠QBP . Se e concluye que las rectas AN y BP son perpendiculares ya que forman ´ngulos a iguales y del mismo sentido con las rectas perpendiculares AC y BQ. Problema 5.20 Sugerencia: Al pasar de una cuaterna a la siguiente, el producto de los cuatro elementos se eleva al cuadrado. Por lo tanto si abcd = 1 nunca se regresar´ a a la cuaterna inicial. Si abcd = 1 pero no son los cuatro iguales, pruebe que al aplicar la transformaci´n reiteradamente se obtienen elementos arbitraria- o mente grandes. Problema 5.21
  • 59. 55 Sugerencia: Estudie el efecto de aplicar T 2 veces, 4 veces,. . . , 2n veces a la cuaterna original. Problema 5.22 Soluci´n: 2(n − 1). o Problema 5.23 Sugerencia: Trate de que la suma de los productos de los d´ ıgitos, tomados convenientemente de a pares, sea una potencia de 5. Soluci´n: (Una de muchas posibles) 111 . . . 111 3791875. o 993unos (Los 994 unos se multiplican de a pares y se suman dando 497 y los seis d´ ıgitos restantes se agrupan como 3 · 7 + 9 · 8 + 7 · 5 para un total de 625.) Problema 5.24 Soluci´n: Tracemos por M la paralela a AB y sea N el punto en que esta o recta corta a BC. Es f´cil ver que el ´rea del trapecio ABCD es 4 veces la del a a tri´ngulo M N C, por lo tanto la respuesta es 4(1/2)(a/2)b sen 150o = ab/2. a Problema 5.25 Soluci´n: Pongamos a = 2n + 1. Por hip´tesis 3a − 2 = 6n + 1 = x2 . o o Tomemos b = 4n y c = n2 − 4n. Entonces b + c = n2 , a + b = 6n + 1 = x2 , a + c = 2n + 1 + n2 − 4n = (n − 1)2 y a + b + c = 2n + 1 + n2 = (n + 1)2 . Problema 5.26 Soluci´n: 501. o Problema 5.27 Sugerencia: Si el cuadrado de n es un cubo perfecto entonces tambi´n n es e un cubo perfecto. Soluci´n: 1 y 27. o Problema 5.28 Soluci´n: n > 2k . En otras palabras, con k colores se pueden colorear todas o las circunferencias de una nube hasta para n = 2k , pero no m´s, de manera a aceptable (es decir de modo que circunferencias tangentes exteriormente
  • 60. 56 Soluciones y sugerencias sean de distinto color). La prueba es por inducci´n. Si k = 1 el resultado es o obvio. Si asumimos que es cierto para k, entonces la nube con 2k+1 puntos se colorea as´ primero se colorean de manera aceptable con los colores 1, . . . , k ı: las circunferencias con di´metros Pi Pj para 1 ≤ i < j ≤ 2k . Lo mismo se a hace con las circunferencias con di´metros Pi Pj para 2k + 1 ≤ i < j ≤ 2k+1 . a Finalmente las circunferencias con di´metros Pi Pj tales que i ≤ 2k < j se a colorean con el color k + 1, y listo. Ahora bien, si para alg´n n > k la nube u se puede colorear con k colores, consideremos el conjunto A de los puntos Pi que son extremo izquierdo (i.e., el m´s cercano a P1 ) de un di´metro de a a una circunferencia de color k, y sea B su complemento en {P1 , . . . , Pn }. Las circunferencias con dos puntos en A no pueden ser de color k, como tampoco pueden serlo las que tienen dos puntos en B. Pero uno de estos dos conjuntos debe tener m´s de 2k−1 puntos, y se contrtadice la hip´tesis inductiva. a o Problema 5.29 Soluci´n: 420. Para verlo, pruebe que el m´ o ınimo com´n m´ltiplo de 2,3,. . . ,k u u supera a (k + 1)3 si k ≥ 8 y por lo tanto ning´n n´mero mayor que 83 = 512 u u es divisible por todos los enteros positivos menores que su ra´ c´bica. ız u Problema 5.30 Soluci´n: Si no fuera as´ los