La identidad digital es la representación en línea de una persona o empresa, creada tanto por su propia actividad como por la información generada por otros. Su gestión implica un equilibrio entre branding y marketing, control y producción de menciones positivas, así como la necesidad de monitorizar y responder a la reputación en línea. Además, un community manager juega un papel crucial en la interacción y comunicación, orientándose hacia la satisfacción del usuario en lugar de la venta directa.