La endocarditis infecciosa es la inflamación del endocardio por procesos infecciosos como bacterias, virus y hongos. Las lesiones más comunes son las vegetaciones formadas por fibrina, plaquetas y bacterias. El diagnóstico definitivo requiere hemocultivos positivos o lesiones patológicas. Los principales agentes son el estreptococo viridans y el estafilococo aureus. El tratamiento depende del agente etiológico y suele incluir antibióticos como penicilina y gentamicina.