La Web 1.0 se caracterizaba por ser estática y limitada a empresas, mientras que la Web 2.0 es dinámica y colaborativa, permitiendo a los usuarios crear y compartir contenido de forma sencilla. La Web 2.0 ofrece aplicaciones diversas y actualizadas frecuentemente que pueden personalizarse, y las redes sociales como Facebook y Twitter se han vuelto muy populares.