La visita domiciliaria es una técnica educativa de enfermería que proporciona cuidados en el hogar, buscando mejorar la independencia de la familia y acercar los servicios de salud a la comunidad. Sus objetivos incluyen evaluar necesidades, educar en hábitos saludables y coordinar recursos, aunque enfrenta desventajas como altos costos y limitaciones de tiempo. El éxito de esta práctica depende de una buena planificación, evaluación continua y la relación entre el personal de salud y la familia.