La teoría de la deriva continental fue propuesta en 1912 por el meteorólogo alemán Alfred Wegener. Observó coincidencias entre las costas de África y Sudamérica, así como entre fósiles encontrados en ambos continentes. Propuso que los continentes estuvieron unidos en el pasado formando un supercontinente que se fracturó, y que desde entonces los fragmentos se han desplazado hasta sus posiciones actuales. Aportó pruebas geográficas, geológicas y paleontológicas, pero su teoría no fue aceptada