El documento describe el establecimiento del Asilo San Luis en 1909 por la Sra. Enriqueta de Dorrego para separar a los niños y niñas durante los juegos y proveer viviendas para familias pobres. Se celebraron misas y se establecieron asociaciones para los niños. Las clases comenzaron con unas 100 niñas que recibían almuerzo gratis. También se admitieron niñas huérfanas internas. Se celebraron diversas fiestas patronales y se inauguró una botica para los pobres.