El documento discute dos capitales en disputa en relación con las telecomunicaciones y la tecnología: 1) las capacidades de uso y participación, y 2) los contenidos existentes en la red que fueron determinados por regiones más desarrolladas décadas antes de que otras regiones fueran incluidas. Se argumenta que la expansión de la red depende de la lógica desarrollada por economías más avanzadas y que la masificación de contenidos predeterminados puede conducir a la exclusión de grandes sectores de la sociedad a pesar de su inclusión