El documento presenta la importancia de una evaluación integral, continua y motivadora de los aprendizajes de los estudiantes. Actualmente, muchos docentes realizan evaluaciones erróneas basadas en paradigmas incorrectos, como que los estudiantes no aprenden por pereza o falta de apoyo familiar. Se propone que la evaluación considere múltiples factores y sea un proceso formativo que identifique áreas de mejora.