La marcha humana normal consiste en un ciclo repetitivo que incluye fases de apoyo y oscilación de cada pierna. Durante la marcha, el cuerpo transfiere energía potencial y cinética para optimizar el gasto energético a través de mecanismos como la rotación pélvica y la flexión de rodillas. Además, factores biomecánicos como la rotación pélvica, el descenso pélvico y los movimientos coordinados de las articulaciones inferiores reducen las oscilaciones verticales y laterales del centro