La computación afectiva es un campo emergente cuyo objetivo es desarrollar sistemas inteligentes capaces de reconocer, interpretar, procesar y expresar emociones para mejorar la interacción con los usuarios. Las tecnologías de computación afectiva pueden percibir el estado emocional de un usuario a través de sensores y responder. Algunas ventajas incluyen sistemas más útiles e invisibles, pero también plantea desafíos relacionados con la privacidad de los datos emocionales de los usuarios.