El documento discute la alimentación complementaria en infantes, destacando la importancia de iniciar la introducción de alimentos a partir de los seis meses y las variaciones en prácticas según condiciones geográficas y socioeconómicas. Se resalta la falta de evidencia contundente sobre ciertas prácticas y el impacto de factores como la educación materna y la calidad nutricional. Además, se aborda la necesidad de adaptar políticas de salud pública para mejorar la nutrición infantil en diferentes contextos, especialmente en México.