unicos factores primos de B ser´ 3 y 7. Pero o ı ´ ıan es f´cil ver que los n´meros de la forma 3n 7m tienen el pen´ltimo d´ a u u ıgito par. Problema 5.31 Soluci´n: Sean r = AN/AC = BK/BA = CL/CB, φ = ∠CAN = ∠BCL = o ∠ABK y z = reiφ . Interpretando cada punto como un n´mero complejo se u tiene N − A = z(C − A), L − C = z(B − C), K − B = z(A − B). Por lo tanto E − D = 2 (K + L) − 1 (A + B) 1 2 1 = 2 (B + z(A − B) + C + z(B − C) − A − B) = 2 ((C − A) − z(C − A)) = 1 ((C − A) − (N − A)) 1 2 1 = 2 (C − N ). En consecuencia DE N C y DE/N C = 1 . 2
  • 61. 57 Problema 5.32 Sugerencia: 1998 no tiene nada de particular, trabaje con los subconjuntos de {1, 2, . . . , k}. Determine cu´ntas veces es contado cada elemento x de a este conjunto en la suma propuesta, o lo que es lo mismo cu´ntas n-uplas a (A1 , . . . , An ) son tales que la uni´n de sus elementos contiene a x. o Soluci´n: 1998(2n − 1)21997n . o Problema 5.33 Sugerencia: Si (36a + b)(a + 36b) fuese una potencia de 2 entonces a y b ser´ m´ltiplos de 4. ıan u Problema 5.34 Las cuatro ra´ıces del polinomio pueden escribirse como z1 = z0 − A − B, z2 = z0 − A + B, z3 = z0 + A + B, z4 = z0 + A − B, con A y B n´meros u complejos tales que |A| = a/2, |B| = b/2, (AB) = 0. El polinomio se escribir´ entonces a P (z) = k(z − z1 )(z − z2 )(z − z3 )(z − z4 ) = = k (z − z0 )2 − (A + B)2 )((z − z0 ) − (A − B)2 = k(u2 − S 2 )(u2 − D2 ), donde u = z − z0 , S = A + B, D = A − B. Derivando dos veces tenemos P (z) = 2k(u2 − D2 ) + 8ku2 + 2k(u2 − S 2 ) = 2k(6u2 − D2 − S 2 ). ıces de este polinomio son ± (S 2 + D2 )/6 y la distancia buscada es Las ra´ 2 2 d= S 2 + D2 = √ A2 + B 2 . 3 3 Puesto que A y B pueden escribirse como aeiφ bieiφ A= , B= , 2 2 resulta |a2 − b2 | d= . 3
  • 62. 58 Soluciones y sugerencias Problema 5.35 Afirmamos que el conjunto C de los ceros de f es abierto. En efecto, si f (a) = 0 entonces existe r > 0 tal que |f (x)| < 1/2 para todo x en I = (a − r, a + r). Sin p´rdida de generalidad podemos suponer r < 1/2. Entonces para cada e x en I existe un z en I tal que |f (x)| = |f (x) − f (a)| = |f (z)(x − a)| ≤ |f (z)||x − a| ≤ 1/4, y reiterando este argumento resulta que en I se tiene |f | ≤ 1/8, luego |f | ≤ 1/16,. . . y en general |f | ≤ 1/2n para todo n > 0. Conclusi´n: f es nula en I. o Ahora, como f es continua, C tambi´n es cerrado. Y como R es conexo, C e es vac´ o es todo R. Pero esto ultimo no es posible pues |f (x0 )| > |f (x0 )| ≥ ıo ´ 0, por lo tanto C es vac´ıo. Problema 5.36 Soluci´n: Podemos comenzar analizando los casos n = 2, 3 y 4. Es f´cil o a encontrar matrices plateadas para n = 2 y n = 4, y probar que no existe ninguna para n = 3. En realidad no hay matrices plateadas para ning´n n u impar mayor que 1. Si la hubiese, tomemos un elemento x que no aparezca en la diagonal, y sea k el n´mero total de veces que aparece en la matriz. u Entonces x debe pertenecer a exactamente k filas y k columnas. Pero como x debe pertenecer a la fila i o a la columna i, pero no a ambas, para cada i = 1, . . . , n, se concluye que n = 2k. Para la segunda parte lo m´s f´cil es ver por inducci´n que para n = a a o 2k se puede construir una matriz plateada Mk . Es trivial construir M1 , y suponiendo que ya hemos construido Mk−1 construimos Mk con cuatro