El QFD, conocido como 'la voz del consumidor', es un método que transforma las demandas del usuario en calidad de diseño para satisfacer las necesidades del cliente mediante la mejora continua de productos. Este enfoque sistemático permite desarrollar productos de manera más eficiente, con menor tiempo de desarrollo y mejor comunicación entre equipos. Sin embargo, presenta desventajas como información cualitativa y lentitud en la toma de decisiones.