La reputación es el principal activo intangible de las empresas y puede representar hasta el 50% del valor de una compañía. Los activos intangibles como la marca, la cultura y el liderazgo son ahora más importantes que los activos tangibles. Para construir una buena reputación, las empresas deben comportarse de manera ética y con un sólido gobierno corporativo, además de comunicarse efectivamente con sus grupos de interés.