bloques cuadrados de igual dimensi´n. Ponemos dos copias de Mk−1 en la o diagonal. El bloque superior derecho es una matriz cuya primera fila es (2k , 2k + 1, . . . , 2k + 2k−1 − 1 y las restantes se obtienen rotando c´ ıclicamente los elementos de la primera. An´logamente el bloque inferior izquierdo es a una matriz cuya primera fila es (2k + 2k−1 , 2k + 2k−1 + 1, . . . , 2k+1 − 1) y las restantes se obtienen rotando c´ ıclicamente los elementos de la primera. Problema 5.37 Observaci´n: No existe ning´n polinomio con coeficientes enteros que tome o u el valor -1 en cuatro enteros distintos a1 , a2 , a3 , a4 (o m´s) y el valor 1 en a otro entero b. En efecto, supongamos que p(x) verificara esto. Entonces q(x) = p(x)+1 cumplir´ que q(ai ) = 0 para i = 1, . . . , 4 y q(b) = 2. De esta forma q(x) = ıa
  • 63. 59 (x − a1 ) ∗ (x − a2 ) ∗ (x − a3 ) ∗ (x − a4 ) ∗ r(x) para cierto r(x) con coeficientes enteros. Evaluando en b tendr´ ıamos 2 = q(b) = (b − a1 ) ∗ (b − a2 ) ∗ (b − a3 ) ∗ (b − a4 ) ∗ r(b) y por lo tanto s´lo podr´ o ıamos tener que (b − ai ) = ±1 o (b − ai) = ±2 (y esto ultimo s´lo para un i). Pero los (b − ai ) son todos ´ o diferentes, y s´lo pueden tomar 3 valores diferentes. Contradicci´n. o o Obs´rvese que el mismo resultado vale para el valor 1 en cuatro enteros e diferentes y el valor -1 en otro (o, m´s en general, si vale c para 4 valores y a c − p para otro con p primo). Vamos ya a ver el resultado. Supongamos que tenemos P (X) de grado n > 11 tal que toma valor 1 o -1 en m´s de n/2 valores. Si P (X) fuera a reducible entonces existir´ polinomios no constantes Q(X) y R(X) con ıan coeficientes enteros tales que P (X) = Q(X) ∗ R(X). Si P (a) = ±1, entonces lo mismo pasa con Q(a) y R(a). Podemos suponer que Q(X) tiene grado n/2 o menor. Si Q(X) toma el valor 1 en m´s de n/2 enteros, entonces Q(X) − 1 a tiene m´s de n/2 ra´ a ıces y grado menor que n/2, contradicci´n. Lo mismo o si en todos toma el valor -1. As´ tenemos que en algunos enteros Q toma el ı valor 1 y en otros el valor −1. De hecho habr´ m´s de n/4 enteros en los que a a toma el valor 1 (o el −1). Como n > 12, n/4 > 3 y tendremos como m´ ınimo 4 enteros en los que toma el valor 1 (o el −1) y como m´ ınimo un entero en el que toma el valor −1 (resp. 1), en contradicci´n con la observaci´n inicial. o o Problema 5.38 Es f´cil ver que es suficiente probar el resultado cuando D es un tri´ngulo a a cualquiera, digamos el de v´rtices (0,0), (1,0), (0,1). Para cada P ∈ D sea e v(P ) el vector f (P ) − P . Si v(P ) = 0 para alg´n P ya encontramos un u punto fijo. De lo contrario sea θ(P ) el ´ngulo que forma v(P ) con el eje Ox a y considere una sucesi´n de triangulaciones Tn de D tales que el di´metro o a m´ximo de los triangulitos de Tn tienda a cero cuando n tiende a infinito. a Etiquete los v´rtices de Tn con A si 0 ≤ θ(P ) < π/2, con B si π/2 ≤ e θ(P ) ≤ π y con C en cualquier otro caso. Por el lema de Sperner Tn tiene alg´n tri´ngulo completo An Bn Cn . Aplicando Bolzano-Weierstrass se puede u a encontrar una subsucesi´n de estos tri´ngulos tal que An converja a un o a punto P , y por la condici´n sobre los di´metros tambi´n Bn y Cn deben o a e converger a P . Pero entonces se ve claramente que v(P ) deber´ ser 0, lo ıa cual es absurdo.
