La guerra civil española (1936-1939) comenzó con una sublevación militar en julio de 1936, dividendo al país entre los franquistas y los republicanos, quienes representaban distintas ideologías políticas. La evolución militar se caracterizó por varias fases de ofensivas y contraofensivas, con el bando franquista tomando la iniciativa y siendo apoyado por potencias como Alemania e Italia, mientras que el bando republicano recibió ayuda de la Unión Soviética y brigadas internacionales. El conflicto tuvo repercusiones internacionales, siendo visto como un precursor de la Segunda Guerra Mundial y atrajo la atención de intelectuales y artistas, resaltando su significativa influencia en la historia europea.