La retórica visual se utiliza como herramienta de persuasión y manipulación para alterar la percepción de la realidad y convencer a los receptores. Se basa en la elaboración programada de mensajes que apelan a emociones para persuadir, reforzando el sentido que un sistema social quiere transmitir a las mayorías. Además, se emplea una variedad de figuras retóricas, como metáforas y hipérboles, para aumentar el impacto y la credibilidad del mensaje.