  • 64. Bibliograf´ ıa [1] Adams, J. L. Conceptual Blockbusting, Stanford, 1979. Hay versi´n en o castellano: Gu´ y juegos para superar bloqueos mentales, Gedisa, Bar- ıa celona, 1986. [2] Andrescu, T., Gelca, R. Mathematical Olympiad Challenges, Birk- ha¨ser, Boston, 2000. u [3] Barbeau, E. J., Moser, W. O., Klamkin, M. S., Five Hundred Mathe- matical Challenges, Math. Assoc. Amer., Washington, 1995. [4] DeBellis, V. A., Goldin, G. A., The affective domain in mathematical problem solving, in Proceedings of the 21st Conference of the Internatio- nal Group for the Psychology of Mathematics Education, Lahti, Finland, Vol. 2 (1997), 209–216. [5] de Bono, E., Serious Creativity (ISBN 0-99730-566-0), Harper Business, 1992. [6] Buzan, T., Use Both Sides of Your Brain, Plume, New York, 1991. [7] Buzan, T., Buzan, B. The Mind Map Book (ISBN: 0-525-93904), Dutton 1994. [8] Cioran, E. M. Silogismos de la Amargura, Monte Avila, Caracas, 1980. [9] DeFranco, T. C. (1996). A perspective on mathematical problem-solving expertise based on the performance of male Ph.D. mathematicians, in J. Kaput, A. H. Schoenfeld, Dubinsky, E. (Eds.), Research in Colle- giate Mathematics Education, II (pp. 195-213), Conference Board of the Mathematical Sciences, Issues in Mathematics Education, Vol. 6, Providence, RI: American Mathematical Society.
  • 65. BIBLIOGRAF´ IA 61 [10] Dilts, R., Bonissone, G. Skills for the Future (ISBN: 0-916990-27-3) Meta Publications, 1983. [11] Dilts, R., Dilts, R. W., Epstein, T., Tools for Dreamers (ISBN 0-916990- 26-5) Meta Publications, Cupertino. [12] Dur´n, D., La Geometr´ Euclidiana, Astrodata, Maracaibo, 2003. a ıa [13] Engel, A., Problem-Solving Strategies, Springer, 1998. [14] Halmos, P. R., The Heart of Mathematics, American Mathematical Monthly, 87(7), 1980, 519–524. [15] Halmos, P. R., Problems for Mathematicians Young and Old, Math. Assoc. Amer., Washington, 1991. [16] Halmos, P. R., Linear Algebra Problem Book, Math. Assoc. Amer. Was- hington, 1995. [17] Honsberger, R., From Erd¨s to Kiev, Math. Assoc. Amer., Washington, o 1995. [18] Honsberger, R., In P¨lya’s Footsteps: Miscellaneous Problems and Es- o says, Math. Assoc. Amer., Washington, 1997. [19] Klamkin, M. S., International Mathematical Olympiads 1978-1985 and Forty Supplementary Problems, Math. Assoc. Amer., Washington, 1986. [20] Klamkin, M. S., U.S.A. Mathematical Olympiads, 1972-1986, Math. Assoc. Amer., Washington, 1988. [21] Krantz, S. G., Techniques of problem solving, American Mathematical Society, 1996. [22] Larson, L. C. Problem-solving Through Problems, Springer-Verlag, New York, 1983. [23] Loyd, S. Mathematical Puzzles of Sam Loyd, 2 vols., Dover, New York, 1959-1960. [24] McLeod, D. B. (1992). Research on affect in mathematics education: a reconceptualization. In D. A. Grouws (Ed.), NCTM Handbook of Re- search on Mathematics Teaching and Learning (pp. 575-596), New York, NY: Macmillan.
