El síndrome de Prader-Willi es una enfermedad congénita no hereditaria causada por alteraciones genéticas en el cromosoma 15 que provocan un apetito insaciable y obesidad mórbida. Se presenta en 1 de cada 15.000 nacimientos y sus síntomas incluyen bajo tono muscular, ansiedad por la comida y problemas de comportamiento. No tiene cura pero los tratamientos buscan controlar el peso y mejorar la calidad de vida.