Benjamín Franklin inventó el pararrayos en 1749 mientras trabajaba como impresor en Filadelfia. El pararrayos es un dispositivo formado por barras metálicas terminadas en punta que atrae y conduce los rayos hacia la tierra para proteger estructuras. Existen dos tipos principales de pararrayos: aquellos con un dispositivo de cebado electrónico que garantiza un punto más alto de impacto del rayo, y los pararrayos desionizadores de carga electrostática diseñados para proteger personas y animales.