El documento describe las células asesinas naturales (NK), que pertenecen al sistema inmune innato y participan en la defensa contra células infectadas o malignas. Las NK maduran en la médula ósea y otros órganos bajo la influencia de citoquinas. Reconocen células alteradas a través de receptores como KAR y KIR, e inducen su apoptosis mediante perforinas y granzimas contenidas en gránulos. Cumplen funciones citotóxicas y de regulación inmune.