El documento discute los problemas con la dependencia mundial de los combustibles fósiles y la necesidad de encontrar fuentes de energía alternativas. Se prevé que el consumo mundial de carbón aumentará un 40% para 2025, lo que acelerará el calentamiento global. Las energías renovables como la eólica, solar y geotérmica ofrecen opciones más sostenibles y han sido objeto de investigación en las últimas décadas.