Este documento analiza las primeras acciones implementadas por las autoridades educativas argentinas ante el aislamiento social obligatorio por el Covid-19 y sus efectos en la segregación educativa. Señala que la preexistencia de brechas digitales y la heterogeneidad de las respuestas a nivel institucional profundizaron la segmentación educativa entre sectores socioeconómicos. Analiza también cómo el currículum implementado en esta situación estuvo limitado y afectó de manera desigual a los estudiantes según su capital cultural y acceso a recursos.