La diferencia fundamental entre los seres vivos y lo inerte es la organización de la materia. Mientras que los seres vivos están formados por células que se organizan en diferentes niveles como células, tejidos, órganos e individuos, permitiéndoles intercambiar materia y energía con el medio, regular sus procesos internos y reproducirse, lo inerte carece de esta organización celular y funcional.