Los materiales se comportan de forma diferente al adquirir una carga eléctrica. Los conductores como los metales permiten la libre circulación de electrones, mientras que los aislantes como el vidrio y los plásticos no permiten el movimiento de electrones. La carga inducida ocurre cuando un objeto cargado atrae o repele los electrones de la superficie de otro objeto, creando una región con mayor carga positiva o negativa.