  • 66. 62 BIBLIOGRAF´ IA [25] McLeod, D. B. , Adams, V.M., Eds. (1989). Affect and Mathematical Problem Solving: A New Perspective, New York: Springer-Verlag. [26] McLeod, D. B., Craviotto, C. , Ortega, M. (1990). Students´ffective a responses to non-routine mathematical problems: an empirical study. In Proceedings of the Fourteenth Conference of the International Group for the Psychology of Mathematics Education, Vol. I (pp. 159-166), CIN- VESTAV, Mexico. [27] Newell, A. , Simon, H. Human Problem Solving, Prentice-Hall, Engle- wood Cliffs, 1972. [28] Newman, D. J. A Problem Seminar, Springer-Verlag, New York, Hei- delberg, Berlin, 1982. [29] Nieto, J. H., Teor´ Combinatoria, EdiLUZ, Maracaibo, 1996. ıa [30] Poincar´, H. Ciencia y M´todo, Espasa-Calpe Argentina, Buenos Aires, e e 1946. [31] P´lya, G., How to solve it; a new aspect of mathematical method, Prin- o ceton University Press, Princeton, 1945. Hay traducci´n: C´mo plantear o o y resolver problemas, Trillas, M´xico, 1965. e [32] P´lya, G., Mathematics and Plausible Reasoning; Vol. 1. Induction and o Analogy in Mathematics; Vol. 2. Patterns of Plausible Inference. Prin- ceton University Press, Princeton, 1954. Hay traducci´n: Matem´ticas o a y Razonamiento Plausible, Tecnos, Madrid, 1966. [33] P´lya, G., Mathematical Discovery, Princeton University Press, Prince- o ton, 1962 (Volume 1), 1965 (Volume 2). Combined paperback edition: Wiley, New York, 1981. [34] Schoenfeld, A. H.,Mathematical Problem Solving, Academic Press, Or- lando, 1985. [35] Schoenfeld, A. H., Learning to think mathematically: problem solving, metacognition, and sense making in mathematics, in D. A. Grouws (Ed.), NCTM Handbook of Research on Mathematics Teaching and Learning (pp. 334–370), Macmillan, New York, 1992. [36] Schoenfeld, A. H., Problem Solving Strategies in College-Level Mathe- matics, Physics Department, University of California (Berkeley), 1978.
  • 67. BIBLIOGRAF´ IA 63 [37] Steinhaus, H., One Hundred Problems in Elementary Mathematics, Do- ver, New York, 1979. [38] Thompson, Ch., What a Great Idea! Key Steps Creative People Take, Harper Perennial, 1992. [39] Ulam, S. M., A Collection of Mathematical Problems, Interscience Pu- blishers, New York, 1960. [40] Wagon, S. Fourteen Proofs of a Result about tiling a Rectangle, Ameri- can Mathematical Monthly, 94(1987), 601–617. [41] Wycoff, J., Mindmapping, Berkley Publishing Group, 1991.
  • 68. ´ Indice alfab´tico e Adams, J., 6 grafos, 38 an´lisis, 12 a hacia adelante, 18 Halmos, P. R., 3 retrospectivo, 18 Herstein, I. N., 37 heur´ ıstica, 11 bloqueos mentales, 6 brainstorming, 5 imitaci´n, 5 o Brouwer, L. E. J., 44 ´ ındice, lema del, 43 Buzan, T., 5 inducci´n, 38 o invariantes, 30 casos especiales, 12, 28 coloraciones, 40 juegos, 30 combinatoria, 19 comprensi´n, 9 o mapas mentales, 5 control, 11, 12 metacognici´n, 11 o creaci´n matem´tica, 7 o a creatividad, 3 P´lya, G., 8, 14 o creencias, 11 metodolog´ de, 8 ıa par´metro entero, 28 a diagrama, 12, 22, 26 pensamiento Diofanto, 14 convergente, 4 discontinuidad, principio de, 5 divergente, 4 distractores, 23 lateral, 4 perturbaciones, 41 emociones, 6 plan, 9 estrategia, 26 Poincar´, H., 7 e estrategias, 12 principio extremal, 34 exploraci´n, 12 o problema, 1 figura, 26 de existencia, 20, 34 inverso, 4 geometr´ 21 ıa, programaci´n neuroling¨´ o uıstica, 6
  • 69. ´ ´ INDICE ALFABETICO 65 punto fijo, teorema del, 44 recursos cognitivos, 11 Rhind, papiro , 16 Schoenfeld, A., 11 simplificar, 12 sistemas, 30 Sperner, lema de, 43 Szeg¨, G., 45 o tormenta de cerebros, 5 transformaciones, 30 triangulaciones, 43 visi´n retrospectiva, 10 o