Este documento describe un experimento en el que se intoxicó a un cobayo con nitrato de mercurio para observar sus efectos. Se administró el tóxico por vía intraperitoneal y el animal murió a los 47 minutos, presentando pérdida de equilibrio y convulsiones. Luego se realizaron reacciones químicas en las vísceras del cobayo que confirmaron la presencia de mercurio. El documento concluye que el mercurio es altamente tóxico y puede causar la muerte rápidamente en dosis elevadas.