La desnutrición en la primera etapa de la vida puede causar una reducción del tamaño del cerebro y alteraciones en su desarrollo y funcionamiento, así como retrasos en el desarrollo. Sin embargo, si los niños desnutridos reciben estimulación adecuada y viven en un ambiente rico, es posible que no presenten defectos de comportamiento o alteraciones mentales. La desnutrición temprana puede afectar la estructura cerebral pero no necesariamente el desarrollo mental si el niño recibe un ambiente propicio y estímulos