El informe Mosconi investiga la intervención de YPF, controlada por Repsol desde 1999, y sus políticas de depredación, desinversión y desabastecimiento del mercado interno. Se establece que Repsol utilizó YPF para financiar su expansión global, priorizando el giro de dividendos sobre la inversión en producción, lo que llevó a una caída de la producción petrolera y a una estrategia de venta de activos, especialmente del yacimiento Vaca Muerta. Las conclusiones resaltan la necesidad de reorientar YPF hacia las necesidades energéticas de Argentina tras una intervención estatal.