El documento analiza las ideas de Thomas Kuhn sobre la historia de la ciencia, enfatizando la importancia de entender las revoluciones científicas como cambios que desafían paradigmas preestablecidos. Kuhn argumenta que la acumulación de conocimientos no es el único aspecto del progreso científico, ya que a menudo surgen teorías incompatibles que reemplazan a las anteriores tras descubrimientos inesperados. Además, se discuten las dificultades que enfrentan los historiadores en la investigación científica y la crítica de libros de texto en la enseñanza de la ciencia.