El informe de 2009 revela que, a pesar de una crisis económica y un golpe de estado en Honduras, América Latina muestra un aumento en la satisfacción con la democracia y sus instituciones. La percepción de progreso ha crecido, destacando que las democracias de la región están más madurando y volviéndose más tolerantes. Sin embargo, persisten desafíos significativos, como la necesidad de reformas institucionales para abordar la crisis de representación y gobernabilidad.